jueves, marzo 28, 2024
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4. ¿Cómo predecir el futuro?

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Durante los últimos días estuve escribiendo acerca de Yosef y lo que le permitió a Yosef llegar tan alto. Mencionamos hasta ahora su paciencia, su autoestima y su proactividad.    Hoy escribiremos sobre su visión del futuro. Nos quedarán dos elementos más por explorar: su integridad y finalmente, su Emuná.  Estas seis características de la personalidad y de la conducta de Yosef son un ejemplo a seguir por todos nosotros, sus descendientes, cuando queremos lograr nuestros objetivos.
¿Qué significa «vision del futuro»? 
Creo que éste es uno de los elementos menos apreciados en la historia de Yosef.   Veamos… El Faraón soñó que siete vacas gordas eran devoradas por siete vacas flacas, y que las vacas flacas seguían flacas, incluso después de haber devorado a las vacas gordas. Y lo mismo ocurrió con siete espigas de trigo.   El Faraón buscó alguien que interprete su sueño, y la Tora dice ואין פותר אותם לפרעה  «Y no había quien interpretase los sueños del Faraón». ¿Significa esto que nadie podia interpretar los sueños del Faraón?  Esto es lo que casi todos piensan.  Pero hay otra posibilidad. En realidad, la interpretación del sueño del monarca egipcio era más que obvia. La ganadería de Egipto, las vacas, y la agricultura, las espigas de trigo, iban a estar en ruinas. Pero, si la interpretación del sueño del Faraón era tan fácil, ¿Por qué ningún adivino de la corte se acercó al Faraón e interpretó su sueño? 
Quizás lo que ocurrió no fue que nadie podía interpretar los sueños del Faraón, sino que nadie quería llevarle al Faraón tan malas noticias. Al fin y al cabo, siete años de hambre ¡llevarían a Egipto a la ruina!  ¿Quién osaría darle estas horribles noticias al Faraón?  Primero porque el Faraón podría reaccionar muy mal y «matar al mensajero». Pero, hay algo más. Mucho más profundo.   Los adivinos de la corte entendían que los sueños proféticos del Faraón eran el destino irremediable que le esperaba a Egipto. Los adivinos eran futuristas-fatalistas, y pensaban que el futuro que no puede ser alterado….
Aquí llega la genialidad de Yosef y su «sabiduría judía».  El futuro no está escrito en piedra. El futuro no es estático, es dinámico.¡Se puede cambiar! Cuando los profetas de AM ISRAEL hablaban al pueblo acerca del futuro, y por ejemplo, profetizaban que el Bet haMiqdash iba a ser destruido, no estaban transmitiendo una vision profética incambiable, estaban advirtiendo sobre las consecuencias futuras de las malas acciones del pueblo.  Y llamaban al pueblo a hacer Teshubá, arrepentirse, porque sabían que «el futuro» está en nuestras manos. La materialización de la profecía se podia evitar. Lo mismo ocurrió con el rey Jizquiá, que a pesar de la profecía de Yesha’ayahu haNabí, que decía que el rey iba a morir, Jizquiá rezó a HaShem y se curó.  
A diferencia de la sociedad judía, donde se entiende que el futuro puede ser modificado por HaShem o por los hombres, en la sociedad pagana los augurios y los oráculos transmitían una vision «inalterable» del futuro. Para los adivinos del Faraón, los siete años de hambre iban a ser irremediablemente siete años de hambre que destruirán Egipto. Entonces, mejor no decir nada….
Pero donde los demás veían un gran problema, Yosef con su visión judía, veía una gran oportunidad:  Si Egipto aprovecha los siete anos de riqueza y guarda granos en abundancia, Egipto no sólo sobrevivirá los años de hambre, sino que Egipto (y el Faraón) terminará transformándose en el país más rico de la región, ya que de todo el mundo vendrá a Egipto a comprar trigo.  La diferencia entre Yosef y los adivinos del Faraón tenia que ver con una visión fatalista o creativa del futuro.  
Creo que esta actitud de Yosef caracterizó (y caracteriza) profundamente la visión judía, incluso en el ámbito comercial. Los Yehudim no nos dejamos condicionar por una visión predeterminada del futuro, estática o fatalista. Como decía mi abuelito, z»l, que llegó de Siria a Buenos Aires sin un peso en su bolsillo: «si hoy trabajo limpiando pisos, no quiere decir que tendré que seguir así el resto de mi vida».   El Yehudí ve las posibilidades del futuro completamente abiertas. 
El mismo mensaje nos transmite la Tefilá: Si el futuro estuviera ya determinado ¿Para qué rezar a HaShem y pedirle que cure a un ser querido que está por morir?   Rezamos porque no creemos en el destino. Rezamos porque sabemos que el futuro está en manos de HaShem. Depende exclusivamente de Su Voluntad. 
El futuro no está limitado por un destino. Y así también lo entendió Yosef. 

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