jueves, noviembre 21, 2024
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El Rab Yaaqob Castro (1525-1612) y la comunidad judía de Egipto

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DE SEFARAD A EGIPTO  

El Rab Yaakob Castro fue un erudito en Torá, un juez rabínico y un importante legislador de la ley judía en la comunidad de El Cairo, en Egipto. La familia Castro o “de Castro”era originaria del sur de España. En la época de la expulsión escaparon a Portugal y desde allí, muchos miembros de esa familiallegaron a Turquía, al norte de África, Egipto, etc. El padre del Rab Castro (algunos historiadores dicen que fue su tío) fue el famoso Abraham de Castro (murió en 1520, ver aquí). Abraham de Castro fue uno de los judíos más prominentes de su época. Fue el gerente del tesoro real del Sultán turco Solimán el magnífico (1494-1566), el hombre más poderoso del mundo en esos años. En su honor, el Sultán accedió a reforzar las murallas de Jerusalem agregando a la muralla original varias hileras de roca solida. Esta refacción sigue allí hasta el día de hoy. 


SUS MAESTROS.

El Rab Yaaqob de Castro pertenencia a una familia adinerada. Aparte de su desempeño como rabino el Rab Castro también se dedicaba al comercio, algo que era común entre los rabinos que vivían en Egipto, como el Rab David ben Zimrá o el mismo Rabbi Isaac Luria (el Ari haQadosh) que se dedicaba a la importación y exportación de pimienta y granos.  El Rab Ya’aqob fue alumno de dos grandes luminarias: el ilustre rabino David ben Zimra (Radbaz), y el rab Levi ibn Habib (Ralbah) de Yerushalayim. Al Rab Ya’aqob se lo conoce también por sus siglas Mahariqash ( מהריק“ש), y se lo considera el último “Gran Rabino” de Egipto, es decir, la autoridad rabínica aceptada por todas las comunidades del país, incluyendo las dos más importantes: Cairo y Alejandría. En ese tiempo la mayoría de los judíos de Egipto eran musta’arabim, es decir, nativos de Egipto; mientras que la comunidad de los Sefaradim, esto es, los refugiados de la expulsión de España, recién estaba en sus comienzos.


EL RAB CASTRO Y EL RAB CARO.

En 1570, visitó la ciudad de Sefat en la tierra de Israel, donde fue invitado a la casa del Rab Yosef Caro (1488-1575), el autor del Shulján Aruj. En sus escritos el rabino Castro describe su encuentro con el rabino Caro y relata —me imagino que con mucha emoción— lo que sintió al ver con sus propios ojos al Rab Caro actuando de acuerdo las costumbres que él mismo había establecido en el Shulján Aruj. El rabino Castro escribió varios libros. Mencionaremos dos de ellos. “Erej Lejem”. Glosas y comentarios que el rab Castro escribió en los márgenes del libro Shulján Aruj, donde reflejaba su opinión, y a veces sus objeciones, a algunas determinaciones del rab Yosef Caro. Era tan alta la reputación del rabino Castro que en Egipto su opinión tenia más peso que la del mismo Shulján Aruj. 

LA VIDA EN LA COMUNIDAD JUDIA DE EGIPTO 

Otra de sus obras es «Ahole Ya’aqob«, un libro de responsa rabínica sobre casos reales que sucedieron en su comunidad. En este libro se presentan también los debates Halájicos entre el Rab Castro y algunos de sus contemporáneos, lo cual nos permite tener una mejor visión de su pensamiento jurídico. 
Cabe destacar también que este libro de preguntas y respuestas del Rab Castro es para los historiadores una valiosísima fuente de información para conocer un poco más en detalle la vida social, comunitaria, y las dificultades de la comunidad judía en el Egipto o del siglo 16.
Veamos algunos ejemplos:
Una de las Taqanot, decretos comunitarios, que el rab Castro menciona en una de sus respuestas se relaciona con la ética y la etiqueta que se debe guardar en la celebración de las fiestas de casamientos. Al parecer en algunos casamientos se contrataba bailarinas gentiles que danzaban, como parte de la celebración; esto hizo que más de una vez se produjeran algunos hechos indebidos en esas fiestas. El rab Castro junto con los otros rabinos de la ciudad prohibió este tipo de celebración y alentó a la comunidad a contratar únicamente a músicos, y no bailarinas. 
Otro tema controversial que aparece en las preguntas y respuestas de esa época era la legalidad del reclamo de una esposa que se negaba a vivir en la casa de sus suegros, en una situación donde no había maltrato. El rab Castro debatió con otro rabino muy famoso, el Rab Jayim Kafusi, acerca de la consideración de este reclamo como un causal legal de divorcio. 
Por último, mencionaré un tema un poco más delicado. Al Rab Castro le llegó el caso de dos jóvenes casados, miembros de su comunidad, que salieron en camello a un viaje de negocios y habían desaparecido. Dos hombres egipcios, padre e hijo, testificaron que estos comerciantes habían sido atacados y asesinados por una banda de 12 asaltantes. La pregunta Halájica era si este testimonio era suficiente para declarar a las esposas de estos comerciantes como viudas, y permitirles así que contrajeran nuevamente matrimonio. El rab Castro adoptó una opinión más estricta, ya que las pruebas eran ambiguas, y aparte consideró que los testigos podrían obtener un beneficio personal de su testimonio. El Rab Kafusi se enfrentó con el Rab Castro y presentó una opinión en extremo permisiva para que estas dos jóvenes mujeres no quedaran atrapadas (agunot) en una situación sin otra solución posible.

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