miércoles, noviembre 13, 2024
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QUINTO MANDAMIENTO: Honrar a nuestros padres, en circunstancias especiales

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כבד את אביך ואת אמך
Los rabinos del Talmud examinaron el tema de honrar a los padres en circunstancias especiales. Veremos hoy dos ejemplos.
PADRES SENILES
Los rabinos presentaron  el caso de Rab Asé, que vivía con su madre mayor, y que ya estaba senil. Rab Asé cuidaba muy bien de ella y hacía lo que podía para complacerla, honrarla y no contradecirla. El Talmud ilustra el comportamiento errático de la madre y la reacción de Rab Asé: un día ella le pidió que le comprara joyas, y él le trajo algunas joyas. Otro día ella le pidió que le buscara un marido para ella. Tratando de apaciguarla, él le dijo que lo iba a hacer… Pero la situación llegó a un punto en que los pedidos de la anciana madre eran cada vez más excéntricos y su comportamiento se volvió cada vez más violento. Rab Asé decidió entonces dejarla. Los rabinos explicaron que Rab Asé no la dejo sola sino que contrató a una muy buena persona para que cuidara de su madre. Los Sabios dijeron que Rab Asé pensó que de otro modo, en estas circunstancias, se vería obligado a faltarle el respeto a su madre y tal vez tener que restringirla físicamente, algo que no estaba dispuesto a hacer.  Los Sabios también explicaron que, por alguna razón, en este caso, el comportamiento de la madre de Rab Asé era más agresivo en presencia de su hijo, pero con otras personas, la madre se comportaba con  más tranquilidad. Sobre la base de este precedente los rabinos concluyeron que, en determinadas circunstancias, el hijo o la hija pueden dejar a sus padres mayores bajo el cuidado de otra persona. Obviamente, cada caso es completamente diferente del otro, y debe ser tratado específicamente. Yo recomendaría que, en ningún caso, los hijos tomen este tipo de decisiones basados simplemente en intuición. Más bien, se debería consultar con un trabajador social o un sicólogo y con un rabino para determinar qué es lo mejor que uno puede hacer por sus padres en este tipo de situaciones.
DESOBEDECER A LOS PADRES POR SU PROPIO BENEFICIO
Honrar a nuestros padres incluye obedecerlos y en lo posible complacer sus deseos. Pero, ¿qué hay que hacer si los padres piden a su hijo o hija algo que va a ser perjudicial para ellos? Por ejemplo: ¿Qué debe hacer un hijo si su padre le pide que le traiga una bebida alcohólica y el hijo sabe que el padre terminará en estado de embriaguez? ¿El hijo, tiene que obedecer a su padre y llevarle el licor, siguiendo ciegamente las órdenes de su padre, o debe negarse a asistir a su padre en este caso?  Los rabinos están de acuerdo en que en este caso el hijo debe negarse a comprar u obtener alcohol para su padre, pero debe hacerlo con el máximo respeto, tratando de disuadir a su padre con palabras dulces y lógicas. Al hijo no se le permite gritarle a sus padres o faltarles el respeto, incluso cuando el hijo tiene razón. Los rabinos contemporáneos traen algunos otros ejemplos comunes. Si el padre es diabético y le pide a su hijo que le lleve un alimento dulce, o cuando un padre le pide a su hijo o hija que le traiga cigarrillos o cualquier cosa que pudiera causar un daño «significativo» para la salud de la madre del padre, es decir, cualquier cosa que un médico le impediría hacer, tomar o comer. Una vez más, aún en estos casos donde los hijos desobedecen a los padres, es fundamental que los hijos mantengan una actitud respetuosa y eviten ofender o humillar a sus padres , aún cuando están tratando de protegerlos de algo perjudicial. (Yalqut Yosef, Kibbud Ab va-Em, 2, 46-60).
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