viernes, noviembre 22, 2024
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KOSHER MONEY: El dinero y el poder

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La vida económica de un judío, su actitud hacia los bienes materiales, su conducta ética al comprar o al vender, el trato a sus empleados, etc. debe reflejar los valores religiosos del judaísmo. Muchos judíos, y lo mismo pasa con personas de otras religiones, tienden a disociar el comportamiento económico de la práctica religiosa.

La verdad es que la Torá se ocupa de temas financieros, tanto o quizás más de lo que se ocupa de muchas otras áreas de la vida religiosa. Integridad en los negocios, la aspiración a la igualdad económica, la ayuda material a los más necesitados, etc. son sólo algunos ejemplos de la amplia gama de temas monetarios que cubre la Torá .

Muchas veces, la observancia de estas leyes de la Tora implica el sacrificio de un beneficio económico. Los rabinos se refirieron a este tipo de situaciones analizando dos palabras del Shema Israel  ובכל מאודך

Decimos en el Shemá: «Amarás a HaShem tu Dios con todo tu corazón, con toda tu alma, y con todo tu poder». «Con todo el corazón y con toda el alma» lo entendemos . Pero que significa con todo nuestro «poder»? Los rabinos explicaron que «poder» se refiere a nuestros medios o posesiones. Mi dinero, mi patrimonio. La Guemará dice: el amor a HaShem tiene que sobrepasar al amor por mi dinero. Si seguimos las leyes de la Tora en asuntos financieros, por ejemplo, ayudando a los más necesitados o rechazando participar en negocios fraudulentos, etc. obviamente perderemos, o dejaremos de ganar, dinero.  Amar a HaShem בכל מאודך significa que un Yehudi debe estar dispuesto a sacrificar su dinero por su amor a HaShem. Como explicaremos BH en las próximas semanas, la Torá no nos obliga a tomar votos de pobreza o renunciar a la riqueza material. Por el contrario, el judaísmo tiene una actitud positiva hacia la riqueza honestamente adquirida. «Con todas mis posesiones» significa que uno debe poner a HaShem y Su Tora  por encima del dinero. Shabbat es un buen ejemplo. Cuando un judío que tiene un negocio minorista, cierra su tienda en Shabbat, o cuando un joven profesional rechaza una excelente oferta de trabajo porque no esta dispuesto  a profanar el Shabbat, se está cumpliendo con este principio: servir a Dios con todas nuestras posesiones, poniendo a HaShem por encima de éstas.
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