¿Por qué España? ¿Por qué específicamente Barcelona? ¿Por qué la Rambla? ¿Por qué atacar con una furgoneta? Estas preguntas abundan.
Pero ¿por qué estos terroristas islámicos atacan a mansalva, a matar, a quien se encuentre en su camino? ¿Cuál es el objetivo final del Estado Islámico? No se escribe mucho sobre este tema. O se racionaliza. Leí un articulo que dice que los musulmanes atacaron Barcelona porque quieren reconquistar España, que era territorio musulmán en la edad media. Puede ser. Pero esto no explica los ataques en Londres, París, Bruselas o Finlandia (como estoy leyendo mientras escribo estas lineas).
Estas semanas estamos leyendo en la Haftará, el texto de los profetas que se lee cada Shabbat luego de la lectura de la Torá, un párrafo del libro de Yesha’ayahu, capitulo 54. Estas Haftarot contienen un mensaje de consuelo para el pueblo judío. Y hoy quisiera compartir con ustedes el comentario del Rab, Don Isaac Abarbanel (1437–1508) sobre el versículo 17 de esta Haftará. Este pasuq dice que el Creador intervendrá para que los enemigos de Israel no prosperen. Habla de los que “condenan” a Israel con palabras de maldad premeditada (pero de eso vamos a hablar otro día) y de los enemigos que atacan a Israel con sus armas.
כל־כלי יוצר עליך לא יצלח וכל־לשון תקום־אתך למשפט תרשיעי
“Ningún arma que sea forjada contra ti prosperará; y toda lengua que se alce contra ti, demostrarás su vileza” .
Don Isaac Abarbanel tuvo una vida muy agitada. Fue perseguido en Portugal, luego de haber servido lealmente al Rey Juán por muchos años. También se vio obligado a huir de España después de haber servido a los Reyes católicos. A finales de 1491, la reina Isabel le anunció su intención de expulsar a todos los judíos de su reino, pero que él se podría quedar en Castilla y mantener su enorme fortuna si se convertía al catolicismo. Don Isaac Abarbanel rechazó la oferta y en 1492, en la total pobreza, se exilió en Venezia. El Rab Abarbanel conoció de muy cerca al cristianismo, y como era un hombre de gobierno, también conoció al Islam. En los buenos tiempos ayudó a la corona de España en sus batallas contra los musulmanes, tanto en la reconquista de Andalucía como en las guerras contra el imperio otomano en el norte de África.
Al comentar este versículo el Rab Abarbanel describe a los musulmanes de sus días: “El profeta [Yeshayhu] dice que ningún arma forjada contra ti prosperará y toda lengua que se alce contra ti, deberás condenar. Hoy en día [1490?] hay religiones que no se conforman con debatir y tratar de promover su religión a los otros con palabras, en debates y argumentaciones. Su estrategia [proselitista] es dar muerte a todos los que no profesan su fe. Los Ismaelitas [eufemismo por Islam], pertenecen a esta categoría.”
Estas palabras fueron escritas hace mas de 500 años, pero suenan como si hubieran sido escritas ayer. El objetivo final de la versión extrema del islam, la utopia islamista, es “islamizar al resto del mundo”. Pero a diferencia de otras religiones, que hacen su proselitismo con palabras, los Islamistas lo hacen con la espada. La estrategia para lograr su fin es: matar a todos los infieles que puedan.
Esto suena demencial. Y por eso, muy pocas personas lo pueden concebir, identificar, reconocer y articular. Es por eso que no se habla tan explícitamente sobre esto. Con excepción de los perpetradores, que no tienen vergüenza de confesar sus intenciones. De hecho, ayer se encontró un texto que nos recuerda lo que explicaba Don Isaac Abarbanel. En ese texto Moussa Oukabir, presunto autor del atentado, dice: «Mataría a todos los infieles, y sólo dejaría vivos a los musulmanes que practican la religión”.
Como todos sabemos, Israel también sufrió y sufre atentados como el de Barcelona. Los perpetradores son los mismos: “suicidas islamistas que quieren matar infieles”. Las excusas son diferentes: los territorios ocupados, etc. Pero el verdadero conflicto Israeli-Palestino, como muchas veces escribí, tiene que ver con la religion, y no con los “territorios». Hamas, y los grupos que luchan contra Israel (Hezbollah, Jihad Islámico, etc.) son tan sinceros como Oukabir, y declaran abiertamente que no hay lugar para el diálogo y las negociaciones con Israel. Para ellos, la destrucción de Israel no es negociable, ni condicional a la cesión de territorios.
Lamentablemente muchos periodistas y gobernantes, especialmente de países europeos, etc. no ven, no quieren ver esta realidad. No quieren reconocer que Israel es la víctima, y que sufre del mismo problema, solo que mucho más grave, que sufre Europa. Declaran que es posible llegar a una solución de “dos estados” o algo así.Y encima hacen lo más cínico e intolerable, ¡presionan a Israel para que haga concesiones territoriales suicidas! Se olvidan que hasta los grupos palestinos “más moderados” comparten estos principios de intolerancia. ¿Una demostración? Mientras que el 60% o 70% de los israelíes están dispuestos a concebir la idea de dos estados, el Fattah o la autoridad palestina, no promueve en lo más mínimo la idea de vivir en paz con Israel. Ni siquiera expresan su voluntad de reconocer a un estado judío, incluso a cambio de territorios. Todos saben, pero pocos denuncian, que el futuro mapa de la geografía del Medio Oriente que enseñan los palestinos a sus hijos, no incluye a Israel.
Hay una barrera psicológica que no nos permite concebir con seriedad lo delirante del extremismo. Esta barrera es peligrosísima. Porque cuando no nos tomamos en serio el delirio de los fanáticos, vamos a tratar de buscar “teorías alternativas”, más racionales, pero equivocadas, para explicar estos ataques, y soluciones falsas para prevenirlos en el futuro.
En estos duros momentos, lloramos por la víctimas del terror en Barcelona, y rezamos para que HaShem nos proteja, y libere a la humanidad del odio y de la irracionalidad.
שבת שלום