sábado, abril 20, 2024
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¿Vender o no vender el Jamets?

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Ya explicamos que, aparte de la prohibición de consumir Jamets, tampoco puede quedar Jamets «en nuestra posesión» durante Pésaj.  La «posesión» es un asunto legal y abstracto: por lo tanto si hay algún alimento Jamets, digamos en la casa de una persona no judía, pero que me pertenece, estaría incurriendo en la violación de un mandamiento bíblico. Por el otro lado, si una persona no-judía guardara su Jamets en un lugar cerrado en mi casa, yo no estaría violando ningún mandamiento.
 
EL CONTRATO DE COMPRA-VENTA
Esta es la base teórica de lo que se llama hoy MEJIRAT JAMETS, la venta del Jamets. Y funciona más o menos así:  las comunidades judías organizan un sistema de venta del Jamets por el cual los miembros de la comunidad firman un «poder de venta» asignando al rabino como su representante legal para que éste pueda vender el Jamets a una persona no judía. En la víspera de Pésaj antes del mediodía, el rabino, como apoderado de todos los vendedores firmantes, «vende» el Jamets condicionalmente: el comprador paga un adelanto por el total de la mercadería y a partir de ese momento, de acuerdo al contrato, el comprador se transforma en el dueño del Jamets de todos los que firmaron el «poder». El contrato estipula que si al terminar Pésaj, el comprador no paga el balance, entonces automáticamente el Jamets vuelve a pertenecer a los vendedores.  Al terminar Pésaj, el comprador no paga el balance y el Jamets vuelve a pertencer a su dueños originales.
 
 
UN POCO DE HISTORIA
El Talmud, la principal obra rabínica Halájica, no contempla la venta del Jamets como una de las posibilidades normales para deshacerse del Jamets. De hecho establece que el Jamets debe ser físicamente eliminado o retirado de nuestras propiedades. Uno también puede regalar, o incluso vender su Jamets a una persona no judía, pero, a través de la entrega de mano en mano del alimento Jamets, a las manos del comprador (en hebreo «meshijá»). En estos casos, no se espera que al final de Pésaj, los productos Jamets vuelvan a su dueño original.   Los Rabinos también concibieron una excepción: en la Toseftá se habla de una situación de fuerza mayor, un judío que lleva su mercadería Jamets en un barco, el barco se atrasa y no va a llegar a puerto antes de Pésaj. En esta situación se autoriza una venta «condicional» de este tipo, sabiendo que la mercadería Jamets será restituida a su dueño, para evitar sufrir una perdida económica muy significativa.     Por siglos, los rabinos utilizaron el caso de la Toseftá para autorizar esta venta condicional del Jamets en casos comerciales: un comerciante que se dedica a la venta de alimentos, y para el cual deshacerse el Jamets podría significar un perjuicio económico muy significativo. El Rab Melamed explica que en Europa este tipo de «licencia» se hizo más popular a partir de siglo 17, porque muchos judíos se dedicaban comercialmente la producción de bebidas alcohólicas, como whisky o cerveza.
 
 
3 OPINIONES SOBRE LA VENTA  JAMETS
En los últimos años la venta del Jamets se popularizó más allá del ámbito comercial.  Sin duda porque el sistema tiene muchas ventajas, ya que uno no debe deshacerse de todo Jamets, simplemente, guardarlo en un lugar cerrado hasta el final de Pésaj, y firmar el poder para que el rabino lo venda.   Este tipo de venta de Jamets es totalmente legal y aceptado, siempre y cuando se haga a través de un rabino responsable, y que conoce los pormenores del contrato de compra venta.
 
Ahora bien, como en todos los temas Halájicos, el tema de la venta del Jamets, si bien es la opinión que hoy en día sostienen la mayoría absoluta de los Rabinos,  no goza de un consenso «total».   Digamos que hay otras dos opiniones que adoptan una posición un poco mas estricta.
 
La segunda opinión, que cada vez adquiere más consenso entre los rabinos, es que sólo se debe incluir en la venta del Jamets artículos que poseen «algún elemento Jamets en su composición» (ta´arobet jamets) por ejemplo, bebidas alcohólicas (ze’a be’alma), sopas en polvo que puedan tener algo de harina, suplementos vitamínicos que puedan tener fibras de grano, alimentos que poseen gluten, etc. pero no debe incluirse en la venta comidas que son «totalmente Jamets»: pan, galletitas, pastas, etc.
 
La tercera opinión, la más estricta, sostiene que no debe venderse ningún tipo de Jamets de esta manera, ya que esta venta, si bien es legal, es ficticia (en hebreo ha’aramá), ya que al no haber trasferencia de mercadería de mano en mano, es obvio que la actual compra-venta no se va a ejecutar. Y este tipo de venta fue autorizada sólo para una situación de fuerza mayor o cuantiosas pérdidas. Personalmente, yo sigo esta opinión porque quiero conservar la tradición de los judíos Sefaradim que no practicaban  la venta de Jamets, sino que simplemente se deshacían de su Jamets antes de Pésaj, en conformidad con la Mitsvá de «tashbitu», como ya lo explicamos ayer (ver aquí).  Esto implica varios preparativos previos: por ejemplos, 1. Que unas semanas antes de Pésaj no se compren o acumulen alimentos Jamets. 2. No tener botellas de whisky, vodka, cerveza, etc., ya que contienen Jamets.    Mi experiencia me dice que la mayoría de la gente que opta por vender el Jamets, lo hace para evitar tener que deshacerse de sus bebidas alcohólica
 
Como en muchas situaciones Halájicas, también aquí hay opciones y situaciones diferentes. Creo que en este caso las variantes son:
1. Si la perdida económica potencial es significativa (hefsed merubé) o no, lo cual es algo que sólo uno lo puede determinar
2. Las costumbres de cada comunidad. Las comunidades Ashkenazim suelen ser más liberales en este tema, basándose en la opinión del Jatam Sofer (1762-1839), que en este caso valida una venta legal, aunque sea ficticia, es decir, cuando sólo existe un contrato pero la mercadería no es ni será transferida de vendedor a comprador.
 
Como regla general, y para una decisión final, uno debe consultar con el Rabino de su comunidad .  
 
También hay quienes optan por vender el Jamets, aunque no tienen artículos Jamets de alto valor, por falta de información. Muchos piensan por ejemplo, que TODO lo que hay en la casa es o puede ser Jamets, y cuando uno piensa así, obviamente, la única opción es vender el jamets de esta manera.  Como este tema es un poco largo, voy a presentar a continuación algunos links con información complementaria que explica los pormenores de la tercera posición Halájica, la de no vender el Jamets, que es la menos conocida, con el ánimo de informar a los lectores.
 
Haga click aquí para para saber qué alimentos son o pueden contener  Jamets y otros detalles al respecto.
 
Presentamos aquí un resumen en español del artículo del Rab Eliyahu Zini explicando su opinión Halájica sobre la venta de Jamets.
Éste es el artículo completo del Rab Zini (hebreo, recomendado para talmidé Jajamim)
 

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