jueves, noviembre 21, 2024
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Siete Leyes de Bené Nóaj: (#6) No comer carne de animales…vivos

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תניא ר’ אומר עם הארץ אסור לאכול בשר
El Creador le indicó al primer hombre que su dieta consistiría en plantas, semillas y frutas. Cito las palabras del rabino Menashé ben Israel (1604-1657) sobre esta cuestión. Dos Sabios talmúdicos, el rabino Iojanán y Rab, concordaron que al principio… “no se le permitió a Adam tomar a los animales como alimento […] Después de que Dios bendijera a Adam y lo hiciera supremo sobre todos los animales, a pesar de que este tenía dominio sobre ellos, no era su amo absoluto [al que se le permitía tomar la vida de los animales] … Dios ya había designando el alimento a través del cual todo ser vivo debía mantenerse «He aquí que les he dado toda hierba que da semilla … y todo árbol que tiene fruto … para ustedes será como alimento». (Génesis 1, 29).
10 generaciones más tarde, en el tiempo de Nóaj (Noé), esto cambió. Dios le concedió a Nóaj el derecho de comer carne animal:
Génesis 9:2… las aves, las bestias salvajes, los animales que se arrastran por el suelo, y los peces del mar. Todos estarán bajo tu dominio. 3 Todo lo que se mueve y tiene vida, será, al igual que las plantas, lo que Yo les concedo como alimento.
¿Por qué este cambio?
Hay varias opiniones, que merecerían ser analizadas una por una y en más profundidad. Pero nuestro tema es “Las Siete Leyes de los Hijos de Nóaj”, así que solamente voy a mencionar un par de opiniones sin profundizarlas.
1. Cuando Nóaj sale del arca, lo primero que hace es ofrecer un sacrificio a Dios, en señal de agradecimiento. Este sacrificio consistió en carne animal asada, cuyo humo y aroma se elevaba hacia el cielo. Algunos estudiosos indican que Nóaj estaba proyectando lo que él mismo deseaba recibir. En otras palabras, una ofrenda, un regalo, representa por lo general algo que quien lo ofrece lo valora, lo aprecia, y subliminalmente, desearía recibir. El hecho que Nóaj ofreció al Creador carne animal manifiesta su deseo subconsciente de consumir carne animal.
2. La licencia de comer carne animal puede tener un efecto positivo en cuanto a la supresión del deseo de derramar sangre humana y asesinar. La violencia,como dice en el capítulo 6 de Génesis, fue lo que provocó la destrucción de la humanidad y trajo el diluvio.
Volviendo a las Siete Leyes de Nóaj, si bien a Nóaj le fue concedido el permiso de comer carne de cualquier tipo de animal, Dios le manifestó una limitación:
Genesis 9:4:
[Podrás comer carne animal]…sin embargo, no comerás la carne del animal, mientras ese animal esté con vida.
A este caso se lo conoce como eber min hajai, es decir, cuando se mutila un animal y se come su carne mientras el animal está aún con vida. Este es un fenómeno común en el mundo animal, donde muchos animales sufren una lenta e indescriptiblemente dolorosa muerte mientras son comidos por sus depredadores. Lo mínimo requerido de los seres humanos es evitar este tipo de sufrimiento al animal.
Como podemos apreciar las leyes Noájica del consumo de carne son mucho menos extensas que las leyes Mosaicas del Cashrut.
Una breve comparación:
1.Existen más de 1.000.000 de especies animales en el mundo. Los animales y peces permitidos por la ley Mosaica, estimo yo, no deben superar unos cuantos cientos de especies. La Ley Noájica, los permite todos.
2. La Ley Mosaica exige que los animales y aves sean sacrificados de una forma especial llamada en hebreo shejitá (yugulación?) que reduce al mínimo el sufrimiento del animal en el momento de su muerte. En la ley Noájica la forma de matar al animal no está regulada.
3. La ley Mosaica prohibe el consumo de la sangre de aves y animales. La Ley Noájica, según la mayoría de las opiniones, no lo prohíbe.
4. La ley Mosaica también contiene una regulación mucho más extensa, la prohibición de hacer sufrir innecesariamente a un animal (tsa’ar ba’alé Jayim), incluso o especialmente más allá del acto de consumo de su carne.
5. Finalmente, y aunque no se trata de una prohibición formal, la Guemará (Pesajim 49b) indica que una persona judía que no posee la mínima educación (‘am haarets) no tiene derecho a consumir carne animal.
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