TEHILIM # 8: ¿Quién está en el centro?
מה אדם ותדעהו, בן אנוש ותחשבהו
מזמור ז׳ , פסוק י
Este Mizmor describe la Tefila que David haMelej compuso pidiendo la asistencia y ayuda de HaShem para salvarlo de sus enemigos.
Aunque abundan las opiniones respecto a la identidad de los enemigos a los que este Mizmor hace referencia, no parece que David se sienta amenazado por los enemigos nacionales, o sea, los pueblos gentiles que buscaban la destrucción de Israel, como por ejemplo los Pelishtim. Se trata aquí de los enemigos internos, de otros Yehudim que quieren atentar contra la vida de David haMelej. La mayoría de las opiniones dice que se trataba de los hombres del rey Shaul, quienes envidiosos de la popularidad de David, buscaban deshacerse de él. De acuerdo a esta opinión Kush ben Yemini (7:1) era Shaul haMelej. Malbim explica que Kush no era Shaul sino un enemigo de David cuya descripción no aparece en el libro de Shemuel.
El Rab David Qimji (Radaq, 6:1) que David haMelej compuso este Salmo de Tehilim en un tiempo que estuvo muy enfermo. Desde el principio del Mizmor vemos que David atribuye su enfermedad a HaShem.Los rabinos explicaron que no todos los trastornos de salud se deben atribuir al cielo. Ellos dijeron explícitamente: «Todo viene del cielo, excepto los resfriados y la insolación «. Lo que significa que es la responsabilidad del hombre protegerse, por ejemplo, de las inclemencias climáticas o de cualquier otro elemento que lo pueda afectar físicamente. Muchas enfermedades son el resultado de la negligencia del hombre. De no tomar los recaudos apropiados para cuidar de nuestra salud.
אמרי האזינה ה’ , בינה הגיגי
Al igual que Israel hoy, David HaMélej tenía muchos enemigos. Prácticamente en todas las fronteras de su reino. David luchó contra los sirios en el Norte y contra de los moabitas en el Este (Jordania). Pero el mayor peligro venía del Oeste. De los filisteos, que vivían en Gaza. La palabra filisteos o pelishtim significa «invasores». Los filisteos son llamados por los historiadores «Los pueblos del mar». No tenían ninguna cultura o etnia en particular. Eran un mixto de varias civilizaciones muy primitivas que venían, principalmente de las islas del Mediterráneo (Chipre, Sicilia, Creta) y que se unieron entre sí para colonizar el Medio Oriente. Llegaron con sus esposas e hijos, porque venían a conquistar y establecerse. Eran extremadamente salvajes y peligrosos. Y destruyeron muchos imperios y civilizaciones. Los hititas, los minoicos, los micénicos, los troyanos y muchas otras civilizaciones desaparecieron en manos de los «pueblos del Mar».
David sabía que, al igual que hoy, Israel no podía permitirse el lujo de perder una batalla. Para Israel las guerras no se ganan para obtener la victoria sino para sobrevivir. Toda guerra que Israel enfrenta es una guerra existencial.
David también sabía que aunque el enemigo es, a diferencia de nosotros, sediento de sangre, y más numeroso, HaShem está de nuestro lado. Y en este Mizmor David pide la ayuda de Dios para derrotar a sus enemigos.
David menciona en este salmo «la mañana» (5: 4), al parecer porque el ejército y el rey se preparaban para la batalla por la mañana. Y es posible que este Mizmor fuera recitado como una de las Tefilot que el rey y sus soldados rezaban por la mañana antes de ir a la guerra.
En este Mizmor David ora a HaShem y le pide que lo proteja de sus enemigos, a los que describe (5:10) como malvados y falsos.
Para mí, la parte más emocionante de este salmo es cuando David menciona tres tipos diferentes de oraciones.
El primer tipo de oración es «amarai», mis palabras. Esta es la oración normal, que se dice con palabras. Una oración calma. Probablemente la oración que el rey David y su ejército decían antes de la batalla, cuando uno es capaz de transmitir sus sentimientos con palabras inteligibles.
El segundo tipo de plegaria es «hagigí», mis pensamientos no articulados. David HaMelej reconoce que a veces, en situaciones desesperadas como en el medio de la batalla, las palabras no podrán salir de nuestras bocas. Todo lo que queda son nuestros pensamientos crudos, inexpresados y quizás caóticos. David le está pidiendo a HaShem que lo escuche y le preste atención, cuando David nos sea capaz de orar con palabras. Anticipándose a esos tiempos difíciles, David HaMelej le pide a HaShem que si él no pudiera articular sus oraciones, que HaShem igual lo «comprenda, haciendo inteligible» sus pensamientos. (En realidad las palabras «biná haguiguí» se podría explicar como si alguien le pide a HaShem que «interprete y descifre sus pensamientos!». Yo me imagino que es el mismo sentimiento de alguien que va a ser operado, y no sabe si después de su operación va a poder rezar normalmente, con palabras. Entonces, antes de entrar al quirófano le pide a HaShem que aunque depuse de su operación él no pueda rezar con palabras, que HaShem por favor, «descifre» sus pensamientos, los traduzca y los considere como una plegaria normal.)
El tercer tipo de oración es «shav’i», mi clamor o llanto. El llanto es una señal de desesperación y tristeza. Cuando el pueblo de Israel estaba esclavizado en Egipto, sufriendo las miserias de la esclavitud, la Torá dice que su clamor llegó a Dios. El llanto es la forma en que una persona se acerca a HaShem cuando sufre dolor y angustia. Delante de Dios, David haMélej no se ve a sí mismo como un invencible Hércules, sino como un Yehudí vulnerable. Reconociendo que en todo momento está a merced de HaShem.
Las Tefilot de David haMélej no venían sólo de sus labios, sino desde lo más profundo de su corazón. A veces se expresaban con palabras o con puro sentimientos. Y a veces, David haMelej rezaba con lágrimas.
Este Mizmor fue compuesto por el rey David en el comienzo de su reinado. Todos los reyes filisteos (pelishtim), temerosos del nuevo rey judío, se unieron a conspirar contra David y su pueblo. Los filisteos pensaban, y se jactaban, que podrían derrotar fácilmente a Israel. En el versículo 2:4 David describe lo que ocurría en el cielo, mientras los enemigos de Israel imaginaban nuestra destrucción.
יושב בשמים ישחק
«[Dios], sentado en Su trono celestial, ríe» Esta poderosa expresión literaria, «HaShem se ríe» se usa aquí para expresar que los enemigos de Israel, cuando planean sus batallas y ataques contra nosotros, no toman en cuenta la intervención de Hashem para protegernos.
David HaMelekh dice que aunque Hashem interviene en todas las áreas de nuestra vida personal, Su supervisión es absolutamente critica cuando nuestros enemigos conspiran contra nosotros.
En 2:7 David HaMelekh explica «cómo» HaShem protege a Israel.
ה’ אמר אלי בני אתה
«HaShem me dijo: Tú eres mi hijo». En primer lugar, aprendemos que Hashem nos quiere como un padre quiere a su hijo. Paso seguido, David HaMelekh nos lleva a un nivel más profundo en la comprensión del amor de Dios por nosotros.
אני היום ילידתיך
«Hoy, has nacido de mí»
Dos ideas diferentes se encuentran en este verso: «hijo» y «bebé recién nacido». ¿Por qué?
1. Imaginemos a una madre con su hijo de ocho o nueve años en el parque. Mientras que él está jugando con otros niños o por su cuenta, la madre lo supervisa. Por lo general, ella sólo lo ayudará cuando su hijo lo solicite. Un bebé, en cambio, es diferente. Un bebé recién nacido requiere atención, supervisión y cuidado total 24 horas al día, 7 días a la semana. Una madre no abandonará a su hijo recién nacido, ni siquiera por un breve momento. La madre alimentará, ayudará y asistirá a su bebé todo el tiempo. Incluso cuando el bebé no se lo pida.
2. Un niño de nueve años de edad sabe lo que necesita y reconoce la intervención de su madre cuando ésta lo ayuda. Un bebé, por otro lado, no es consciente de lo que necesita. La madre le da de comer, lo nutre y lo protege sin que él sea consciente de todo lo que madre hace por él.
David HaMelekh dice que el nivel máximo de protección que HaShem nos provee, es cuando Él nos protege como una madre cuida a su bebé recién nacido.
Pienso en «Israel» como un bebé bajo la constante supervisión invisiblede Hashem. Todos sabemos que muchas cosas malas suceden en Israel. Pero pensemos en esto: Medinat Israel está en medio de la zona más volátil del planeta. Rodeado de las personas más violentas del mundo. Kamikazes, que no les importa inmolarse si matan a un judío durante el proceso. Personas, para quienes el deseo de destruir a Israel es el único deseo más fuerte que el deseo de destruirse unos a otros. Y muchos de ellos viven dentro de Israel. Estamos todos muy tristes por las cosas trágicas que suceden en Israel en estos momentos. Pero al mismo tiempo tenemos que estar sorprendidos, y muy agradecidos a Hashem, por todas las tragedias que no están sucediendo en Israel, y de la cuales, ni siquiera somos conscientes. Nuestro increíble IDF tiene un gran papel en esta empresa, actuando como agentes de HaShem en la protección de nuestro pueblo. Pero por encima de todo esfuerzo humano, es HaShem Quién nos protege de una manera que nosotros, como un bebé recién nacido, no podemos ni siquiera empezar a darnos cuenta.
והיה כעץ שתול על פלגי מים אשר פריו יתן בעתו ועלהו לא יבל
En este salmo, el primero de Tehilim, David HaMelej explica en qué consiste la felicidad para un Yehudí.
» … como un árbol plantado sobre corrientes de agua, que dará frutos en su tiempo y sus hojas jamás se marchitan, y en todo lo que emprenda, prosperará «
PLANTADO:
David HaMelej compara al hombre feliz con un árbol. ¿Por qué? En primer lugar, debido a que ambos crecen. Probablemente no hay frustración más grande para un ser humano que darse cuenta de su propio estancamiento. Si nos quedamos en el mismo lugar año tras año, seguramente nos vamos a deprimir. La felicidad consiste en saber que estamos creciendo y avanzando. Cuando estudiamos Torá, dice el Rey David, estamos en un constante crecimiento. Intelectual y emocional. El agua alimenta constantemente las raíces de este árbol. El árbol crece y se fortalece. Es tan fuerte que resiste la embestida de los vientos destructivos que lo quieren mover de sus principios. El Yehudí que absorbe constantemente las aguas de la Tora, permitiendo que las palabras de HaShem nutran su alma, adquiere principios morales muy sólidos, que no son fáciles de mover.
FRUTOS
El árbol también da frutos. Los «frutos» son la mayor recompensa en la vida de una persona virtuosa. Los frutos son los hijos de este hombre, que continuarán en el camino de HaShem. A diferencia de los sentimientos de estancamiento e improductividad de los que viven una vida intrascendente, cuando un hombre ve sus frutos/hijos se da cuenta que su camino va a continuar, aún después de que él se haya ido de este mundo.
HOJAS
A diferencia de los frutos, beneficiosos para la continuidad del árbol, las hojas producen sombra que disfrutan los demás. La felicidad del hombre no consiste sólo en asegurar su propia perpetuidad y la continuidad de sus creencias y principios. Un individuo no puede sentirse realizado a menos que sea también generoso y productivo con los demás. Como un árbol que ofrece libremente su sombra a todo el que lo precise, la buena persona de Am Israel practica el Jesed, ofrece su ayuda a todos los que la necesiten.
Para David HaMelej, el hombre feliz es el que se nutre de la Torá, creciendo y desarrollando principios muy sólidos; ve a sus hijos siguiendo el camino correcto y es generoso con los que necesitan su ayuda. Esa persona «…prosperará en todo lo que emprenda » .
SHABBAT SHALOM
1. Alabad a HaShem! Alabad a HaShem, Sus siervos; alabad el nombre de la HaShem.
2. Que el nombre de HaShem sea alabado, desde ahora y para siempre.
3. Desde el nacimiento del sol hasta donde se pone, el nombre de HaShem es alabado.
4. HaShem es exaltado sobre todas las naciones, su gloria sobre los cielos.
5. ¿Quién es como HaShem nuestro Dios, Aquel que se sienta en las alturas?
6. ¿Y se detiene a contemplar los cielos y la tierra?
7. Él levanta al pobre del polvo, y al menesteroso alza de los basurales;
8. Para sentarlos con los príncipes, con los príncipes de su pueblo.
9. Es Él Quien puede hacer que la mujer sin hijos, se trasforme en una feliz madre de niños.
Alabad a HaShem
Este Salmo explica la singularidad del pueblo judío en la forma que éste alaba a HaShem. Con este Salmo inauguramos cada Halel durante todo el año.
La primera parte de este Salmo responde a una serie de preguntas: (i) ¿Quién debe alabar a HaShem? Y responde: Los siervos de D-s deben alabarlo. (Ii) ¿Qué debería ser alabado? – El nombre de Dios debe ser alabado. (Iii) Cuando se debe hacer este elogio? – Desde ahora y hasta la eternidad. (Iv) Y ¿Quiénes alaban a HaShem? Todos, en todo el mundo, de este a oeste.
En la segunda parte, David haMelej observa que no sólo los judíos alaban a Dios. De este a oeste, “D-s es exaltado por todas las naciones!» ¿Por qué? «A causa de los cielos” se le honra. Cualquier persona, no sólo un Yehudí, es capaz de levantar sus ojos y apreciar la increíble sabiduría divina con la que el cosmos fue diseñado.
En la tercera parte, David haMélej señala que, a pesar de que todas las naciones pueden alabar, exaltar y honrar a HaShem como el Diseñador Inteligente y el Creador del universo, la alabanza que proclama un Yehudí se manifiesta también en otro sentido. Sabemos que D-s. Sabemos que a pesar que Él mora en lo alto y que el cosmos fue creado por Alguien más allá de nuestra comprensión. Pero, a diferencia de todos los demás, también sabemos que D-s, que habita en lo alto, también “desciende” y supervisa los asuntos terrenales, lo que está pasando aquí abajo, en nuestro mundo material!
Nosotros, los judíos tenemos la capacidad de reconocer que el mismo Dios que está más allá de nuestro alcance, es El que trae la justicia en este mundo, en la más pequeña de las escalas. Es Él Quien puede levantar a un hombre pobre, desde los basurales hasta la más alta posición social. Es Él Quien puede hacer que una madre estéril, felizmente, esté rodeado de hijos. Y siendo que podemos discernir que HaShem también opera en esta micro escala, nuestra alabanza hacia Él es única.
Es posible que la idea de “los pobres que son elevados desde los basurales hacia lo mas alto de la sociedad” se refiera a la salida de Egipto. Donde, desde esclavos, nos convertimos en una nación gloriosa, una nación que más tarde fue buscada por el Imperio Egipcio (en los tiempos del rey Salomón) para crear una alianza. La ‘madre estéril’ puede ser también una alusión a la Tierra de Israel, que a menudo se denomina un ‘madre estéril’, siempre y cuando sus hijos, el pueblo de Israel, no estén viviendo en ella. Por lo tanto, en este Salmo pedimos que de la misma manera que Dios nos trajo de la miseria al bienestar cuando nos sacó de Egipto, así también esperamos que Él una vez más traiga a todos los Hijos de Israel de regreso a su tierra, con la redención del Melekh HaMashiaj. AMEN.