RESUMEN DE PARASHAT SHELAJ LEJA

EL PLAN 

Siguiendo la instrucción Divina,  Moisés envía espías a una misión de reconocimiento en la tierra de Canaán en preparación a la conquista de esa tierra por parte de los israelitas. Un miembro de cada tribu, con la excepción de la tribu de Leví, fue elegido para esta tarea. Moisés instruyó a los exploradores para que trajeran un reporte militar sobre la naturaleza de los habitantes de Canaan, sus fortalezas y sus debilidades para definir una estrategia de ataque. También les ordenó que trajeran muestras de los productos de la tierra.

EL REPORTE

Los exploradores están en la tierra prometida por 40 días y al acabar regresan al campamento de Israel con muestras de los frutos de Canaán. Y también con el informe de militar. “La tierra mana leche y miel” dijeron,  pero luego, quizás por miedo a luchar,  comenzaron a exagerar la fortaleza de la población, que los hombres eran gigantescos y salvajes. También dijeron que “las ciudades estaban fortificadas hasta el cielo y que era imposible conquistarlas”. Solamente dos de los exploradores, Caleb y Yehoshua, disintieron y dijeron que la tierra era magnífica y que no había razón para preocuparse por sus habitantes, ya que Dios iba a traer la victoria a los israelitas en la batalla. El pueblo judío se dejo convencer por los espías pesimistas y pasaron la noche llorando y expresando su deseo de regresar a Egipto antes que ser asesinaos en la batalla por los cananeos. Para peor, quieren matar a Yehoshua y Caleb. Dios, finalmente interviene haciendo aparecer Su Gloria sobre el Tabernáculo. 

LAS CONSECUENCIAS

Dios le informa a Moshé Su decisión de eliminar inmediatamente a los israelitas debido a su inestable falta de fe en Dios. Moisés invoca con éxito la misericordia de Dios y señala que esta ejecución en masa provocaría una profanación del nombre de Dios.  Dios aceptó no eliminar de inmediato a los israelitas, pero determinó que esa generación no entraría en la Tierra de Israel y los instruye a cambiar de rumbo y regresar al desierto. Los israelitas deberán vagar por el desierto durante cuarenta años. Durante ese tiempo, todas las personas mayores de veinte años, con la excepción de Josué y Caleb, perecerían. Y la próxima generación entraría en la Tierra Prometida. Los diez exploradores que trajeron el desalentador informe mueren. Cuando los judíos son informados acerca de la decisión Divina se lamentan, se entristecen y un grupo de personas decide ir por su cuenta a conquistar la Tierra de Israel, sin que Dios así lo haya indicado.  Este grupo es abatido por los amalequitas y los cananeos.

LEYES DE LOS SACRIFICIOS

A los judíos se les dice que al entrar en Israel, una persona que se comprometa a traer un sacrificio también debe traer un acompañamiento que consista en una libación de vino y una ofrenda de harina mezclada con aceite de oliva, y se detallan las cantidades de vino, harina y aceite que se deben traer con varias especies de ganado.

JALA Y DEMAS

La mitzvá de Jalá está contenida en esta sección: cuando uno amasa, se debe tomar una porción y dársela al sacerdote (Cohen). Si el Sanhedrín (corte suprema rabínica) permite erróneamente un acto de idolatría, y la comunidad actúa con este permiso, el Sanhedrín debe traer una ofrenda especial por ese pecado, detallada en esta sección. Aprendemos las reglas con respecto a un individuo que es culpable de una práctica idolátrica, ya sea sin darse cuenta o intencionalmente. Un hombre es encontrado profanando el Shabat y es ejecutado. 

TZITZIT

La última parte de la Parashá de esta semana trata sobre el mandamiento de poner tzitzit (flecos) en las prendas de cuatro puntas. Al mirar los flecos recordamos todos los mandamientos y nos abstenemos de seguir las tentaciones del corazón.




RESUMEN DE PARASHAT BAMIDBAR

Parashat Bamidbar marca la apertura del cuarto libro de la Torá. Comienza con el relato de un censo ordenado por Dios, en el que Moisés recibió instrucciones de llevar a cabo entre el pueblo. Además, se designa a un líder o máximo delegado de cada tribu, conocido como «nasí», para guiar y representar a sus respectivas tribus.

Se describe el número de hombres mayores de 20 años de cada tribu, lo cual también sirve como un censo militar. También se asignan deberes especiales a los levitas, quienes no participan en la guerra, sino que se ocupan de todos los aspectos religiosos y logísticos, como la construcción, el mantenimiento y el transporte del Mishkan, o Tabernáculo, como se verá a continuación.

La Torá presenta los resultados del censo de cada tribu, excluyendo a la Tribu de Leví, que se contará por separado:

  • Tribu de Rubén: 46,500
  • Tribu de Shimón: 59,300
  • Tribu de Gad: 45,650
  • Tribu de Yehudá: 74,600
  • Tribu de Isajar: 54,400
  • Tribu de Zebulún: 57,400
  • Tribu de Efraim: 40,500
  • Tribu de Menashé: 32,200
  • Tribu de Binyamín: 35,400
  • Tribu de Dan: 62,700
  • Tribu de Asher: 41,500
  • Tribu de Naftalí: 53,400

El total de hombres en edad de servir en el ejército era de 603,550.

Dios encomienda una tarea especial a los hombres de la tribu de Leví: cuidar del Mishkán (Tabernáculo) y sus utensilios. Esta responsabilidad implica desmontar y transportar el Mishkán cuando el pueblo se muda de un lugar a otro, así como reconstruirlo cuando acampan. A los levitas se les ordena ubicar sus tiendas en el centro del campamento, más cerca del Mishkán, mientras que las demás tribus residen a su alrededor, organizadas de acuerdo a sus respectivos grupos y formación militar.

Luego, Dios le pide a Moisés que realice un censo separado de la Tribu de Leví, y el recuento final fue de 22,000 individuos. La Torá también proporciona detalles sobre las tareas específicas asignadas a cada una de las tres familias de la tribu de Leví: las familias de Guereshón, Quehat y Merarí.

Al final de la Parashá se menciona que HASHEM establecerá a los levitas como Sus sacerdotes en lugar de los primogénitos, como era la costumbre en aquellos tiempos. Se lleva a cabo una «ceremonia de redención» llamada «pidyon», que sigue siendo una práctica observada para «dispensar» del servicio sacerdotal a los primogénitos varones hasta el día de hoy.




RESUMEN DE TAZRIA-METZORA

Esta semana leemos 2 secciones de la Torá de una vez: Tazria’ y Metzorá. Veamos de qué temas tratan esta 2 parashiyot.

Primero la Torá instruye al pueblo judío sobre la impureza ritual contraída por una mujer que da a luz. El tiempo de este período de impureza difiere dependiendo si es un niño o una niña. Al final de este período, la mujer se sumerge en una mikvé, baño ritual, y debe traer ciertas ofrendas al Templo (hoy que no tenemos el Templo, no se observan estos rituales). La Torá menciona la obligación de circuncidar a un niño varón en el octavo día de su vida. La Torá luego comienza a discutir las leyes de la tzara’at, una decoloración de la piel que convierte a una persona en ritualmente impura. En esta priemra Aliyah se discute varias formas de decoloraciones blancas de la piel. Si una persona tiene síntomas de tzara’at, debe ser vista por un sacerdote. Si la decoloración se considera «sospechosa» de acarrear lepra, el sacerdote declarará inmediatamente a la persona impura y la pondrá en cuarentena durante dos semanas. Al final del período de cuarentena, el sacerdote declarará a la persona pura o impura.

Luego la Torá describe las leyes de la tzara’at que aparece después de una quemadura en la piel y se explica que el tzara’at también puede afectar las áreas del cuerpo cubiertas de pelo. Los síntomas y las leyes de este tipo de tzara’at son muy y oueden aprecer áreas blancas y opacas en su piel.

La tercera Aliyah discute el tzara’at que aparece en un área del cuerpo sin pelo. También se discute el procedimiento seguido por una persona que está afectada por la tzara’at, siendo el requisito principal que debe permanecer fuera de la sociedad hasta que su condición se aclare. La Torá luego discute la «tzara’at de la ropa», una decoloración verde o roja que puede afectar ciertos tipos de materiales. Se muestra la prenda a un sacerdote que la pone en cuarentena hasta por dos semanas, para verificar su estado.

En la cuarta Aliyah, al final del período de cuarentena, según las circunstancias, la prenda se declara pura, o se quema completamente, o solo se quita y quema la parte que estaba descolorida. La Torá describe luego el procedimiento de purificación para una persona que contrajo la tzara’at. Después de que el sacerdote determine que la tzara’at ha sanado, se utiliza una ceremonia que implica la ofrenda de dos aves, una rama de cedro y agua pura para la etapa inicial de la purificación. La persona también se afeita todo el cuerpo. Después de una espera de siete días, la persona se afeita nuevamente y lleva tres animales y una ofrenda de aceite al Templo. El sacerdote procesa las ofrendas de la manera prescrita en esta sección. Con esto se completa el proceso de purificación.

En la quinta Aliyah, si el individuo que sufre de tzara’at no tiene los medios como para traer las ofrendas mencionadas anteriormente, se pueden usar dos pájaros como sustitutos de dos de los animales. Esta sección describe el proceso de purificación ligeramente diferente reservado para un individuo de medios limitados .

La sexta Aliyah aclara que las casas también pueden estar afectadas por tzara’at. Si las piedras de una casa se decoloran adquiriendo un fuerte pigmento rojo o verde, se llama a un sacerdote. Si en efecto la decoloración parece ser tzara’at, el sacerdote pone en cuarentena la casa por hasta tres semanas. Dependiendo de la propagación de la decoloración, la casa se declara pura, o se remueven esas piedras específicas o, en las situaciones más extremas, se demuele la casa. La Torá luego describe el procedimiento de purificación para tal casa, que es similar a la etapa inicial de la purificación de la persona afectada por tzara’at . Después de concluir el tema de la tzara’at, la Torá discute la impureza ritual de un hombre que emite una descarga seminal de una forma no natural, así como el método por el cual esta persona alcanza la pureza cuando la condición pasa.

En la séptima Aliyah se discute la impureza ritual contraída por un hombre que emite una descarga seminal (normal), la impureza ritual de una mujer en su período y de un hombre que actuando incorrectamente cohabite con ella. Todos estos individuos deben sumergirse en un mikvé (baño ritual) para ser purificados.




RESUMEN DE VAYIGGASH

1. Luego de haberlo acusado (falsamente) de robo, Yosef demanda que Binyamín sea esclavizando. Yehudá, el hermano que le garantizó a su padre Jacob que le traería a su hijo Binyamín sano y salvo, interviene y trata de convencer a Yosef que libere a Binyamín por el gran amor que su padre tiene por él, luego de haber perdido a su hermano mayor (Yosef). Yehudá le explica a Yosef que su padre no podrá sobrevivir otra pérdida, y en caso que Yosef no acceda liberar a Binyamín ofrece que él sea esclavizado en su lugar. Al ver este gesto Yosef se quiebra emocionalmente, pide a los egipcios presentes que abandonen el lugar, llora y revela su identidad a sus hermanos.
2. Viendo la sorpresa, la vergüenza y el pesar de los hermanos por lo que habían hecho con él 20 años antes, los consuela y les dice que todo fue parte de un plan Divino para salvar sus vidas, ya que aún quedan otros cinco años de hambre. Yosef le pide a sus hermanos que regresen a Canaán y traigan a Jacob y a sus familias a Egipto, donde él les proporcionará su sustento y todo lo que necesitan hasta que termine la hambruna. Yosef abraza a sus hermanos y llora con ellos.
3. El Faraón es informado de que la familia de Yosef había llegado y se suma a la invitación para que vengan a Egipto donde les promete darles lo mejor. Los hermanos llegan a Israel y le informan a Jacob que Yosef está vivo y gobierna en Egipto. Al escuchar esto, el espíritu de Jacob revive, luego de haber sufrido un larguísimo duelo por su hijo desaparecido y dado por muerto. Jacob y su familia se dirigen a Egipto. En el camino se detienen en Beer-Sheba y Dios le dice a Jacob que no tenga miedo de ir a Egipto, porque allí se convertirá en una gran nación y que Él los traerá de regreso a Israel. La Torá menciona a los setenta miembros de la familia de Jacob que descendieron a Egipto.
4. Jacob y su familia llegan a Egipto y se dirigen a Goshen. Yosef se traslada allí para recibir a su padre, y lleno de emoción se encuentra con él. Yosef prepara a su familia para reunirse con el Faraón e instruye a sus hermanos para que digan al Faraón que son pastores. El faraón recibe atentamente a los hermanos de Yosef. Luego llevan a Jacob a encontrarse con el Faraón. El monarca egipcio se sorprende de la avanzada edad de Jacob y el patriarca de Israel lo bendice. Yosef se ocupa que nada le falte a su familia.
5. Los ciudadanos egipcios se encuentran en una situación desesperada. Primero pagan con dinero la comida que Yosef les vende. Luego, cuando ya no tienen más dinero y el hambre no cede, pagan con su ganado. Y finalmente, cuando no les queda nada más, venden sus tierras y se ofrecen como esclavos del Faraón a cambio de comida. Mientras tanto, en la tierra de Goshen, la familia de Jacob prospera y se multiplica. .



RESUMEN DE LA PARASHA EQEB

Esta Parashá continúa con el largo discurso de Moshé Rabbenu antes de despedirse del pueblo de Israel, ya que Dios no lo permitirá ingresar a Israel con el resto del pueblo. Moshé habla de las bendiciones que Dios brindará a Israel por cumplir la Torá. Y estas bendiciones, a su vez, le van a permitir al pueblo cumplir con la Torá en paz y sin sufrir pobreza material. Moshé les recuerda que HaShem es quien los protegerá y los ayudará a conquistar la tierra desplazando a los enemigos.  También les advierte del peligro de olvidarse de Dios cuando uno se cree fuerte y poderoso. O cuando tiene su estómago lleno y piensa que no necesita de la asistencia Divina.  Una de las formas de recordar a Dios es la recitación del Birkat Hamazon, la Mitsvá de agradecer a Dios después de comer.

Moshé advierte al pueblo sobre el peligro de la prosperidad y cómo la riqueza puede llevarlos a olvidarse de Dios y practicar la idolatría. La idolatría siempre se asoció con la superstición. Cuando uno tiene riquezas y no se concentra en darle el crédito a Dios por su fortuna y agradecerle por Su generosidad, tiende a buscar «métodos mágicos de protección», directa o indirectamente asociados a la idolatría, ya que invocan poderes ajenos a la Torá. Esta adicción a la superstición terminará alejándolo de Dios.   Los judíos debemos ser humildes en tiempos de prosperidad económica y militar y recordar que es Dios, y no nuestro propio poder, quien nos concede el triunfo y el bienestar . 

El pueblo está por ingresar a la tierra de Israel, que tendrán que conquistar militarmente. De las palabras de Moshé se puede percibir que el pueblo tenía miedo de no ser merecedores de la asistencia Divina en la difícil batalla que les espera, por culpa de los pecados de sus padres.  Moshé les explica que luego del pecado del becerro de oro, el pueblo judío perdió parte de su mérito, especialmente el mérito de acceder a la tierra prometida. Pero les asegura que esto no debe desmoralizarlos en sus próximas batallas, ya que HaShem igual les otorgará la victoria y con Su ayuda derrotarán a los habitantes de Canaán. Moshé les cuenta que los habitantes de esa tierra merecen ser expulsados de la tierra santa por sus propias malas acciones, como la idolatría, el asesinato, y la promiscuidad.  Moshé les presenta otros factores que también contribuirán a la futura victoria de Israel, a pesar de no ser merecedores de la misma: en primer lugar, que Dios le prometió a Abraham , Yitzjaq y Jacob que sus descendientes heredarán su tierra.  Y en segundo lugar, que si Dios no les concede la victoria, el nombre de Dios será profanado entre las naciones, ya que cuestionarían el poder de Dios para proteger a Su nación y cumplir Su promesa con ellos.  

Moshé plantea la famosa pregunta de: «¿Qué quiere Dios de nosotros?» Y su respuesta es que Dios quiere que sigamos Sus caminos de rectitud y la justicia, por nuestro propio bien.  Gran parte de esta Parashá está dedicada a describir las hermosas características de la tierra de Israel. Y también se explica, en lo que hoy conocemos como el segundo párrafo del Shemá Israel, que la tierra de Israel, que está supervisada directamente por Dios,  “reaccionará” por instrucción Divina a nuestro comportamiento: por un lado, recompensará con abundantes lluvias nuestra lealtad a Dios. Por el otro lado, los cielos se cerrarán, no habrá lluvias y nuestra permanencia en la tierra será imposible si traicionamos nuestro pacto con Él. Como consecuencia de la pobreza, tendremos que abandonar la tierra prometida y escaparnos al exilio.

El pueblo de Israel obtendrá la victoria sobre sus enemigos, logrará conquistar la tierra prometida y podrá habitar en ella para siempre si escucha los mandamientos Divinos y sigue los caminos de HaShem.




RESUMEN DE LA PARASHA BALAK

PRIMERA ALIYA

Cuarenta años después de salir de Egipto, y poco antes de entrar a la tierra de Israel, los judíos acaban de conquistar a los Emorim y al pueblo de Basán, que se encontraban en lo que hoy es el norte del Jordán. El que ve esto con gran preocupación es Balaq, el rey del pueblo vecino de Moab. Teme que su nación sea atacada por el ejército judío. Sabe que el poder de Israel no consiste en su ejército, sino en su Alianza con Dios. Balak busca una forma no convencional de debilitar a Israel. Envía por Bil’am, un hechicero no judío, debido a la eficacia de sus predicciones y maldiciones. Balaq le pide que pronuncie una maldición contra los judíos. Pero Dios se aparece a Bil’am y le ordena que no vaya a Moab. “¡No maldecirás al pueblo, porque Israel es bendecido [por Mí]!”

SEGUNDA ALIYA

A instancias de la solicitud divina, Bil’am declina la invitación y no se dirige a Moab. Pero el rey Balak insiste y sugiere que lo recompensará generosamente por sus servicios. Dios le permite a Bil’am aceptar la invitación, pero le advierte que solo debe hablar las palabras que Él pondrá en su boca.

TERCERA ALIYA

Bil’am deja la tierra de Midián y va al reino de Balak. Dios envía un ángel que Bil’am no llega a ver. Pero el burro de Bil’am registra la presencia del ángel Divino, se asusta y se niega a continuar. Bil’am golpea a su animal y milagrosamente —o en forma de profecía— el burro se comunica con Bil’am y le reprocha que lo haya golpeado. Entonces Dios abre los ojos de Bil’am y le permite ver al ángel. El ángel cuestiona a Bil’am por su enojo contra su burro (Con este evento, Dios le demuestra a Bil’am que 1. Su vision profética es inferior a la de su un animal, su burra. Y  2. Que es Dios quien pone las palabras en la boca de sus criaturas) Dios exhorta una vez más a Bil’am a decir sólo lo que Dios le ordene. Bil’am finalmente llega a Moab, donde el rey Balak lo está esperando.

CUARTA ALIYA

Siguiendo las instrucciones de Bil’am, Balak construye siete altares y ofrece sacrificios a Dios. Pero Dios le dicta en forma poética/profética las palabras exactas que debe dirigir a Balac y a sus ministros: “De Aram me ha traído el rey Balak de Moab, de los montes del oriente y me ha pedido que maldiga a Israel… Pero ¿Cómo podría maldecir a aquellos a quienes Dios no ha maldecido, y cómo me atrevería a invocar la ira de Dios si Él no se ha enojado con Israel?… “ . Luego pronunció bendiciones y alabanzas muy hermosas para el pueblo judío. Balak, muy enojado por las bendiciones de Bil’am,  le recuerda que debe decir solo lo que él le ordena, es decir, maldecir a Israel. .

QUINTA ALIYA

En un intento por convencer a Bil’am de maldecir a Israel, Balak lo lleva a otro lugar, como si el cambio de ubicación lo inspirara a pronunciar maldiciones. Construyen altares y ofrecen sacrificios, pero Dios nuevamente pone bendiciones para Israel en la boca de Bil’am. “Dios [ama tanto a Israel] que ignora cuando no hacen lo correcto, los perdona y no ve la maldad en los hijos de Israel”.

SEXTA ALIYA

Una vez más, Balak lleva a Bil’am a otro lugar con la esperanza de poder maldecir a los judíos desde allí. A pesar de los nuevos altares y ofrendas, más bendiciones y alabanzas salen de la boca de Bil’am: “¡Cuán hermosas son tus tiendas [las casas de los judíos], oh Jacob, tus moradas, oh Israel! … Dios, que los sacó de Egipto… destruirá a las naciones enemigas… (insinuando que Dios destruirá a Moab). Los que los bendigan serán bendecidos y los que maldijeren a Israel serán maldecidos.  Balak pierde la paciencia y le pide a Bil’am que regrese a su tierra con las manos vacías.

SÉPTIMA ALIYA

Antes de partir, Bil’am expresa una profecía sobre el fin de los días: “Lo veo, pero no será ahora; Lo contemplo, pero no ocurrirá pronto. De Jacob saldrá una estrella, y de Israel surgirá un bastón que derrotará a los príncipes de Moab y desarraigará a los hijos de Set…». También predice la eventual destrucción de Esav, Amalek y Asiria.

El plan de Balak de maldecir a Israel, tratando de que Dios castigue a su pueblo por sus eventuales pecados, fracasó. Entonces se pone en práctica un nuevo plan: las mujeres Moabitas y Midianitas van al campamento de Israel para seducir a los judíos y atraerlos a través de la actividad sexual a la idolatría de la deidad pagana Ba’al-Peor. Muchos hombres caen en la tentación y pecan. Dios le ordena a Moisés que castigue a los culpables. Una plaga mortal se desata entre los judíos, provocando la muerte de 24.000 hombres. Zimri, un líder judío que fue parte de este gran pecado, cohabitó públicamente con una princesa de Midián. Pinejás, el nieto de Aharon haCohen, los ejecuta a ambos y la plaga se detiene.