RESUMEN DE VAYIQRÁ

OLA
Dios llama a Moshé desde el Mishkán (Tabernáculo) y le indica las leyes de la ofrenda (qorbán) llamada “Ola”, donde el sacrificio es incinerado totalmente por el fuego y su carne no puede ser consumida. La Torá analiza las leyes de los animales domésticos —vacas, ovejas o cabras que pueden ser sacrificados para esta ofrenda. Dios le indica a Moshé las leyes de las aves que pueden ser sacrificadas para la ofrenda de Ola. La Torá continúa con la descripción de tres tipos de ofrendas voluntarias de productos vegetales: harina sin hornear, panes horneados y la ofrenda de una pasta que debía ser freída. Estas ofrendas también contenían aceite de oliva y un tipo especial de incienso. La Torá describe luego el último tipo de ofrendas voluntarias de comida, la ofrenda de comida frita, y la ofrenda de cebada —el Omer —que se lleva a cabo el segundo día de Pésaj. La Torá también indica que se agregue sal a los sacrificios animales o a las otras ofrendas como un símbolo de nuestro pacto eterno con Él. La Torá también prohíbe incluir levadura o miel en las ofrendas.

SHELAMIM
Luego se describe la “ofrenda de paz”, o “shelamim”, que se podía ofrecer de vacas, ovejas o cabras. La mayor parte de este sacrifico era consumido por los que lo ofrecían y sus familiares o amigos. Pero algunas de las grasas de los animales se consumían en el altar. Los Cohanim, sacerdotes, también recibían una parte de la carne de este sacrificio. La Torá prohíbe consumir la sangre y el sebo de los animales que se sacrificaban e incluso de los que se comían normalmente fuera del Templo.

JATAT
La Torá describe la «ofrenda por el pecado», o jatat, que era ofrecido cuando un individuo era culpable de transgredir un mandamiento inadvertidamente. Se describen también los sacrificios especiales de jatat traído si el Gran Sacerdote había cometido un pecado o si el Sanhedrín (la Corte Suprema de justicia del pueblo judío) había emitido un fallo que resultó erróneo y provocó que la población pecara. También se describe el caso que un líder político (nasí) hubiera pecado. El último tipo de jatat es el que debía ofrecer una persona común cuando hubiese pecado. También se describe la ofrenda variable (qorbán olé veyored), que es una variante de la ofrenda por una trasngesión inadvertida. Este sacrificio se ofrecía con animales, aves, o con harina –dependiendo de las posibilidades económicas del individuo: una persona de medios traía una oveja o una cabra; una persona con menos recursos traía dos aves y un individuo pobre traía una porción de harina.

ASHAM

El último sacrificio discutido en esta sección de la Torá es la «ofrenda por la culpa», o “asham”. Se discuten las tres categoriza de este sacrificio 1) la ofrenda que trae aquel que se ha apropiado indebidamente de algún elemento que pertenece al Templo (me’ilá o sacrilegio) 2) la ofrenda de asham traída por quien hubiese jurado en falso respecto una suma de dinero que debe a otra persona, aclarando que este sacrificio no exime al deudor a saldar su deuda  con su acreedor. 3) la ofrenda de asham traída por una persona que cree, pero no está totalmente segura, haber transgredido una prohibición de la Torá.




RESUMEN DE VAYAQHEL

VAYAQHEL

Nuestra Parashá comienza con un importante recordatorio acerca de la observancia del Shabbat, indicando que incluso la construcción del Tabernáculo, Mishkán debe ser suspendida el séptimo día. Luego la Torá continúa con la descripción del Mishkán dando a entender que el pueblo ha sido perdonado por Dios del pecado del becerro de oro, gracias a la intervención de Moshé. La Torá menciona todos los materiales necesarios para construir el Tabernáculo y una lista de todas las partes del Tabernáculo y las vestiduras sacerdotales que se iban a realizar. Los hombres y las mujeres donaron generosamente todos los materiales o la labor que había solicitado Moshé.

Moshé anuncia que Dios ha elegido e inspirado a Betzalel y Aholiab para servir como ejecutores del proyecto de construcción del Tabernáculo, y les transfiere todos los materiales donados. El pueblo sigue donando generosamente, hasta que los artesanos le informaron a Moshé que los materiales que ya tenían eran más que suficientes para completar su tarea. Moshé anuncia al pueblo que se suspende la donación de materiales ya que hay un superavit. Los trabajadores comienzan su trabajo. Se ensamblan las cortinas del Tabernáculo, sus paneles, sus zócalos, y las cortinas que cubren la entrada al Santuario principal y que separaba el Qodesh — donde esta la Menorá, la Mesa de ofrendas (no-animales), el Altar del Incienso— del Qodesh haQodashim donde está el Arca del pacto que contiene las Tablas de la Ley.

La Torá describe ahora la construcción de la Menorá (el candelabro) y el Altar del Incienso. También se preparan el aceite de la unción y el incienso. La descripción del Tabernáculo sigue con la construcción del Altar exterior —donde se ofrecían los sacrificios animales— la fuente de cobre donde los Cohanim lavarán sus pies y sus manos; las cortinas que rodeaban el Tabernáculo y las vigas y ganchos que las sostenían.

PEQUDE

La Torá da un recuento exacto de las sumas y cantidades de oro, plata y cobre donados para la construcción del Tabernáculo, así como los elementos y materiales de construcción utilizados.

La Torá describe entonces el efod o chaleco invertido que viste el Cohén Gadol y sus tirantes, ajustados con tachuelas de piedras preciosas. Se produce también el Joshén Mishpat que viste el Sumo Sacerdote sobre su pecho, con sus 4 filas de 3 piedras preciosas por fila . Cada una de estas piedras contiene los nombres de las 12 Tribus de Israel.
Las ropas sacerdotales también incluyen al me’il o un manto de color violeta con campanas de oro que viste el Sumo Sacerdote, y el Tzitz, o banda de oro que usa en su frente. La Torá también describe las vestiduras que usaban los sacerdotes regulares: túnicas, turbantes, fajas y pantalones. Así la construcción del Tabernáculo ha concluido. Los artesanos llevan todo a Moshé para una inspección final. Moshé inspecciona toda la obra y ratifica que se había hecho exactamente según las instrucciones Divinas. Moshé bendice a los artesanos y trabajadores.

Dios le indica a Moshé que debía erigir el Mishkán el primero de Nisán. Dios también indica que todos los elementos, artefactos y objetos del Tabernáculo deben ser llevados a sus lugares apropiados y dene ser ungidos con aceite para consagrarlos como objetos de culto Divino. Moshé también debe vestir a su hermano Aharón y a sus hijos con las ropas sacerdotales, y deben ser ungidos con el aceite. Cuando Moshé termina todo esto una Nube de Gloria, que indica la Presencia Divina, se manifestó en el Tabernáculo. Esta misma nube también sirvió como guía para los judíos durante su travesía en el desierto: cuando la nube se desplazaba, el pueblo la seguía, hasta que la nube se detenía y entonces el pueblo montaba allí su campamento hasta que la nube se desplazara nuevamente.




RESUMEN DE LA PARASHA KI TISA

LOS ÚLTIMOS DETALLES DEL MISHKÁN

Dios le ordena a Moshé que realice un censo de la población de todos los hombres adultos a través de la recolección de una moneda de medio siclo de plata por cada individuo. La plata recolectada se funde y se convierte en las bases que sostendrán las vigas del Tabernáculo. Dios instruye a Moshé que haga una fuente de cobre para el Tabernáculo. Los sacerdotes usan esta fuente para lavarse las manos y los pies antes de su servicio. Dios le transmite a Moshé cómo hacer el aceite consagrado para la unción. Este aceite, preparado con diversas hierbas aromáticas y especias finas, se usa para ungir y santificar el Tabernáculo y sus utensilios y para consagrar a Aharón y sus hijos como sacerdotes. Este aceite se utilizará también para ungir a los reyes y sumos sacerdotes de generaciones futuras.

Dios también le indica a Moshé la fórmula para preparar el incienso que se ofrecerá dos veces al día en el Tabernáculo. Se aclara que está prohibido reproducir esta receta del aceite de unción (shemen hamishjá) o del incienso (quetoret) para uso personal. La Torá cuenta que Dios inspira a Betzalel con sabiduría divina y lo asigna como el principal artesano del Tabernáculo y de sus utensilios y artefactos. Dios nombra a Aholiab como su asistente. Finalmente, Dios instruye al pueblo judío a observar el Shabbat, el cual será la señal eterna del pacto entre Dios y los Hijos de Israel.

EL PECADO DEL BECERRO DE ORO

Después de que Dios se revela a toda la nación en el Monte Sinaí y les transmite los Diez Mandamientos, Moshé asciende al monte y permanece allí durante cuarenta días. En la montaña, Moshé aprende la Torá y recibe las Tablas. Los judíos calculan mal el regreso de Moshé y, al no aparecer el día esperado, se impacientan, suponen que ha muerto y le exigen a Aharón que les haga un ídolo. Aharón coopera con el pueblo para ganar tiempo, pero no puede evitar que un ídolo con forma de becerro fuera producido por el pueblo.  Al día siguiente, la gente adora al ídolo con actos de libertinaje, como hacían los egipcios con sus dioses. Al enterarse, Moshé ora a Dios para que perdone a los judíos. Dios escucha la plegaria de Moshé y decide no aniquilar al pueblo. Moshé baja con las Tablas y, al ver la fiesta idólatra, rompe las Tablas de la Ley y exhorta a la tribu de Leví a castigar a los infractores. 3.000 personas son ejecutadas ese día.

MOSHÉ PIDE PERDÓN

Moshé asciende nuevamente al Monte Sinaí, buscando expiación completa por el pecado del becerro de oro. Dios le indica que los judíos avanzarán hacia la Tierra Prometida, guiados por un ángel en lugar de Su presencia directa. Moshé establece su tienda, Ohel Mo’ed, fuera del campamento, convirtiéndola en centro de estudio y espiritualidad hasta la inauguración del Tabernáculo. Allí, Moshé suplica a Dios que perdone al pueblo y pide comprender Su gloria. Dios le responde que un humano nunca podrá comprendedor Sus designios y acciones.

LAS NUEVAS TABLAS

Dios instruye a Moshéa tallar nuevas Tablas, en las que inscribirá los Diez Mandamientos. Al recibir las tablas, Dios revela a Moshé Sus atributos de misericordia y establece un nuevo pacto, prometiendo Su presencia con Israel y concediendo Su perdón.

AL LLEGAR A LA TIERRA PROMETIDA…

Dios advierte que expulsará a los cananeos y prohíbe cualquier práctica idolátrica, así como pactos con idólatras. Ordena la destrucción de ídolos, la observancia de las festividades y prohíbe mezclar carne con leche y el consumo de jamets durante Pésaj, en recuerdo de la liberación de Egipto.

LUZ EN EL ROSTRO DE MOSHÉ

Tras descender con las nuevas tablas, el rostro de Moshé irradia luz, causando temor en Aharón y los israelitas. Moshé enseña la Torá y solo se cubre el rostro al no estar en presencia de Dios o al transmitir Sus palabras a Israel.




RESUMEN DE LA PARASHA TETSAVE

MENORA
Dios ordena que se use el aceite de oliva mas refinado para encender diariamente la Menora, el candelabro de oro que estaba en el interior del tabernáculo.

LAS ROPAS DE LOS COHANIM
Moshé recibe la indicación de consagrar a Aharón y a sus hijos como sacerdotes vistiéndolos con ropas especiales. La Torá explica cómo hacer el Efod del Sumo Sacerdote. El Efod es una prenda muy elaborada que usaba el Sumo Sacerdote (entre un chaleco y un delantal) sobre la cual descansaba el Joshen (ver más adelante). El Efod estaba tejido con hilos de oro, violeta y escarlata, y estaba hecho de lino fino y bordado con un elaborado tejido de hilo dorado. Luego la Torá describe el Joshén o pectoral que el Sumo Sacerdote vestía por encima del Efod. Este pectoral contenía cuatro filas de piedras preciosas, cada fila contenía tres piedras (urim vetumim, que esta representado por ejemplo, en el escudo de la univerdiad de Yale ).

Los artesanos grabaron los nombres de las 12 Tribus de Israel en estas doce piedras. El Joshén estaba asegurado con correas que lo conectaban al Efod.

EL TEJELET
Luego la Torá menciona al me’il, una túnica de color violeta (en la tradición sefaradí el color tejelet no es azul o celeste sino “violeta») que estaba adornada con campanillas de oro y granadas. Luego se describe el tzitz, como una vincha o banda dorada que se usaba en la frente, y en la cual estaban grabadas las palabras “Consagrado para Dios». Luego, la Torá describe las cuatro prendas que usaban tanto el Sumo Sacerdote como los sacerdotes regulares: túnicas, turbantes, fajas y pantalones.

CONSAGRACION DE LOS SACERDOTES
La Torá indica la ceremonia que se debe llevar a cabo para consagrar a Aharón y sus hijos como sacerdotes. Aharón y sus hijos serán llevados a la entrada del santuario, se sumergirán en una mikve (baño ritual) y vestirán las ropas sacerdotales. Luego Moshé deberá ofrecer varios sacrificios inaugurales . Esta ceremonia se repetirá durante un período de siete días, después del cual la consagración estará completa. También se incluye en esta sección una descripción de cómo los futuros Sumo Sacerdotes serán consagrados en sus funciones.

QORBAN HATAMID Y QUETORET
Dios instruye a los judíos a ofrecer dos sacrificios diarios ininterrumpidamente: un cordero por la mañana y otro por la tarde. Estos sacrificios deberán ser realizados en el Tabernáculo incluso en Shabbat o Yom Kippur. Y por último la Torá describe el Quetoret o incienso que se ofrecía sobre un pequeño altar de oro puro que se encontraba en el interior del Santuario, cerca de la Menorá. Los sacerdotes estarían a cargo de producir el quetoret sobre este altar dos veces por día.




Resumen TERUMA

Dios instruye a Moshé a invitar al pueblo a contribuir con lo que cada uno pueda o quiera para la construcción del Tabernáculo. Los materiales necesarios eran: metales preciosos, telas, pieles, lino, maderas, especias, piedras preciosas, etc.  Dios le da instrucciones detalladas a Moshé sobre la construcción y las dimensiones del Tabernáculo y sus artefactos. Primero se describe el Arca que contendría las tablas de la Ley. El Arca debía estar hecha de madera de acacia y cubierta de oro, con  anillos en sus esquinas donde se insertaban los postes para transportar el Arca. El Arca debía ser cubierta con una losa de oro puro. Y de esta cubierta se harían dos querubines de oro.

Luego se dan las instrucciones para construir la Mesa para el Pan de la Proposición. Esta mesa también estaba hecha de madera de acacia y cubierta de oro. Luego se describe la construcción de la Menorá, el candelabro de siete brazos que debía ser elaborado en un solo bloque de oro puro, con terminales decorativas.

Luego la Torá describe la construcción del santuario del Tabernáculo. La cubierta del Santuario constaría de varios tapices: el primero sería una combinación de lanas coloridas y lino. La segunda capa debía estar hecha de pelo de cabra. Estas dos cubiertas de gran tamaño también cubrían el exterior de las paredes del Tabernáculo. La parte superior del Tabernáculo se cubriría luego con pieles de carnero teñidas y pieles de tajash (un animal cuya identificación es tema de discusión). Las paredes del Tabernáculo debían ser hechas con vigas de madera de acacia cubiertas en oro. La parte inferior de cada viga tenía que insertarse en dos bases plateadas. El lado este del Tabernáculo estaba abierto. Su lado norte y sur debían tener 20 vigas y el muro occidental 8.  Las vigas estaban unidas por varios travesaños.

El santuario del Tabernáculo constaría de dos secciones: la cámara más interna era el recinto más sagrado, donde se colocaría el Arca. El recinto exterior Hejal o Qodesh, albergaría la Menorá, la Mesa de oro y el Altar del incienso.

Luego Moshé recibe las instrucciones para la construcción del Altar. Este altar debía estar hecho de madera de acacia recubierta de cobre, y debía tener cuatro salientes verticales en sus esquinas, que sobresalen. El altar también debería estar hecho con anillos y postes de transporte.

El patio del Tabernáculo debía tener 100 codos (aproximadamente 50 metros) por 50 codos. Y estaba cerrado por cortinas de lino. La entrada al patio debía estar en su lado este, cubierta por una cortina tejida de lana y lin

Dios instruye a Moshé a que invite al pueblo a contribuir con lo que cada uno pudiera o quisiera para la construcción del Tabernáculo, cuyos materiales incluían metales preciosos, telas, pieles, lino, maderas, especias y piedras preciosas, entre otros. Dios le da instrucciones detalladas a Moshé sobre la construcción y las dimensiones del Tabernáculo y sus artefactos.

En primer lugar,  el Arca que contendría las tablas de la Ley. El Arca debía estar hecha de madera de acacia y cubierta de oro, con anillos en sus esquinas donde se insertarían los postes para transportarla. El Arca debía ser cubierta con una losa de oro puro, y de esta cubierta se harían dos querubines de oro.

Luego se dan las instrucciones para construir la Mesa para el Pan de la Proposición, que también estaba hecha de madera de acacia y cubierta de oro. Después se describe la construcción de la Menorá, el candelabro de siete brazos que debía ser elaborado en un solo bloque de oro puro, con terminales decorativas.

La Torá describe la construcción del santuario del Tabernáculo, cuya cubierta estaría compuesta por varios tapices: el primero sería una combinación de lanas coloridas y lino, y la segunda capa estaría hecha de pelo de cabra. Estas dos cubiertas de gran tamaño también cubrirían el exterior de las paredes del Tabernáculo. La parte superior del Tabernáculo se cubriría con pieles de carnero teñidas y pieles de tajash (un animal cuya identificación es tema de discusión). Las paredes del Tabernáculo debían estar hechas con vigas de madera de acacia cubiertas en oro. La parte inferior de cada viga tendría que insertarse en dos bases plateadas. El lado este del Tabernáculo estaría abierto, mientras que su lado norte y sur tendrían 20 vigas y el muro occidental 8. Las vigas estarían unidas por varios travesaños.

El santuario del Tabernáculo constaría de dos secciones: la cámara más interna sería el recinto más sagrado, donde se colocaría el Arca, y el recinto exterior Hejal o Qodesh albergaría la Menorá, la Mesa de oro y el Altar del incienso.

Luego Moshé recibiría instrucciones para la construcción del Altar, el cual estaría hecho de madera de acacia recubierta de cobre, y tendría cuatro salientes verticales en sus esquinas que sobresalen. El altar también debería estar hecho con anillos y postes de transporte.

El patio del Tabernáculo tendría una medida de 100 codos (aproximadamente 50 metros) por 50 codos, y estaría cerrado por cortinas de lino. La entrada al patio estaría en su lado este, cubierta por una cortina tejida de lana y lino.




Resumen de Parashat Mishpatim

La semana pasada leímos los 10 mandamientos, que son el anticipo de los 613 mandamientos que constituyen la constitución nacional del pueblo judío. La sección de esta semana contiene 53 Mitzvot o preceptos que directa o indirectamente se relacionan con los 10 Mandamientos, los explican y profundizan sus detalles.

La Parashá comienza con las leyes relativas al esclavo israelita, su liberación obligatoria después de un máximo de seis años de servicio y el procedimiento que se sigue cuando un sirviente expresa su deseo de permanecer al servicio de su amo. La Torá continúa con las leyes de una mujer en una situación y sus inalienables derechos conyugales por parte de su amo cuando este se convierte en su marido. Luego la Torá habla del castigo por el asesinato, el homicidio, el secuestro y el tráfico de personas. A continuación menciona la prohibición del abuso fisco o verbal hacia los padres. Y las sanciones que se imponen a una persona que lesiona o daña a otra.

La Torá describe el castigo para quien golpea a una mujer embarazada y provoca su aborto. La Torá luego se enfoca en las responsabilidades de un individuo por los daños ocasionados a los bienes y posesiones de otra persona, cuando estos daños han sido realizadas por él mismo, o sus animales, o por un acto de negligencia, como por ejemplo, al dejar un pozo abierto. Cuando una persona roba está obligada a pagar a su víctima el capital más los daños punitivos.

Quien causa un incendio es responsable por los daños causados por el fuego que dejó sin apagar. La Torá detalla también las responsabilidades de un individuo que se compromete a cuidar las posesiones de otro, las alquila o las pide prestadas. La Torá menciona la prohibición y el castigo por seducir a una joven menor. La Torá prohibe la hechicería, la bestialidad y el ofrecimiento de un sacrificio idólatra. La Torá nos indica la prohibición de oprimir a un extranjero, a una viuda o un huérfano. Y nos estimula a prestar dinero a los pobres sin interés. También menciona la prohibición de maldecir a un juez o un líder político. También nos advierte de consumir carne que no fue sacrificada ritualmente, u ofrecer un sacrificio ritual antes de que el animal tenga ocho días. El perjurio y la corrupción judicial están estrictamente prohibidos. La Torá nos recuerda la obligación de separar los diezmos agrícolas y a santificar al primogénito. También menciona la obligación de restituir a su dueño un animal perdido y ayudarlo a descargar un animal sobrecargado.

No debemos mentir ni aceptar sobornos. Hacia el final de esta lista de preceptos la Torá menciona la Shemitá, el descanso de la tierra durante el año sabático, del mismo modo que trabajamos durante seis días y el séptimo día dejamos de trabajar. Está prohibido mencionar el nombre de dioses paganos. Debemos celebrar las tres fiestas de peregrinación al Bet haMiqdash: Pésaj, Shabuot y Sukkot. Finalmente la Torá nos indica la prohibición de mezclar carne con leche.

Dios le asegura al pueblo que si erradican la idolatría una vez que llegan a la Tierra Prometida, serán recompensados: los pueblos que la habitan caerán ante ellos, Dios bendecirá su comida y su bebida y eliminara las enfermedades de Su pueblo.

La Parashá concluye con un tema extremadamente importante: el establecimiento definitivo del pacto entre Dios y el pueblo judío. Luego de que Moshé le transmite al pueblo los Diez Mandamientos y estas leyes, el pueblo judío se compromete a entrar en el pacto con Dios. Moshé escribe durante la noche todo lo que Dios le transmitió y lo lee ante los oídos del pueblo. Luego, construye un altar que representa la presencia Divina y doce monumentos que representan a las tribus de Israel. Se ofrecen sacrificios. Moshé toma la sangre, vierte la mitad sobre el altar y la otra mitad la rocía sobre el pueblo. El Pacto Eterno entre Dios e Israel queda sellado cuando el pueblo pronuncia las palabras: na’asé venishmá “Todo lo que dijo Dios haremos y obedeceremos”. Aquí y así ¡nace el judaísmo!

Moshé asciende al Monte Sinai donde permanecerá durante cuarenta días y cuarenta noches, para luego bajar con las Tablas de la Ley.




RESUMEN DE PARASHAT YITRO

EL CONSEJO DE YITRO

El suegro de Moshé, Yitró, escucha acerca de todos los milagros que Dios realizó por los judíos en Egipto y llega desde Midián al campamento israelita en el desierto, trayendo consigo a la esposa de Moshé y a sus dos hijos. Moshé lo recibe y le cuenta más detalles sobre todo lo que Dios hizo por ellos. Yitró alaba a Dios y ofrece sacrificios en agradecimiento.      Yitró ve que Moshé está actuando solo como juez y mediador en todas sus disputas que surgen entre los israelitas. Y le explica que esa carga tan pesada sobre los hombros de Moshé eventualmente lo desgastará. Yitró recomienda establecer un sistema de jueces, para lo cual es necesario seleccionar hombres sabios y justos. Moshé debe delegarles responsabilidades, mientras que él solo juzgaría los casos más difíciles. Esto también le permitirá a Moshé dedicar más tiempo a enseñar Torá a su pueblo.  Moshé acepta la sugerencia de su suegro y establece el sistema judicial. Yitró regresa a su tierra natal.

LA PROPUESTA

Seis semanas después de salir de Egipto, el primer día del mes de Siván, los hebreos llegan al desierto y acampan al pie del monte Sinaí. Moshé sube a la montaña, donde Dios le propone el establecimiento de un pacto o alianza entre Él e Israel: Dios por su parte elegirá a los israelitas como su pueblo protegido, y los judíos por su parte, tendrán que convertirse en un reino de sacerdotes y una nación consagrada a Dios. Moshé le transmite la propuesta de Dios al pueblo y los judíos aceptan celebrar este pacto eterno. Dios le dice a Moshé que los hebreos deben prepararse para el evento. Tienen que purificarse y santificarse durante tres días. En la mañana del sexto día de Siván, se escuchan truenos y relámpagos y el sonido penetrante de un Shofar proveniente de la cima de la montaña. El monte Sinaí está cubierto por una densa nube, hay humo y fuego y el sonido del shofar se hace cada vez más fuerte. Moshe guía a la gente a la montaña y asciende. Dios le advierte a Moshé que nadie debe subir o acercarse durante este evento, excepto Moshé y su hermano Aharon.

LOS DIEZ MANDAMIENTOS

Dios revela los Diez Mandamientos a todo el pueblo de Israel  1) Aceptar a Dios como la autoridad suprema. 2) No creer en dioses paganos ni adorar ídolos o imágenes. 3) No usar el nombre de Dios en vano. 4) Observar el Shabbat. 5) Honrar a los padres. 6) No matar. 7) No cometer adulterio. 8) No robar o secuestrar. 9) No prestar falso testimonio. 10) No codiciar la propiedad ajena.

EL PUEBLO SOLICITA LA INTERMEDIACIÓN DE MOSHE

Los israelitas están abrumados por el encuentro cercano con la «voz» de Dios.  “Ven los sonidos” y se sienten a punto de colapsar o morir a causa de este evento sobrenatural que están presenciando. Le ruegan a Moshé que sirva de intermediario entre ellos y Dios. Moshé los calma y acepta ser el portavoz de Dios (los rabinos explican que esto ocurrió entre el segundo y el tercer mandamiento. Por eso, el primero y el segundo mandamiento se expresan en primera persona, pero el resto de los mandamientos en tercera persona. ).

SIN IMÁGENES

La Parasha concluye con la advertencia de Dios al pueblo sobre la realización de imágenes o representaciones visuales de Dios, recordándole a la gente que cuando Dios se reveló, escucharon su voz, pero no vieron ninguna imagen. Esta exhortación concluye con el mandato de erigir un altar de sacrificios hecho de piedras, especificando que no se deben usar instrumentos de metal en su construccion y no se deben construir escalones en la rampa que lleva hacia el altar.




RESUMEN DE BESHALAJ

EL FARAON SE ARREPIENTE
Después de que el faraón expulsa, y así libera de la esclavitud, a los hebreos de su tierra, Dios no los guía por la ruta más directa hacia la Tierra Prometida, porque un enfrentamiento con el enemigo los impulsaría a regresar a Egipto. Dios los lleva por la ruta del desierto, guiándolos con una columna de nube durante el día y una columna de fuego por la noche. Dios luego ordena a los judíos que retrocedan y acampen a lo largo del Mar Rojo. Al faraón le parece que los judíos están perdidos en el desierto y los mueve a perseguirlos. El Faraón decide entonces partir tras los judíos y arrinconarlos. Cuando los Yehudim ven que llegan los egipcios con su ejército entran en pánico y le gritan a Moshé. «¿Acaso no hay tumbas en Egipto que nos has traído a morir en el desierto?”. «No tengas miedo», aseguró Moshé. «Manténgase quietos y verán la salvación de Dios hoy … que Dios peleará la guerra por ustedes».
EL MAR SE ABRE
Dios instruye a Moshé: «¡Habla con los hijos de Israel y diles que avancen…!» Dios ordena a Moshé que extienda su vara sobre el mar y lo divida para que los judíos avancen en medio del mar. «Y así los egipcios sabrán que yo soy Dios, cuando sea glorificado por el Faraón y sus ejércitos». Mientras tanto, la columna de nube que guiaba a los judíos en el frente se posiciona atrás de ellos, separando a los hebreos de sus enemigos e impidiendo que los egipcios avancen. Moshé extiende su vara y el mar se parte en dos columnas. Los judíos atraviesan el lecho del mar, completamente seco, cruzando el límite del territorio egipcio hacia su libertad definitiva.
SALVACION Y AGRADECIMIENTO
Los egipcios deciden perseguirlos y avanzan hacia el mar dividido. Moshé extiende su mano sobre el mar, las aguas colapsan y se cierran sobre los egipcios ahogándolos en el mar. Al ver esto, y ya en la otra orilla del mar, Moshé y los hebreos comienzan a cantar, alabando a Dios por el maravilloso milagro que habían presenciado. Miriam, la hermana de Moshé, dirige a las mujeres a cantar y bailar, con instrumentos musicales.
AGUA y MANA
Los hebreos comienzan ahora su travesía por el desierto y pasan 3 días caminado sin encontrar agua. Cuando llegan a Marah encuentran agua salada. Por indicación divina Moshé endulza el agua y el pueblo bebe. Luego de un tiempo, las provisiones que los judíos habían traído desde Egipto comienzan a agotarse. Se quejan a Moshé, diciendo que extrañan los manjares de Egipto que dejaron atrás. Dios les responde asegurándoles que desde el cielo para descender un alimento especial y que les proporcionará carne por las noches. Un ejército de codornices aparece al anochecer y cae directamente sobre el campamento de los judíos que así tienen carne para consumir. Por la mañana, un alimento llamado “maná”, cae desde el cielo, escondido en el rocío matutino. Moshé les dice a los hebreos que recojan una porción limitada de maná diaria para cada miembro de la familia. Y les dice que no acumulen “maná” de un día para el otro, ya que el maná extra se va a pudrir. Los que ignoraron esta indicación encontraron que a la mañana siguiente el maná estaba infestado de gusanos. El viernes, por indicación Divina, todos recogen dos porciones de “maná”: la segunda porción debía separarse y ser reservada para Shabbat, ya que en Shabbat no descendería maná. Una vez más, algunos judíos ignoran la directiva de Moshé y salen a recoger maná en Shabbat. Dios le ordena a Moshé tomar un frasco de maná y en el futuro colocarlo en el Arca Sagrada como testimonio de este milagro para todas las generaciones futuras.
 Los israelitas siguen su travesía en el desierto y cuando llegan a Refidim otra vez se les acaba el agua. Se quejan a Moshé. Dios le ordenó al líder judío golpear una roca con su vara y el agua comienza a brotar de la roca y el pueblo puede beber.
ATAQUE SORPRESA
Sorpresivamente, los Amalequitas -nómadas del desierto- atacan a los judíos. Moshé le ordena a su discípulo Yehoshúa que reúna un ejército y luche contra Amaleq. Yehoshúa cumple la orden de Moshé y los judíos salen victoriosos de esta batalla con asistencia Divina. Dios instruye a Moshé para que registre por escrito que HaShem borrará la memoria de Amaleq sobre la tierra, y que los judíos no lo debemos olvidar.



RESUMEN DE PARASHAT BO

OCTAVA PLAGA
Moshé va al encuentro del Faraón y le advierte que si no permite salir a los esclavos hebreos, Egipto será devastado por una plaga de langostas. Luego que Moshé y Aharón abandonan el palacio los funcionarios del Faraón tratan de convencerlo de que deje libres a los israelitas antes de que Egipto sea totalmente destruido. El Faraón llama a Moshé y le hace una oferta: permitir que los judíos salgan, pero que dejen a sus hijos en Egipto. Moshé rechaza la oferta y el Faraón, entonces,  se niega a dejarlos libres. Moshé extiende su mano y una plaga de langostas cae sobre Egipto consumiendo toda la vegetación. El Faraón le pide a Moshé que ore a Dios para que elimine las langostas y le asegura que ahora sí dejará partir a los judíos. Moshé reza y un viento se lleva a las langostas fuera de Egipto, pero el Faraón al haberse liberado de las langostas,  no cumple con su palabra.

NOVENA PLAGA:
La oscuridad desciende sobre Egipto. Durante tres días los egipcios tienen que estar en un virtual aislamiento, ya que no podían verse la cara uno del otro. Pero la oscuridad no afectó el área donde vivían los judíos. El Faraón vuelve a llamar a Moshé y le ofrece una nueva concesión: liberar a los hebreos, hombres mujeres y niños,  pero que dejen su ganado en Egipto, para asegurarse de que volverán. Moshé rechaza la oferta y en este punto el Faraón expulsa a Moshé de su presencia y lo amenaza:  «porque el día que veas mi rostro nuevamente, morirás». Moshé le dice al Faraón que una plaga más caerá sobre Egipto, después de lo cual el Faraón los liberará de la esclavitud  incondicionalmente.

REPARACIONES
Dios instruye a Moshé que los israelitas pidan objetos de oro y plata a sus vecinos egipcios, como un tipo de indemnización o reparación que en esos tiempos se le concedía a un esclavo al dejarlo salir en libertad.  Los egipcios rápidamente le dieron a los hebreos objetos de gran valor, con la intencion de que se fueran y asei las plagas llegaran a su fin. Moshé le advierte al Faraón que a la medianoche, Dios hará fallecer a todos los primogénitos egipcios, incluyendo al hijo del Faraón, el heredero del trono.

EL SACRIFICIO DE PESAJ
Dios dicta su primera Mitzvá a los hijos de Israel: consagrar y anunciar oficialmente el comienzo del mes lunar, Rosh Jódesh, estableciendo así el futuro calendario hebreo. Dios también le indica a Moshé que los judíos deben tomar un cordero para sacrificarlo, asarlo y consumirlo junto con matzá y hierbas amargas antes de partir de Egipto. Con la sangre del cordero se deberá pintar los dinteles y los postes de las puertas de las casas judías, y así cuando la última  plaga afecte a los primogénitos egipcios, los primogénitos judíos que estén dentro de estas residencias marcadas con sangre serán protegidos por Dios. Dios también le ordena a Moshé que las generaciones futuras deberán recordar para siempre este día, celebrando la festividad de Pésaj por siete días, durante los cuales no podrán comer ni poseer levadura (jamets).

DECIMA PLAGA:
A la medianoche del día 15 de Nisán una plaga mata a los primogénitos egipcios, pero Dios protege a los primogénitos judíos . Egipto es presa del terror porque piensan que el Dios de los judíos causará la muerte de todos los egipcios. El Faraón se despierta hace traer a Moshé y le suplica que se lleve a los esclavos judíos fuera de Egipto, otorgándoles de esta manera implícita su libertad. Los ciudadanos egipcios también presionan a los hebreos para que se vayan lo antes posible. Los judíos preparan sus provisiones: panes ázimos, hecho con masa no fermentada,  porque tenían que partir ya, y no tenian tiempo de dejar elevar la masa poara hacer pan común.    Los israelitas abandonan Egipto al mediodía del 15 de Nisán.

PRIMEROS MANDAMIENTOS
Dios instruye a los hebreos a celebrar en el futuro la festividad de Pésaj ofreciendo un sacrificio y consumiéndolo de una manera similar a la que hicieron en Egipto. Hay otros mandamientos que Dios imparte, todos relacionados con la milagrosa salvación de la plaga que causó la muerte de los primogénitos. 1. Los primogénitos judíos serán consagrados al servicio divino. 2. Se deberá consumir Matsá en la noche Pésaj 3. Cada año en la noche de Pésaj los padres relatarán la historia del Éxodo de Egipto a sus hijos. 4. Los primogénitos de los animales domésticos también serán consagrados,  o si se trata de animales no aptos para el consumo, redimidos . 5. Los hombres judíos deberán vestir en la cabeza y en el brazo los Tefilín, o filacterias, unas cajitas de cuero que contienen 4 textos que aluden al amor de Israel hacia Dios, expresado en la liberación de Egipto.




RESUMEN DE PARASHAT MIQUETZ

1. En la cárcel, donde está encerrado por un crimen que no cometió, Yosef interpreta correctamente los sueños de los oficiales del Faraón encarcelados. Dos años después, el faraón tiene un sueño. Está parado junto al Nilo cuando ve siete vacas gordas saliendo del río, y luego siete vacas flacas que se comen a las gordas. El Faraón tiene un segundo sueño: siete espigas de trigo sanas salen de un tallo seguidas de siete espigas delgadas. Y las espigas delgadas se tragan a las siete sanas. El ánimo del Faraón estaba turbado y llamó a todos los sabios de la tierra, pero ninguno pudo entender el significado del sueño. El oficial le dice al Faraón sobre Yosef y Yosef fue inmediatamente sacado de la cárcel e introducido al Faraón.
2. Yosef interpreta el sueño de Faraón de una manera satisfactoria. Dice que ambos sueños contienen un solo mensaje: habrá siete años de abundancia en Egipto que serán seguidos por siete años de severa hambruna. Yosef propuso un plan para almacenar grano durante los años de abundancia y que sirva de reserva para los años de hambruna. El Faraón queda muy impresionado por la sabiduría de Yosef y lo nombra supervisor de la economía de Egipto, y segundo al mando. El Faraón ordena que los egipcios se inclinen ante Yosef, le cambia el nombre a Tzafenat Pa’aneaj y le da a la hija de un sacerdote por esposa. Yosef tenía entonces solo 30 años.
3. Yosef almacena grano extra en las ciudades. Dos hijos le nacen durante este tiempo: Menashé y Efraim. Los siete años de abundancia llega a su fin y el hambre llega a Egipto. Cuando la gente comenzó a quejarse con el Faraón sobre el hambre, Yosef abre los silos y comienza a vender el grano. La gente hambrienta llega desde todo Egipto para comprar comida. El hambre llega a todo medio oriente. Jacob envía a todos sus hijos, menos a Binyamín, a comprar comida en Egipto. Cuando Yosef ve a sus hermanos pretende que no los conoce. Ellos no lo reconocieron. Yosef deliberadamente los acusa de ser espías y los encarcela durante tres días.
4. Al tercer día, Yosef los libera a todos, excepto a Shimón, a quien deja como rehén y permite que los hermanos regrese a Canaán. También les advierte que solo podrán regresar a Egipto si llegan con Binyamin, para establecer su inocencia. En un diálogo entre ellos mismos, los hermanos admiten que lo que les estaba ocurriendo era un castigo por la venta de Yosef y expresaron su arrepentimiento. Yosef instruye a sus sirvientes que depositen el dinero que los hermanos habían pagado por la comida en los sacos de grano que les dieron. Los hermanos regresan a Canaán y le cuentan todo lo ocurrido a Jacob. Jacob queda muy perturbado por los acontecimientos, e inicialmente se niega a enviar a Benjamín, porque no estaba dispuesto a la posibilidad de perder al único hijo que le quedaba a Raquel. Sin embargo, al final, después de que las provisiones de alimentos se agotan y Yehudá garantiza personalmente su regreso, Jacob accede a enviar a Binyamín. Y envía a sus hijos a Egipto con generosos obsequios para el gobernante egipcio.
5. Los hermanos llegan a Egipto. Yosef le ordena a su asistente que invite a los hermanos a unirse a él para la comida de la tarde. Los hermanos llegan a la casa de Yosef, se encuentran con Shimón y al llegar Yosef le entregan los regalos que envió Jacob. Al ver a su hermano menor Benjamín, Yosef se emociona. Los hermanos se sientan a comer y disfrutan de una buena cena y Yosef les entrega regalos a todos. Por la mañana los hermanos parten de regreso, pero no antes de que Yosef hiciera plantar su copa real en el saco de comida de Benjamín. Yosef luego envía a un oficial para confrontar a los hermanos y descubrir la copa de plata “robada”. Todos los hermanos son llevados de regreso a Yosef, quien exige que Binyamín, el presunto ladrón, sea castigado permaneciendo allí como esclavo.



RESUMEN DE PARASHAT VAYESHEB

Jacob (Ya’aqob) finalmente se establece en la tierra de Israel. Yosef es el hijo favorito de Jacob. El padre, incorrectamente, expresa su favoritismo regalándole a Yosef una túnica especial de colores. Sus hermanos lo envidian. Yosef, aparentemente sin saber de este sentimiento, le cuenta a sus hermanos acerca de sus sueños de grandeza, despertando así el odio de los hermanos hacia él.

Los hermanos de Yosef estaban cuidando el rebaño de su padre. Jacob envía a Yosef a visitarlos. Cuando los hermanos lo ven , planean matarlo. Reuben sugiere tirarlo a un pozo, pensando en que más tarde lo rescataría. Cuando Yosef llega, los hermanos le quitan la túnica, lo tiran al pozo y Yosef es vendido como esclavo a unos comerciantes que viajaban hacia Egipto. Los hermanos toman la túnica de Yosef, la manchan de sangre y se la muestran al padre desconsolado. Jacob asume que Yosef fue atacado por una bestia salvaje y comienza un luto de 22 años por la presunta muerte de su hijo querido.

Yehudá se casa con la hija de un individuo local y tiene tres hijos. Su primer hijo, Er, se casa con una mujer llamada Tamar, y muere sin tener hijos. Yehudá le da a su segundo hijo Onan a Tamar, pero también muere sin hijos. Yehudá no le da su tercer hijo a Tamar. Tamar lo engaña vestida de mujer indecente. Yehudá no la reconoce, yace con ella y queda embarazada. Tamar da a luz a gemelos, Zéraj y Perets.

Yosef trabaja como esclavo en la casa de Potifar, un importante funcionario de Faraón. Yosef tiene mucho éxito en todo lo que hace, porque Dios lo bendice. Yosef era un hombre atractivo. La esposa de Potifar provoca a Yosef, pero Yosef rechaza delicadamente sus avances. Al no lograr su objetivo, la mujer acusa falsamente a Yosef de abuso sexual. A pesar de insistir en su inocencia, Yosef es enviado a prisión.

En la cárcel, Yosef conoce a dos funcionarios del Faraón cuyas sentencias están pendientes. Una noche ambos tienen un sueño extraño. Yosef interpreta los sueños y anticipa que uno de ellos, el oficial encargado de la bebida del Faraón, será declarado inocente y regresará a su trabajo. Mientras que el otro oficial, el encargado de la comida de Faraón, será ejecutado. Yosef le solicita al primero que cuando esté libre y vea al Faraón, le cuente acerca de él y le pida que lo libere. Pero este funcionario, una vez que regresa a sus funciones, borra a Yosef de su mente.




RESUMEN DE PARASHAT VAYETSE

Jacob deja Beer-Sheba y se encamina a Harán, Siria. Está huyendo de su hermano Esav, que se propuso matarlo. También va a Harán con la intención de encontrar una esposa en la ciudad natal de su madre. Al poco tiempo de iniciar su largo viaje, cuando llega a Bet El, Jacob tiene un hermoso sueño: ángeles subiendo y bajando por una escalera. Dios le promete a Jacob Su bendición y protección y le garantiza que él y su descendencia heredarán la tierra de Israel.

Después de varios días, Jacob llega a Harán y se dirige hacia el pozo de agua. Allí conoce a una joven que resulta ser su prima hermana, Rajel, y se enamora de ella. Rajel lo lleva a su casa. Jacob es recibido por su tío Labán. Rápidamente llegan a un acuerdo: Jacob trabajará para Labán durante siete años y, a cambio, Labán le permitirá casarse con su hija. Pero cuando llega el momento de la boda, Labán le da a Jacob a su hija Leá en lugar de a Rajel, algo que Jacob solo descubre al día siguiente. ¿Cómo es posible que Jacob no reconociera a Leá? Hay varias explicaciones, pero la más simple es que 1. Rajel y Leá eran hermanas, y deben haber sido muy parecidas físicamente y en su voz. 2. Las mujeres en la antigüedad usaban un velo muy grueso, como el burka que usan las mujeres en Afganistán. 3. Todo sucedió a la sombra de la noche. 4. Jacob no lo esperaba. Muchos comentaristas explican que Jacob ahora fue víctima de un caso de “robo de identidad” similar al que él había causado cuando se disfrazó de su hermano Esav para recibir su bendición de su padre Isaac, que era ciego. Las similitudes entre estos dos episodios no puede ser una mera coincidencia.

Jacob tuvo que trabajar durante otro largo período de tiempo para casarse también con Rajel. Antes de que se diera la Torá, no había una  prohibición de casarse con dos hermanas. Leá, Bilha y Zilpa le dan varios hijos a Jacob. Rajel era estéril, pero al final dio a luz a un hijo llamado Yosef. Jacob ahora tiene once hijos , Rubén, Shimón, Levi, Yehudá, Yissajar, Zebulún, Dan, Naftalí, Gad, Asher, Yosef, y una hija: Diná. El nacimiento de su duodécimo hijo, Binyamín, se mencionará recién en la Parasha de la próxima semana. Cada uno de sus hijos establecerá una de las tribus de Israel. Hay una diferencia muy importante entre los hijos de Yishmael y los hijos de Jacob: leímos un poco antes que Yishmael también tuvo 12 hijos,  cada uno de esos hijos creó una nación aparte (shenem asar nesiim lumotam). Jacob sin embargo, logró que todos sus hijos formaran 12 tribus de un mismo pueblo.

Después de trabajar para Labán durante muchos años, Jacob expresa su deseo de regresar a la tierra de sus padres, Erets Israel. Pero Labán lo convence de quedarse más tiempo y le ofrece pagarle con parte del rebaño para que Jacob pudiera tener su patrimonio propio. Después de unos años, el rebaño de Jacob aumenta de manera milagrosa, y nuestro patriarca decide regresar a su tierra natal sin buscar el consentimiento de Labán: Reúne a su familia y les dice que Dios se le reveló en un sueño y le anunció que era hora de irse.

Jacob y su familia prácticamente huyen sin el conocimiento de Labán. Y cuando Labán se entera, va tras Jacob con las peores intenciones. Dios se revela a Labán y le advierte que no le haga daño a Jacob. Labán reprime a Jacob por haberle quitado a sus hijas y nietos. Jacob y Labán finalmente se reconcilian y hacen un tratado de paz en Gal’ed. Jacob continúa su camino, con destino a la tierra de Canaán, y llega a la ciudad de Majanayim. El próximo desafío de Jacob será enfrentar a su hermano Esav, que 20 años atrás había decidido matarlo.