El rab Ya’aqob Joli (1689-1732) y el libro que cambió al mundo Sefaradí
|
|
|
|
El Rabino Jayim haCohen nació en Egipto en el año 1585. Su padre Ribbí Abraham haCohen pertenecía a una distinguida familia de Cohanim, descendientes de Don Yosef haCohen, de España.
Desde su niñez se notaba que tenía un talento notable. No solamente por su tremendo amor por el estudio de la Torá sino también por sus elevadas cualidades humanas. Se cuenta que de niño, mientras sus compañeros de clase pasaban su tiempo libre jugando, Jayim se encaminaba a la sinagoga para estudiar Torá y aprender cómo servir a Dios.
En su adolescencia cuando las personas se reunían en la sinagoga durante Shabbat él subía al púlpito y daba clases acerca de la sección semanal de la Torá, leyes correspondientes a las festividades que se aproximaban y palabras de musar (ética judía) que atraían el corazón de sus oyentes.
Más tarde, el Rab Jayim HaCohen \se mudó a la ciudad de Tsefat (Safed) , en Israel. Allí estudio con el rab Jayim Vital (ver aquí) durante unos tres años.
De Safed el rab Jayim haCohen se mudó a la ciudad de Aleppo, Siria, donde se estableció definitivamente. Allí fue elegido como rabino de la comunidad para reemplazar al fallecido Rab Mordejai haCohen, yerno del famoso Rab Shemuel Laniado, ba’al hakelim.
Cuando el rab Jayim haCohen comenzó a servir como Rab de la comunidad el estudio de la Torá floreció aún más en Aleppo. Se abrieron nuevas escuelas (ketab) y academias rabínicas (baté midrashot) y tuvieron que agregar más bancos en la sinagoga.
El Rab Jayim haCohen sirvió a la comunidad de Aleppo como rabino y jefe del tribunal rabínico por décadas.
Su conocimiento era tan grande que le llegaban consultas sobre temas rabínicos muy difíciles desde las más lejanas comunidades del mundo.
Finalmente, decidió organizar todos sus escritos y publicar sus libros, especialmente sus comentarios sobre el Shulján Aruj, el código de ley que había sido escrito por el maestro de su maestro, el rab Yosef Caro.
Además de su comentario sobre el Shulján Aruj, el rab haCohen había compuesto muchos otros libros. Entre ellos un comentario sobre el Cantar de los cantares (Shir haShirim); un comentario sobre Ejá (Lamentaciones) otro sobre de Rut; un comentario sobre Daniel y muchos libros más. Todos estos libros estaban manuscritos. Pero publicar libros en Aleppo o en Medio Oriente era imposible, porque allí no había llegado la imprenta. La única posibilidad era imprimir los libros en Europa. Y las mejores imprentas estaban en Venecia, Italia, la ciudad donde se publicaron la mitad de los libros de Europa en el siglo XVI. Allí vieron la luz, por ejemplo, la primera edición del Talmud y la primera edición del Shulján Aruj.
Primero, el Rab haCohen envió a Venecia su comentario sobre el libro de Ester. Pero pasaba el tiempo y el libro no salía a la luz. El rab Cohen decidió entonces viajar a Venecia y ocuparse personalmente de imprimir su libro. Junto con su hijo tomaron un barco llevando con ellos todos los manuscritos del Rab (calculo que eran más de 20) para imprimirlos también allí. Pero el barco fue atacado por piratas de la isla de Malta, que abordaron el barco para robar el cargo y matar a los pasajeros, o secuestrarlos y venderlos como esclavos. El Rab haCohen y su hijo saltaron al mar y milagrosamente lograron salvar sus vidas. Pero los libros quedaron en el barco…
El Rab rezó a Dios y le pidió su ayuda para recuperar sus invaluables libros, o para que pudiera escribirlos nuevamente desde su memoria. Dios le concedió lo segundo. El Rab haCohen pasó varios años en Italia reescribiendo de memoria sus preciosos libros perdidos.
El primer libro que el rab haCohen pudo imprimir, con la inestimable ayuda del Rab Moshé Zacuto, se llama “Torat Jajam” (La enseñanza del Sabio) . Este libro es una colección de los sermones del Rab sobre las secciones semanales de la Torá. El libro salió a la luz en Venecia, 1654.
El próximo libro que imprimió el rab haCohen con la asistencia del rab Shemuel Abohab fue “Meqor Jayim“ (Fuente de vida). Este libro es un comentario sobre el Shulján Aruj y su primera parte salió a la luz en Venecia, también en 1654.
Para imprimir la segunda parte de este libro el rab viajo a Livorno (ver ilustración arriba). Y fue en esa ciudad, en Perashat Quedoshim, año 1655, que el rab haCohen falleció y allí fue enterrado.
Luego del fallecimiento del rab haCohen, se encontraron algunos de los libros que habían quedado en el barco secuestrado por los piratas. El rab Jida, en su libro de crónicas Shem haGuedolim, dice haber encontrado el comentario de Meguilat Ester, Ateret Zahab, escrito por el puño y letra del Rab Jayim haCohen.
Otro de sus libros Migdal David, un comentario sobre Meguilat Rut, también fue encontrado. Este libro fue impreso en Amsterdam en 1680 por un autor que falsamente se atribuyó la autoría del libro del Rab Jayim haCohen.
Recientemente fueron publicados otros manuscritos del Rab sobre los comentarios talmúdicos (agadot) del tratado de Berajot. Estos manuscritos vieron la luz por primera vez en 1983, en la publicación israelí mensual qobets bet aharon veIsrael.
Algunos libros y comentarios del rab haCohen aun permanecen manuscritos, y esperan algún día ser publicados.
Hacer click AQUI para bajar el libro Torat Jajam.
Ver aquí uno de sus principales pero mas desconocidos libros. Este es un libro de Musar completamente accesible para quien lee hebreo básico. Este libro inspira al lector practicar el amor y la dedicación a Dios, estudiando Su Torá y profundizando en las plegarias que a Él le dedicamos.
http://beta.nli.org.il/he/books/NNL_ALEPH001896079/NLI
|
|
El Rab se destacó por ser un autor muy prolífico. Sus obras son principalmente de halajá (ley judía), derushim (discursos y sermones) y musar (ética judía). También compuso varios poemas y canciones de carácter religioso. Pero no menos que por sus obras, se destacó por su preocupación y dedicación por el bienestar de su comunidad que en esos años se encontraba en una situación muy difícil.
En 1824 un terremoto arrasó la ciudad de Alepo y fallecieron cerca de mil judíos (tengamos en cuenta que la comunidad no superaba las 10.000 personas) y los que se salvaron, entre ellos el propio Rab, tuvieron que acampar en carpas en las afueras de la ciudad durante 18 meses. En esa época el Rab Antebi escribió su primer libro, al cual llamó a causa de ese desarraigo Yosheb Ohalim, en español “Asentado en las Carpas”. Este libro contiene sermones sobre las secciones semanales de la Torá en los que combina, de una manera muy creativa, el análisis halájico, los relatos bíblicos y las narraciones hagádicas (historias y parábolas de los sabios). Cuentan que en esas improvisadas carpas, desprovisto de libros de Torá, el Rab escribió su obra citando todas las fuentes de memoria.
El principal problema que el Rab Antebi debía enfrentar como líder comunitario era el empobrecimiento general de la comunidad. Los ingresos bajaban, los precios subían y el imperio otomano exigía más impuestos. Hay muchas historias acerca de cómo el Rab se dedicaba a apoyar a los necesitados. En sus libros de musar Ohel Yesharim y Jojmá Umusar escribe extensamente sobre cómo cada judío es garante por su hermano Yehudí y no debe ignorarlo en sus momentos de aprieto. También escribió que uno de los motivos de la mala situación económica de los judíos alepinos se debía a que sólo se dedicaban al comercio y no poseían profesiones u oficios. El Rab exhortaba a los padres a proveer a sus hijos una profesión y no conformarse con adiestrarlos en el comercio.
Uno de los libros más importantes del Rab es Mor Vahalot, preguntas y respuestas sobre innumerables casos que se presentaron en la comunidad Alepina y requerían una opinión rabínica autorizada.
Veamos una de estas preguntas (J. M. 2).
La costumbre de los tribunales judíos de Alepo era que el Gran Rabino de la ciudad, en ese entonces el Rab Antebi, juzgaba individualmente los distintos conflictos monetarios, sin estar acompañado por otros dos jueces (dayanim), lo cual era la práctica común de los otros jueces rabínicos.
El Rab fue cuestionado por este proceder. No se trataba de un problema legal, ya que según la halajá los litigantes pueden aceptar ser juzgados por un solo dayán. El problema era una cuestión de ética. El famoso Rab Shaj [Rabbi Shabetai Hakohen, Polonia, siglo XVII] (J. M. 3, 10), basándose en el Shulján Aruj y el Talmud de Jerusalem, escribió que si bien técnicamente el juez rabínico puede juzgar por sí mismo, no está bien que un juez lo haga, a menos que se trate de un gran experto en jurisprudencia Rabínica. Pero no termina ahí. El Rab Shaj sigue diciendo, que hoy en día nadie puede considerarse como “gran experto” tal como sucedía en la época del Talmud. Ya que con el paso de las generaciones los conocimientos de Torá han disminuido. Por lo tanto hoy en día ningún rabino debería juzgar individualmente. Muchos prominentes rabinos adoptaron la opinión del Shaj.
En este punto es donde el Rab Abraham nos ilumina con su visión halájica. El Rab Antebi disentía con la visión del Shaj. Estas son algunas de sus palabras traducidas al español:
“contrariamente [a lo que dice el Rab Shaj], es más común encontrar un experto en nuestras generaciones que en las generaciones del Talmud, ya que todo el estudio [de los Sabios del Talmud] estaba basado en la memoria y la transmisión oral. En esas épocas el experto no era algo muy común. No ocurre lo mismo en nuestra generación, que ya está toda [le ley] está escrita en los libros y [los Sabios] no dejaron ni lo grande ni lo pequeño sin registrar. Por lo tanto, si un juez rabínico sabe analizar jurídicamente [el caso que enfrenta] y está familiarizado con el estudio de los posqim (legisladores halájicos), no hay duda que puede ser considerado un “gran experto” en la ley.»
Rabbi Abraham Antebi falleció en Alepo en 1858 a la edad de 93 años, y es recordado hasta el día de hoy como una de las luminarias más grandes de Alepo.
Escrito por Abraham Sacca, hijo del Rab Isaac Sacca de Buenos Aires, ARGENTINA
El Rabino Moshe Alashqar (מהר»ם אלאשקר) nació en 1466 en la ciudad de Zamora, España. En 1492, cuando el rabino Moshe tenía 26 años, los judíos fueron expulsados de España. El rab Moshé y su familia sufrieron muchas tribulaciones. Su barco se hundió y él fue capturado por piratas. Al final logró escapar y se estableció en la ciudad de Túnez, junto con el célebre rabino Abraham Zacuto. Desde Túnez se fue a Salónica Grecia. Y luego en 1522 se estableció en Egipto, donde formó parte de la corte rabínica del rabino David Ibn Zimra (El Radbaz). Fue una de las más grandes autoridades rabínicas de su tiempo y, como tal, fue consultado desde todo el mundo.
Hablemos un poco de sus libros.
Su obra más famosa es Teshubot Maharam Alashqar, un libro de 120 preguntas y respuestas sobre muy diversos temas Halájicos .
Un ejemplo (Teshuba 96). La pregunta original trata de la determinación de la fecha de la circuncisión de un niño que nació entre el atardecer y el anochecer (ben hashemashot) de un viernes , al comienzo del Shabbat. La pregunta es si este segmento de tiempo se considera parte del día viernes o del Shabbat. De acuerdo a esta determinación se fijará la fecha de la circuncisión para el próximo viernes o sábado. El Rab Alashqar analiza las diferentes opiniones Halájicas que discuten cuándo comienza y cuándo termina un nuevo día desde el punto de vista legal. Para eso el rab Alashqar cita el Talmud en Pesajim p. 94. El Talmud registra un debate que tuvo lugar en el primer siglo de la era común entre los sabios judíos y los sabios griegos. Los sabios judíos pensaban que durante el anochecer, cuando el sol se oculta por el oeste, se traslada por encima de la «bóveda celestial», y luego desciende y aparece por la mañana por el este. Mientras que los sabios griegos creían que por la noche el sol se trasladaba por debajo de la tierra, de oeste a este.
Al final, el Talmud concluye diciendo que los rabinos admitieron que los sabios griegos tenían razón. ¿Cómo llegaron a esa conclusión? Porque observaron que por la noche el agua de los océanos, ríos y lagos está más cálida que durante el día, y esto sólo tiene sentido si el sol se traslada por debajo de la tierra y no por arriba de la bóveda celestial.
En la edad de media, como 10 siglos luego que este debate tuvo lugar, los rabinos debatieron acerca de qué significa exactamente la «admisión» de los rabinos del talmud. Rabenu Tam y Najmánides opinaron que, siendo que los rabinos del Talmud no pueden estar equivocados, lo que el Talmud quiso decir es que los rabinos admitieron «el razonamiento» de los sabios griegos pero no los hechos (de aquí la famosa opinión de Rabenu Tam, para quien ben hashemashot –el crepúsculo o el período de tiempo entre el atardecer y el anochecer– dura 72 minutos, ya que «durante la noche el sol se desplaza por encima de la bóveda celestial»).
Por el otro lado Maimónides y otros rabinos afirmaron que debemos entender la admisión de los rabinos literalmente, como reconociendo un error en la apreciación de los hechos. De acuerdo a esta opinión los rabinos del Talmud revaluaron sus previos supuestos y cambiaron de opinión basados en los nuevos elementos que analizaron. Para Maimónides, esta admisión, lejos de socavar la autoridad de los rabinos, demustra la integridad intelectual de los sabios del Talmud y su pasión por la búsqueda de la verdad (de acuerdo a esta conclusión para Maimónides y otros rabinos el ben hashemashot dura alrededor de 14 minutos, no 72. Y esto, por suepusto afecta la determiancion de cuándo empieza un nuevo día…).
El Rab Alashqar se inclinó por la opinión de Maimónides, quien explicó que los rabinos son la autoridad suprema e indiscutible en la ley judía (son la corte Suprema de Justicia), pero en otras áreas (ciencias, por ejemplo) en las que no se recibió una tradición oral, las opiniones de los rabinos están abiertas al debate.
Otra de las respuestas más famosas del rab Alashqar, que es casi un libro independiente, es la responsa 117 de su libro conocida también como Hasagot (= refutaciones), donde el Rab Alashqar rechaza los argumentos de Rabí Shem Tob ben Shem Tob quien había escrito muy críticamente contra las ideas de Maimónides en su Moré Nebujim, la famosa «Guía de los perplejos». El Rab Alashqar admiraba a Maimónides y en su libro Hasagot defendió apasionadamente sus ideas filosóficas. Muy interesantemente, cuando el Rab Alashqar defiende a Maimónides demuestra una y otra vez que la mayoría de sus críticos no entendieron cabalmente a Maimónides ya que no leyeron el Moré Nebujim en el idioma que éste fue escrito originalmente, árabe, lo que creó infinidad de confusiones.
En 1539 se estableció en Erets Israel. Falleció en 1542 y fue enterrado en Yerushalayim.
Para leer y estudiar el libro del Rab Alashqar haga click aquí.
.