ZAJOR ¿Negociar o no negociar con los enemigos de Israel?

Este Shabbat se llama Shabbat Zajor (= ¡Recuerda!). Por la mañana se sacan dos Sefarim (rollos de la Torá), en uno se lee la Perashá semanal, en este caso TETSAVE y en el segundo leemos un texto especial del libro Debarim 25:17, ZAJOR, . “Recuerda lo que te hizo Amaleq cuando saliste de Egipto … Amaleq atacó a los más débiles, al final del campamento … y no temió a Dios … no lo olvides!!!”.
ODIO INCONDICIONAL
Cuando salimos de Egipto, Amaleq nos atacó. Sin provocación, sin razón, sin motivo. Israel no representaba una amenaza para Amaleq ni para su territorio. Las razones de Amaleq para atacar a los judíos no eran “lógicas” sino más bien, y usando un término moderno: “ideológicas.  No era el poder de los judíos o el dinero de los judíos lo que provocaba el odio de Amaleq hacia los judíos. ¿Qué poder o dinero tenían los esclavos recién escapados de un larguísimo cautiverio?  No era tampoco una cuestión territorial: estábamos en el desierto, tierra de nadie. Lo de Amaleq no era un ataque preventivo: no estaba en nuestros planes conquistar el territorio de Amaleq. La violencia de Amaleq contra los judíos no estaba motivada por factores económicos, conflictos territoriales, venganza o prevención. Lo de Amaleq fue un odio obsesivo hacia el pueblo judío. Y lo que parece absolutamente sobrenatural es que este patrón de conducta hacia Israel no haya desaparecido, y siga hoy tan o más activo que ayer. No puedo dejar de pensar en Irán, por ejemplo, ¿qué razones tiene Irán para amenazar con borrar a Israel del mapa? Irán amenaza destruir a Israel a pesar de que Israel no representa una amenaza para Irán. No hay territorios en disputa. E Irán no comparte ninguna frontera con Israel. ¿Qué explicación lógica existe para la obsesión de Irán contra Israel?
TERRORISMO
Pero quizás lo más curioso —y lo más peligroso— del ataque de Amaleq es que Amaleq sabía que no tenía la capacidad militar de destruir al pueblo judío. ¿Por qué? Porque en ese momento, al salir de Egipto, Israel tenía una ventaja numérica enorme sobre sus enemigos. Contábamos con un ejército de 600.000 hombres, un número que en esos tiempos (o incluso hoy en día) se considera inusualmente alto. En otras palabras. El ataque de Amaleq era “suicida”. Sabía que no podía derrotar a Israel, pero Amaleq estaba dispuesto a inmolarse con tal de “dañar” a Israel y crear pánico. Desmoralizarlos, o como explican los Jajamim: “enfriarlos” (אשר קרך בדרך) y demostrar a los futuros enemigos de Israel que Israel no es invencible sino vulnerable.  Por eso, Amaleq no salió a pelear de frente, sino que como explica la Torá, atacó a los civiles: mujeres, niños , ancianos y enfermos que iban al final del campamento porque caminaban más lento. Y cuando el enemigo tiene un objetivo suicida en mente, el daño que puede causar es impredecible. Ya que la regla número uno del mundo militar —el enemigo con menos poder no ataca al enemigo con más poder —no se aplica para Amaleq. Un enemigo que se guía por una ideología suicida, cree que su propia muerte está justificada aún cuando sólo logre infligir daños al enemigo. Los actos terroristas perpetrados por Hamas o Hizballá contra Israel —misiles, bombas, cuchillos o ataques con autos— son ataques “a la Amaleq”: dirigidos contra la población civil, y destinados a desmoralizar y generar dolor…
RACIONALIZAR A AMALEQ
Este enemigo es imposible de disuadir y especialmente de “comprender”. Nuestra necesidad sicológica de “comprender: a Amaleq, es decir, tratar de verbalizar con argumentos lógicos por qué Amaleq quiere atacar o destruir a Israel, nos hace mucho más vulnerables a Amaleq. Imaginemos que ignoramos la naturaleza irracional del odio de Amaleq y nos sentamos a negociar territorios con Amaleq. O cedemos territorios unilateralmente, o renunciamos a nuestros asentamientos para que Amaleq “tenga lo que quiere” y nos deje tranquilos. Lo único que estaremos logrando es fortalecer a Amaleq, y tener sus armas y sus terroristas más cerca de nuestras poblaciones civiles. Algo que pagaremos con más víctimas de nuestro pueblo.  La Torá, previendo lo peligroso de nuestra ingenuidad bien intencionada cuando de trata de Amaleq, no solo nos dice “Zajor” recuerda a Amaleq, sino que en ese mismo texto repite su exhortación, con una expresión excepcional “al tishkaj”, ¡¡¡No te olvides!!!. No te olvides de la obsesión suicida de Amaleq y de su irracionalidad.
NO OLVIDES QUIÉN ES AMALEQ
Mañana, el Shabbat antes de Purim, leeremos una vez el texto de Amaleq, porque Hamán fue el primer descendiente de Amaleq que intentó borrar a todo el pueblo de Israel del mapa. La Torá nos asegura que HaShem no dejará que Amaleq nos destruya. Pero también nos da a entender que NO podemos ser ingenuos acerca de la verdadera naturaleza y las intenciones de Amaleq. Olvidarlo, nos puede costar la vida.
Escuchar la lectura de Perashat ZAJOR es un mandamiento directo de la Torá. Eso implicas entre otras cosas, que las mujeres también tienen la obligación de asistir a la sinagoga y escuchar la lectura de este importante texto.



Haman y su arrogancia ilimitada

El villano de la historia de Purim es Hamán ben Hamedata, descendiente de Amaleq. El Rey Ajashverosh designó a Hamán como su “gran vizir” (o primer ministro) y dio la orden de que todos los oficiales de la corte se arrodillaran ante Hamán. Todos los oficiales obedecieron la orden del rey excepto un hombre: Mordejai. Y cuando Hamán supo que Mordejai no se arrodillaba ante él, decidió eliminar a todo el pueblo de Mordejai: destruir a la nación judía.
Hamán era malvado pero no era tonto. Veamos, por ejemplo, cómo se las ingenió Hamán para tratar de ejecutar su versión de “la solución final”. Primero, tenía que persuadir a Ajashverosh, el rey, presentando un plan que beneficiara al rey y ocultar así su ánimo de venganza personal y su odio hacia Mordejai y su pueblo. Persuadir al rey no resultó muy difícil. Hamán le presentó un plan con “cero” costos operativos y a cambio de la orden ejecutiva del rey, Hamán le ofrecía una gran cantidad de dinero para el tesoro real: 10.000 “lingotes” (en hebreo: “panes”) de plata, que era un poco más que lo que se recaudaba de impuestos en un año, en todo el imperio persa (9.880 lingotes de plata por año).
Ahora bien, ¿cómo pensaba hacer Hamán para reclutar cientos de miles de soldados que encontraran y ejecutaran a cientos de miles de judíos, esparcidos por todo Imperio Persa, desde Turquía en el oeste, Etiopía al sur y la India al este?
Hamán diseñó un perverso plan que la Meguilá describe brevemente con dos palabritas: ושללם לבוז (“y sus pertenencias serán para despojo”) . El decreto de Hamán decía más o menos así: “El día 13 de Adar -un día elegido al “azar” (pur) por Hamán- le estará permitido a todos los ciudadanos del imperio matar a los judíos. Los agentes del orden no se opondrán y nadie será procesado. Y lo que es más: el que mate a un judío, se podrá quedar con su dinero, propiedades, valores, etc.” El plan de Hamán era “diabólicamente genial”. No había ninguna necesidad de distraer al ejército de sus obligaciones, ni de transportar a los judíos a campos de concentración para matarlos en cámaras de gas.
Nuestros Rabinos explican que no había escasez de voluntarios. Mucha gente, hasta aquellos que no odiaban a los judíos se peleaban entre sí para que cuando llegara el día indicado fueran los primeros en matar a los judíos y quedarse así con su dinero y sus bienes….
Si Hamán hubiera tenido éxito (y estuvo muy cerca!) hubiera sido el final de nuestro pueblo ח”ו….
Al final, con la ayuda de HaShem, como todos sabemos, la reina Ester y Mordejai pudieron revertir el perverso plan de Hamán, quien terminó pagando su maldad con su propia vida en la horca.
La Meguilá también nos ofrece un vistazo del perfil psicológico de Hamán. En el capítulo 5, versículo 13, cuando Hamán está en casa con su esposa, después de haber asistido como invitado de honor a una cena especial con el rey y la reina, y sin sospechar aún que Ester estaba diseñado un plan para contrarrestar el plan de él, hay un diálogo inusual, casi un monólogo, en el que Hamán hace una especie de catarsis de sus sentimientos. En primer lugar Hamán reconoce su inmenso poder, su increíble riqueza, su honor, etc. Y lo que sigue a continuación es sorprendente. Hamán, increíblemente admite lo siguiente: “Y todo esto [mi poder, mis riquezas, mi familia] no vale nada para mí, cuando veo a Mordejai el judío, sentado en la puerta de la corte real, no arrodillándose ante mí “].”
Hamán fue probablemente uno de los hombres más ricos y poderosos en la historia de la humanidad. Y, sin embargo, el hecho que una sola persona, Mordejai, no lo reverenciara, dejó al desnudo la increíble fragilidad del ego de este hombre tan poderoso. Hamán sufría de una altísima dosis de  arrogancia al nivel de megalomanía: la obsesión por el ejercicio del poder, especialmente por el dominio y el control de los demás.
La arrogancia destruye. Casi elimina a nuestro pueblo y al final llevó a Hamán a su propia perdición.



Un detalle importante y poco conocido de la historia de Purim

En muy pocos días -el sábado 11 de Marzo por la noche y el domingo 12- vamos a celebrar la fiesta de Purim.  Purim nos recuerda nuestro milagroso triunfo sobre el antisemitismo. Brevemente: el primer ministro del imperio persa, Hamán, emitió un decreto genocida en el que permitía y alentaba a cualquier persona del imperio que matara a un judío y a su familia, a quedarse con todos sus bienes y pertenencias.  Como todos sabemos, gracias a la intervención de Mordejai y Ester, y a la «invisible» ayuda de HaShem, el decreto fue revertido.
Los eventos de Purim no contienen fábulas ni metáforas, como algunos mitos de la antigüedad, y han sido registrados en el «Libro de Ester «, que leemos 2 veces durante Purim. Para comprender la dramática historia que este libro relata y la magnitud del milagro y del genocidio que se evitó, presentaré a continuación una breve reseña de la historia de Purim.
Después de salir de Egipto, los Yehudim vivimos por aproximadamente 800 años como pueblo soberano en la tierra de Israel.  En el año 586 antes de la era común (aec) el emperador de Babilonia, Nebujadnetsar conquistó y destruyó Yerushalayim (Jerusalem). Cientos de miles de judíos murieron de hambre, enfermedades o fueron asesinados; el Bet haMiqdash fue destruido y aproximadamente 70.000 judíos fueron tomados como cautivos y llevados a Babilonia.
En el año 539 aec, Ciro (llamado en hebreo Koresh) derrotó y conquistó al imperio babilonio, transformándose en el primer monarca del imperio Persa.
En el año 538 a.e.c. sucedió un gran milagro:  el Emperador Persa Ciro promulgó un edicto (הכרזת כורש) en el que invitaba y alentaba a todos los miembros del pueblo judío a regresar a Israel y reconstruir el Bet haMiqdash. Este gran evento está registrado en las últimas palabras del Tanaj (la Biblia hebrea).
Miles de judíos regresaron a Israel, liderados por Zerubabel y en al año 516 aec, luego de 70 años de exilio, tal como lo había profetizado Yirmiyahu,  comenzó la construcción del segundo Bet haMiqdash.
Con el tiempo la población judía de Israel siguió creciendo y en los tiempos de Purim, primera mitad del siglo V aec. vivían en Israel no menos de 50.000 judíos.
No todos los judíos regresaron a Israel.
¿Por qué? Tal como lamentablemente ocurre en nuestros días, aunque todos podían vivir en Israel,  la mayoría de los judíos seguía viviendo fuera de Israel. Vamos a tratar de entender cómo y por qué los Yehudim residían en un exilio voluntario.
Durante el reinado de Ajashverosh (484-465 aec) el imperio Persa se convirtió en el más grande que existió en la historia de la humanidad (se extendía desde la India hasta Etiopía). Esto les brindó a los judíos, que eran muy exitosos en el comercio, la oportunidad de establecer una red comercial internacional que resultó muy profitable.
Hay documentos y evidencias que los judíos se dispersaron por todos los confines del Imperio Persa y llegaron hasta lo que hoy en día es el límite entre India y China. Aprovechando que las rutas comerciales estaban protegidas contra los bandidos, montaron una red de intercambio comercial entre Indochina y occidente. Utilizando la recién inaugurada «ruta de la seda», también protegida por guardias imperiales, importaban seda y oro de la China y exportaban especias, colorantes, jade, lapislázuli y vidrio.   Hay un libro, lamentablemente muy desconocido peroabsolutamente fascinante («El octavo Día», The Eighth Day, por Samuel Kurinsky), que describe con lujo de detalles todas las empresas comerciales en las que se destacaban los judíos en los tiempos del imperio Persa.
Los judíos estaban, como lo confirmó Hamán (M. Ester 3:8) «diseminados entre todos los pueblo del imperio Persa», y esto también les permitió establecer una nueva industria en la cual también se destacaron: el crédito.  Un documento escrito (seguramente en hebreo) por un judío de Turquía podía ser cobrado en la India, al ser presentado a otro judío que vivía allí. Hay testimonios arqueológicos muy importantes sobre una familia judía de «banqueros» de esa época, los Murashu (ver aquí ).
Todos estos datos son  importantes para entender lo siguiente:
1. Dado el éxito de sus comercios, los Yehudim no regresaron a Israel. Aunque cabe destacar que apoyaban económicamente a Israel enviando permanentemente generosas donaciones para el Bet haMiqdash y para ayudar a los Yehudim que allí residían.
2.  Los judíos vivían esparcidos por todos los confines del enorme imperio Persa, incluyendo Turquía, Egipto, y 50.000 en Israel. De manera que NO había judíos viviendo fuera del imperio Persa.
3. Por lo tanto, como todos los Yehudim del mundo, vivían en el imperio Persa,  cuando Hamán emitió su decreto para eliminar a todos los judíos del imperio, estaba llamando a la destrucción de todos los judíos del mundo.
Vea aquí algunas 
HALAJOT DE LA LECTURA 
DE MEGUILAT ESTER



¿Qué se necesita saber para conocer a una persona?

אַשְׁרֵי שֹׁמְרֵי מִשְׁפָּט , זה מרדכי
עֹשֵׂה צְדָקָה בְכָל עֵת , שגדל יתומה בתוך ביתו
En uno de su mejores libros «Intelectuales» el famoso historiador Paul Johnson describe las ideas de grandes pensadores y filósofos como Voltaire,  Rousseau o Carl Marx. Johnson también escribe sobre la vida privada de estos intelectuales y demuestra su egoísmo, hipocresía, y cinismo. En realidad estos grandes ideólogos no vivían de acuerdo al altruismo que predicaban. Eso era para sus escritos, para sus lectores, para las masas. Todos afirmaban que buscaban el bien de la humanidad, pero en sus vidas privadas demostraron todo lo contrario.
Mordejai, uno de los principales protagonistas de Meguilat Ester, es uno de los heroes nacionales de Am Israel.  Fue, como escribimos, un gran líder politico y religioso en la ciudad de Shushán donde los judíos se habían comenzado a asimilar.  Pero, ¿qué sabemos de la vida personal de Mordejai?
Por un lado conocemos la prestigiosa ascendencia de Mordejai. De acuerdo al texto de la Meguilá (Peshat), Mordejai era descendiente de los exiliados de Yerushalayim alrededor del año 600 aec, en los tiempos del rey Yoyajín.  En este primer exilio, que ocurrió unos 15 años antes de la destrucción del Bet haMiqdash,  el Rey babilonio Nebujadnetsar se llevó a la aristocracias y a la nobleza de Yerushalayim.  Ente ellos al bisabuelo de Mordejai, Quish, de la tribu de Binyamín.
En su libro Leqaj Tob, el Rab Yom Tob Tsahalón nos abre los ojos a un detalle muy importante que nos enseña algo más de la vida privada de Mordejai: su carácter moral. La Meguilá nos cuenta que Mordejai adoptó a su sobrina Ester, huérfana de padre y madre, y la crió y la cuidó como su propia hija.
El Rab Tsahalón cita al Midrash que describe el enorme mérito de adoptar una criatura. Los Sabios analizan un versículo de Tehilim que dice: אשרי שמרי משפט עשה צדקה בכל עת , «Felices  aquellos que… hacen Tsedaqá a cada momento». Los sabios se preguntan: ¿Acaso es posible hacer Tsedaqá «literalmente» en todo momento? Y la respuesta es : Sí. Esto sucede cuando una  familia adopta a un niño o niña. En este caso, los padres adoptivos hacen Tsedaqá (especialmente  en el sentido de Jesed)  24 horas por día, todos los días (24/7).  En otras palabras, adoptar un hijo es un ejercicio de Jesed «insuperable».
Es interesante que algo parecido sabemos de Abraham Abinu.  El texto que describe la vida privada de Abraham Abinu es muy pobre en detalles. Excepto por un punto circunstancial pero revelador: Harán, el hermano de Abram, fallece y deja a su hijo Lot huérfano. Pero luego vemos que וילך אתו לוט , Lot forma parte de la familia de Abraham: Abraham adopta a Lot como su propio hijo.
Siguiendo esta idea, es como que todo lo que tenemos que saber para conocer el carácter bondadoso y altruista de Mordejai es que adoptó a Ester. Y lo mismo se podría decir de Abraham y Lot.
Es cierto que los seres humanos somos criaturas complejas y que no es fácil conocer a una persona por una sola acción. Pero hay excepciones, y creo que para los Sabios la adopción de una criatura es una de ellas.
Recuerdo que hace varios años atrás (20?) pasamos Pésaj con toda la familia en un hotel ubicado en Gush Qatif, que hoy lamentablemente es parte de Gaza… . El último día nos sentamos al lado de una familia bastante numerosa, con una particularidad que no podia pasar desapercibida. Tenían 3 niños con síndrome de Down. Mi esposa y yo nos asombramos del extraordinario trato que gozaban estos niños. En primer lugar, eran el centro de atención de toda la familia, los padres, los abuelos y los hermanos mayores. Todos les sonreían y les daban cariño.  Además, cada uno de estos niños estaba siendo atendido por una asistente personal -¡una asistente por niño!- que trabajaban para esta familia.  Y luego nos enteramos de lo más maravilloso: estos 3 niños ¡eran adoptados! Adoptados por una familia que ya tiene sus propios hijos, algunos de ellos casados. Por una familia que evidentemente tiene un buen pasar económico, pero que deciden invertir su dinero, su tiempo y su amor en no UNA sino a TRES criaturas con necesidades especiales y brindarles la mejor vida posible. Nunca más los vimos ni supimos cómo se llamaban, ni dónde vivían. Pero, ¿qué más hacía falta saber para conocer a estos «ángeles humanos»?
 
SHABBAT SHALOM  



El último judío de Shushán

איש יהודי היה בשושן הבירה
Nos estamos acercando a Purim, el día que celebramos la milagrosa salvación de nuestro pueblo en los tiempos del imperio Persa.  Celebraremos Purim, BH, el día sábado 11 de marzo por la noche, y el día domingo 12. La historia de Purim está narrada detalladamente en un maravilloso libro llamado «Meguilat Ester» que leemos dos veces durante Purim.
Todos los años trato de leer un nuevo libro que comenta la Meguilá. El año pasado me enfoqué en el libro del Rab Moshé Almosnino, «Yedé Moshé».  Este año uno de mis alumnos me obsequió la nueva edición del libro «Leqaj Tob», escrito por el Rab Yom Tob Tsahalón (ver aquí).  Una de las dos características especiales de este libro es que fue publicado por su autor cuando éste tenia sólo 17 años (sic!). Lo que significa que escribió este libro siendo un prodigioso joven adolescente.
El Rab Tsahalón nos ofrece un detalle bastante generoso de la personalidad de Mordejai cuando explica el pasuq איש יהודי היה בשושן הבירה  «Había un hombre judío en la ciudad capital de Shushán» (pag. 27-30 de la nueva edición) .
A continuación voy a explicar, con mis propias palabras, lo que el Rab dice sobre Mordejai.
1. Líder politico.  En primer lugar, Mordejai era el representante del pueblo judío ante el rey Ajashverosh, una misión delicadísima. Me explico: el imperio de Ajashverosh (486-465, antes de la era común) fue el más grande en la historia de la humanidad. Se extendía desde la India hasta Grecia y desde lo que hoy es el sur de Rusia hasta Etiopía. Había cientos de naciones en este gigantesco imperio. Y cada nación tenia su representante en la corte de Ajashverosh. Mordejai representaba a los judíos de TODO el imperio: cientos de miles (o más!). Los Yehudim, como veremos mas adelante, no estaban concentrados en una o dos ciudades, sino que por cuestiones comerciales, estaban esparcidos a lo largo de todo el imperio Persa.  Representar al pueblo judío probablemente incluía temas relacionados con impuestos, asuntos religiosos y temas de seguridad, que seguramente podían afectar la  vida o muerte de miles de Yehudim. Como si esto fuera poco, esta es la época en la que miles de judíos regresaban a Israel con Ezrá y Nejemiá para construir el segundo Bet haMiqdash. Y sufrían el acoso y el boicot político permanente de múltiples enemigos. De manera que «representar a Israel» incluía también representar a no menos de 50.000 Yehudim que vivían allí y estaban en plena reconstrucción de Yerushalayim y el Gran Templo. La responsabilidad de Mordejai era gigantesca.
2. Líder religioso.   Mordejai era también el líder religioso de los judíos de Shushán, que era que la capital del imperio Persa, como si fuera hoy en Estados Unidos Washington D.C. Mordejai tenía asignado un lugar oficial en Sha’ar haMelej, la Corte Real, donde se manejaban todos los asuntos de estado, políticos, financieros , judiciales, militares, etc. (y donde también se orquestaban las constantes conspiraciones contra el Rey). Mordejai trataba con los consejeros del Rey y toda la elite política de Shushán. Y todo esto mientras vivía una vida de estricta observancia judía. Como líder religioso, Mordejai era también el «darshán» de la comunidad judía de Shushán (דורש טוב לעמו), el orador, (hoy diríamos rabino) que enseñaba Torá y trataba de alejar a los judíos de la asimilación y de acercarlos a HaShem , etc.
3. El último judío de Shushán.  El Rab Tsahalón explica con una palabrita בעירו «en su ciudad» que a diferencia de los Yehudim que vivan en otras ciudades del imperio que eran observantes, los Yehudim que vivían en la capital estaban muy asimilados. El Rab cita al Midrash que dice que los Yehudim que acudieron a la fiesta que Ajashverosh organizó para los habitantes de Shushán no observaban el Kashrut. Y si bien no eran idolatras (o sea, no se convertían a otra religión), tampoco se oponían a su práctica. Por ejemplo,  si había una procesión de abodá zará (idolatría) y todos los habitantes de Shushán se arrodillaban en su honor,  los Yehudim de Shushán no tenían problema en participar activamente de este evento. En ese sentido, eran ya más «persas» que judíos…  El Rab Tsahalón explica que la expresión «»איש יהודי היה»  no debe ser entendida únicamente como «Había un hombre judío…» sino también como «Quedaba un solo hombre judío que no se había asimilado en la ciudad de Shushán.»   De no ser por Mordejai la asimilación hubiera terminado con los judíos cosmopolitas de la capital del imperio.
(Continuará…)



PURIM: Disfraces, Majatsit haShequel, etc.

לא יהיה כלי גבר על האשה ולא ילבש גבר שמלת אשה כי תועבת ה ‘ כל עושה אלה

Hoy, durante el dia de Purim, cumplimos con las siguientes 4 Mitsvot de Purim.

. Leemos la meguilá durante el día.

. Enviamos regalos de comida a nuestros amigos y conocidos, por lo menos 2 comidas a un amigo o conocido.

. Damos regalos a los pobres. Comidas para el banquete de Purim o su equivalente en dinero.

.Celebramos el banquete de Purim.

DISFRACES

En nuestros días, muchas personas acostumbran a disfrazase en Purim. Obviamente no hay ninguna mitsva o Minhag de disfrazarse. Es sólo una práctica popular que fue aceptada en muchas comunidades judías, especialmente en el caso de los niños. Sin embargo, debemos saber e informar a otros que no lo saben, sobre esta prohibición bíblica (cross-dressing), es decir, el uso de ropa o accesorios diseñados para el sexo opuesto, lo cual es una prohibición explícita de la Tora, (Deut. 22: 5): “Una mujer no debe usar ropa de hombre, ni el hombre vestirá ropa de mujer; porque HaShem tu Di-s aborrece a la persona que hace esto”. Explicaron nuestros rabinos que cuando un hombre se viste o se disfraza “para parecer una mujer”, vistiendo una falda o una peluca, o usando maquillaje, etc., o cuando una mujer se viste con ropa de hombre para parecer un hombre, están transgrediendo esta prohibición Bíblica.

Y si bien Muram (696:8) escribió la opinión del Rab de Mitnz acerca de al excepcionalidad de Purim, la gran mayoría de los Rabinos no está de acuerdo con esta lenidad y dicen que esta prohibición también se aplica durante Purim. El Rab Obadia Yosef z “l era muy estricto en este punto y aclaró que el travestismo se prohibe incluso cuando uno se disfraza del otro género “sólo por diversión “.

ZEJER LEMAJATSIT HASHEQUEL

En los tiempos de Bet haMiqdash cada hombre donaba medio Shequel (una moneda de plata) al Templo de Jerusalem  y con ese dinero se adquirían los animales que se ofrecieran como qorbanot en el Bet haMiqdash. De esta manera, cada Yehudí tenia parte en estos sacrificios. Cuando no hay Bet haMiqdash no existe la Mitsvá del medio shequel. Sin embargo se acostumbra a dar Tsedaqá en recuerdo al medio shequel. Esto se llama en hebreo ZEJER LEMAJATSIT HASHEQUEL. El valor de esa moneda era el equivalente  a 10 gramos de plata.  Y en muchas comunidades acostumbran a dar ese valor para Tsedaqá. Si bien el valor de la plata fluctúa permanentemente, en nuestra comunidad en Nueva York se estima el valor es alrededor de 7 dólares.  Hay quienes acostumbran a dar esta Tsedaqá por persona, otros por cada hombre de la familia mayor de 20 años, etc. Todas estas costumbres son validad.  Ese dinero de Tsedaqá se puede dar a instituciones de beneficencia, instituciones de estudio de Torá o directamente a los pobres.

Se acostumbra a dar el ZEJER LEMJATSIT HASHEQUEL antes de Purim. Pero si uno no lo hizo antes de Purim lo podrá dar también durante el mes de Adar.




MANOT UMATANOT: ¿Cómo celebramos Purim?

לעשות אותם ימי משתה ושמחה ומשלח מנות איש לרעהו ומתנות לאביונים
El día de Purim es un día de celebración y alegría por nuestra milagrosa salvación.   Esta alegría nos debe llevar principalmente a estar agradecidos a HaShem por habernos librado de la mano de nuestros enemigos.  Esto lo decimos explícitamente en la Tefila «al haNisim que agregamos a la Amidá y al Bircat haMazón  en el día de Purim.
Hay 3 Mitsvot a través de las cuales celebramos nuestra alegría. Una es mishté, el banquete de Purim, la otra es mishloaj manot, enviar regalos a nuestros amigos, y la tercera es matanot laebiyonim,  regalos a los pobres.
Vamos a comenzar explicando estas dos últimas dos Mitsvot
MISHLOAJ MANOT
Durante el día de Purim, jueves 24 de marzo, debemos enviar dos o más regalos a uno o más amigos. Estos «regalos» son muy específicos. No se regala ropa o joyas o flores, sino alimentos. Idealmente alimentos que se utilizarán durante el banquete de Purim. Así, cuando yo celebre mi banquete de Purim tendré en mi mesa comida o bebida que me fue enviada por mis amigos.Parte de la intención es saber que nuestros amigos pensaron en nosotros. Eso, obviamente, aumenta nuestra alegría, promueve la amistad entre familias y fortalece nuestra unidad como pueblo.  Es por eso que estos regalos no deben ser enviados de forma anónima.
Enviamos estos alimentos a nuestros amigos y también es una buena idea enviar a aquellos con quienes quizás tuvimos algún altercado o malentendido, demostrando así nuestra voluntad de reconciliación.
Se debe incluir al menos dos tipos diferentes de alimentos, generalmente una bebida y un producto horneado. Mishloaj manot no debe ser realizado antes de Purim o durante el miércoles a la noche. Las Manot deben ser entregadas durante el día de Purim, jueves 24 de Marzo.
En ciertas circunstancias, mishloaj manot podría ser una manera discreta de realizar matanot laebiyonim, enviar alimentos a los que lo necesitan, pero que se sentirían incómodos de pedir o incluso recibir «caridad» de los demás.
MATANOT LAEBYONIM
Matanot laebiyonim o «Presentes a las personas necesitadas». también consiste  en alimentos que se entregan a aquellos que no pueden permitirse celebrar y/o disfrutar del  banquete de Purim. La costumbre es dar dos porciones de comida a dos o más personas pobres. Esta Mitsvá se puede cumplir también dándole a dos personas necesitadas el equivalente monetario de dos comidas para cada uno.
En muchas comunidades, por ejemplo en mi comunidad Ohel David uShlomo, matanot laebiyonim se cumple dando el equivalente monetario de dos comidas a una organización benéfica , Sephardic Bikur Holim, que distribuye alimentos a los pobres durante el día de  Purim.
A diferencia de mishloaj manot , donde la intención es promover la amistad y la unidad, y por lo tanto, quien recibe debe saber quién es la persona que envió esos regalos, en el caso de los regalos para los pobres, el anonimato es una virtud. Debido a que la intención es ayudar a alguien que lo necesita a disfrutar de una buena comida y  celebrar Purim con alegría.
Cuando nuestros medios son limitados, nuestros Jajamim indicaron que debemos ser más generosos en dar a los pobres y necesitados, que en gastar para nuestro propio banquete de Purim.
Los rabinos también dijeron  «en medaqdeqim bema’ot Purim», lo que significa que, si bien en general, cuando damos Tsedaqá debemos estar atentos acerca de la credibilidad y la reputación del destinatario de nuestra caridad,  durante Purim, damos Tsedaqá «indiscriminadamente» a quien extienda su mano pidiendo ayuda.
Invitar a personas pobres y necesitadas a nuestro banquete de Purim es considerado un gran mérito. Los rabinos dicen «No hay mayor felicidad [para un Yehudí que la que siente al] alegrar los corazones y los espíritus de los pobres, los huérfanos y las viudas».



PURIM: Lectura de Meguilat Ester

La Mitsva más característica de Purim es leer o escuchar la lectura de Meguilat Ester.  Se lee Meguilat Ester dos veces durante Purim. La primera vez durante la noche y la segunda vez durante el día.

¿Quienes deben escuchar la lectura de Meguilat Ester?
Las mujeres están por lo general exentas de toda Mitsvá que se realiza sólo en un tiempo específico, (por ejemplo, el Tefilin o el Talit, ya que sólo se viste durante el día, o habitar en las Sukkot, que sólo ocurre durante esa festividad, etc.). Pero escuchar la Meguilá es una de las excepciones a esta regla. Nuestros Rabinos entendieron que esta obligación incumbe a las mujeres porque «ellas también tuvieron parte en este milagro», es decir  (I) se salvaron del inminente peligro de exterminio, y también porque (II) fue una mujer, la reina Ester, quién tuvo el papel más importante en la salvación de los Yehudim.
Los niños no están obligados a escuchar a Meguilat Ester, pero se espera que los niños asistan a la sinagoga durante Purim. Los padres, sin embargo, deben hacerse cargo que sus hijos pequeños no interrumpan la lectura de la Meguilá.
¿Se puede leer la Meguilá a través de un micrófono?  
De acuerdo al Rab Obadiá Yosef, z»l, (Yalqut Yosef, Mo’adim, p.287, 10-11) depende de la función del sistema de audio: si amplifica o reemplaza a la voz humana.
Si la lectura de la Meguilá se lleva a cabo, por ejemplo, en una Sinagoga grande, donde la Meguilá igual se podría escuchar sin un sistema de audio, pero se usa el sistema de audio para que la Meguila se escuche mejor, entonces no hay inconveniente. Ya que en este caso el sistema de audio se está usando como amplificador de la voz.
Pero, si por ejemplo la Meguilá se está leyendo en la Sinagoga, y fuera de la Sinagoga hay un recinto independiente donde algunas personas están escuchando la Meguilá a través de  speakers o parlantes,  y en ese recinto no se podría escuchar la Meguilá sin esos parlantes, entonces los que escuchan la Meguilá en ese recinto, no cumplen con su obligación, porque en función de ese recinto, los parlantes no están amplificando la voz, sino que la están reemplazando. Este segundo caso sería similar a escuchar la Meguilá a través de la radio, el celular, Skype, etc. y de acuerdo al Rab Yosef, aunque la transmisión sea en vivo, esa lectura de Meguilá no es válida.
(Es posible que alguna de estas consideraciones varíen de comunidad en comunidad. Consulte son su rabino)
Algunos detalles de la lectura de la Meguilá 
Cuando el  ba’al qoré , la persona que lee la Meguilá para toda la congregación, comienza la lectura todo el mundo debe escuchar con atención. Normalmente, toda la congregación sigue en silencio la lectura de la Meguilá desde un libro impreso o desde su propia Meguilá.
אין מדקדקים בקריאתה Debido a que la Meguilá es una Igeret (documento), en oposición a un «Sefer» (como Sefer Torá), si el lector comete un error en la lectura, técnicamente no es necesario corregirlo. Sin embargo, la costumbre general es que se debe corregir los errores de lectura, particularmente si estos errores afectan el significado de la palabra escrita.
קראה למפרע לא יצא  «Si uno lee la Meguilá en un orden diferente, la lectura no es válida». Esto significa que si una persona, por ejemplo, lee primero el versículo 2, y luego el versículo 1, no cumplió con su obligación. En términos prácticos esto quiere decir que si una persona llega tarde a la Sinagoga y ya se está leyendo, por ejemplo, el capítulo 4, no puede decir: «Voy a leer ahora desde el capítulo 4 hasta el final y luego, cuando todos terminen, voy a leer desde el principio hasta el capítulo 4 «.  Esa lectura no será válida. Uno tiene que escuchar o leer la Meguilá en orden, desde el principio hasta el final.



¿Por qué Mordejai no reverenció a Hamán?

El tercer capítulo del libro de Ester comienza con la designación de Hamán como primer ministro o jefe de gabinete del Imperio persa.  Ajashverosh dio la orden que todos los súbditos del Rey se arrodillaran ante Hamán.  Y todo el mundo lo hizo. Con excepción de un hombre: Mordejai. La reacción de Hamán fue tremenda. «Si el representante de los Yehudim, Mordejai, no se arrodilla ante mí, le voy a hacer pagar por su ofensa de la peor forma posible: No lo voy a matar sólo a él, dijo Hamán, eso sería poca cosa para satisfacer mi enorme sed de venganza. No voy a matar sólo a su familia, como hace la mafia. Para que mi venganza sea total, voy a hacer matar a todo su pueblo (Ester 3:6).  Como sabemos, milagrosamente, el plan de Hamán no prosperó.
Pero una pregunta que nos queda pendiente es ¿por qué Mordejai no se reverenció ante Hamán?  El libro de Ester no explica las razones de Mordejai (o las da por obvias). Y los rabinos del Midrash dieron muchas y variadas razones, que no vamos a cubrir en su totalidad.  Algunos Jajamim dijeron que los Dayanim, jueces judíos, de aquellos tiempos, criticaron la actitud de Mordejai, ya que por su accionar puso en peligro al pueblo judío (Yalkut Shimoni 953).   De cualquier manera, de acuerdo a la mayoría de los comentarios y siguiendo el peshat de Meguilat Ester, Mordejai actuó correctamente.
Veamos algunas de las muchas explicaciones que dieron los Sabios respecto a este gesto de Mordejai.
Una de las claves para entender la desobediencia de Mordejay es la palabra: «kore’im» (Ester 3: 2) «todo el mundo se arrodillaba y se inclinaba ante Hamán». En la Tora se aplica el verboleahishtajavot (inclinarse o hacer la reverencia) sobre todo en el contexto de inclinarse ante de HaShem. Pero también encontramos en la Torá que algunos de nuestros patriarcas se inclinaron ante otras personas, como expresión de respeto. Abraham se inclinó ante los Hititas, Ya’aqob ante Esav y Moshe ante Itró. Pero lo que nunca encontramos en el Tanaj es que alguien se haya arrodillado kore’a ante una persona. ya que arrodillarse (keria’) tiene una connotación exclusivamente religiosa, es un acto de devoción, no un saludo. Como decimos en  ‘Alenu leshabeaj, que los Yehdim sólo nos «arrodillamos y nos inclinamos»  (como hacemos hasta hoy en  día en el seder ha’abodá de Yom Kippur) ante HaShem. Y aspiramos a que llegue el día en que todo el mundo reconozca a HaShem, a través de este gesto (ki leja tijra’ kol berej).
Ahora podemos entender que Mordejai no le estaba negando el saludo p el respeto a Hamán. Hamán se creía un dios, como dice Rashí, o llevaba un ídolo colgando de su cuello, como dicen otros Sabios.  Y arrodillarse ante Hamán constituía un acto de idolatría.
Yo creo que podemos agregar algo más, que pocas veces se menciona al discutir los motivos de la negativa de Mordejai.  Alrededor de 120 años antes de estos hechos, cuando el primer grupo de Yehudim fue exiliado a Babel, había tres jóvenes judíos, Jananiyá, Mishael y ‘Azariyá que pasaron por algo parecido. La heroica historia de estos 3 jóvenes aparece en el libro de Daniel, capítulo3.  El emperador Babilónico Nebujadnetsar se disponía a inaugurar una gigantesca estatua de sí mismo, que sería objeto de culto en el imperio.   El libro de Daniel nos cuenta todos lo detalles de esa fastuosa ceremonia de inauguración. Y nos dice que el Emperador  dio la orden que al ingresar la estatua, la música comenzaría a sonar y en ese momento todos deberían postrarse a tierra, bajo pena de ser arrojados vivos al fuego (Daniel 3:6).  Había decenas de miles de personas presentes. Todos los dignatarios del imperio de Babel, los nobles etc.  Todos se arrodillaron como había ordenado el Rey, incluso aquellos que NO eran de Babilonia y profesaban otra religión u otro culto.  Los únicos que no se arrodillaron fueron tres jóvenes judíos, Jananiyá, Mishael y ‘Azariyá. Que fueron sentenciados a morir abrasados por el fuego, pero milagrosamente se salvaron (Daniel 3:25).
Mordejai era el líder del pueblo judío. Y no podía arrodillarse ante Hamán, sin importar las consecuencias. Mordejai siguió el ejemplo de Jananiyá, Mishael y ‘Azariyá. Y supuso que, al igual que Nebujadnetsar, el rey Ajashverosh ordenaría su ejecución (¡no la de TODO el pueblo judío!). Y estuvo dispuesto a sacrificar su vida, ‘al quiddush HaShem, para evitar profanar el nombre de HaShem, dando el ejemplo a todos los Yehudim, por generaciones.
Nuestros sabios afirman que los judíos del Imperio persa estaban en un profundo proceso de asimilación.  Lo que hizo Mordejai surtió un efecto de «shock» que conmovió a Am Israel, y  gracias a Mordejai, comenzó un proceso de teshubá que hizo volver al pueblo judío a reestablcer su pacto con HaShem.



Ajashverosh y los efectos devastadores del alcohol

En el último día de su gran fiesta, Ajashverosh está completamente borracho. En ese estado de ebriedad, y cuando ya no le quedaba nada más por ostentar, mandó a llamar a su esposa la reina Vashtí, que estaba celebrando su propia fiesta con las mujeres de Shushán.  Ajashverosh le dio la orden que venga a la sección de hombres «para exhibir su belleza ante todo el pueblo y los ministros». Vashtí se rehusó a cumplir con la orden del rey.
Cuando Ajashverosh se entera de que su esposa no va obedecer su orden explotó «dentro de sí mismo» («וחמתו בערה «בו).
El Rab Almosnino explica que esta palabra «dentro de sí» está aquí por una razón. Veamos….
Ajashverosh no exteriorizó su ira. En realidad se enojó consigo mismo, pero a la vista pública trató de restarle importancia a la desobediencia de Vastí.
¿Por qué?
El Rab Almosnino, basándose en el «peshat» (lectura literal, en oposición a Midrash) nos abre los ojos a un detalle muy importante.
Cuando Ajashverosh manda a buscar a Vashtí no lo hizo por intermedio de uno de sus sirvientes personales. En realidad, y la Meguila invierte todo un versículo (Cap. 1, Pasuq 10) en esta descripción, la intimó a presentarse ante él por intermedio de los Siete Oficiales Imperiales. En otras palabras, el llamado de Ajashverosh no fue «la cordial invitación de un marido a su mujer»,  fue -involuntariamente- un decreto de estado.
Ahora bien: las leyes en el imperio Persa eran muy pero muy estrictas. Y aunque fuese la reina, la esposa del rey, quien desobedeció una orden imperial, igual debía ser castigada  (si la hija presidente Obama cruza una luz roja, debe ser multada.¿Verdad? )
Y algo más. Importantísimo. Según vemos más adelante en el capítulo 8 de la Meguilá, los decretos imperiales en Persia, una vez anunciados oficialmente, no podían ser derogados ¡NI SIQUIERA POR EL PROPIO REY!. Incluso si estos decretos fueron realizados por error y/o bajo los efectos del alcohol!
Ahora entendemos la desesperación de Ajashverosh… El Rey se dio cuenta que cometió un gravísimo error cuando citó «oficialmente» a Vashtí a través de sus siete ministros! Ahora Vashtí desobedece la orden del Rey y, sin importar sus válidas razones, ahora debe pagar por esto. Ajashverosh quería a Vashtí. Y no tuvo la intención de perjudicarla…. pero ya no hay nada que hacer…
El Rey llama a sus asesores legales, y estos con mucha diplomacia le explican que no hay lo que hacer. Memuján, el Fiscal General del imperio explica que 1. (Pasuq 16) lo al hamelej lebado, ésta no fue una ofensa personal de la esposa a su marido. La desobediencia de Vashtí es ahora una delicada cuestión de estado.  2. (P. 17-18),  esta ofensa, si no se castiga de forma severa, puede crear un terrible precedente con devastadoras consecuencias para la estabilidad social del imperio  Y ofrece una salida decorosa para la reina (P.19):si no se la ejecuta ya, por lo menos, tiene que ser destronada.
Esta es la lectura que hace el Rab Almosnino de este episodio analizando con profundidad una sola palabrita  «bo«, «dentro de sí mismo». Para el Rab esto significa que Ajashverosh, se enfureció consigo mismo cuando se dio cuenta que su descomunal error le costaría la vida a Vashtí.
El Rab Almosnino explica que el lector de la Meguilá, cuando lee en el capítulo 3 y ve que Ajashverosh autoriza el decreto para eliminar al pueblo judío va a conectar estos puntos y va a decir: «Ya no hay nada que hacer. El decreto fue firmado oficialmente con el sello del Rey, y ahora, ni el mismo rey lo puede revertir, como ocurrió con Vashti». Esto nos ayudará a apreciar más y mejor la magnitud del milagro que HaShem hizo con nosotros (להראות את גודל הנס).
Y la lección final de este episodio de Meguilat Ester.
¿Qué fue lo que llevó al rey a cometer un error tan tonto, imprudente, y auto destructivo, que le causó tanto dolor y humillación a Ajashverosh y a su familia? Un error del cual luego se quiso arrepentir, pero ya no pudo, porque era demasiado tarde…
Purim es un día para celebrar, comer, beber y estar contentos. Pero también, indirectamente, nos recuerda que el abuso del alcohol nos puede llevar a cometer terribles errores involuntarios, con impredecibles consecuencias, y que no siempre se pueden revertir.
JODESH TOB!!!



ESTER 1:11.¿Qué era más importante para el rey, su imagen o su dinero?

להראות העמים והשרים את יופיה
Ayer comenzamos a analizar el carácter disfuncional del rey Ajashverosh y cómo sus problemas psicológicos afectaron las decisiones que casi llevan a la aniquilación del pueblo judío.
La inseguridad del rey Ajashverosh lo hacía necesitar del aplauso de los demás.   Y como sus recursos eran ilimitados, el rey decide invertir una fortuna en una enorme mega-fiesta que dura 187 días.
Es muy interesante que cuando la Meguilá explica por qué el rey Ajashverosh hizo su fiesta dice literalmente así: «para mostrar(בהראותו, mostrar, exhibir o hacer ver) su riqueza y la gloria de su esplendoroso reino». En otras palabras: esta fiesta no era un acto de caridad con los pobres. El rey no repartió «pan»; repartió exuberantes cantidades de vino. Es una fiesta que él hizo para sí mismo. Para ostentar y exhibir su grandeza y su riqueza.
El Rab Almosnino, un experto en musar (psicología judía del comportamiento humano) explica que hay dos elementos que pueden guiar la conducta de gobernantes o líderes disfuncionales: el dinero y la imagen (el ego). Para algunos políticos el dinero es prioridad número uno. Estas personas tratarán de alcanzar el poder sólo para acumular dinero, y estarán dispuestos aún a sacrificar su imagen con el fin de obtener más dinero.  Para otros líderes políticos, su imagen y su ego están por encima del dinero. Estas personas, a diferencia de las primeras, estarán dispuestas a sacrificar todo su dinero con el fin de alcanzar una imagen positiva, que los haga sentir bien consigo mismos. Ajashverosh, dice el Rab Almosnino, pertenecía a esta segunda categoría. Despilfarró una enorme fortuna con un solo fin en su mente:  mejorar su imagen a los ojos de todos sus súbditos.
¿Por qué es importante saber que para Ajashverosh era más importante su ego que su dinero?  Dice este Rab que cuando el lector llegue al punto más tenso de la historia de Purim, cuando el rey Ajashverosh autoriza a Hamán a eliminar  al pueblo judío, uno podría pensar que a lo mejor es posible sobornar a este Rey, ofrecerle más dinero del que le ofreció Hamán para que cancele ese terrible edicto.  Sin embargo, al entender que para este rey su ego es más importante que el dinero, nos daremos cuenta que tal opción no existía. No porque este rey sea muy honrado e insobornable.  Sino porque este rey, es tan inseguro que no puede dar marcha atrás en algo que ya decretó.
Las personas arrogantes, como explica el rab Abraham Twersky, sufren de falta de  autoestima.  Su inseguridad los lleva a la arrogancia, un acto inconsciente compensatorio.  Y la arrogancia es impide decir: «Me equivoqué». Reconocer un error es imposible para el arrogante justamente porque el arrogante es inseguro. Reconocer un error  equivaldría a reconocer que él no es tan grande y perfecto como quiere «mostrase». Admitir un error iría en contra de su disfraz psicológico de perfección, lo cual haría colapsar toda su farsa social.  Sólo la persona sabia , y humilde, es decir, una persona que tiene una sana dosis de autoestima es capaz de reconocer errores. Ya que no hay ningún ego inflado que se vaya a desinflar…. Para Ajashverosh no existe admitir errores. (Incluso vemos mucho más adelante, Ester 8:8, que el decreto original nunca es derogado: Mordejai y Ester tuvieron que convencer a Ajashverosh que firmara un nuevo decreto para que los judíos pudieran defenderse!)
Algo más: al final de la fiesta el rey quiso seguir «mostrando» más. Y una vez que ya había «mostrado» todas sus riquezas su vino, sus copas de oro, su jardín, etc. sólo le quedó una cosa por «mostrar». A su bella esposa Vashti.   La Meguilá (1:11) lo dice explícitamente, utilizando el mismo verbo que antes : להראות, «Para «mostrar» a la reina Vashti a los súbditos del reino y a los ministros, porque era muy bella». Los Jajamim explican que Ajashverosh pretendía «mostrar» a su esposa sin ropa, y esta obviamente se negó.
Todo esto, como explicaremos mañana, terminó muy mal para Ajashverosh.
El mensaje es muy claro y muy fuerte. La ostentación lleva la autodestrucción. Este rey infinitamente rico, pero miserablemente inseguro y arrogante, no puede controlar su impulsos exhibicionistas. Y al final de la fiesta, en la que tanto invirtió para aumentar su ego, termina deshonrado y humillado por todos (היה אחשורוש שחוק לכל העולם).

 




ESTER 1:5. La peligrosa vulnerabilidad de Ajashverosh

ובמלאת הימים האלה עשה המלך לכל העם
En los próximos días vamos concentrarnos en el Rey Ajashverosh, que no era un dechado de virtudes, y veremos qué importancia tiene conocer su perfil psicológico 1. para entender mejor cómo se desarrolla la historia de Meguilat Ester y 2. para nuestra propia educación moral.
El primer capítulo la Meguilá describe dos grandes fiestas, una primera celebración que duró 180 días, y la segunda, que duró siete días.  En esta segunda fiesta el emperador Persa demostró toda su bondad repartiendo vino gratis y sin límite por una semana, a todo el pueblo de Shushán. Darle cosas gratis al pueblo fue, y sigue siendo hasta el día de hoy, la forma favorita de los líderes demagogos y populistas para acrecentar su popularidad.
Pero Ajashverosh tenía necesidades personales y emocionales más profundas, que lo llevaban actuar de la manera que actuaba.
Para descubrir el perfil psicológico de Ajashverosh no hay mejor comentario que el del Rab Moshé Almosnino (1515-1580) . El Rab Almosnino escribió un maravilloso libro «Yede Moshé» donde de manera similar a la que un psicoanalista estudia el perfil de su paciente a partir de las sesiones de terapia, el rabino Almosnino examina la personalidad de Ajashverosh a partir de un profundo «psicoanálisis» del texto de la Meguilá (Es importante aclarar que siguiendo una tradición muy arraigada de los Jajamim Sefaradim, el rab Almosnino también analizaba el Peshat del texto, independientemente del Midrash).
Voy a resumir sus palabras:
El rey Ajashverosh era un gran militar, un gran estratega y un eximió «conquistador».  Pero a diferencia de Ciro o Dario, que además de ser grandes combatientes eran también grandes y admirados gobernantes, el Rey Ajashverosh no tenía muchas virtudes como monarca. Y cuando no estaba en el campo de batalla, enfundando una espada y matando despiadadamente al enemigo, no sabía cómo actuar. La principal ambición de este gran «conquistador de tierras» era poder «conquistar» a su pueblo.  Y en esta empresa no tenía mucho éxito. Y es por eso que fuera del campo de batalla, el gran Ajashverosh era un individuo muy inseguro.
Dice el rab Almosnino que «El rey hizo una fiesta para todos sus sujetos», porque el Rey se volvió complaciente. Era tanta su desesperación de ser querido, amado y admirado por todos (para sentirse bien consigo mismo) que estaba dispuesto a tirar la casa por la ventana para lograrlo.
¿Por qué es importante saber esto? se pregunta el Rab almosnino. Y explica que la Meguilá aquí me anticipa que este Rey inseguro no tomará decisiones que serán necesariamente buenas para su imperio o sus súbditos. Las decisiones que este monarca tomará estarán basadas en satisfacer su necesidad de ser querido por su pueblo y especialmente por sus más cercanos consejeros, que eran los que más lo adulaban.
Esta debilidad psicológica del rey será aprovechada al máximo por sus consejeros y asesores. Los maquiavélicos asesores del rey, buscando siempre su beneficio propio, sabían que un rey que no goza de una sana dosis de autoestima, es una presa fácil para sus maniobras. Sólo tienen que alabarlo lo suficiente para que el rey se haga emocionalmente dependiente de su aprobación y acceda a sus pedidos. Y quien mejor supo aprovechar esta vulnerabilidad del rey fue el malvado Hamán.
La Meguilá nos cuenta con detalle la manera que Hamán presenta su plan para eliminar a los judíos. Para Hamán se trataba de ejecutar una mega-venganza personal contra Mordejai. Pero Hamán describe su plan no en relación con su propio interés, sino con el interés del rey y su beneficio personal. «Estas personas [los judíos] no siguen tus órdenes … No es del interés del Rey que esta gente siga viva «.  Ajashverosh decidirá hacer todo lo que favorezca su imagen, y viceversa. Es por eso que el rey no averigua de qué pueblo se trata, qué beneficios o perjuicios traerá esta decisión para su imperio, etc. Increíblemente acepta la petición de Hamán, sin cuestionamientos, para complacer así su consejero favorito y principal adulador. Por otro lado, Hamán, muy inteligentemente, no revela el nombre del pueblo que él quiere eliminar. Hamán le sugiere al rey deshacerse de «un pueblo» anónimo, «lejano», desconocido y principalmente desobediente. Como si esta decisión no fuera a perjudicar en absoluto la imagen de Ajashverosh. Todo lo contrario.
Un rey con infinito poder sobre la vida de sus súbditos, que sufre de tantas vulnerabilidades psicológicas es una peligrosa bomba de tiempo. Y los yehudim estuvimos a punto de ser las principales víctimas de este fenómeno.
Mañana BH vamos a ver cómo la inseguridad de Ajashverosh lo hizo caer en la ostentación.