Cuando todos éramos persas
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Shabbat Sheqalim
En la época del Bet haMiqdash, el Templo de Jerusalem, se ofrecían sacrificios comunales diarios (qorbanot) en representación de todo el pueblo judío. Esta representación no era solo teórica y no dependía únicamente de la intención correcta de quienes estaban a cargo de realizar los sacrificios: los Kohanim. El protagonismo del pueblo se establecía de una manera muy práctica: cada año en el mes de Adar se recolectaba un impuesto especial: majatsit hasheqel o «medio sheqel», con un monto fijo, el mismo para pobres y para ricos. El dinero recolectado en esta colecta nacional se utilizaba para comprar los animales para los qorbanot. Los sacrificios comunales diarios y los sacrificios de los diferentes musafim (Shabat, Rosh Jodesh, festividades) se compraban con el dinero de estos sheqalim. De esta manera todos tenían una representación igualitaria en la ofrenda de los sacrificios.
El medio sheqel se recolectaba durante el mes de Adar, porque el año fiscal del Templo comenzaba en el mes siguiente: Nisán.
El dinero recolectado de los sheqalim también se utilizaba para el mantenimiento y los gastos generales del Templo. Pero no para su construcción. Como leímos en la Parashá Terumá, los fondos para construir el Mishkán (el Santuario en el desierto) y más tarde, para construir el Bet haMiqdash se recolectaba de donaciones voluntarias. En otras palabras, las finanzas del Templo dependían de un sistema de donaciones combinado con un impuesto fijo (una especie de cuota de membresía) que se recolectaba en el mes de Adar.
Y dado que todos los individuos aportaban la misma cantidad, la recolección de los sheqalim (plural de sheqel) también servía como un censo demográfico anual.
Hoy en día para recrdar la recolección de los sheqalim:
- Leemos la perashat sheqalim un Shabat antes de Rosh Jodesh Adar (o Adar II) y
- Damos una donación fija y plana, solo como un acto simbólico, para recordarnos del machatzit hasheqel.
En nuestra comunidad en Great Neck se sugiere que se done un valor de 8 dólares por hombre adulto. Este dinero puede ser destinado para cualquier obra de caridad, beneficencia, mantenimiento de sinagogas , educación judía etc.
En muchas comunidades se acostumbra a recolectar estas donaciones durante el ayuno de Esther (21 de marzo).
Es importante recalcar que no estamos donando el «medio shequel real», algo que Dios mediante lo podremos hacer muy pronto una vez que tengamos el Bet HaMiqdash, sino que es ZEJER LEMJATSIT HASEQUEL, «en recuerdo» del medio shequel.
Esta es la imagen de la moneda del medio sheqel de la época del Segundo Templo (aproximadamente, año 50-60 de la era común) En el lado izquierdo se puede leer en fuentes hebreas antiguas: sheqel Israel. En el lado derecho Yerushalaim haquedoshá (Jerusalén, la Santa).
PURIM: Unidos, triunfamos y triunfaremos
נקהלו ועמוד על נפשם
El 13 de Adar del año 474 a. C., en el año doce de Jerjes, el reinado del rey Ajashverosh, fue probablemente el día más crucial en la historia judía. En ese día, se llevaría a cabo el decreto de Hamán. El edicto real indicaba que “quien matara a un judío en todo el Imperio Persa no sería procesado por ningún delito y podría quedarse con las posesiones de la víctima”. La policía imperial no intervendría. Los encargados de hacer cumplir la ley permitirían “zonas libres” para que estos delitos ocurran sin su interferencia. Gracias a esta impunidad legal y al irresistible incentivo económico de los ejecutores, este decreto habría significado el fin del pueblo judío.
Pero providencialmente, y gracias a la audaz actuación de la reina Ester, se evitó la sentencia del exterminio colectivo. El rey Ajashverosh, esta vez instado por Mordejai y Ester, firmó un segundo decreto. Este decreto no podía cancelar el anterior porque los edictos del Rey no podían suspenderse, revocarse o modificarse de acuerdo con las leyes del Imperio Persa. El segundo decreto, por tanto, permitía a los judíos portar armas, contraatacar y defenderse. Sin consecuencias legales si mataban a alguien en el proceso. También en este caso la policía y el ejército persa se mantendrían al margen del conflicto.
La pregunta era: ¿cómo se desarrollaron los acontecimientos cuando llegó el 13 de Adar? ¿Cómo nos defendimos? Nuestros enemigos probablemente eran más numerosos que nosotros y probablemente estaban mejor armados y entrenados en la violencia. ¿Cómo logramos contraatacar? La Meguilá dice claramente נקהלו ועמוד על נפשם “Los judíos del imperio se unieron y defendieron sus vidas”. Todos los judíos del Imperio Persa se unieron y colaboraron para luchar contra el enemigo. Nos dimos cuenta de que aunque no éramos más fuertes, estábamos más organizados que el enemigo, y así pudimos vencerlo.
Imagínense un pueblo en Turquía con 1.000 judíos y a pocos kilómetros, un pueblo en la frontera con Siria con sólo 10 judíos, que habrían sido un blanco fácil para los enemigos antisemitas. Normalmente, no había colaboración entre las dos comunidades judías. Pero en Purim, decidimos unirnos נקהלו y defendernos unos a otros: la comunidad en Turquía envió una delegación de 100 judíos armados para defender a sus 10 hermanos en la ciudad siria. Nos dimos cuenta de que si nos uníamos y nos ayudábamos, podíamos vencer al enemigo antisemita, y eso fue lo que pasó. Las comunidades judías de todo el mundo se movilizaron y enviaron protección, alimentos y recursos a otras comunidades que no eran tan fuertes. Todas las comunidades judías del mundo actuaron, quizás por primera vez, como una sola comunidad. De ahí el énfasis de la Meguilá en la palabra “ve’niqhalu”, los judíos actuaron y colaboraron unos con otros como un ‘qahal’, es decir, como una misma congregación.
Es por eso que en el día de Purim, todas las mitsvot que hacemos giran en torno a la idea de “niqhalu”. Damos dinero a los pobres recordándonos que, tal como lo hicimos en el pasado, debemos seguir ayudando y colaborando con nuestros hermanos judíos de menos recursos. Y por otro lado, intercambiamos regalos, tal vez representando la gratitud a nuestros hermanos judíos por habernos ayudado en el pasado y recordando que a pesar de nuestras posibles divisiones, cuando estamos en una situación difícil, podemos confiar y contar con la fraternidad de unos con los otros.
Inspirado en el Dibre Tora de mis hijos en el Family Chat de ayer
PURIM: ¿Alcohol o Jesed?
BEBER CON MODERACIÓN
Una mitsvá importante que celebramos el día de Purim es la mishté, la comida de celebración de Purim. Hoy, martes 7 de marzo, a media tarde participaremos en una comida festiva o se’udat Purim. En este banquete, cantamos, nos regocijamos y transmitimos nuestra gratitud a Dios por habernos salvado del decreto de Hamán. Es tradicional servir vino en este banquete (MT Meguilá 2:15) y así “brindar” por nuestra salvación. Consumir un poco más de alcohol de lo habitual está bien, pero aún así debemos beber con moderación. Así, el Rosh (1250-1320) escribió en su libro “Orjot Hayim”, “[Aunque se sirve alcohol durante el banquete de Purim], no debemos emborracharnos porque emborracharse es una grave prohibición. En realidad, ¡no existe una transgresión mayor! Ya que la embriaguez lleva a una persona a actuar de manera promiscua e incluso podría causar que una persona [involuntariamente] mate a otra persona (como accidentes automovilísticos fatales que a veces son producto de la embriaguez. Y.B) o cometa otras transgresiones similares [graves]”.
EL DR. MAIMÓNIDES EXPLICA LA BORRACHERA
Maimónides (1135-1204) aclara que la medida del consumo de alcohol en Purim es וירדם בשכרות “hasta que uno se sienta somnoliento por los efectos del alcohol”. El alcohol con moderación hace que uno se sienta adormecido, ya que es un relajante muscular con efectos sedantes. Maimónides aclara en otro contexto que beber alcohol en exceso, como forma de estimular la embriaguez, es una conducta inapropiada, y sus efectos pueden causar el pecado más grave en el judaísmo: “Jilul Hashem” (profanación del nombre de Dios). En Mishne Tora De’ot 5: 2, escribe: “Kol hamishtaker… emborracharse es un pecado deplorable y hace que una persona pierda su sabiduría. Y si [un erudito de la Torá] se emborracha frente a otras personas (‘am ha’arets), ha profanado el nombre de Dios (חלל את השם)”.
LA FELICIDAD COMO RESULTADO DEL JESED
Nosotros, el pueblo judío, debemos sentirnos los seres humanos más privilegiados del mundo por haber sido elegidos por Hashem y por tener la oportunidad de estar más cerca de Él estudiando Su Torá y haciendo Su voluntad. En Purim también celebramos que Hashem, cumpliendo Su promesa de que nunca permtirá que el pueblo judío desaparezca nos libró de un gran peligro. Nuestra felicidad debe provenir de esta conciencia, no del alcohol. Pero, ¿qué pasa si aún no estamos en ese nivel espiritual/intelectual y necesitamos algún estímulo externo para ser más felices? ¿Qué podemos hacer para estimular nuestra alegría en Purim? Maimónides explica que la felicidad de uno aumenta cuando hacemos algo por los demás y cuando compartimos lo que tenemos con los que tienen menos. En MT Megila 2:17, aclara cómo podemos ser más felices en Purim: “No hay felicidad más grande y más sincera que hacer felices a los necesitados, los huérfanos, las viudas y los extranjeros. [Porque] la persona que ayuda a otras personas siente la felicidad de imitar las acciones de Hashem [middame bashejina] como está escrito, “porque Hashem… revive el espíritu de los pobres y el corazón de los oprimidos” (Yesha’ayahu 57: 15).
ADVERTENCIA
Purim no debe usarse como excusa para beber en exceso, declara el rabino Weinreb, un líder de la comunidad judía ortodoxa en los Estados Unidos. “En estos días, en los que muchos de nuestros jóvenes son propensos a experimentar con drogas o alcohol, debemos advertir sobre los peligros del abuso del alcohol, especialmente en Purim… No se nos ordena emborracharnos y perder la cabeza; más bien, se nos pide que seamos felices de una manera que aumente nuestra gratitud y amor a HaShem, en agradecimiento por los milagros que Él realizó por todos nosotros”.
Purim y la Shoah
Hoy a la noche celebramos Purim
לעשות אותם ימי משתה ושמחה ומשלח מנות איש לרעהו ומתנות לאביונים
Purim es una fiesta dedicada a expresar nuestra alegría, agradeciendo a HaShem por nuestra milagrosa salvación de un inminente genocidio planeado por nuestros enemigos.
Hay 4 Mitsvot que realizamos en Purim para manifestar nuestra alegría.
1. Meguilat Ester, la lectura pública de la historia de Purim.
2. Mishloaj Manot, regalos a nuestros amigos.
3. Matanot laEbiyonim, ayuda a los pobres.
4. Seudá, el banquete de Purim.
MEGUILAT ESTER
La Meguilá se lee dos veces durante Purim. La primera vez esta noche lues 6 de Marzo y la segunda vez durante el día de mañana, martes 7 de Marzo. Las mujeres, que suelen estar exentas de todas las Mitsvot realizadas en un momento específico, tienen que participar en la lectura de Megillat Ester. ¿Por qué? Porque las mujeres judías fueron parte de este milagro. Es decir (I) se salvaron del peligro inminente del exterminio, y (II) fue una mujer, la Reina Ester, quien tuvo el papel más importante en la salvación de los judíos. No es obligatorio que los niños escuchen a Meguilat Ester, pero se espera que asistan a la sinagoga durante Purim y participen. Los padres, sin embargo, deben tener cuidado de que los niños pequeños no perturben la lectura de la Meguilá.
MISHLOAJ MANOT
Durante el día de Purim, martes, enviamos dos o más regalos a uno o más amigos. Estos «regalos» consisten en productos comestibles. Ropa o joyas o flores no se consideran Mishloaj Manot. Sólo alimentos y bebidas que pueden usarse durante el banquete de Purim. Así, al celebrar el banquete de Purim, uno tendrá en su mesa la comida o bebida que le dieron sus amigos. Saber que nuestros amigos pensaron en nosotros obviamente aumenta nuestra alegría; promueve la amistad entre las familias y fortalece la armonía con nuestros amigos. Es por eso que estos regalos no deben ser enviados de forma anónima.Debemos incluir al menos dos tipos diferentes de alimentos, generalmente una bebida y un producto horneado. El Mishloaj Manot NO debe ser entregado antes de Purim o durante la noche de Purim, sino durante el día de Purim.
MATANOT LAEBIONIM
Matanot laebiyonim o «regalos o ayuda para personas necesitadas», también consiste en enviar alimentos a aquellos que necesitan para celebrar y disfrutar del banquete de Purim. Se regalan dos alimentos preparados o productos alimenticios y una bebida, a dos o más personas. Este Mitsva también se puede cumplir dando a dos personas necesitadas el equivalente monetario de dos comidas. A diferencia de mishloaj manot, donde la intención es promover la amistad y la unidad, y por lo tanto, la persona que recibe los regalos debe saber quién le envió esos regalos, en el caso de la ayuda para los pobres, el anonimato es una virtud. Porque la intención de esta Mitsva es ayudar a aquellos que no tienen los medios para disfrutar de una buena comida festiva, para celebrar a Purim con alegría. Cuando nuestros medios son limitados, nuestros Rabinos indicaron que debemos ser más generosos en dar a los pobres y necesitados que en gastar para nuestro propio banquete de Purim.
SEUDAT PURIM
Otra Mitsva importante que celebramos en Purim es el Mishté o comida de celebración. Mañana viernes participamos en una comida festiva o Se’udat Purim. En este banquete, cantamos, nos regocijamos y expresamos nuestra gratitud a HaShem por habernos salvado del decreto de Haman. Es también costumbre servir vino en este banquete (MT Megilla 2:15) y estar contentos y agradecidos por nuestra liberación. Deberíamos beber un poco más de lo habitual, pero con moderación y sin arriesgarnos a la intoxicación o la embriaguez (Ver este artículo en hebreo sobre el tema escrito por el Gran Rabino Sefardí de Israel, el rabino Ytshaq Yosef, Shelita). Invitar a las personas que no tienen los medios para celebrar la comida de Purim se considera el mérito más grande de Purim. Los rabinos dicen: «No hay mayor felicidad [para un judío que la alegría que se siente] cuando uno alegra los corazones y los espíritus de los pobres, de los huérfanos y de las viudas”.
PURIM SAMEAJ
NUEVO ARTICULO (en hebreo)
Las tradiciones y costumbres de Purim en las comunidades judías de Aleppo, Siria
Escrito por el Rab Shelomó Ezrá Antebi Sacca נ»י, a quien felicitamos por su trabajo investigativo, y enviamos nuestro agradecimiento por permitir su publicación en este medio
CLASE SOBRE PURIM Y MEGUILAT ESTER
Purim y el genocidio que no fue
En pocos días celebraremos la festividad de Purim, recordando una vez más que hace unos 2500 años HaShem nos salvó del exterminio total. En varias ocasiones, los judíos estuvimos amenazados por diferentes pueblos, como si estas amenazas o condenas fueran algo esperable, común y que no merece ser cuestionado. Sin embargo, lo que caracterizó al evento de Purim fue que en ese momento TODOS LOS JUDIOS DEL MUNDO vivíamos bajo un mismo “techo”: el imperio persa. En el año 475 antes de la era común, Hamán, el primer ministro del Imperio Persa y mano derecha del emperador persa Ajashverosh (Xerxes o Jerjes), emitió un decreto real que ordenaba asesinar a todos los judíos del Imperio, prometiendo a aquellos que participaran de las masacres quedarse con todos los bienes de los judíos. Hubiera sido, Dios libre, el primer Holocausto. Aclaro que nunca uso esta palabra «Holocausto» con ligereza. Y reitero que a diferencia de 1940, en los tiempos de Ajashverosh, TODOS los judíos del mundo vivían en el mismo Imperio. Purim, entonces, iba a ser la «solución final» con la que todo antisemita soñó. Como se puede apreciar en el mapa, el imperio persa (en color verde) incluía, entre otros países, Egipto, Turquía y también Yehudá o Yerushalayim, donde en ese momento vivían unos 50.000 judíos. De hecho, no había judíos fuera del imperio persa. En ese sentido, el pueblo judío nunca estuvo tan cerca de ser completamente eliminado. Es importante conocer este dato histórico para comprender la magnitud del milagro de Purim.
¿CUÁNDO TODOS LOS JUDÍOS FUIMOS PERSAS? Pero, ¿cuándo y cómo llegamos a convertirnos en ciudadanos del Imperio Persa? Después de salir de Egipto, los Yehudim vivimos por aproximadamente 800 años como pueblo soberano en la Tierra de Israel. En el año 586 a.e.c., el emperador de Babilonia, Nebujadnetsar, conquistó Yerushalayim. Cientos de miles de judíos fueron asesinados o murieron de hambre o enfermedades. El Bet haMiqdash, o Gran Templo de Jerusalén, fue destruido y más de 50.000 judíos fueron tomados como cautivos y llevados a Babilonia. En el año 539 a.e.c., Ciro (llamado en hebreo Koresh) derrotó y conquistó el imperio babilonio y se proclamó como el primer emperador del Imperio Persa. En el año 538 a.e.c. ocurrió un enorme milagro: el Emperador Persa, inspirado por Dios, como él mismo lo admitió, invitó al pueblo judío a regresar a Yerushalayim y reconstruir el Bet haMiqdash. Este gran evento está registrado en las últimas palabras del Tanaj, la Biblia hebrea (ver abajo). Miles de judíos llegaron a Israel liderados por Zerubabel y en al año 516 a.e.c, luego de 70 años de exilio, tal como lo había profetizado Yirmiyahu, comenzó la reconstrucción del segundo Bet haMiqdash. Con el tiempo la población judía de Israel siguió creciendo y en los tiempos de Purim, en la primera mitad del siglo V a.e.c. vivían en Israel no menos de 50.000 judíos.
El impuesto del medio Shequel
ZEJER LEMAJATSIT HASHEQUEL
En los tiempos de Bet haMiqdash cada hombre donaba medio Shequel (una moneda de plata) al Templo de Jerusalem y con ese dinero se adquirían los animales que se ofrecieran como qorbanot en el Bet haMiqdash. De esta manera, cada Yehudí tenia parte en estos sacrificios. Cuando no hay Bet haMiqdash no existe la Mitsvá del medio shequel. Sin embargo se acostumbra a dar Tsedaqá en recuerdo al medio shequel. Esto se llama en hebreo ZEJER LEMAJATSIT HASHEQUEL. El valor de esa moneda era el equivalente a 10 gramos de plata. Y en muchas comunidades acostumbran a dar ese valor para Tsedaqá. Si bien el valor de la plata fluctúa permanentemente, en nuestra comunidad en Nueva York se estima que el valor aproximado de 10 gramos de plata en Febrero de 2021 es alrededor de 9 dólares. Hay quienes acostumbran a dar esta Tsedaqá por persona, otros por cada hombre de la familia mayor de 20 años, etc. Todas estas costumbres son válidas. Ese dinero de Tsedaqá se puede dar a instituciones de beneficencia, instituciones de estudio de Torá o directamente a los pobres.
Se acostumbra a dar el ZEJER LEMJATSIT HASHEQUEL antes de Purim, durante Ta’anit Ester. Pero si uno no lo hizo antes de Purim lo podrá dar también durante el mes de Adar.
PURIM: La diferencia entre estar alegre y emborracharse
Una de las Mitsvot que celebramos en Purim es el Mishté, esto es, comida o banquete. Durante el día de Purim, este proximo martes 10 de marzo a media tarde, participaremos de una comida festiva o Se’udat Purim. En este banquete cantamos, nos alegramos y expresamos nuestra gratitud a HaShem por habernos salvado de un seguro genocidio. Se acostumbra a celebrar con vino (MT Megilla 2:15) “brindando” por nuestra salvación. En este banquete se acostumbra a servir alcohol, pero se espera que uno beba con moderación.
ABUSO de ALCOHOL y PURIM
Así escribe el Rosh (1250-1320) en su libro «Orjot Hayim». «[Aunque se sirve alcohol durante el banquete de Purim] no debemos emborracharnos, porque si un o se emborracha está cometiendo una una prohibición muy seria. Y en realidad es difícil concebir una transgresión mayor, ya que la embriaguez hace que una persona actúe con promiscuidad o imprudencia, pudiendo incluso causar involuntariamente la muerte de otra persona [las palabras del Rosh en nuestros días deben recordarnos que muchos accidentes automovilísticos fatales son el resultado de la embriaguez. Y.B] u otros incidentes serios similares.»
LA DIFERENCIA ENTE BRINDAR y EMBORRACHARSE
Maimonides (1135-1204) aclara que la medida del consumo de alcohol en Purim es וירדם בשכרות «hasta que uno se sienta somnoliento por los efectos del alcohol». El alcohol en moderación hace que uno se sienta adormecido, y relajado, ya que el alcohol es un relajante muscular y tiene efectos sedativos. Pero Maimónides aclara, aunque en un contexto diferente que beber alcohol en exceso, embriagarse, se considera un comportamiento inapropiado y también dice algo similar a lo que menciona el Rosh, que los efectos del alcohol pueden causar el pecado más grave en el judaísmo: «Jilul HaShem» , las profanación del nombre de Dios. En Mishne Tora De’ot 5: 2 escribe: «kol hamishtaker … emborracharse es un pecado, y un acto deplorable, ya que hace que una persona pierda su sabiduría. Si un estudioso de Torá se emborracha frente a otras personas (‘am ha’ arets), ha profanado el nombre de Dios (חלל את השם). Nosotros, el pueblo judío, debemos sentirnos felices por el privilegio que el Creador nos eligió para cumplir una misión: ser la luz para las naciones, dar el ejemplo de moralidad, integridad y cercanía con Dios. En Purim, además, nuestra alegría llegar desde un sentimiento de gratitud. Reconociendo que HaShem, cumpliendo su promesa de que nunca dejará que el pueblo judío desaparezca, nos libró de un gran peligro. Nuestra felicidad debe proceder de esta conciencia, no del alcohol.
LA FUENTE REAL DE LA FELICIDAD
Maimónides también explica que nuestra felicidad personal aumenta cuando hacemos algo por los demás, especialmente cuando compartimos lo que tenemos con aquellos que tienen menos. En MT Meguilá 2:17, Maimónides aclara cómo estar felices en Purim: “No hay felicidad más grande y más sincera que hacer felices a los necesitados, a los huérfanos, a las viudas y a los extranjeros. [Porque] la persona que ayuda a otras personas siente la felicidad de imitar las acciones de HaShem [middame bashejina] como está escrito «porque HaShem … revive el espíritu de los pobres y el corazón de los oprimidos» (Yesha’ayahu 57:15 ).
PURIM, COMO EXCUSA
Purim no debe utilizarse como una excusa para permitirse beber en exceso. «En estos días», declara el rabino Weinreb, un destacado líder rabínico en los Estados Unidos, «cuando muchos de nuestros jóvenes son tentados a experimentar con drogas o alcohol, debemos advertir contra los peligros del abuso del alcohol, especialmente en Purim … ya que no se nos ordenó que nos emborracháramos y perdiéramos la cabeza … más bien, se espera que brindemos con felicidad de manera que seamos meas conscientes de nuestra gratitud y amor a HaShem, por los milagros que hizo con todos nosotros «.