QORBAN PESAJ y la PREPARACIÓN de las MATSOT

¿Qué se solía hacer en la víspera de Pésaj?

El dia antes de Pésaj, el 14 de Nisan era un dia muy intenso en el tiempo del Bet haMiqdash. Cintos de miles, y hay quien dice, millones de Yehudim que habían llegado a Yerushalayim desde todos los confines de israel se disponían a sacrificar el qorbán pésaj (la ovejita que se sacrificaba y se consumía por la noche). La gente se juntaba en grupos de familia, llamados “jaburá”. Cada jaburá, que podia consistir de 50, 60 y hasta 100 personas, compartían un mismo qorbán. La ovejita era llevada al bet haMiqdash por uno o dos representares de cada jaburá, donde era sacrificada.  Luego el animal era asado entero.  Por la noche, que ya era el dia 15 de Nisan, la jaburá realizada el Seder de Pésaj, mas o menos como lo hacemos hoy. Se leía la hagada, se hacían las preguntas de Ma Nishtaná, se servia mucha comida, incluyendo otro qorbanot como jaguigá, y por su puesto matsa y maror. La comida se comía estando reclinados, se bebían las cuatro copas de vino, y al final de la cena, antes de la medianoche, se repartia el qorbán Pésaj como afiqomán (ultima comida, “postre”) entre todos los miembros de la jaburá.  cada uno tenia que probar de este qorbán por lo menos un pedazo del tamaño de una aceituna.  Al finalizar el qorbán Pesah se recitaba el Birkat haMazon.  La Gemará cuenta que al final de la cena la gente salía a las terrazas de Yerushalayim, y desde allí, mirando hacia el bet haMiqdash, que estaba iluminado por la luna llena, cantaban el Halel, una serie de salmos de Tehilim que se recitan en agradecimiento a HaShem por habernos liberado de Egipto.  Las voces de cientos de miles de Yehudim cantando el Halel llenaban la ciudad de una melodía inigualable. La Gemará describe que esas voces eran tan poderosas que (metafóricamente) hacían “colapsar” las terrazas de la ciudad.

Luego de la destrucción del bet haMiqdash, ya no podemos sacrificar el qorbán Pésaj.  Pero aun recitamos el Halel, al final de la hagada, después de comer el Afiqoman.  hay una hermosa costumbre, virtualmente olvidada hoy en día, que se hacia en recuerdo a ese famoso Halel del Bet haMiqdash. Como ya sabemos,en nuestros días  el qorban pesah es simbolizado por la matsá. Por ejemplo, al final del Seder comemos nuevamente Matsa, de “postre” y decimos [Comemos esta matsa ]“en recuerdo al qorban Pesaj que se comía una vez que uno estaba satisfecho” . La olvidada costumbre a la cual me f=refiero es que por siglos los Yehudim no comprábamos las matsot: las hacíamos en casa.  Adivinen cuando hacíamos las matsot?  El 14 de Nisan, después del mediodía (=hoy al mediodía). Exactamente cuando se acostumbraba a preparar el qorban Pésaj. el Shuljan aruj dice que esta es la forma ideal de preparar las matsot, y y el mejor tiempo . El Shuljan Aruj también dice que cuando se preparaban las matsot en la víspera de Pésaj, se acostumbraba a “cantar” mientras se amasan las matsot. Y que se cantaba? El Halel! Hoy en día, esta costumbre lamentablemente se perdió. Excepto en algunas familias Yemenitas y de Kurdistán.




Pesaj, Matsa y Maror

De acuerdo a Rabban Gamliel hay 3 conceptos que deben mencionarse en el Seder para cumplir con la mínima obligación de transmitir a nuestros hijos la historia de Pésaj. Estos 3 conceptos son: Pésaj, Matsá y Maror.

Antes de explicar estas ideas, una por una, veamos como se relacionan entre sí.

Pésaj, es lo que HaShem hizo por nosotros. Matsá, es lo que hicimos nosotros, ‘am Israel, para merecer nuestra libertad. Y Maror es lo que nos hicieron los Egipcios. De esta manera, estos 3 conceptos apuntan al rol de los 3 principales protagonistas de la historia de Pésaj.   Empezaremos por el final.

MAROR

Ayer explicamos el Maror, la forma en la que los egipcios nos maltrataron, nos demonizaron y nos hicieron sufrir (ver aquí). Rabban Gamliel nos dice que no debemos privar a nuestros hijos de esta dolorosa información. Que de alguna manera deben saber que nuestro destino como pueblo elegido implica estar expuesto a la demonización y la persecución de los pueblos. Deben preservar la memoria de nuestro sufrimiento. ¿Por qué? Porque la Tora nos enseña que debemos canalizar positivamente la memoria del dolor y la opresión que nuestros padres pasaron en Egipto. ¿Cómo? No dejando que otra gente sufra! Preocupándonos por el que tiene menos. Y recordando que no debemos oprimir al débil o a quién trabaja para nosotros, judío o gentil. ¿Por qué? ki gerim heytem beerets mitsrayim, «porque fuimos esclavos en Egipto,» y sabemos en carne propia lo que sufre el abusado.  Así, enseñaremos a nuestros hijos a honrar la memoria de nuestro sufrimiento: evitando que el sufrimiento se repita .

MATSA

Matsa representa lo que el pueblo judío hizo para merecer su libertad. El día 10 de Nisán, HaShem ordenó a los Yehudim que tomaran una oveja y la mantuvieran con ellos. Hay que recordar que los egipcios adoraban a muchísimos animales, ya que para ellos los animales encarnaban los poderes de sus dioses. El cocodrilo o el hipopótamo, por ejemplo, eran adorados como seres sagrados por encarnar el poder y la ferocidad.  Las ovejas, especialmente los machos conocidos en español como «carneros», simbolizaban la virilidad y el poder de la procreación. Los Yehudim  se enfrentaba ahora a un gran desafío: debían tomar uno de esos carneros, mientras esperaban las ordenes de HaShem de sacrificarlo. Lo cual era peligrosísimo respecto a los egipcios,  tan peligroso como hoy en día sacrificar públicamente una vaca en la India. Pero lo más difícil, y meritorio, fue que el pueblo de Israel demostró que podía «liberarse» de la cultura idolatra! Recuerden que los Yehudim vivieron inmersos en esa sociedad por 10 generaciones y estuvieron expuestos a todo tipo de supersticiones y fetichismo, propios de la ‘aboda zara (idolatría).
El 14 de Nisan, HaShem ordenó a los Yehudim sacrificar el carnero, exponer su sangre en las puertas, asarlo y comerlo. Imaginases la tremenda dificultad sicológica de sacrificar y comer, un animal que sus amos adoraban. Recuerden que los esclavos naturalmente temen a sus amos, y cuanto más deberían haber temido  a los «amos de sus amos», a los animales que sus amos consideraban dioses!   HaShem quería que los Yehudim «merecieran» su libertad y demostraran que no eran esclavos del pensamiento idolatra. Que ellos entendían que los dioses egipcios eran falsos, productos de la imaginación humana. Los Yehudim no dudamos, y en una sola noche, en un tiempo inferior al que le lleva a la masa del pan fermentar, desenmascaramos la idolatría, nos liberamos de ella, la dejamos atrás y nos entregarnos en las manos de Bore Olam.  El profeta Yrmiyhau recuerda este gran mérito, cuando dijo en nombre de haShem: «Recuerdo tu mérito de joven, tu amor [incondicional por Mi]: cuando fuiste capaz de seguirme hasta el desierto, a una tierra seca [sin agua, y sin más comida que la matsá]» (Jeremiah 2:2).

PESAJ

En Inglés a Pésaj se lo llama «Passover» (i.e., pasó por encima, salteó), lo que significa que cuando HaShem estaba matando a los primogénitos egipcios, «salteó», pasó por encima de la casa de los Yehudim y no los afectó. Esta es la clásica interpretación de la palabra «pésaj».
No obstante, de acuerdo al rab Menashe Ben Israel y muchos otros, la idea de Pésaj es un poco más profunda, y a la vez, desconocida.  El rab Ben Israel explica que la palabra «pésaj» o «pasaj» no debe ser entendida como «salteó» sino como «protegió» (jayis, como lo traduce el Targum Onkelos).  Cuando HaShem desató la décima plaga, la muerte de los primogénitos, lo que la Torá llama «mashjit», (destructor, plaga) esta plaga tendría que haber afectado, «de manera natural», a todos los primogénitos de Egipto, gentiles o judíos, indiscriminadamente. HaShem, sin embargo, «protegió» las casa de  los Yehudim («pasaj) y no dejó que la mortal plaga afectara a los primogénitos judíos (para entender esta lectura, se debe leer detenidamente el pasuq en Shemot 12:13 y 12:23 o ver una explicacion más detallada aquí).
Pésaj, entonces, es la festividad en la que celebramos la constante, directa y «sobrenatural» protección que HaShem le brinda al pueblo de Israel. Esta protección selectiva (hashgajá peratit) que comenzó la noche del 15 de Nisan, en Hebreo conocida como lel shimurim,  es la protección que acompaña desde entonces a Am Israel a través de su historia y hasta nuestros días.  Tal como ocurrió esa noche en Egipto, HaShem protege a Israel de una manera «milagrosa». La existencia de Israel desafía las estadísticas o las predicciones más lógicas. 1. El pueblo judío, el grupo humano más perseguido y hostigado en la historia de  la humanidad, no debería existir, pero existe! 2. ¿Cómo se explica que el estado de Israel -el único país del mundo cuya existencia es deligitimizada y creíblemente amenazada, el único país del mundo rodeado totalmente de vecinos (y vecinos de vecinos) que buscan su aniquilación, y que cuentan con todo el apoyo internacional y con 100 veces más población y territorio–siga existiendo.    La verdad es que Am Israel–el pueblo y el Estado– existe «milagrosamente», porque, tal como ocurrió esa noche (lel shimurim)  HaShem nos sigue protegiendo




Algunas ideas para debatir la noche del Seder

Como explicamos ayer, nuestra misión en la noche del Seder es «enseñar» la Hagadá a nuestros hijos, familiares e invitados, no sólo «leerla» frente a ellos. Para enseñar la Hagadá, entre otras cosas, debemos hacerla presente y relevante, también para aquellos que no están familiarizados con la historia judía. Debemos demostrar que la historia que la Hagadá cuenta no es parte de un pasado olvidado sino sorprendentemente contemporánea. Como si la historia, o la historia judía, se repite después de miles de años, también el día de hoy, literalmente. Con esta idea en mente vamos a analizar un pasaje de la Hagadá. Este párrafo, de cuatro palabras, describe la estrategia que los egipcios utilizaron para esclavizarnos sin ninguna oposición interna.

El pasuq dice: «VAYARE’U OTANU HAMITSRIM VAYA’ANUNU» (Deut. 26: 6). La palabra clave para entender este versículo es la primera palabra «VAYARE’U» …. Por lo general se traduce así «los egipcios nos hicieron mal a nosotros», en el sentido de «nos trataron con crueldad».  Pero como el lector sabrá  esta palabra, VAYARE’U se puede leer también (o principalmente) en Hif’il, la construcción verbal transitiva. Y cuando se lee de esta manera el pasuq dice:  «Y los egipcios nos hicieron malos a nosotros», en otras palabras, «nos hacian ver mal», o en una sola palabra: nos «demonizaron». Como mi hijo Ya’aqob escribe en. su comentario a la Hagadá, el Faraón era «un dictador que señalaba al pueblo de Israel como una entidad irracionalmente mala, culpable de todas las desgracias que afectaban a los ciudadanos egipcios. La propaganda del Faraón era absurda. Básicamente, le decía a su pueblo:.. «Este pueblo de Israel, es muy astuto, tenemos que ser más astutos de lo que son, sino, cuando nos ataquen, los Israelitas se unirán a nuestros enemigos por pura malicia . Su objetivo en unirse a nuestros enemigos será hacernos daño, nada más. De hecho, después de que nos ataquen, van a escaparse de Egipto! «. Los judíos son malos, repetía una y otra vez este precursor de Goebbels. Y de esta manera culpaba sistemáticamente a los judíos de todas las desgracias posibles. El faraón tuvo éxito en erradicar  la impresión positiva que Yosef había dejado en Egipto hace unos pocos años. Sin Yosef los egipcios habrían perecido en la peor hambruna que los haya afectado en su historia. En ese momento, reconocieron a Yosef «nos has salvado la vida!» Pero las contribuciones judías a la sociedad se pueden olvidar tan rápidamente como el tiempo que le toma a un mensaje de odio irracional llegar a los oídos de los ciudadanos en un sistema dictatorial. «

Este fenómeno, demonización> antisemitismo, fue iniciado por el Faraón, pero se repitió innumerables veces. En 1492 la reina Isabel de España expulsó a los mismos judíos que habían hecho tan exitosa a España,  y que incluso habían ayudado a la reina en su guerra contra los árabes. Antes de expulsarnos, los judíos fuimos demonizados en España y en toda Europa, no sólo como «deicidas» (asesinos de un dios) sino también como envenenadores de pozos, usureros, y asesinos de niños cristianos con fines rituales, es decir, para hornear con su sangre las matzot de Pésaj….

Hoy en día, esta demonización se aplica sistemáticamente al Estado de Israel, que es el «judío» entre las naciones de la tierra. Israel es vilipendiado, atacado y acusado falsamente de todos los males imaginarios. El auge del antisemitismo en el mundo no es, como usualmente se suele racionalizar, la consecuencia de las demoniacas acciones del  Estado de Israel, por el contrario, el antisemitismo es la causa de la sistemática denominación de Israel .
Irónicamente, no hay institución en el mundo donde el antisemitismo se practique  más abiertamente que en las Naciones Unidas. Hasta 2013, Israel ha sido condenado en 45 resoluciones por el Consejo de Derechos Humanos de las Naciones Unidas. Desde su creación en 2006, este Consejo ha promulgado más resoluciones condenando a Israel, que al resto del mundo combinado!  Hace dos semanas, por ejemplo, la Comisión de las Naciones Unidas que protege la Condición de la Mujer emitió un informe condenando a un solo país por su maltrato a la mujer – Israel!  Y lo más preocupante es que el mundo no se opone enfáticamente esta ridícula falsa propaganda antisemita. Es más, el mundo parece aceptar como algo normal y tolerable la demonización de Israel.

Tengo un ejemplo muy preocupante de las noticias de hoy. Mientras las negociaciones entre las superpotencias e Irán progresan hacia la firma de un acuerdo sobre el armamento nuclear de Iran, hay un elemento en las negociaciones que se ha ignorado por completo, y que a nadie pareciera preocuparle, ni siquiera al «mejor amigo de Israel «, los EE.UU. Irán ha dicho repetidas veces que tiene la intención «de borrar a Israel del mapa». Esta declaración, que si fuera dicha contra cualquier otro país se consideraría una declaración de guerra,  nunca fue parte de las negociaciones. En otras palabras ¿Por qué los Estados Unidos o Francia o Alemania no exigen que Irán se desdiga de esta amenaza contra Israel como parte de las negociaciones? Si Iran se desdijera abierta y públicamente de estas declaraciones beligerantes contra Israel sus afirmaciones de que está desarrollando energía nuclear con fines pacíficos sería mucho más creíbles, y viceversa? ¿Por qué no se le exige a Irán este simple gesto antes de suspender las sanciones económicas contra él?

Mientras estaba pensando en esta idea, me llego un correo electrónico de «Times of Israel» con algunas noticias muy fresca. A medida que la «hora» límite para firmar un acuerdo con Irán se acerca más y más , el jefe de la milicia iraní fue citado hoy diciendo que para Irán «Destruir Israel es un principio «no  negociable «. Vamos a ver cómo reaccionarán las superpotencias a estas intolerables declaraciones … aunque yo dudo mucho que hagan algo …

Y mientras la historia se repite,  este viernes a la noche, cuando leamos la Hagadá, nos convenceremos una vez más que «VEHI SHE’AMDA LAABOTENU VELANU», que más allá de lo que suceda con nuestros amigos y enemigos, el pueblo de Israel nunca estará solo.  HaShem siempre estará a nuestro lado, protegiendono




Ideas para un exitoso seder de Pesaj

LA MISIÓN
Este próximo viernes por la noche, 3 de abril y el sábado por la noche, 4 de abril, son probablemente las noches más importantes del año. Durante esas noches vamos a cumplir una Mitsvá muy especial: והגדת לבנך, enseñar a nuestros hijos la historia de Pésaj. Inculcar en sus mentes y corazones las memorias colectivas que darán forma a su personalidad y reforzarán su identidad judía por el resto de sus vidas. Pero, ¿cómo hacerlo? Tenemos la Hagadá, el libro que relata la historia del Éxodo y las claras instrucciones  de nuestros rabinos: enseñar a cada niño (o adulto) en el nivel de su comprensión. El resto depende de nosotros.

CAMBIO DE PARADIGMA
Yo creo que lo primero que debemos hacer para enfrentar eficazmente este hermoso desafío es cambiar nuestro paradigma de la Hagadá. Redefinir nuestro verdadero papel en el Seder de Pésaj. Si tuviera que resumir esta idea en una sola frase diría esto: «En el Seder de Pésaj, no estoy leyendo la Hagadá, la estoy ENSEÑANDO». Una vez que entendemos cuál es nustra responsabilidad podemos estar un poco asustado. ¿Por qué? Porque vivimos en una era de tecnología avanzada, de videos educativos sofisticados y pizarrones inteligentes. Y nosotros, los padres, debemos sentirnos intimidados de competir contra los smartphones y los iPads y enseñar a niños cuya capacidad de atención (attention span) es cada vez más corta. Y además de nuestros hijos, lo más probable es que tengamos otras personas (adultos) participando en nuestro Seder. Entonces, ¿qué debemos hacer para enseñar la Hagadá a nuestra heterogénea audiencia?

DIVIDE Y CONQUISTARAS
Mi primera recomendación es que se divida la Hagadá de manera que todos, los familiares e invitados, puedan participar . Para eso, hay que hacer los deberes YA. Escribir un email o un Whatsapp HOY a cada miembro de la familia y a los  invitados y asignar a cada uno de ellos una parte de la Hagadá.
Pedirle a los adultos, por ejemplo, que se preparen para leer un párrafo de la Hagadá en hebreo o en español, o que expliquen o comenten brevemente alguna idea o algún texto de la Hagadá. Para los que van a leer, hay que escanear y enviarles por correo electrónico los textos. Para los que van a hacer comentarios, hay que animarles a que pregunten a los rabbanim o a personas que estudien Torá o en su defecto que busquen online material relacionado con la Hagadá. Hay que pedirles que expliquen por ejemplo, uno de estos conceptos: «Pesaj», «Matsa», «Maror», «¿por qué bebemos 4 copas de vino», «¿por qué comemos reclinados?», «¿por qué comemos Jaroset», etc.
A los más pequeños, hay que pedirles que se preparen para cantar (y tal vez explicar) «Ma nishtaná», «Abadim Hainu o «Jad Gadya «. Que dibujen ciertas partes de la Hagadá y traigan sus dibujitos  al Seder, para que expliquen a todos sus «obras de arte».

QUE SEA PERSONAL Y RELEVANTE
Cuando enseñamos algunas de las ideas de la Hagadá, tratemos de que sea relevante y actual. Y así podremos invitar a cada uno de los adultos que comparten nuestra mesa a expresar su opinión sobre el tema.
Un ejemplo:
«rab ve’atsum mimenu» (Ex. 1:10). En la Hagada leemos que aunque los judíos eran sólo una minoría, los egipcios temían (o justificaban su abuso diciendo)  que los judíos eran demasiado poderosos, y entonces decidieron esclavizarlos. Los judíos en Egipto ¿eran muy influyente? ¿Cuál es la influencia de los judíos, digamos, en Estados Unidos, México o Argentina, en comparación con su número? ¿Cuál es la influencia del Estado de Israel, «el judío entre las naciones del mundo», en comparación con su tamaño o población? Por ejemplo: ¿cuántas veces han aparecido noticias en el ultimo año sobre China o la India (más de 2,6 millones de personas, entre los dos países) en la primera plana del New York Times, y cuántas veces han aparecido noticias acerca de Israel (8.000.000 de habitantes) en la portada del mismo diario? ¿Somos los judíos demasiado poderosos? ¿Es la  desproporcionada influencia judía en la sociedad gentil la mejor excusa para justificar el antisemitismo, ayer, hoy y mañana? ¿Qué tipo de influencia es una buena influencia? ¿Que significa ser Or laGoyim?

(Voy a traer más ejemplos de este tipo de temas BH en los próximos días)

EL SEDER NO PUEDE SER ABURRIDO
No olvidemos la premisa más importante de esta noche:  QUEREMOS QUE LOS NIÑOS SE QUEDEN DESPIERTOS HASTA EL FINAL. Y tampoco queremos que los adultos se duerman. Podemos pedirle a algunos de nuestros invitados, especialmente los niños, que actúen algunas partes de la Hagadá, por ejemplo, las diez plagas o los cuatro hijos.
Para las 10 plagas podemos traer pequeñas ranitas de plástico, máscaras de animales para «deber», pelotas de ping pong para «granizo», lentes de sol negros de cotillon para «oscuridad», etc.
Podemos organizar juegos educativos para los niños, aparte del Afiqomán, como una búsqueda del tesoro de Pésaj, etc. Es muy recomendable tener 20 preguntas y respuestas listas, y lo más importante, con 20 (o más) pequeños premios para recompensar las respuestas correctas de los niños: cada vez que el Seder está a punto de salirse de control, o si está aburrido o si se necesita la atención de todos, se puede preguntar una de esas preguntas, mostrando primero el premio que se recibirá. Así podremos recuperar control cobre el Seder cada vez que sea necsario.

EL SECRETO
Creo que ya no es necesario que les diga cuál es el secreto de un exitoso seder de Pésaj , pero  por si algún lector aún no lo captó, aquí va: Preparación Preparación Preparación. No podemos improvisar. Hay que anticipar y preparar el Seder hoy.  Dividir los roles, las actuaciones, los textos, las canciones, pedir que hagan los dibujos, comprar las pelotitas de ping pong, etc . Y escribir el email a nuestros familiares e invitados, disculpándonos de que escribimos este email a «ultimo momento» y enviarlo hoy.


FUENTES RECOMENDADAS

Para encontrar muchisimos juegos educativos para niños incluyendo una enorme lista de preguntas para Pésaj se puede visitar estos web sites en ingles http://www.simchatyechiel.org/english/pesach.html o http://www.aish.com/h/pes/f/g/48967161.html.

También se puede visitar esta página de  aish en español con juegos para niños. (Si los lectores conocen otros sitios en español, por favor, envienme los datos).

Para encontrar decenas de Hagadot en Hebreo online ver aquí.

Para los estudiantes avanzados recomiendo este fantástico comentario de la Hagadá escrito por el rabino Don Ytsjaq Abarbanel (1437-1508) ver aquí. No se saltee la introducción, donde el rabino Abarabanel cuenta su trágica historia personal.

Para los que quieran disfrutar de una Hagadá en español antiguo, ver esta Hagadá publicada por el rab Ytshaq Yehuda Leon Templo, en Amsterdam, 1728




PESAJ: Venta, inspección de Jamets; Pésaj fuera de la ciudad

VENTA DE JAMETS (continuación de ayer)
Ayer explicamos el tema de la venta de Jamets (ver aquí) y enviamos unos links con las fuentes correspondientes. Desafortunadamente los links no funcionaron bien.  Este es el LINK del articulo del Rab Elyahu Zini, que como mencionamos ayer, explica los inconvenientes Halajicos de la venta del Jamets y aboga por regresar al modelo original: deshacernos del Jamets. Al final del artículo, el lector encontrará la referencia del texto original del Rab Zini en hebreo.

BEDIQAT HAMETS
Esta semana hemos explicado las prohibiciones bíblicas de mantener cualquier producto comestible Jamets en nuestras propiedades. Para cumplir con estas Mitsvot, primero limpiamos nuestras casas, eliminando de las mismas cualquier alimento Jamets que encontremos. Luego, la noche antes de la noche del Seder, lo que este año corresponde al jueves 2 de Abril de 2015, después del anochecer (tset hakojabim) se procede a realizar la bediqat Jamets, es decir, la inspección final para buscar cualquier alimento Jamets que pueda haber quedado en nuestra propiedad después de la limpieza.

¿Cómo hacemos la bediqat Jamets?

Con la ayuda de una vela o una linterna, buscamos en todo lugar de nuestra casa donde podríamos haber traído, comido o almacenado algún tipo de alimento Jamets.  Debemos buscar muy especialmente en la cocina y en todos los espacios de almacenamiento de alimentos como la despensa, el refrigerador, el congelador o freezer y todos los otros lugares en los que por lo general se guarda comida. En la «bediqat Jamets» estamos buscando especialmente «comida» Jamets (galletas, pasta, alimentos congelados, sopas en polvo, alimentos de bebe, cereales, latas de cerveza, una botella de whisky, vodka de grano, bebidas de fibra, dulces, golosinas, etc.) que podríamos no haber detectado durante el proceso de limpieza.

Debemos buscar también en nuestros coches, ya que no es inusual comer o llevar  comida en el carro. Los automóviles deben ser lavados y limpiados antes de la noche del jueves, en preparación para la bediqa. También debemos inspeccionar nuestra oficina o lugar de trabajo, porque a menudo se trae comida o aperitivos allí. Si no es posible buscar en estos lugares el jueves por la noche después  que hacemos la bediqa en casa, hay que revisar nuestros coches y lugar de trabajo antes de la noche del jueves, o durante el viernes por la mañana, 3 de abril

PESAJ FUERA DE CASA
Cuando una familia va a pasar Pésaj fuera de la ciudad, la última inspección de Jamets (bediqa) en la casa de la familia se deberá realizar la noche antes de salir de casa. Si ese día es antes del Jueves 2 de abril , no se deberá recitar la berajá antes de la bediqa. El Jamets encontrado deberá eliminarse, como se explicó ayer. En este caso, la noche de la bediqa, el jueves 2 de abril, la familia deberá buscar  e inspeccionar el Jamets en la casa o en la habitación del hotel donde se encuentran alojados para Pésaj. Esta vez se deberá recitar la berajá antes de la inspección.

Los detalles de la Berajá y otra información de la bediqa los mencionaremos B’H más cerca de Pésaj.




PESAJ: ¿Vender o no vender el Jamets?

En nuestros días, en la mayoría de las comunidades judías, Ashkenazí y Sefaradí, se organiza un sistema  de venta de Jamets por el cual los miembros de la comunidad asignan al rabino coo su representante legal para vender su Jamets. Este procedimiento es una indulgencia Halájica para evitar que la gente mantenga productos Jamets de alto valor (whisky, vodka, etc.) en su propiedad durante Pésaj. Obviamente, la validez de esta venta no debe ser cuestionada, ya que cada rabino conduce a su comunidad de acuerdo a lo que considera lo mejor para sus feligreses.

Personalmente, yo no vendo mis Jamets y aliento a los miembros de mi comunidad a hacer lo mismo.

¿Por qué? Poeque históricamente, los judíos sefaradim  no practicaban  la venta de Jamets. Simplemente se deshacían de su Jamets antes de Pésaj, en conformidad con la mitsva de «tashbitu», como lo explicamos ayer.

El único caso excepcional en el que los rabinos sefaradíes autorizaban la venta de Jamets era el caso de una tienda de alimentos. En este caso, un comprador no-judío hacía un pago inicial por la mercancía Jamets y desde el momento que se realizaba el pago, la mercancía Jamets pertenecería por completo al comprador, y él era el único responsable por esos productos en caso de daños , robo, etc. Así, por ejemplo, si los productos Jamets eran robados durante Pésaj, el comprador tendría que pagar por ellos al vendedor después de Pésaj. El comprador también alquilaba la tienda donde se almacenaba la mercancía durante Pésaj y tenía en su posesión las llaves de la tienda, lo que le concedía un acceso total y sin restricciones a las instalaciones donde estaba el Jamets. El comprador no-judío tenía derecho a usar, consumir o incluso comerciar con la mercancía Jamets durante Pésaj. Luego, y si así lo deseaba,  podía pagar el balance y mantener la mercancía para sí mismo.

Como se puede ver, aunque la intención era que el vendedor judío finalmente volviera a comprar sus productos Jamets después de Pésaj, la transacción de venta era real, legal y vinculante. Los rabinos no habrían aceptado una transacción de venta «cuestionable» o ficticia que no cumpliera con los requisitos legales de venta de acuerdo a la ley judía y de acuerdo a las leyes locales porque, obviamente, los Jajamim tomaban muy en serio la prohibición de poseer Jamets durante Pésaj.

Excepto para los propietarios de negocios de alimentos, en las comunidades sefaradíes, la gente común no vendía el Jamets. ¿Qué hacían entonces con todo el Jamets sobrante, en preparación para Pésaj?

1. En primer lugar, antes de Pésaj, la gente adquiría sólo los productos Jamets que eran necesarios hasta Pésaj, evitando acumular comida Jamets extra cerca de Pésaj.

2. En segundo lugar, lo que sobraba de Jamets, si estaba en buenas condiciones, se daba de regalo o caridad a una persona no-judía, o si esto no era posible, el Jamets debía ser eliminado, como lo explicamos ayer.   Deshacerse del Jamets sobrante, tirándolo a los pájaros, peces o aun quemándolo el día anterior a Pésaj es una mitsva bíblica «tashbitu», así que no se consideraría «desperdiciar o tirar comida» (בל תשחית).

3. Si algún producto comestible Jamets queda en nuestras propiedades accidentalmente, entonces el bitul Jamets, la fórmula que pronunciamos renunciando a nuestra propiedad de cualquier Jamets que no hayamos visto y/o sacado de nuestras propiedades, previene la transgresión de poseer Jamets «accidentalmente» durante Pesaj.

Si uno sigue estos sencillos pasos, entonces no hay necesidad de «vender y comprar de nuevo»  el Jamets.

Yo, obviamente, aliento especialmente a quienes siguen las tradiciones Sefardíes, a preservar el antiguo Minhag y no vender el Jamets dejándolo en la casa, sino deshacerse de él. (Para describir los problemas técnicos halájicos concernientes al procedimiento de Mejirat Jamets, ver aquí este articulo en hebreo del rab Eliyahu Zini, o ver aquí este texto que escribí en inglés, y que espero traducir al español BH mañana.

Recuerde que uno sólo tiene que deshacerse del Jamets que es comestible (apto para el consumo humano o animal). Uno no necesita vender las ollas o sartenes, o cualquier cosa que pueda contener Jamets «invisible» (jamets balú’a). Los utensilios Jamets deben ser guardados en un lugar cerrado durante Pésaj.

Como ya lo explicamos, las pastillas o píldoras médicas que se tragan con agua, los perfumes, cosméticos, artículos de limpieza o cualquier artículo no comestible, puede quedar en nuestra posesión durante Pésaj, independientemente de su composición.

Con respecto a productos comestibles: Uno puede mantener hasta después de Pésaj cualquier producto alimenticio que no contenga algún ingrediente o derivado de  estos cinco granos: trigo, avena, cebada, centeno y espelta (FYI, todo producto que contenga gluten, una proteína que se encuentra en estos granos,  es Jamets).

En caso de duda respecto a la composición de un producto alimenticio o si esta permitido mantenerlo durante Pésaj, consulte con el rabino de su comunidad.

Conclusión: la venta o no venta del Jamets, es en última instancia una indulgencia o rigurosidad halájica, una elección que debemos tomar en consulta con el rabino de nuestra comunidad.



PESAJ: Entendiendo la prohibición de poseer Jamets

בל יראה
בל ימצא
השבתת חמץ

Uno de los elementos que hacen que la prohibición de Jamets sea algo excepcional es que, a diferencia de otros alimentos prohibidos, la prohibición de Jamets incluye también la restricción de su posesión.

Vamos a explicar detalladamente este tema que no es muy conocido.

Hay tres Mitsvot en la Torá relacionadas con la prohibición de Jamets que no se refieren a consumir Jamets:

1. bal yeraé (lit. tu Jamets, no será visto en tu propiedad, Ex. 13: 7).
2. bal-yimatsé (lit. tu Jamets no será encontrado en tu propiedad, Ex. 12:19).
3. tashbitu. Durante la víspera de Pésaj eliminarán el jamets de sus propiedades (Ex. 12:15).

La Torá Shebe’al pe, es decir, la tradición halájica que es la máxima autoridad legislativa, explica que los primeros dos versículos, esas dos prohibiciones, deben ser consideradas como una sola e idéntica prohibición: la prohibición de poseer Jamets durante Pésaj. Maimónides consagra casi un capítulo entero, el capitulo 4 de Hiljot Jamets Umatsa, para explicar este concepto. Entre otras cosas aclara que aunque el jamets se encuentre fuera de mis propiedades físicas, si ese Jamets me pertenece, estoy transgrediendo estas 2 prohibiciones Bíblicas.   También clarifica que si por ejemplo, en mi casa hay Jamets, pero pertenece a un gentil, no estoy transgrediendo ninguna prohibición.  En Halajá 2, dice: «… si el Jamets pertenece a un judío, a pesar de que ese Jamets esté enterrado, o se encuentre en otra ciudad, o se le haya entregado a un gentil,  se estará violando [los mandamientos]: «[Jamets] no será visto…» y «[Jamets] no será encontrado.»
En otras palabras, lo que esta prohibido por estos dos pesuqim es «poseer» Jamets.

También tenemos la tercera mitsva llamada tashbitu

3. Durante el primer día [la víspera de Pésaj] eliminarán el jamets de sus propiedades (Ex. 12:15). Una vez más, la Tora shebe’al pe explica que está Mitsvá se refiere a «finalizar nuestra posesión de jamets» antes  que comience Pésaj.

En resumen, y siempre de acuerdo a Maimónides, hay dos prohibiciones idénticas (un caso excepcional!) y un mandamiento positivo, afectados a un solo tema: poseer Jamets durante Pésaj.

¿Qué hay que hacer entonces para «desposeer» nuestro Jamets antes de Pésaj? En un sentido estricto, (y siempre siguiendo la opinion de Maimónides) estas tres mitsvot se podrían cumplir a la vez con un solo acto: el «bitul jamets».  El bitul Jamets, también conocido como kal jamirá, es una declaración verbal por la cual una persona, privadamente,  renuncia a la posesión de cualquier Jamets que le pertenezca, independientemente de dónde se encuentre ese Jamets.  Al declarar que uno renuncia a la posesión de su Jamets, y afirmar que de ahora en más mi jamets se considera «sin dueño» (hefqer) uno estaría  1.  Cumpliendo la Mitsvá de «poner fin a la posesión de su Jamets» y 2. No estaría transgrediendo las dos prohibiciones de la Torá de poseer Jamets durante Pésaj.

Pero, evidentemente, esto no es lo que hacemos para Pésaj. Los Rabinos de la Gemará (Jazal) explicaron que habría un par de complicaciones prácticas si sólo «declaramos» que nuestro Jamets ya no tiene dueño y no lo sacamos de nuestras casas. En primer lugar, dijeron, podríamos declarar que no somos más dueños de nuestro Jamets, pero si poseemos algo Jamets valioso (una caja de whisky, por ejemplo), estaremos «realmente» renunciando con sinceridad a nuestra posesión de ese Jamets? En segundo lugar, dijeron los Jajamim, que el Jamets es uno de los alimentos más comunes (pan, galletas, pasta, etc.), por lo que incluso si declaramos que nuestro Jamets ya no nos pertenece, si no sacamos el Jamets de nuestras casas, correríamos el riesgo de comer Jamets accidentalmente …

Es por esto que nuestros Rabinos de la Gemará nos instruyeron deshacernos físicamente de nuestro Jamets antes de que comience Pésaj.  Al final de este proceso (conocido también como»bi’ur Jamets» o eliminación física del Jamets) hacemos el bitul Jamets como lo explicaremos en las siguientes líneas.

Hay cuatro pasos, entonces, que debemos tomar para 1. evitar transgredir las dos prohibiciones bíblicas de poseer Jamets 2. realizar el cumplimiento de la Mitsvá de poner fin a nuestra posesión de Jamets antes de Pésaj, 3. Seguir las directivas de nuestros rabinos que nos instruyeron sacar el Jamets de nuestras propiedades.

(1) Primero debemos limpiar nuestras casas, coches, oficinas y otras propiedades, antes de que comience Pésaj para identificar y eliminar todo Jamets de nuestras propiedades.

(2) Tenemos que realizar una inspección final de todas nuestras propiedades para asegurarnos de que hemos retirado todo el Jamets que se encuentre en las mismas. Esta inspección o búsqueda de Jamets se llama «bediqat Jamets.

(3) Tenemos que deshacernos físicamente de nuestro Jamets, regalándolo a un gentil si se trata de alimentos en buen estado, tirándolo a los pájaros o peces, si se trata por ejemplo de miguitas de pan, o quemándolo, etc. (be’ur hamets).

(4) Una vez que nos deshacemos del Jamets, en la mañana de la víspera de Pésaj,  debemos declarar que todo Jamets que nos pertenezca, que hayamos sacado o que no hayamos sacado de nuestra propiedad, ya no nos pertenece más, y de ahora en adelante se considerará sin dueño (hefqer) como si fuera polvo de la tierra. Esto es el bitul jamets.




PESAJ: Preparando la cocina para Pésaj (hag’alat kelim)

הגעלת כלים

Durante Pésaj, no usamos los mismos utensilios de cocina o la misma vajilla que usamos durante todo el año para Jamets. ¿Por qué? Porque aunque los utensilios en los que cocinamos Jamets podrían estar limpios, sin ningún resto visible de Jamets, sus paredes o superficies podrían estar impregnadas con sustancias de Jamets, que de no ser removidas se reabsorberían cuando cocinemos en estos utensilios la comida para Pésaj. Es costumbre, y lo más recomendable, tener un juego de platos, utensilios de cocina y vajilla especial para Pésaj. Si ésto no es posible, se podrá utilizar los utensilios que usamos durante todo el año, después de un proceso conocido como hag’ala, (esterilización) para eliminar los residuos de Jamets que puedan estar dentro de las paredes de los utensilios.

Antes de hacer la hag’ala tenemos que asegurarnos que los utensilios estén completamente limpios de restos visibles de Jamets (jamets ba’ayin). La hag’ala entonces, expulsará el Jamets absorbido en las paredes del utensilio al exponerlo al calor. La eliminación de estos residuos de alimentos va a ocurrir en las mismas condiciones en las que se produjo la absorción de estas substancias (kebol’o kaj poltó).

Algunos ejemplos de hag’ala:

Metal: Los cubiertos de metal como tenedores, cucharas o cuchillos, tienen que ser limpiados a fondo y luego deben ser sumergidos en una olla de agua hirviendo. Después, tienen que ser lavados con agua fría y así se podrán utilizar para Pésaj. El agua caliente abre los poros de metal, lo que permite la eliminación de cualquier Jamets absorbido. El agua fría cierra los poros de nuevo.

Cristal o vidrio: De acuerdo con la tradición sefaradí, los utensilios de vidrio como vasos o platos, utilizados a lo largo del año para Jamets deben lavarse a fondo y luego, pueden ser utilizados para Pésaj sin que sea necesario someterlos al proceso de hag’ala. ¿Por qué? Porque los utensilios de vidrio no absorben ninguna substancia a través de sus poros y por lo tanto no hay ningún Jamets para eliminar de sus paredes. Esto es aplicable incluso cuando se hayan utilizado esos utensilios de vidrio a altas temperaturas para cocinar o servir comida Jamets caliente. Hay que aclarar que esta Halajá es muy diferente para la costumbre Ashkenazi.

Porcelana (kle heres): los utensilios de cerámica o vajilla de porcelana que utilizamos a lo largo del año para Jamets no pueden ser usados para Pésaj, ya que no son susceptibles de hag’alá.  ¿Por qué? Porque estos utensilios absorben y eliminan las substancias absorbidas en sus paredes de una manera erratica (=no consistente). Por lo tanto, la vajilla de porcelana o los utensilios de cerámica que se usan para Jamets no se debe utilizar para Pésaj.

Utensilios que se usan en frío: Dado que la absorción tiene lugar sólo a altas temperaturas, si se utilizó un utensilio sólo para preparar o servir comida fría, podría ser utilizado durante Pésaj después de limpiarlo de todo resto visible de Jamets, y no hace falta someterlo al proceso de hag’ala.

Mesas y mesadas: Las mesadas de la cocina (de metal, mármol o granito) deben limpiarse a fondo antes de Pésaj para eliminar todo residuo visible de Jamets. Como por lo general no apoyamos alimentos calientes directamente sobre estas superficies, y estas superficies no son porosas, una limpieza a fondo sería suficiente. Sin embargo, el rabino Obadia Yosef z «l recomienda verter agua hirviendo sobre estas mesadas como una precaución adicional.  Una mesa regular de cocina o comedor , de madera o vidrio, debe ser limpiada a fondo y se acostumbra cubrirla con un mantel nuevo para Pésaj.

Lavavajillas: Antes de Pésaj, se debe limpiar el lavavajillas de todo residuo visible de Jamets. Una vez limpio, se debe realizar un ciclo de limpieza con detergente estando el lavavajillas vacío. Una vez terminado este ciclo de limpieza, el lavavajillas está listo para ser usado en Pésaj.   El rabino Eliyahu Ben-Hayim recomienda reemplazar las bandejas (o cestas) del lavavajillas o utilizar algunas base añadida para cubrir esas bandejas.

Horno: El horno no debe utilizarse durante 24 horas. Luego de 24 horas sin uso, lo debemos limpiar a fondo antes de Pésaj para eliminar cualquier posible residuo visible de Jamets. Luego, 1. si se trata de un horno con un programa de auto-limpieza, se deberá activar el ciclo de auto-limpieza  y una vez terminado, el horno estará listo para Pésaj. 2. si el horno no tiene un programa de auto-limpieza , entonces, después de dejarlo sin uso por 24 horas y limpiarlo a fondo, debemos dejar el horno encendido por aproximadamente una hora a máxima temperatura. Así, el horno quedará Kasher para Pésaj.

Microondas: Primero, debemos limpiar el microondas a fondo para eliminar cualquier posible resto visible de Jamets. Una vez que el microondas está limpio, tomamos un recipiente con agua y con un poco de detergente y lo ponemos a calentar en el microondas durante unos minutos, hasta que las paredes del microondas se llenen de vapor. Este vapor expulsará (o neutralizará) cualquier substancia Jamets absorbida en el microondas, lo cual lo hará Kasher para Pésaj.    Si no puede hacer esto y necesita utilizar el microondas durante Pesaj, se podrá usar el microondas para calentar comida cubriendo la comida en un recipiente plástico hermético, en Ziploc o cualquier otra cobertura que cubra herméticamente la comida.

Ante cualquier duda, consulte con el Rabino de su comunidad.




PESAJ: Jamets Psicólogico

השאור שבעיסה

Ademas de la Mitsvá de comer Matsá, durante Pésaj está estrictamente prohibido comer cualquier alimento que es o contiene Jamets. ¿Por qué? Más allá de las razones históricas bien conocidas (Ex.12: 39) nuestros Rabinos vieron en el Jamets, la fermentación que eleva la masa, una representación muy significativa. Los Jajamim compararon el Jamets con la arrogancia y la vanidad; la masa inflada con el individuo que permite que su ego se expanda sin límites.

La arrogancia y el Jamets son simple aire, una inflación ilusoria del yo.
Pero ¿por qué estamos pensando en arrogancia vs. humildad específicamente durante Pésaj?  Porque no todas las personas están expuesta al riesgo de convertirse en arrogantes. Un esclavo judío en Egipto, por ejemplo, no podía darse el lujo de ser vanidoso. El riesgo del orgullo excesivo sólo es relevante para un hombre libre. En Pésaj conmemoramos nuestra libertad de la esclavitud física, teniendo en cuenta que somos individuos libres que fácilmente podríamos caer en un tipo diferente de auto-esclavitud, una esclavitud mental, una especie de adicción a los aspectos inflables de nuestro ego. En Pésaj, mientras celebramos nuestra libertad física, también nos volvemos más conscientes de los riesgos del Jamets psicológico.

La sociedad moderna en sus incansables esfuerzos para convertirnos en consumidores leales, contribuye en gran medida a la alimentación de nuestro orgullo. Enseñándonos a ser más egoístas, mas egocéntricos y más hedonistas. Nos empuja a convencernos de que tenemos derecho a tener todo lo que necesitamos, queremos y deseamos. Esta inmensa ambición, cuando se realiza, puede deteriorarse fácilmente en arrogancia. En sentir que soy más que los demás sólo porque tengo más que los demás.

La Matsá, un pan plano, chato y sin pretensiones, representa la humildad. La humildad no significa degradarnos. Ser humilde significa que nos damos cuenta de la verdadera dimensión de la vida humana, tomando conciencia de nuestra ineludible mortalidad y reconociendo que dependemos totalmente de D-s.

La humildad es también la esencia de la autoestima, un prerrequisito para estar en paz con uno mismo. El individuo arrogante es inseguro y necesita el halago público y el permanente aplauso de los demás, a veces desesperadamente, con el fin de compensar su baja autoestima. Sólo el humilde, la persona que no necesita buscar la alabanza de los que están a su alrededor para sentirse mejor, es verdaderamente libre, in-dependiente. El hombre humilde es capaz de admitir sus desaciertos, cambiar y mejorarse constantemente a sí mismo.

La persona arrogante, por otro lado, es psicológicamente incapaz de admitir errores y por lo tanto, incapaz de cambio. Y al no poder corregirse termina adaptándose (=esclavizandose) a sus propios defectos. La arrogancia es un Faraón tirano que condena nuestra personalidad al estancamiento.

Mientras que la persona humilde sabe y sostiene que todo ser humano merece dignidad y respeto y tiene el derecho a ser escuchado y comprendido, el individuo arrogante se convierte en un sirviente de su propio reflejo inflado. La arrogancia es una capa de aluminio detrás de un cristal que sólo nos deja ver nuestra propia imagen.

Nuestros Jajamim explican que la arrogancia, este tipo de Jamets mental, es la principal barrera entre el hombre y su prójimo, y entre el hombre y HaShem.

Pésaj es una intensa lección de humildad. De la misma manera que eliminamos cada migaja de Jamets de nuestros hogares, debemos borrar todo rastro de vanidad de nuestros corazones.




PESAJ: Cosméticos y medicamentos Jamets

Para los Sefaradim está permitido mantener en su posesión o utilizar durante Pésaj cualquier producto que no es comestible, es decir, que no es normalmente consumido por humanos o animales, aun cuando estos productos puedan contener Jamets. Por ejemplo: Cosméticos, pegamentos, pinturas, champú, desodorantes, perfumes, jabones, detergentes o cualquier otro producto de limpieza, etc. En todos estos casos no es necesario comprobar la ausencia de Jamets en estos productos, ni hace falta que tengan una supervisión especial para Pésaj.

También está permitido el consumo de medicamentos que vienen en forma de cápsulas o pastillas no masticables, o sea, que se tragan con agua. ¿Por qué? Porque cuando un medicamento viene en forma de una pastilla dura no masticable se considera «no comestible», por lo tanto, aún si ese tipo de medicamento tuviera un elemento Jamets (lo cual hoy en día es altamente improbable, como lo voy a explicar), se podrá tomar ese medicamento durante Pésaj.

El rabino Eliezer Melamed explica que también muchos rabinos Ashkenazim en Israel y en los Estados Unidos siguen este mismo criterio Halajico. Lea aquí (inglés) la carta que sobre este tema escribe el Bet Din de Chicago, (cRc) presidido por el rab Geadlia Schwartz, una de las mayores autoridades halakhicas de la comunidad Ashkenazí en EEUU. El Rab Melamed también aclara que hoy en día, prácticamente todas las píldoras médicas se hacen con almidón de papa o maíz y no con almidón de trigo (entre otras razones porque la proteína de trigo, el gluten, es perjudicial para pacientes celíacos). Vea aquí lo escrito por el rab Melamed sobre cosmeticos, medicamentos, vitaminas, etc. (Hebreo)

Ahora bien, las pastillas masticables, los jarabes, los suplementos alimenticios  o vitaminicos en polvo, y/o cualquier otro medicamento o vitaminas con gusto agradable, bebible  y/o masticable debe contar con la certificación «Kasher para Pesaj», o uno debe asegurarse de que no contienen ningún ingrediente Jamets en su composición .

Es recomendable entonces, cuando sea posible, pedir al médico que recete para Pesaj medicación en forma de píldoras no masticables.

Vale la pena aclarar que en caso de una condición médica seria se debe tomar cualquier medicamento que sea necesario.

JAMETS para MASCOTAS
Está prohibido usar o incluso mantener durante Pesaj alimentos para animales que contengan Jamets. Muchos de los alimentos para perros, gatos, pájaros, peces, etc. contienen Jamets. Si uno tiene un animal de compañía o una mascota, deberá procurar  alimentos para animales que no contengan ningún producto Jamets. Lea aquí el articulo de Star K (inglés) con respecto a productos Kasher para Pesaj para mascotas y animales.




PESAJ: Sefaradim vs. Ashkenazim

Hay algunas diferencias en cuanto a las costumbres de los Yehudim Sefaradim y Ashkenazim respecto a Pésaj. Estas diferencias son enteramente técnicas (esperamos que no sean demasiado técnicas para el lector promedio) , no filosóficas. Y si bien cada uno debe seguir las costumbres de su comunidad de origen, creo que es importante conocer y entender la lógica de las dos tradiciones.

 

Aquí presentamos un par de ejemplos.

1. qiniyot. Como explicamos ayer, la costumbre Ashkenazi es abstenerse de comer arroz y cualquier otro tipo de semillas durante Pésaj. Esto se llama Isur qitniyot (legumbres, semillas y granos, que no son los 5 que se pueden convertir en Jamets: trigo, cebada, centeno, avena, espelta). Ahora bien, a pesar de que la costumbre Ashkenazi prohíbe el consumo de qitniyot durante Pésaj por los motivos que explicams ayer, los productos qitniyot pueden mantenerse durante Pésaj en la casa de uno, y no hay necesidad de tirarlos o venderlos (Rabí Eliezer Melamed, Peniné halajá, siguiendo Shuljan Aruj, Rama, 453: 1). También, como lo ha señalado el rabino Melamed, aunque la costumbre Ashkenazi es prohibir productos qitniyot durante Pésaj, eso es sólo cuando los qitniyot constituye la mayoría de ese producto (más del 50%), pero si los qitniyot están presentes en una proporción menor (fructuosa de maíz, almidón de maíz, etc), esa comida no estará prohibida (ver Mishna Berura idem, 8-9). Se puede leer estos temas en el libro del rabino Eliezer Melamed, Penine Halajá en hebreo o en este website en ingles. vea aquí

2. eno jozer vene’or. La tradición sefaradí sostiene que una comida que no posee ningún ingrediente Jamets en su composición básica, pero contiene un aditivo Jamets o cualquier otro tipo de ingrediente secundario que constituye menos del 1,6% (1/60) del total del producto alimenticio, si esa comida fue elaborada ANTES de Pésaj, esa comida estará permitida durante Pésaj. ¿Por qué? Porque si bien durante Pésaj cualquier comida en la que haya aun una minima proporción (p.e., 1/1000) se considera Jamets,  para la tradición Sefaradí si el elemento Jamets se mezcló antes de Pésaj, esa mezcla estará sujeta a las leyes normales de mezclas, por la cual un ingrediente se considera eliminado si está presente en una proporción de 1,6% o menor.

Para la costumbre Ashkenazi, sin embargo, no hay diferencia si la comida se hizo antes o durante Pésaj: en ambos casos, incluso una cantidad mínima de Jamets (0.001) hace que todo el producto se considere no apto para Pésaj.




PESAJ: Jamets vs. Arroz

JAMETS

Durante Pésaj no nos está permitido comer, beneficiarnos o incluso poseer Jamets. Hoy vamos a empezar a explicar la prohibición de ingerir Jamets.

¿Qué es exactamente Jamets? Jamets (o Jametz) es cualquier sustancia fermentada, sólida o líquida, que proviene de uno de los siguientes cinco granos: trigo, centeno, espelta, cebada y avena.

La fermentación Jamets se produce sólo una vez transcurridos dieciocho minutos desde el momento en que uno de estos granos o uno de sus derivados entra en contacto con agua.

Los siguientes tres factores deben estar presentes al mismo tiempo para que un alimento sea considerado Jamets.

(i) Harina o cualquier otro producto derivado de uno de los cinco granos mencionados anteriormente. Un producto alimenticio fermentado que no es o que no contiene ningún elemento proveniente de uno de esos cinco granos, no es Jamets y no se convierte en Jamets, incluso si paso por un proceso de fermentación.

(ii) Agua: cuando la harina procedente de uno de los cinco granos se mezcla exclusivamente con puro jugo de fruta, o miel o huevos sin agua, ese producto no se considera Jamets sino Matsa Ashira y está permitido durante Pésaj.

(iii) Tiempo. La Matsa tiene dos de los tres elementos que hacen que un producto sea Jamets: harina y agua. Pero es sacada del horno antes de que hayan pasado dieciocho minutos desde el momento que el agua y la harina entraron en contacto. El tiempo, por lo tanto, es la principal diferencia ( o la única) entre Jamets y Matsa.

Algunos ejemplos comunes de productos Jamets son: pan, pasta, galletas, cereales, alimentos para bebés, whisky y cerveza.

SEOR

La prohibición de Jamets incluye otro elemento, un aditivo alimentario, que la Tora llama seor (שאור). Seor (o levadura de grano) es un catalizador del proceso de fermentación. En otras palabras, una vez que harina y agua se mezclan, el proceso de fermentación tiene lugar en 18 minutos, o si se le agrega seor, el proceso de fermentación será más rápido. Todas las prohibiciones de Jamets (consumo, posesión, beneficio) se aplican también al seor.

ARROZ

El arroz no es uno de los 5 granos prohibidos. La costumbre Ashkenazi, sin embargo, es prohibir el consumo de arroz como así también otras legumbres y cereales durante Pesaj (qitniyot). Analicemos el caso del arroz. Obviamente, la tradición Ashkenazi no considera que el arroz o cualquier otro grano que no sea uno de los cinco mencionados anteriormente es Jamets. La razón de la abstención de arroz en Pésaj es que era común encontrar granos de trigo mezclados con los granos de arroz. Ya sea porque los campos donde el arroz se cultivaba estaban por lo general cerca o dentro de los mismos campos donde se cultiva el trigo, y / o porque los granos de arroz (integral, enteros) y los granos de trigo se parecen. En el mercado, no era raro encontrar granos de trigo dentro de bolsas de arroz u otros granos y legumbres. Y, como veremos más adelante, la prohibición de Jamets durante Pesaj es tan estricta que un solo grano de trigo transformaría a todo un alimento en prohibido para Pesaj.

La costumbre de abstenerse del arroz no es una tradición exclusiva de los judíos Ashkenazim. Los judíos Sefaradim están divididos sobre la cuestión del arroz. Los Yehudim marroquíes y otros Yehudim de África del Norte también evitan el consumo de arroz durante Pesaj, mientras que los judíos de Irán, Oriente Medio y Siria consumen arroz durante Pesaj. Sin embargo, para evitar la posibilidad de la presencia accidental de un grano de trigo en el arroz, la costumbre persa y siria es revisar el arroz tres veces antes de usarlo para Pesaj.