GRACIA MENDES (Parte 2): La Biblia de Ferrara

RESUMEN
Estamos recorriendo brevemente la vida y obra de Beatriz de Luna conocida luego como Doña Gracia Mendes. Recordemos que cuando la inquisición se estableció en Portugal resultó imposible para los judíos seguir viviendo allí, y en el año 1538, cuando fallece su esposo Francisco Mendes, Beatriz junto con su hija Ana y su cuñado Diogo se trasladan a Flandes (hoy Amberes, Bélgica), la capital financiera de Europa en ese entonces. Allí estuvo al mando de la exitosa empresa de comercio internacional y del banco que había fundado su fallecido marido. Beatriz utilizó su fortuna y su influencia para ayudar a sus hermanos judíos a escapar de Portugal y llegar a Turquía.
EN LOS PAISES BAJOS
Flandes pertenecía en ese entonces al Imperio de Carlos V de España. Y por lo tanto los temas religiosos  estaban bajo la autoridad de la inquisición. Por ese motivo, y hasta que llegara a su destino final, Turquia, Beatriz todavía seguía ocultando su condición judía. Con su altísimo perfil, cualquier pequeño error podría costarle la vida a ella y a su familia. Y como explicamos anteriormente, era muy tentador para la inquisición acusarla de judaizar ya que en caso de ser encontrada culpable se quedarían con su inmensa fortuna. Mientras estuvo en Flandes Beatriz seguia creciendo en fama y en éxito. Trató comercialmente con el rey Henry II de Inglaterra; con el emperador Carlos V; con el rey de Francia y hasta con los Papas Pablo III y Pablo IV . Estas relaciones involucraban actividades comerciales, préstamos de enormes suma de dinero a los monarcas, y sobornos a la iglesia para que la inquisición no persiguiera a los judíos anusim (conversos contra su voluntad) en España y Portugal. La historia completa de Beatriz en Flanders es fascinante, pero demasiado larga para relatarla en unas pocas lineas.
BEATRIZ EN VENECIA
En 1544, luego de una jugada política en su contra para tratar de desenmascarar su identidad judía,  Beatriz escapó de Flandes y se instaló en Venecia. En ese entonces Venecia era una “república” independiente del papado, y tenía territorios en Croacia, Eslovenia, Grecia y hasta Chipre.   La República de Venecia era conocida por su pragmatismo y Beatriz fue muy bien recibida allí, ya que su compañía comercial beneficiaba inmensamente a esta ciudad. En ese entonces Venecia tenía sus propias reglas con los judíos. Por un lado, ofrecía garantías a los anusim conversos para que pudieran dirigir sus vidas discretamente sin ser molestados por la Inquisición. Sin embargo, los que querían vivir abiertamente como judíos debían establecerse en el famoso Gueto de la ciudad. Recordemos que el primer Gueto judío de la historia  fue el de Venecia, establecido en 1516. Beatriz continuó en Venecia con sus negocios hasta 1549.
LA IMPORTANCIA DE LLAMARSE “GRACIA”
De Venecia Beatriz se trasladó a Ferrara, en ese entonces, un lugar excepcional para los judíos . La única ciudad-estado de Europa en la cual se les permitía a los judíos practicar libre y abiertamente su religión (esta buena situación persistió solo hasta 1597). Ya a finales del siglo 15 Ferrara había aceptado a mas de 20 familias de refugiados Sefaradim otorgándoles libertades civiles impensables en otras regiones, como por ejemplo, el derecho de ejercer la medicina.  Y fue allí,  en Ferrara, en el año 1549 donde “Beatriz” finalmente dejó definitivamente atrás su nombre gentil y comenzó a  llamarse “Gracia” (la traducción típica Sefaradí del nombre “Janá”;  “Jen” en hebreo significa “gracia” ) “Nasí”, que era su apellido judío de soltera. Y por primera vez en su vida comenzó a practicar abiertamente su amada religión judía, algo que continuó hasta el ultimo día de su vida. En esos días existía también una incipiente pero importantísima comunidad judía, en su mayoría refugiados sefaradíes , en Erets Israel, especialmente en Tsefat (Safed). Allí estaba por ejemplo, el rabino Yosef Caro (1488-1575), su maestro, Ribbí Ya’aqob Berab, y sus alumnos, como rabbi Moshé Alshej haQadosh y otros genios de la Torá y de la Qabbalá. Doña Gracia y los judíos de Ferrara apoyaban económicamente a estas colonias judías y academias Rabínicas de Tsefat y Yerushalayim.
EDUCACION JUDIA PARA LOS QUE MAS LA NECESITABAN
Doña Gracia seguía ayudando a los “conversos” de Portugal y España a escapar de la inquisición. Pero su tarea no se limitó a la ayuda material a los anusim. Uno de los proyectos más importantes que inició Doña Gracia Mendes fue el financiamiento de libros judíos en español.   ¿Por qué era esto tan importante para ella? Porque había decenas de miles de refugiados judíos de España y Portugal que no sabían leer hebreo -o no lo comprendían- y su único acceso a la Biblia, por ejemplo, era a través de las traducciones cristianas al Latin, como la Vulgata, que en los textos clave presenta una versión anti-judía del Libro de los Libros.   Pero la Biblia no era el único libro que había que traducir.  Hacia falta un libro de oraciones para que los refugiados judíos “anusim” entendieran lo que estaban diciendo al rezar y pudieran así reforzar su fe en Dios.  En 1552 Doña Gracia financió el “Libro de oracyones para todo el año”, traducido  por el Rab Yom Tob Atias (cuyo nombre anterior era “Jerónimo de Vargas”.) También financió la publicación de “La Consolación para las Tribulaciones de Israel”, un libro de historia e historias escrito por el Rab Samuel de Usque, publicado en 1553.  Y fue en ese mismo año que estos dos rabinos estuvieron a cargo de la primera traducción “judía” de la Biblia al español: la famosa “Biblia de Ferrara”. En la introducción ambos Rabinos le escribieron una emocionante carta de dedicatoria y agradecimiento que podemos ver aquí abajo. 

 

Ofrezco aquí mi transcripción del español antiguo 

“No parecía razón, muy magnifica señora (Doña Gracia Mendes YB), qiue habiéndose de imprimir la Biblia en nuestra lengua española traducida del hebreo palabra por palabra (obra tan rara y hasta nuestros tiempos nunca vista) fuese a parar en personas de cuyo favor no se pudiese valer, sino a alguna tan noble y magnánima que na su nobleza acrecentase ornamento. Por la cual causa la quisimos dirigir (=dedicar) a vuestra merced como a personas que sus méritos entre todos los nuestros (=los judíos) siempre tuvieron el mas sublime lugar , así por sus grandezas lo merecer como porque la propia naturaleza y amor a la patria (= la nación de Israel)   nos pone esta obligación tan debida. Que vuestra merced (Gracia Mendes) la acepté con la voluntad que nosotros se la ofrecemos y la favorezca y defienda con el animo que siempre favoreció a todos los que su ayuda hasta hoy impetraron (= imploraron).  Y porque su nobleza naturalmente esta acostumbrada a estos oficios, quedamos seguros de algún recelo que por diversidad de juicio podríamos tener, pidiendo que su memoria no se olvide de nuestro deseo que tan inclinado es a su servicio. Nuestro Señor  por muy largos años guarde a su persona y prospere su magnífico estado.  Servidores de vuestra merced   Yom Tob Atias y Abraham Usque.  

LOS JUDIOS DE FERRARA
La comunidad judía de Ferrara estaba compuesta íntegramente por Sefaradim que habían llegado de España un poco antes de 1492, y que allí, viviendo en total libertad, estaban progresando en su vida espiritual y floreciendo materialmente. Era tanta la prosperidad que los judíos seguían llegando ,y antes de terminar el siglo 16 vivían allí más de 3,000 judíos que representaban más del 10% de la población total. La vida privilegiada y dedicada a la Tora y Ma’asim Tobim (filantropía) de los judíos de Ferrara en esa época,  la describe con sublime belleza Cecil Roth en su libro “Doña Gracia”. Digamos brevemente que las familias más prestigiosas de la ciudad como los Abarbanel (los hijos del Rab Don Isaac Abarbanel), los Modena y los Nasí eran benefactores de toda causa judía que se presentara. Las casas de estos mecenas y filántropos estaban siempre abiertas para recibir a los Talmidé Jajamim (Rabinos y estudiosos de la Torá), apoyándolos económicamente y facilitándoles acceso a algo muy preciado y difícil de encontrar en esa época: bibliotecas, con libros y manuscritos hebreos, que estas familias adineradas poseían en sus casas. La libertad que gozaron los judíos de Ferrara duró relativamente poco. En 1597 muere el principe, sin dejar ningún heredero varón y el Papa reclamó y tomó el ducado recibió después de una breve resistencia. En medio de los gritos de júbilo de la gente que saludaba al Papa se escuchaba también un nuevo a inusual grito en la ciudad: «¡Abajo los judíos!». Una gran ansiedad se apoderó de la comunidad, especialmente de los anusim que temían el gobierno del Papa; y aproximadamente la mitad de los judíos de Ferrara emigraron a Módena, Venecia y Mantua.




DOÑA GRACIA MENDES (Parte 1): Salvando la vida y la dignidad de los refugiados judíos

GIGANTES OLVIDADOS

Doña Gracias Mendes (1510-1568), también conocida como Doña Gracia Nasí, fue probablemente la mujer que más hizo por el pueblo judío en la diáspora de la era post-bíblica. Tal como ocurrió con Esther HaMalka, que usó su posición de reina del Imperio Persa para salvar del genocidio a los judíos que vivían en su reino,  Doña Gracia utilizó su poder –una inmensa fortuna y una extensa red de contactos comerciales, financieros y políticos– para rescatar y salvar de la muerte, de la miseria y de la esclavitud a decenas de miles de «anusim», judíos expulsados de España y Portugal.  La historia de su vida es apasionante y parece pertenecer más al género de la fantasía y la leyenda que a la historia.  Sin embargo, la documentación que existe sobre su vida, incluyendo los datos más increíbles,  están perfectamente documentados en artículos y libros que hoy están al alcance de cualquier persona interesada en conocer más sobre Doña Gracia.  Mi deseo es que esta información despierte la curiosidad del lector y ayude a rescatar del olvido la memoria de esta gran mujer de Israel.

DE ESPAÑA A PORTUGAL
Nació en Lisboa, Portugal, en el año 1510. Su nombre de nacimiento era «Beatriz de Luna». Recordemos que en 1492,  entre 600.000 y 800.000 judíos fueron expulsados de España.  Aproximadamente 120.000 de esos judíos huyeron a Portugal, donde el rey Juan II les exigía una enorme suma de dinero, 100 monedas de oro por familia,  para otorgarles residencia permanente. La mayoría de los refugiados judíos  habían abandonado todo lo que tenían en su España natal, y no podían afrontar esos exorbitantes costos. El rey les ofreció entonces que por el pago de 1 moneda de oro se quedaran en Portugal temporariamente, por 6 meses.   Había sin embargo, 600 familias judías que eran adineradas y pudieron pagar las 100 monedas para obtener la residencia en Portugal.  La familia Nasí –este era su apellido judío antes de haber adoptado por la fuerza el gentil «de Luna»– era una de estas familias. La historia de las tremendas dificultades que los judíos sufrieron en Portugal en esta época es muy larga compleja para describirla en una pocas líneas. Pero digamos brevemente que luego de interminables negociaciones se llegó a un acuerdo, alrededor del año 1500, con el rey Manuel, el sucesor del rey Juan: los judíos se convertirían “nominalmente» al cristianismo, pero el rey no permitiría que se estableciera en Portugal el tribunal de la Inquisición (ver aquí).   La Inquisición estaba a cargo de verificar que los conversos no practicasen ninguna otra religión en privado.  Entonces, al no haber Inquisición los judíos podían vivir una doble vida: exteriormente estaban obligados a pretender que vivían como cristianos,  pero en la privacidad, y con discreción, eran prácticamente libres de obrar como quisieran. En este ambiente nació y se crió beatriz de Luna.  Y como era habitual en esos tiempos, recién a los 12 años los padres de Beatriz le revelaron a su hija que era judía. Contarle a un niño o una niña menor de esa edad su identidad secreta podía ser muy arriesgado y peligroso para la familia y para el propio infante.

CASARSE CON EL RAB MENDES

A los 18 años Beatriz se casó. Su marido era Francisco Mendes.  “Mendes” (en Europa se los conocía también como «Mendés») era el apellido no-judío que había adoptado en estas circunstancias la familia “Benbeniste» (o Benveniste), que procedía de una dinastía de rabinos y estudiosos de la Torá. La ceremonia de casamiento se llevó a cabo en la catedral de Lisboa. Y como era costumbre, luego de la ceremonia cristiana, y una vez en la privacidad de su hogar,  celebraron la Jupá, la ceremonia de casamiento judío, y la firma de la Ketubá. Francisco Mendes no era un converso más. Francisco era un hombre que amaba y observaba el judaísmo y era muy conocedor de la práctica religiosa. Tanto era su conocimiento, que él actuaba como maestro de ceremonias y eventos religiosos. Francisco Mendes era conocido como el RAB HA-ANUSIM, “el rabino de los conversos”.    Fue a través de su esposo, Francisco, que Beatriz se interesó y conoció cada vez más y mejor la Torá, y fue gracias a su esposo que su amor por el pueblo judío y por la educación judía se transformó en la pasión de su vida.

NEGOCIOS EN ALTA MAR

Francisco, junto con su hermano Diego (Meir) crecieron inmensamente en el plano comercial.  Los dos hermanos estaban a cargo de comercializar en el mercado internacional toda la carga marítima que llegaba a Portugal desde Brasil, Africa y la India. Recordemos que el principio del siglo 16 era una época de inmenso apogeo económico para Portugal, que por un lado había descubierto la mejor ruta para llegar a la india, el Cabo Verde,  y por el otro lado explotaba sus colonias en Brasil. Comercialmente, Portugal era la puerta de entrada a Europa de todas las mercaderías exóticas (pimienta negra y otras especias, tabaco, maderas, metales y piedras preciosas, etc.) que llegaban a Lisboa. Todo este comercio que beneficiaba a la corona portuguesa estaba administrado de principio a fin por los hermanos Mendes.  El éxito de los Mendes y su fortuna fue tan grande que también crearon un banco,  «La Casa Mendes» (ver este interesante artículo de Wikipedia en Francés: https://fr.wikipedia.org/wiki/Banque_Mend%C3%A8s  ) , que llegó a ser el segundo banco más importante de Europa en el siglo 16.

DUDOSAS INTENCIONES

No solo a los Mendes les iba bien económicamente en Portugal.  Los judíos en España era famosos por sus talentos en el comercio, un área que no era la especialidad de los gentiles. Y libres para desarrollar sus aptitudes, los refugiados sefaradim en Portugal llegaron a alcanzar un  gran nivel de prosperidad.   Pero luego de 35 años de bonanza,  la situación para los judíos de Portugal se complicó. El Papa insistía en instalar la inquisición en Portugal. Más allá de los motivos religiosos y políticos, el establecimiento de la inquisición era una excelente fuente de recursos económicos para la iglesia, ya que cuando la inquisición descubría que algún converso  «judaizaba», es decir,  observaba algún ritual judío aunque fuera en privado, el acusado era condenado a morir  «y  todo su dinero, bienes y propiedades eran confiscados y pasaban a manos de la iglesia».  Y no solo ocurrió en Portugal que la iglesia presionaba para establecer su tribunal de inquisición justamente cuando los judíos triunfaban económicamente,  y sus numerosos bienes podían ser confiscados.    Este importantísimo detalle sobre las intenciones non-santas es sospechosamente omitido por muchas publicaciones cuando describen la actividad de la iglesia contra los conversos judíos.  Ver por ejemplo, Wikipedia,  aquí .   Los judíos trataron por todos los medios de postergar la llegada de la inquisición, pero finalmente en 1536 la presión papal se impuso y el temido tribunal se instaló en Portugal. Desde ese momento, para los judíos resultó imposible permanecer allí.

SALVAR VIDA Y DIGNIDAD

En 1538 Francisco Mendes falleció, y dejó su posición y su fortuna a su esposa Beatriz. Ese mismo año Beatriz, su hija Ana y su cuñado Diego Mendes se instalaron en Amberes (Antwerp), Bélgica, el centro financiero más importante de Europa en ese entonces, y siguieron adelante con su exitosa empresa. Beatriz aún mantenía su identidad judía en secreto. En Amberes y junto a Diego Mendes, y más tarde con la ayuda de su sobrino el duque Yosef Nasí, Beatriz comienza a transformarse en una figura gigantesca para el pueblo judío. En primer lugar, Beatriz utiliza la ruta comercial de la empresa Mendes para ayudar a los judíos de Portugal a escapar clandestinamente en sus barcos de las manos de inquisición.  Las familias de anusim escapaban escondidos en los barcos comerciales de los Mendes, que tenían paso libre y seguro por todo Europa. Decenas de miles de refugiados llegaban desde Lisboa hasta Amberes, desde Amberes hasta Venecia o Ancona en Italia, y desde allí muchos continuaban hasta Turquía, donde los judíos, como veremos más tarde, eran muy bien recibidos.

Beatriz no solo se ocupaba de que los refugiados judíos pudieran escapar vivos de Portugal y llegar a salvo a destino, sino que también evitaba que perdieran todos sus bienes. ¿Como? A través de sus múltiples y leales agentes, la empresa de Beatriz se ocupaba de comprar y vender las propiedades y los bienes de los judíos anusim en Portugal,  y le enviaban el dinero a los refugiados judíos a través del banco Mendes.

Continuará….




¿Era judío Cristobal Colón?

EL APELLIDO
El apellido Colón o Colombo era típicamente judío. Viene del nombre o apellido hebreo Yoná (como «Rabbenu Yoná») que significa «paloma» o en italiano,  «colomba».  Recordemos tambien que uno de los rabinos más famosos de esa época, y el más importante jurista (poseq) rabínico italiano de todos los tiempos, se llamaba Rabbí Yosef Colón (mahariq, 1420-1480).  En España, en uno de los más tempranos autos de fe (1461), fue quemado vivo Tomás Colón, junto con su esposa y su hijo, por cometer el delito de «judaizar» (=realizar alguna práctica judía, como encender velas o cambiarse la ropa un viernes por la tarde, o estar parado silenciosamente frente a una pared –recitando la ‘amidá, etc).
IDENTIDAD SECRETA
Por supuesto que, si Colón era judío, era de esperar que lo ocultara, especialmente si su intención era obtener el apoyo político de la corona de España para sus expediciones. En los tiempos de los reyes católicos Isabel y Fernando, ser judío no era un título que otorgara muchos privilegios en la corte española…. todo lo contrario.  Muchos judíos, probablemente más de 200,000, vivían una doble vida. Ellos o sus padres se habían convertido por la fuerza desde que comenzaron los «progroms» en 1391 y vivían exteriormente como católicos, pero en sus casas, en el seno de sus familias, vivían como judíos, muchas veces arriesgando sus vidas.  A estos judíos se los llamaba de muchas maneras diferentes: «marranos», en el lenguaje popular, «conversos», «cristianos nuevos», «cripto-judíos» (judíos en secreto) o «chuetas» en el sur de España.
CERTIFICADO DE JUDEIDAD
Hay muchas evidencias que indican la judeidad de Colón, como su firma, etc. 
Otras menos conocidas son:
1. En su testamento Colón dejaba el 10% de todos sus ingresos a los pobres y a las doncellas que estén por casarse.  Estos gestos corresponden a dos preceptos muy importantes en el judaísmo, ma’aser kesafim, apartar un 10% de nuestros ingresos para caridad. Y dentro de la Mitsva de Tsedaqa, como dice el Shulján Aruj, el acto más meritorio y que tiene prioridad sobre cualquier otra noble caridad, es apoyar a las jóvenes que se van a casar y no tienen medios suficientes para hacerlo (hajnasat kalá, yore de’a 249:15).
2. Colón debía partir del puerto de Palos el 2 de Agosto de 1492. Ese año, el 2 de Agosto era el día de Tisha beAb, el día de duelo nacional del pueblo judío. Colón, por razones que nunca pudieron ser explicadas en términos climáticos, etc. embarcó a sus 90 hombres el 2 de Agosto, pero no partió del puerto hasta el día siguiente, el viernes 3 de agosto, media hora antes de que cayera el sol (comenzara Shabbat).  «Casualmente» el 3 de Agosto era también el último día que el infame Edicto de Expulsión establecía para que los judíos eligieran entre convertirse o abandonar España… 
 
3.  Todos los financieros que apoyaban a Colon eran judíos practicantes o secretos. Los fondos para la expedición de Colón no venían, como dice la leyenda,  «del dinero de las joyas  que vendió la reina Isabel».  Colón necesitaba el apoyo político y legal de la reina para conquistar legalmente nuevas tierras, pero el financiamiento tenía que llegar de otro lado.  Entre los judíos que apoyaban a Colón estaban por ejemplo, el célebre Rab Don Isaac Abarbanel, uno de los hombres más pudientes  de España; el Rab Abraham Zacuto, el astrónomo más famoso de España en esos tiempos, que fue quien le entrego a Colón su astrolabio y su calendario Perpetuo, ambas herramientas nuevas y esenciales para la navegación. Otros donantes de Colón fueron los judíos conversos. Entre muchos otros Luis de Santangel y Gabriel Sanchez. Cuando Colón llega de su primera expedición escribe dos cartas de agradecimiento por el apoyo brindado: una a Sanchez y otra a Santanagel. Colón no escribió ninguna carta de agradecimiento a los Reyes. 
 
Pero , ¿por qué los judíos y conversos españoles apoyaban a Colón?
EL PLAN SECRETO
En su «Diario del Primer Viaje» de 1492, Colón revela su increíble plan maestro.   Allí Colón escribe que «con las ganancias de su empresa liberaría Hierusalem y construiría allí la Casa Sancta». Esto lo dice Colón repetidas veces en sus diarios (ver aquí pag. 294). Lo que movía a Colón a conseguir oro y riquezas, según sus propias palabras, era su deseo de financiar un gran ejército de más de 100.000 soldados, liberar Jerusalem de mano de los moros y «construir allí la casa santa».    Para los cristianos, la conquista de Jerusalén se justificaba con el fin de liberar el santo sepulcro. En términos cristianos,  la expresión «construir una casa santa en Jerusalem» no tiene ningún sentido… Evidentemente, como los judíos muy bien sabemos, la construcción de la «Casa Sancta en Hierusalem» no puede ser otra cosa que la construcción del Bet haMiqdash. La intención de Colón, y de los judíos que lo apoyaron con tanto entusiasmo era que con los fondos obtenidos se conquistara Jerusalem y los judíos, incluyendo a los 800,000 judíos que abandonaron España el mismo día que Colón partió del puerto de Palos, pudieran finalmente tener su propia tierra, volver a su hogar, Israel, y ver reconstruida allí su «Casa Sancta»  (בבי»א). Esta fue y sigue siendo, la mayor aspiración del pueblo judío, y por la cual , hasta hoy seguimos rezando.
 

Rab Yosef Bittón

Todo esto, hasta donde yo sé, y por razones que sospecho van más allá de lo académico, no es muy sabido y no se enseña en las escuelas. 
LA RELIGION DE CRISTOBAL COLON para CNN en Español
LA RELIGION DE CRISTOBAL COLON,
entrevista a Charles Garcia, para CNN en Español