Donald J. Trump: un presidente de dimensiones bíblicas
לב מלך ביד ה’ על כל אשר יחפץ יטנו
El corazón de los reyes está en manos de Dios: Él los mueve a Su voluntad
Proverbios 21:1
El pueblo judío pasaba por una de sus peores crisis. Jerusalem había sido destruida décadas atrás, en el años 586 aec. Los refugiados judíos que vivían en Babilonia, se estaban asimilando a un ritmo galopante. Se casaban con otros refugiados, ya no hablaban en hebreo y habían empezado a practicar ritos paganos. La tierra de Israel ya casi no tenía judíos. Los babilonios habían enviado allí a hombres y mujeres paganos, de varios pueblos conquistados, sin una identidad definida para trabajar la tierra y evitar su desertificación. Este nuevo grupo étnico, los samaritanos, que ahora eran nativos de “Israel”, estaban muy cómodos en la Tierra Santa. Los babilonios no tenían ninguna intención de que los judíos de autorizar a ,los judíos a regresar. Parecía que las profecías Yirmiyahu (Jeremías), que había anticipado que Dios haría regresar Su pueblo Israel no se iban a cumplir…. La total integración del pueblo judío a la sociedad Babilonia, era solo una cuestión de tiempo. El final del pueblo judío era inminente.
Y entonces ocurrió un “milagro”. No fue un evento sobrenatural como la apertura del mar rojo. Fue un evento histórico-militar, algo que históricamente se consideraría “normal”. En el año 538 aec los persas vencieron a los babilonios y se hicieron de su imperio. Surgió un nuevo emperador: Koresh (Ciro). Al principio los judíos no sabían cuál iba a ser la política de Koresh con el tema judío.
Pero la incertidumbre no duró mucho tiempo. para relatar lo que ocurrió, algo totalmente inesperado, voy a copiar a continuación lo que dice el Tanaj (la Biblia hebrea), literalmente, en sus 2 últimos renglones: “En el primer año de Ciro, rey de Persia, en el tiempo que debía cumplirse la promesa Divina que había profetizado Yirmiyahu, HaShem despertó [=inspiró] el espíritu de Koresh [Ciro], rey de Persia. Y [Koresh] proclamo esta declaración, que también registro en un documento, que decia. “Así dice Koresh, rey de Persia: HaShem, Dios de los cielos, me ha entregado todos los reinos de la tierra. Y también me ha asignado a mí para construir para Él un Santuario en Jerusalem, que está en Judea (= Israel). [Por lo tanto declaro que] cualquiera que pertenezca a Su pueblo, que HaShem esté con él, y que vuelva (de regreso a Israel)“.
Me gustaría analizar lo que dijo Koresh
Koresh no invitó a todos los ciudadanos de su imperio a construir un Templo en Jerusalem. Koresh, en primer lugar reconoció a Israel como un pueblo, una nación, que tiene un referente geográfico e histórico. Algo que los muchos judíos ya habían comenzado a olvidar.
Koresh reconoció que los judíos de babilonia tenían un derecho histórico a Israel que superaba el derecho de los Samaritanos que vivían allí.
Koresh no solo reconoció a la tierra de Israel (o Yehudá) sino que explícitamente mencionó a Jerusalem como la capital del pueblo judío, el lugar donde se reconstruiría el Bet haMiqdash.
Koresh no solamente declaró e hizo escribir un documento expresando su voluntad de reconstruir Jerusalem, sus aldeas y murallas para que los judíos pudieran vivir allí en paz, protegidos de sus enemigos. Koresh también se ocupó de financiar este proyecto. Hizo derivar fondos de la próspera comunidad judía persa para este propósito, y aportó fondos del mismo tesoro real.
Koresh envió a sus guardias a acompañar a los judíos que emigraron a Israel, para protegerlos en los peligrosos caminos y proveyó a los judíos que viajarían a Jerusalén de víveres, maderas y otros elementos de construcción.
Koresh superó las expectativas de todos los judíos cuando hizo esto: El rey babilonio Nebujadnetsar, que había destruido el gran templo de Jerusalem, se había llevado a Babilonia todos los artefactos del Bet haMiqdash. Los utensilios y objetos sagrados hechos de oro y plata , para su tesoro real. Koresh, en un acto sin precedentes restituyó todos esos utensilios a los judíos y los envió de regreso a Jerusalem para que sean utilizados nuevamente en el Bet haMiqdash.
Es interesante resaltar que el rey Koresh NO era judío, ni pretendía serlo. Era un rey, digamos, “secular”, o con su propia relgion. Pero como lo dice claramente el Tanaj HaShem, Dios, “despertó su espíritu” y lo inspiró a ayudar a Su pueblo a regresar a su tierra, recuperarla y defenderla.
El profeta Yesha’ayahu (Isaías) también se refirió a Koresh en los capítulos 44 y 45 de su libro. Yesha’ayahu describió a Koresh como el rey que Dios había coronado para ayudar a Su pueblo a regresar a su tierra , Israel.
¿Qué hizo el presidente Donald Trump por Israel y por los judíos desde que asumió su mandato?
Reconoció por una ley del congreso americano a Jerusalem como la capital indivisible de Israel y traslado allí su embajada.
Canceló el acuerdo nuclear que Obama había firmado con Irán y que era sumamente peligroso para Israel.
Impuso duras sanciones al gobierno iraní para evitar que éste obtenga o desarrolle armamento nuclear y para evitar su expansión terrorista en el Medio Oriente. El estado de Israel considera la regimen iraní como la mayor amenaza para su existencia.
Reconoció la soberanía israelí en el Golán.
Reconoció la legalidad de las ciudades y poblados judíos en Judea y Samaria.
Ordenó la cancelación de la ayuda económica a la autoridad palestina de Ramallah, por apoyar al terrorismo.
Removió por esa misma razón al representante de la Autoridad palestina en Washington.
Amenazó con represalias al tribunal penal en La Haya que quiere castigar a Israel por defenderse contra los ataques palestinos.
Fomentó y fomenta la normalization de las relaciones diplomáticas entre los estados árabes (Emiratos, Omán, Bahrein, Arabia Saudita ) e Israel.
Decretó una nueva ley contra el antisemitismo en las universidades estadounidenses.
La diferencia entre Auschwitz y Jerusalem
Rab Yosef Bittón
Shabbat Shalom
El tren a Auschwitz
El tren en Jerusalem
¿Cómo rezar?
En el tratado Ta’anit, 23a, la Guemará nos cuenta sobre Abbá Jilquiyá, un hombre extremadamente honesto, que trabajaba muy duro, pero era pobre. Su comida diaria consistía do un pedazo de pan, que compartía con su esposa, con sus dos hijos y con los pobres que ni siquiera tenían pan (de esto último se encargaba su esposa). Abbá Jilquiyá era también conocido por un “poder” muy especial : sus plegarias (como las de su abuelo Joní haMeaguel) eran escuchadas.
Durante un año de dura sequía los prestigiosos Sabios de Israel enviaron una delegación de dos Sabios para que fueran a ver a Abbá Jilquiyá y le pidieran que él rezará por la llegada de la lluvia.
Abba Jilquiyá llamó a su esposa y discretamente, sin decirle nada a los Sabios, subió con ella a la azotea y se pusieron a rezar, cada uno en una esquina diferente. Esta hermosa imagen, marido y mujer rezando juntos, pero por su cuenta, es la fórmula de rezo de un matrimonio judío que se aprende del tercer versículo de la Perashá de esta semana “Toledot” donde la Torá relata que Yitzjaq y su esposa Ribqá rezaron a Dios para concebir un hijo, lo cual sucedió, ¡y por partida doble! luego de 20 años de espera.
Volviendo a Abbá Jilquiyá; al poco tiempo de comenzar a rezar, apareció una nube que trajo la lluvia. La Guemará se preocupa por contarnos que la nube no llegó del lado que rezaba Abbá Jilquiyá, sino del lado que rezaba su esposa. Insinuando que la lluvia había comenzado en mérito de ella.
Abbá Jilquiyá bajó de la azotea, sin que lo vieran los Sabios y les dijo: “Bueno, sí vinieron para pedirme que yo rece por lluvia, se pueden retirar porque, como ya ven, comenzó a llover antes de que yo pudiera rezar”.Esta hermosa historia continua el dialogo que tuvo lugar entre los Rabinos y Abbá Jilquiyá (la historia completa se puede ver aquí).
Hay varias lecciones muy importantes que se aprenden de este episodio de Abbá Jilquiyá respecto a cómo rezar.
Primero vayamos a lo más obvio.
1. Como la Guemará misma se encargar de demostrar, hay ciertas virtudes especiales que parecen ser las que le dan a una persona el mérito de ser escuchado por Dios: la honestidad en el trabajo ,y la ayuda a los que tienen menos que uno.
2. Hay otro elemento que aunque menos explícito es también evidente. La humildad de Abbá Jilquiyá que no quiso acreditarse el haber sido escuchado por Dios. La plegaría que Dios escucha parece ser la de aquel que no presume de su poder, como lo hizo Bil’am o otros mercaderes de la religión. Parafraseando lo que me explicó uno de mis maestros: “el que verdaderamente tiene ese poder no presume de él; y el que presume, no lo tiene”.
3. Pero el punto que más quiero resaltar es el que menos se nota: Si Abbá Jilquiyá era tan pobre, y sabia que sus plegarias eran escuchadas, ¿por qué no rezó por su propio bienestar? La respuesta, honestamente, no la conozco. Pero se me ocurren dos posibilidades. a) Que Abbá Jilquiyá era tan poco materialista que su pedazo de pan por día le alcanzaba, y no consideraba necesario rezar por más de lo necesario para vivir. Y quizás, esta extrema sencillez era otro de sus numerosos méritos. b) Que HaShem escucha más nuestro rezo cuando es desinteresado, es decir, cuando rezamos por el bienestar de los demás. Cuando rezamos por otra persona o por Am Israel, como hizo Abbá Jilkyá cuando no había lluvia.
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Pasando a un plano más personal, nuestra familia tuvo el mérito de ver un comportamiento similar a la de esposa de Abbá Jilkyá en la mamá de mi esposa, ORO BAT ESTER z”l.
√ En las derashot que se llevaron a cabo estos días en Ashdod, Israel, en su honor se escuchó por ejemplo, que siempre le pedía a sus hijas que le trajeran algún lindo perfume de regalo cuando venían de viaje. Pero ella nunca los usaba. Luego descubrieron que cuando sabía de alguna novia sin muchos recursos, le entregaba muy discretamente un sobre con dinero y un perfume con un bonito lazo que ella misma les hacia.
√ Uno de sus nietos contó que una vez se levantó a mitad de la noche y encontró a la ”Abuela Nori” z”l haciendo Tefilá y llorando en silencio. Cuando le preguntó que le pasaba le contestó que lloraba porque que los jayalim, los jóvenes soldados del ejercito de Israel, estaban expuestos a mucho peligro, y ella estaba rezando pidiéndole a HaShem con todo su corazón que los protegiera.
√ En nuestra familia solíamos contarle nuestros desafíos y problemas, grandes y chicos, porque sabíamos que ella haría Tefilá por nosotros. Y era un secreto a viva voz que si HaShem escuchaba nuestras Tefilot, y nuestro problema de alguna forma se resolvía “la nube había llegado por su lado”.
SHABBAT SHALOM
¿Cómo vivir?
לע’נ אורו נורי בת אסתר
Muchas veces me he preguntado a mí mismo la misma pregunta: ¿Cómo puedo ser un mejor judío? ¿Qué tengo que hacer para crecer y mejorar en mi vida espiritual? Y una y otra vez llegué a la misma conclusion: el secreto está en un versículo del libro de Tehilim, Salmo 16:8 שויתי ה‘ לנגדי תמיד. En este versículo el rey David dice: “He tenido a Dios frente a mí siempre”. Énfasis en la palabra «siempre»
TEMER A DIOS
Tener a Dios frente a nosotros quiere decir pensar en Él. Visualizar (¡sin visualizarlo!) que Dios me está observando. Imaginemos a un empleado que trabaja en una importante compañía. Maneja fondos, resuelve conflictos y atiende a los clientes. Si el empleado sabe que su patrón, el dueño de la compañía, está observando todos sus movimientos a través de las cámaras de seguridad, difícilmente caerá en la tentación de tomar dinero que no le pertenece, o pelearse con otro empleado o contestarle mal a un cliente. Con el tiempo, la buena conducta del empleado, que comenzó como una reacción a saberse observado por las cámaras de seguridad, se transformará en su propia conducta, en su segunda naturaleza. Como dice el refrán en hebreo: Lo que comenzamos haciendo de forma habitual se transforma en lo que hacemos de forma natural ( הרגל נעשה טבע ). Ahora comprenderemos mejor lo que dice el Rey David en Tehilim: si me convenzo de que Dios ve lo que hago, escucha lo que digo y sabe lo que pienso, mi proceder se habituará naturalmente a hacer sólo lo que es correcto “a los ojos de Dios”. Y mientras no me distraiga y no me olvide que vivo bajo Su mirada, es imposible que proceda mal …
HACER SU VOLUNTAD
Saber que Dios me observa no solo me protege de caer en la tentación de hacer lo que es incorrecto a Sus ojos, aún cuando estoy solo y nadie más me ve. Si me concientizo que Dios sigue mis pasos, tengo que asumir que mi vida, y lo que yo haga con ella, no le es “indiferente” a Dios. Si me observa es porque soy importante para Él. Y como Él sabe mi potencial, estoy seguro que espera grandes cosas de mí. Si logro sentirme observado por Dios, y no me distraigo de esta idea, tengo la razón más grande del mundo para no perder la oportunidad de alcanzar mi mayor potencial espiritual. Si más allá de “creer” en la existencia de Dios, me concientizo de Su presencia, mi voluntad se trasformará en Su voluntad:sentiré que naturalmente yo deseo hacer lo que Él quiere que yo haga.
AMAR A DIOS
Finalmente, si Dios me observa es porque le intereso. Y su interés por mí no es una función de beneficio personal sino de amor. Le importa de mí porque, como dice la Torá, HaShem nos quiere como un padre ama a sus hijos. ¿Existe algún sentimiento más poderoso que el saberse amado? Y el amor Divino, cuando uno verdaderamente lo siente, genera una reciprocidad natural. Aquellos que, como el Rey David, pueden llegar a sentir que Dios los quiere , en las buenas y en las malas, terminan “enamorándose” de Dios. Como un novio y una novia, que no pueden dejar de pensar uno en el otro. En ese estado, cuando finalmente me doy cuenta que Dios me observa porque me ama, y yo retribuyo su amor, la mente se fija en el objeto de nuestro amor, y todas las distracciones materiales desaparecen de nuestro cerebro. Es aquí cuando alcanzamos el nivel espiritual del Rey David: שויתי ה ‘לנגדי תמיד
EL PEOR ENEMIGO DE LA VERDADERA FE
Esta es la fórmula de David haMelej para nuestro crecimiento espiritual. O más aún: esta podría ser la descripción del propósito de la vida de un individuo judío. Vivir bajo la mirada de Dios. Temer desobedecerlo, por amor (“temer decepcionarlo”). Desear naturalmente hacer Su voluntad. Sentirse amado por Él y quererlo al punto de no poder dejar de pensar en Él….
Hay un solo problema. Todo esto es más o menos fácil de expresar, decir o escribir. Pero (y lo sé por experiencia propia) es muy difícil de realizar. Mejor dicho, de mantener. Puedo “vivir bajo la mirada de Dios” por un rato, si me concentró mucho o rezo o mientras estudio Torá (y a veces hasta en esos momentos cuesta…). El gran desafío es el “siempre”. La constancia de vivir en Su presencia… ¿Cuántas personas, aparte del Rey David, pueden llegar a este nivel de conexión permanente con Dios y no ser derrotados por el enemigo número 1 de la Emuná: “distraerse de Dios”?
LA EXCEPCION
Para escribir lo que escribí hoy solo tuve que pensar en mi querida suegra, ORO NORY BAT ESTER z”l. Ella personificó a la perfección el lema del rey David: שויתי ה ‘לנגדי תמיד. Sin estudiar Gemara o filosofía judía, articuló este significado de EMUNA, más allá de las palabras, con su devoción permanente por HaShem.
Al transformarse voluntariamente en un vehículo Divino que asiste a aquellos pobres «especiales», que uno no sabe que son pobres porque se sienten avergonzados de pedir.
Al imitar a Su amado Creador cuidando a los enfermos, consolando a los dolientes, ayudando a las viudas, protegiendo a los huérfanos o alegrando a las novias.
Por la inmensa gratitud y alegría que siempre manifestó por todo lo que Dios le dio y que, por esa enorme humildad que solo sienten aquellos que están muy cerca de HaShem, nunca sintió que mereció.
Por la completa y explícita aceptación de todo lo que sufrió y por lo cual nunca se quejó.
Mi querida suegra vivía permanentemente en presencia de Dios. Y lo que es más (y muy inusual): su proceder y sus acciones hacían que los demás también notaran Su presencia.
Su vida estuvo dedicada al respeto y al amor a HaShem, a Su pueblo; a su querido esposo Ribbí David Carciente z»l y a toda su querida familia.
Mañana se cumplirán siete días de su desaparición física.
Quiera HaShem enviar su consuelo a sus hermanos, tío Marcos y tia Camila; a su querido hijo, Rab Asher Meir; a sus hijas, Mercedes, Esther, Rebbeca, Noemi, Sari, Miriam, Vered y mi querida esposa Coty.
Que su extraordinaria vida sea la inspiración de mis hijos y de todos sus otros nietos que nunca la olvidarán.
חבל על דאבדין ולא משתכחין
¡Que gran pérdida, aquellos que se van de este mundo, y ya no pueden ser reemplazados!
Hakham’s Yosef Faur Thinking
The idea that most fundamentally guided Hakham Faur’s conceptual contributions is that reality is a text that “means,” God is its Writer, and humankind is capable of reading. The alternative, conceiving of reality as a static ontological dimension that “is,” of God as an the unintelligent and absolutely predictable prime mover (or “Mother Nature”) and mankind as if in a quest for the ultimate truth, is actually the more prevalent worldview. From Plato to Hegel, from Christianity to Islam, from Aristotle to modern physicists (quantum physicists excepted), and from Nachmanides to Rabbi Kook, what they all have in common is th belief that there is an ultimate truth somewhere in the ether. That it is mankind’s challenge to discover it. And that those who discover it have the right and responsibility to enforce it. By any means at their disposal. Hakham Faur believed that this approach inevitably leads to a pyramidical society–to a hierarchy where the one on the top gets to dictate to all those who are lower what the truth is. Where any conflicting views are resolved in favor of he whose sword is sharpest. A society where the one with authority gets to dictate reality, in the third person.
Hakham Faur believed that the quintessential trait of human beings is the ability to interact through symbols: a first person encodes some idea in the form of a symbol, and submits such symbol to the second person so that this second person “decodes” this symbol by generating another idea in this second person’s mind. Once an idea is encoded into a symbol, the first person no longer controls it, and it is the second person who is tasked with generating meaning on it. Of reading it. If the operating systems in the respective brains of the first and second persons are sufficiently aligned, then this exchange of symbols and mutual generation of meaning results in a dynamic dialogue. Uncoerced, and capable of resulting in more than one “truth.” If these commonalities don’t exist (say, if the first and second person don’t agree on the universe of things that can be signified by the color “pink”), then communication is impossible. These processes are at the basis of human language.
Representing a quantum jump in human development, suggested Hakham Faur, was the People of Israel. Instead of claiming that they had discovered the ultimate theological truth (or Natural Laws), the People of Israel claimed to have been privy to a dialogue with God. A God who could read and write. A God who could communicate. A God who could never be discovered–absolutely unknowable–but who communicated in symbols, symbols that could be read by mankind. The relationship between the God of Israel and the People of Israel was not coercive. The Torah was not dictated in the third person by a magic deity sitting atop a pyramidic hierarchy. It was offered in a dialogue, first to second person, where the People of Israel was free to accept or reject it; where agreeing to engage in this dialogue also meant that the second person, the People of Israel, had the right and responsibility to generate meaning on the symbols uttered by God. Hakham Faur dedicated a good portion of his vast writings to show that this was indeed the way the Rabbinic Sages understood the Torah: the Prophets, Philo, Josephus, the Tannaim, the Amoraim, the Geonim and their heirs in Andalusia (most notably Maimonides), all favored the dynamic world of language, metaphors and analogies, rather than absolute idealism, magic or hyper-literalism. Hakham Faur termed this approach: Alphabetic Judaism. He maintained that the society resulting from such a system would be the pinnacle of political evolution: a horizontal society where the governing principle is dialogue and where equality is a function of subservience to an agreed-upon law. The Hebrew King, the priests, the prophets, the rich and the poor, and even God Almighty, all are seen in Jewish tradition as being equally bound to the Covenant: the result of an uncoerced dialogue between God and the People of Israel.
Four of the nine books Hakham Faur got to publish (I understand he left several manuscripts in various states of completion that have yet to be put in print) can be said to form a series exploring semiotics and Judaism.
The first, Golden Doves with Silver Dots, explores the similarities between how post-structuralists and Rabbinic Sages approach language. It served as the basis for his subsequent works touching upon semiotics and Alphabetic Judaism. It argued that reading, in contrast to discovering, is the preferred mode of Jewish epistemology.
Second, In the Shadow of History, shows the incompatibility between the Christian and Hebrew traditions, and what inner reasons were underwriting the strong and irreconcilable animus of Christian Spain towards the Conversos. The book argues that XV century Christian Spain was an example of a vertical and persecuting society, which needs an “other” as part of its own identity. This book also gave him the opportunity to revive the memory of long-forgotten contributions by Conversos and the Sepharadic communities from which they came and which some Conversos ultimately ended up returning to. This books may have come to show some of the less pleasant aspects of a society that favors absolutism over semiotics.
Thrdly, Homo Mysticus is according to many of Hakham Faur’s students his most profound contribution. A guide to Maimonides’s own Guide to the Perplexed, Homo Mysticus explores pre-Kabbala Jewish mysticism. Rather than discovering God’s true essence (which Rabbinic Jewish tradition maintains cannot possibly be known by man), the Jewish mysticism of Maimonides consisted on distilling one’s perceptual abilities to a point where God’s speech can be processed with as little noise as possible. Whatever “word” God utters (be it a galaxy, a flower, a single cell, or a passage in Scripture) is not nearly as important as the level at which the perceptual experience is taking place, or to what extent the person perceiving such divine utterance is subsequently transformed. Just like whether a message is written in green- or blue-colored fonts is of little consequence when the exercise is reading. God cannot be known, period. But it might take us a lifetime to internalize this, and to train ourselves to avoid tainting our perception of God’s message to us by way of noisily projecting our imagination onto Him. Homo Mysticus illustrates the maximum level the individual can attain by processing reality as an exercise semiotics.
Fourthly, with The Horizontal Society, Hakham Faur synthesized many of his past ideas and presented a holistic description of what he maintained was the People of Israel. An alphabetic society that finds equality under the Sinaitic Covenant. That what makes the People of Israel special and unique is not as much the content, but rather the context, of their political, legal, historical and mystical dimensions. What Homo Mysticus suggests on the potential of the individual, Horizontal Society does with respect to the national. Horizontal Society explains what the People of Israel is designed to be, where we excel and where we have failed.
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De acuerdo a la tradición judía, Dios le reveló al primer hombre, Adam, las leyes básicas por las cuales debía guiarse: la prohibición de la idolatría; la prohibición de la blasfemia; la prohibición del asesinato; la prohibición del incesto y del adulterio; la prohibición del robo y finalmente la obligación de establecer tribunales que impartan justicia y hagan cumplir estas normas en la sociedad.
En los tiempos de Noáj (Noé), luego del diluvio universal, el Creador agregó una séptima ley. Si bien Nóaj y sus hijos podrían consumir carne animal, algo que hasta ese entonces el Creador no le había permitido al ser humano, el animal a consumir deberá ser previamente sacrificado. El ser humano no puede mutilar a un animal y consumir su carne mientras el animal esté con vida, como hacen los depredadores carnívoros con sus presas.
En base a estos Siete Mandamientos elementales, Dios estableció un pacto formal con Nóaj y sus hijos, que en ese momento representaban a toda la humanidad.
Este pacto consiste, por un lado, en que los hombres respetarán las Siete Leyes y se responsabilizaran por su observancia en la sociedad. El Creador, por su parte, no traerá otro diluvio. El arco iris, cuando la lluvia se detiene, será el recordatorio de este pacto, y de que Dios no borrará a la raza humana de la faz de la tierra, como ocurrió con el diluvio universal.
Este pacto sugiere que la fórmula Divina para evitar la corrupción de la sociedad humana —y su colapso— es la establecimiento de la ley y el orden, a través de la observancia de las leyes básicas que el Creador estableció para la humanidad.
37 años sin sepultura
En 1982, durante la primera guerra del Líbano, el joven sargento Zejaria Baumel z»l, caía juntos a sus compañeros que operaban el mismo tanque, en la batalla de Sultán Yaakov. Por años se presumió que Baumel ya no estaba con vida. Pero su cuerpo no aparecía. La semana pasada, las fuerzas del ejercito ruso estacionadas en territorio sirio exhumaron los restos de Baumel y los llevaron a Moscú, donde fueron positivamente identificados por patólogos Israelíes. El primer ministro Benjamin Netanyahu fue llamado urgentemente a Moscú y allí, el pasado Jueves 4 de Abril el jefe del ejercito ruso el General Valery Gerasimov encabezó la ceremonia en honor a Baumel, siendo esta la primera vez en la historia de Rusia que el alto comando del ejercito de ese país lleva a cabo un oficio de este nivel para honrar a un soldado extranjero. Los restos mortales de Baumel, junto con su talit qatán, fueron llevados de Moscú a Israel y enterrados con todos los honores en el cementerio militar Har Hertzel .
Este Shabbat estuve pensando en la familia Baumel y lo que significó para ellos haber podido enterrar a su hijo.
Para entender un poco mejor el gran alivio que habrán sentido rememoré lo que viví en 1994, cuando era rabino de Agudat Dodim, y pasé prácticamente 10 días en el subsuelo de la calle Ayacucho (la escuela Rambam) junto a más de 80 familias que estaban esperando recibir noticias de sus seres queridos desaparecidos. Todos intuíamos lo peor. Pero había algo inexplicable, una esperanza ilógica, que solo se puede comprender cuando uno vive estas circunstancias extremas. Los familiares se aferraban a la ilusión que sus seres queridos estaban vivos, que habían sobrevivido la explosión, que habían salido de las ruinas y que estaban caminando por las calles en estado de shock y amnesia, esperando ser encontrados. Todos se aferraban a esta fantasia “irracional” que solo puede ser alimentada por el profundísimo amor que tenemos por nuestros seres queridos, y que se negaba a desaparecer.
Ahora imaginemos algo así por 37 años. Imaginemos a Miryam Baumel, la mamá de Zejaria, y las veces que se habrá aferrado, despierta o en sus sueños, a la ilusión de que su hijo está vivo, en prisión, o perdido, o abandonado.
Es imposible concebir la tortura psicológica que un padre o familiar vive en una situación como esta. El inhumar el cuerpo de un ser querido trae ese alivio, y permite que el verdadero duelo comience, aunque sea 37 años después.
Más allá de lo emocional, la recuperación de los restos de Baumel fue visto como una victoria para el estado de Israel. ¿Por qué? Porque en este caso Israel no tuvo que pagar ningún “precio” por recuperar el cuerpo de un soldado. Me explico: Israel liberó a 1.000 terroristas por un soldado israelí, Gilad Shalit. Estos terroristas sueltos, ha quedado demostrado, implican el riesgo de más terrorismo contra Israel. Y así y todo, a la hora de la verdad, Israel estuvo dispuesta a pagar ese precio por la vida de un soldado. Lo que es menos conocido es que Israel también ha liberado terroristas a cambio del cuerpo de un soldado Israeli. Simplemente para darle sepultura en la Tierra Santa (quber Israel) y traerle un poco de alivio a su familia. Nuestros enemigos saben de nuestra nobleza (que ellos ven como “debilidad”) y la explotan infinitamente. Hasta el día de hoy Hamas tiene en su poder los cuerpos sin vida de dos soldados Israelíes -Hadar Goldín y Oron Shaul- que guarda cínicamente como cartas en su manga para “futuras negociaciones”. En el caso de Baumel Israel no tuvo que “pagar” por su cuerpo con la liberación de terroristas. El ejercito ruso entregó a Israel los restos de su soldado Zejaria Baumel , con todos los honores.
NOSOTROS, LOS RABINOS. Inspirado en una carta de Al Gindi, z»l.
¿Quién está detrás de Trump?
Una Kippá en las calles de Berlin (2nda parte).
KIPPA vs. CINTURON
En nuestra última nota (ver aquí) hablamos del caso de un joven de 21 años, Adam Armush, que caminaba por las calles de Berlin vistiendo una Kippá, y fue brutalmente atacado con un cinturón por un refugiado sirio de 19 años.
Hay algunos elementos bastante especiales en este caso:
El joven que fue atacado, Adam Armush, no es judío. Adam es árabe (no me quedó claro si es árabe musulmán o árabe cristiano) nacido en Israel. Y según sus propias declaraciones (ver aquí en inglés ) Adam estaba vistiendo la Kippa para demostrarle a un amigo (judío) de Israel que no era peligroso vestir Kippá, es decir, identificares como judío, en Berlin
El ataque, y el agresor, fueron filmados por Adam mientras este era atacado. El video fue subido a Youtube (buscar “Adam Arbush”).
El agresor es sirio, y sunita. En este momento el único país que está ayudando a los sunitas sirios en su terrible lucha contra el sanguinario regimen shiita de Assad, es Israel. . En lo que va de esta guerra, 6-7 años, Assad ya ha matado a mas de medio millón de sirios, la mayoría sunitas. Israel, aparte de haber atacado las posiciones de Assad, ha atendido ya a más de 5.000 heridos sirios.
EL MUNDO ENTERO REACCIONA
Lo que en mi opinión fue lo MAS preocupante de este ataque es que, según la víctima, mientras él era atacado había como 50 personas alrededor, y con excepción de una mujer que amenazó con llamar a la policía, nadie reaccionó ni se animó a intervenir o a hacer algo para defender al joven con Kippá.
La reacción espontánea del líder politico más importante de la comunidad judía de Alemania, Josef Shusster, fue recomendar que los judíos NO vistieran la Kippá en lugares públicos.
Este ataque, y la inoportuna recomendación de Shusster, provocaron la indignación de muchas personas que este pasado miércoles organizaron en Berlín una marcha de solidaridad a la que asistieron mas de 2.500 individuos: judíos, cristianos y musulmanes, todos vistiendo la Kippá. Este gesto, por supuesto, es muy alentador, pero no estoy seguro que sea suficiente.
ISLAM RADICALIZADO
El nuevo antisemitismo Europeo no es el antisemitismo de la extrema derecha: el antisemitismo nacionalista. Este nuevo antisemitismo es enteramente religioso. Fundamentalista. Tal como ocurrió durante siglos con el cristianismo durante la edad media, eliminar a los judíos era la mejor (o la única manera) de eliminar a la “religión madre” que se resistía a dejarse reemplazar por las buenas. Hoy, en pleno siglo 21, el Islam radicalizado también quiere demostrar que es superior al judaísmo. Islam es la religion Bíblica más “nuevita”, la menos antigua, y por lo tanto la más frágil en términos teológicos. La idea fundacional que Mahoma fue mas grande que Moisés y que es el Islam vino a reemplazar al judaísmo, solo puede justificarse si el judaísmo desaparece o si los judíos vivimos como dhimmis, esto es, sometidos al Islam, como pasó durante siglos. Pero los porfiados judíos ¡insisten en sobrevivir y encima se resisten a la sumisión (Islam significa sumisión) y ¡hasta quieren tener su propio país!.
En mi opinión, esta es la raíz del antisemitismo del Islam radicalizado. Y esta es la razón por la cual los países árabes se resisten a aceptar a Israel, un estado judío. Lo demás son excusas, pero que todo el mundo gustosamente compra.
¿REFUGIADOS JUDIOS?
Volviendo a Berlín, la situación de los Yehudim, Baruj HaShem, ha cambiado radicalmente. A diferencia de 1940-1945, cuando los judíos eran “apátridas” y tenían que correr de ciudad en ciudad buscando refugio, a partir de 1948, un judío que no vive en Israel ya no es más un refugiado, es un exiliado voluntario. A PARTIR DEL NACIMIENTO DE MEDINAT ISRAEL, YA NO EXISTEN MAS LOS REFUGIADOS JUDIOS. YA TENEMOS NUESTRO ESTADO DEL CUAL SOMOS CIUDADANOS DE FACTO, AUNQUE NO VIVAMOS ALLI, POR EL SOLO HECHO DE SER JUDIOS.
Y si tengo razón, y este nuevo antisemitismo musulmán tiene sus orígenes en la radicalización religiosa, los ataques e incidentes de esta naturaleza no se van a acabar cuando el último judío de Europa se saque la Kippá o haga Aliya. Cuando eso suceda, comenzará la fase 2. Los radicales querrán deshacerse de los otros infieles, los cristianos de Europa, con cinturones, con bombas o con “pacificas” explosiones demográficas. A lo mejor, entonces, algunos europeos intentarán refugiarse en el único país del mundo que tiene las agallas para combatir de frente y con éxito al islamismo radical: el Estado de Israel.