Héctor Timerman y los límites de mi compasión

ENTENDIENDO EL CONCEPTO DE ERUB
Como sabemos, cocinar está permitido en las fiestas judías (Yom Tob), así aprendemos de Shemot 12:16 «… No harás ningún trabajo en estos días [= Yom Tob], excepto lo que preparás para que todos coman, esta es la única cosa / tarea que podrás hacer «. Nuestros rabinos explicaron que solo se permite cocinar durante Yom Tob lo que se consumirá durante ese día de Yom Tob, pero no podemos preparar o cocinar los alimentos en Yom Tob para que se consuman después de ese día. Por lo tanto, cuando un día festivo acontece el jueves a la noche y viernes, no se permite cocinar ese viernes para Shabbat, a menos que se prepare el ‘erub tabshilin.
El ’Erub tabshilin consiste en
1. Preparar antes de Yom Tob un plato de alimentos cocidos y horneados,
2. Declarar que estamos preparando este plato de alimentos específicamente para Shabbat.
3. Mantener y guardar ese alimento hasta Shabbat y
4. Consumir ese alimento durante el Shabbat.
De esta manera, comenzamos a cocinar para Shabbat antes de que comience la festividad, y simplemente continuamos con la preparación de esa comida en Yom Tob para Shabbat.
¿QUE DEBEMOS HACER HOY?
Siguiendo estos principios, esto es lo que debemos hacer hoy:
1. PREPARAR
Hoy, jueves 25 de Mayo al atardecer, y antes de la puesta del sol , debemos preparar un plato con algo de comida y pan y guardar este plato para Shabbat. Esta plato es lo que llamamos «el ‘erub». Y como ya se ha preparado algo de comida para Shabbat antes de la festividad, los alimentos que cocinaremos durante la festividad para Shabbat se considerarán una “extensión” de la comida que ya se preparó antes de que la festividad haya comenzado.
2. DECLARAR
La siguiente Berajá se recitará mientras se sostiene el plato con los alimentos (= ’erub) en las manos:
«Baruj Ata A- donay E- lohenu Melej ha’Olam Asher Qiddeshanu beMitzvotav veTzivanu AL MITZVAT ERUB»
בָּרוּךְ אַתָּה יְיָ אֱלֹהֵֽינוּ מֶֽלֶךְ הָעוֹלָם, אֲשֶׁר קִדְּשָֽׁנוּ בְּמִצְוֹתָיו, וְצִוָּֽנוּ עַל מִצְוַת עֵרוּב
Luego leemos el siguiente texto que afirma que al preparar este ‘erub se nos permite hacer todo lo necesario y cocinar en Yom Tob para Shabbat.
בַּדֵין עֵרוּבָא יְהֵא שָׁרֵא לָֽנָא לַאֲפוּיֵי וּלְבַשּׁוּלֵי וּלְאַטְמוּנֵי וּלְאַדְלוּקֵי שְׁרָגָא וּלְתַקָּנָא וּלְמֶעְבַּד כָּל צָרְכָּֽנָא, מִיּוֹמָא טָבָא לְשַׁבְּתָא
3. GUARDAR
Después de decir la bendición, colocamos el ‘erub en un lugar seguro o en el refrigerador y lo guardamos hasta Shabbat.
4. COMER
Para que el ‘erub tenga sentido, debemos comer ese plato de comida en algún momento durante este proximo Shabbat.
La práctica general es preparar el ‘erub con un huevo cocido y un pan. Muchas personas también agregan a su ‘erub carne, arroz y otros tipos de alimentos cocidos.
הוא היה אומר, יפה שעה אחת בתשובה ומעשים טובים בעולם הזה, מכל חיי העולם הבא
Rabbi Yaaqob dice, en esta vida nos preparamos para la vida que viene.
Hoy vamos ampliar un poco más esta idea.
Rabbi Yaaqob dice en la próxima Mishna algo que parece sorprendente. Compara esta vida con la vida después de la muerte y dice que, en un sentido, esta vida es más importante que la próxima.
Así dice: «Es más valioso un momento de arrepentimiento y buenas acciones en este mundo que toda la vida del mundo por venir».
¿A qué se refiere Rabbi Yaaqob?
La virtud más esencial del ser humano, lo que distingue al hombre de los animales y de los ángeles, es su libre albedrío. El hombre puede elegir hacer el bien o practicar el mal, progresar espiritualmente o estancarse. Ser egoísta o altruista. Es con esta libertad que tomamos decisiones morales: ¿Voy o no voy a ayudar a quién me necesita? ¿Voy o no voy a hablar mal de fulano de tal? ¿Voy o no voy a: robar, herir, curar, acompañar, pedir perdón, perdonar?
El libre albedrío es una característica exclusiva de los mortales. En el mundo por venir no tomamos decisiones morales. Allí no hay pobres a quienes ayudar, enfermos a quien visitar, ni personas físicas de las cuales hablar mal o contra las cuales conspirar, ni dinero que robar, ni la posibilidad de ser fieles o infieles, crueles o compasivos.
El mensaje principal es que nuestro desarrollo y crecimiento espiritual consiste en esas decisiones morales que tomamos en esta vida. Somos lo que decidimos. Cuanto mejores son esas decisiones, más crecen nuestras almas y viceversa.
Rabbi Ya’aqob también menciona la Teshubá: en el mundo por venir no hay posibilidad de arrepentimiento. Solo aquí, en esta vida podemos pedir perdón a HaShem por haber violado Su voluntad, y sólo en esta vida podemos pedir perdón a quienes ofendimos. En el mundo por venir no hay posibilidad de cambios, progreso y arrepentimiento, que es una de las formas más elevadas del crecimiento espiritual. Es por eso que, en este sentido, la vida en este mundo es incomparablemente más significativa que la vida en el mundo por venir.
Un ejemplo: Imagine usted que la vida en el mundo por venir es una biblioteca, que contiene libros, sólo libros. Los libros más hermosos del mundo están en esta biblioteca. Antes de ingresar a la biblioteca uno tiene la posibilidad de aprender a leer y así llegar a la biblioteca preparado para disfrutar de las obras más grandes de la literatura humana. Pero esa biblioteca tiene algunas imitaciones: no hay audiolibros y no enseñan a leer. Sólo se puede aprender a leer antes que uno ingresa a la Biblioteca… El ejemplo de la Biblioteca nos sirve para entender lo que dice Rabbi Ya’aqob respecto a la mayor importancia de este mundo, comparado con el mundo por venir. Sólo aquí podemos decidir aprender a leer. Allí, disfrutaremos o experimentaremos las consecuencias de lo que hicimos o no hicimos en esta vida.
Incidentalmente el ejemplo de la biblioteca nos puede servir para entender por qué originalmente la Mishná no habla de un paraíso o un infierno, sino de un mismo lugar para todos: el mundo por venir (‘olam habba). Veamos: dos personas llegan a la Biblioteca. La primera persona aprendió a leer en varios idiomas, y aprendió también a disfrutar de la lectura. Ahora tiene la posibilidad de acceder a todos los libros que quiera. ¡Está en el paraíso! La otra persona sabe mucho de videojuegos, le encantan las telenovelas y es un experto en jugar al poker. Pero es analfabeto. Nunca quiso esforzarse en aprender a leer. Las dos personas están en el mismo lugar… pero no están en el mismo lugar. El que sabe leer está en el paraíso. El otro, no.
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EL ORIGEN DEL AÑO NUEVO CIVIL
El año nuevo civil 2023 comienza hoy, el 1 de enero. Según la tradición cristiana, el día de año nuevo celebra la circuncisión (sic) de Yeshu. El 1 de enero es el octavo día, contando desde el 25 de diciembre. Irónicamente, la práctica de la circuncisión fue anulada en los primeros años del cristianismo. ¿Por qué? En su libro “La historia del Cristianismo” Paul Johnson explica que muchos romanos se sentían muy atraídos hacia el monoteísmo y la ética judía. Pero no estaban dispuestos a dejar de trabajar los sábados, dejar de comer cerdo (una comida muy popular en Europa) y les daba terror la idea de circuncidarse. Especialmente por este último motivo, no tantos romanos se convirtieron al judaísmo (cabe aclarar que los judíos, si bien aceptamos conversos, nunca los buscamos activamente). Johnson cuenta que los primeros apóstoles buscaban activamente conversos entre los romanos y vieron que si anulaban la circuncisión, miles de romanos se convertirían a la nueva religión. Y así fue como formularon entonces una versión light del “judaísmo”, que luego se fue convirtiendo en el cristianismo. Y fue irónicamente en Yerushalayim, en el concilio de Jerusalén del año 50, cuando la circuncisión fue definitivamente anulada. Hasta ese entonces los primeros cristianos no eran muy diferentes de otros judíos disidentes, como los Tsadoquim o los Mityavnim, por ejemplo. Pero a partir de la anulación del Berit Milá–la circuncisión– que representa el pacto de Dios con Abraham y su descendencia, el cristianismo se desprendió definitivamente del judaísmo.
LA CELEBRACIÓN DEL AÑO NUEVO
El rabino Terumat Hadeshen (1390-1460) y el Ramá (1530-1572), ambos Halajistas de Europa occidental, se refirieron al día del año nuevo cristiano como una festividad religiosa cristiana, a la que llamaron: el octavo día de navidad (ver Darjé Moshé, Yoré De’á 148: 12). Y si bien hoy en día el 1.º de enero es una celebración mayoritariamente civil, en ese entonces era evidente que los judíos no participaban de las “celebraciones” del año nuevo. Primero porque este tenía un significado enteramente religioso, como Navidad, y segundo, porque implícitamente se celebraba la abolición del judaísmo, y del pacto de la circuncisión. Para los judíos que vivían en tierras cristianas, Navidad y año nuevo no eran tiempos muy felices. Eran días donde los discursos religiosos y los decretos y las persecuciones contra los judíos se intensificaban.
EL PAPA Y LOS JUDÍOS
Tomemos como un pequeño ejemplo lo que ocurrió en los tiempos del Papa Gregorio XIII (1502-1585), que instituyó el nuevo calendario, llamado en su nombre “gregoriano” y también popularizó la celebración del año nuevo en los países católicos el día 1 de enero. Cabe destacar que este Papa se considera históricamente “favorable hacia los judíos», ya que los protegió en el gueto de Roma. Sin embargo, el día de año nuevo de 1577 el Papa Gregorio XIII estableció algunos nuevos decretos: primero ordenó que todos los judíos romanos, bajo pena de muerte, escucharan los sermones de conversión al catolicismo en las sinagogas después de los servicios religiosos de los sábados. Estos discursos eran pronunciados por judíos apóstatas que se habían convertido al cristianismo. Gregorio también prohibió que los judíos practicasen la medicina y atendieran a pacientes cristianos. El día de año nuevo de 1578, Gregorio obligó a los judíos a pagar un impuesto especial para financiar una «Casa de Conversión», concebida con la intención de convertirlos al cristianismo. En el año nuevo de 1581, Gregorio ordenó a sus tropas confiscar toda la literatura hebrea de la comunidad judía romana. No mucho para celebrar, ¿verdad?
EL ORIGEN DEL AÑO NUEVO JUDÍO
Los judíos celebramos nuestro año nuevo el primer día del mes de Tishrí. ¿Por qué ese día es elegido como el comienzo de un año nuevo? Porque en ese día Dios creó a Adam, el primer hombre. La creación del Mundo material (el universo, nuestro planeta, la vida animal, etc.) se celebra todas las semanas: en Sabbat. Y una vez por año, el 1.º de Tishrí, los judíos celebramos la creación de la humanidad. Por este mismo motivo, el año nuevo judío es también conocido como Yom haDín, el día del juicio. De acuerdo a nuestros Sabios, en ese día la humanidad es juzgada, individual y colectivamente. Y es por eso que durante el día de Rosh haShaná se hace sonar el Shofar. La voz del Shofar anuncia que Dios es el Rey y la Autoridad Suprema. El pueblo judío, en nombre de toda la humanidad, declara a Dios como Juez y se somete a su juicio existencial. Dios nos concedió la vida y por lo tanto, cada año que pasa, debemos darle cuenta a Él de lo que hemos hecho con el año que ha pasado. Para el pueblo judío, el día del juicio es el día de del auto-juicio. El 1ero de Tishrí nos juzgamos a nosotros mismos frente a Dios, y comenzamos un proceso de Teshubá, arrepentimiento y cambio, comprometiéndonos a vivir el próximo año según Su voluntad, y observar Sus mandamientos desde el momento que uno nace. Incluyendo la circuncisión de nuestros hijos y nietos .
JUDIO MESSI-ANICO
Estoy muy contento, ¡eufórico! por el triunfo de Argentina en las semifinales. Y muy contento que la final se juegue un domingo y no un Shabbat, como ocurrió con varios partidos anteriores. Y menos mal que puedo ver las transmisiones en castellano porque los relatos de fútbol norteamericanos son más aburridos que un partido de béisbol. ¡No saben cantar “gol”!. Pero lo que me lleva a escribir estas lineas no es mi favoritismo argentino sino mi indignación como judío por un tema específico que ocurre en el Mundial, y mi mayor temor a su normalización. Me explico: Al principio me puse contento que Marruecos estaba ganando partidos imposibles, principalmente, porque por mis venas corre sangre marroquí, ya que mis abuelos paternos, z”l nacieron en Tetuán, Marruecos. Pero luego del encanto inicial comencé a decepcionarme. A sentirme muy incómodo con Marruecos ¿Por qué? Por esto.
Lo que están viendo arriba de su pantalla NO es la bandera de Marruecos. Increíblemente, los jugadores de la selección de Marruecos no festejan con su propia bandera, sino que eligen celebrar la causa palestina. Para que no le queden dudas a ningún ingenuo: en el mundo árabe la bandera palestina, o el slogan FREE PALESTINE, no representan un inocente gesto de empatía con otro país o pueblo, sino una declaración en contra de la existencia del estado judío. Como le dijeron una y otra vez a los periodistas israelíes en Qatar. “You are not welcome here… There is only Palestine. No Israel.” (Aquí los israelíes no son bienvenidos. Solo existe Palestina. Israel no existe). En otras palabras: no se trata aquí de empatizar con reclamos territoriales, o de abogar por territorios a cambio de una paz eterna y duradera con nuestros el estado de Israel. FREE PALESTINE es un eufemismo para expresar que “Israel no debería existir»Ver . Que debe desaparecer del mapa. Y los judíos, tirarse al mar. (ver este lamentable artículo). Si se tratara de la selccion de Irán o del Libano, lo entendería. Pero lo que mas duele es que sea MARRUECOS: uno de los pocos países árabes que tiene relaciones diplomacias abiertas con Israel. ¿Cómo se explica entonces esta enorme contradicción?
QATAR
Y luego, claro, está el cinismo de Qatar. El gobierno ha callado por decreto a toda manifestación política en este mundial de Futbol. No se han visto bandera ucranianas, por ejemplo. Y Qatar ha prohibido que los iraníes disidentes se expresen en contra de su gobierno represivo. También se opusieron a cualquier manifestación en contra de la violación de los derechos humanos en Qatar. Y suprimieron cualquier denuncia por la muerte entre 500 y 6.500 (depende a quién le pregunten) trabajadores extranjeros que perdieron la vida en accidentes por la apresurada construcción de los fastuosos estadios en Qatar (ver aquí) . Es que Qatar no quiere política en el Mundial. Y por eso, Roi Ben Shlush, un israelí que quiso fotografiarse con la bandera de Israel fue inmediatamente abordado por 4 policías que le dijeron «que desplegar la bandera israelí es un delito. Que los israelies no son bienvenidos. Que la bandera de israel . No es bienvenida aquí.» Nos tiraron a la basura, explica en este video Roi (minuto 1:18). Cualquier manifestación política en Qatar esta prohibida porque “¡No hay que mezclar política con deportes!”. Pero siempre hay UNA excepción. Una solita: los judíos. En Qatar se normalizó protestar contra la existencia del estado judío. En el teatro más importante del mundo, el antisemitismo se ha Kasherizado y es la patética causa que une a todos los árabes del mundo! ¿Por qué no quiero que gane Marruecos? Porque más allá del deporte, va a ser una fiesta de odio hacia el estado judío.
¿POR QUÉ EL ODIO DEL MUNDO ARABE HACIA ISRAEL?
El antisemitismo, en este caso, árabe no es circunstancial. Es cultural. No tiene una explicación lógica. Como lo explica mi amigo el profesor Mordejai Kedar, para los musulmanes, delegitimizar a Israel es un deber religioso. ¿Por qué? Porque el Islam asume que la superioridad politico, militar, refleja la superioridad religiosa. Es decir, la religión verdadera es la de aquel que gana, que controla, que gobierna. Este razonamiento, que nos puede parecer tan extraño, es la explicación de esa paradoja que muchos ingenuamente mencionan. “Los árabes trataron muy bien a los judíos en los países árabes donde vivieron”. Esto puede ser cierto, pero hace falta aclarar algo: en los países árabes los judíos éramos “dhimmis”, esto es, ciudadanos de segunda categoría, bajo la autoridad del Islam y con derechos limitados. Nos aceptan mientras estemos sujetos al gobierno musulmán. Pereo el caso de Israel es diferente. Aceptar que los judíos gobiernen a los árabes es herejía (como lo dice explícitamente la carta fundacional de Hamás) ya que equivaldría a creer ¡qué el Islam es inferior al judaismo! Si esto es cierto, entonces no estoy seguro que sea posible que haya una paz duradera, normal, entre Israel y los países árabes (esta semana escuché en una clase del Profesor David Pasig, que el acuerdo de paz que tiene Israel con Egipto NO es un acuerdo de paz. Las autoridades religiosas solo le permitieron al presidente egipcio Anwar Sadat firmar una tregua… )
¿QUÉ PUEDE HACER ISRAEL?
Si esto es verdad no hay vuelta que darle. Si el rechazo a Israel es un tema religioso, el conflicto árabe israelí , y el odio, nunca acabarán. No reconocer esta triste realidad puede ser muy peligroso pra el estado judío. Me explico: Si racionalizo el antisemitismo palestino o árabe y supongo que nos odian porque “les quitamos su territorio” , o si supongo que «el diálogo nos va a traer la paz», como creen muchos judíos seculares que no entienden nada de religion, puedo causar un daño irreparable. Al equipo marroquí lo llaman los Leones del Atlas (una cadena montañosa en Marruecos). Así que usaré este ejemplo para tratar de explicar esta idea que no es muy simpática. Imaginemos que un hombre perdido en las cadena montañosa de los Atlas se encuentra con un león. Los leones de esa zona tienen fama de ser los felinos más agresivos del mundo. El león se acerca, y el hombre trata de explicarle al león por qué no tiene que atacarlo. Le dice al león: “Yo pertenezco a la sociedad protectora de leones. Lucho contra su extinción. Estoy aquí buscando un territorio donde ustedes, los leones, puedan vivir en paz, sin temer a los cazadores”. Pero por más válidos que sean los argumentos de este hombre el león se sigue acercando peligrosamente, con ojos asesinos y con cara de hambre. ¿Qué es lo único que puede detener a este león? ¿Qué puede disuadirlo de comerse vivo a este pobre tipo? Lo único que este hombre puede hacer es “transformarse en un elefante”, en un animal más poderoso que el león. En un ser de la selva que al león le dé miedo atacar. El elefante obligará al león a medir sus propias fuerzas, activar su instinto de supervivencia y volver a su manada. Si el odio hacia Israel es cultural, visceral, religioso, la único que Israel puede hacer para preservar la “paz” (o mejor dicho, la tregua) con sus vecinos árabes es ser más fuerte que ellos. No queda otra.
Les regalo algunos artículos de la Carta fundacional de Hamas, que por lo menos, no disimulan sus intenciones
En su tratado acerca de la Teshubá, Maimónides explica lo difícil que nos resulta admitir nuestros errores, y todos los ejercicios mentales que somos capaces de hacer para engañarnos a nosotros mismos y justificar nuestra equivocación. Hacernos cargo de nuestras torpezas -en hebreo: hakarat hajet- es probablemente el paso más difícil en el proceso de Teshubá, arrepentimiento frente a Dios o frente al prójimo.
En los días previos a Yom Kippur se espera que actuemos de una manera diferente: que dejemos de jugar el papel de abogados de nosotros mismos y adoptemos el papel de fiscales. Que evaluemos nuestros errores con la misma severidad que examinamos los errores de los demás. Admitamos que la “objetividad» no es un estado mental natural. Naturalmente tendemos a justificar nuestras equivocaciones y todo lo que hemos hecho se vuelve correcto ante nuestros propios ojos.
El caso del Rey David es típico. El Rey cometió un terrible pecado. Estuvo con una mujer casada y envió a su esposo, un valiente soldado, a una muerte segura en el frente de batalla. David no se arrepintió por el llamado de su propia conciencia. Tuvo que ser el profeta Natán, enviado por Dios para amonestar al Rey, el que lo ayudara a darse cuenta de la gravedad del pecado que había cometido. Natán tenía un plan. Llegó a la corte del rey David y le pidió audiencia para que emitiera su veredicto sobre un supuesto caso de robo. Recordemos que en ese entonces, el rey también era el juez supremo. Natán le presentó un caso ficticio para que el Rey lo juzgara: un hombre muy rico poseía cientos de animales. Su pobre vecino solo tenía una ovejita. Un día, el hombre rico recibió a un invitado importante en su casa. Pero le dio lástima tener que sacrificar a uno de sus propios animales y entonces el hombre rico decidió sacarle la oveja a su vecino, y sacrificarla para su invitado. El rey reaccionó con enojo ante esta injusticia. y dijo: «¡Ese hombre (= el rico) merece morir!» Entonces el profeta Natan se volvió hacia David y le dijo con mucha dureza: Atta ha-Ish…. “¡Tú eres ese hombre!”.
El rey podía haberse enojado con Natán, reprocharle su osadía y hasta condenarlo muerte por desacato contra el rey. Eso hubiera sido, digamos, lo normal, lo esperable en un soberano que por lo general no se excede en humildad. Pero el Rey David actúo de manera diferente. La perspectiva de la historia que relató Natán lo forzaba ahora a ver sus propios hechos con objetividad. Y habiendo ya dictado la dura sentencia de muerte contra sí mismo, llevado quizás inconscientemente por su sentimiento de culpa, el Rey David reconoció su grave error. Se arrepintió y confesó humildemente: «Jattati laHaShem …», «He pecado contra Dios».
Debido al daño irreparable causado por estas transgresiones, la infidelidad y el asesinato, a David no le fue permitido construir el Bet-haMiqdash, tal como lo había planeado. Pero Dios aceptó su arrepentimiento. Su hijo Salomón construye el Templo y el dinastía monárquica en el pueblo judío continuó con la descendencia de David. El Mashiaj, el rey que será proclamado cuando Israel regrese a su tierra y que construirá el Bet haMiqdash, será tanque un descendente del Rey David.
Lecciones que aprendemos del Rey David.
Los soberanos también se equivocan. Pero les cuesta más reconocerlo y admitirlo.
Un mandatario suele usar todo su repertorio para minimizar su culpa. Diciendo “Yo no fui». O termina haciendo lo que hizo Adam, el primer hombre, que le echó la culpa a su esposa…
La soberbia, que no lo deja reconocer sinceramente su falta, inevitablemente lo lleva a enredarse más en mentiras y argumentos interminables que le dificultan cada vez más admite la falta y pedir perdón.
No hay nada más conductivo a la aceptación del arrepentimiento que la confesión total, sin vueltas y lo más inmediata posible de la falta cometida: si uno con humildad reconoce que se equivocó, las puertas de la comprensión se abren.
¿NACION O RELIGION?
Una de las historias más fascinantes, pero no muy conocidas, de principios de siglo XX es la del intento de recrear el Sanhedrín, esto es el Tribunal Rabínico Superior judío. Para comprender lo que significa el Sanhedrín hay que sacarse de la cabeza la idea de que el judaísmo es una religión, como el cristianismo por ejemplo, y asumir que los judíos somos una nación. Y como nación tenemos una tierra, Israel; un lenguaje en común, el idioma hebreo; una larga historia nacional y una constitución: la Torá. Lo que dificulta comprender la verdadera naturaleza de la “nación de Israel” es que por casi 20 siglos vivimos y sobrevivimos en la diáspora y nos seguimos guiando por nuestra “Constitución”. Esto nunca ocurrió con ningún otro pueblo del mundo, y por eso es difícil comprender y absorber el excepcionalismo del pueblo judío, y nos sentimos mentalmente más cómodos llamándonos religión.
CORTE SUPREMA
Milagrosamente, luego de casi 2.000 años de diáspora finalmente regresamos a nuestra tierra, Israel. Y si bien estamos muchos mejor que casi en cualquier otro momento de nuestra historia, uno de los problemas técnicos que aún sufrimos como pueblo es que al no haber tenido nuestra tierra no tuvimos nuestro Poder Judicial. Y así algunos detalles de la ley judía o Halajá fueron aplicados de diferentes maneras en las diferentes comunidades judías del mundo.Estas diferencias, que existen en cualquier país con sus leyes y constitución, suelen ser resueltas por el veredicto de la Corte Suprema de Justicia de la Nación, que es la última autoridad para determinar la ley. Pero al no tener una Corte Suprema o Sanhedrin estas discrepancias no desaparecieron y crearon, por ejemplo, las diferencias ante Sefaradim y Ashkenazim.
DE RUSIA A EL CAIRO
Revivir la Corte Suprema de Justicia, una institución “nacional”, obviamente solo se puede realizar en Israel. Y a principios del siglo XX, cuando los judíos nos estábamos estableciendo en el Yishub “la nueva colonia judía en la Israel Otomana”, un grupo de rabinos muy prominente decidió que era tiempo de renovar el Sanhedrín. El rabino que encabezó este esfuerzo fue Aharón Mendel haCohén, un rabino Ashkenazí nacido en Tiberia, Israel, en 1866. En 1896 el Rab Aharón fue invitado a ser rabino de una congregación muy especial y única: la comunidad Ashkenazí de El Cairo, Egipto. Esta comunidad estaba formada por judíos que habían escapado de los progroms en Rusia y otros lugares de Europa a partir de 1880. Es de destacar que en los años 1920’s había en El Cairo una estación de radio y un teatro comunitario en Yiddish. El rab Aharón estuvo al frente de esa comunidad por unos 30 años y la hizo crecer y florecer. Una de las claves de su éxito fue su familiaridad con la comunidad judía Sefaradí de Tiberia, y la excelente relación que mantenía con los rabinos principales de las comunidades Sefaradies de Egipto: el rab Refael Aharon Ben Shimon de El Cairo y el Rab Eliyahu Bejor Hazan de Alejandría. Además, mantenía estrechos vínculos con dos rabinos muy importantes en Israel de fines del siglo XIX: el rab Abraham HaCohen Kook y el rab Benzión Cuenca.
EL PROYECTO DEL SIGLO
El rab Aharón escribió muchos libros y reguló las costumbres de la comunidad Ashkenazí del Cairo. Pero su obra mas famosa fue “SEMIJAT JAJAMIM” (“La Ordenación rabínica”) , donde formula su proyecto de ordenar oficialmente a 71 rabinos para que se cree en Israel el nuevo Sanhedrín (también conocido como Bet haDin haGadol ShebiYrushalayim). Para lograr esto el Rab Aharón tendrían que reunir a la mayoría de los rabinos, especialmente en Europa, y establecer un Consejo rabínico internacional al que llamaría “La Gran Keneset» (en hebreo: keneset haguedolá) y contar con su apoyo para elegir a los representantes del Sanhedrín. En 1903 el rab Aharón junto y el rab Eliyahu Hazan organizaron un congreso especial en Cracovia, Polonia. Los gastos fueron pagados por la afluente comunidad de Alejandría y particularmente por el mecenas judíos de esa comunidad, el Barón Jacques de Menashé (ver aquí).
RENOVACION DE LA SEMIJA
La idea del rab Aharón era revivir el proyecto del rab Yaakob Berab (1474-1546). Ordenar oficialmente a un grupo de rabinos y que ellos puedan ordenar a otros hasta llegar a formar un Sanhedrín. Esta idea comenzó cuando los judíos expulsados de España empezaron a asentarse en la ciudad de Safed (Tsefat) alrededor de 1530. Si bien este proyecto no fue ejecutado hasta al final, entre otras cosas por conflictos internos, de este proyecto nació por ejemplo el Shulján Aruj, escrito por Ribbí Yosef Caro (14880-1575), el alumno principal del rab Berab, y fue aceptado por todo el pueblo judío (o sea: “nacionalmente”) porque el rab Caro fue uno de los primeros rabinos ordenados con esta nueva Semijá.
MISION NO CUMPLIDA
Y si bien la idea del Rab Aharón contaba con el apoyo de más de 500 rabinos de la Diáspora, Ashkenazim y Sefaradim, lamentablemente y principalmente debido a los grandes conflictos que sufrían las comunidades judías del mundo en los años previos a la primera guerra mundial, este proyecto tampoco tuvo éxito hasta el final. Pero la idea en sí no desapareció, ya que hubo otros intentos de renovar el Sanhedrín en 1950 e incluso en el 2002 y en el 2004 y no me sorprendería que estos esfuerzos de unificación se repitan. Es más, creo que es una asignatura pendiente, y una condición sine qua non para la llegada del Mashiaj.
ZIONISMO DE VERDAD
El rab Aharón haCohen también contribuyó al fortalecimiento del joven Yishub en Israel en los difíciles primeros años del siglo XX. Alentó a un grupo de mecenas judíos para que comprasen tierras en Jerusalem. Esas tierras son hoy barrios residenciales muy prestigiosos como Bet Hakerem y Bayit VaGan. El Rab Aharón falleció y fue enterrado en Haifa, en 1927.
Para descargar el fascinante libro סמיכת חכמים que describe el proyecto del Rab haCohen ver aquí.
Lista de los Rabinos que de Israel que encabezaron el proyecto del nuevo Sanhedrin en 1903.
בארץ ישראל
רבי יעקב דוד רידב»ז, בעיה»ק צפת
רבי אברהם יצחק הכהן קוק, אב»ד עיה»ק יפו
רבי חיים מ[שה] אלישר, ראשון לציון
שלושה אב»ד התימנים בירושלים
רבי בן ציון מ[איר חי] עוזיאל, חכם-באשי יפו
רבי יונתן בנימין הורוויץ, רב דכולל אמשטרדם בירושלים
רבי בן ציון אברהם קואינקה, מו»ל המאסף בירושלים
רבי ברוך מארקוס, רב דעיה»ק חיפה
רבי יעקב משה טולידאנו, איש טבריא
בחוץ לארץ
רבי רפאל אהרן ן’ שמעון, חכם-באשי קיירה
רבי יעקב מאיר, חכם-באשי סאלוניק
רבי חזקיה שבתי, חכם-באשי ארם צובה
רבי יעקב דאנון, חכם-באשי דמשק
רבי אליהו אבולעפייא, אב»ד איזמיר
רבי נסים דאנון, חכם-באשי איזמירנה
רבי יעקב יוסף הכהן, אב»ד בירוט
רבי חיים משה ן’ נאים, ראש אב»ד גיבראלטיר
Para la lista completa de rabanim ver aquí: