¿Cómo tener un Seder no aburrido?

EL OBJETIVO:  El viernes 19 de Abril y el sábado 20 de abril de 2019  por la noche celebraremos el Seder de Pésaj. Estas serán probablemente dos de las noches más importantes del año ya que vamos a cumplir una Mitsvá muy especial: והגדת לבנך, enseñar a nuestros hijos la historia de Pésaj. Creo que lo primero que debemos hacer es definir nuestro verdadero objetivo en el Seder de Pésaj. Si tuviera que resumir esta idea en una sola frase diría: “En el Seder de Pésaj no vamos a ‘leer’ la Hagadá: la vamos a ENSEÑAR”. En esas dos noches los padres nos transformamos en educadores. ¿Cómo debemos hacer para capturar la atención de nuestra audiencia y enseñar la Hagadá en el seder de Pésaj?

DIVIDE Y CONQUISTARAS: Mi primera recomendación es que se divida la Hagadá de manera que todos: los hijos, los familiares y los invitados, puedan participar. Para eso, hay que hacer los deberes YA.

1. Primero tenemos que dividir la Hagadá en secciones o textos, como , “Abadim hayinu”, “Los 4 hijos” ,”Las 10 plagas”, etc.

2. Una vez que dividimos la Hagadá tenemos que pensar quién puede ser el mejor candidato para cada parte de la hagadá. “Ma Nishtaná”, por ejemplo,  lo pueden cantar y explicar los niños.”Los 4 hijos” lo puede leer, traducir y/o explicar un adulto. “Las 10 plagas” pueden ser actuadas, etc.

3. Una vez que más o menos tenemos clara nuestra estrategia para el Seder tenemos que mandar un email, un text o un Whatsapp a cada miembro de la familia y a nuestros invitados y asignar a cada uno de ellos la parte de la Hagadá que le corresponde leer o explicar.

A los adultos, por ejemplo, se les puede pedir que preparen un párrafo de la Hagadá en hebreo y en español, y que comenten brevemente alguna idea que se desprenda de ese texto. Hay que pedirles que busquen material sobre estos textos preguntando a rabbanim, a personas que estudian Torá, y/o buscando material only sobre la Hagadá. Aparte de preparar textos, los adultos también pueden presentar temas del Seder, por ejemplo “¿Por qué bebemos 4 copas de vino?,¿Por qué comemos reclinados?, ¿Que representa el Jaroset”?, etc.

A los más pequeños, hay que pedirles que se preparen para cantar (y tal vez explicar) las partes de la Hagadá que se cantan como “Ma nishtaná”, o “Jad Gadya “, etc. Una buena idea es pedirle a los niños más pequeños, 3 a 7 años, que dibujen (antes de Pésaj) algunas partes de la Hagadá, que traigan sus dibujos al Seder y expliquen a todos los presentes el significado de sus “obras de arte”. Esta participación los hará sentir muy importantes.

EL SEDER NO PUEDE SER ABURRIDO: No olvidemos la premisa más importante de esta noche:  que los niños se queden despiertos HASTA EL FINAL del Seder. Podemos pedirle a los niños más grandes que actúen algunas partes de la Hagadá, por ejemplo, las diez plagas. Para hacer más “visibles” las 10 plagas podemos traer ranitas de plástico para “tsefardea”, máscaras de animales para “deber”, pelotas de ping pong para “granizo”, lentes de sol negros de cotillón para “oscuridad”, etc.

Podemos organizar también juegos educativos para los niños, aparte del Afiqomán, como una búsqueda del tesoro de Pésaj. Pero estos juegos tienes que ser breves y limitados al recinto donde se lleva a cabo el seder.  Recomiendo también, especialmente cuando hay muchos niños, que quien encabeza el Seder tenga preparadas 20 preguntas y respuestas sencillas y lo más importante, con 20 (o más) pequeños premios para recompensar las respuestas correctas. Cada vez que el Seder esté a punto de salirse de control, o esté aburrido, o se necesite la atención de todos, podrá preguntar una de esas preguntas, mostrando primero el premio que se recibirá, y así se podrá recuperar el control sobre el Seder, cada vez que sea necesario.   Ejemplos: “¿Quién puede mencionar las 10 plagas? ¿Como se llamaba el abuelo de Moshé Rabenu?  ¿Quién puede mencionar 3 comidas que son Jamets? “

EL SECRETO PARA TENER EXITO:  Creo que ya no es necesario que les diga cuál es el secreto para un exitoso seder de Pésaj , pero  por si algún lector aún no lo captó, aquí va: ANTICIPACION Y PREPARACION. No podemos improvisar y dividir los textos la misma noche del Seder, y esperar que nuestros invitados participen de una forma inteligente, sin haberles dado tiempo a que se preparen. Yo recomendaría HOY MISMO, una semana antes del Seder, a dividir los textos, los roles, las actuaciones,  las canciones, pedir a los niños que hagan los dibujos, comprar las pelotillas de ping pong, etc  y escribir el email a nuestros familiares e invitados invitándolos a llegar al Seder debidamente reparados.

Si algún lector tiene alguna otra idea para compartir, juegos o algún link con material didáctico sobre el Seder, especialmente en castellano, por favor enviarlo lo antes posible a  “[email protected]”, Subject: Ideas para el Seder.




PESAJ EN EL BET HAMIQDASH

La fiesta de Pésaj se vivía con mucha intensidad en los tiempos del Bet haMiqdash. Cientos de miles de Yehudim llegaban a Yerushalayim desde todos los confines de Israel y se disponían a sacrificar el qorbán pésaj (=la ovejita o cabra que se sacrificaba y se consumía por la noche del 14 de Nisán). Los que venían de afuera de Yerushalayim se hospedaban en casa de familiares o conocidos, o muchas veces, donde hubiera lugar. En general las casas en Yerushalayim estaban abiertas para todos los que quisieran hospedarse. Y sólo cuando en una casa no había más lugar disponible, se anunciaba colgando un paño rojo arriba de la puerta.

La gente se juntaba en grupos de familias llamados “jaburot” o en singular “jaburá”. Cada jaburá, que podía consistir de 50, 60 y hasta 100 personas, compartía un mismo qorbán. La ovejita era llevada por la tarde del 14 de Nisán al Bet haMiqdash por uno o dos representantes de cada jaburá, y allí era sacrificada.  Luego el animal era asado entero, en una sola pieza.  Por la noche, siendo ya el 15 de Nisán, se realizaba el Seder de Pésaj, más o menos como lo hacemos hoy. Se leía la Hagadá, se hacían las preguntas de Ma Nishtaná, se servía mucha comida, incluyendo otros qorbanot como jaguigá, y todo acompañado, por supuesto, de matsá y maror. La gente se sentaba sobre almohadones y comían reclinados sobre almohadas, como los nobles. Bebían las cuatro copas de vino brindando por nuestra salvación, redención, libertad, y asignación como pueblo elegido. Al final de la cena, antes de la medianoche, se repartía el qorbán pésaj como afiqomán (última comida, o “postre”) entre todos los miembros de la jaburá.  Cada uno tenía que comer de ese qorbán por lo menos un pedacito del tamaño de una aceituna (kazait).  Luego del qorbán Pésaj se recitaba el Birkat haMazón, la bendición de agradecimiento a HaShem por nuestra comida.

Hacia la medianoche, una vez terminada la cena de Pésaj, todo el mundo subía a las terrazas de Yerushalayim, y desde allí, mirando hacia el Bet haMiqdash, que estaba iluminado por la luna llena, todo el pueblo cantaba el Halel, que son los salmos de Tehilim que se recitan en agradecimiento a HaShem por habernos liberado de Egipto.  Creo que este era el momento más hermoso, cuando las voces de miles y miles de Yehudim se juntaban para cantar el Halel, todos al mismo tiempo, llenando la ciudad de una melodía inigualable. La Gemará describe que esas voces eran tan poderosas que la gente sentía que temblaban las terrazas de la ciudad.

Luego de la destrucción del Bet haMiqdash,  acostumbramos a poner en la bandeja de Pésaj, la que’ará, un hueso con carne (o entre los Ashkenazim, una pata de pollo) para recordar el qorbán Pésaj. Y también, al final del Seder comemos una porción adicional de Matsá, Afiqomán,  en recuerdo del qorbán Pésaj, diciendo:  “[Comemos esta matsá ]en recuerdo al qorbán Pésaj, que se comía una vez que uno está satisfecho”

También recitamos el Halel, al concluir la Hagadá, después de comer el Afiqomán.  En realidad lo recitamos dos veces: primero en la Sinagoga, en recuerdo al Halel que decíamos todos juntos en Yerushalayim, y luego en casa, al final del Seder.

Hay una hermosa costumbre, que muy pocos practican hoy en día, y que se hacía en recuerdo a ese famoso Halel del Bet haMiqdash.  ¿Saben cuándo solía la gente hornear las Matsot que se utilizaban en el Seder de Pésaj?  El 14 de Nisán, es decir, después del mediodía de la víspera de Pésaj. Exactamente cuando se acostumbraba a sacrificar el qorbán Pésaj. Este es el tiempo ideal para preparar las Matsot (Mitsvá min hamubjar), que es similar al tiempo que se preparan las jalot en un viernes normal. Y mientras se preparaban las Matsot en la víspera de Pésaj, ¡toda la familia cantaba el Halel! Hoy en día, esta costumbre lamentablemente se perdió, excepto en algunas comunidades judías de Yemen y  Kurdistán.

יהי רצון שנזכה לחגוג את חג הפסח בבנין בית תפארתינו במב”י, אמן




El rab Abraham de Castro (1520) y el Purim de Egipto

 «יכולין בני עיר לתקן בהסכמה ובחרמות עליהם ועל זרעם והבאים אחריהם מעתה ועד עולם לעשות פורים יום שנעשה להם נס, ואפילו אם הולכים לשכון בעיר אחרת לא תסור מעליהם התקנה ההיא עד עולם. ה»ר משה אלשקאר סימן מ»ט»
(כף החיים סי’ תרפ»ו ס»ק י)
Lo primero que viene a la mente cuando escuchamos acerca de Mitsrayim (Egipto) es la festividad de Pésaj. Pero los judíos oriundos de Egipto asocian a Mitsrayim con la festividad de Purim. No con el Purim de Mordejay y Ester sino con el Purim de Rabbi Abraham de Castro. Esta festividad “local”  es conocida como Purim Mitsrayim, y conmemora lo acontecido en la ciudad de El Cairo, Egipto, en 1524. La comunidad de los judíos oriundos de Egipto celebran esta festividad el día de hoy, el 28 de Adar.
A lo largo de la historia de nuestro pueblo, no pocas veces ocurrió que ciertas comunidades judías fueron amenazadas o sentenciadas al exterminio total. Estas sentencias provenían generalmente de un soberano que proyectaba su odio contra los judíos de esa ciudad, país o reinado (el “Hamán” de turno). Muchas comunidades, al sobrevivir estas desgracias y ver la mano de HaShem en su milagrosa salvación, declaraban ese día como un “Purim comunitario”, local, para que esa comunidad festejase y recordase el milagro de su salvación año tras año.
Hay decenas de comunidades que festejan o festejaban estos mini Purim. Por ejemplo, los judíos que celebran el Purim de Castilla (1339) o el Purim de Zaragoza (1380) o el Purim de Frankfurt (1616), entre otros . En estos Purim, las comunidades omitían el tajanún (súplicas que se realizan después del rezo de la Amidá), realizaban banquetes y entonaban canciones  compuestas especialmente para dichas ocasiones.
En algunas comunidades hasta practicaban los mismos preceptos observamos en el Purim “verdadero”, Mishloaj Manot y Matanot Laebiyonim.
El “Purim Mitsrayim” contiene un elemento más. Los sabios de Egipto de esa generación establecieron leer, durante todas las noches del 28 de Adar, una “meguilá” que relata toda la epopeya de su salvación. Los primeros rabinos que escribieron acerca de estos “Purim locales” fueron coincidentemente los grandes Rabinos de Egipto de aquel entonces. En su responsa halájica, pregunta 49, el Rab Moshé Alashqar (1466-1542), trayendo varias pruebas del Talmud, llegó a la conclusión que las comunidades tienen la autoridad halájica para declarar un día festivo de Purim local para ellos y sus futuros descendientes. El Rab Hayim Benveniste (1603-1673, Keneset haGuedolá, Tur 686:1) escribió que también Rabbi David Ibn Zimrá (el Radbaz, 1479-1573), que fue Gran Rabino de Egipto, dictaminó lo mismo. Si bien el Rab Jizquiá de Silva (1659-1698, Perí Jadash, O. J. 496:14) disiente con ellos, la mayoría de los rabinos siguen la opinión del Rab Alashqar y el Radbaz, y en nuestros días así lo dictaminó también el Rab Obadia Yosef (Iabía Omer tomo 10, O.J. 53).
Contemos en resumen lo relatado en la “meguilá” de Purim Mitsrayim.
Era en los días de Solimán el magnífico, el sultán del Imperio otomano. En 1523, el sultán nombró como gobernador de Egipto a Ahmed Pasha, que explotó corruptamente a sus súbditos  egipcios, enriqueciéndose con el dinero del pueblo. Ahmed Pasha fue víctima de su propia megalomanía y le ordenó al ministro de la casa de la moneda otomana en Egipto, que era el Rab Abraham de Castro, que grabara su nombre e imagen en las monedas, con la intención de rebelarse contra Solimán y proclamarse sultán de Egipto. El Rab Abraham de Castro se escapó a Estambul para avisarle al sultán lo sucedido. Mientras tanto, Ahmed fue fortaleciendo su propio ejército, atacó a los soldados fieles al sultán y se autoproclamó sultán de Egipto. Muchos de sus soldados saquearon y atacaron el barrio judío matando a varios miembros de la comunidad. Poco después, impuso a la comunidad judía impuestos imposibles de afrontar y amenazó matar a todos los miembros de la comunidad judía local si no pagaban la fortuna que él exigía.  El 17 de Adar del 1524 (5284), al no cumplir la comunidad judía con el pago de los impuestos, decretó la pena de muerte para todos los judíos de El Cairo, la cual se iba a aplicar los días siguientes. Los Yehudim se congregaron, clamaron y suplicaron a HaShem para que los salve. Al día siguiente, el 18 de Adar, un grupo de soldados fieles al Sultán se reorganizaron y atacaron el palacio de Ahmed. Ahmed se escapó y los rebeldes tomaron el palacio en nombre del Sultán. A los pocos días llegaron a Egipto 12.000 soldados de parte del sultan, enviados a partir de la denuncia del rab de castro. Los soldados capturaron a Ahmed y lo mataron el 28 de Adar de 1524. Ese 28 de Adar fue un día de salvación, regocijo y alegría para los judíos de Egipto, y lo declararon como “Purim Mitsrayim”, un día de celebración para ellos y sus descendientes.
Tras estos sucesos, el Rab Abraham de Castro, fue nombrado por Solimán el magnífico como gerente del tesoro real. Por pedido del Rab Abraham, el Sultán Solimán, que gobernaba todo Medio oriente, mando a construir las murallas de protección que rodean hasta el día de hoy la Ciudad Vieja de Jerusalem. Estas murallas fueron un gesto de agradecimiento del Sultán al Rab Abraham de Castro, que demostró su fidelidad con el gobernante otomano. El Rab Abraham fue querido por toda su comunidad, y a su vez muy conocido por su gran filantropía. Rabbi Abraham fue el padre de uno de los jajamim más grandes de la historia de Egipto, el famoso Rabbi Yaaqob de Castro, el Mahariqash (1525-1612).



Entendiendo la prohibición de poseer Jamets durante Pésaj

בל יראה
בל ימצא
השבתת חמץ

Uno de los elementos que hacen que la prohibición de Jamets sea excepcional es que, a diferencia de otros alimentos prohibidos, la prohibición de Jamets incluye también la restricción de su posesión. Vamos a explicar detalladamente este tema ya que no es muy conocido.

Hay tres Mitsvot en la Torá relacionadas con la prohibición de Jamets, que NO se refieren a comer Jamets:

1. bal yeraé , lit.  “Tu Jamets, no será visto en tu propiedad”, (Ex. 13: 7).

2. bal-yimatsé, lit. “Tu Jamets no será encontrado en tu propiedad”(Ex. 12:19).

3. tashbitu. “Durante la víspera de Pésaj eliminarán el Jamets de sus propiedades” (Ex. 12:15).

La Torá Shebe’al pe, es decir, la tradición halájica, explica que los primeros dos versículos, esas dos prohibiciones, se consideran una sola e idéntica prohibición: “poseer” Jamets durante Pésaj (el énfasis está en el pronombre posesivo: “Tu” Hamets… que tanto se repite).

Maimónides consagra casi un capítulo entero, el capítulo 2 de Hiljot Jamets uMatsá, para explicar este concepto. Entre otras cosas aclara que aunque el Jamets se encuentre fuera de mi residencia, si ese alimento Jamets me pertenece, estoy transgrediendo esas 2 prohibiciones Bíblicas.   En Halajá 2, dice: “… si el [alimento] Jamets pertenece a un judío, a pesar de que ese Jamets esté enterrado, o se encuentre en otra ciudad, o se lo haya entregado a un gentil para que lo cuide,  se estará violando [los mandamientos]: “[Jamets] no será visto…” y “[Jamets] no será encontrado.”

En otras palabras, lo que está prohibido por estos dos pesuqim es “poseer” Jamets, independientemente de dónde se encuentre ese alimento Jamets.

También tenemos una tercera mitsva llamada “tashbitu”

“Durante el primer día [la víspera de Pésaj] eliminarán el Jamets de sus propiedades” (Ex. 12:15). Una vez más, la Tora shebe’al pe explica que está Mitsvá se refiere a “terminar  nuestra posesión de Jamets” antes que comience Pésaj.

En resumen, hay dos prohibiciones bíblicas idénticas (un caso excepcional en la Torá!) y un mandamiento positivo, y todo esto afectado a un solo tema: “poseer” Jamets durante Pésaj.

¿Qué hay que hacer entonces para terminar la posesión de nuestro Jamets antes de Pésaj? Desde el punto de vista Bíblico (y siempre siguiendo la opinion de Maimónides) estas tres mitsvot se cumplen todas a la vez con un solo acto: el “Bitul jamets”, es decir, abandonado mentalmente y para siempre el Jamets que me pertenezca (Maimónides) y declarando que renunciamos a su  posesión (Tosafot), independientemente de dónde se encuentre ese Jamets.  Al declarar que uno renuncia a la posesión de su Jamets, y al afirmar que de ahora en más mi Jamets se considera “sin dueño” (hefqer) uno estaría  1.  Cumpliendo la Mitsvá de “poner fin a la posesión de su Jamets” y 2. No estaría transgrediendo las dos prohibiciones de la Torá de poseer Jamets durante Pésaj.

Pero, como todos sabemos, esto NO es lo que hacemos en Pésaj… ¿Por qué? Los Rabinos de la Gemará (Jazal) explicaron que si sólo “declarásemos” que nuestro Jamets ya no tiene dueño y no lo sacásemos físicamente de nuestras casas, podría existir un par de complicaciones prácticas. En primer lugar, dijeron, podríamos “declarar” que renunciamos a nuestro Jamets, pero si poseemos algún alimento Jamets valioso, una botella de whisky, por ejemplo, ¿estaremos realmente renunciando con sinceridad a la posesión de ese Jamets que tiene un valor económico sustancial? En segundo lugar, dijeron los Jajamim, siendo que el Jamets es uno de los alimentos más comunes (pan, galletas, pasta, cereales, etc.), aun cuando declarásemos que nuestro Jamets ya no nos pertenece, si no sacamos el Jamets de nuestras casas, correríamos el riesgo de comer Jamets accidentalmente…

Es por todo esto que nuestros rabinos de la Mishná nos instruyeron “deshacernos físicamente” (“bi’ur Jamets” = eliminación del Jamets) de todo los alimentos Jamets antes de que comience Pésaj, y recién después de deshacernos de Jamets renunciamos (“Bitul Jamets”) a la posesión de cualquier Jamets que pudiera encontrarse en nuestras casas, y no lo hayamos identificado ni eliminado.

Esto es entonces, lo que hacemos en la práctica:

(1) Limpiamos nuestro hogar, automóviles, oficinas y otras propiedades antes que comience Pésaj para identificar y eliminar todas los alimentos Jamets que poseemos.

(2) Llevamos a cabo una inspección final de todas nuestras propiedades la noche antes del seder de Pésaj para asegurarnos que hemos eliminado todo el Jamets que allí se encuentre (Bediqat Jamets).

(3) Nos deshacemos físicamente de cualquier alimento Jamets que hayamos encontrado en nuestras propiedades antes y durante la búsqueda (Bi’ur Jamets). Podemos dar nuestros alimentos Jamets como regalo a una persona no judía si se trata de alimentos en buen estado, o si lo que nos queda es por ejemplo, sobras de pan o de galletas, podemos dárselo de comer a los pájaros, o a los peces en el mar o en el río, o quemarlo o tirarlo en la basura fuera de nuestra propiedad.

(4) Finalmente, después de deshacernos de todo nuestro Jamets decimos el “Kal Jamirá …”, que significa: “{Declaro que] todo Jamets que me pertenece, que no lo haya detectado (durante el bediqá) o que no lo haya eliminado (durante el bi’ur),  ya no me pertenece más, y que de ahora en adelante se considera sin dueño (hefqer) como el polvo de la tierra, este es el Bitul Jamets.

De esta manera, cumplimos con todos los requisitos bíblicos y rabínicos: 1. Buscamos y sacamos todo el Jamets de nuestras propiedades. 2. Renunciamos a la posesión de cualquier alimento Jamets que no hayamos identificado ni encontrado, y que podría todavía estar en nuestras propiedades.




SEFARADIM vs. ASHKENAZIM: Arroz en Pésaj

Anteriormente explicamos que se considera Jamets sólo a un alimento que proviene de uno de los 5 siguientes granos:  trigo, cebada, espelta, cebada y avena. El arroz, por lo tanto, no es Jamets.  Esta idea fue originalmente discutida en la Guemará. Un Rabino de Erets Israel, Rabbí Yojanán ben Nurí (siglo 1 de la era común) sostenía que no se puede consumir arroz en Pésaj. Los Sabios de la Guemará , sin embargo, concluyeron que el arroz NO es Jamets y que se puede comer en Pésaj. La Guemará también registra que Rabá, un famoso rabino de Babel, solía comer arroz en el Seder de Pésaj. (Pesajim 114b) .
La costumbre Ashkenazí, sin embargo, es abstenerse del consumo del arroz, pero no por considerarlo Jamets.  Los Yehudim Ashkenazim se privan durante Pésaj de consumir todo tipo de legumbres, granos y cereales (qitniyot). Esta es una tradición muy antigua que sigue siendo respetada hasta el día de hoy.  Ahora bien ¿cuál es la razón y el origen de la costumbre de prohibir granos no Jamets y  legumbres en Pésaj?
Tomemos como ejemplo el caso del arroz.
Es muy posible confundir el arroz con el trigo. Las espigas son muy parecidas; los granos de arroz integral y trigo son del mismo color, al igual que la harina de arroz y la harina de trigo. Hay que tener en cuenta que hasta hace unos 40 o 50 años atrás los productos alimenticios no se vendían como hoy, envasados y en supermercados, sino que se vendían por peso en los mercados al aire libre. No era poco común entonces que si alguien compraba arroz encontrara luego granos de trigo mezclados con los granos de arroz. En primer lugar porque los campos donde el arroz se cosechaba solían estar cerca o dentro de los mismos campos donde se cosechaba el trigo o la cebada. Y también porque los granos de arroz (integral, enteros) y los granos de trigo se vendían en los mismos puestos del mercado, utilizando las mismas paletas y balanzas. Era muy posible entonces que algún grano de trigo se mezclara con el arroz. Y como veremos más adelante, la prohibición de Jamets durante Pésaj es tan estricta que un solo grano de trigo transformaría a todo un plato de arroz en Jamets. De aquí la costumbre Ashkenazi de abstenerse del arroz en Pésaj.
Esta no es una tradición exclusiva de los judíos Ashkenazim. Los judíos Sefaradim están divididos en la cuestión del arroz. Los Yehudim marroquíes y otros Yehudim de África del Norte también evitan el consumo de arroz durante Pésaj, mientras que los judíos de Israel, Irán, Irak, Siria y otros países del Medio Oriente consumen arroz durante Pésaj (al punto que el arroz se convierte en la comida más típica de Pésaj, algo así como las papas en la tradición Ashkenazí).   Sin embargo, para evitar la posibilidad de la presencia accidental de un grano de trigo en el arroz, la costumbre de las comunidades persas, sirias, etc. es revisar el arroz tres veces antes de usarlo para Pésaj.
Ahora bien, incluso los que siguen la tradición de abstenerse del consumo de arroz y otras legumbres (qitniyot) durante Pésaj, por los motivos que recién explicamos, pueden mantener el arroz y las legumbres en su posesión y propiedad durante Pésaj, y no hay necesidad de desechar  o vender estos alimentos (Shulján Aruj, Rama, 453:1). También, como lo señala el Rab Eliezer Melamed en Peniné Halajá, aunque la costumbre Ashkenazí es prohibir productos qitniyot durante Pésaj, esto se aplicará cuando los quitniyot son o constituyen la mayoría de ese producto alimenticio (Mishná Berurá idem, 9). Pero si los qitniyot (fructuosa de maíz, almidón de maíz, etc), están presentesen un alimento ya elaborado en una proporción menor, ese alimento no estará prohibido durante Pésaj, aún para los que acostumbran a privarse de quitniyot.
Consulte con su Rabino acerca de las tradiciones de su comunidad.



PÉSAJ: ¿Qué es y qué NO es Jamets?

De las 8 Mitsvot de Pésaj que mencionamos ayer (ver abajo), 6 se relacionan con Jamets. Durante Pésaj NO nos está permitido comer, beneficiarnos o incluso poseer Jamets. Vamos a entender mejor qué es y qué no es Jamets

LOS CINCO GRANOS Jamets (o Jametz) es cualquier sustancia fermentada, sólida o líquida, que proviene de uno de los siguientes 5 granos: trigo, centeno, espelta, cebada y avena. Estos son también los cinco granos de los cuales generalmente se elabora el pan. Nuestros sabios establecieron que solamente sobre un pan hecho de uno de estos cinco granos decimos la berajá (bendición) haMotsí y luego Bircat haMazon.   Si un pan está hecho, por ejemplo, de harina de soja, harina de arroz o de de maíz, no será considerado “pan”.

El proceso de fermentación no ocurre solamente con “la harina” de estos granos.  La cerveza por ejemplo, se elabora a partir de granos de cebadas, que se ponen en remojo y se dejan fermentar.  La cerveza (al igual que el whisky, y otras bebidas alcohólicas a base de granos ) también es Jamets, aunque el grano nunca fue convertido en harina.

Un producto alimenticio fermentado que no contiene ninguno de estos 5 granos no se considera Jamets, incluso si pasa por un proceso de fermentación.  El vino, por ejemplo, pasa por un proceso de fermentación, pero se hace de la uva. Lo mismo ocurre con otras bebidas alcohólicas como el saké (“vino de arroz” japonés) que se elabora a partir de arroz fermentado.

Ahora bien, NO todo lo que proviene de estos 5 granos es Jamets. De hecho la Matsá debe ser elaborada a partir de uno de estos 5 granos. La Matsá también es un tipo de “pan”. En hebreo se llama “pan pobre” o לחם עוני, y , en español se llama “pan ácimo”, que significa, pan no fermentado.

¿Cuál es entonces la diferencia entre el pan y la Matsá?

TIEMPO La diferencia fundamental entre el pan y la Matsá es el tiempo. El pan y la Matsá se preparan con los mismos ingredientes básicos: harina y agua. La diferencia es la siguiente: para preparar Matsá,  una vez que se mezcla la harina con el agua, no se puede dejar reposar la masa. Esta debe ser amasada y horneada en menos de 18 minutos.  Ya que si se deja la masa inactiva por 18 minutos o más, desde el momento en que la harina entró en contacto con el agua, esa masa se considera fermentada. A esta fermentación se la llama en hebreo Jimuts, y al producto de esta fermentación se lo llama “Jamets”. El pan común se elabora con harina y agua, y en el proceso se deja reposar la masa intencionalmente para que ésta fermente. Al fermentar, la masa se agranda y se forma el pan con miga (la miga, que no encontramos en la Matsá, es evidencia del proceso de fermentación) .

AGUA Si la harina procedente de uno de los cinco granos se mezcla “exclusivamente” con jugo de fruta, o con miel o con huevos sin que se le agregue a esta masa nada de agua, no se producirá el Jimuts o la fermentación prohibida en Pésaj. Técnicamente, si se prepara  una masa mezclando harina de trigo con puro jugo de frutas, sin agua, y la dejo reposar, esa masa no es Jamets, se llama Matsá Ashirá y se puede consumir durante Pésaj.

SEOR En todos los ejemplos mencionados no hablamos aún de la levadura per sé, o en hebreo שאור. La prohibición de Jamets incluye adicionalmente la prohibición del uso, y la posesión, de levadura. La levadura no es un elemento comestible, sino un aditivo. Hasta hace un siglo atrás la levadura se elaboraba en casa. ¿Cómo se preparaba la levadura? Mezclando harina y agua y dejando reposar esa masa por un periodo de 4- 5 días. Esa “masa” ácida y con olor a alcohol se conoce en español como “levadura natural” o también “masa madre” (ver este interesante artículo http://tequedasacenar.com/como-hacer-masa-madre-como-hacer-pan-13/) y se usa como un catalizador del proceso de fermentación. En otras palabras, en el proceso de elaboración del pan fresco, una vez que la harina y el agua se mezclan, se introduce un poco de esa levadura natural en la masa, para acelerar y mejorar el proceso de fermentación. La masa se inflará más rápido y mejor y el pan saldrá mucho más esponjoso. Todas las prohibiciones de Jamets (consumo, posesión, beneficio) se aplican también al seor, la levadura natural o comercial

Leilui Nishmat Meir ben Gabriel Tubi ז»ל



PÉSAJ: Los 8 mandamientos de Pésaj

Falta menos de un mes para Pésaj. El primer Seder de Pésaj se celebrará B’H la noche del lunes 10 de Abril de 2017. Las leyes y tradiciones de Pésaj son tantas y tan diversas que nuestros rabinos indicaron que 30 días antes de Pésaj debemos empezar a estudiar las leyes y costumbres de Pésaj. Así que, ya estamos un poco atrasados …

Vamos a comenzar por aprender la Mitsvot bíblicas de Pésaj. Esto es, las leyes seminales de esta festividad, de las cuales todos los demás detalles y Halajot de Pésaj se desprenden.

En su introducción a Hiljot Pésaj, Maimónides describe uno por uno los mandamientos de esta festividad, enumerando un total de 8 Mitsvot bíblicas relacionadas con Pésaj. Es importante destacar que en este cálculo, Maimónides NO incluye las Mitsvot relacionadas al sacrificio de Pésaj (qorbán Pésaj).

Hay 3 mandamientos positivos y 5 prohibiciones concernientes a Pésaj.

LOS 3 MANDAMIENTOS POSITIVOS DE PESAJ

אכילת מצה 1. Comer Matsá durante la primera noche de Pésaj (en la diáspora, esto se convierte automáticamente en la obligación de comer Matsá durante las DOS primeras noches de la festividad). Durante el resto de Pésaj está prohibido comer Jamets pero no hay una obligación formal de comer Matsá.

2 והגדת לבנך. Relatar a nuestros hijos durante la primera noche de Pésaj (en la diáspora, las dos primeras noches) la historia de la esclavitud en Egipto y nuestra redención. Este relato , en términos prácticos, consiste en leer y explicar la Hagadá de Pésaj. Esta Mitsvá incluye muchas otras Mitsvot y tradiciones, como por ejemplo la realización del Seder, beber las cuatro copas de vino, comer el maror, etc.

3 השבתת חמץ. Renunciar a la posesión de nuestro Jamets en la víspera de Pésaj, el 14 de Nisán (el lunes 10 de Abril) antes del mediodía. En los próximos días explicaremos esta Mitsvá en detalle.

LAS 5 PROHIBICIONES DE PESAJ

4 איסור אכילת חמץ. La prohibición de comer Jamets durante Pésaj. Se considera Jamets a una comida que contenga trigo, cebada, centeno, avena o espelta que hayan fermentado. En los próximos días explicaremos este punto en detalle.

5 איסור אכילת תערובת חמץ. La prohibición de comer cualquier comestible que contenga algo Jamets o se-or (levadura natural) durante Pésaj. La Guemará cita como ejemplos de mezcla de Jamets el kutaj haBabli, un queso tipo cottage (כותח=cottage?) que contenía pedacitos de pan, y el shejar hamadi, una bebida alcohólica hecha de a base de grano, posiblemente cerveza.

6 בל-יראה. La prohibición de poseer Jamets durante Pésaj, independientemente de dónde se encuentre ese Jamets.

7 בל -ימצא. La prohibición de poseer Jamets durante Pésaj. Estas Mitsvot, la 6 y la 7, son de hecho idénticas, no hay ninguna diferencia entre ellas y se aplican exactamente igual. Este es un caso excepcional en toda la Torá. Los Jajamim se refieren a este par de Mitsvot con las palabras hebreas: בל יראה בל ימצא (“No se verá, no se hallará”).

8 איסור אכילת חמץ ערב פסח אחר חצות היום. La prohibición de comer Jamets en vísperas de Pésaj (lunes 10 de abril), a partir del mediodía. Los rabinos adelantaron esta prohibición unas dos horas, por lo tanto el lunes 10 de abril podemos consumir Jamets solo hasta el final de la cuarta hora del día. Vale aclarar que esta “horas” no son horas de 60 minutos, sino “horas diurnas”, que se obtienen dividiendo por doce el periodo diurno del día (desde el amanecer hasta el anochecer).

En los próximos días B’H tendremos la oportunidad de definir y profundizar cada una de las ocho Mitsvot de Pésaj.




El Rab Abraham Antebi (1765-1858) y el terremoto que devastó Alepo

El Rab Abraham Antebi ז»ל nació en Alepo (Aram Tzobá), Siria, en 1765. Era descendiente de judíos expulsados de España que se asentaron en la ciudad de Ein-Tab, hoy en día conocida como Antep situada al sur de Turquía. Su tatarabuelo, el Jajam Rajamim (1554-1627), emigró de Ein-Tab a Alepo, y de ahí el origen de su apellido Antebi.
En su juventud estudió principalmente con su padre, el Jajam Itzjaq Antebi, de los grandes sabios de Alepo. En 1817 fue nombrado Gran Rabino y Juez Superior de todo Alepo, cargo que ocupó por más de 40 años.

El Rab se destacó por ser un autor muy prolífico. Sus obras son principalmente de halajá (ley judía), derushim (discursos y  sermones) y musar (ética judía). También compuso varios poemas y canciones de carácter religioso. Pero no menos que por sus obras, se destacó por su preocupación y dedicación por el bienestar de su comunidad que en esos años se encontraba en una situación muy difícil.

En 1824 un terremoto arrasó la ciudad de Alepo y fallecieron cerca de mil judíos (tengamos en cuenta que la comunidad no superaba las 10.000 personas) y los que se salvaron, entre ellos el propio Rab, tuvieron que acampar en carpas en las afueras de la ciudad durante 18 meses. En esa época el Rab Antebi escribió su primer libro, al cual llamó a causa de ese desarraigo Yosheb Ohalim, en español “Asentado en las Carpas”. Este libro contiene sermones sobre las secciones semanales de la Torá en los que combina, de una manera muy creativa, el análisis halájico, los relatos bíblicos y las narraciones hagádicas (historias y parábolas de los sabios). Cuentan que en esas improvisadas carpas, desprovisto de libros de Torá, el Rab escribió su obra citando todas las fuentes de memoria.

El principal problema que el Rab Antebi debía enfrentar como líder comunitario era el empobrecimiento general de la comunidad. Los ingresos bajaban, los precios subían y el imperio otomano exigía más impuestos. Hay muchas historias acerca de cómo el Rab se dedicaba a apoyar a los necesitados. En sus libros de musar Ohel Yesharim y Jojmá Umusar escribe extensamente sobre cómo cada judío es garante por su hermano Yehudí y no debe ignorarlo en sus momentos de aprieto. También escribió que uno de los motivos de la mala situación económica de los judíos alepinos se debía a que sólo se dedicaban al comercio y no poseían profesiones u oficios. El Rab exhortaba a los padres a proveer a sus hijos una profesión y no conformarse con adiestrarlos en el comercio.

Uno de los libros más importantes del Rab es Mor Vahalot, preguntas y respuestas sobre innumerables casos que se presentaron en la comunidad Alepina y requerían  una opinión rabínica autorizada.

Veamos una de estas preguntas (J. M. 2).

La costumbre de los tribunales judíos de  Alepo era que el Gran Rabino de la ciudad, en ese entonces el Rab Antebi, juzgaba individualmente los distintos conflictos monetarios, sin estar acompañado por otros dos jueces (dayanim), lo cual era la práctica común de los otros jueces rabínicos.

El Rab fue cuestionado por este proceder. No se trataba de un problema legal, ya que según la halajá los litigantes pueden aceptar ser juzgados por un solo dayán. El problema era una cuestión de ética. El famoso Rab Shaj [Rabbi Shabetai Hakohen, Polonia, siglo XVII] (J. M. 3, 10), basándose en el Shulján Aruj y el Talmud de Jerusalem, escribió que si bien técnicamente  el juez rabínico puede juzgar por sí mismo, no está bien que un juez lo haga, a menos que se trate de un gran experto en jurisprudencia Rabínica. Pero no termina ahí. El Rab Shaj sigue diciendo, que hoy en día nadie puede considerarse como “gran experto” tal como sucedía en la época del Talmud. Ya que con el paso de las generaciones los conocimientos de Torá han disminuido. Por lo tanto hoy en día ningún rabino debería juzgar individualmente. Muchos prominentes rabinos adoptaron la opinión del Shaj.

En este punto es donde el Rab Abraham nos ilumina con su visión halájica. El Rab Antebi disentía con la visión del Shaj. Estas son algunas de sus palabras traducidas al español:

“contrariamente [a lo que dice el Rab Shaj], es más común encontrar un experto en nuestras generaciones que en las generaciones del Talmud, ya que todo el estudio [de los Sabios del Talmud] estaba basado en la memoria y la transmisión oral. En esas épocas el experto no era algo muy común. No ocurre lo mismo en nuestra generación, que ya está toda [le ley] está escrita en los libros y [los Sabios] no dejaron ni lo grande ni lo pequeño sin registrar. Por lo tanto, si un juez rabínico sabe analizar jurídicamente [el caso que enfrenta] y está familiarizado con el estudio de los posqim (legisladores halájicos), no hay duda que puede ser considerado un “gran experto” en la ley.»

Rabbi Abraham Antebi falleció en Alepo en 1858 a la edad de 93 años, y es recordado hasta el día de hoy como una de las luminarias más grandes de Alepo.

Escrito por Abraham Sacca, hijo del Rab Isaac Sacca de Buenos Aires, ARGENTINA




Un detalle importante y poco conocido de la historia de Purim

En muy pocos días -el sábado 11 de Marzo por la noche y el domingo 12- vamos a celebrar la fiesta de Purim.  Purim nos recuerda nuestro milagroso triunfo sobre el antisemitismo. Brevemente: el primer ministro del imperio persa, Hamán, emitió un decreto genocida en el que permitía y alentaba a cualquier persona del imperio que matara a un judío y a su familia, a quedarse con todos sus bienes y pertenencias.  Como todos sabemos, gracias a la intervención de Mordejai y Ester, y a la «invisible» ayuda de HaShem, el decreto fue revertido.
Los eventos de Purim no contienen fábulas ni metáforas, como algunos mitos de la antigüedad, y han sido registrados en el «Libro de Ester «, que leemos 2 veces durante Purim. Para comprender la dramática historia que este libro relata y la magnitud del milagro y del genocidio que se evitó, presentaré a continuación una breve reseña de la historia de Purim.
Después de salir de Egipto, los Yehudim vivimos por aproximadamente 800 años como pueblo soberano en la tierra de Israel.  En el año 586 antes de la era común (aec) el emperador de Babilonia, Nebujadnetsar conquistó y destruyó Yerushalayim (Jerusalem). Cientos de miles de judíos murieron de hambre, enfermedades o fueron asesinados; el Bet haMiqdash fue destruido y aproximadamente 70.000 judíos fueron tomados como cautivos y llevados a Babilonia.
En el año 539 aec, Ciro (llamado en hebreo Koresh) derrotó y conquistó al imperio babilonio, transformándose en el primer monarca del imperio Persa.
En el año 538 a.e.c. sucedió un gran milagro:  el Emperador Persa Ciro promulgó un edicto (הכרזת כורש) en el que invitaba y alentaba a todos los miembros del pueblo judío a regresar a Israel y reconstruir el Bet haMiqdash. Este gran evento está registrado en las últimas palabras del Tanaj (la Biblia hebrea).
Miles de judíos regresaron a Israel, liderados por Zerubabel y en al año 516 aec, luego de 70 años de exilio, tal como lo había profetizado Yirmiyahu,  comenzó la construcción del segundo Bet haMiqdash.
Con el tiempo la población judía de Israel siguió creciendo y en los tiempos de Purim, primera mitad del siglo V aec. vivían en Israel no menos de 50.000 judíos.
No todos los judíos regresaron a Israel.
¿Por qué? Tal como lamentablemente ocurre en nuestros días, aunque todos podían vivir en Israel,  la mayoría de los judíos seguía viviendo fuera de Israel. Vamos a tratar de entender cómo y por qué los Yehudim residían en un exilio voluntario.
Durante el reinado de Ajashverosh (484-465 aec) el imperio Persa se convirtió en el más grande que existió en la historia de la humanidad (se extendía desde la India hasta Etiopía). Esto les brindó a los judíos, que eran muy exitosos en el comercio, la oportunidad de establecer una red comercial internacional que resultó muy profitable.
Hay documentos y evidencias que los judíos se dispersaron por todos los confines del Imperio Persa y llegaron hasta lo que hoy en día es el límite entre India y China. Aprovechando que las rutas comerciales estaban protegidas contra los bandidos, montaron una red de intercambio comercial entre Indochina y occidente. Utilizando la recién inaugurada «ruta de la seda», también protegida por guardias imperiales, importaban seda y oro de la China y exportaban especias, colorantes, jade, lapislázuli y vidrio.   Hay un libro, lamentablemente muy desconocido peroabsolutamente fascinante («El octavo Día», The Eighth Day, por Samuel Kurinsky), que describe con lujo de detalles todas las empresas comerciales en las que se destacaban los judíos en los tiempos del imperio Persa.
Los judíos estaban, como lo confirmó Hamán (M. Ester 3:8) «diseminados entre todos los pueblo del imperio Persa», y esto también les permitió establecer una nueva industria en la cual también se destacaron: el crédito.  Un documento escrito (seguramente en hebreo) por un judío de Turquía podía ser cobrado en la India, al ser presentado a otro judío que vivía allí. Hay testimonios arqueológicos muy importantes sobre una familia judía de «banqueros» de esa época, los Murashu (ver aquí ).
Todos estos datos son  importantes para entender lo siguiente:
1. Dado el éxito de sus comercios, los Yehudim no regresaron a Israel. Aunque cabe destacar que apoyaban económicamente a Israel enviando permanentemente generosas donaciones para el Bet haMiqdash y para ayudar a los Yehudim que allí residían.
2.  Los judíos vivían esparcidos por todos los confines del enorme imperio Persa, incluyendo Turquía, Egipto, y 50.000 en Israel. De manera que NO había judíos viviendo fuera del imperio Persa.
3. Por lo tanto, como todos los Yehudim del mundo, vivían en el imperio Persa,  cuando Hamán emitió su decreto para eliminar a todos los judíos del imperio, estaba llamando a la destrucción de todos los judíos del mundo.
Vea aquí algunas 
HALAJOT DE LA LECTURA 
DE MEGUILAT ESTER



¿Qué se necesita saber para conocer a una persona?

אַשְׁרֵי שֹׁמְרֵי מִשְׁפָּט , זה מרדכי
עֹשֵׂה צְדָקָה בְכָל עֵת , שגדל יתומה בתוך ביתו
En uno de su mejores libros «Intelectuales» el famoso historiador Paul Johnson describe las ideas de grandes pensadores y filósofos como Voltaire,  Rousseau o Carl Marx. Johnson también escribe sobre la vida privada de estos intelectuales y demuestra su egoísmo, hipocresía, y cinismo. En realidad estos grandes ideólogos no vivían de acuerdo al altruismo que predicaban. Eso era para sus escritos, para sus lectores, para las masas. Todos afirmaban que buscaban el bien de la humanidad, pero en sus vidas privadas demostraron todo lo contrario.
Mordejai, uno de los principales protagonistas de Meguilat Ester, es uno de los heroes nacionales de Am Israel.  Fue, como escribimos, un gran líder politico y religioso en la ciudad de Shushán donde los judíos se habían comenzado a asimilar.  Pero, ¿qué sabemos de la vida personal de Mordejai?
Por un lado conocemos la prestigiosa ascendencia de Mordejai. De acuerdo al texto de la Meguilá (Peshat), Mordejai era descendiente de los exiliados de Yerushalayim alrededor del año 600 aec, en los tiempos del rey Yoyajín.  En este primer exilio, que ocurrió unos 15 años antes de la destrucción del Bet haMiqdash,  el Rey babilonio Nebujadnetsar se llevó a la aristocracias y a la nobleza de Yerushalayim.  Ente ellos al bisabuelo de Mordejai, Quish, de la tribu de Binyamín.
En su libro Leqaj Tob, el Rab Yom Tob Tsahalón nos abre los ojos a un detalle muy importante que nos enseña algo más de la vida privada de Mordejai: su carácter moral. La Meguilá nos cuenta que Mordejai adoptó a su sobrina Ester, huérfana de padre y madre, y la crió y la cuidó como su propia hija.
El Rab Tsahalón cita al Midrash que describe el enorme mérito de adoptar una criatura. Los Sabios analizan un versículo de Tehilim que dice: אשרי שמרי משפט עשה צדקה בכל עת , «Felices  aquellos que… hacen Tsedaqá a cada momento». Los sabios se preguntan: ¿Acaso es posible hacer Tsedaqá «literalmente» en todo momento? Y la respuesta es : Sí. Esto sucede cuando una  familia adopta a un niño o niña. En este caso, los padres adoptivos hacen Tsedaqá (especialmente  en el sentido de Jesed)  24 horas por día, todos los días (24/7).  En otras palabras, adoptar un hijo es un ejercicio de Jesed «insuperable».
Es interesante que algo parecido sabemos de Abraham Abinu.  El texto que describe la vida privada de Abraham Abinu es muy pobre en detalles. Excepto por un punto circunstancial pero revelador: Harán, el hermano de Abram, fallece y deja a su hijo Lot huérfano. Pero luego vemos que וילך אתו לוט , Lot forma parte de la familia de Abraham: Abraham adopta a Lot como su propio hijo.
Siguiendo esta idea, es como que todo lo que tenemos que saber para conocer el carácter bondadoso y altruista de Mordejai es que adoptó a Ester. Y lo mismo se podría decir de Abraham y Lot.
Es cierto que los seres humanos somos criaturas complejas y que no es fácil conocer a una persona por una sola acción. Pero hay excepciones, y creo que para los Sabios la adopción de una criatura es una de ellas.
Recuerdo que hace varios años atrás (20?) pasamos Pésaj con toda la familia en un hotel ubicado en Gush Qatif, que hoy lamentablemente es parte de Gaza… . El último día nos sentamos al lado de una familia bastante numerosa, con una particularidad que no podia pasar desapercibida. Tenían 3 niños con síndrome de Down. Mi esposa y yo nos asombramos del extraordinario trato que gozaban estos niños. En primer lugar, eran el centro de atención de toda la familia, los padres, los abuelos y los hermanos mayores. Todos les sonreían y les daban cariño.  Además, cada uno de estos niños estaba siendo atendido por una asistente personal -¡una asistente por niño!- que trabajaban para esta familia.  Y luego nos enteramos de lo más maravilloso: estos 3 niños ¡eran adoptados! Adoptados por una familia que ya tiene sus propios hijos, algunos de ellos casados. Por una familia que evidentemente tiene un buen pasar económico, pero que deciden invertir su dinero, su tiempo y su amor en no UNA sino a TRES criaturas con necesidades especiales y brindarles la mejor vida posible. Nunca más los vimos ni supimos cómo se llamaban, ni dónde vivían. Pero, ¿qué más hacía falta saber para conocer a estos «ángeles humanos»?
 
SHABBAT SHALOM