SHABBAT PARA

Este Shabbat se llama “Pará”,  es uno de los Shabbatot especiales antes de Pésaj. Se llama así por la lectura adicional de la Torá (maftir) que se hace en este día, tomada del Libro de  Bamidbar, capítulos 19:1-22, que detalla las leyes de la Pará Aduma (bovino pelirrojo) que debía ser sacrificada y sus cenizas se utilizaban para la purificación de que ellas personas que habían estado en contacto con un cuerpo muerto o algún otro tipo de impureza relacionada y, por lo tanto, necesitaban purificarse antes de llegar al Templo para la festividad de Pésaj.

El mandamiento de la Pará Adumá es considerado por muchos como un “joq”, un tipo de mandamiento cuya razón no la entendemos completamente,  un decreto divino más allá de la lógica humana, ya que esas mismas cenizas que purifican a alguien que está impuro , impurifican a que estaba puro.

Shabbat Pará se celebra siempre antes de que comience el mes de Nisán  y nos recuerda —incluso hoy en día— la proximidad de Pésaj y sus múltiples preparativos.

 

El Midrash (Bamidbar Rabbah, 19, 8) una historia aleccionadora:

“Un individuo no judío se acercó a Rabbán Yojanán ben Zakai y le pregunto provocativamente: “Ustedes los judíos, ¡practican magia! Traen una vaca, la degollan, la queman, toman sus cenizas la mezclan con agua, y si uno de ustedes se ha impurificado con un muerto – le echan dos o tres gotas, y le dicen: ‘Te has purificado’. ¿Qué clase de cosa es esa?

Rabán Yojanán, que conocía bien el fenómeno de los curanderos y el exorcismo, muy común entre los gentiles, le preguntó al gentil: ¿Qué hacen ustedes cuando alguien está poseído, y entra en él un espíritu de locura? El gentil respondió: ‘Traen hierbas y las queman debajo de él y le rocían agua encima, y el espíritu huye’. Le dijo Rabán Yojanán: Eso es exactamente lo que hacemos. Las gotas de agua con las cenizas de la vaca hacen huir al espíritu de impureza.

Después de que el gentil se retiró conforme con la respuesta que recibió, los discípulos dijeron a Rabán Yojanán: “Ahora, Rabí, danos la verdadera explicación (ya que en el judaísmo no creemos en el exorcismo).

Le dijo Rabán Yojanán a sus discípulos: .., ni el muerto realmente impurifica ni el agua intrínsecamente purifica, sino que el Santo, bendito Él lo ha decretado así. “Esta es una ley [arbitraria] que Yo he establecido, y no tienes permiso de transgredir Mi decreto’.

Para cada mandamiento tenemos explicaciones hermosas y convincentes. Pero al final necesitamos recordar que la razón verdadera por la cual obedecemos los mandamientos es que así lo mandó el Santo, bendito Él.  Nosotros solo somos sus soldados.




La escenografía del Seder de Pésaj

Este año, 2024/ 5784 el primer Seder de Pésaj se celebrará el lunes 22 de Abril por la noche  
  מקימי מעפר דל מאשפת ירים אביון
    להושיבי עם נדיבים עם נדיבי עמו
«Desde el polvo, Dios levanta al pobre para sentarlo con los nobles…de su pueblo».
Salmos (113:7-8)

EL SEDER COMO UN TEATRO

Una de las mitzvot más importantes de Pésaj es la celebración del Seder, una cena festiva muy especial en la que celebramos la salida de Egipto y el fin de nuestra esclavitud, y agradecemos a Dios por habernos rescatado. Durante esta cena, leemos la historia de la salida de Egipto y también realizamos ciertos rituales con el fin de recrear vivencialmente la experiencia de la esclavitud y de la libertad. Hacemos esto siguiendo la indicación de los Sabios que dijeron que durante esa noche «uno debe ‘mostrarse a sí mismo’ (es decir: actuar) como si hubiera salido de Egipto».  El Seder de Pésaj, por esta razón, abunda en simbolismos destinados a «teatralizar» la esclavitud y la libertad. Esta es la razón por la que los rabinos indicaron que es obligatorio comer el maror, hierbas amargas, y el jaroset, una pasta marrón hecha con frutos secos que recuerda el barro que se usaba para elaborar los ladrillos que nos recuerdan el cautiverio. Y por otro lado, indicaron que durante el Seder debemos beber cuatro copas de vino para celebrar nuestra libertad.

Hay otro gesto simbólico –«teatral» si se quiere–  que representa la libertad (jerut) conocido en hebreo como hasibá, sentarse reclinados.

En las próximas líneas trataremos de entenderlo mejor.

EL TRICLINIO ROMANO

¿Cuál es el origen y la historia de esta costumbre? En la antigüedad, la gente normal, los ciudadanos o campesinos,  se sentaban a comer en el suelo. Pero a los esclavos, que en Atenas o en Roma por ejemplo constituían una gran parte de la población, no se les permitía sentarse a comer: así que comían de pie. Por otro lado, los nobles, la realeza y la aristocracia comían reclinados cómodamente en «triclinios». Los triclinios eran sofas– de 3 a 6 muebles puestos en forma de «U»–  lo suficientemente amplios como para dar cabida a tres comensales por mueble, que se reclinaban sobre su lado izquierdo usando cojines” (ver aquí ).

Las mesas con bandejas (en hebreo qe’arot) donde se servia la comida, eran semi individuales, y como se puede ver abajo en la ilustración de un antiguo mosaico romano, estaban dentro de la «U» del triclinio.

Los triclinios se usaban especialmente en festividades o celebraciones.

Lo que también se ve en este mosaico es que los comensales comían reclinados sobre su lado izquierdo. ¿Por qué?  Los Sabios explicaron que al reclinarse sobre el lado izquierdo uno disminuye el riesgo de atragantarse, pero la razón más práctica de esta costumbre es que la mayoría de los comensales eran diestros y usaban la mano derecha para comer.

¿LIBRE O RICO?
Ahora podemos entender un poco mejor el simbolismo de la hasibá. Los Sabios del Talmud establecieron que para «mostrarnos» la noche del Seder como hombres libres debemos imitar la costumbre de los nobles y la aristocracia comiendo reclinados sobre el lado izquierdo. Así, desde el judío más pobre (que en el pasado eran la mayoría) hasta el más rico, actúan esa noche como personas «nobles», imitando no solo la etiqueta sino también la prosperidad de la nobleza.
Los Sabios, creo, se inspiraron en el versículo de Tehilim que mencionamos al principio de este artículo que afirma que Dios eleva a los pobres de su indigencia y los hace «sentarse» junto a los nobles. Al actuar por una noche (o dos, en la diáspora) como la nobleza y la aristocracia, estamos afirmando nuestra libertad y nuestra dignidad como seres humanos.
EL TIEMPO PASA…
Con el tiempo la costumbre universal de comer en el triclinio cayó en desuso. Y algunos rabinos europeos, como el Raabán (Abraham ben Natán de Provence, Francia, 1155-1215), propusieron entonces interrumpir esta costumbre, ya que en Europa los nobles se sentaban en sillas y alrededor de una mesa como hacemos hoy, y reclinarse resultaría incómodo. Pero la gran mayoría de los rabinos insisiteron que debíamos preservar esta antigua costumbre y aclararon que si no nos reclinamos al comer la Matsá o tomar las copas de vino, no estaremos cumpliendo correctamente con nuestra obligación de comportarnos como nobles (derej jerut). Otros rabinos justificaron la readopción de esta antigua tradición reasignándola a una categoría diferente, pero muy importante en el Seder: shinui, es decir, la obligación de teatralizar durante esa noche gestos inusuales para llamar la atención de los niños, estimular sus preguntas y hacerlos quedarse hasta el final del Seder.

¿EL COMIENZO DEL FEMINISMO?

Otro tema que se discutió durante siglos es si las mujeres también tenían que reclinarse durante el Seder. El Talmud dice que no. Y esto se entiende mejor cuando tomamos en cuenta que en esa época no era parte del protocolo que las mujeres participaran del triclinio (en el mosaico romano solo se ven hombres). Sin embargo, a veces el Talmud menciona a mujeres de la aristocracia romana ishá jashubá, allegadas a la familia del emperador, que pertenecían a esta privilegiada élite y se conocían como «matronas» (matronitá en la Guemará), ver aquí. Basado en esta distinción, algunos rabinos de la Edad Media, especialmente de Europa (Tosafot, Rama, etc.) dijeron que las mujeres también deben reclinarse en el Seder, ya que todas «las esposas judías deben ser consideradas como mujeres de la aristocracia jashubot«.

¿Quién lo puede negar?

En la práctica, hoy en día se espera que tanto hombres como mujeres se reclinen al comer y participen así en igualdad de condiciones de la costumbre de la hasibá.




Los 8 Preceptos de Pésaj

Repasaremos las 8 Mitsvot bíblicas de Pésaj. Es decir, las leyes originales de esta fiesta de donde surgen todos los demás detalles y Halajot de Pésaj. Esta lista que presentamos a continuación, está basada en la introducción de Maimónides a Hiljot Pésaj, y NO incluye las Mitsvot relacionadas con el sacrificio de Pésaj (qorbán Pésaj). Hay tres mandamientos positivos y cinco prohibiciones relacionadas con esta festividad.

LOS 3 MANDAMIENTOS POSITIVOS SON:
1 אכילת מצה Comer Matsá durante la primera noche de Pésaj (en la diáspora, esto se convierte automáticamente en la obligación de comer Matsá durante las DOS primeras noches). Durante el resto de Pésaj está prohibido comer Jamets pero, técnicamente, no hay una obligación formal de consumir Matsá.
2 והגדת לבנך. Relatar a nuestros hijos durante la primera noche de Pésaj (en la diáspora, las dos primeras noches) la historia de la esclavitud en Egipto y nuestra redención. Este relato consiste en leer y explicar la Hagadá de Pésaj. Esta Mitsvá incluye muchas otras Mitsvot y tradiciones, como por ejemplo beber las cuatro copas de vino, reclinarse, comer maror, jaroset,  etc.
3 השבתת חמץ. Renunciar a la posesión de nuestro Jamets en la víspera de Pésaj, el 14 de Nisán, lunes 22 de Abril a la media mañana .
LAS 5 PROHIBICIONES
4 איסור אכילת חמץ. La prohibición de comer Jamets durante Pésaj. Se considera Jamets a una comida o un producto fermentado que contenga o provenga uno de estos 5 granos o sus derivados: trigo, cebada, centeno, avena o espelta.
5 איסור אכילת תערובת חמץ. Está prohibido también comer cualquier alimento que contenga algo Jamets o se-or (levadura natural) durante Pésaj. La Guemará cita como ejemplos de mezcla de Jamets el kutaj haBabli, un queso tipo cottage (כותח=cottage?) que contenía pedacitos de pan; y el shejar hamadí, una bebida alcohólica hecha a base de grano, posiblemente cerveza.
6 בל-יראה. La prohibición de poseer Jamets durante Pésaj, independientemente de dónde se encuentre ese Jamets.
7 בל -ימצא. La prohibición de poseer Jamets durante Pésaj. Estas Mitsvot, la 6 y la 7, son de hecho idénticas, no hay ninguna diferencia entre ellas y se aplican exactamente igual. Este es un caso excepcional en la Torá. Los Jajamim se refieren a este par de Mitsvot con las palabras hebreas: בל יראה בל ימצא (“No se verá, no se hallará” Jamets en tu posesión durante Pésaj).
8 איסור אכילת חמץ ערב פסח אחר חצות היום. La prohibición de comer Jamets en vísperas de Pésaj rige a partir del mediodía. Los rabinos adelantaron esta prohibición unas dos horas, por lo tanto, el lunes 22 de Abril podremos consumir Jamets solo hasta el final de la cuarta hora del día. Vale aclarar que esta “horas” no son horas de 60 minutos, sino “horas diurnas”, que se obtienen dividiendo por doce el periodo diurno del día desde el amanecer hasta el anochecer.
 



TSAV: No a la hipocresía religiosa

נפש כי תחטא ומעלה מעל בה’ וכחש בעמיתו בפקדון או בתשומת יד או בגזל או עשק את עמיתו
והיה כי יחטא ואשם והשיב את הגזלה אשר גזל או את העשק אשר עשק או את

Y habló HaShem a Moisés y le dijo: «Cuando alguien peque y cometa una falta engañando a su prójimo por robo o por extorsión, devolverá lo que tomó al robar, o lo que obtuvo mediante extorsión, y recién entonces traerá al sacerdote su ofrenda de expiación para HaShem.

Levítico 5: 22-25

SACRIFICIO Y ARREPENTIMIENTO

La Parashá de la semana pasada y la de esta describen los qorbanot, los sacrificios y ofrendas que se ofrecían en el Mishkan o Tabernáculo, y que tenían varias funciones. Algunos eran parte del servicio diario en el Templo de Jerusalem. Otros se ofrecían durante las festividades, y algunos qorbanot eran ofrendas individuales, para agradecer a Dios o también como expiación de alguna transgresión cometida. Veamos un ejemplo de esta última categoría. La Torá describe el asham guezelot, un sacrificio que se traía cuando alguien robaba y luego se arrepentía y confesaba su falta. El sacrificio era, en este caso, el último paso de su expiación, la forma en que su falta quedaba finalmente cancelada. Hay dos puntos muy importantes sobre este qorbán que nos enseñan acerca de la altura moral del pueblo judío y de nuestra Torá.

UN BILLETE DE 100

En primer lugar, la Torá describe varias formas de robo. Además de mencionar el hurto directo, la Torá menciona, por ejemplo, el caso de alguien que encuentra algo que no le pertenece, un objeto que no se puede identificar a quién pertenece, como una moneda o un billete que uno encuentra en la calle: no hay forma de saber de quién es porque los billetes no tienen nombres, direcciones ni signos identificatorios que puedan ser usados para encontrar a su dueño. Pero hay objetos que uno sí puede identificar a quién pertenecen: por ejemplo, una billetera. Si encuentro una billetera, un celular o cualquier objeto identificable, y en lugar de procurar encontrarlo y devolverlo a su dueño me lo quedo para mí, la Torá lo considera como «robo».

LA BICICLETA

Un segundo ejemplo es osheq, oprimir a una persona económicamente. Hay un caso muy específico que la Guemará reporta como el ejemplo más común de este tipo de opresión. Los Sabios lo describen con las palabras hebreas «LEJ VASHOB, LEJ VASHOB», que significa, «vete (ahora) y regresa (mañana)». Esto ocurre, por ejemplo, cuando yo le debo dinero a una persona, esa persona viene a cobrar su dinero y yo, aunque tengo el dinero para pagarle, le digo: «vete y regresa otro día». Este acto (recuerdo que en Argentina a esta se lo llama  «bicicletear») también requería un sacrificio expiatorio porque está clasificado por la Torá como «robo», ya que me quedé con un dinero que no me pertenece, aunque sea temporalmente, y le «robé» tiempo a mi acreedor.

¿CÓMO NO «USAR» LA RELIGIÓN?

La Torá también aclara que el qorbán o sacrificio debía ser ofrecido solamente después de haber restituido lo que uno robó. De esta manera, la Torá afirma que el qorbán, un acto religioso, no puede reemplazar la restitución, un acto de justicia. Tal como ocurre en Yom Kippur, no puedo pretender que Dios perdone mis faltas hacia el prójimo a menos que yo primero obtenga el perdón del prójimo. En este caso, debo saldar las cuentas con la víctima de mi delito y recién después tengo derecho a buscar mi expiación religiosa. El Midrash Tanjumá dice que esta idea está formulada de manera explícita en las palabras de David haMélej, en Tehilim, Salmo 24. Allí, el rey de Israel se pregunta: מי יעלה בהר ה’ ¿Quién merece subir al monte de HaShem, y pararse en el lugar de Su santuario? Y la respuesta inmediata es נקי כפיים «Aquel cuyas manos están limpias» de robo o hurto, agrega el Midrash (Tanjumá, Parashá 1). Dios no acepta los sacrificios que vienen de los corruptos, que no se arrepienten ni tratan de hacerse cargo de sus errores o transgresiones. El sacrificio no es un soborno a HaShem. Es inaceptable y ofensivo que alguien traiga un sacrificio a Dios y pretenda el perdón Divino sin que antes obtenga el perdón humano y haya pagado por lo que robó. Nuestra Parashá, Tehilim y el Midrash apuntan a un mismo mensaje: «NO» a la hipocresía religiosa, que no era poco común en otros pueblos y religiones.




RESUMEN DE PARASHAT TSAV

La Torá prescribe en primer lugar la eliminación diaria de las cenizas del altar. Este era el primer mandamiento del servicio en el Templo. Luego, la Torá formula nuevamente las leyes de las ofrendas descritas en la porción de la semana pasada, agregando varios detalles importantes. También se explica la ofrenda sacerdotal, presentada por el Sumo Sacerdote y las leyes de la ofrenda por un pecado involuntario o ‘jatat’. Se explica luego el sacrificio por una transgresión deliberada o ‘asham‘. Un principio importante que se discute en esta Parashá es la absorción por parte de un recipiente de carnes sacrificiales cocidas en él y la posibilidad de purificar esos recipientes de los vestigios que absorbió, un concepto que es muy pertinente en las leyes de kashrut. Esta sección concluye con una discusión sobre las partes que los sacerdotes tenían derecho a recibir de los diferentes sacrificios. La Torá luego discute la ofrenda de gratitud o en hebreo ‘todá’, presentada por un individuo que sobrevivió a una situación peligrosa. Luego, aprendemos acerca de varias razones para la invalidación de un sacrificio, como la impureza o los pensamientos incorrectos por parte del sacerdote que realiza el servicio. Se nos ordena no consumir la sangre ni las grasas, o sebos, ofrecidas en el altar. La sección concluye con las porciones que se les da al sacerdote de la ofrenda de paz o ‘shelamim’ y con esto la Torá concluye todas las leyes de los sacrificios.

Luego leemos sobre la iniciación de los sacerdotes o ‘Cohanim’ y la inauguración del Tabernáculo. En presencia de todos los judíos, Moisés viste a Aarón y a sus hijos con las vestimentas sacerdotales y los unge, junto con el Tabernáculo y sus utensilios, con un aceite consagrado. La iniciación sacerdotal continúa con Moisés sacrificando un novillo y un carnero como ofrendas que son totalmente consumidas por el fuego. Moisés sacrifica un segundo carnero, y sus grasas se queman en el altar. Completando el proceso de iniciación de los sacerdotes, Moisés los unge con el aceite de la unción sagrada mezclado con algo de la sangre del altar. Moisés instruye a los sacerdotes acerca del consumo de las carnes sacrificiales y les dice que todo este proceso se repetirá durante los siguientes seis días, y durante esta inauguración de siete días no deben abandonar los confines del Tabernáculo.




SHUSHAN PURIM: Breve reflexion sobre Purim, Jerusalem y el moderno Estado de Israel

JERUSALEM NO-JUDÍA…
Hay una antigua costumbre que cuando uno ve “las ruinas de Jerusalem” tiene que rasgarse las vestiduras en señal de duelo. Esta costumbre se practicó durante siglos: cuando un judío tenía el increíble privilegio de visitar Israel, y veía en Jerusalem algún vestigio de la presencia judía allí —es decir: sus ruinas — se rasgaba las vestiduras. Pienso en Maimonides que cuando escapó de España y Marruecos, alrededor del año 1160 llegó a Israel, pero en ese entonces Jerusalem era el centro de tensión y guerras entre Musulmanes, que eran locales en el medio oriente, y Cristianos, que habían comenzado sus sangrientas cruzadas para liberar Jerusalem. Los judíos éramos absolutamente irrelevantes. Un estorbo teológico para ambos. Eramos víctimas permanentes de sus enfrentamientos. No teníamos un ejército y nuestra influencia económica apenas alcanzaba para sostener la presencia judía en el último bastión de las Yeshibot talmúdicas de los Geonim de Eretz Israel: Tiberia.
¿RASGARSE O NO RASGARSE LAS VESTIDURAS?
Los rabinos contemporáneos debaten si hoy en día debemos rasgar nuestras vestiduras al ver el muro de los lamentos.
Por un lado, opinan algunos Sabios, como el Rab Obadiá Yosef z”l, que el corazón de Jerusalem, nuestro Templo, todavía está en ruinas. No está reconstruido. Y eso amerita ser lamentado a través de este gesto de duelo.
Por otro lado, dijo el Rabino Tzvi Yehudá Kook que de acuerdo al Rab Yosef Caro en el Bet Yosef, la consideración no depende de si esl Templo está construido, sino de “quién tiene el control y la soberanía sobre Israel y Jerusalem”. Si Israel está gobernada por no judíos, como ha ocurrido desde el año 68 de la era común hasta 1948, entonces, debemos mantener este gesto de duelo y rasgarnos las vestiduras. Pero si Jerusalem está en nuestras manos, como ocurre desde 1967, entonces no debemos considerar que “Jerusalem está en ruinas”, sino que está en un inminente (aunque lento y políticamente delicado) proceso de reconstrucción, ya que reconstruir el Templo, por ejemplo,  en teoría depende ahora de nosotros mismos ¡Jerusalem es hoy la vibrante capital de Israel! Está reconstruida, ampliada y B»H explotando de gente. Jerusalem es probablemente ¡la ciudad más feliz de Israel! De hecho, de acuerdo al Rab Kook z»l, “Rasgarnos las vestiduras” teniendo a Israel en nuestras manos podría considerarse como un gesto de desagradecimiento hacia Boré Olam, que nos concedió el milagro de las victorias militares en 1948, 1967, 1973, etc. … hasta nuestros días…
TIERRA VS ESTADO
Todo este debate halájico, sobre el cual escribí hace unos años (ver aquí) me hace pensar en la diferencia entre dos conceptos parecidos pero un poco diferentes: la tierra de Israel y el Estado de Israel. En los tiempos de Purim vivían en “la tierra de Israel” alrededor de 50.000 judíos, que habían regresado a su tierra por invitación del emperador persa Ciro (Koresh). Los judíos no teníamos nuestro propio ejército que nos defendiera. Ni siquiera teníamos permiso para construir una muralla de protección alrededor de la ciudad para impedir robos, ataques y permanentes saqueos de parte de nuestros incansables enemigos. En la tierra de Israel los judíos disfrutaban de libertad de culto. Pero más allá de este privilegio religioso, no teniamos nuestro propio estado y estabamos a la merced de cualquier capricho político de los emperadores o sus ministros. El decreto de Hamán, por ejemplo, hubiese significado un holocausto, el final de todos los judíos, incluyendo los que vivían en la tierra de Israel.

VOLVER A CASA

Hoy, gracias a Dios, tierra y estado coinciden. Nos podemos defender muy bien de nuestros incansables enemigos, como Lo hace el ejército de Israel con Hamás o Hezbollah . Así como Dios “actuó” milagrosamente en Purim a través de Mordejai y Ester, hoy esta Providencial protección se manifiesta a través de las acciones del ejército de Defensa de Israel y nuestros heroicos soldados. Hoy, porque no vivimos meramente en la tierra, sino en el “Estado” de Israel (y es sumamente importante destacar: ¡ESTADO! ) , tenemos soberanía y podemos construir y reconstruir todo lo que queremos. Y lo que todavía no construimos, por consideraciones políticas, es solamente cuestión de tiempo para que lo veamos B»H reconstruido.

Finalmente, hoy no necesitamos de un rey gentil que tolere o invite a los judíos a vivir en nuestra propia tierra. Está en nuestras manos. En el pasado reciente, hace únicamente 80 años, ser judío significaba estar condenado a constantes persecuciones sin tener dónde escapar. Y si por casualidad alguien llegaba a la tierra, se sentía allí de prestado, como “persona non-grata”.

Hoy, todos los judíos del mundo podemos ser ciudadanos del Estado de Israel. El milagro de Medinat Israel está ocurriendo frente a nuestros ojos. Para verlo, solamente tenemos que abrirlos….




Shushán Purim y Yom haAtzmaut

En los tiempos de Ester y Mordejai los judíos de Shushán le pidieron al rey Ajashverosh (Xerxes, 486-465 sec) un día adicional para luchar contra sus enemigos. El rey concedió su petición y los judíos de Shushán lucharon el 14 de Adar y celebraron su victoria el 15 de Adar. En el capítulo 9 de Meguilat Ester se cuenta que Mordejai quiso que los judíos celebraran Purim durante 2 días seguidos, como si fuera un Yom Tob: el 14 y el 15 de Adar. Esta nueva celebración no fue aceptada.  Tal como ocurre hoy con la celebraciones de Yom haAtzmaut o de Yom Yerushalayim o la conmemoración de Yom haShoah, algunos judíos argumentaban que solo debemos celebrar las festividades mencionadas en la Torá.  

LOS YEHUDIM NO SE PONEN DE ACUERDO

Por este motivo, algunos se resistían a que Purim fuera declarado un día de festejo universal y otros, que aceptaban celebrar Purim, se negaban a festejarlo por dos días seguidos (v. 27).  ¿Por qué? Aunque el texto de la Meguilá no hace ninguna referencia directa al respecto, hay indicios de que había cierta tensión entre los judíos de Shushán y los que vivían en la tierra de Israel. ¿Cuál era el centro? ¿Cual era la capital, del mundo judío? Por un lado, Shushán era la Capital del imperio y todo lo que pasaba en el Imperio se decidía allí e influía a todos los judíos del mundo, incluyendo a los judíos de Israel. Lo que sucedió en Purim fue el mejor ejemplo. Jerusalem, por el otro lado, era solo una «pequeña» provincia del imperio persa, y a pesar de que el Segundo Bet haMiqdash estaba ya funcionando, la ciudad estaba en ruinas (esto solo cambió unos 25 o 30 años más tarde, con la llegada de Nejemiá a Yerushalayim).  

Para evitar estas tensiones y encontrar un consenso, la Meguilá cuenta (v. 29) que la reina Ester y Mordejai tuvieron que enviar un segundo edicto real (et kol hatoqef) en su noimbre donde se menciona, muy sucintamente, un acuerdo entre los judíos de Shushán y los judíos del resto del imperio (dibré shalom veemet). ¿Cuál fue este acuerdo?  

Una parte de este acuerdo esta en el texto de la Meguilá. Y la otra parte, en la Mishná,

DIBRE HATSOMOT

El versículo 31 del capitulo 9 dice: “[Y Ester escribió y envió el segundo edicto real] para establecer estos días de Purim en sus tiempos señalados, tal como lo habían establecido para ellos Mordejai el Yehudí y la reina Ester, como habían fijado para ellos y sus descendientes los tiempos de ayuno y de lamentaciones. “

De acuerdo al Rab Abraham Eben Ezra, “los ayunos” que se mencionan en este versículo no se refiere al ayuno de Ester. En realidad lo que quiere decir es que finalmente todos los judíos del imperio, incluyendo a los judíos de Israel, aceptaron celebrar Purim «de la misma forma que ya habían aceptado observar los ayunos decretados por el profeta Zejariá unos años atrás (8:19) «Así ha dicho HaShem, Dios de los ejércitos: El ayuno del cuarto mes, el ayuno del quinto, el ayuno del séptimo, y el ayuno del décimo mes, se convertirán para la casa de Yehudá en gozo y alegría…». Estos ayunos, al igual que Purim, no habían sido mencionados en la Torá, pero habían sido aceptados universalmente. La Meguilá dice que finalmente, los Yehudim aceptaron también celebrar Purim y lo compara con la observancia de estos ayunos públicos.

SHUSHAN PURIM

También menciona la Meguilá que se aceptó celebrar el segundo día de Purim. Pero, como un día de festejos alternativo, no como un día adicional.  Los judíos que vivía en pueblos y aldeas, la gran mayoría de los judíos, festejarían Purim el 14 de Adar. Mientras que los judíos que vivía en ciudades «amuralladas», esto es ciudades que por su importancia estaban fortificadas, festejarían Purim el día 15 de Adar

Ahora bien, el segundo Bet haMiqdash ya había sido construido, aunque precariamente, por Zerubabel, pero la ciudad de Jerusalem todavía estaba en ruinas. Por eso, quedó establecido que para guardar la dignidad y el honor de Yerushalayim, que las ciudades que habían sido amuralladas en los días de Yehousha bin Nun recibirían el estatus de «ciudades amuralladas» y esto incluye, por lo tanto, a Jerusalem, ¡aunque sus murallas aun estaban en ruinas!

Desde ese entonces, en Jerusalem y en sus alrededores se lee la Meguilá y se observa Purim, el 15 de Adar. Según algunas opiniones, la ciudad de Tiberia en el norte de Israel, también se considera una ciudad amurallada. Tiberias tiene murallas, pero solo en algunas partes de la ciudad. Y el lago Kineret, una fortificación natural de la ciudad, también se considera como una de las murallas de proteción de la ciudad.




Celebrar Purim con alcohol o con Jesed

BEBIENDO CON MODERACIÓN

Una importante mitzvá que celebramos el día de Purim es el mishte, la comida festiva de Purim. Hoy, martes 7 de marzo, a media tarde, participaremos en una comida festiva o se’udat Purim. En este banquete, cantamos, nos regocijamos y expresamos nuestra gratitud a Hashem por habernos salvado del decreto de Hamán. Es costumbre servir vino en este banquete (MT Megilla 2:15) y así «brindar» por nuestra salvación. Consumir un poco más de alcohol de lo habitual está bien, pero aún debemos beber con moderación. Así, el Rosh (1250-1320) escribió en su libro «Orchot Hayim», «[Aunque se sirva alcohol durante el banquete de Purim], no debemos emborracharnos porque emborracharse es una prohibición grave. En realidad, no hay transgresión mayor, ya que la embriaguez lleva a una persona a actuar de manera promiscua y podría incluso hacer que una persona [involuntariamente] mate a otra (pienso en los accidentes automovilísticos fatales que a veces son el resultado de la embriaguez. Y.B.) o cometa otras transgresiones [graves] similares».

DR. MAIMÓNIDES EXPLICA LA BORRACHERA

Maimónides (1135-1204) aclara que la medida del consumo de alcohol en Purim es וירדם בשכרות «hasta que uno se sienta adormecido por los efectos del alcohol». El alcohol con moderación hace que uno se sienta entumecido y mareado, ya que es un relajante muscular con efectos sedantes. Maimónides aclara en un contexto diferente que beber alcohol en exceso, como una manera de estimular la embriaguez, es un comportamiento inapropiado, y sus efectos pueden causar el pecado más grave en el judaísmo: «Hilul Hashem» (profanación del nombre de Dios). En Mishne Tora De’ot 5:2, escribe, «Kol hamishtaker… emborracharse es un pecado y es deplorable y hace que una persona pierda su sabiduría. Y si [un erudito de la Torá] se emborracha frente a otras personas (‘am ha’arets), ha profanado el nombre de Dios (חלל את השם)».

LA FELICIDAD COMO RESULTADO DE CHESED

Nosotros, el pueblo judío, deberíamos sentirnos las personas más privilegiadas del mundo por haber sido elegidos por Hashem y por tener la oportunidad de estar más cerca de Él estudiando Su Torá y haciendo Su voluntad. En Purim, también celebramos que Hashem, cumpliendo Su promesa de que nunca permitirá que el pueblo judío desaparezca, nos liberó de un gran peligro. Nuestra felicidad debe provenir de esta conciencia, no del alcohol. Pero, ¿qué pasa si aún no estamos en ese nivel espiritual/intelectual y necesitamos algún estímulo externo para ser más felices? ¿Qué podemos hacer para estimular nuestra alegría en Purim? Maimónides explica que la felicidad de uno aumenta cuando hacemos algo por los demás o compartimos lo que tenemos con quienes tienen menos. En MT Megila 2:17, aclara cómo podemos ser más felices en Purim: «No hay felicidad más grande y sincera que hacer felices a los necesitados, los huérfanos, las viudas y los extranjeros. [Porque] la persona que ayuda a otros siente la felicidad de imitar las acciones de Hashem [middame bashekhina] como está escrito, ‘porque Hashem… reanima el espíritu de los pobres y el corazón de los oprimidos’ (Yesha’ayahu 57:15)».

ADVERTENCIA

Purim no debe usarse como excusa para beber en exceso, declara el rabino Weinreb, un líder de la ortodoxia en Estados Unidos. «En estos días, en los que muchos de nuestros jóvenes son propensos a experimentar con drogas o alcohol, debemos advertir contra los peligros del abuso de alcohol, especialmente en Purim… No se nos ordena   emborracharnos y perder la cabeza; más bien, se nos pide que estemos felices de una manera que aumente nuestra gratitud y amor hacia HaShem, en agradecimiento por los milagros que Él realizó por todos nosotros.»




ZAJOR: El antisemitismo no se detiene solo ¡hay que detenerlo!

El Shabbat que precede a Purim se llama Shabbat Zajor (= ¡Recuerda!). Durante este Shabbat sacamos dos libros de Torá: uno para leer la Parashá semanal, este año es Vayiqrá, y el otro Sefer Torá es para leer un Maftir especial en Debarim 25:17, «Zajor».  «Recuerda … lo que Amaleq te hizo cuando dejaste Egipto … cuando atacó a los indefensos [de tu pueblo]  … ¡no lo olvides!».

LA HISTORIA DE AMALEQ

Cuando salimos de Egipto, escapando de un largo cautiverio de 140 años, Amaleq nos atacó. Fue un ataque no provocado, sin razón ni motivo real. Y para ser más destructivo y causar el máximo daño, Amaleq no atacó de frente. Atacó a la retaguardia: a los enfermos, a los ancianos, a los niños. No había nada específico en los judíos que desencadenara el odio original de Amaleq. Los judíos no tenían poder ni dinero: de hecho, acabábamos de escapar de un largo cautiverio. Tampoco era un problema territorial: estábamos en el desierto ¡Y el territorio de Amaleq no estaba en nuestros planes de conquista! Lo que caracterizó el ataque de Amaleq fue que su odio hacia los judíos fue completamente injustificado, irracional. El odio del primer antisemita, Amaleq, no depende de lo que los judíos «tienen» o de lo que los judíos «hacen». Amaleq odia lo que «somos»: el pueblo de Dios. Es un odio existencial. Sin embargo, para justificar ante el mundo su odio irracional, Amaleq siempre va a cuestionar lo que los judíos tienen o hacen, como una excusa para disfrazar su odio de “políticamente correcto”. Amaleq y sus descendientes «ideológicos» (conocidos como «zéjer Amaleq») pueden ser claramente identificados por las siguientes características:

ODIO INCONDICIONAL

El odio de Amaleq hacia los judíos no está motivado por disputas territoriales, por venganza o por sentirse amenazado. Es un odio obsesivo hacia el pueblo judío. Basta recordar, por ejemplo, a Irán. Irán amenaza con borrar a Israel del mapa, aunque no tiene fronteras comunes con Israel y obviamente, no hay territorios en disputa entre los dos países.

CIVILES

Cuando no pueden atacar frontalmente a Israel, Amaleq atacará y tratará de matar a civiles judíos: mujeres, ancianos o niños. ¿Recuerdan Ma’alot en 1974? 22 niños pequeños fueron masacrados por Arafat y la OLP en un jardín de infantes. ¿Recuerdan el asesinato de la familia Fogel en Itamar, incluyendo a una mujer, niños y un bebé? ¿Recuerdan la sinagoga de Har Nof en Jerusalén? Y muchos casos más. En los últimos años, representantes de Amaleq han matado a judíos en Israel y han apuñalado a judíos también fuera de Israel, en París, Milán, Londres, Bruselas, Miami, California, Buenos Aires, Nueva York, Pittsburgh, etc. Desafortunadamente, no hay señales de que esto se detenga.

ODIO SUICIDA

El odio de Amaleq por los judíos es suicida. Amaleq está dispuesto a practicar el martirio (autoinmolación, ataques suicidas, etc.) si como consecuencia logra matar a un judío. El odio de Amaleq hacia los judíos es mayor que el amor de Amaleq por sus propias vidas o incluso por la vida de sus propios hijos.

UNA OBSESIÓN ÚNICA

Amaleq puede odiar a otras personas temporalmente, pero su obsesión sin límites es contra Israel. Amaleq no odia a los judíos por lo que sucede en Israel. Por el contrario, Amaleq odia a Israel porque es un estado judío. El antisemitismo se disfraza de anti-sionismo para Amaleq.

ODIO EXISTENCIAL

El punto más importante y práctico a considerar en nuestra confrontación con Amaleq es que no es posible negociar con él. Porque Amaleq nunca estará satisfecho con la tierra, el dinero o incluso con que cambiemos nuestra religión. Piensen en la Shoah. Los nazis también mataron a aquellos judíos que habían renunciado a la observancia de su religión. Amaleq quiere que el pueblo judío desaparezca. Punto. Los políticos israelíes y los judíos de todo el mundo están divididos precisamente en este punto: todos los judíos deseamos vivir en paz. Pero algunos creen que la paz con nuestros enemigos se puede lograr mediante negociaciones. Otros entienden que nuestros enemigos (Irán, palestinos, Hezbolá, BDS, etc.) NUNCA dejarán de atacarnos, incluso si los judíos o Israel cedemos a sus demandas. El mayor conflicto interno de la política israelí tiene que ver con identificar o no identificar a nuestros enemigos modernos con el Amaleq sobre el cual nos advirtió la Torá.

AUTOODIO

Para muchos judíos, especialmente aquellos que no están familiarizados con el concepto bíblico de Amaleq, es extremadamente difícil reconocer y aceptar la verdadera naturaleza de Amaleq. Y dado que el comportamiento de Amaleq está más allá de la racionalidad, muchos judíos inteligentes, pero extremadamente ingenuos, consideran que algo «racional» debe estar desencadenando el odio de Amaleq hacia nosotros. Y en lugar de aceptar la naturaleza irracional del odio de Amaleq, ¡nos culpan a nosotros mismos! Asumen, por ejemplo, que los ataques terroristas o el asesinato de civiles judíos por parte de Amaleq, o la lucha del movimiento BDS para deslegitimar a Israel, son la consecuencia de una nueva colonia en Judea y Samaria, o que el odio hacia los judíos tiene que ver con que algunos judíos sean ricos o poderosos. Así, cuando un judío acepta la narrativa de Amaleq, termina odiando a su propio pueblo y religión en lugar de reconocer la monstruosa naturaleza de Amaleq.

NEGACIÓN

Previendo el peligro de que un judío bienintencionado pero ingenuo «olvide» la naturaleza de Amaleq, la Torá nos dice no que debemos «recordar» (zajor) todos los años a Amaleq, sino que excepcionalmente, en el mismo texto, la Torá nos exhorta a «no olvidar» (lo tishkaj!) la obsesión suicida e irracional de Amaleq. Es una doble obligación: identificar y no permitir que nos olvidemos.

Nuestros sabios indicaron que debemos leer públicamente el texto donde la Torá menciona a Amaleq el Shabbat antes de Purim. ¿Por qué? Porque Hamán fue el primer descendiente de Amaleq que estuvo a punto de borrar del mapa a todo el pueblo de Israel.

La Torá nos asegura que HaShem no permitirá que Amaleq nos destruya. Pero nos exhorta a no ser ingenuos acerca de la verdadera naturaleza y las intenciones de Amaleq. Olvidar a Amaleq, pretender que no existe, puede costarnos vidas judías.

Parashat Zajor tiene el estatus especial de ser un texto bíblico cuya lectura es una obligación directa de la Torá. También se espera que las mujeres cumplan con esta obligación y asistan a la sinagoga para escuchar la Parashat Zajor.

R. Yosef Bitton




RESUMEN DE VAYIQRÁ

OLA
Dios llama a Moshé desde el Mishkán (Tabernáculo) y le indica las leyes de la ofrenda (qorbán) llamada “Ola”, donde el sacrificio es incinerado totalmente por el fuego y su carne no puede ser consumida. La Torá analiza las leyes de los animales domésticos —vacas, ovejas o cabras que pueden ser sacrificados para esta ofrenda. Dios le indica a Moshé las leyes de las aves que pueden ser sacrificadas para la ofrenda de Ola. La Torá continúa con la descripción de tres tipos de ofrendas voluntarias de productos vegetales: harina sin hornear, panes horneados y la ofrenda de una pasta que debía ser freída. Estas ofrendas también contenían aceite de oliva y un tipo especial de incienso. La Torá describe luego el último tipo de ofrendas voluntarias de comida, la ofrenda de comida frita, y la ofrenda de cebada —el Omer —que se lleva a cabo el segundo día de Pésaj. La Torá también indica que se agregue sal a los sacrificios animales o a las otras ofrendas como un símbolo de nuestro pacto eterno con Él. La Torá también prohíbe incluir levadura o miel en las ofrendas.

SHELAMIM
Luego se describe la “ofrenda de paz”, o “shelamim”, que se podía ofrecer de vacas, ovejas o cabras. La mayor parte de este sacrifico era consumido por los que lo ofrecían y sus familiares o amigos. Pero algunas de las grasas de los animales se consumían en el altar. Los Cohanim, sacerdotes, también recibían una parte de la carne de este sacrificio. La Torá prohíbe consumir la sangre y el sebo de los animales que se sacrificaban e incluso de los que se comían normalmente fuera del Templo.

JATAT
La Torá describe la «ofrenda por el pecado», o jatat, que era ofrecido cuando un individuo era culpable de transgredir un mandamiento inadvertidamente. Se describen también los sacrificios especiales de jatat traído si el Gran Sacerdote había cometido un pecado o si el Sanhedrín (la Corte Suprema de justicia del pueblo judío) había emitido un fallo que resultó erróneo y provocó que la población pecara. También se describe el caso que un líder político (nasí) hubiera pecado. El último tipo de jatat es el que debía ofrecer una persona común cuando hubiese pecado. También se describe la ofrenda variable (qorbán olé veyored), que es una variante de la ofrenda por una trasngesión inadvertida. Este sacrificio se ofrecía con animales, aves, o con harina –dependiendo de las posibilidades económicas del individuo: una persona de medios traía una oveja o una cabra; una persona con menos recursos traía dos aves y un individuo pobre traía una porción de harina.

ASHAM

El último sacrificio discutido en esta sección de la Torá es la «ofrenda por la culpa», o “asham”. Se discuten las tres categoriza de este sacrificio 1) la ofrenda que trae aquel que se ha apropiado indebidamente de algún elemento que pertenece al Templo (me’ilá o sacrilegio) 2) la ofrenda de asham traída por quien hubiese jurado en falso respecto una suma de dinero que debe a otra persona, aclarando que este sacrificio no exime al deudor a saldar su deuda  con su acreedor. 3) la ofrenda de asham traída por una persona que cree, pero no está totalmente segura, haber transgredido una prohibición de la Torá.