Janucá y la guerra civil judía

Estamos acostumbrados a escuchar que la historia de Janucá marca el triunfo de los judíos contra los griegos. Y esto es verdad. Pero no es “toda” la verdad. Estoy leyendo un libro llamado “The Historian’s Hanukkah” que analiza, entre otras, la opinion de Elias Bickerman, un experto en la historia judía en el periodo helénico. Bickerman nos invita a descubrir un elemento más, no muy alentador por cierto, pero creo que importante: la historia de Janucá, la rebelión de los Jashmonayim, no comenzó como una reacción contra el enemigo griego sino contra los judíos que lideraban un movimiento asmilacionista. La historia de Janucá puede ser vista tambiéncomo una trágica guerra civil. Cito la dolorosa conclusión de este historiador. “Antiojus [el monarca griego que encabezó la persecución y matanza de los judíos YB] no hubiera perseguido a los judíos por sus creencias religiosas, si los sacerdotes [asimilacionistas] de Jerusalem no le hubieran pedido que lo hiciera para apoyar sus reformas helenistas”.
Veamos.
ALEJANDRO MAGNO
Cuando Alejandro Magno derrotó al imperio persa, en el año 332 AEC, su actitud hacia los vencidos fue muy diferente a la de otros vencedores antes que él. Alejandro incorporó soldados y generales persas a las filas de sus ejércitos. Y realizó un famoso “casamiento colectivo” en la ciudad de Shushán (Susa) unificando a los griegos con los persas. 10,000 soldados griegos (macedonios) se casaron con 10,000 mujeres persas, en lo que se llamó la “boda de Oriente con Occidente”. Este gesto de Alejandro Magno era una clara indicación de una nueva y revolucionaria tendencia. En su imperio las barreras étnicas iban a desaparecer. Alejandro quería que no hubieran distinciones entre una nación y otra. Todos podrían ser parte del imperio. Y poco a poco, y sin coerción, adoptarían la cultura griega, el helenismo, que no se presentaba como una cultura “nacional” sino universal y pluralista.   Como lo indicó en esos tiempos Isócrates de Atenas: “la designación de un individuo como helénico ya no es más una cuestión de ascendencia sino de disposición … y aquellas personas que comparten nuestra educación tienen más derecho a llamarse helénicos que los que solo tienen una ascendencia común con nosotros” . Repito que esto fue una revolución sin precedentes en un mundo en el cual las diferencias entre los pueblos eran irreducibles. La cultura helénica, sin embargo, no demandaba una conversión formal ni el abandono de los cultos y de las religiones locales. En términos de marketing el helenismo tuvo un gran éxito porque en lugar de imponerse por la fuerza, y generar así la oposición nacionalista de los conquistados, se presentaba como una «oportunidad» de pertenecer al nuevo mundo, al mundo de los ricos y victoriosos, sin importar la raza, nacionalidad y religión del individuo. El marketing helénico funcionó a la perfección y en cuestión de 100, 120 años virtualmente todos los pueblos del imperio se asimilaron al helenismo. Las antiguas religiones del mundo, como la egipcia, por ejemplo, desaparecieron por completo.
¿COMO ENFRENTAR UN ENEMIGO AMISTOSO?
Los judíos de esos tiempos, que en su gran mayoría vivían en Israel y participaban periódicamente de las festividades en el Bet haMiqdash,  tuvieron que enfrentar este nuevo desafío. Y no estaban totalmente preparados. Durante siglos los judíos aprendimos a sobrevivir, protegiendo y transmitiendo nuestra Torá en escenarios hostiles. Enfrentado enemigos que buscaban nuestra destrucción y querían imponer sus dioses. Pero esto era nuevo y diferente. Los griegos eran amistosos y educados y ofrecían desinteresadamente la oportunidad de modernizarse y crecer social y económicamente en el próspero imperio. Hacia el año 200 AEC muchos judíos admiradores de Alejandro Magno y del esplendor del imperio griego se convirtieron totalmente al helenismo. Para ellos la Torá ya era algo del pasado. Y un peso a la hora de integrarse a la sofisticada sociedad griega. Otros optaron por una estrategia diferente: reformar el judaísmo. Acomodarlo al pluralismo de la cultura griega. Dejando de lado todos aquellos “rituales” que constituían una barrera social entre los judíos y los demás ciudadanos del imperio griego.
Tomemos como ejemplo, la circuncisión.
BERIT MILA
Todas las semanas se organizaban juego olímpicos locales que estaban abiertos a todos los que quisieran competir: griegos y judíos. La participación en estos juegos era uno de los actos más representativos de la pertenencia a la cultura griega.  Los competidores ofrecían sacrificios a los dioses griegos y les dedicaban sus triunfos. Y algo más. Los hombres participaban de los juegos sin ropas. Y para muchos judíos resultaba “humillante” que sus vecinos griegos vieran su circuncisión. Muchos optaron entonces por someterse a una dolorosa cirugía para revertir la circuncisión y no circuncidar más a su hijos. Así, ellos y sus hijos, se verían como ciudadanos “normales” y no sufrirían el bully en los estadios olímpicos. Como vemos, el abandono de la circuncisión por ejemplo, no comenzó como una imposición externa por parte de los griegos sino como un paso voluntario hacia la asimilación de parte de aquellos judíos deseosos de integrarse social y culturalmente al imperio griego y al helenismo.
Continuará



La ciencia cada vez nos acerca mas a la creencia en Dios.

Por Eric Metaxas, publicado en el Wall Street Journal 

En 1966 la revista Time publicó un artículo de portada titulado: ¿Dios está muerto? Muchos han aceptado la narrativa cultural de que Él es obsoleto, pues a medida que avanza la ciencia, cada vez hay menos necesidad de una divinidad para explicar el universo. Sin embargo, hay rumores de que el anuncio de la muerte de Dios era prematuro. Lo más sorprendente es que las evidencias relativamente recientes de Su existencia, provienen de un lugar insospechado: la ciencia misma.

Esta es la historia: El mismo año en que la revista Timepresentó el título ahora famoso, el astrónomo Carl Sagan anunció que había dos criterios importantes para que un planeta pudiera soportar vida: el tipo correcto de estrella, y que el planeta esté a la distancia correcta de esa estrella. Habiendo en el universo mil cuatrillones (uno seguido de 27 ceros) de planetas, debería haber alrededor de un cuatrillón (uno seguido de 24 ceros) de planetas capaces de soportar la vida

Con posibilidades tan espectaculares, la búsqueda de inteligencia extraterrestre, una enorme y costosa colección de proyectos públicos y privados iniciados en la década de 1960, seguramente arrojaría resultados pronto. Los científicos escucharon con una vasta red de radiotelescopios en búsqueda de señales que se parecieran a la inteligencia codificada y no fueran meramente aleatorias. Pero pasaron los años, el silencio del resto del universo era ensordecedor. El Congreso de los Estados Unidos retiró los fondos para el instituto SETI (búsqueda de vida extraterrestre, por sus siglas en inglés, Search for ExtraTerrestrial Intelligence) en 1993, pero la búsqueda continúa con fondos privados. Hasta el día de hoy, los investigadores no han encontrado nada.

¿Qué ocurrió? A medida que nuestro conocimiento aumentó, quedó claro que hay muchos más factores necesarios para la vida que los que supuso Sagan. Sus dos parámetros crecieron a 10, luego a 20 y luego a 50; por lo tanto, el número de planetas que potencialmente podrían soportar la vida disminuyó en consecuencia. El número cayó a unos cuantos miles de planetas y siguió desplomándose.

Incluso los partidarios de SETI reconocieron el problema. Peter Schenkel escribió en 2006 en un artículo para la revista Skeptical Inquirer: «A la luz de los nuevos hallazgos y percepciones, parece apropiado poner a descansar la euforia… Debemos admitir con calma que los primeros estimados… puede que ya no sean sostenibles».

A medida que se siguen descubriendo factores, el número de planetas posible llegó a cero, y la tendencia continúa. En otras palabras, las posibilidades se volvieron en contra de que cualquier planeta del universo pueda albergar vida, incluyendo el nuestro. Las probabilidades dicen que ni siquiera deberíamos estar aquí.

En la actualidad se cuentan más de 200 parámetros necesarios para que un planeta albergue vida, cada uno de los cuales debe cumplirse con exactitud, de lo contrario todo se desmorona. Sin la cercanía de un planeta masivo como Júpiter, cuya gravedad atraiga a los asteroides, mil veces más cuerpos celestes golpearían la Tierra. Las posibilidades en contra de la vida son simplemente asombrosas.

Y, sin embargo, aquí estamos. No solo existimos, sino que hablamos sobre la existencia. ¿Qué puede explicar esto? ¿Cada uno de esos muchos parámetros se ha ajustado perfectamente por mero accidente? ¿Sería justo admitir que la ciencia sugiere que no pueden ser el resultado de fuerzas aleatorias? ¿Acaso asumir que una inteligencia creó esas condiciones perfectas no requiere mucha menos fe que creer que una Tierra que alberga vida simplemente venció todas las posibilidades inconcebibles en contra de su existencia?

Hay más. El equilibrio armónico necesario para que exista vida en un planeta, es insignificante comparado con el equilibrio armónico necesario para que el universo entero llegue a existir. Por ejemplo, los astrofísicos saben ahora que los valores para las cuatro fuerzas fundamentales (gravedad, fuerza electromagnética, y las fuerzas nucleares «fuerte» y «débil») fueron determinados menos de una millonésima de segundo después de la Gran Explosión (el Big Bang). Altera cualquiera de esos valores y el universo no existiría. Por ejemplo, si el radio entre la fuerza nuclear fuerte y la fuerza electromagnética se hubiera reducido siquiera en una parte entre cien mil billones (uno seguido de 17 ceros), ninguna estrella se hubiera podido formar. Siéntete libre de pasar saliva.

Haz lo mismo con cualquiera de las otras condiciones necesarias, y mientras más de esos parámetros alteres en fracciones tan diminutas, las probabilidades en contra de la existencia de este universo se hacen tan astronómicas, que la idea de que todo «simplemente ocurrió» se estrella contra la lógica más básica y el sentido común. Sería como lanzar una moneda y que salga cara 10 trillones de veces (uno seguido de 19 ceros) seguidas. ¿Azar, en serio?

Fred Hoyle, el astrónomo que acuñó el término «Gran Explosión» dijo que su ateísmo se ha visto «muy sacudido» por estos hallazgos. Más adelante escribió que «una interpretación de mero sentido común de los hechos, sugiere que un súper intelecto ha hecho de las suyas con la física, así como con la química y la biología… Los números que uno calcula a partir de los hechos me resultan tan abrumadores, que ponen esta conclusión casi fuera de toda duda».

El físico teórico Paul Davies ha dicho que «el aspecto de diseño es sobrecogedor»; y el profesor de Oxford Dr. John Lennox ha dicho que «mientras más conocemos nuestro universo, más hipótesis hay de que existe un Creador… que gana credibilidad como la mejor explicación de por qué estamos aquí».

El milagro más grande de todos los tiempos es el universo. Es el milagro de todos los milagros, uno que ineludiblemente apunta, con el brillo combinado de todas las estrellas, hacia algo (o Alguien) más allá de sí mismo.

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Acerca del autor:  Mr. Metaxas es el autor de «Milagros: Qué son, por qué ocurren y cómo pueden cambiar tu vida». Dutton Adult, 2014.




¿Cómo rezar?

En el tratado Ta’anit, 23a, la Guemará nos cuenta sobre  Abbá Jilquiyá, un hombre extremadamente honesto, que trabajaba muy duro, pero era pobre. Su comida diaria consistía do un pedazo de pan, que compartía con su esposa, con sus dos hijos y con los pobres que ni siquiera tenían pan (de esto último se encargaba su esposa). Abbá Jilquiyá era también conocido por un “poder” muy especial : sus plegarias (como las de su abuelo Joní haMeaguel) eran escuchadas.  

Durante un año de dura sequía los prestigiosos Sabios de Israel enviaron una delegación de dos Sabios para que fueran a ver a Abbá Jilquiyá y le pidieran que él rezará por la llegada de la lluvia. 

Abba Jilquiyá llamó a su esposa y discretamente, sin decirle nada a los Sabios, subió con ella a la azotea y se pusieron a rezar, cada uno en una esquina diferente.  Esta hermosa imagen, marido y mujer rezando juntos, pero por su  cuenta, es la fórmula de rezo de un matrimonio judío que se aprende del tercer versículo de la Perashá de esta semana “Toledot” donde la Torá relata que Yitzjaq y su esposa Ribqá rezaron a Dios para concebir un hijo, lo cual sucedió, ¡y por partida doble! luego de 20 años de espera. 

Volviendo a Abbá Jilquiyá; al poco tiempo de comenzar a rezar, apareció una nube que trajo la lluvia. La Guemará se preocupa por contarnos que la nube no llegó del lado que rezaba Abbá Jilquiyá, sino del lado que rezaba su esposa. Insinuando que la lluvia había comenzado en mérito de ella. 

Abbá Jilquiyá bajó de la azotea, sin que lo vieran los Sabios  y les dijo: “Bueno, sí vinieron para pedirme que yo rece por lluvia, se pueden retirar porque, como ya ven, comenzó a llover antes de que yo pudiera rezar”.Esta hermosa historia continua el dialogo que tuvo lugar entre los Rabinos y Abbá Jilquiyá (la historia completa se puede ver aquí).

Hay varias lecciones muy importantes que se aprenden de este episodio de Abbá Jilquiyá respecto a cómo rezar. 

Primero vayamos a lo más obvio. 

1. Como la Guemará misma se encargar de demostrar, hay ciertas virtudes especiales que parecen ser las que le dan a una persona el mérito de ser escuchado por Dios: la honestidad en el trabajo ,y la ayuda a los que tienen menos que uno.  

2. Hay otro elemento que aunque menos explícito es también evidente. La humildad de Abbá Jilquiyá que no quiso acreditarse el haber sido escuchado por Dios.  La plegaría que Dios escucha parece ser la de aquel que no presume de su poder, como lo hizo Bil’am o otros mercaderes de la religión. Parafraseando lo que me explicó uno de mis maestros:  “el que verdaderamente tiene ese poder no presume de él; y el que presume, no lo tiene”. 

3. Pero el punto que más quiero resaltar es el que menos se nota:   Si Abbá Jilquiyá era tan pobre, y sabia que sus plegarias eran escuchadas, ¿por qué no rezó por su propio bienestar?  La respuesta, honestamente, no la conozco.   Pero se me ocurren dos posibilidades. a) Que Abbá Jilquiyá era tan poco materialista que su pedazo de pan por día le alcanzaba, y no consideraba necesario rezar por más de lo necesario para vivir. Y quizás, esta extrema sencillez  era otro de sus numerosos méritos. b) Que HaShem escucha más nuestro rezo cuando es desinteresado, es decir, cuando rezamos por el bienestar de los demás. Cuando rezamos por otra persona o por Am Israel, como hizo Abbá Jilkyá cuando no había lluvia.    

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Pasando a un plano más personal, nuestra familia tuvo el mérito de ver un comportamiento similar a la de esposa de Abbá Jilkyá en la mamá de mi esposa, ORO BAT ESTER z”l. 

√ En las derashot que se llevaron a cabo estos días en Ashdod, Israel, en su honor se escuchó por ejemplo, que siempre le pedía a sus hijas que le trajeran algún lindo perfume de regalo cuando venían de viaje. Pero ella nunca los usaba. Luego descubrieron que cuando sabía de alguna novia sin muchos recursos, le entregaba muy discretamente un sobre con dinero y un perfume con un bonito lazo que ella misma les hacia.

√ Uno de sus nietos contó  que una vez se levantó a mitad de la noche y encontró a la ”Abuela Nori” z”l haciendo Tefilá y llorando en silencio. Cuando le preguntó que le pasaba le contestó que lloraba porque que los jayalim, los jóvenes soldados del ejercito de Israel, estaban expuestos a mucho peligro, y ella estaba rezando pidiéndole a HaShem con todo su corazón  que los protegiera.

√ En nuestra familia solíamos contarle nuestros desafíos y problemas, grandes y chicos, porque sabíamos que ella haría Tefilá por nosotros. Y era un secreto a viva voz que si HaShem escuchaba nuestras Tefilot, y nuestro problema de alguna forma se resolvía “la nube había llegado por su lado”. 

SHABBAT SHALOM




¿Cómo vivir?

לע’נ אורו נורי בת אסתר 

Muchas veces me he preguntado a mí mismo la misma pregunta: ¿Cómo puedo ser un mejor judío?  ¿Qué tengo que hacer para crecer y mejorar en mi vida espiritual?  Y una y otra vez llegué a la misma conclusion: el secreto está en un versículo del libro de Tehilim, Salmo 16:8  שויתי ה‘ לנגדי תמיד. En este versículo el rey David dice:  “He tenido a Dios frente a mí siempre”.  Énfasis en la palabra «siempre» 

TEMER A DIOS

Tener a Dios frente a nosotros quiere decir pensar en Él. Visualizar (¡sin visualizarlo!) que Dios me está observando. Imaginemos a un empleado que trabaja en una importante compañía. Maneja fondos, resuelve conflictos y atiende a los clientes.  Si el empleado sabe que su patrón, el dueño de la compañía, está observando todos sus movimientos a través de las cámaras de seguridad, difícilmente caerá en la tentación de tomar dinero que no le pertenece, o pelearse con otro empleado o contestarle mal a un cliente. Con el tiempo, la buena conducta del empleado, que comenzó como una reacción a saberse observado por las cámaras de seguridad, se transformará en su propia conducta, en su segunda naturaleza. Como dice el refrán en hebreo: Lo que comenzamos haciendo de forma habitual se transforma en lo que hacemos de forma natural ( הרגל נעשה טבע ).   Ahora comprenderemos mejor lo que dice el Rey David en Tehilim: si me convenzo de que Dios ve lo que hago, escucha lo que digo y sabe lo que pienso, mi proceder se habituará naturalmente a hacer sólo lo que es correcto “a los ojos de Dios”.    Y mientras no me distraiga y no me olvide que vivo bajo Su mirada, es imposible que proceda mal …

HACER SU VOLUNTAD

Saber que Dios me observa no solo me protege de caer en la tentación de hacer lo que es incorrecto a Sus ojos, aún cuando estoy solo y nadie más me ve.   Si me concientizo que Dios sigue mis pasos, tengo que asumir que mi vida, y lo que yo haga con ella, no le es “indiferente” a Dios.  Si me observa es porque soy importante para Él. Y como Él sabe mi potencial, estoy seguro que espera grandes cosas de mí.    Si logro sentirme observado por Dios, y no me distraigo de esta idea, tengo la razón más grande del mundo para no perder la oportunidad de alcanzar mi mayor potencial espiritual.  Si más allá de “creer” en la existencia de Dios, me  concientizo de Su presencia, mi voluntad se trasformará en Su voluntad:sentiré que naturalmente yo deseo hacer lo que Él quiere que yo haga.  

AMAR A DIOS  

Finalmente, si Dios me observa es porque le intereso. Y su interés por mí no es una función de beneficio personal sino de amor.  Le importa de mí porque, como dice la Torá, HaShem nos quiere como un padre ama a sus hijos.  ¿Existe algún sentimiento más poderoso que el saberse amado? Y el amor Divino, cuando uno verdaderamente lo siente, genera una reciprocidad natural. Aquellos que, como el Rey David, pueden llegar a sentir que Dios los quiere , en las buenas y en las malas, terminan “enamorándose” de Dios.  Como un novio y una novia, que no pueden dejar de pensar uno en el otro. En ese estado, cuando finalmente me doy cuenta que Dios me observa porque me ama, y yo retribuyo su amor,  la mente se fija en el objeto de nuestro amor, y todas las distracciones materiales desaparecen de nuestro cerebro. Es aquí cuando alcanzamos el nivel espiritual del Rey David: שויתי ה ‘לנגדי תמיד 

EL PEOR ENEMIGO DE LA VERDADERA FE

Esta es la fórmula de David haMelej para nuestro crecimiento espiritual. O más aún: esta podría ser la descripción del propósito de la vida de un individuo judío. Vivir bajo la mirada de Dios. Temer desobedecerlo, por amor (“temer decepcionarlo”). Desear naturalmente hacer Su voluntad. Sentirse amado por Él y quererlo al punto de no poder dejar de pensar en Él…. 

Hay un solo problema. Todo esto es más o menos fácil de expresar, decir o escribir. Pero (y lo sé por experiencia propia) es muy difícil de realizar. Mejor dicho, de mantener.  Puedo “vivir bajo la mirada de Dios” por un rato, si me concentró mucho o rezo o mientras estudio Torá (y a veces hasta en esos momentos cuesta…).   El gran desafío es el “siempre”.    La constancia de vivir en Su presencia…  ¿Cuántas personas, aparte del Rey David, pueden llegar a este nivel de conexión permanente con Dios y no ser derrotados por el enemigo número 1 de la Emuná:  “distraerse de Dios”?

LA EXCEPCION 

Para escribir lo que escribí hoy solo tuve que pensar en mi querida suegra, ORO NORY BAT ESTER z”l. Ella personificó a la perfección el lema del rey David: שויתי ה ‘לנגדי תמיד. Sin estudiar Gemara o filosofía judía, articuló este significado de EMUNA, más allá de las palabras, con su devoción permanente por HaShem.

Al transformarse voluntariamente en un vehículo Divino que asiste a aquellos pobres «especiales», que uno no sabe que son pobres porque se sienten avergonzados de pedir.

Al imitar a Su amado Creador cuidando a los enfermos, consolando a los dolientes, ayudando a las viudas, protegiendo a los huérfanos o alegrando a las novias.

Por la inmensa gratitud y alegría que siempre manifestó por todo lo que Dios le dio y que, por esa enorme humildad que solo sienten aquellos que están muy cerca de HaShem, nunca sintió que mereció. 

Por la completa y explícita aceptación de todo lo que sufrió y por lo cual nunca se quejó.   

Mi querida suegra vivía permanentemente en presencia de Dios. Y lo que es más (y muy inusual): su proceder y sus acciones hacían que los demás también notaran Su presencia.

Su vida estuvo dedicada al respeto y al amor a HaShem, a Su pueblo; a su querido esposo Ribbí David Carciente z»l y a toda su querida familia.   

Mañana se cumplirán siete días de su desaparición física.

Quiera HaShem enviar su consuelo a sus hermanos, tío Marcos y tia Camila; a su querido hijo, Rab Asher Meir; a sus hijas, Mercedes, Esther, Rebbeca, Noemi, Sari, Miriam, Vered y mi querida esposa Coty.

Que su extraordinaria vida sea la inspiración de mis hijos y de todos sus otros nietos que nunca la olvidarán. 

חבל על דאבדין ולא משתכחין

¡Que gran pérdida, aquellos que se van de este mundo, y ya no pueden ser reemplazados! 




SHABBAT: Desconectarse para re-conectarse

REALIDAD VIRTUAL
Imaginemonos la video-grabación de un día de nuestras vidas: ¿Cuánto tiempo de esa película nos mostraría frente a algún tipo de pantalla, computadora, tablet o teléfono celular?
Los aparatos electrónicos son adictivos. La dependencia es enorme. Pensemos que aun cuando el hombre moderno se distancia de su trabajo, descansa y se relaja, lo hace “conectándose” a los mismos dispositivos que ha estado usando sin parar, en su trabajo, o camino a su trabajo, de lunes a viernes.
En la actualidad el ciudadano estadounidense promedio pasa 15 horas por día conectado a algún medio de comunicación. Uno solo tiene que entrar al subte de New York y ver que difícilmente encontrará un pasajero que no esté con sus audífonos en sus odio conectado a su celular o tablet.  Recuerdo que hay unas semanas atrás necesitaba preguntarle a alguien cómo se llegaba a un determinado subte y no pude encontrar una persona que no estuviera con sus headphones activos.
UN PROBLEMA SIN SOLUCION
La tecnología digital se ha convertido en algo peligrosamente incontrolable.
En las escuelas, los profesores y los educadores no tienen la menor idea de cómo evitar que los estudiantes se desconecten de sus teléfonos celulares.
Los padres ven con impotencia como sus niños pequeños prefieren tener en sus manitos los iphones y androides en lugar de tomar las manos de sus mayores.
“La ansiedad de la separación” (separation anxiety), un concepto que se solía usar en psicología para definir la angustia que sufren los niños pequeños cuando se separan de sus padres, ¡define hoy el trauma de los niños y adolescentes cuando se separan accidentalmente de sus celulares!
Esta permanente conexión a nuestros aparatos electrónicos no nos permite utilizar diferentes partes de nuestra mente. Desconectar nuestros cerebros de la matrix del ciberespacio es hoy, más urgente que nunca.
Pero nadie sabe cómo evitar esta dependencia tecnológica.
Con excepción de AM ISRAEL.
DESCONECTARSE PARA RECONCTARSE
HaShem nos regaló el Shabbat. Que siempre, de alguna manera, nos benefició. En tiempos de esclavitud, el Shabbat nos liberaba de los trabajos forzados. En tiempos de persecuciones, nos refugiábamos en el Shabbat como una isla emocional que nos hacia olvidar nuestras penas.     En tiempos de pobreza, sabíamos que un día a la semana, en nuestra mesa no faltaría ni pan ni los mejore manjares que podíamos solventar.
En los tiempos modernos, creo que uno de los mayores beneficios del Shabbat es que nos obliga a desconectarnos del mundo virtual. En Shabbat, durante un poco más de 24 horas, desde el viernes a la tarde hasta el sábado a la noche, todo contacto con el mundo electrónico queda suspendido.
“El poder de la desconexión”,  nunca fue más importante que en nuestros días.
Desconectados del mundo virtual, podremos disfrutar de los placeres del mundo real. Los aromas de Shabbat, las canciones en la mesa de Shabbat,  el tiempo compartido con nuestros padres, y las conversaciones en un idioma no-binario con nuestros hijos.
Shabbat, nunca fue tan necesario!
SHABBAT TOGETHER
Este  noche celebraremos nuevamente el “Shabbat Project”, un hermoso proyecto que alienta a todos los judíos del mundo a observar plenamente el Shabbat. Durante este Shabbat, NO tendremos una explosión de fotos de las hermosas cenas o almuerzos de Shabbat que se celebran en millones de hogares judíos alrededor del mundo.
Lo que vivamos y veamos con nuestros ojos este Shabbat tendrá un valor que va mas allá de la imagen fotográfica: el valor de lo irrecuperable. Serán imágenes que, a diferencia de lo que hoy es común, NO se compartirán en un video por WhatsApp sino que se convertirán en memorias que se grabaran en nuestros corazones.
A todo esto se sumará la incomparable felicidad de saber que, aunque no lo veamos en tiempo real, millones de Yehudim estamos observando un Shabbat en conjunto.
Nos desconectamos de nuestros celulares para reconectarnos con Dios, con nuestra familia y con nuestro pueblo.
Este viernes, antes de la puesta del sol, digámosle adiós a nuestros teléfonos celulares; encendamos las velas, y capturemos con los 94.5 Megapixels de nuestros ojos las imágenes no digitales de este memorable Shabbat.
SHABBAT SHALOM



ENTONACION de la HAFTARA de la SEMANA

HAFTARA DE LA PARASHA VAYERA (Nov 16, 2019)

HAFTARA DE LA PARASHA JAYE SARA. (Nov 23, 2019)

HAFTARA DE LA PARASHA TOLEDOT (Nov 30, 2019)




SHABBAT PROJECT: Educando a Mijael

Por Rabanit Coty Bitton

Los viernes por la noche, cuando tenemos el privilegio de tener a nuestro nieto Mijael con nosotros, nuestra familia espera ansiosamente verlo participar en uno de sus juegos favoritos. Después de que mi esposo termina de recitar el Kidush, Mijael corre alrededor de la mesa, se detiene junto a cada persona y da golpecitos en sus cabezas con sus pequeñas manos, murmurando algunas palabras.

Este es uno de los momentos más dulces de nuestro Shabbat, ver a Mijael imitándonos a nosotros, sus padres y abuelos, recitando la bendición de Birkat Kohanim, la bendición sacerdotal.

Y aunque la dulzura de este momento siempre emociona a mi corazón, últimamente he estado pensando en el profundo mensaje que los padres modernos podemos aprender de este hermoso ritual de Shabbat en el que bendecimos a nuestros hijos.

Me explico.  Uno de los desafíos más importantes en el tema de educación de nuestros hijos en el siglo XXI es encontrar el equilibrio entre expresar nuestro amor a nuestros hijos y establecer una relación con ellos en la que nos respeten como autoridades: que entiendan que los padres debemos ser obedecidos.  Parte del problema es que nuestra cultura mediatiza enfatiza el valor de una relación «amistosa» entre padres e hijos y no hace hincapié en el valor de la disciplina y la obediencia de los niños a los padres.

Esto nos lleva a una realidad en la que, como padres, tratamos de actuar de una manera persuasiva con nuestros hijos, tratando de convencerlos de que nuestro camino es correcto. Esto, que algunas veces funciona,  a menudo contrasta con nuestro deseo de transmitir a nuestros hijos que somos la autoridad en nuestras familias y que necesitan escucharnos y obedecernos, les guste o no. En el fondo, sabemos que no necesitamos explicar el razonamiento detrás de nuestras decisiones o solicitudes, ya que nuestros hijos no siempre tienen la madurez para comprender o estar de acuerdo con nuestras elecciones.

Consideremos el desarrollo saludable de un niño: a los 3 años, por ejemplo, un niño debe aceptar que su cena no puede ser golosinas y dulces porque, «papá o mamá lo dicen», no se necesitan otras razones; un adolescente de catorce años tendrá que respetar el horario «injusto» que sus padres decidieron imponerle para que este de vuelta en casa. Aunque nuestros hijos aún no lo entienden,  es en beneficio de nuestros hijos tener padres y adultos en sus vidas que los protejan de tomar malas decisiones. Es precisamente aquí, en el intento de que nuestros hijos sientan amor y respeto por sus padres, que la tradición judía puede ser especialmente preciosa para nuestros tiempos modernos.

Las ceremonias y Mitzvot que practicamos en nuestras familias nos dirigen hacia un estilo de educación que transmite este delicado equilibrio entre el amor y la autoridad. Cada vez que decimos el Shema Israel con nuestros hijos, por ejemplo, verbalizamos nuestra obligación de ver a nuestros hijos como nuestros «discípulos» . Las palabras «Veshinantam lebanecha vedibarta bam» significan literalmente: «Les enseñarás [las palabras de la Torá] a tus hijos…» . Nuestros hijos deben vernos como autoridades de quienes pueden y deben aprender valores y comportamientos adecuados. Y para eso, los padres debemos vernos a nosotros mismos como modelos dignos del respeto de sus hijos.

La educación requiere química y comprensión mutua entre maestro y alumno. Pero también requiere una cierta distancia y límites: esto es, respeto. Para poder enseñar a nuestros hijos, necesitamos que nos respeten.

Debemos trabajar muy duro para ser padres de una manera que transmita amor y calidez, e inculcar en nuestros hijos la sensación de que nuestra relación con ellos no es horizontal. Los beneficios de criar hijos que obedecen a sus padres dura para toda la vida y afecta positivamente a toda la familia. Como dice el psicólogo John Rosemond: «Los niños obedientes son niños felices, y los padres de niños obedientes son padres felices». Según Rosemond, lo más importante que necesitan los padres para educar hijos obedientes no es algún tipo de conocimiento experto sobre métodos de crianza. Nuestro objetivo debe ser encontrar ese delicado balance:  desarrollar una relación vertical de afecto y autoridad que fomente la obediencia de nuestros hijos.

Lo que nos lleva de vuelta a Birkat Kohanim: la bendición que los padres dan a sus hijos el viernes a la noche. Esta tradición no solo es hermosa y emocionante para nuestros hijos, sino que también es conductiva para nuestro propósito: analicemos la forma en que se realiza esta bendicen. El padre o la madre coloca las manos sobre la cabeza de su hijo y pronuncia la bendición que los Kohanim transmiten al pueblo de Israel: «Que Dios te bendiga y te proteja; que Dios te ilumine con Su presencia y te agracie; que Dios dirija Su presencia hacia ti y te conceda la paz».   Cuando los padres bendicen a sus hijos, están reafirmando su amor ilimitado e incondicional por ellos. Pero también se recuerdan a sí mismos, y a sus hijos, que el niño es el destinatario de la bendición de sus padres. Es como que a través de esta bendición el padre y la madre dijeran: “Puedo darte esta bendición porque tengo más experiencia que tú. Las experiencias de mi vida me han dado sabiduría y conocimiento. Y HaShem me ha ordenado que te enseñe y eduque en los caminos de la Torá ”. 

Esta pequeña ceremonia concluye con un gesto muy particular que en la sociedad moderna hoy ha caído en desuso: los niños besan la mano de sus padres.

Esta bendición que le damos a nuestros hijos en Shabbat transmite este poderoso mensaje de «amor y respeto» y nos recuerda nuestra obligación de asumir nuestro papel más importante: educar a nuestros hijos.

A decir verdad, mi nieto Michael, que tiene solo dos años, todavía no entiende el verdadero significado de recibir una bendición de sus padres y abuelos. Por ahora, solo está disfrutando de la atención especial que recibe cuando nos imita.  Pero a medida que crezca, estoy segura  que este hermoso momento de Shabbat – cuando sus padres y abuelos lo abrazan mientras él repite sus bendiciones – lo hará sentir muy amado y también lo ayudarán a vernos como su  modelo a seguir.




GENESIS 1:2. Lo que el viento se llevó. 

ורוח אלוקים מרחפת על פני המים

«Y un viento Divino soplaba sobre la faz de las aguas»

La traducción correcta de estas dos palabras, Ruaj Eloqim es clave para entender toda la secuencia del proceso creativo.  En hebreo bíblico ruaj originalmente significa ‘viento’.

Pero en un sentido metafórico la palabra ruaj también puede referirse al alma, la respiración o inspiración Divina: un estado intelectual o psíquico invisible que mueve a los seres humanos, en especial a los profetas.    En dos ocasiones la Torá usa la palabra ruaj Eloqim en este sentido,  refiriéndose a un tipo especial de sabiduría concedida por Dios. 1). Cuando el Faraón se maravilló de la sabiduría de Yosef  (Gn 41, 38) dijo que Yosef es «un hombre que posee ruaj Eloqim [‘una sabiduría divina especial’]». 2). Cuando Dios le ordena a Moisés designar a Betzalel (Éxodo 31, 3) para ser el arquitecto del Tabernáculo le dice que Él le concedió a Betzalel  ruaj Eloqim, una sabiduría divina, que más tarde se denominó ruaj jojma, ‘un espíritu de sabiduría’.    A lo largo del Tanaj, ruaj Eloqim conserva la misma connotación: una forma extraordinaria de sabiduría o inspiración Divina que por lo general se le concede a un profeta. De esta misma manera los Sabios han utilizado el término ruaj haqodesh para referirse a la inspiración divina. 

El sentido de esta y otras formas metafóricas de la palabra ruaj apuntan a una fuerza invisible que mueve o traslada por mandato Divino (Los sefaradim decimos en las hashkabot ruaj hashem tenijenu began eden, refiriéndonos -metafóricamente – a un viento enviado por Dios que eleva el alma del difunto al gan Eden).

Pero ¿qué puede significar ruaj Eloqim en nuestro versículo?  La ausencia de algún ser humano que pueda ser el sujeto o receptor de una sabiduría Divina especial, no nos permite entender estas palabras en su sentido metafórico como inspiración divina, o como alma. 

LA TRADUCCION CRISTIANA 

Las traducciones cristianas no dudan en traducir ruaj eloqim  como “espíritu divino”.  ¿Por qué? Porque uno de los principios fundamentales de la doctrina cristiana es la trinidad, es decir, la unidad del padre, el hijo y el espíritu divino (o santo).  El “espíritu divino” flotando sobre las aguas en el momento de la creación del mundo, es una confirmación de esta doctrina católica. Esta traducción “ideológica” no nos debería sorprender ya que, como alguna vez explicaremos, la interpretación cristiana de la Biblia tiene un objetivo fundamental: desmentir al judaísmo y afirmar las doctrinas de la iglesia.     

LA TRADUCCION JUDIA

La idea de ruaj Eloqim como ‘el espíritu de Dios’ es un concepto totalmente extraño al judaísmo y ofensivo para la normativa judía. Es una concepción que —entre otras cosas— cuestionaría el principio judío del monoteísmo y se acercaría peligrosamente al antropomorfismo, es decir, a la personificación de Dios. 

La traducción oficial judía, el Targum, que toda traducción vernácula debería tomar como referencia,   entiende que ruaj Eloqim se refiere a el VIENTO, aclarando que no es “una fuerza natural ciega y caprichosa” sino que está siendo dirigido por Dios. 

UN VIENTO GUIADO POR DIOS 

En  este versículo que describe el inventario del planeta tierra la Torá  menciona el segundo elemento físico presente en el planeta Tierra al momento de su creación: el viento. Y este viento, nos indica este texto, está guiado por Dios. Y si bien la Torá no lo menciona explícitamente,  ben Ezra y Radaq explican que el viento será un elemento auxiliar Divino en la creación y será utilizado por Dios en el tercer día para “secar” la tierra que emerge desde la profundidad del océano.  El viento como auxiliar divino aparece muchas veces en el texto bíblico y en la literatura  rabínica. La Torá menciona explícitamente que Dios hizo llegar la plaga de la langosta a Egipto a través de un viento que soplaba desde el este. Y que Dios abrió el mar, secándolo con Sus vientos, para que los judíos escapen de los egipcios.  Esto es ruaj Eloqim, un viento que Dios utiliza como uno de sus agentes en la “naturaleza”. Todos los días en nuestras plegarias mencionamos que Dios “hace soplar el viento para producir la lluvia”. En las hermosas palabras del  Rey David en Tehilim ruaj se’ara osa debaro, “el poderoso viento que obedece Sus ordenes” .   




GENESIS 1:2. Sobre oscuridad y abismos  

 והארץ היתה תוהו ובוהו וחושך על פני תהום

La tierra no tenia vida, la oscuridad prevalecía sobre las faz del océano  

OSCURIDAD  

Luego de explicar que al momento de su creación el planeta tierra no poseía ningún tipo de vida, el texto pasa a describir la atmósfera terrestre.  Nuestra atmósfera actual es clara y luminosa,  compuesta en un 78% por nitrógeno y 21 % de oxigeno. Pero la atmósfera  primitiva con la que el planeta tierra fue creado era diferente.  

La Torá la describe con la palabra joshej” , que normalmente se traduce por oscuridad. 

La gran mayoría de los comentaristas bíblicos clásicos están de acuerdo que aquí oscuridad no puede significar  “ausencia de luz”,  ya que como en la famosa historia de la cueva de Platón,  recién se puede hablar de la ausencia de luz una vez que la luz es creada.  Najmánides (Rambán) y Eben Ezra, por separado, proponen que aquí oscuridad sea entendido como algo tangible.  Najmánides lo compara con la novena plaga de Egipto, una especie de “gas” que previene la llegada de la luz. Para Eben Ezra es algo tóxico, con menos oxigeno.

Basado en estas y otras opiniones  podríamos comparar a la atmósfera terrestre con la atmósfera actual de Venus:  formada por 3 capas espesas de nubes oscuras, que no permiten que la luz solar llegue a la superficie,  y están compuestas  de ácido sulfúrico y dióxido de carbono. 

Esta indicación de la Torá acerca de la primitiva atmósfera terrestre quizás redefine un poco más las palabras anteriores tohu vabohu, que significan: deshabitada.  La Torá explica que no hay vida en la tierra y que todavía no están dadas la condiciones para que haya vida. en otras palabras, la tierra no solo esta deshabitada sino que en este punto inicial es también inhabitable.  

ABISMO 

Casi todas las traducciones bíblicas vierten la palabra tehom como abismo. Esto podría ser un segundo ejemplo de las influencias no-judías en las traducciones bíblicas.  La palabra “abismo” se relaciona con la mitología pagana de la Mesopotamia.  En los mitos de creación Sumerios como Enuma Elish, cuando los dioses / monstruos pelean entre sí hasta la muerte por poder o venganza el dios vencido o muerto “caía al abismo”,  un lugar legendario sin fondo (que puede ser un precipicio o el fondo del mar)  del cual no se puede regresar.  También en la tradición cristiana el abismo es un lugar donde se encuentran los espíritus malvados y donde luego de ser derrotado será arrojado Sátanas. 

Pero en hebreo la palabra abismo en este sentido NO existe  (no confundir con sheol que significa “sepultura”) .  En hebreo bíblico la palabra  tehom es un término “geológico” que está asociado con fuentes de agua. Puede significar el mar, sus profundidades o por lo general las reservas naturales de aguas subterráneas.  Rashí explica que aquí la palabra tehom significa el océano.  Pero debemos aclarar lo que dicen los Sabios:  En el momento de ser creada la tierra consistía principalmente de “agua”. La tierra firme recién surge el Tercer Día de la creación (todas las mañanas, cuando pisamos tierra firme, los Yehudim decimos una berajá que alude a este fenómeno: רוקע הארץ על המים) .  Los Sabios (ver Radaq abajo) dicen que en su fase inicial el planeta estaba completamente cubierto de agua. Esto es lo que causaba el tohu vabohu, la ausencia de vida.    Dios no creo nuestro planeta con vida, pero sí lo creo con agua.  Mucha agua. 

CIENCIA Y TORA:

Una vez que traducimos las palabras hebreas según su sentido original vemos las increíbles coincidencias entre lo que este versículo describe en 2 o 3 palabras y lo que la ciencia moderna especula que ocurrió en los inicios de nuestro planeta.   

DE acuerdo a la ciencia moderna 

√ La atmósfera primitiva no permitía la vida. Era oscura, carecía de oxigeno libre, y contenía amoníaco, metano y dióxido de carbono. 

√ En el principio el planeta tierra estaba compuesto de un enorme océano llamado Panthalassa. Los continentes tal y como los conocemos hoy, surgieron en una etapa posterior. 

√ ¿Y el agua? La Torá explica que nuestro planeta fue creado como un planeta de agua.  La ciencia moderna, especulaciones aparte, al presente no tiene una explicación demostrable o convincente de cómo nuestro planeta posee tanta agua.   

רד“ק בראשית 1:2

והארץ בתחילת בריאתה לא היתה בשלימותה, כי היתה תהו ובהו – כלומר: ריקה מכל בריאה שלא היתה לא בה ולא עליה, כי היתה כולה מכוסה במים




Presentación del Libro «Creación» , Yeshivá Majon Meir (VIDEO)