7. YONATAN Y EL SEPTIMO MILAGRO DE JANUCA

LA MUERTE DE YEHUDA MACABI
El general Lisias llegó a Antioquia, la capital del reino seléucida, venció a Filippo y se convirtió allí en el regente del joven rey Antiojus de 9 años de edad.  Pero esta situación sólo duró unos años. En el año 161 a.e.c. Demetrio Soter derrotó y mató a Lisias y al pequeño hijo de Antiojus. Entre otras cosas Demetrio decidió retomar las expediciones militares contra Judea, conquistar Jerusalem y asignar allí como mandatarios a los judíos helenistas, que eran sus aliados. Demetrio envió a su mejor general, Bakjides con 20.000 hombres y 2.000 jinetes. Su misión era atrapar y matar a Yehudá Makabí y terminar con la rebelión de los judíos.  Bakjides no llegó por mar, como usualmente llegaban las tropas griegas, sino que llegó por tierra, desde el noroeste: Turquía, Siria y el Golán. Yehudá no estaba preparado y contaba sólo con un pequeño ejército local de 800 hombres. Bakjides lo tomó por sorpresa. El ejército seléucida encontró y mató a Yehudá y a todos sus combatientes.  Las consecuencias fueron desastrosas. Flavio Josefo cuenta que los nuevos decretos anti-judíos y las persecuciones a todos lo que observaban la Torá fueron ahora mucho más intensas y brutales que en los tiempos de Antiojus Epifanes. Los griegos llegaban con la idea de conquistar pero también con una gran sed de venganza contra Yehudá y los judíos.
Bakjides asignó a un falso sacerdote para administrar el Templo, Alquimos, quien en su primer acto oficial como Gran Sacerdote (Cohen Gadol) ejecutó públicamente a 60 rabinos. Miles de Yehudim fueron asesinados o tomados como esclavos y exiliados.
Así, sin Yehudá Macabí, sin ejercito, sin Yerushalayim y sin Bet haMiqdash, parecía que la milagrosa rebelión que había comenzado con Matitiyahu en el 167 a.e.c. había llegado a su fin. Y todo se había perdido…
¿EL FINAL DEL JUDAISMO?
Hay milagros, como el del aceite que duró ocho días, donde la intervención Divina es del 100%. Y hay otros milagros donde la intervención Divina se combina con la grandeza humana: HaShem inspira el espíritu de los hombres de bien, les concede la fuerza y el coraje para luchar y les hace ver un futuro que lógicamente parece irrealizable.
Esto fue lo que sucedió con los hermanos de Yehudá: Yojanán, Shimón y Yonatán. Los 3 hermanos, junto a los pocos soldados sobrevivientes, decidieron que no iban a rendirse. Yonatán tomó el mando y comenzó a planear su lucha contra el poderoso Bakjides.  Pero Bakjides los estaba buscando, y las cabezas de los Jashmonayim, de sus soldados y de sus familiares tenían un precio muy alto. Yonatán decidió huir al desierto de Judea cerca de la ciudad de Tekoa. Allí hay cuevas muy profundas donde esconderse y desaparecer del ojo del enemigo. Algunas de estas cuevas tiene varios niveles y se adentran en la montaña por más de 50 metros de profundidad. Pero acceder a esas cuevas era muy difícil y peligroso. Yonatán y sus hombres lo podían hacer. Pero para las mujeres y los niños acceder a esas cuevas y las condiciones de vida allí eran prácticamente imposibles. Yonatán decidió entonces acudir a sus aliados, los Nabateos, para que cuidaran de sus familiares mientras ellos luchaban contra Bakjides. Los Nabateos eran un pueblo nómada que vivía en la peninsula arábica, enemigos de los seléucidas, que había sellado una alianza militar desde hacia varios años con Yehudá. Yonatán envió a las mujeres y a los niños, acompañados por Yojanán y unos cuantos soldados, a esconderse allí. Pero los Nabateos, atraídos por la recompensa que ofrecía Bakjides, traicionaron su pacto con Yehudá, y mataron a Yojanán, a las mujeres y a los niños… solo un soldado pudo escapar, que logró llevar la trágica noticia a Tekoa.…
EL PEOR MOMENTO
Cuenta el libro de los Jashmonayim que Yonatán y sus hombres se sentaron de duelo y lloraron amargamente por la muerte de sus mujeres y sus hijos durante siete días (shibá) en las oscuras cuevas de Tekoa. Es muy difícil, o imposible, imaginar los sentimientos de los Jashmonayim en estas terribles circunstancias. Todo indicaba que ya se rendirían. Porque lo que alienta a los hombres a luchar y sobrevivir, es saber que algún día regresarán a sus casas, y que están luchando por sus familias y para que sus hijos tengan un futuro mejor. Pero ahora que ya nada quedaba ¿por qué y para quién iban a luchar?
Este puede haber sido, queridos lectores, el momento más crítico de la historia del pueblo de Israel. El futuro de nuestro pueblo y nuestra religión estaba en manos de un puñado de hombres traicionados y vencidos física y moralmente. Ya no tenía sentido luchar y ya no quedaban más hombres dispuestos o con la fuerza necesaria para enfrentar al ejército griego Los helenistas habían ganado. Y los judíos practicarían ahora la versión griega del judaísmo. En una generación más, los judíos se hubieran asimilado completamente al helenismo.
¿COMO RESURGIR DE LAS CENIZAS?
Pero increíblemente, ¡milagrosamente! Yonatán sacó fuerzas de su fe en el Creador, se levantó de su duelo, removió las cenizas de su cabeza y decidió que mientras él estuviese con vida la rebelión debía continuar. Primero atacó violentamente a los traidores Nabateos cuando estos celebraban una boda. Y así recuperó su fuerza disuasiva, siguiendo los pasos de Shimón y Leví en la ciudad de Shejem: ahora el enemigo sabría que quien traicionara a Yonatán sufriría las consecuencias.  Luego, Yonatán se dedicó a reclutar más soldados judíos en las aldeas y comenzó una guerra de desgaste contra el ejército de Bakjides. Durante dos años, desde el 161 aec hasta el 159 aec, el improvisado ejército de Yonatán hacía lo que Yehudá había hecho en sus inicios: atacaban por las noches a las tropas griegas, a sus suministros y a sus depósitos de armas.
LA RETIRADA DE BAKJIDES
En el año 159 aec, frustrado por no poder atrapar a Yonatán, y viendo como sus tropas se debilitaban poco a poco pero sin tregua, el general Bakjides se cansó. Tomó a sus hombres y abandonó la tierra de Israel para luchar otras batallas más fáciles de ganar y que le darían más prestigio a su carrera militar…. Yonatán, Shimón y sus soldados habían triunfado. Y una vez más la ciudad de Yerushalayim, gobernada por los helenistas, estaba al alcance sus manos. Pero contra toda lógica, Yonatán se resistió a la tentación de invadir Yerushalayim, como lo había hecho Yehudá en circunstancias similares en el año 165 aec. En lugar de eso Yonatán se estableció en Mijmás durante los próximos 7 años.



¿Cómo se celebra Janucá?

Janucá es una festividad importante para el pueblo judío que celebra el triunfo de los judíos observantes sobre los seléucidas y sus aliados, los judíos asimilacionistas,  que buscaban erradicar las leyes de la Torá.
Para conocer más en detalle lo ocurrido en Janucá ver por favor aquí.
Hoy explicaremos brevemente  los detalles de la celebración de Janucá, que comenzará BH este jueves que viene, 10 de diciembre, al anochecer.
Janucá se celebra por 8 días. La celebración de Janucá consiste en algunas cosas que debemos hacer y otras que dejamos de hacer.
HADLAQAT NEROT:  Lo más típico de Janucá es la Mitsvá del encendido de las velas. Cada noche encendemos las velas de Janucá, como ya lo hemos explicado. Pero aparte de esta Mitsvá hay también otras costumbres y tradiciones para celebrar esta fiesta.
RECITACION DEL HALEL: Durante todos los días de Janucá recitamos el Halel Shalem. Halel es una Tefila (=plegaria) de alabanza a HaShem, que consiste en la lectura y entonación de unos Mizmorim (Salmos) de Tehilim relacionados con celebración y alegría. El Halel se dice también en Pésaj, Shabu’ot, Sukkot, etc.
‘AL HANISIM: También introducimos en la Amidá (la oración diaria principal) y el Birkat haMazón (la oración después de las comidas) un párrafo especial donde agradecemos a HaShem por haber salvado a nuestros antepasados de sus enemigos en los tiempos de Matitiyahu y sus hijos, los Jashmonayim.
LECTURA DE LA TORA: Durante los 8 días de Janucá leemos los textos Bíblicos correspondientes a la ceremonia de inauguración del Mishkán (el Tabernáculo, o sea, el Templo erigido en el desierto de Sinaí), cuando cada uno de los Nesiim (líderes) de cada tribu de Israel traía una ofrenda a HaShem para inaugurar el altar (mizbeaj). Incluso durante el lunes y jueves, días en los cuales leemos la sección semanal,  interrumpimos la lectura de la Parashá de la semana y leemos solamente los párrafos asignados a Janucá.
SEUDA: Si bien no existe una Mitsvá formal de realizar una Seudá, es decir una comida celebratoria como hacemos en Purim,  en muchas comunidades se acostumbra a servir comidas especiales de celebración donde se dicen palabras de Torá y se cantan canciones alegres, festejando en familia, con amigos e invitados. Muchos también acostumbran a servir platos lácteos, en recuerdo al heroico acto de Yehudit, la hija de Yojanán Cohen Gadol. Muchos también acostumbran a servir lebibot, sufganiyot u otros pasteles freídos en aceite.
Hay también algunas cosas que  dejamos de hacer en Janucá, ya que son días festivos y de celebración.
Algunos ejemplos:
AYUNOS: Muchas personas acostumbran a ayunar, por ejemplo,  en el día del aniversario del fallecimiento del padre o la madre. Sin embargo, cuando el aniversario coincide con Janucá, estos ayunos deberán ser desplazados.
ELEGÍAS (hesped): Se acostumbra a no realizar elegías (=darush, shloshim, arayat, discurso fúnebre) durante Janucá. Tampoco se visita el cementerio en aniversarios de fallecimiento.  Estas visitas pueden ser realizadas antes o después de Janucá, según la costumbre de cada comunidad.
TAJANUN: Durante Janucá se omiten las Tefilot de confesión (tajanún) y los Mizmorim  de súplicas. Todo esto, como dijimos, se hace para preservar un espíritu festivo y de alegría.
JANUCA SAMEAJ



TEHILIM 23: ¿Por qué le pasan cosas malas a las ovejas buenas?

La obra más profunda de filosofía y pensamiento judío es el libro de Tehilim, los Salmos del rey David. En esta obra el poeta más importante del pueblo judío nos transmite conceptos fundamentales a través de palabras poéticas o metáforas muy elaboradas. Uno de los temas que aborda el rey David en el famoso Salmo 23 es: por qué sufren las personas buenas.
Veamos:

  1. .Salmo de David. HaShem (=Dios) es mi pastor. ¡Nada me falta! 2. En lugares de delicadas hierbas me lleva a pastar y me encamina hacia aguas tranquilas. 3. Satisface mis necesidades y me guía por sendas honestas, por Su nombre. 4. Y aun cuando me conduzca por el valle de las sombras de la muerte, no temeré mal alguno, porque Tú estás conmigo; Tu vara y Tu cayado me reconfortan.

DIOS COMO PASTOR
Esta metáfora, Dios como pastor, es revolucionaria. Porque no es una metáfora dedicada solamente a enseñarnos que Dios nos cuida como un pastor cuida a su rebaño. Una vez que deja en claro que Dios es el pastor, el rey David continúa su salmo no desde el punto de vista del pastor sino viéndose a sí mismo como una de las ovejas.
√ Lo primero que hace la ovejita, versículos 1, 2 y 3, es reconocer que el pasto y el agua de la cual disfruta, es gracias al pastor que provee todas sus necesidades, y que es él quien la guía por caminos de la abundancia, y con honestidad (es decir, nunca la lleva a pastos ajenos).
√ Luego, en el versículo 4, el Salmo cambia de tono. No todo es satisfacción y placer en la vida de una oveja. También hay momentos difíciles. A veces la oveja siente que el pastor la está llevando por “el valle de las sombras de la muerte” y percibe la cercanía de su final. Pero aún en ese terrorífico valle la ovejita no teme ni se desespera. La presencia del pastor la tranquiliza.
√ Inmediatamente después el Salmo menciona la vara y el cayado. “Tu vara y Tu cayado [constantemente] me reconfortan”. La vara es como un bastón recto y más bien corto que se usa para “pegarle” a las ovejas y reencaminarlas cuando se desvían del camino. El cayado, por el otro lado, es un bastón con una curvatura en forma de semicírculo en su parte superior, y bastante largo, que puede ser más alto que el propio pastor. El cayado se utiliza para frenar a la oveja, atrapándola del cuello con el semicírculo del cayado, y evitar así que siga avanzando cuando se está desviando y se está poniendo en peligro.
Veamos ahora qué nos quiso decir el rey David con esta hermosa metáfora.

APRECIACION
El rey David nos invita antes que nada a apreciar todo lo que tenemos y practicar el gesto judío de “atribución”. Se podría decir que la lección más importante de todo el libro de Tehilim es exactamente esta: percibir a HaShem, descubrirlo, encontrarlo en cada instancia y evento que vivimos. Al igual que la oveja, nosotros también debemos comenzar por apreciar lo mucho que tenemos y declarar nuestra gratitud al Pastor.

LA VARA Y EL CAYADO
Al igual que el pastor, Dios también nos observa y nos cuida. El pastor se posiciona detrás de las ovejas, así que al igual que nosotros con el Creador, las ovejas no ven al pastor. El pastor actúa a través de Su vara y a veces le da un golpe a la oveja para reencauzarla. Lo mismo sucede cuando el pastor actúa con Su cayado. Imaginemos que la oveja tiene sed, e inocentemente se dirige hacia un río para beber. De pronto siente que algo la frena: ¡Es el pastor! que atrapó su cuello con el cayado y no la deja avanzar. La oveja está confundida y no entiende.… Tiene sed y todo lo que quiere es beber un poco de agua. ¿Por qué el pastor es tan cruel que no la deja beber? Solo el pastor (y el lector) sabe que la oveja fue detenida por una buena razón. Porque las aguas de ese río están envenenadas, o infestadas de cocodrilos o son aguas turbulentas u otros motivos. El problema, que no tiene solución, es que NO HAY FORMA de que la ovejita pueda acceder o comprender los motivos del pastor. Por más justificados que estos sean, la oveja podrá balar y quejarse —y el pastor entiende su dolor—pero la oveja jamás entenderá al pastor. Hay una insalvable barrera de comunicación entre pastor y oveja.

NO HABRE DE TEMER PORQUE TU ESTAS CONMIGO:
El consuelo de la oveja, lo que le quita el miedo en los momentos difíciles y lo que la reconforta y le da fuerza para seguir adelante, aun sin entender lo que está pasando , “es saber que el pastor está presente”, a cargo de la situación. La oveja no ve al pastor, pero siente Su presencia, especialmente (irónicamente), cuando el pastor interviene de una manera dolorosa.
Con esta exquisita metáfora, “Dios como pastor” el rey David nos ayuda a entender que los seres humanos somos como ovejas respecto a Dios. Nos suceden muchas cosas que desde nuestro punto de vista no tienen sentido. Sufrimos “injustamente”: a veces sentimos el dolor de un golpe (enfermedades, pérdidas, sufrimientos) o a veces sentimos que algo nos detiene, que las cosas no nos salen bien, que hay barreras invisibles, inexplicables, que evitan que avancemos.… las cosas pueden ser tan malas que a veces nos sentimos en el umbral de la muerte… y no entendemos por qué.
Lo más importante de esta idea, y del presente Salmo, es que la oveja no tiene idea de por qué recibe un golpe del pastor. Instintivamente vuelve a su camino y obedece, pero no porque “entienda” al pastor, sino porque “confía” en el pastor a pesar de que no lo entiende




VAYETSE: ¿Qué dicen nuestros sueños de nosotros?

Nuestra Parashá abarca veinte años en la vida de Ya’aqob Abinu. Veinte años que transcurrieron entre dos sueños. El primer sueño tuvo lugar cuando Ya’aqob salía de la tierra de Israel y se dirigía hacia Jarán.  Ya’aqob soñó con ángeles que subían y bajaban de la tierra al cielo.
El rabino Shelomo Ibn Gabirol (1022-1051) dijo que ángeles representan los Talmidé Jajamim, los estudiosos de la Torá, como Ya’aqob, que primero ascienden a un nivel espiritual muy alto para estudiar la Torá. Pero no se quedan allí, sino que regresan al plano terrenal, trayendo con ellos lo que aprendieron, es decir, haciendo la Torá accesible al resto de la gente, conectando así «el cielo con la tierra».
Lo importante de este sueño, más allá de las diferentes interpretaciones, es que al salir de Israel Ya’aqob soñó con ángeles. Y con una escalera (¡un elemento simbólico no menos importante!) que le recordó que estamos en este mundo para crecer y elevarnos hacia lo divino. Los sueños no vienen de la nada. Los sueños no mienten. El sueño de Ya’aqob es profundamente espiritual.
Somos lo que soñamos. Y soñamos lo que somos.
El contenido de nuestros sueños refleja nuestras vidas. Las pasiones, deseos, miedos que experimentamos en nuestra rutina diaria. Si uno sueña que está volando, es probable porque está aspirando a avanzar en su vida, tener un mejor trabajo, etc. pero siente que está encadenado, atrapado. Soñar con «volar» libera al soñador de esas cadenas que lo atan.   Si uno sueña que está conduciendo un vehículo y los frenos no funcionan, probablemente será que uno siente que no está en control de su vida. Cuando uno sueña que está en público sin ropa, es probablemente un reflejo del miedo a que la gente descubra algo vergonzoso que uno desea ocultar. Los sueños dicen mucho de nosotros.
Ya’aqob Abinu vio ángeles en su sueño porque esa era su realidad. Vivía entre ellos: su madre, su padre, su abuelo Abraham, Shem y Eber. Ya’aqob se escapa de la tierra de sus padres por miedo a que su hermano Esav lo mate. Huye a la casa de su tío Labán. Allí tiene que trabajar muy duramente. Labán, por años, se abusa de él.  Ya’aqob le dice a Laban   Gen. 31:38-40  «Durante estos veinte años que he estado contigo, tus ovejas y tus cabras no se han accidentado, nunca me he beneficiado de los carneros de tu rebaño, nunca te traje un animal despedazado por las fieras, y si alguna vez algo malo les sucedía, yo asumía las pérdidas, que tú siempre demandabas de mi mano. Lo mismo si un animal era robado de día o de noche. [Trabajé sin parar], durante el día me consumía el calor y de noche la helada, y así el sueño huía de mis ojos.»
Al final de esos veinte años Ya’aqob sueña otra vez. Pero  esta vez tiene un sueño muy diferente. En este segundo sueño no hay ángeles que suben una escalera, sino animales apareándose, subiendo uno encima del otro. «Los machos se subían a los rebaños, produciendo animales con rayas, con puntos o con manchas» (Gen. 31: 10-11). Los animales representan los bienes materiales. Este segundo sueño no es un sueño «espiritual» sino material. Tiene que ver exclusivamente con ganar dinero. Un ángel le habla a Ya’aqob, pero solamente para enseñarle a ser más astuto que Labán en los negocios. Este es un sueño materialista, impropio de Ya’aqob.
En ese mismo sueño HaShem le da una orden directa a Ya’aqob y le dice (31; 11) «ki raiti et asher laban ‘ose imaj. «Porque Yo he visto lo que Labán ha hecho de ti».  Es como que HaShem le dice a Ya’aqob: Veo lo que trabajar veinte años para Labán ha hecho de ti. Has cambiado. Se puede ver en tus sueños. Hace veinte años soñabas con ángeles y con una escalera que unía a la tierra con el cielo.  Ahora, tus sueños se han hecho horizontales. Los ángeles fueron reemplazados por ovejas y las escaleras por establos. ¡Estos sueños son dignos de Labán, no de Ya’aqob!
Ya’aqob entonces recibe una orden directa de HaShem, sin ambigüedades. Es hora de volver a casa (31:11):«Ahora sal de esta tierra y regresa a tu tierra natal.»  Tienes que regresar para que cambien tus sueños y vuelvas a ser Ya’aqob.   Tienes que regresar para que sueñes con ángeles y escaleras. Y eso lo lograrás viviendo una vida que consista en construir esa conexión entre la tierra y los cielos. Tú tienes el potencial de convertirte en uno de esos ángeles que suben al cielo y traen la Torá a la tierra.
Y funcionó. En el último pasuq de esta Parashá 32: 1, tan pronto como Ya’aqob llega a Eretz Israel, Ya’aqob nuevamente visualiza a los ángeles que viene a su encuentro en Majanayim.
Ya’aqob, y nosotros sus descendientes, aprendemos esta gran lección: Debemos vivir una vida con la espiritualidad suficiente para que soñemos con ángeles y escaleras que unen el cielo con la tierra. Si soñamos con ovejas, será hora de despertar y cambiar el rumbo de nuestras vidas.



¿Por qué le pasan cosas malas a la gente buena?

Cada vez que hay un accidente fatal, o cuando un niño, un joven o una joven mujer fallecen, nos preguntamos: por qué Dios permitió que sucediera esta tragedia. Esta pregunta a veces surge de un lugar intelectual. Pero la mayoría de las veces proviene desde un profundo dolor. Los rabinos somos a menudo los destinatarios de esta dolorosa pregunta, porque la gente asume ingenuamente que tenemos todas las respuestas … Al igual que muchos de mis colegas, a lo largo de los años he leído y escuchado una cantidad considerable de argumentos para abordar este tema. Pero debo confesar que estos argumentos no deben entenderse como «respuestas» satisfactorias a la pregunta de por qué los justos sufren, sino como reflexiones para ayudarnos a darnos cuenta de por qué no podemos entender por qué sufren los justos. Reconocer nuestras limitaciones nos permitirá conocer más sobre nosotros mismos. Con esta aclaración en mente, me gustaría compartir con ustedes una gran lección que aprendemos de un evento excepcional entre Moisés y el Todopoderoso.

¿QUÉ LE PREGUNTARÍAS A DIOS?
Después de que HaShem perdona al pueblo de Israel por el pecado del becerro de oro, tuvo lugar una “conversación” entre Dios y Moshé. Hasta ese momento, la comunicación entre Dios y los profetas siempre había sido unidireccional: el Todopoderoso transmite un mensaje al profeta, en una visión, mientras que el profeta está en estado de trance, o en un sueño. Los profetas siempre juegan un papel pasivo: son los receptores inconscientes de la experiencia Divina. Pero nunca tienen la oportunidad de percibir la Presencia Divina en un estado de plena conciencia. En esas circunstancias un diálogo con Dios es impensable. Pero en una ocasión excepcional, Moshé tiene una conversación con Dios estando despierto, alerta y completamente consciente (en hebreo פנים אל פנים). Esto le permitió a Moshé un privilegio extraordinario y único que ningún otro ser humano tuvo ni tendrá jamás: poder hacerle una pregunta a Dios. ¿Y qué le preguntó Moshé a Dios en ese momento excepcional? ¿Cuál es la duda más profunda de un hombre de fe? Moshé le pidió a Dios que le mostrara «Su gloria». «הראני נא את כבודך», «Por favor, Dios, muéstrame Tu Gloria». Los rabinos explicaron que Moshé le estaba solicitando a Dios entender el tema más difícil: «¿Por qué le pasan cosas malas a la gente buena?» למה צדיק ורע לו. Dios es omnipotente, entonces, ¿por qué no evita que las personas inocentes sufran? Y si puede prevenir el sufrimiento, ¿es Dios indiferente al dolor de la gente buena? Basándonos en esta explicación, las palabras bíblicas «Muéstrame Tu gloria» deben entenderse de la siguiente manera: Moshé dice: «Dios, ¿cómo debo explicar el sufrimiento de los justos a la luz de «Tu gloria», es decir,”de Tu reputación como Dios justo y bondadoso?” El sufrimiento de los hombres justos, insinúa Moshé, mueve a los hombres a pensar que Dios no es justo (o les hace dudar de Su existencia). Moshé le ruega a Dios que le permita entender este enigma para que él pueda responder a otros y que así la “gloria de HaShem” permanezca intacta.

¡NUNCA VISTE UNA NARANJA!
La respuesta Divina es sorprendente. La Torá no nos da una respuesta fácil, ni nos dice que Moshé de repente tuvo una revelación sobrenatural y resolvió este enigma. La Torá es única al afirmar que los seres humanos –incluso Moisés, el hombre que alcanzó el encuentro más cercano con Dios– no tienen acceso a esta información. La forma en que Dios administra Su justicia está más allá del entendimiento humano. La respuesta de Dios a Moshé está formulada con palabras crípticas, casi poéticas וראית את אחורי ופני לא יראו. “Podrás verme desde atrás, pero de frente no seré visto ”. Obviamente, “atrás” y “frente” no se refieren a una parte trasera o delantera física. Se refiere a la realidad como Dios la ve, versus la realidad como la percibimos los seres humanos. La VERDADERA realidad multidimensional es metafóricamente «el frente de Dios». Y los humanos no tenemos acceso a esa dimensión. Sufrimos de lo que el filósofo español Ortega y Gasset llama: “perspectivismo”. “Nadie ha visto nunca una naranja”, dijo el famoso filósofo. Cuando sostenemos una naranja (o cualquier otra cosa) en la mano vemos un lado a la vez. Cuando vemos el frente, no vemos la reverso. Y cuando la vemos desde arriba, no la vemos desde abajo. Luego, en nuestra mente construimos una idea visual de la naranja con todas esas imágenes parciales, pero nunca llegamos a ver la naranja entera de una vez.

EL TAPIZ DE LA JUSTICIA DIVINA
Creo que el simple ejemplo de la elusiva naranja, y el hecho de que el filósofo español use la idea de “atrás y adelante”, es de gran ayuda para entender nuestro pasuq. El Creador le dice a Moshé que estamos destinados (o condenados) a ver una dimensión muy limitada de la realidad, lo que la Torá llama metafóricamente: “la parte de atrás” o el reverso de la justicia divina, una perspectiva absolutamente limitada y a menudo engañosa. Puedo ofrecer un ejemplo más para ilustrar esta compleja idea. Cuando una mira el frente de un hermoso tapiz, uno ve un diseño armonioso e inteligente. La forma en que HaShem administra Su justicia es como el frente del tapiz: el diseño es impecable, perfecto. Pero cuando uno mira la parte de atrás de ese tapiz, el diseño desaparece y solo se ve hilos de todos los colores, líneas y nudos mezclados en un caótico zigzag sin diseño, sin sentido y sin significado. Los seres humanos solo podemos percibir el reverso del tapiz de la justicia divina. Y no importa cuánto lo intentemos, jamás podremos imaginar ni proyectar el frente del tapiz si solo vemos a la parte posterior.

Continuará…




¿Escucha Dios nuestras plegarias?

Rezamos solos, rezamos juntos, rezamos en comunidad, nos suscribimos a infinitas cadenas de Tehilim, clamando y rogando al Todopoderoso con miles de Salmos. Oramos con nuestras palabras, con nuestro corazón y con nuestras lágrimas. Con la esperanza de que Dios escuchará y cambiará el decreto de una enfermedad terminal. Y sin embargo el milagro a veces no llega.

Después de perder a alguien a quien por quien tanto rezamos nos damos cuenta de que tenemos un sinfín de preguntas sin resolver y tantos interrogantes abiertos … Una de esas preguntas tiene que ver con las oraciones, las Tefillot, y si realmente tienen algún efecto en la vida real.

A veces, parece que nuestras oraciones no llegan al Todopoderoso. ¿Cómo se entiende esto? Cuando nos preocupamos por alguien, oramos por él o ella y no obtuvimos los resultados esperados ¿tenemos que asumir que nuestras oraciones fueron de alguna utilidad o fueron en vano?

Recuerdo que hace unos años había un anciano agonizando en el hospital que sufría de dolor, y no tenía ninguna esperanza médica para su recuperación. Hubo un debate muy difícil y doloroso entre los rabinos de esta ciudad: ¿Debemos dejar de orar por él o debemos seguir rezando? ¿Por qué rezar por Refua Shelema, una recuperación completa, por alguien que inevitablemente se está muriendo? ¿Podemos rezar por milagros?

Busqué un poco de sabiduría y la encontré en las palabras de Sr. Nassim Bassalian, uno de los ancianos más respetados de la comunidad. El Sr Bassalian me enseñó una lección sencilla pero muy poderosa sobre la plegaria. En hebreo, la palabra refua que usualmente traducimos como “salud” tiene un significado más amplio. Refua también significa «alivio», “mitigación del dolor» o “disminución del sufrimiento». Cuando pedimos por “refuá shelemá”, le solicitamos a HaShem que tenga compasión de la persona por la que estamos orando y le pedimos a Dios lo siguiente: «Si es posible, Hashem, concédele a este ser querido una recuperación completa». Pero si HaShem en Su infinita sabiduría decide que esto no es posible, entonces nuestro pedido de refuá shelemá significa: «Hashem, concédele alivio a su dolor y minimiza su sufrimiento». Dicho sea de paso, esto es también lo que le pedimos a Dios en nuestra oración diaria o Amida:» Concédenos curación y ‘alivio’ para todas nuestras enfermedades, todos nuestros dolores y todas nuestras aflicciones».

Nunca debemos dejar de rezarle a Dios, incluso por un milagro. Pero no debemos pensar que nuestras oraciones fueron inútiles si el milagro por el que oramos no sucedió. Debemos creer que nuestras oraciones han ayudado a la persona por la que oramos. Ayudando a aliviar su dolor o de otras formas que posiblemente no podamos imaginar … Es posible, por ejemplo, que el Todopoderoso le haya concedido a nuestros seres queridos un poco más de tiempo con nosotros, gracias a nuestras oraciones. Hace un par de meses fui a visitar a un paciente terminal y los médicos me dijeron que tenía solo unas horas de vida. ¡Pero vivió por más de una semana! El resultado de nuestras oraciones bien podría ser que HaShem obre milagros que quizás son “más pequeños” que una recuperación total, pero que son extremadamente significativos, como extender la vida, (o el estado de conciencia) de un ser querido por unos días, unas horas o incluso unos preciosos minutos. No lo podemos saber. Pero lo podemos creer.

Por último, es posible que HaShem escuché nuestras oraciones, aún luego de que no surtieron el efecto solicitad, las extiendas las canalice según Su Voluntad. Quizás Hashem toma todas las oraciones que oramos por la curación de una joven mujer y las extienda hacia sus seres queridos. No tengo una fuente Bíblica o Rabínica para esta idea. Es una intuición, o un deseo, que todas esas miles y miles de Tefilot sinceras y hermosas que rezamos por una persona fallecida sean utilizadas por HaShem para proteger a sus seres queridos, dar consuelo al esposo, a los hijos, a los desconsolados padres y a toda la familia que sufre con tanto dolor en esos dificilísimos momentos que les tocas vivir.

Esta semana mi comunidad sufrió una gran tragedia con el fallecimiento de una joven esposa y madre de 3 hijos que sucumbió a un cáncer terminal. Ayer escribí una carta en inglés para los miembros de mi comunidad que rezaron día y noche durante el ultimo mes, esperando un milagro que al final no sucedió. Decidí traducir la carta al español y publicarla en esta Halajá of The Day porque creo que el mensaje que contiene trasciende lo personal.

Dedicado a la memoria de Dorina Kalaty z ”l, Esther bat Eliyahu




LEJ LEJA: Halloween y Abraham Abinu

Halloween o “Noche de brujas” es una festividad que se celebra en EEUU y otros países del mundo la noche del 31 de Octubre. La gente se disfraza, pone zapallos y velas en las puertas de la casa y los niños salen a pedir golosinas.  Aparentemente, esta inocente celebración no tiene nada de malo. Y como es tan atractivo disfrazase y recibir dulces de regalo, muchos padres judíos permiten o incluso motivan a sus hijos a celebrar Halloween. Es por eso que decidí informarme un poco más sobre este tema y explicar los orígenes de Halloween. Para mostrar que aunque hoy en día su celebración no está orientada de manera directa hacia el paganismo, Halloween tiene muchos  —¡demasiados!— elementos relacionados con la idolatría.

LA EXPLOTACION DEL MIEDO

Maimónides explica en el primer capitulo de Aboda Zará que la cultura de los ritos de la idolatría fueron concebidos por los sacerdotes paganos –charlatanes y demagogos profesionales– para su propio beneficio. La manipulación de las masas era posible  aprovechándose de los miedos de la gente inocente y crédula.  Es por eso que los rituales paganos están siempre asociados a supersticiones, magia y creencias esotéricas. «La muerte» siempre se consideró el misterio más grande por su inevitabilidad y por su a veces sorpresiva llegada.  La vulnerabilidad del ser humano ante el misterio de la muerte y la eterna pregunta sin respuesta «:qué pasa con los que mueren?» ayudaba a que la gente común se prestara a realizar cualquier tipo de rito, sin importar lo irracional o ridículo que fuera, para tratar de evitar o controlar la muerte. En el mundo de la ‘abodá zará las personas muertas — sus espíritus—eran a menudo objeto de temor, reverencia y especialmente culto. Halloween no es la excepción a esta regla. De hecho Halloween , «All-hallow-even» celebra el «día de los muertos «.

EL ORIGEN DE LOS RITUALES DE HALLOWEEN

Halloween tiene su origen en la cultura celta. Los sacerdotes hacían creer a la gente que los espíritus malignos y las almas de los muertos visitaban el mundo de los vivos hacia el final del verano.  Los muertos, según estos sacerdotes llamados también «druidas» , eran más o menos como los «zombis» de Hollywood:  malos y peligrosos. Y sus espíritus regresaban a este mundo enfadados, vengativos y deseosos de reclutar nuevos miembros.

Para darles la bienvenida a los muertos y así apaciguarlos se tallaban calabazas que se asemejaban a sus caras ya desfiguradas por la muerte.  También se encendían velas para iluminarlos y ayudarlos a encontrar su camino en el mundo de los vivos. Por eso en Halloween se colocan velas en el interior de las calabzas. Los gatos eran especialmente importantes en Halloween porque de acuerdo a los druidas los gatos podían oler y advertir la presencia de espíritus invisibles hostiles. Sin embargo, se evitaba (¡y se mataba!) a los gatos negros porque las brujas o los espíritus malignos se reencarnaban en los gatos negros. Los druidas decían que, aparte de los muertos, el mismo diablo se aparecía esa noche, llegado desde el infierno. Las brujas, que también podían reconocer espíritus y espantarlos con su magia, tenían mucho trabajo en Halloween.

TRICK OR TREAT o ¿me da mi calaverita?

Los sacerdotes celtas se disfrazaban con máscaras para hacerse pasar por los muertos o sus representantes. Golpeaban las puertas de las casas y pedían sacrificios humanos para el diablo o para satisfacer a los espíritus vengativos. La única forma de apaciguar a esos espíritus vengativos era entregarles a los druidas algún tipo de compensación, para que nadie muriera. Por siglos, en Irlanda e Inglaterra se entregaba dinero para evitar problemas. Los sacerdotes disfrazados de muertos demandaban comida o algún otro tipo de compensación para no maldecir al dueño de casa y no recomendar al diablo que se lleve su espíritu.  Este es el origen del famoso «trick or treat» que los niños inocentemente dicen cuando tocan la puerta la noche de Halloween. «Trick or Treat» significa literalmente: «O me das un ‘treat‘ , alguna recompensa; o te hago un ‘trick’, un truco de magia destructivo que te va a afectar».

HALLOWEEN Y NUESTROS HIJOS

Como se podrá apreciar en esta breve descripción Halloween parece divertido o inocente, pero está profundamente arraigado a la idolatría más primitiva: el culto pagano a los muertos. Que era una forma de manipular a las masas y abusarse de su inocencia e ignorancia. De alguna manera la mayoría (o todos) los elementos que formaban parte de la antigua celebración pagana de Halloween todavía están presentes en el Halloween de hoy. Por lo tanto, creo que nosotros los judíos debemos evitar participar de Halloween,  activa o pasivamente.

Como nota al margen, y pensando como educador, creo que Halloween es una excelente oportunidad para educar a nuestros hijos sobre la verdadera naturaleza de la idolatría y nuestro deber de mantearnos alejados de ella. ¿Cómo? La idolatría, la mayor ofensa contra Dios, era muy normal en la antigüedad. Los judíos nos opusimos a la falsedad de la idolatría desde el día en que nuestro patriarca Abraham destruyó los ídolos de su padre Téraj. Pero muchas veces resulta difícil explicarles el paganismo y sus abusos, porque la primitiva ‘aboda zará casi que ha desaparecido …  Halloween es una oportunidad para que nuestros hijos identifiquen las supersticiones de ‘aboda zará, comprendan su falsedad y tomen conciencia de la importancia de mantenernos alejados de ella. Así, nos sentiremos más privilegiados aún de ser descendientes de nuestro heroico patriarca Abraham Abinu.




LEJ LEJA: Caminar ante Dios

התהלך לפני והיה תמים

Camina ante Mi con integridad”

ABRAHAM Y NOAJ

Cuando la Torá describe la relación entre Dios y Noaj el texto dice: «ET HAELOQIM HITHALEJ NOAJ», que significa: “Y Noaj caminaba con Dios”. Nuestros Sabios explicaron que esto significa que Noaj se apoyaba en Dios, y el Creador lo rescataba de sus problemas. Noaj obedecía a Dios y dependía de la asistencia Divina. Su mayor aspiración era que Dios lo llevara de la mano , que lo sacara del pozo. Por el otro lado, cuando el texto bíblico describe la dinámica entre Dios y Abraham en la Parashá de esta semana no aparece una relación horizontal. Dios le dice a Abraham “HITHALEJ LEFANAI”, «Camina ante Mi presencia… , o «Camina delante de Mí». ¿Qué quiere decir este texto? Hay varias y muy profundas interpretaciones. Voy a presentar dos opiniones.

VIVIR BAJO SU MIRADA

El texto se puede entender en primer lugar como «Camina ante Mi presencia» es decir, condúcete en tu vida consciente de Mi presencia. Sabiendo que Yo estoy aquí, observándote. Es como lo que el Rey David dijo en Tehilim «SHIVITI HASHEM LENEGDI TAMID», «Tengo a HaShem presente ante Mí, permanentemente» . Esta hermosa interpretación es compatible con el final de ese versículo que dice VEHEYE TAMIM, es decir: «[condúcete] … con integridad«. En otras palabras: en cada paso que des en tu vida, ten presente Mi existencia y dirígete con integridad. Actuar de acuerdo a lo que Dios indica es una forma de promover la idea de Su existencia. Actuar bien, con honradez, con nobleza y generosidad, cuando los demás saben que uno se guía por instrucción Divina, surte un efecto de «admiración» y un deseo e imitación de esa conducta. A esto se lo llama en hebreo «Kiddush HaShem», santificar Su nombre, es decir, elevar la reputación del Creador a través de nuestro proceder.

AYUDAR A VER

Hay otra interpretación que no es menos profunda ni menos hermosa. Estas palabras también se pueden traducir como que Dios lke dice a Abraham: «Camina delante de Mí» como cuando una persona le dice a otra:»Tú camina adelante que yo te sigo…” Pero ¿qué puede significar que Abraham debe caminar adelante de Dios? Un Midrash dice Dios le pide a Abraham que vaya adelante de Él para mostrar al mundo la presencia de Dios. Como un sirviente que en la noche va adelante del carruaje real iluminando con una lámpara la presencia del Rey, para que sus súbditos lo puedan ver. Pero demostrar la existencia de Dios no es tarea fácil…

IDOLATRIA Y DEMAGOGIA

La primera misión de Abraham era mostrarle a la humanidad que la Abodá Zara, la idolatría, era falsa. Que, como explica Maimónides, los líderes religiosos de la idolatría habían inventado todos esos ritos y creencias para controlar y manipular a sus súbditos con miedos y fetichismo. Esos eran simplemente charlatanes que usaban las supersticiones –que ellos mismos habían inventado– para dominar y tener poder. Cuando Abraham denunció la falsedad de la idolatría se ganó muchos enemigos como el rey Nimrod. Abraham había convencido a la gente que a Dios no se lo puede ver, y que era absurdo representarlo por ídolos, pero ahora tenía que hacerles entender que aunque no se lo puede ver, Dios existe, y es omnipresente (está en todos lados). Los ojos físicos no alcanzan. Abraham enseñó que para «descubrir» al Creador tenemos que observar la Creación y recuperar nuestra capacidad de asombro.

¿EVOLUCION O CREACION?

Abraham también demostraba la existencia de Dios practicando el jesed, la benevolencia. Abraham se dedicaba a albergar huéspedes en su tienda, ofrecía sombra, agua y comida a gente que ni siquiera conocía. Y cuando le agradecían por su hospitalidad Abraham les decía: «No me agradezcan a mí», nebarej sheajalnu misheló, «Bendigamos al Altísimo, a Dios que nos proveyó esta comida». Practicar el bien es una forma de expresar nuestra creencia en Dios. ¿Por qué? Porque si no existe un Creador, si solo somos animales evolucionados, entonces debemos guiarnos por la ley elemental de la naturaleza: «la supervivencia del más apto». Como decía Nietzsche (y como hicieron los Nazis): Tener misericordia por los más débiles te hará más débil a ti. El hombre sin Dios debe utilizar todos sus medios y esfuerzos para hacer más fuerte al que ya es fuerte y no desperdiciar sus esfuerzos en ayudar a los débiles. Por el otro lado, el jesed, hacer el bien desinteresadamente, solo se justifica cuando afirmamos que la creación es Divina, y que el Creador es el «Padre» de la humanidad, y como un padre que ama a sus hijos, espera que nos preocupemos unos por los otros.

MISIONES IMPOSIBLES

Abraham tiene varias misiones difíciles: 1. Vivir, pensar y actuar con integridad de manera que su comportamiento refleje la existencia de Dios. 2. Iluminar intelectualmente a la humanidad para desplazar las mentiras de los oportunistas y ayudar a los demás a descubrir al Creador 3. Hacer el bien y comportarse con integridad hacia los demás, es la mejor manera de llevar a la práctica la creencia en Dios.




Los últimos días de Donald Trump

¿QUÉ HICIERON LOS NAZIS EN SUS ÚLTIMOS DÍAS?

Una de las películas más impactantes que he visto se llama «Los últimos días» de Steven Spielberg, un documental donde 5 sobrevivientes hablan acerca del exterminio de los judíos húngaros durante la Shoah. En mayo de 1944 comenzó la deportación de los judíos de Hungría a Auschwitz. En solo ocho semanas, más de 420.000 judíos fueron deportados y asesinados. Las cifras y la velocidad a la que se llevó a cabo esta masacre es absolutamente incomprensible. En un día normal, había tres o cuatro trenes, con entre 3.000 y 4.000 personas en cada tren. Cada día llegaban unos 12.000 judíos a los campos de exterminio. Winston Churchill dijo sobre los judíos húngaros que sufrieron “… probablemente el crimen más grande y horrible que jamás se haya cometido en toda la historia del mundo …». ¿Por qué la película se llama «Los últimos días»? Al comienzo del documental unos historiadores explican que Hitler quería llevar a cabo el exterminio de la población judía de Hungría a pesar de saber acerca de la alta probabilidad de que Alemania fuera derrotada en esa etapa de la guerra; y en lugar de desplegar más tropas para reforzar los frentes donde estaba perdiendo, en “Los últimos días” del Tercer Reich, el genocidio de judíos fue la prioridad para los nazis.

PAZ: SOLO EN TUS SUEÑOS

Los judíos hemos estado rezando por la paz desde el principio de los tiempos. Vivir en paz es nuestra mayor aspiración. La Torá menciona la paz como el objetivo máximo de la bendición sacerdotal (Birkat Kohanim). “Bendícenos con la paz” es el contenido de la bendición final de la oración más importante, la Amida. Nuestra máxima aspiración para los tiempos mesiánicos no es el «dominio mundial» o la «conversión masiva» como sucede en otras religiones. El mayor milagro al que aspiramos, es vivir en paz con las naciones vecinas, aquellas que siempre vieron a Israel como una valiosa presa que hay que destruir. Maimónides explica que este es el significado de la famosa profecía del profeta Yesha’ayahu 11: 6: וגר זאב עם כבש ונמר עם גדי ירבץ. «El lobo vivirá en paz con el cordero; y el leopardo y el cabrito juntos pastarán …», significa que los depredadores (= las naciones que buscar destruir a Israel) y la presa (= Israel) vivirán juntos y en paz. Pero la paz con nuestros depredadores / enemigos siempre pareció una utopía irrealizable. Un ideal imaginario que siempre estuvo más allá de nuestros sueños.

LO SIENTO AL RESPIRAR…

Y sin embargo ahora, milagrosamente, la paz se está gestando. Lo que está ocurriendo entre Israel y los países árabes es una de las mayores maravillas de nuestro tiempo. Deberíamos estar llamándonos por teléfono durante todo el día con un asombro sin fin y no hablar de otra cosa que no sea los nuevos tratados de paz entre Israel y el mundo árabe. Deberíamos escribirlo en el cielo, con una flotilla de aviones, y con un gran signo de exclamación que diga “¡La paz por la que tanto rezamos durante siglos, finalmente está aquí!”.   Me parece que nosotros, los privilegiados protagonistas de este milagro, no nos damos cuenta del alcance de lo que se está desarrollando frente a nuestros ojos. En quizás una de las ideas más profundas que capturan la complejidad de la psicología humana nuestros rabinos afirmaron que “en ba’al hanes makor benisó, “nuestras mentes no nos permiten apreciar los milagros mientras suceden”. Tal vez porque los milagros, inalcanzables, se visualizan con nuestra imaginación. Pero cuando finalmente suceden los procesamos con nuestra lógica, que los muestra como parte de una realidad realizable, y no como un milagro.

EL PRESIDENTE TRUMP

Lo que está sucediendo con el presidente Donald Trump es absolutamente increíble, milagroso. Me encanta leer historia, y la historia de nuestro pueblo es mi gran pasión. Y puedo decir con mucha seguridad que no ha existido en la historia un líder político no-judío que haya hecho tanto por el pueblo judío como Donald Trump. Cuando recuerdo la larga lista de cosas que hizo por Israel no puedo dejar de pensar en la bendición que decimos en Purim luego de leer la Meguilá: HARAB ET RIBENU en la cual agradecemos a Dios por “luchar nuestras luchas; enfrentar a nuestros enemigos y hacer justicia con todos aquellos que buscan destruirnos”Donald Trump ha hecho exactamente eso: ha defendido al pueblo judío en las Naciones Unidas; se ha opuesto a los infames grupos antisemitas internaciones que se disfrazan de defensores de derechos humanos; ha suspendido los fondos de aquellas organizaciones que alientan el terror contra Israel como UNRWA; ha dejado en la debacle económica a países como Irán que buscan destruirnos; ha desenmascarado a los líderes palestinos, mostrando que no quieren la paz sino el conflicto; y ha forjado la paz con países que fueron históricamente hostiles hacia Israel… etc., etc,. Y ahora, este viernes, Sudán.

SUDAN

Lo que ocurre con Sudan es realmente atípico. ¿Por qué? Porque los Emiratos o Bahrein, si bien no mantenían relaciones diplomáticas abiertas, nunca estuvieron en guerra contra Israel. Sudán, sin embargo 1. Participó en la primera guerra contra Israel, en 1948, enviando 6 divisiones de su ejército a luchar contra nuestro incipiente estado judío. 2. En 1967 la famosa declaración de la “Liga de Naciones Árabes” con los 3 famosos NOS: «NO a la negociación, NO al reconocimiento y NO a la paz con Israel», se firmó en Khartum, la capital de Sudán. En 2106 Sudán era uno de los enemigos más peligrosos de Israel. Asistía militarmente a Irán y ayudaba a contrabandear armas a los terroristas palestinos de Gaza.  

LOS ULTIMOS DIAS DE TRUMP

Según los últimos sondeos, es muy posible que el presidente Donald Trump pierda las elecciones presidenciales. Personalmente, yo no lo creo (o no lo quiero creer…). Pero de cualquier manera, hay que aceptar la posibilidad de que estos sean “Los últimos días” de Trump como presidente de los EEUU. Y en los últimos días, donde Trump tiene tantos frentes abiertos y tantos enemigos en su contra, sus gestiones diplomáticas parecen están milagrosamente enfocados en “Israel”, en lograr que más países firmen la paz con el estado judío: Arabia Saudita, Omán, Marruecos, están en la lista de espera de la paz (quien suponga que esto le va a dar al presidente Trump alguna ventaja electoral, no conoce este país…). Y el viernes mientras me informaba acerca de la paz con Sudan y leía las últimas encuestas electorales me vino a la cabeza la tristísima idea de que estos podían ser “los últimos días” de este increíble presidente. Y sin quererlo, me emocioné hasta las lágrimas porque me acordé del documental y no pude evitar la comparación entre los dos extremos más radicales que puedan ser concebidos… Para apreciar mejor lo que hace Trump no hay que olvidar lo que hizo el presidente Obama literalmente, en sus últimos días como presidente norteamericano: mandó miles de millones de dólares en cash al peor enemigo de Israel, Irán; y en una acción sin precedentes, se encargó de que EEUU no vetara las resoluciones en la ONU que acusaban a Israel de ser la «potencia ocupante» en Yerushalayim.

TRUMP Y CIRO

El Tanaj, la Biblia hebrea, concluye con la declaración de otro gran benefactor de Israel: Ciro (Koresh), el primer emperador Persa, que auspició el regreso de los judíos a Israel y ayudó a financiar la construcción del Segundo Bet haMiqdash en Yerushalayim. Allí dice el pasuq: HASHEM HE’IR ET RUAJ KORESH MELEJ PARAS” “HaShem, el Eterno, despertó / movilizó el espíritu de Koresh, rey de Persia… “. No tengo duda que tal como sucedió con Koresh, es el Creador quien anima el espíritu de este gran presidente. Y que debemos estarle infinitamente agradecidos por estar viviendo estos hermosos momentos (¿mesiánicos?) que anticipan tiempos “sin precedentes” de paz y prosperidad para nuestra querida Medinat Israel.  

Rab Yosef Bitton




El Rab Obadiá Yosef z’l, a 7 años de su fallecimiento

PASION POR EL ESTUDIO Hoy se conmemora el séptimo aniversario de la muerte del Rab Obadiá Yosef z”l, fallecido a la edad de 93 años. El Rab Obadiá no solo fue el más ilustre Rabino principal de Israel (Rishon LeTsion), sino también el rabino que lideró a los sefardíes en Israel y la diáspora a recuperar sus costumbres y tradiciones. La pasión del rabino Obadiá Yosef fue el estudio de la Tora. En particular, los aspectos legales del judaísmo (halajot). La jurisprudencia judía es una disciplina muy compleja. Y hay que leer y recordar muchísimos libros, algunos de tamaño enciclopédico, para llegar a ser un maestro en este campo. El rabino Yosef estaba dotado de una memoria prodigiosa que le permitía citar de memoria miles de opiniones, análisis y fallos rabínicos. Pero sus excepcionales talentos mentales no hubieran sido suficiente sin la dedicación ininterrumpida al estudio de la Torá. Recuerdo que su hijo, el rabino Ya’aqob Yosef z «l, con quien estudié por 2 años en Yerushalayim, nos dijo que su propia pasión por estudiar Tora comenzó cuando vio a su padre meciendo suavemente la cuna de uno de sus hermanos pequeños con una mano, mientras sostenía y leía un libro de Torá con la otra.

LA IMPORTANCIA DE UN BUEN MAESTRO Desde una edad muy temprana, el rabino Obadiá Yosef mostró los dos signos más importantes de una gran luminaria de la Tora: una pasión por el estudio de la Tora y una memoria excepcional. Pero eso no era suficiente en la década de 1930 en Israel. En esos días de depresión financiera, la situación económica del mundo era caótica e Israel (en esos días: Palestina) obviamente no era la excepción. La familia Yosef no podía permitirse tener un hijo fuera del mercado laboral. Durante un tiempo, al joven Obadiá Yosef se le permitió estudiar en la Yeshibá sefaradí más prestigiosa, Porat Yosef, en la Ciudad Vieja de Jerusalem. Pero al poco tiempo se vio obligado a dejar sus estudios y trabajar en la tienda de su padre en “shejunat habujarim” en Jerusalem. La Yeshiva Porat Yosef estaba dirigida por un gran rabino nacido en Aleppo, Siria, Ezra Attie z”l (1887-1970) quien además de ser un hombre muy piadoso y uno de los más grandes eruditos de la Torá de su generación también tenía la habilidad de identificar el potencial intelectual y las cualidades de liderazgo en sus alumnos. Durante el poco tiempo que el rabino Yosef estudió en Porat Yosef, el rabino Attie identificó su carisma, su mente brillante y su carácter positivo. Y cuando se enteró que el joven Obadiá tenía que dejar sus estudios para salir a trabajar se puso muy triste. Pero no se rindió e hizo lo inesperado. El rabino Attie se acercó al padre del rabino Yosef y le rogó que dejara que el niño regresara al Yeshibá. Le dijo a su padre: «Si usted necesita ayuda en la tienda, yo me quedaré aquí y trabajaré para usted gratuitamente. Mantenerme alejado del estudio de Torá importa menos que mantener alejado a su hijo». El padre del rab Yosef no pudo decir que no. Y al darse cuenta del potencial de su hijo como un gran estudioso de la Torá, le permitió volver a la Yeshibá. Este fue probablemente el punto de inflexión más importante en la vida del rabino Yosef.

REGRESAR LA CORONA A SU ORIGEN

Lo que caracterizó al rabino Yosef como líder de los judíos sefardíes fue el coraje de reclamar las voces sefardíes halájicas del pasado como vinculantes en el presente. No fue una tarea fácil, considerando que en su momento tuvo que desafiar abiertamente a otros líderes rabínicos que también alegaban representar el auténtico enfoque sefaradí. La contribución principal del rab Obadiá fue quizás la restauración del rabino Yosef Caro (1488-1575) y su Shulján ‘aruj como la máxima autoridad para los judíos sefardíes en Israel ya que «Quibalnu Horaot Maran» , históricamente, los Sefaradim, aceptamos guiarnos por los fallos del rabino Yosef Caro, y nos comprometimos a hacer ni menos ni más de lo que en su libro se establece.

¿BEN ISH JAI o SHULJAN ARUJ?

Unir a los judíos sefaradíes de Israel alrededor del Shulján Aruj fue uno de los principales objetivos y logros del rabino Obadia Yosef z ”l. Los judíos sefaradíes venían a Israel de muchos países diferentes (Marruecos, Algeria, Libia, Siria, Egipto, Irán, etc.) y traían consigo múltiples costumbres locales, y en muchos casos, estas prácticas eran más estrictas de lo que la ley judía requiere. Pésaj es un buen ejemplo de estas restricciones adicionales. Los judíos del Marruecos español, por ejemplo, solían cubrir la mesa del comedor con siete manteles. Nadie se atrevía a comprar azúcar o aceite común para Pésaj. Y muchos buscaban hasta productos de limpieza que estuvieran certificados Kosher para Pésaj, etc. El primer libro publicado por el rabino Obadiá Yosef fue Jazón Obadiá, un libro sobre las leyes de Pésaj, que cuando se publicó por primera vez en los años 50 fue revolucionario. Debido a que el rabino Yosef indicaba a sus seguidores a renunciar a las restricciones adicionales (dictamindas en el Ben Ish Jay, o por minhaguim locales) que para el Rab Yosef no eran aplicables en Israel, donde el rab Yosef caro era la autoridad final. Algo muy similar sucedió con las leyes de Nidda (pureza familiar), las leyes de Shabbat, y hasta Kashrut, solo por mencionar algunos ejemplos conocidos. Recuerdo que una vez tuve una reunión privada con el Rab Yosef y le pregunté sobre el alcance Halájico de las reglas del Ari haQadosh y me dijo sin ambigüedades que son aplicables “solo en el campo de la liturgia”, Tefilá, o “como práctica privada”, en todo lo demás nos regimos por el Shulján Aruj.

¿SEFARADIM O ASHKENAZIM? Parte de su visión era facilitar la práctica del judaísmo, algo que él vio como un principio muy necesario para nuestros días modernos. En la década del 50 el Rab Obadiá fue criticado por muchos rabinos, Ashkenazim y Sefaradim, que lo rechazaban como autoridad Halájica válida. En los años 60 y 70, muchos consideraban que sus opiniones eran demasiado «liberales». Otra de las razones por la cual muchos Sefaradim habían abandonado su tradición milenaria fue que el sistema educativo judío en esos tiempos —las escuelas judías y especialmente las Yeshibot— era predominantemente Ashkenazí, y la tradición halájica sefaradí estaba literalmente en peligro de extinción. Pasaron décadas hasta que su voz se convirtió en la máxima e indiscutida autoridad de las comunidades sefaradíes del mundo entero.

Rab Yosef Bitton