BEDIQAT JAMETS : La última inspección de Jamets

BEDIQAT HAMETS
Ya hemos explicado las prohibiciones bíblicas de mantener cualquier producto comestible Jamets en nuestra posesión o en nuestras propiedades. Para observar esta regla bíblica primero limpiamos nuestras casas, eliminando de las mismas cualquier alimento Jamets que encontremos. Luego, por lo general durante la noche antes de la noche del Seder después del anochecer (tset hakojabim) se procede a realizar la bediqat Jamets, es decir, la inspección final para buscar cualquier alimento Jamets (que sea o posea algún producto o derivado de estos granos: trigo, cebada, avena, espelta, centeno) que pueda haber quedado en nuestra propiedad después de la limpieza.

Este año, como la víspera de Pesaj cae un Shabbat (sábado) la última inspección del Jamets se hará el jueves anterior, es decir, jueves 25 de Marzo de 2021, al anochecer.

¿Cómo hacemos la bediqat Jamets?

Con la ayuda de una vela o una linterna, buscamos en todo lugar de nuestra casa donde podríamos haber traído, comido o almacenado algún tipo de alimento Jamets.  Debemos buscar muy especialmente en la cocina y en todos los espacios de almacenamiento de alimentos como la despensa, el refrigerador, el congelador o freezer y todos los otros lugares en los que por lo general se guarda comida. En la Bediqat Jamets estamos buscando especialmente «comida» Jamets (galletas, pasta, alimentos congelados, sopas en polvo, alimentos de bebe, cereales, latas de cerveza, una botella de whisky, vodka de grano, bebidas de fibra, dulces, golosinas, etc.) que podríamos no haber detectado durante el proceso de limpieza.

Debemos buscar también en nuestros coches, ya que no es inusual comer o llevar  comida en el carro. Los automóviles deben ser lavados y limpiados antes, en preparación para la bediqa. También debemos inspeccionar nuestra oficina o lugar de trabajo, porque a menudo se trae comida o aperitivos allí.

PESAJ FUERA DE CASA
Cuando una familia va a pasar Pésaj fuera de la ciudad, la última inspección de Jamets (bediqa) en la casa de la familia se deberá realizar la noche antes de salir de casa. Si ese día es antes del Jueves 25 de Marzo , no se deberá recitar la berajá antes de la bediqa. El Jamets encontrado deberá eliminarse, como se explicó ayer.

La noche de la bediqa, el jueves 25 de marzo, la familia deberá buscar  e inspeccionar el Jamets en la casa o en la habitación del hotel donde se encuentran alojados para Pésaj. Esta vez se deberá recitar la berajá antes de la inspección.




¿Vender o no vender el Jamets?

Ya explicamos que, aparte de la prohibición de consumir Jamets, tampoco puede quedar Jamets «en nuestra posesión» durante Pésaj.  La «posesión» es un asunto legal y abstracto: por lo tanto si hay algún alimento Jamets, digamos en la casa de una persona no judía, pero que me pertenece, estaría incurriendo en la violación de un mandamiento bíblico. Por el otro lado, si una persona no-judía guardara su Jamets en un lugar cerrado en mi casa, yo no estaría violando ningún mandamiento.
 
EL CONTRATO DE COMPRA-VENTA
Esta es la base teórica de lo que se llama hoy MEJIRAT JAMETS, la venta del Jamets. Y funciona más o menos así:  las comunidades judías organizan un sistema de venta del Jamets por el cual los miembros de la comunidad firman un «poder de venta» asignando al rabino como su representante legal para que éste pueda vender el Jamets a una persona no judía. En la víspera de Pésaj antes del mediodía, el rabino, como apoderado de todos los vendedores firmantes, «vende» el Jamets condicionalmente: el comprador paga un adelanto por el total de la mercadería y a partir de ese momento, de acuerdo al contrato, el comprador se transforma en el dueño del Jamets de todos los que firmaron el «poder». El contrato estipula que si al terminar Pésaj, el comprador no paga el balance, entonces automáticamente el Jamets vuelve a pertenecer a los vendedores.  Al terminar Pésaj, el comprador no paga el balance y el Jamets vuelve a pertencer a su dueños originales.
 
 
UN POCO DE HISTORIA
El Talmud, la principal obra rabínica Halájica, no contempla la venta del Jamets como una de las posibilidades normales para deshacerse del Jamets. De hecho establece que el Jamets debe ser físicamente eliminado o retirado de nuestras propiedades. Uno también puede regalar, o incluso vender su Jamets a una persona no judía, pero, a través de la entrega de mano en mano del alimento Jamets, a las manos del comprador (en hebreo «meshijá»). En estos casos, no se espera que al final de Pésaj, los productos Jamets vuelvan a su dueño original.   Los Rabinos también concibieron una excepción: en la Toseftá se habla de una situación de fuerza mayor, un judío que lleva su mercadería Jamets en un barco, el barco se atrasa y no va a llegar a puerto antes de Pésaj. En esta situación se autoriza una venta «condicional» de este tipo, sabiendo que la mercadería Jamets será restituida a su dueño, para evitar sufrir una perdida económica muy significativa.     Por siglos, los rabinos utilizaron el caso de la Toseftá para autorizar esta venta condicional del Jamets en casos comerciales: un comerciante que se dedica a la venta de alimentos, y para el cual deshacerse el Jamets podría significar un perjuicio económico muy significativo. El Rab Melamed explica que en Europa este tipo de «licencia» se hizo más popular a partir de siglo 17, porque muchos judíos se dedicaban comercialmente la producción de bebidas alcohólicas, como whisky o cerveza.
 
 
3 OPINIONES SOBRE LA VENTA  JAMETS
En los últimos años la venta del Jamets se popularizó más allá del ámbito comercial.  Sin duda porque el sistema tiene muchas ventajas, ya que uno no debe deshacerse de todo Jamets, simplemente, guardarlo en un lugar cerrado hasta el final de Pésaj, y firmar el poder para que el rabino lo venda.   Este tipo de venta de Jamets es totalmente legal y aceptado, siempre y cuando se haga a través de un rabino responsable, y que conoce los pormenores del contrato de compra venta.
 
Ahora bien, como en todos los temas Halájicos, el tema de la venta del Jamets, si bien es la opinión que hoy en día sostienen la mayoría absoluta de los Rabinos,  no goza de un consenso «total».   Digamos que hay otras dos opiniones que adoptan una posición un poco mas estricta.
 
La segunda opinión, que cada vez adquiere más consenso entre los rabinos, es que sólo se debe incluir en la venta del Jamets artículos que poseen «algún elemento Jamets en su composición» (ta´arobet jamets) por ejemplo, bebidas alcohólicas (ze’a be’alma), sopas en polvo que puedan tener algo de harina, suplementos vitamínicos que puedan tener fibras de grano, alimentos que poseen gluten, etc. pero no debe incluirse en la venta comidas que son «totalmente Jamets»: pan, galletitas, pastas, etc.
 
La tercera opinión, la más estricta, sostiene que no debe venderse ningún tipo de Jamets de esta manera, ya que esta venta, si bien es legal, es ficticia (en hebreo ha’aramá), ya que al no haber trasferencia de mercadería de mano en mano, es obvio que la actual compra-venta no se va a ejecutar. Y este tipo de venta fue autorizada sólo para una situación de fuerza mayor o cuantiosas pérdidas. Personalmente, yo sigo esta opinión porque quiero conservar la tradición de los judíos Sefaradim que no practicaban  la venta de Jamets, sino que simplemente se deshacían de su Jamets antes de Pésaj, en conformidad con la Mitsvá de «tashbitu», como ya lo explicamos ayer (ver aquí).  Esto implica varios preparativos previos: por ejemplos, 1. Que unas semanas antes de Pésaj no se compren o acumulen alimentos Jamets. 2. No tener botellas de whisky, vodka, cerveza, etc., ya que contienen Jamets.    Mi experiencia me dice que la mayoría de la gente que opta por vender el Jamets, lo hace para evitar tener que deshacerse de sus bebidas alcohólica
 
Como en muchas situaciones Halájicas, también aquí hay opciones y situaciones diferentes. Creo que en este caso las variantes son:
1. Si la perdida económica potencial es significativa (hefsed merubé) o no, lo cual es algo que sólo uno lo puede determinar
2. Las costumbres de cada comunidad. Las comunidades Ashkenazim suelen ser más liberales en este tema, basándose en la opinión del Jatam Sofer (1762-1839), que en este caso valida una venta legal, aunque sea ficticia, es decir, cuando sólo existe un contrato pero la mercadería no es ni será transferida de vendedor a comprador.
 
Como regla general, y para una decisión final, uno debe consultar con el Rabino de su comunidad .  
 
También hay quienes optan por vender el Jamets, aunque no tienen artículos Jamets de alto valor, por falta de información. Muchos piensan por ejemplo, que TODO lo que hay en la casa es o puede ser Jamets, y cuando uno piensa así, obviamente, la única opción es vender el jamets de esta manera.  Como este tema es un poco largo, voy a presentar a continuación algunos links con información complementaria que explica los pormenores de la tercera posición Halájica, la de no vender el Jamets, que es la menos conocida, con el ánimo de informar a los lectores.
 
Haga click aquí para para saber qué alimentos son o pueden contener  Jamets y otros detalles al respecto.
 
Presentamos aquí un resumen en español del artículo del Rab Eliyahu Zini explicando su opinión Halájica sobre la venta de Jamets.
 
Éste es el artículo completo del Rab Zini (hebreo, recomendado para talmidé Jajamim)
 
VER ESTE NUEVO ARTICULO (2019) de una periodista Israelí (hebreo)



El rol de las mujeres en la salida de Egipto

DESOBEDIENCIA DEBIDA
Los sabios se preguntaron: ¿cómo fue posible abandonar Egipto? Egipto era un país con una altísima población de esclavos permanentemente vigilados. Era como estar en una prisión de alta seguridad o en un campo de concentración, de donde no se puede escapar con vida.   La respuesta parece ser muy simple: gracias a la intervención milagrosa de HaShem, nuestro Dios y, por supuesto, Moshé y, en cierta medida, Aharón, su hermano. Pero para nuestra sorpresa los Sabios del Midrash formularon una respuesta diferente: בזכות נשים צדקניות נגאלו ישראל ממצרים  «Fue por el mérito de las mujeres virtuosas que el pueblo judío fue liberado de Egipto».  Para comprender la lógica absoluta, y la belleza, de esta afirmación, debemos abrir la Torá y leer Shemot (Éxodo) 1:15 a 2:10 . En este texto, leemos la orden del Faraón a las parteras de matar a los bebés judíos. Estas dos mujeres, Shifra y Puah representan el primer ejemplo registrado en la Biblia, y creo que en la historia de la humanidad, de desobediencia civil. La Tora declara claramente que fue gracias al coraje de estas mujeres que los judíos no desaparecieron y pudieron multiplicarse y sobrevivir.

LA MADRE, LA HIJA Y LA MADRE ADOPTIVA
La Torá también nos cuenta sobre otras tres mujeres de gran coraje y valor, que tuvieron un rol fundamental en la salida de Egipto.  La madre de Moshé, Yojebed, que decidió tener un hijo a pesar del decreto del faraón de asesinar a todos los niños judíos recién nacidos. Cuando ya no era posible ocultar a su hijo, Yojebed colocó a su pequeño bebé en una canasta. Y esa canasta fue encontrada por la propia hija de Faraón, quien en un segundo y muy valiente acto de desobediencia civil contra su propio padre, rescató al bebé judío y lo adoptó como su propio hijo. La Torá también menciona a otra mujer, Miryam, la hermana de Moshé, que se quedó observando la canasta que llevaba a su hermano pequeño a través del Nilo y cuando la hija del Faraón rescató al pequeño Moshé, ella le sugirió a la hija del Faraón que consiguiera una mujer hebrea –la madre de Moshé–para amamantar a su hijo adoptivo. Moshé fue amamantado y criado por su propia madre durante los primeros años de su vida y así supo de su identidad judía. Cada una de estas tres valientes mujeres desempeñó un papel crítico y fundamental, directo o indirecto, en la liberación del pueblo judío de Egipto.

LA GRAN PREGUNTA
También hay un hermoso Midrash que pregunta: ¿Cómo se les ocurrió a los hijos de Israel rezar por su liberación? En otras palabras: ¿cómo se dieron cuenta de que eran esclavos, en una sociedad donde todos eran esclavos? La pregunta parece absurda. A menos que recordemos la cueva de Platón. Si una persona nace, crece y vive toda su vida en la profundidad de una cueva oscura, nunca sabrá lo que es la «luz». Pero tampoco sabrá lo que es la oscuridad. Ya que el reconocimiento de la oscuridad solo es posible cuando uno conoce la luz. Sin conocer la luz, la oscuridad se convierte en la condición natural de la existencia. Los esclavos judíos nacieron, se criaron y vivieron durante varias generaciones en la esclavitud (140 años, según Maimónides). ¿Cómo fue posible, entonces, que se les haya ocurrido aspirar a la libertad?

HÉROES ENTRE NOSOTROS
También en este caso, el Midrash le concede el crédito principal a las esposas. Los sabios explicaron que todos los días, las mujeres judías iban al Nilo y recogían pequeños peces que se acumulaban en la orilla del río. Con una parte preparaban una sabrosa comida y con el resto hacían un bálsamo especial. Por las tardes, las esposas iban a ver a sus esposos a los sitios de construcción, ya que los egipcios, deliberadamente, no los dejaban regresar a sus hogares para evitar el crecimiento demográfico. Las mujeres se preparaban en su casa, embelleciéndose lo mejor que podían frente a unos espejos de cobre. Cuando se encontraban con sus maridos, les frotaban la espalda castigada por el sol y el látigo con el bálsamo que habían preparado. Luego, le servían a sus maridos la sabrosa comida que habían  preparado y pasaban la noche junto a ellos, sin que los egipcios las vieran, en los campos de manzanos.

VER LA LUZ
Mientras que los amos egipcios hacían todo lo posible para humillar y deshumanizar a los judíos, quebrando sus espíritus, y haciéndoles sentir que estaban condenados a ser esclavos de por vida, las mujeres judías duplicaron sus esfuerzos para inspirar en sus esposos un sentimiento de dignidad. Estuvieron a la altura de este tremendo desafío e hicieron todo lo posible para hacerles sentir que NO eran esclavos sino «hombres de familia», y que podían ser felices y afortunados. En otras palabras: las esposas judías inspiraron a sus esposos a ver la luz en la oscura cueva. Para que así entendieran que la esclavitud no era la «nueva normalidad». Fue este noble y valiente esfuerzo de las mujeres de Israel lo que impidió que los hombres judíos se resignaran  a su condición de esclavos, como sucedió con todos los demás pueblos esclavizados. Fue gracias a las virtuosas mujeres de Israel, su coraje y su sabiduría para fortalecer nuestros espíritus en los momentos más difíciles de nuestra historia, que nuestra libertad de Egipto fue posible.

Dedicado a mi hija Orit y a su esposo, Dr Adam Harari, en ocasión del Berit Milá de mi nuevo nieto Yosef Yaakob Harari




Purim, Ucrania, y la solución final al problema judío

LA SENTENCIA DE MUERTE 

Purim tuvo lugar en el año 474 a.e.c., lo cual corresponde  año 12 de Ajashverosh. Todos los judíos del mundo vivíamos en ese entonces bajo un mismo techo político: el imperio Persa. Los judíos estaban diseminados por todo el imperio y se dedicaban con mucho éxito al comercio internacional. Pero ahora, que habían sido sentenciados a muerte todo el pueblo judío iba a ser eliminado del planeta. Y el mundo sería Judenrein, «libre de judíos»,   la “solución final” con la que soñaban los nazis י»ש.   El método de Hamán para asesinar a los judíos consistía en incentivar a los asesinos a matar a sus vecinos y conocidos judíos. Asegurándoles que, de acuerdo a la ley, los ejecutores NO sufrirían ninguna consecuencia por sus crímenes y encima podrían quedarse con los bienes de los judíos que matasen.   Y el ejército imperial, así parece, estaría del lado de los represores, impidiendo que los judíos pudieran defenderse. Todo esto está expresado directa o indirectamente en el edicto que Hamán firmó y envió en nombre del rey Ajashverosh.  El decreto establecía que el genocidio de los judíos, la mega-ejecución de cientos de miles de judíos, incluyendo los cerca de 50,000 judíos que vivían en Israel (que también pertenecía al imperio Persa) se llevaría a cabo el 13 de Adar de ese año.  Las cartas que contenían el edicto real fueron enviadas 11 meses antes, el 13 de Nisán. Luego de que Ester y Mordejai desbarataron el siniestro plan de Hamán y el malvado ministro persa fuera ejecutado , se enviaron nuevas cartas oficiales anunciando que los judíos podían defenderse de sus enemigos. Estas cartas fueron despachadas el 23 de Siván, es decir, 70 días después que se enviaron las primeras cartas.   

¿PODIAN ESCAPAR LOS JUDIOS? 

Uno de los temas que más cuesta visualizar en la historia de Purim es lo que tiene que haber pasado con los judíos una vez que escucharon su sentencia de muerte, durante esos 70 días de terror, hasta que llegó la nueva decisión del rey. Los Midrashim cuentan que muchos vecinos gentiles se deleitaban mostrando sus cuchillos afilados a las pobres madres judías, advirtiéndoles que con esas armas iban a matar a sus pequeños hijos. El Midrash también explica que los represores celebraban por anticipado la masacre y se repartían por anticipado los bienes y las posesiones de los judíos. El rab Yom Tob Tsahalón (1559 -1619) en su libro leqaj tob dice —cuando se refiere a la urgencia de Mordejai por anular el decreto de Hamán, a pesar de que faltaban 9 meses para su implementación— que los judíos habían sido “detenidos” o “esclavizados” ( משועבדים) con la colaboración del ejército imperial, para evitar que pudieran escapar del imperio o liquidar sus bienes, o salvar sus vidas antes del 13 de Adar.   Pensando en la Europa de 1940-1945 no es difícil imaginar los “campos de detención” donde concentraban a miles de judíos a la espera del día de su ejecución. Los Yehudim no podían hacer nada más que rezar y esperar un milagro, que al final ocurrió.   El Rab Tsahalon menciona también una opinión que dice que los enemigos de los judíos habían comenzado a matar a los judíos ni bien recibieron el edicto, interpretando la palabra «velo ya’abor» como que estaban autorizados a matar judíos «hasta» el 13 de Adar.   

¿QUIÉNES ERAN LOS ENEMIGOS DE LOS JUDÍOS? 

El rab Abraham Saba (1440-1508) en su libro Eshkol haKofer sugiere otra teoría: para asesinar a los judíos Hamán reclutó a su propio pueblo, los Agaguitas, descendientes étnicos de Amaleq. Estos primeros “antisemitas” concebían, al igual que los nazis, que su misión existencial era destruir al pueblo judío.  Los Agaguitas se transformaron así en el brazo ejecutor de su máximo representante: Hamán.   El Rab Saba explica que una vez que Hamán fue ajusticiado por traición, por haberle ocultado al rey los detalles de su diabólico plan, todos aquellos que colaboraron con Hamán correrían con la misma suerte que Hamán: ejecución por orden del rey, ya que se consideraban cómplices del crimen de “traición a la patria” cometido por Hamán. Es muy posible que los enemigos de los judíos eran “oportunistas”, personas comunes y corrientes que respondían a la irresistible invitación de Hamán de “matar a un judío y quedarse con sus bienes”. Durante la segunda guerra mundial miles de ciudadanos comunes de Polonia, Ucrania, Hungría, etc. delataron a sus vecinos judíos para que cayeran en manos de los nazis y así quedarse con sus casas y posesiones. Una vez más, lo ocurrido en la Shoah nos deja imaginar con más realismo lo que seguramente aconteció en Persia 2.500 años atrás.

En Purim celebramos que al final todo “resultó al revés”. Es decir, no solo nos salvamos milagrosamente de una muerte segura, sino que también nos pudimos liberar de aquellos que buscaban nuestra destrucción. El elevado número de represores que murieron –75.800– nos ofrece una idea aproximada de la magnitud del genocidio judío que gracias a Dios pudo ser evitado.

 



El impuesto del medio Shequel

ZEJER LEMAJATSIT HASHEQUEL

En los tiempos de Bet haMiqdash cada hombre donaba medio Shequel (una moneda de plata) al Templo de Jerusalem  y con ese dinero se adquirían los animales que se ofrecieran como qorbanot en el Bet haMiqdash. De esta manera, cada Yehudí tenia parte en estos sacrificios. Cuando no hay Bet haMiqdash no existe la Mitsvá del medio shequel. Sin embargo se acostumbra a dar Tsedaqá en recuerdo al medio shequel. Esto se llama en hebreo ZEJER LEMAJATSIT HASHEQUEL. El valor de esa moneda era el equivalente  a 10 gramos de plata.  Y en muchas comunidades acostumbran a dar ese valor para Tsedaqá. Si bien el valor de la plata fluctúa permanentemente, en nuestra comunidad en Nueva York se estima que el valor aproximado de 10 gramos de plata en Febrero de 2021 es alrededor de 9 dólares.  Hay quienes acostumbran a dar esta Tsedaqá por persona, otros por cada hombre de la familia mayor de 20 años, etc. Todas estas costumbres son válidas.  Ese dinero de Tsedaqá se puede dar a instituciones de beneficencia, instituciones de estudio de Torá o directamente a los pobres.

Se acostumbra a dar el ZEJER LEMJATSIT HASHEQUEL antes de Purim, durante Ta’anit Ester. Pero si uno no lo hizo antes de Purim lo podrá dar también durante el mes de Adar.




Transvestismo en Purim

לא יהיה כלי גבר על האשה ולא ילבש גבר שמלת אשה כי תועבת ה ‘ כל עושה אלה

En nuestros días, muchas personas acostumbran a disfrazarse en Purim. Obviamente no hay ninguna Mitsvá o Minhag de hacer esto. Es sólo una práctica popular que fue aceptada en las muchas comunidades judías (¡aunque muchos Jajamim como el Shelá haQadosh la rechazaban completamente!), especialmente en el caso de los niños. Sin embargo, debemos saber, e informar a aquellos que no lo saben, sobre la prohibición de transvestismo (cross-dressing), es decir, el uso de ropa o elementos diseñados para el sexo opuesto, lo cual es una prohibición explícita de la Torá, (Deut. 22: 5): “Una mujer no debe usar ropa de hombre, ni el hombre vestirá ropa de mujer…”. Explicaron nuestros rabinos que cuando un hombre se viste (o se disfraza) “para parecer una mujer”, vistiendo una falda o una peluca, o usando maquillaje, etc., o cuando una mujer se viste con ropa de hombre para parecer un hombre, están transgrediendo este mandamiento Bíblico. Esta prohibición también se aplica durante Purim. El Rab Obadia Yosef z “l era muy estricto en este punto y aclaró que el transvestismo se prohíbe incluso cuando uno se disfraza del otro género “sólo por diversión “




CAPÍTULO 1: Seis meses de fiesta

LA GRAN FIESTA
El libro de Ester comienza con la descripción de una suntuosa y extravagante “fiesta”realizada durante el tercer año del reinado de Ajashverosh. Ministros, funcionarios de la corte y militares acudieron a esa fiesta que duró 180 días.
Ajashverosh es el famoso emperador persa Xerxes, que reinó desde el año 486 hasta el 465 a.e.c. Fue el hijo y sucesor de Darío, el emperador que terminó de conquistar Egipto, pero no pudo vencer a Grecia. Conquistar Grecia se convirtió en la obsesión de Ajashverosh. Su imperio fue el más grande que conoció la historia: se extendía desde la India hasta Etiopía.

LA EXPEDICIÓN A TERMOPILAS
El historiador griego Heródoto nos brinda algunos detalles históricos que coinciden exactamente con lo que describe el libro de Ester. En primer lugar, explica que a Ajashverosh le llevó 2 años sofocar una rebelión en Egipto y consolidar su poder. Ésta parece haber sido la razón de la gran celebración en su tercer año de gobierno. Luego, Ajashverosh planeó una mega-invasión a Grecia. ¡Fue la expedición militar más grande que conoció la humanidad! Heródoto menciona que el emperador Persa preparó un ejército de 5 millones de almas. Para ser más precisos: 5.283.220 entre soldados y auxiliares de los soldados. Aparte de una flota de 1.207 barcos, que acompañaban al ejército desde la costa.  Es muy posible entonces que los persas no solo estaban festejando la victoria sobre Egipto sino que durante esos 6 meses, los gobernantes y generales, estaban planeando la invasión a Grecia. Coincide exactamente con los datos cronológicos aportados por Heródoto. El libro de Ester no menciona esta guerra. ¿Por qué? Seguramente porque la invasión fracasó y fue una tremenda humillación para Ajashverosh. Los emperadores, y sus censores, no permitían que se mencionen sus derrotas.

LA ESPOSA DESOBEDIENTE
A terminar esa “fiesta” Ajashverosh se toma 7 días más, esta vez para agasajar al pueblo de Shushán, la capital del imperio. Hasta ahora parece que el emperador se había mantenido sobrio. Pero durante el séptimo y último día de la larga celebración el emperador se excedió con la bebida. Estando borracho mandó a llamar a su bella esposa Vashtí, para exponerla frente a los hombres que estaban allí, posiblemente alcoholizados como él. El rab Moshé Almosnino, que escribió el mejor comentario que conozco sobre el libro de Ester, observa que Ajashverosh mandó a llamar a su esposa a través de sus funcionarios (sarisim). Es decir: no fue una invitación “privada”de marido a mujer, sino una “orden real” (ma-amar) para que la “reina” se presentara ante él. Sabiendo o no las consecuencias de su desobediencia, Vashtí se negó al pedido del rey. Y por supuesto que esto causó un gran revuelo en el palacio y fue una gran humillación para Ajashverosh, ya que puso en evidencia delante de todo el mundo que “ni siquiera su esposa lo obedece”.

¿Y AHORA QUE HAGO?
Al desaparecer el efecto del alcohol, Ajashverosh se da cuenta de su gran error y se enoja con Vashtí y consigo mismo. Se da cuenta de que ahora está obligado a tomar medidas punitivas ejemplares contra su querida reina. Sus asesores legales le explican lo que él ya sabe: que esta afrenta es una cuestión de estado. El edicto real que citaba a la reina, no a Vashtí, no puede ser revocado (aunque el monarca lo haya emitido bajo los efectos del alcohol) , y la desobediencia de Vashtí, aunque sea debida, debe ser castigada. Los asesores del rey también argumentan que si la gente se entera de que Vashtí desobedeció al rey y no fue castigada, todas las esposas del imperio —desde la aristocracia hasta las esposas de los ciudadanos comunes— van a desobedecer sus esposos sin temor a las consecuencias. Esto puede amenazar la estabilidad del imperio. Los asesores le aconsejan al rey escribir un edicto donde se indique que Vashtí será destronada por su desobediencia, y que el rey buscará una reemplazante, y así todas las mujeres aprenderán de lo que ocurrió con Vashtí y obedecerán a sus esposos…

MUCHO ANTES DEL FEMINISMO
El Rey Ajashverosh accede a la sugerencia de sus asesores y escribe un edicto en el cual dice, en primer lugar que los hombres deberán llevar el mando de su hogar y sus órdenes deben ser cumplidas por sus esposas. Segundo, que en el caso no poco común de una pareja “mixta”, es decir de dos pueblos diferentes, el idioma que se deberá hablar en el hogar será el del marido. La esposa deberá aprender el idioma del esposo y no podrá excusarse de cumplir sus órdenes por no comprender el idioma de su marido—como aparentemente ocurrió con Vashtí.

¿Y POR QUÉ?
¿Para qué incluye la Meguilá esta historia que aparentemente no tiene nada que ver con lo que le sucedió al pueblo judío en Purim?

Parafraseando al Rab Almosnino:
1. Para mostrarnos lo impulsivo e irreflexivo que era Ajashverosh, y que sus consejeros ejercen una gran influencia en sus decisiones. Una situación similar ocurrirá cuando Hamán le presente al rey la propuesta de eliminar “a todo un pueblo”, los judíos: se dejará influenciar por Hamán y firmará el genocidio de un pueblo sin pestañear.

2. Para anticipar que una vez que una orden oficial sale de la boca o del puño del rey, no hay marcha atrás. Ni siquiera Ajashverosh la puede cambiar. Al leer en el capítulo 3 que el rey “firma” el edicto de exterminio del pueblo judío el atento lector entiende que no se podrá derogar y apreciará mejor la magnitud del milagro de nuestra salvación (להראות את גודל הנס).




La pésima idea de amar a tu esposa como a ti mismo

¿AMAR O ENAMORARSE?

Amor no es enamoramiento. El amor no debe verse como un sentimiento espontáneo que te sucede o no te deja de suceder. Amar es un acto voluntario. Y es sumamente importante saber, especialmente en el matrimonio, que “amor”, el sustantivo, es el resultado de nuestra decisión de “amar”, el verbo. Aprender a amar, tratando de conocer mejor la forma en que mi esposo o esposa necesita que la ame, no le quita sinceridad al acto de amar. Es por eso que nuestra Torá presenta el amor como una “obligación”, nos dice por ejemplo, que debemos amar al prójimo, al extranjero, a nosotros mismos y a Dios. Y también nos enseña cómo hacerlo.

DE PLANETAS DIFERENTES…
La sociedad moderna ha hecho un esfuerzo tremendo durante los últimos 50 años para que hombres y mujeres gocemos de los mismos derechos en la sociedad, tengamos las mismas oportunidades en el mercado laboral, etc. Pero debemos entender que emocionalmente somos y seguiremos siendo muy diferente. En la gran mayoría de los casos, la forma en que un hombre expresa el amor o percibe el amor, o la ausencia de él, es muy diferente a la forma en que una mujer expresa y percibe el amor. No ser consciente de estas diferencias psicológicas y emocionales puede ser muy perjudicial, o incluso fatal, para el matrimonio.

Veamos ahora un sencillo ejemplo

¿CÓMO AMAR A TU ESPOSA?
Muy a menudo, una mujer siente la necesidad de conversar con su esposo, esperando que ambos se abran emocionalmente y compartan sus sentimientos. En este tipo de conversaciones emocionales, uno expresa lo que le molesta o le duele como una forma de relajarse y liberar tensiones. Al articular los conflictos, en estas conversaciones no se busca una solución a los problemas, solo alivio y apoyo. Cuando una esposa se abre emocionalmente, lo que necesita de su esposo es que la escuche atenta y empáticamente, y que haga el mayor esfuerzo por comprenderla. Este tipo de conversación terapéutica ayuda a la mujer a sentirse comprendida: esto es: apoyada y validada en sus sentimientos. Y así se siente amada por su esposo.

¿CÓMO AMAR A UN HOMBRE?
Para la mayoría de los hombres, el objetivo de una conversación en la que se discute un problema o un conflicto no es compartir emociones o relajarse, sino encontrar una solución a esos problemas. En el mundo de los hombres, no se comparten las emociones cuando quiere desahogarse. ¡Todo lo contrario! Para un hombre, «abrirse y articular sus problemas» puede ser como una tortura psicológica. ¿Por qué? Porque cuando un hombre habla de sus problemas los “vuelve a vivir”. Cuando un hombre está tenso, necesita relajarse en privado y en silencio, en alguna de «sus cuevas” psicológicas, como lo explica John Gray. ¿Cómo? Haciendo algo que pone a su mente en piloto automático y lo distrae de su problema, como escuchar las noticias, ver un evento deportivo, etc. Este espacio privado lo ayuda a dejar de pensar en su problema y de esta manera comienza a sentirse más aliviado. Así, cuando su esposa generosamente le brinda este espacio y lo ayuda a relajarse “a su manera”, el esposo se siente agradecido y amado.

LOS HOMBRES NO SON DE VENUS
La mayoría de nosotros, hombres y mujeres, no conocemos ni somos conscientes de estas diferencias. Al contrario: vivimos en una sociedad donde lo que es «políticamente correcto» nos impulsa a ignorar las diferencias innatas entre los géneros. Por lo tanto, no tenemos muchas oportunidades para aprender y reconocer que las esposas y los esposos demuestran su amor y desean, o necesitan, ser amados de diferentes maneras. Ahora bien, si nadie le enseña a una esposa que la forma que un hombre se libera de su estrés es completamente opuesta a la de una mujer, ella naturalmente tratará de «ayudar» a su esposo de la única manera que conoce. Y desde su más profundo amor por él intentará, por ejemplo, empujarlo a “relajarse” invitándolo a contarle todos los detalles de su problema. La esposa ofrece su oído y su tiempo, con la mejor de las intenciones, y de la forma que a ella le gustaría que su esposo actuara en esa situación. Cuando esto sucede, y el esposo se niega a hablar y compartir sus problemas, ella probablemente sentirá que él la está rechazando. Y posiblemente piense que él no acepta su apoyo emocional porque no la ama lo suficiente…. Por el otro lado, es muy posible que el marido interprete su comportamiento no como un acto de amor sino, por el contrario, como un intento malintencionado de parte de esposa de privarlo de su propio espacio.

BAJAR LAS EXPECTATIVAS
Este es solo un ejemplo de cómo las cosas pueden complicarse a pesar de nuestras buenas intenciones y a pesar del amor que uno siente por el otro, simplemente porque «no sabemos cómo amar a nuestro cónyuge». Aprender a amar a mi esposa significa, en primer lugar, hacer todo lo posible para “educarme” y aprender cómo ella expresa su amor y cómo necesita ser amada.
Por último, también es fundamental comprender que “saber que somos diferentes» es el primer paso, pero no es suficiente. Cuando aprendemos algo nuevo, no podemos transformarnos de forma inmediata y automática. Actuar correctamente sobre la base de nuevos conocimientos, particularmente en el área de las emociones, puede llevar mucho tiempo. Para hacerlo parte de uno e incorporar, uno debe seguir intentándolo hasta encontrar el delicado equilibrio entre lo que uno es y lo que uno sabe que debe ser y hacer.

Continuará




Esta noche celebramos el 15 de Shebat

Esta noche es TU BISHBAT (ט»ו בשבט), es decir, el día 15 del mes de Shebat (ver aquí la explicación del valor numérico de las letras hebreas ט»ו). 
El día 15 de Shebat es el «año nuevo de los árboles» (Rosh Hashaná laIlanot). En el décimo quinto de Shebat los árboles tienen un año más. Este es un factor muy importante para muchas Mitsvot conectadas a la agricultura, por ejemplo, עורלה: la prohibición de comer los frutos de un árbol nuevo durante los primeros tres años del árbol. La edad de un árbol no aumenta en la fecha en que fue plantado (el «cumpleaños» real del árbol), sino que todos los árboles se vuelven Halájicamente «un año mayores» en el 15 de Shebat. (Mañana, BH, vamos a explicar con más detalle la importancia de determinar la edad de los árboles y la aplicación de este factor en algunos mandamientos bíblicos).
Ahora bien, en la Torá o en la Mishná no hay ninguna indicación acerca de la celebración del día 15 de Shebat. Este día no se considera un día de fiesta, ni la conmemoración de un evento histórico, y no hay prohibiciones ni ceremonias rituales prescritas por la Torá para este día. Sin embargo, la costumbre desde hace varios siglos es realizar una se’uda (una comida o servir un plato) de frutas en TU BISHBAT para recordar los frutos de Israel.
No hay instrucciones Halájicas precisas acerca de la celebración de esta comida, pero hay varias costumbres. En muchas comunidades se acostumbra a comer por la noche (esta noche) y / o durante el día de mañana todo tipo de frutas de árboles y especialmente de los siete frutos por los cuales la Tierra de Israel fue caracterizada en la Torá. Israel fue designada como «… una tierra de trigo y cebada, uva, higo y granada; una tierra de aceitunas y de miel (de dátiles)» (Deut. 8: 8).
Muchas comunidades tienen la costumbre de organizar un Seder formal de TU BISHBAT diciendo la bendición ha’ets por los frutos del árbol, y las bendiciones correspondientes para cualquier otra cosa que se coma hecha con trigo o cebada (normalmente mezonot), etc., y cada berakha es seguida por una oración, «yehi ratson…»
Muchos consideran un zekhut especial comer en este Seder frutas traídas de la Tierra de Israel y decir berajá por ellas.
Los judíos de Alepo, Siria, tenían una costumbre muy especial que realizaban el día de TU BISHBAT. En este día leían los 10 mandamientos con el sharaj, la traducción al idioma árabe, compuesta por rabbi Sa’adia Gaon (882-942).    Esta costumbre se realizaba en preparación para la lectura de la Parashat ITRO, que contiene los Diez Mandamientos, y que cae siempre el Shabbat posterior a TU BISHBAT. 
En el año 1890 una nueva costumbre fue introducida en Israel para celebrar TU BISHBAT. El escritor y maestro Rab Zeev Yaabetz (1847-1924) llevó a sus alumnos a plantar árboles en Zijrón Yaaqob en celebración de TU BISHBAT.  Esta costumbre fue adoptada en 1908 por el unión (histadrut) de maestros judíos y luego por el Keren kayemet leIsrael.  
El Rab Zeev Yaabetz z»l
No hay oraciones especiales que se añaden a los servicios regulares de TU BISHBAT. Tajanún, sin embargo, no se recita en TU BISHBAT.


Para leer sobre estas y otras costumbres de tu BISHBAT, especialmente las costumbres llevadas a cabo  por los que siguen las enseñanzas de la Qabbalá, ver  este magnífico artículo escrito por el Sr. Joseph Mosseri, de Brooklyn NY




¿Pedir perdón cuando uno tiene razón?

אמר רבי אלעא: אין העולם מתקיים אלא בשביל מי שבולם עצמו בשעת מריבה, שנאמר: תולה ארץ על בלימה

“El mundo se mantiene por el mérito de quienes se controlan y no escalan un conflicto”

CUANDO NUNCA SE GANA
Muchas veces en nuestras relaciones personales más cercanas, particularmente en la relación de esposo y esposa, enfrentamos una decisión difícil: convencer al otro que tenemos razón, o ceder y vivir en paz. Me di cuenta de la naturaleza de este tipo de elección por primera vez cuando era adolescente y leí el famoso libro de Dale Carnegie «Cómo hacer amigos e influir en las personas». Carnegie, sin referirse a conflictos entre marido y mujer, sino entre amigos o conocidos, afirma que cuando uno discute siempre tiene el riesgo de perder. ¿Por qué? Primero porque es posible que uno pierda el argumento, la discusión. Y segundo porque aún ganando el debate y teniendo la razón, se puede perder un amigo o dañar la amistad. En realidad, la posibilidad de que la persona con la cual estamos discutiendo cambie de opinión al escuchar nuestro argumento es muy pequeña. La mayoría se guía por emociones más que por la razón, especialmente en conflictos de carácter personal. Es muy improbable que la persona con la cual estamos discutiendo nos diga:  “Gracias por iluminarme con tu sabiduría” o “Tienes razón, ahora entiendo tu punto de vista”.

¿SER FELIZ O TENER RAZÓN?
Muchos problemas en las relaciones de pareja caen en este callejón sin salida. No logramos resolver nuestros conflictos porque ¡queremos demostrar que tenemos razón!  Sin embargo, si pensamos con un poco más de humildad, reconoceremos que en todo conflicto cada uno de los lados tiene “un poco de razón” y “un poco de culpa”. No existe una sola manera de ver las cosas. No es racional pensar que solamente yo sé lo que hago, y solamente yo comprendo la situación. Para lograr este cambio de actitud y estar dispuestos a no enfocarnos tanto en “tener razón” conviene que nos recordemos a nosotros mismos que nuestro principal objetivo en el matrimonio es vivir en paz y disfrutar de la felicidad que nos brinda estar casados y tener una familia. Y saber que para tener una vida feliz tenemos que estar dispuestos a hacer algunas concesiones. En el matrimonio, en particular, muchas veces se necesita sacrificar el ego para ser más felices…

¿POR QUÉ «YO» TENGO QUE DISCULPARME?
Hace muchos años un amigo de México, el Sr. Jacobo Sofer, me enseñó algo que nunca olvidaré: en Japón cuando dos personas discuten, el que tiene razón es el primero en disculparse. En esa cultura, disculparse no es una admisión de culpa: es una admisión de responsabilidad. Quien se disculpa primero asume la responsabilidad de mejorar tu situación actual y muestra que estás dispuesto a dejar tu ego a un lado. Esta no es solo una actitud muy inteligente; también es un profundo acto de amor. Al disculparme, aunque siento que estoy en lo cierto y tengo la razón, estoy demostrando que por sobre todo, valoro a la otra persona. Me importa preservar nuestra relación y por eso estoy dispuesto a concentrarme en la relación en lugar de enfocarme en la discusión (aclaro que no me refiero a discusiones sobre valores o principios morales, sino a situaciones mas bien banales y cotidianas: mala comunicación, incomunicación, interpretación de lo que dijo o quiso decir, etc.). En inglés dicen que en el matrimonio hay que elegir entre “being right of being happy”, «ser feliz o tener razón».  Por lo general no se pueden lograr las dos cosas al mismo tiempo.

LAS TRES PALABRAS MÁS IMPORTANTES
Se necesita madurez emocional para priorizar una buena relación sobre la necesidad de alimentar el ego. Y las personas que tienen más conflictos son aquellas que “están dispuestas a llegar hasta el final” para demostrar que tienen razón. Esta necesidad de “tener razón” es más común en personas que tienen baja autoestima. Disculparse, para un individuo con baja autoestima, es una misión imposible. Porque al admitir que uno está equivocado le parece como que su “seguridad interior” se desmorona. Para empeorar las cosas, las personas que no pueden disculparse a menudo «culpan a la otra persona» por sus propios errores. Culpar al cónyuge y nunca admitir la culpa es desafortunadamente la fórmula perfecta para vivir miserablemente y en permanente conflicto. Por el otro lado, las personas mentalmente sanas no deberían tener problema en disculparse y asumir la responsabilidad, incluso cuando saben que gran parte de la culpa no es suya.

Probablemente, las palabras más importantes en el matrimonio no son «Te amo» sino “Perdón, estaba equivocado» (¡siempre y cuando estas palabras sean dichas con sinceridad!), ya que de alguna manera transmiten el mensaje que mi principal preocupación no es proteger mi ego sino mantener una buena relación.