Todo sobre la lluvia

En el mundo moderno, donde la mayoría de nosotros vivimos en zonas urbanas y no en granjas, es difícil apreciar la importancia de la lluvia. Para nosotros, la lluvia es más una molestia que una bendición …. Hoy, quiero compartir con los lectores algunos datos sobre el agua y la lluvia, que espero nos ayuden a entender por qué alabamos a nuestro Creador por el milagro de la lluvia, cuando decimos la hermosa Tefila mashib haruaj umorid hagueshem (= Tú eres Quien hace que el viento sople, y que la lluvia descienda [sobre la tierra])

¿Qué es lo que hace que nuestro planeta sea único en el universo? Usted podría decir «la vida». Y eso es cierto. Pero hay un elemento que permite que la vida exista, y que de acuerdo a nuestra Torá, fue creado por HaShem antes que la vida. Es algo que los científicos buscan cuando investigan otros lugares del universo para encontrar «vida». Usted probablemente dirá «agua». Y usted estará parcialmente en lo cierto. Para ser más precisos deberíamos decir que nuestro planeta posee: «agua líquida». ¿Por qué? Porque el agua (H2O), o los vestigios de la misma, se han encontrado en otros planetas, pero siempre en forma de hielo. Nuestro planeta es privilegiado por ser el único pequeño lugar en todo el universo que posee «agua líquida», gracias al Diseño Inteligente y Divino de la masa de la Tierra, la masa del Sol, y en particular la perfectamente ajustada distancia entre nuestro planeta y el sol.

Pero éste no es el final de la historia del agua. El agua normal, es decir, el agua de mar, no es adecuada para la vida de los seres que viven en tierra firme. Todas las criaturas que viven en tierra firme, incluyendo a los humanos, necesitan agua-sin-sal para sobrevivir. Ese precioso líquido se llama «agua dulce». El agua dulce o agua fresca permite que exista la vida en nuestro planeta. Y la única fuente de agua dulce en todo el universo es la «precipitación». («Precipitación» incluye: nieve, niebla, granizo y principalmente «lluvia». La palabra «precipitación» se utiliza normalmente como sinónimo de «lluvia»). Según Maimónides (Moré Nebujim  2:30) el mecanismo de la formación de la lluvia se estableció en el segundo día de la Creación. Cuando HaShem separó las aguas superiores (nubes) de las aguas inferiores (océanos). John Lynch, el autor del libro de la BBC «El Clima» (p.84, 1996) describe con sus propias palabras las nubes como aguas superiores: «Vivimos en un planeta de agua. Los mares dominan el mundo, pero también hay un océano alrededor de nosotros y un océano por encima de nosotros «. El segundo día se dedicó por entero al milagroso mecanismo de la conversión del agua del océano en el líquido más precioso en todo el universo: la lluvia. (Así también lo explica rabbi Moshé Hefets en su libro Melejet Majashebet pgs. 10-11, edición Viena).

Ahora, vamos a ver algunos números que nos ayudarán a apreciar un poco más el milagro de la lluvia. El agua dulce es agua con bajas concentraciones de sal. De toda el agua que se encuentra en en el planeta Tierra, sólo el 2,75% es agua dulce. El 2,05% es agua dulce que está congelada en los glaciares. El 0,69% es agua subterránea. Y sólo el 0,0101% de toda el agua del planeta Tierraes agua dulce que se encuentra en la superficie del planeta: el agua potable distribuída en todos los lagos y ríos del planeta. Este 0.0101% de toda el agua del planeta es la que utilizamos todas las criaturas que vivimos en tierra firme, incluyendo los humanos, para nuestra supervivencia. Y su exclusiva fuente es la precipitación. El segundo día de la Creación se dedicó por entero a establecer el proceso de la conversión de agua del océano en el líquido más escaso, exótico y preciado en el universo entero: la lluvia.

Es por eso que nuestros Jajamim consideraron a la lluvia como una de las bendiciones más importantes de Dios a la humanidad. En la segunda berajá de la ‘amida (geburot), cuando decimosmashib haruaj umorid hagueshem, alabamos a HaShem por Su Poder Su bondad y Su sabiduría para producir la lluvia que sostiene y mantiene la vida.

La única fuente de agua dulce en todo el universo es la lluvia que se produce en la atmósfera de la tierra.

«Imagina un planeta donde se produce el licor más exquisito del universo. Este licor se fermenta, siendo evaporado de los mares, a través de una brillante estrella amarilla, que destila el extravagante licor en los cielos y lo hace llover de nuevo sobre la tierra, formando lagos y ríos de esa bebida embriagante. El planeta, por supuesto, es la Tierra, y el licor, es el agua dulce «. (L. O’Hanlon, Discovery)




SHIMON Y EL OCTAVO MILAGRO DE JANUCA

 
YONATAN NO QUIERE CONQUISTAR JERUSALEM
Con El’azar muerto, aplastado por un elefante; Yehudá asesinado en la batalla con Bakjides y Yojanán muerto por la traición de los Nabateos, ahora solo quedaban Yonatán y Shimón. Yonatán tomó el mando y luego de 2 años de lucha logró expulsar de Israel al poderoso general seléucida Bakjides.  Cuando Bakjides huyó de Israel en el 159 aec Yonatán, no buscó reconquistar Jerusalem de inmediato. Yonatán se atrincheró en Mijmás, y sin que mediara ninguna proclamación oficial se convirtió en el líder de facto de los judíos. Pero ¿qué estaba haciendo Yonatán en Mijmás y por qué no conquistó Yerushalayim? Yonatán aprendió de los errores de su hermano Yehudá. En el 165, cuando Yehudá vio que los griegos estaban debilitados se dirigió a Jerusalem, la conquistó y declaró su misión cumplida. Una vez que Yerushalayim fue liberada de las manos de los helenistas, Yehudá creyó que ya no necesitaba más un ejercito y envió a la mayoría de sus combatientes a sus casas. Pero al hacer esto quedó muy expuesto y debilitado: un par de años más tarde, cuando Demetrio derroca a Lisias, los seléucidas volvieron con sus ejércitos y Yehudá ya no pudo defender su conquista. Ahora, en Mijmas, Yonatán se dedicó por 7 años a organizar un poderoso ejército judío que llegó a contar con 40.000 soldados. Los reyes Seleucidas no sólo que ya no querían tener problemas con Yonatán sino que competían entre sí para ofrecerle a los judíos más privilegios, a cambio de la ayuda militar de Yonatán y de su ejercito.
 
EL NUEVO EJERCITO DE ISRAEL
En ese entonces Demetrio Soter era el rey Seléucida, pero Alejandro Balas, un joven aventurero procedente de Esmirna, que se hacía pasar por el hijo de Antiojus Epifanes, desafió a Demetrio Soter y comenzó una guerra civil para obtener el trono seléucida. Demetrio y Balas le ofrecían todo tipo de concesiones y favores a los Yehudim para que Yonatán les brindara su apoyo militar. Yonatán apoyó a Alejandro Balas quien terminó derrotando a Demetrio. 
En el 152 aec, Yonatán finalmente entró sin resistencia a Yerushalayim en la fiesta de Sukkot, y fue asignado como Cohen Gadol, gran sacerdote, con el consentimiento oficial del nuevo emperador seléucida Alejandro Balas. Este fue prácticamente un segundo Janucá. Ya que Yerushalayim había estado en manos de los helenistas por varios años y el Bet haMiqdash había sido profanado y utilizado nuevamente como un panteón para adorar a los dioses griegos. 
Luego de un par de años, Demetrio II, el hijo de Demetrio Soter derrotó a Balas y retomó el trono seléucida. Este nuevo rey, lejos de buscar la venganza contra Yonatán sabia que lo necesitaba a él y a su ejército, así que reconoció a Yonatán y le ofreció mas privilegios que su antecesor.  
 
EL ACUERDO DE PAZ
Pero los conflictos entre los líderes seléucidas continuaron, y ahora Trifón, un poderoso general quería arrebatarle el trono a Demetrio II. Trifón llegó a Israel en el año 143 aec con un ejército de 30.000 soldados. Pero al ver al poderoso ejército judío que por primera vez desde el año 167 aec se enfrentaba a otro ejercito en un campo de batalla en lugar de atacar estilo guerrilla, Trifón cambió su estrategia y pidió reunirse con Yonatán en Acco para negociar un acuerdo de paz. Pero cuando Yonatán llegó a Acco, Trifón lo traicionó y lo asesinó. Luego de la muerte de Yonatán el mando de Judea quedó en las manos de su hermano menor Shimón. Con el poderoso ejército que Yonatán había organizado, Shimón enfrentó, derrotó y expulsó a Trifón de Erets Israel. 
 
EL ESTADO DE ISRAEL
Shimón fortificó Yerushalayim y en el año 142 aec. otro gran milagro ocurrió: En la capital judía, Jerusalem; en el Bet haMiqdash, Shimón, el segundo hijo de Matitiyahu, y el único sobreviviente de los 5 valientes hermanos Jashmonayim, «declaró el establecimiento de un estado judío independiente que se llamaría Judea”.  Este nuevo estado fue inmediatamente reconocido por Demetrio II, quien por primera vez eximía a los judíos a pagar impuestos al imperio Seléucida. El flamante Estado de Israel continuó, con altos y bajos, por más de 100 años.  
 

REFLEXION FINAL

¿Qué significa ser judío?

Hay muchas respuestas para esta pregunta. Respuestas técnicas, espirituales, y políticas. La respuesta que quiero compartir con ustedes, creo que está más allá de estas definiciones y tiene mucho que ver con Janucá.
 
Comparemos a un individuo judío con una vela. Y al judaísmo, la Torá, con la llamita de esa vela. Esta última metáfora no es arbitraria o caprichosa. La Torá siempre fue comparada con “luz”. La misma palabra hebrea TORÁ proviene de la palabra OR que significa “luz”. Nuestra misión como pueblo judío es transformarnos, como dijo el profeta Yesha’ayahu (42:6) en or lagoyim, la luz para el resto del mundo. Y esta misión no la cumplimos a través de actos públicos de proselitismo. Para iluminar a los demás sólo necesitamos estar iluminados, encendidos. Nosotros mismos. La Torá nos ilumina. Y a través de sus enseñanzas disipa la oscuridad de nuestras vidas. Nos muestra el camino a seguir. Aclara nuestra senda moral y nuestra meta existencial.
 
 
¿VELAS PRENDIDAS O APAGADAS?
Una vez que entendimos por qué la Torá puede ser comparada con una luz o con una llamita, pensemos nuevamente en el recipiente de la llamita de fuego. La vela. El individuo judío. Si un YEHUDI no “posee” Torá, no la estudia, no la observa, no deja que la Torá lo ilumine ¿sigue siendo judío? La respuesta es “SÍ”.  Un judío nunca pierde su condición de judío (ישראל אע”פ שחטא ישראל הוא). Pero un judío sin judaísmo es como una vela sin llama. Y una vela sin llama sigue siendo una vela pero es una vela que no está sirviendo el propósito para la cual fue concebida (¡aunque siempre puede ser encendida!). 
 
LAS VELAS
La metáfora de la vela y la llama para describir a un judío y su judaísmo es muy apropiada para Janucá. Nos ayuda a comprender mejor, entre otras cosas, por qué celebramos lo que fue una extraordinaria serie de victorias militares encendiendo velas….  Me explico: El antisemita busca destruir las velas. No le importa si éstas están encendidas o apagadas. Es decir, busca el exterminio del pueblo judío. Si en la SHOA un judío decía: “Yo no creó en Dios. No soy observante. Soy ateo.”, igual lo llevaban a las cámaras de gas. En la SHOA, o en los tiempos de Hamán y Ajashverosh, al enemigo antisemita no le importaba la llama. Su odio era étnico. Quería destruir las velas.
 
 
LA LLAMA
En Janucá, sin embargo, como en los tiempos de la Inquisición, el objetivo del enemigo no era destruir las velas. Su misión era “apagar” las velas. Y reemplazar las llamas por un ídolo o una deidad griega. Los Jashmonayim, nuestros heroicos antepasados que vencieron al enemigo en Janucá, no lucharon por salvar sus vidas. ¡Sus vidas físicas, si abandonaban la Torá, no estaban en peligro! Los Jashmonayim lucharon heroicamente y estuvieron dispuestos a “sacrificar” sus vidas para preservar las llamas de las velas judías. Por esta razón es que no hay nada más indicado que el encendido de velas para celebrar las victorias de nuestros antepasados en Jánuca!
 



JANUCÁ: El aborto y el infanticidio en la antigua cultura griega

¿CONTRA QUIENES LUCHARON NUESTROS ANTEPASADOS?
La fiesta de Janucá celebra el triunfo de nuestros heroicos antepasados, los Jashmonayim (o Macabim) que lucharon contra la civilización griega-helénica, hace más de 2.000 años atrás. Me gustaría compartir con ustedes algunas reflexiones acerca de los valores que caracterizaban a esa cultura pagana que buscaba desplazar al judaismo, y así apreciar mejor el heroísmo de nuestros antepasados que sacrificaron sus vidas para evitarlo. Voy a presentar un solo ejemplo basando en un estudio comparativo entre la civilización judía y las principales civilizaciones de la antigüedad que escribió el rabino Ken Spiro en su libro «World Perfect» (ver aquí), cuya lectura recomiendo muchísimo. Advierto seriamente que el tema que exploraremos hoy es sumamente cruel, y puede herir sensibilidades. Como se suele decir hoy: «WARNING, Advertencia: este artículo describe eventos que pueden afectar la sensibilidad a algunos lectores»). Pero es la verdad histórica y nos va a ayudar a apreciar un poco mejor algunos aspectos ignorados de la celebración de nuestro triunfo sobre la civilización griega.
INFANTICIDIO
Si bien en la sociedad gentil moderna todavía existen discusiones y debates acerca del tema del aborto, nadie discute el derecho a la vida de un bebé una vez que este niño o niña ha nacido. ¿De dónde proviene este principio? ¿Es el derecho a la vida un valor universal, innato en la mente y en el corazón de todo ser humano desde los tiempos más remotos? ¿Es parte de la así llamada «ética clásica» que el mundo le debe a la civilización greco-romana? En realidad, históricamente, el derecho a la vida es un valor 100% judío. Veamos un ejemplo: La ley judía permite el aborto cuando está en peligro la vida de la madre. Abortar, entonces «no es un derecho de la madre, a hacer lo que quiera con su cuerpo» como lo presentan algunos legisladores liberales modernos. El «derecho a la vida» de la madre que tiene prioridad sobre la de su bebe, porque este aún no ha nacido. Pero este derecho de la madre es solo prioritario «antes de que el bebé comience a nacer». Una vez que la cabeza del bebé está afuera del cuerpo de la madre, las dos vidas tienen el mismo derecho. Y en ese caso, si por ejemplo el bebé ya tiene su cabeza afuera, y si el parto no se interrumpe la vida de la madre corre peligro, el médico a cargo debería proseguir con el parto, intentando salvar ambas vidas, y no únicamente la vida de la madre. La preservación de la vida fue durante toda la historia del pueblo judío, un principio legal, absoluto y sagrado. Esto incluye también, o quizás por sobre todo, la protección de la vida de un bebé recién nacido (que es el ser humano que menos puede defenderse a sí mismo, y que, por lo tanto, más protección legal necesita), sin importar en qué condiciones físicas haya nacido.
EL HUMANISMO GRIEGO
Lo que es menos conocido es que en la antigua sociedad griega se practicaba el infanticidio con toda naturalidad. Se aceptaba el asesinato de niños recién nacidos como una forma de control de la población, selección de sexo y como la manera habitual de «liberar» a la sociedad de personas con alguna discapacidad física. Así, un bebé que nacía débil o enfermizo o sufría de algún defecto físico de nacimiento, incluso si su labio o su pie estaban levemente hendidos, eran asesinados al nacer. Esta eliminación no era realizada por un escuadrón de eliminación de bebés, sino por un miembro inmediato de la familia, por lo general la madre o el padre. Y por lo general dentro de los tres días después del nacimiento. El método de la «eliminación» variaba. Pero en general se sabe que, en la antigua Grecia, los bebés eran llevados a la selva y se los dejaba morir por abandono (exposición o abandono) o se los tiraba a un río donde morían ahogados, etc.
«El horror de un padre que es capaz de matar a su hijo es lo suficientemente impactante. Pero que este padre tuviera tan pocos sentimientos hacia sus hijos, y que sin absolutamente nada de piedad los expusiera a morir lenta y dolorosamente, o a ser recogido por alguien que los criaría en la esclavitud o en la prostitución … sugiere un nivel de crueldad más allá de nuestra imaginación moderna.» (Ken Spiro)
BREVE HISTORIA DE LA CRUELDAD HUMANA CON LOS NIÑOS
Lloyd DeMause, quien denuncia que el infanticidio no era un tema que solo afectaba a los griegos, y no terminó con la llegada del cristianismo, escribe lo siguiente en su famoso ensayo «La evolución de la Infancia». Cito: «Al fenómeno del infanticidio en la antigüedad se le ha restado importancia pese a los, literalmente, centenares de claras referencias por parte de los autores antiguos, en el sentido de que era un hecho cotidiano y aceptado. Los niños eran arrojados a los ríos, echados en muladares y zanjas, «envasados» en vasijas para que murieran de hambre y abandonados en cerros y caminos, ‘presas para las aves, y alimento para los animales salvajes’ (Eurípides, Ion, 504). En primer lugar, a todo niño que no fuera perfecto en forma o tamaño, o que llorase demasiado o demasiado poco, o que fuera distinto a los descritos en las obras ginecológicas sobre ‘Cómo reconocer al recién nacido digno de ser criado [=dejarlo vivir YB]’, generalmente se le daba muerte. Aparte de esto, al primogénito se le solía dejar vivir solo si era varón. A las niñas se las valoraba muy poco, y las instrucciones de Hilarión a su esposa Alis (siglo I de la era común) son típicas en cuanto a la franqueza con que se hablaba de estas cosas: ‘Si, como puede suceder, das a luz un hijo, si es varón consérvalo; si es mujer, abandónala’. Hasta el siglo IV, ni la ley ni la opinión pública veían nada malo en el infanticidio en Grecia o en Roma. Los grandes filósofos tampoco. Los autores más antiguos aprobaban abiertamente el infanticidio, diciendo, como Arístopo, que un hombre podía hacer lo que quisiera con sus hijos, pues «¿no nos desprendemos de nuestra saliva, de los piojos y otras cosas que no sirven para nada y que, sin embargo, son engendradas y alimentadas incluso en nuestras propias personas?» O, como dije Séneca, respecto a los niños enfermos: «A los perros locos [rabiosos. YB] les damos un golpe en la cabeza; al buey, fiero y salvaje lo sacrificamos; a la oveja enferma la degollamos para que no contagie al rebaño; matamos a los engendros; y asimismo ahogamos a los niños que nacen débiles y anormales» (Para leer el artículo completo de DeMause en español, que es largo y muy fuerte, pero recomendado para quien quiera profundizar en este tema, ver aquí).
LA GLORIOSA ÉTICA DE LOS ANTIGUOS GRIEGOS
Es cierto que de la antigua Grecia heredamos la arquitectura, las artes, los deportes y la estética. Pero ¿qué pasa con la moralidad y la ética? Si bien la palabra «ética» proviene del griego, muchas de las prácticas éticas de los antiguos griegos, como observamos brevemente hoy, eran aberrantes y totalmente opuestas a los valores que hoy practican las sociedades civilizadas del mundo moderno. La ética moderna, en cuanto al derecho por la vida, por ejemplo, se basa en la ética judía, no en la griega. Recordemos por ejemplo, que fue Filón, un filósofo judío, y no Aristóteles o Platón el único sabio que denunció el infanticidio (ver aquí ) .
La fiesta de Janucá celebra el triunfo de nuestros antepasados, que no lucharon por la preservación de sus vidas, sino por la preservación de sus valores, El mundo moderno ignora cuánto le debe a los Jashmonayim, que estuvieron dispuestos a sacrificar sus vidas para rechazar los valores de la cruel sociedad griega, incluyendo el infanticidio, la tortura, la discriminación, etc. En Janucá celebramos la preservación de nuestra Torá, de la ética judía, que sigue siendo hoy tan necesaria como lo fue en aquellos tiempos.



MATITYAHU HACOHEN Y EL TERCER MILAGRO  DE JANUCA

כתבו על קרן השור אין לנו חלק באלוקי ישראל

SOBRE CUERNOS Y BIBERONES

Después de 150 años de un proceso de asimilación lento, continuo y progresivo, Antiojus decidió actuar de manera agresiva   contra los judíos que aún eran fieles a la Torá. El emperador decretó que la práctica judía debía ser castigada con la muerte, y así miles de judíos fueron perseguidos y ejecutados. Las autoridades griegas, que hasta entonces habían tratado pacientemente de persuadir a los judíos a que abandonaran voluntariamente sus “antiguas» leyes,  comenzaban ahora una violenta campaña de persecución antisemita. Antiojus había decidido imponer sus ideas por la fuerza, a cualquier precio.

Una ilustración: Antiojus decretó que los judíos «escriban en los cuernos de sus bueyes ‘No pertenecemos al Dios de Israel'». ¿Qué eran esos cuernos? ¿Qué significa escribir esas palabras en las cabezas de los animales? En la antigüedad,  el cuerno hueco del toro se usaba como un recipiente con un uso muy especial. Hasta bien avanzada la edad media, esos cuernos se usaban como biberones. En algunos casos se los cubría on una funda de cuero en la punta, para que fuera más cómodo para el bebé beber desde allí.  La leche se introducía a través de su abertura más grande  y se bebía a través de un pequeño orificio en la punta estrecha del cuerno.  Ahora podemos apreciar mejor la intención de este terrible decreto. Los griegos exigían a los judíos que «decoraran» los biberones de sus bebés con una declaración explícita:  la promesa de abandonar a su Dios y ser leal a Antiojus. El cruel monarca pretendía que desde una edad temprana los niños judíos renunciaran principio más importante del judaísmo: el Pacto entre Dios e Israel.

REPROGRAMACIÓN MENTAL

De esta manera absolutamente brutal, los griegos esperaban que los judíos fueran reeducados desde la cuna y reprogramados para abandonar la Torá y aceptar las leyes del Imperio griego. Por cierto, una de las cosas que más le molestaba a Antiojus era que la lealtad al Dios de Israel era un impedimento para que los judíos lo reconocieran a él, Antiojus, como un dios. Recordemos que Antiojus, conciso por su naracisimo enfermizo,  se llamaba a sí mismo «Epífanes», que significa «una manifestación divina”. Es por eso que a Antiojus le interesaba tanto que los judíos renunciaran a su Dios desde su infancia, y quien no siguiera sus ordenes  sufriría la pena de muerte.

Durante mucho tiempo, los judíos resistieron pasivamente. Intentaron observar  la Torá en secreto, discretamente, o escapaban al desierto para servir a Dios en la clandestinidad. Miles eligieron la muerte en lugar de adorar a los ídolos, como la famosa historia de Hanná y sus siete hijos que fueron ejecutados por negarse a desobedecer la Torá. Los judíos sabían que rebelarse contra los poderosos griegos era inútil ya que no contaban con ningún ejercito que los protegiera.  Pero rezaban y pedían a Dios que tuviera compasión por ellos e hiciera que Antiojus cayera de su posición de poder. Como era costumbre en ese momento, con la muerte del rey, todos sus decretos expirarían.

EL FIN DE LA RESISTENCIA PASIVA

Pero entonces sucedió lo impensable. En el invierno de 167 a.e.c. un judío se rebeló activamente contra los griegos. En una de sus redadas oficiales, una delegación de helenistas (= gentiles y judíos aliados con los griegos) llegó a la ciudad de Modi’in y ordenó a Matitiyahu HaCohen, el líder de la ciudad, ofrecer un sacrificio a un ídolo pagano, para declarar su lealtad al emperador griego y traicionar su fe judía. Estos oficiales sabían que una vez que el líder de la ciudad ofreciera un sacrificio al dios pagano, todos los demás harían lo mismo. Por otro lado, si el líder judío se negara a ofrecer los sacrificios, lo matarían y nombrarían en su lugar a un nuevo líder local que fuera más favorable para los helenistas. Ya lo habían hecho, ciudad por ciudad y pueblo tras pueblo. Los judíos, en general, se dejaban matar en lugar de adorar a los ídolos. Pero con Matitiyahu sucedió algo diferente. En lugar de sacrificar su vida como un mártir, Matitiyahu decidió luchar. Tomó la espada y junto con sus cinco hijos mató a los que habían traído las órdenes de Antiojus. Este acto heroico, impensable hasta entonces, inspiró la rebelión armada de los judíos, liderada espontáneamente por Matitiyahu y sus hijos, contra Antiojus y el imperio griego-seléucida.

MISIÓN IMPOSIBLE

Durante los dos o tres siglos anteriores, los judíos habían vivido en relativa paz con los persas y los griegos. Se habian dedicado a trabajar la tierra, estudiar la Torá, rezar y educar a sus hijos. No eran guerreros, ni tenían experiencia en la batalla. Y lo que es más: si eran atacados en Shabbat, algo que los griegos cínicamente solían hacer,  no tomaban las armas para defenderse. Desde un punto de vista racional, esta nueva resistencia armada contra los griegos era una locura. Ya que nadie podría imaginar que un pequeño grupo de rebeldes judíos, sin armas o experiencia en el campo de batalla, tuviese alguna posibilidad de tener éxito al enfrentarse al poderoso ejército griego. Los soldados griegos estaban muy bien entrenados en el arte de la batalla, desde su infancia. La misión de Matitiyahu era una misión imposible, practicamente suicida.  וַיַּעַן וַיֹּאמֶר אֵלַי לֵאמֹר זֶה דְּבַר-ה אֶל-זְרֻבָּבֶל לֵאמֹר: לֹא בְחַיִל וְלֹא בְכֹחַ כִּי אִם-בְּרוּחִי אָמַר ה צְבָאוֹת.“ (זכריה ד, פסוק ו).Nuestros heroes econtraron la inspiracion que necesitaban en el famoso versiuclo del profeta Zejariyá que dice que HaShem nustro Dios nos concedra el triunfo  sobre nuestros enemigos, no por la fuerza del guerrero ni por el poder del ejercito sino por Su espiritu» esto es, por la inspiracion, el coraje,  la valentia y la inteligencia que Dios le concede a nuestros soldados en el campo de batalla. Esto fue y sigue siendo el mensaje que inspira tambien a los soldados del ejército de Medinat Israel hasta el dia de hoy.

Decidir que él y sus hijos enfrentarían a un enemigo tan poderoso fue una actitud milagrosa, una visión inspirada por Dios. Hasta ese entonces, los pueblos habian luchado para preservar sus vidas, pero nunca antes en la historia un pueblo había luchado para mantener sus valores y sus tradiciones. Los judíos fuimos los primeros que luchamos por la libertad de culto.




ANTIOJUS EPIFANES Y EL SEGUNDO MILAGRO DE JANUCA

ANTIOJUS Y LA HELENIZACIÓN
Después de la muerte de Alejandro Magno en 323 a.e.c., el imperio griego se propuso imponer su cultura helénica a todos los pueblos conquistados. Esto lo hacían de manera pacífica y persuasiva, y no por la fuerza como habían hecho otros imperios en el pasado. Tuvieron tanto éxito que causaron la desaparición de todas las religiones del imperio. Este proceso de aculturación universal se conoce como helenización. La difusión de las ideas culturales y religiosas griegas también comenzó a afectar a los judíos. Los que vivían fuera de Israel, en Alejandría, por ejemplo, fueron los que más rápido se asimilaron. Y comenzaron a practicar lo que algunos historiadores describen como un «judaísmo helénico», una especie de sincretismo entre algunas ideas judías, no rituales, combinados con elementos de la cultura helénica. Esta nueva forma de judaísmo era la nueva religión de muchos judíos de la diáspora. Sin embargo, los judíos de Israel aún se mantenían fieles a sus tradiciones. Pero la llegada al poder del nuevo emperador Antiojus (Antíoco) Epífanes en 215 a.e.c. empeoró la situación de los judíos de Israel. Antiojus fue mucho más agresivo que sus predecesores en la campaña de proselitismo helénico. Y ante la presión de Antiojus algunos judíos se asimilaron por completo al helenismo y abandonaron la religión de sus padres. Otros, especialmente aquellos que vivían en las grandes ciudades junto a no-judíos, practicaban un judaísmo reformado, acomodado a los valores de la sociedad griega. Como sucedió muchas veces, el deseo de estos judíos asimilados era ser plenamente aceptado por los gentiles, a quienes miraban con admiración. La estricta dieta religiosa observada por los judíos (Kashrut), por ejemplo, creaba muchos obstáculos y barreras, limitando la integración de los judíos asimilados con los ciudadanos griegos. Si la mesa no se podía compartir con los vecinos gentiles, no se podría esperar que los gentiles aceptaran a los judíos como sus pares. Y probablemente los gentiles no estarían dispuestos a casar a sus hijas con los jóvenes judíos. La práctica del Kashrut se observaba cada vez menos. Porque en el «nuevo mundo helénico» las separaciones entre los pueblos no se veían bien. Los judíos helenísticos justificaron su abandono del judaísmo afirmando que «para sobrevivir, el judaísmo tenía que modernizarse”. Con este propósito en mente, el Shabbat y la circuncisión también debían eliminarse porque se consideraban obsoletos. Y eran rituales que causaban división  Mientras todo esto sucedía en las ciudades, los judíos más pobres, los campesinos que vivían en pequeñas aldeas, aislados de la influencia y las presiones sociales de la sociedad gentil permanecían fieles a la Torá.
LAS REFORMAS DE HASON Y MENELAO
Antiojus Epífanes sabía que algunos judíos todavía eran reacios a abandonar sus prácticas religiosas, y se dispuso a helenizarlos a cualquier precio. ¿Por qué? Porque aunque eran pocos y discretos, los judíos que aún observaban la Torá eran, prácticamente hablando, los únicos ciudadanos del imperio que rechazaban abiertamente el helenismo. Antiojus buscó aliados entre los judíos mismos, aquellos que se habían helenizado voluntariamente. Y nombró como Sumo Sacerdote del Templo de Jerusalem a un judío asimilado y fácilmente corruptible: Hasón (175 a. C.). Más tarde, lo reemplazó por otro falso Sacerdote que fue aún peor: Menelao (171 a. C.). Estos nuevos «sacerdotes» que estaban a cargo del Templo de Jerusalén lideraban la reforma del judaísmo y confrontaron abiertamente a los judíos que se resistían a la reforma. Hasón, por ejemplo, encabezó una delegación de judíos asimilados que, en lugar de asistir al servicio Bet haMiqdash en Shabbat, fueron al estadio olímpico para ver y participar en los juegos y competiciones.
No solo la práctica judía estaba siendo reformada. También los principios y creencias religiosas estaban sujetos a reformas por parte de estos falsos sacerdotes. El monoteísmo judío no fue la excepción. Los reformadores querían adaptar la doctrina de creer y servir a un solo Dios y convertirla en una regla más flexible y tolerante: los judíos helenísticos reconocieron a los dioses griegos y aceptaron que se ofrecerían sacrificios a sus dioses en el Gran Templo de Jerusalem. Si no se llevaban a cabo estas reformas, los sacerdotes corruptos argumentaban, el :”fanatismo” monoteísta de los antiguos judíos ofendería la sensibilidad de los griegos. Los judíos, agregaban, también tenían que ser más «tolerantes» y estar dispuestos a ofrecer sacrificios al Dios de Israel de una manera griega. Por ejemplo, sacrificar animales que se usaban en los ritos griegos en los altares del Gran Templo. Esto llevó a Menelao a profanar el altar judío en el año 170 a.e.c al ofrecer un cerdo como sacrificio en el Bet haMiqdash.
¿CÓMO PROVOCAR LA REBELION JUDIA?
Aunque muchos judíos seguían siendo leales a su fe, cada vez más judíos seguían el camino de los griegos. Pero en el año 169 a.e.c. tuvo lugar un evento providencial que cambiaría el curso de la historia. Antiojus Epífanes perdió la paciencia con los pocos judíos que aún rechazaban la asimilación, y decidió que era hora de dejar de ser amable, gentil y persuasivo con esos “obstinados judíos” que se resistían al cambio. Antiojus decretó entonces oficialmente la prohibición de la práctica judía y llevó a sus ejércitos a Yerushalayim para hacer cumplir estas leyes que imponían la pena de muerte para aquellos que las desobedecerían.
Sin embargo, la impaciencia de Antiojus tuvo un efecto contrario a lo que él quería lograr. Los nuevos decretos despertaron el orgullo judío, incluso en aquellos que estaban tal vez inconscientemente inclinados hacia la asimilación. Involuntariamente, Antiojus provocó lo que más tarde se conoció como la rebelión armada de los Jashmonayim, que lucharon no solo contra los griegos sino también contra los judíos que habían liderado el movimiento asimilacionista.
El rabino Eliezer Melamed dice que si Antiojus Epífanes no hubiera perdido la paciencia, la asimilación de los judíos habría continuado sin resistencia. La rebelión contra el imperio griego nunca habría sucedido, y el pueblo judío ח”ו quizás no se hubiera recuperado nunca de la asimilación. Podría haber desaparecido para siempre, integrándose dentro de los otros pueblos del imperio, como sucedió con todas las demás civilizaciones de la antigüedad.
Creo que «La impaciencia de Antiojus» fue absolutamente providencial y debería considerarse como uno de los milagros de Janucá, ya que que produjo un llamado de atención al alma y al orgullo de los judíos.



YOSEF: Integridad a prueba de fuego

El éxito de Yosef dependió de la ayuda de HaShem ( כל אשר הוא עושה ה’ מצליח), pero también de la conducta intachable de Yosef, que lo hizo merecedor de la ayuda Divina.  Hablamos ya de la paciencia de Yosef, de su autoestima, de su proactividad y su capacidad para ver el futuro desde una perspectiva judía, como una dimensión abierta con posibilidades que nosotros mismos podemos crear. 
Hay otra característica de Yosef que llevó a Yosef a triunfar. Me refiero a su integridad. 
La integridad de Yosef se manifiesta implícita o explícitamente en por lo menos tres casos
1. HONESTIDAD:
Yosef fue comprado por Potifar como un esclavo. Al poco tiempo de estar en la casa de Potifar, éste lo asigna como el administrador de su hacienda. La Torá dice que Potifar (Gen. 39:6) «…dejó todo lo que él poseía en las manos de Yosef, y Yosef no tenia que darle cuenta de nada…» . Potifar tenía una confianza total en Yosef. ¿Qué vio Potifar en Yosef que lo llevó a designarlo como su administrador?  Era muy común que los esclavos robaran. Los Jajamim en Pirqué Abot dijeron  מרבה עבדים, מרבה גזל que cuanto más trabajadores una persona tiene en su casa, más alto es el índice de robos que esa persona va a sufrir.  Los trabajadores domésticos sentían que su paga nunca era suficiente y se veían en su derecho a tomar lo que quisieran de sus empleadores, como un justo acto compensatorio. Yosef, evidentemente se comportó con una honestidad poco común, que fue identificada por Potifar e hizo que Potifar lo promoviera. El Rab Eliezer Papo, z»l, dice en su maravilloso libro Pele Yoets que la honestidad es la clave del éxito profesional o comercial, ya que tarde o temprano la persona honesta adquiere una reputación que se trasforma en su mayor capital y en su crédito más importante (y viceversa).
2. FIDELIDAD
Como sabemos, la esposa de Potifar quiso seducir a Yosef. Para un joven solo y sin familia, el afecto de una mujer no era solamente una cuestión de instintos sino también, o por sobre todo, una imperiosa necesidad emocional.   Pero Yosef se contuvo. Yosef no se dejó llevar por sus instintos. Yosef se guió por los principios morales que aprendió de Ya’aqob, su padre.  Los Jajamim ya nos advirtieron que hay dos áreas muy sensibles, en las cuales muchos caen, y por lo tanto debemos redoblar nuestro esfuerzo por sobreponernos en ellas. Una es el área de honestidad comercial (גזל) y la segunda es el área de la sexualidad (עריות). Esto no es un tema nuevo: permanente escuchamos como personas de todos los niveles sociales incluso (o especialmente) individuos que están en posiciones políticas prominentes, caen por temas de corrupción económica o por escándalos sexuales.  Yosef nos da un gran ejemplo de integridad moral y lealtad.
3. NOBLEZA
Todos pensamos que Yosef es llamado «Tsadiq» (justo, íntegro) porque rehusó los avances de la esposa de Potifar. Este año escuche del Rab Jayim Sabato ( aquí se puede escuchar su clase, en hebreo) que una razón adicional (o la principal) por la cual debemos considerar a Yosef como un gran Tsadiq puede ser otra: la capacidad de Yosef para perdonar. Cuando por fin le revela a sus hermanos su identidad, y estos no podían hablar de la sorpresa y el pesar, Yosef no solamente les dijo que de su parte no existen rencores ni reproches, y que obviamente los perdona, sino que también se esfuerza por consolarlos. En una incredible demostración de magnanimidad moral Yosef les dice a sus hermanos.  45:6 «Y ahora, no se aflijan más y no se sientan mal con ustedes mismos … porque al final de cuentas, ha sido para salvar vidas que D-s me envió aquí antes que ustedes llegaran»  . 45:8  «Fue HaShem, no ustedes, quienes me hicieron llegara Egipto. «
Yosef les dice que no se sientan culpables.  Que ellos fueron solamente un medio que haShem empleó para salvar millones de vidas del hambre. Hubiera sido tan natural y esperable que una persona expresara un mínimo reproche, algo que haga sentir mal a los hermanos, una pequeña venganza oral y emocional. Pero en el caso de Yosef eso no existe, Yosef solamente piensa en como consolar a sus hermanos que se sienten tan culpables. 
El Rab Sabato explica que a veces una persona puede ser un gran «tsadiq» en el área religiosa, pero cuando enfrenta una situación social (בן אדם לחברו) quizás no actúe con la misma grandeza. Yosef nos demuestra tener un carácter moral integral, hacia HaShem y hacia el prójimo. Nos deja una gran lección de honestidad, lealtad y nobleza.  Todos estos atributos hacen que Yosef sea conocido como Yosef haTsadiq, «Yosef, el hombre íntegro»



El origen judío de Thanksgiving

Mañana es un día feriado en los Estados Unidos. Se llama “Thanksgiving”, que en español significa: «agradecimiento» (la traducción «acción de gracias» no es literal, y realmente, confunde). La gente no trabaja y por lo general las familias americanas se reúnen y celebran … comiendo pavo. Hace varios años que escribo en inglés sobre la opinión de los Rabbanim respecto a la participación de los Yehudim en esta celebración.
Publico el presente artículo en español, ya que gracias a la globalización, este feriado es conocido el día de hoy en todo el mundo.
Si bien la celebración de Navidad o Halloween está estrictamente prohibida para los judíos, la participación en la celebración de Thanksgiving es un tema discutido. En un artículo titulado «¿Es el Día de Thanksgiving Kosher?» un rabino de Atlanta, GA, Michael Broyde, examinó las posiciones Halájicas de tres Rabbanim sobre este tema: 1. La del Rab Yitzhak Hutner, quien dictaminó que estaría prohibido para los judíos participar o celebrar esta festividad gentil. 2. La del Rab Yosef Soloveitchik, que lo considera como una festividad secular y permite su celebración (esto es: comer pavo), y 3. La del Rab Moshe Feinstein, que permite consumir pavo, pero prohíbe cualquier otro tipo de celebración. Muchos judíos ortodoxos celebran este día y otros no. Y cabe destacar que este NO es un tema controversial que divide a la comunidad judía local o algo así. Creo que todos celebran de una u otra manera de uno de los pocos feriados largos de este país….
Quisiera aportar un poco más de información respecto a la fascinante historia de Thanksgiving.
1. ¿CELEBRACIÓN SECULAR O RELIGIOSA?
En primer lugar,  Thanksgiving no es un feriado secular.
En 1789, el presidente George Washington emitió un decreto diciendo que el jueves 26 de noviembre de ese año «sea consagrado por el pueblo de estos Estados al servicio de ese gran y glorioso Ser [Dios] que es el autor benéfico de todo lo bueno que fue, que es y que será, para que todos podamos unirnos a rendirle nuestro sincero y humilde agradecimiento por Su gran cuidado y protección hacia la gente de este país, previo a su devenir en una nación.»
La razón original de Thanksgiving es el agradecimiento a DIOS, por Su generosidad y Sus favores. Y creo entonces que en lugar de traducir Thanksgiving como “Día de acción de Gracias” (una traducción que confunde) y viendo como fue presentado por George Washington, Thanksgiving se debería llamar “Día de agradecimiento a Dios” (Cabe destacar que George Washington, y los fundadores de este país, que eran protestantes, no invocaban a Yeshu, como hacen los católicos, sino directamente a Dios, el Dios de la Biblia Hebrea o según ellos: «El antiguo Testamento).
2. LOS PRIMEROS JUDÍOS EN EEUU
Los judíos Sefaradim fueron los primeros en llegar a este país en 1654.
Y en 1789 los judíos de la Congregación Sefaradí Sheerith Israel de Nueva York, liderados por el Rab Gershom Mendes Seixas, el primer rabino nacido en los Estados Unidos, se unieron a la celebración de Thanksgiving. El Rab Mendes Seixas, muy allegado a Washington, escribió lo siguiente:
“Nosotros los judíos hemos sido declarados por este gobierno como ciudadanos con los mismos derechos que todos los demás [algo que en ese momento NO existía en ningún otro lugar del mundo. YB]. No tenemos suficientes palabras para agradecerle al Dios de nuestros padres por todos los beneficios que resultan de este buen gobierno… y tampoco podemos expresar de manera suficiente nuestro reconocimiento por Su benévola generosidad, en lo bueno que Él hace en favor de los habitantes de esta tierra». Para el Rab Mendes Seixas (1745-1816) Thanksgiving era una ocasión inmejorable para agradecer a HaShem no solamente por Su permanente protección, sino también por las libertades y los derechos que los judíos gozaban en EEUU. La introducción de Tefilot especiales para la celebración de Thanksgiving, con Salmos y plegarias pidiendo a HaShem que proteja al presidente y a los funcionarios del gobierno Norteamericano continuó por mucho tiempo, especialmente en esta primera Sinagoga que existe hasta nuestros días. En este link se puede ver la Tefilá compuesta en 1945 para esta ocasión.
3. NUEVA INFORMACIÓN
Recientemente, se ha descubierto un nuevo material histórico que demuestra que Thanksgiving tiene raíces judías. En su libro “Making Haste From Babylon” el historiador Nick Bunker revela un elemento de particular importancia . Los peregrinos del icónico barco Mayflower, esos primeros pioneros que llegaron a los Estados Unidos huyendo de la persecución en Inglaterra, traían con ellos su principal fuente de inspiración religiosa: la Biblia. Se sabe que una edición particular de la Biblia, publicada en 1618, estuvo en posesión de William Bradford, quien más tarde se desempeñaría como gobernador de la primera colonia americana “Plymouth”. Y esta edición de la Biblia fue complementada con anotaciones manuscritas de un erudito puritano llamado Henry Ainsworth (1571-1622). Poco después de tocar tierra en noviembre de 1620, Bradford invitó a los recién llegados a agradecer a Dios luego del peligroso viaje que los trajo a América, y en esa ocasión recitaron el Salmo 107 (que es el Mizmor de Tehilim que nosotros recitamos en Pésaj!). Curiosamente, en sus anotaciones al versículo 32 de ese Salmo dice:
“De este Salmo, y de este verso los Hebreos tienen la siguiente ley: ‘Cuatro individuos deben agradecer (a Dios): el enfermo, cuando se haya sanado; el prisionero cuando es liberado de su yugo; los que descienden al mar [navegan], cuando arriban (a la tierra); y los viajeros [que caminan por zonas desiertas] cuando llegan a la tierra habitada. Y deben hacer este agradecimiento delante de diez hombres, y dos de ellos deben ser Sabio. Y la manera de agradecer y bendecir es así: la persona se pone de pie en público y bendice al Señor diciendo: [Bendito eres Tú, HaShem, nuestro Dios, Rey eterno, que generosamente concede [Sus] buenos favores, aún con aquellos que pecan, etc. Maimónides, en Mishne Torá, Trat. de bendiciones, cap. 10, secc. 8.»
Si este texto les parece familiar a los judíos versados en la ley judía, es porque Ainsworth «copió» en inglés una Halajá del libro de Maimónides, Mishné Torá (Hiljot Berajot, 10:8) que prescribe las cuatro circunstancias en las que se deben recitar la Berajá «ha-gomel”, la bendición de «agradecimiento» después de haber salido ileso de una situación peligrosa y arriesgada. Estas cuatro instancias están definidas justamente en el Salmo 107.
Bradford comparó la llegada de los peregrinos a América con los judíos que cruzaron el desierto y llegaron a Israel. “Los viajeros que caminan [en el desierto], y llegan [sanos y salvos] a la tierra habitada», uno de los cuatro escenarios que requieren la plegaria de «agradecimiento» o «Thanksgiving».
Bunker argumenta que la primera plegaria que recitaron los peregrinos norteamericanos al arribar al Nuevo Mundo tuvo sus orígenes en una práctica claramente judía. Y considera que fue este servicio religioso el que dio su origen al «Thanksgiving» original.



Agradeciendo a Dios en público

ארבעה חייבים להודות: יורדי הים, הולכי מדבריות, ומי שהיה חולה ונתרפא, ומי שהיה חבוש בבית האסורים – ויצא.
                                                                (ברכות נד ע»ב)

Los Jajamim establecieron que en cuatro ocasiones, cuando nos salvamos de una situación potencialmente peligrosa, tenemos que expresar nuestra gratitud a HaShem públicamente. Esto se aprende de Tehilim (Salmo 107). En los tiempos del Bet-haMiqdash esta declaración de gracias se llevaba a cabo a través del «qorban todá», la ofrenda de gratitud. Hoy en día, y hasta que tengamos nuevamente el Bet-haMiqdash בבי»א, expresamos nuestra proclamación pública de gratitud a través de una bendición especial llamada HaGomel.

Esta bendición dice: «Bendito eres Tú HaShem, nuestro Dios, Rey del universo, que realizas favores a aquellos que están en deuda [contigo], ya que me has concedido a mí, todo lo bueno. »

Primero vamos a explicar lo que esta berajá dice:

«Hagomel lajayabim tobot….» (Quien concede favores a aquellos que están en deuda…) significa  que cuando pensamos en el balance deuda / crédito entre nosotros y nuestro Creador, nos damos cuenta que permanentemente recibimos innumerables bendiciones y favores de Él . Si tenemos algún mérito (zejut) por el cual merecemos algún «crédito», nos damos cuenta que palidece en comparación con todo lo que le adeudamos a HaShem. Especialmente cuando consideramos también nuestras trasngresiones y faltas (‘aberot) que reducen nuestro mérito.  En otras palabras, decimos a HaShem que Él nos ha salvado y nos ha librado de una situación potencialmente peligrosa como un acto de pura bondad (hesed) que no merecíamos.

Dicho sea de paso, la razón por la cual un niño menor de edad no recita HaGomel, es porque a esa edad aún no son considerados plenamente responsables de sus transgresiones. Por lo tanto, no pueden ser considerados «Jayabim», «deudores», (Rab Obadia Yosef).

¿Cuándo se dice esta berajá?

Esta bendición se recita cuando salimos ilesos, sobrevivimos, una de las cuatro situaciones de peligro potenciales mencionadas en Tehilim (Salmos) 107.

a) Al ser liberados de la cárcel.
b) Después de haber navegado en el océano
c) Cuando nos recuperamos de una enfermedad grave
d) Después de cruzar un desierto

En hebreo existe un «simán» (una palabra mnemotécnica) para recordar estas cuatro circunstancias. La palabra es  חיים  (Jayyim, «vivos»  que en este contexto se entiende como «sobrevivientes»)  חבוש  ים  יסורין  מדבר .  Prisión. Mar. Sufrimiento (=enfermedad). Desierto.

 

Antes de examinar cada uno de estos eventos, es importante aclarar que en este tema hay una diferencia entre la tradición Sefardí y la tradición Ashkenazí. De acuerdo con la tradición Ashkenazi, esta lista de situaciones no es exhaustiva. En otras palabras, uno recita la bendición Hagomel en esas circunstancias y también en cualquier otra situación en la que uno haya salvado su vida. La tradición Sefardí, sin embargo, sostiene que decimos HaGomel en una de estas cuatro ocasiones, exclusivamente.



¿Cómo celebrar Simjat Torá en tiempos de COVID19?

¿Cómo celebrar Simjat Torá en tiempos de COVID19?

Uno de los recuerdos más lindo de mis niñez en Melilla, España, es el de la celebración de las bodas. Todas las bodas se hacían en nuestra Sinagoga, “Or Zarua” de Don Yamín Benarroch. Recuerdo claramente que luego de la Jupá la pareja descendía y la novia daba una vuelta alrededor de la Tebá (el lugar desde donde se reza y se lee la Torá) y todos los invitados la miraban con admiración al pasar, y celebraban la nueva vida de esta pareja.

Simjat Torá también se celebraba entonces de una manera muy similar. Para cada una de las Hakafot (vueltas alrededor de la Tebá) un solo miembro de la comunidad sostenía la Torá y caminaba alrededor de la Teba mientras el resto de los congregantes le cantaban a la Torá desde sus asientos, mirando con admiración y cariño a la Torá, y recuerdo que mis hermanas y yo extendíamos un beso virtual cuando la Torá pasaba cerca.

Como verán, nuestra celebración de Simjat Torá, particularmente los bailes, eran un poco diferente a los bailes Jasídicos que tenemos hoy. Pero el Simjat Torá de mi infancia era muy alegre aunque no todos bailaban con la Torá. Era simplemente un estilo diferente.

Este año tenemos muchas restricciones debido al COVID. Y estas nuevas pautas parecen quitarnos la felicidad de este día especial. En nuestra Sinagoga en Great Neck, NY, ya se estableció que este año no podremos bailar con la Torá. Y sólo una persona tiene permitido sostener la Torá mientras todos permanecen en sus asientos… Pero, ¿no era así como se celebraba Simjat Torá en Melilla?

Creo que es imperativo que pongamos los sentimientos en orden y nuestras felicidad no disminuya en absoluto en este Simjat Torá.

En primer lugar, tenemos que estar orgullosos de tener líderes rabínicos y comunitarios que priorizan lo que es más importante! ¡“Ushmartem Meod Lenafshotejem”! Nuestra Torá sostiene que la preservación de la vida (y la salud) es el valor más alto. Y cuidar nuestras vidas es una hermosa forma de honrar la Torá y sus mandamientos.

También tenemos que estar muy felices de que este año vamos a tener la oportunidad de hacer un poco más de introspección y entender que bailar con la Torá no es la causa de nuestra felicidad, sino una de las muchas maneras de expresar nuestra alegría. La verdadera “causa” de nuestra alegría es אשר בחר בנו מכל העמים ונתן לנו את תורתו que el Creador nos eligió entre todos los pueblos y nos entregó Su Torá” . Estamos felices de pertenecer a la nación de Israel. Estamos felices de que HaShem nos haya entregado la Torá que dirige nuestras vidas con los valores correctos.

En Simjat Torá también celebramos la conclusión del ciclo anual de lectura de la Torá y el comienzo de un nuevo ciclo. Y aunque no bailemos estamos felices de tener la oportunidad de comenzar el nuevo el año leyendo el mismo texto pero con una mirada nueva, y con nuestros ojos llenos de curiosidad. Estamos felices de vivir en tiempos en los que tenemos libertad para estudiar Torá. Y que nuestros niños tienen acceso a escuelas judías y a maestros increíbles. El estudio de la Torá es hoy más accesible que nunca para todas las edades y los niveles. Esta allí “a un click o a un Zoom” de distancia.

Este año, en nuestra Sinagoga se invitará a todos los congregantes a tomar un Jumash (un libro de Torá impreso), y abrazarlo mientras el Sefer Torá, como la novia, da vueltas a nuestro alrededor.

Mientras sujetamos a nuestro libro de Torá con fuerza tomemos la determinación de ser más ambiciosos en su estudio, y expresemos nuestro deseo de llegar a un nivel más profundo de su entendimiento y observancia.

Aunque no bailemos con la Torá, expresemos nuestro agradecimiento a Dios y pidámosle que nos inspire a aprender y compartir con nuestros amigos y familiares las hermosas lecciones de vida que nuestra Torá contiene.

Que tengamos el Simjat Torá más feliz de nuestras vidas,




GENESIS 1:27: Hombre y mujer los creó

ויברא א’ את-האדם בצלמו בצלם א’ ברא אותו זכר ונקבה ברא אותם

“Y Dios creó al ser humano a Su imagen.… hombre y mujer los creó”. Génesis 1:27

Analizaremos ahora la parte de este versículo que habla de hombre/ mujer. Dejemos en claro que nuestra traducción es deliberadamente no-literal: el texto no dice “hombre y mujer” sino “masculino y femenino.”

Lo primero que hay que observar es que la diferenciación entre masculino y femenino no fue mencionada en la creación de los animales. Obviamente, esto no quiere decir que Dios no creó a los animales con diferentes sexos, sino que por alguna razón, sólo en la Creación del hombre y de la mujer la Torá “menciona”  la condición sexual masculina y femenina.

¿Por qué?

Si bien no encontré referencias específicas sobre este tema en los comentarios bíblicos tradicionales, quizás se pueda explicar de la siguiente manera:

CONCIENCIA y GOBIERNO

HaShem creó al ser humano a Su imagen, esto diferencia a los humanos de los animales. Y HaShem los creó como hombre y mujer, esto distingue a los humanos, unos de otros. La heterosexualidad, es decir, la definición del ser humano como hombre y mujer, no aparece como algo secundario sino como una condición ontológica. Quizás la Torá quiere subrayar que sólo los humanos, a diferencia de otros seres vivos, tienen “conciencia” y conocimiento de su propia sexualidad y de su género. Y por tener conciencia de su sexualidad, sólo los seres humanos son capaces de gobernar su sexualidad.

CEREBRO MASCULINO vs CEREBRO FEMENINO

En el ser humano, a diferencia de los animales, hombre y mujer no solo se distinguen en lo sexual y en lo físico sino también en lo mental o psicológico. La forma de pensar, de expresar y procesar emociones, de percibir el lenguaje, de distenderse, etc. es diferente (y a veces opuesta) entre el hombre y la mujer. (Este es un tema interesantísimo pero demasiado complejo como para ser tratado en un solo email. El lector que quiera saber más al respecto puede leer lo que escribió el neurocirujano de Cambridge,  Simone Baron Cohen en su libro: “The essential difference” ). Creo que esta explicación es consistente con el principio del pasuq que se refiere a la “imagen de Dios en el hombre”. Esta “imagen” no apunta a un parecido físico entre hombre y Dios ח»ו sino que se refiere al alma, al pensamiento, a la libertad de elección, etc.  Aquí también, por lo tanto, podemos asumir que esta diferenciación va mas allá de los físico y hasta de lo estrictamente sexual. Es como si este texto estuviera afirmando que HaShem creo dos “especies” humanas:  hombre y mujer.

¿CUANTAS RAZAS HAY?

Hay algo más que el texto bíblico  NO dice. En los libros de historia comunes, escritos por las civilizaciones paganas de la antigüedad, los textos que se refieren a la creación de la humanidad siempre resaltan el aspecto nacional. Los dioses paganos crean más de una especie humana. Los sumerios, por ejemplo, relatan que sus dioses los crearon a ellos y otros dioses inferiores, crearon a los otros pueblos.   En la Torá, y solamente en la Torá, no dice que Dios creó a los Israelitas y luego en otro acto inferior o posterior creó al resto del mundo. No se habla de blancos y negros o de esclavos y señores, ni de los hijos de la luz y los hijos de la oscuridad, como aparece en los mitos paganos de la Creación. La Torá, el único libro de autoría divina, no menciona la creación de las razas. La Tora sólo registra 2 tipos de humanos, como si se tratara de dos “especies”: hombre y mujer.

PLENITUD

Otro elemento destacable es que en hebreo cuando la Torá nombra al ser humano lo hace con el articulo definido “el” (ויברא א’ את-האדם). Este artículo no está aquí para diferenciar entre masculino y femenino (en hebreo el articulo definido es siempre neutro) sino para destacar que no se trata de «Adam», el hombre, sino de «ADAM», el ser humano.  En otras palabras, este texto afirma que HaShem creó a ADAM como masculino y femenino. Los Rabinos explicaron que el hombre o la mujer por sí mismos, sólo se consideran la mitad de un ser humano.  La palabra ADAM (en oposición al nombre «Adam») significa: hombre + mujer. Por eso en hebreo bíblico y moderno “ser humano” se dice BEN ADAM, que significa: hijo del hombre y de la mujer.  En el judaísmo el celibato voluntario no es un ideal religioso sino todo lo contrario: se considera una grave transgression. Este versículo nos enseña que para la Torá en el sociedad humana la plenitud del ser humano sólo se alcanza cuando hombre y mujer se unen, se casan. Recién entonces se consideran ADAM, un ser humano.