El Rabino Sabato Morais y la obligación de agradecer al país de residencia

«… Busca el bienestar de la ciudad donde te envié en el exilio, y reza a Dios por ella, porque en su bienestar encontrarás tu bienestar». Jeremías 29:7

La tierra original del pueblo judío es la tierra de Israel.  Pero por casi 19 siglos –o más de 2500 años si contamos desde la destrucción del primer Templo– los judíos vivimos en el exilio: es decir, identificados como miembros del pueblo de Israel, residiendo en países que nos acogieron y recibieron. Nuestra experiencia en esos países, en su gran mayoría, no fue positiva: por lo general los judíos no éramos bienvenidos sino más bien tolerados, y en muchos casos fuimos abusados y expulsados.  Los Estados Unidos de América, históricamente,  fueron una honrosa excepción a esta regla, por su bíblica vocación de derecho, igualdad y absoluta libertad de culto (algún día, BH,  me gustaría escribir acerca de la historia de las comunidades judías en este país, que comienza alrededor del 1650).  
Hoy quisiera compartir con ustedes una parte de un magistral discurso pronunciado por R. Sabato Morais (1823-1897), rabino de la Congregación Mikveh Israel en Philadelphia. Este rabino Sefaradí, nacido en Livorno, Italia, pronunció este sermón el día  27 de noviembre de 1851, en celebración de «Thanksgiving», un día muy particular, y con orígenes bíblicos, en el calendario de los Estados Unidos.  
Para Sabato Morais, uno de los rabinos ortodoxos más destacados del siglo XIX en Estados Unidos, el Día de Thanksgiving es «una fiesta nacional que conecta al pueblo judío con su país de residencia, [en este caso: Estados unidos] y con sus conciudadanos, independientemente de su credo». Este tema es muy espinoso, porque hay un muy delicado balance entre la vocación judía del agradecimiento a Dios y la resistencia a celebrar eventos religiosos no-judíos o inter-religiosos.  Es por eso que este texto es tan valioso: porque de cierta manera, creo yo, encuentra este balance que parece imposible y lo hace con gracia y diplomacia, y sin alejarse un ápice de la ortodoxia halájica.  
Presento aquí algunos párrafos seleccionados en los que el Rabino Morais insta a sus correligionarios judíos a que expresen a través de la Tefilá (oración) su gratitud a Dios y al país que los absorbió y les brindó los derechos que él, y muchos como él, no encontraron en su Europa natal .
“… En el día que los habitantes de esta tierra han apartado para agradecer a Dios, que Israel no se muestre reacio a responder a la llamada religiosa. Es cierto que [los judíos] no nos reunimos para conmemorar un evento que no nos sea peculiar, sin embargo, incluso como miembros de la casa de Jacob, la presente ocasión debe suscitar nuestros más profundos sentimientos de gratitud hacia Dios, nuestro benefactor … por todo lo que nos rodea y resplandece de gozo: La naturaleza, obediente a su Creador, ha sonreído a esta tierra; los campos rebosan de producciones, ninguna lluvia desfavorable destruye nuestras plantas, ni los abrasadores rayos del sol han arruinado nuestros frutos. La inestimable bendición de la abundancia ha sido derramada sobre nosotros; y nosotros y nuestros hijos cosechamos sus beneficios. Por lo tanto, es para cantar juntos al unísono de voz y pensamientos las alabanzas de nuestro Padre misericordioso, que hemos llegado a Su santa mansión, para ofrecer el sacrificio de un corazón agradecido, y que hemos renunciado a nuestras ocupaciones diarias y hemos acudido en masa a su altar sagrado. …. Casi ha transcurrido un siglo desde que los dispersos hijos de Yehudá encontraron aquí un hogar de seguridad y paz; aquí han prosperado y adquirido riquezas; ningún adversario interno los ha molestado jamás, ni la vara de la tiranía ha llegado a estas costas; aquí sólo tienen que demostrar su valía y se elevarán tan alto como cualquier hombre libre pueda aspirar; ninguna discapacidad, ningún impedimento legal militan en su contra; ¡Qué felicidad es aquella de la que uno está hecho para participar! Queridos hermanos, el campo ilimitado del conocimiento está abierto para ustedes, pueden entrar en él y recoger libremente sus deliciosos frutos … sin impedimentos en el ejercicio de sus deberes religiosos, de acuerdo con la doctrina judía, no sólo son tolerados, sino considerados con respeto ; porque tú también formas parte del todo glorioso que constituye la República Norte Americana» ”.
Esta es la plegaria que él compuso para ser recitada en este día:
“Soberano de todos los tiempos [= רבונו של עולם],… bendice este país, a este pueblo, a sus hogares, a sus campos, a sus comercios, a sus producciones; que mantengan entre ellos la armonía de sentimientos, la hermandad indisoluble y la unidad…ahora y siempre. Bendice a todos ellos, de cualquier nación o credo, que se han reunido en este día como nosotros para agradecer Tu abundante bondad …  por sus ancianos y por sus jóvenes, por los ricos y por los pobres, por sus guardianes y oficiales, por sus escuelas y maestros, despliega,  ¡Oh Dios! el pabellón de tu paz, que la conducta religiosa y su progreso futuro en el camino de la verdadera sabiduría brille intensamente sobre [los Estados Unidos de] América y sobre Israel tus elegidos. Amén. »
Este discurso fue publicado en la revista “The Asmonean” (החשמונאי). Para leer este documento, tendrá que ampliarlo x 3. Esta copia  es muy especial porque el rabino Morais publicaba sus artículos y luego «los corregía después de la publicación para mantenerlo en sus archivos personales». Las anotaciones a lápiz son sus originales del autor.




VAYERA: Abraham y el oportunismo positivo

HACER EL BIEN SIN MIRAR A QUIEN
Esta Parashá nos invita a conocer algunos detalles de la personalidad de Abraham Abinu. Ya cerca de sus 100 años de edad,¿A que dedica su vida Abraham? ¿En qué invierte su valioso tiempo este hombre que descubrió a Dios? Abraham, nos cuenta la Torá esta semana, está sentado en su carpa buscando con su mirada gente que necesite ayuda.

La historia de los 3 huéspedes de Abraham la conocemos, pero quizás no llegamos a absorber su enorme magnitud. Permítanme explicarme: Abraham levanta sus ojos y ve a 3 extranjeros, gente totalmente desconocida para él, y que aparentemente no tenían nada de especial. La Torá los describe como caminantes –que era un signo de pobreza–y no como viajeros comerciantes montados en sus burros o camellos. Abraham obviamente vio esto, pero lejos de desanimarlo, el hecho que estas personas eran (o parecían) humildes era la oportunidad que Abraham estaba esperando. Abraham –que por lo que nos describe la Torá tenía casa, comida, ganado, trabajadores, hacienda, etc.– vivía una vida holgada en cuanto a lo material. Al ver a estos hombres se pone de pie y los invita a hospedarse en su tienda, desinteresadamente.

Abraham estaba en la puerta de su tienda literalmente a la espera de una oportunidad para ayudar a los demás. La conducta de Abraham es completamente anormal.

OPORTUNISMO, PERO AL REVES
Cuando una persona está a la espera de un extraño, de alguien a quien jamás ha visto antes y ni siquiera conoce su nombre, podemos asumir que sus intenciones no son buenas. Generalmente los extranjeros son víctimas de embaucadores o estafadores que los engañan, roban y abusan sin temor a represalias. Los estafadores están a la espera de este tipo de oportunidades, o las fabrican, para encontrar alguien débil, humilde e indefenso. Son las víctimas perfectas porque no se pueden defender.
La misma palabra “oportunismo”, se utiliza siempre de manera negativa. Cuando decimos que alguien es un oportunista, en español o en inglés, nos referimos a una persona indecente que busca la oportunidad de abusar, robar o engañar.

El oportunismo de Abraham es completamente diferente. Abraham estaba pendiente de alguien que necesitara ayuda. Piensen los lectores si alguna vez han conocido a alguien como Abraham Abinu. Alguien que esté a la salida de un supermercado esperando la oportunidad de ayudar desinteresadamente a las personas que necesiten ayuda para llevar sus compras a su auto, o algo así. ¿Existen individuos así? ¿Ángeles humanos que dedican su tiempo a “esperar proactivamente la oportunidad de poder ayudar desinteresadamente a los humildes y necesitados» y ni siquiera reclaman crédito por su ayuda.

¿CUANTAS VECES ABRAHAM RECIBIO HUESPEDES?
Otro detalle importante es que Abraham es proactivo en su generosidad, no se queda esperando en la puerta de su casa a que alguien venga a pedir su ayuda. Los caminantes ni siquiera se aproximaron a la casa de Abraham. Fue él quien se puso de pie, “corrió” (literalmente) al encuentro de los caminantes y les ofreció agua, comida y sombra. La Torá nos cuenta que esta historia en particular porque al final estos hombres que eran mensajeros Divinos, le anuncian a Abraham que Sara daría a luz a su hijo, pero debemos entender que esta acción de Abraham no era la excepción sino la regla. Abraham dedicaba su vida a este preceder. Si bien no está escrito explícitamente en la Torá, los Sabios dan cuenta de múltiples veces que Abraham invitaba a extranjeros a su casa y agregan por ejemplo, que cuando al terminar de comer los huéspedes querían agradecerle a Abraham, él les decía” No me tienen que agradecer a mí, sino al Creador, que nos ha proveído esta comida» (nebarej sheajalnu misheLo). Abraham es de otro planeta.

Nuestros Sabios dice que nosotros, los descendientes de Abraham Abinu, hemos heredado de el esta virtud. Los Sabios afirman que los judíos poseemos tres características hereditarias transmitidas por nuestros ancestros. Tan fuerte (e importante) es esta carga genética que aquel judío que no posee estas tres virtudes puede que no sea en realidad judío: la primera de estas características es la de Guemilut Jasadim, la inclinación de los judíos a asistir a los demás, ayudar a quien lo necesiten, desinteresadamente.




PRIMERA PRUEBA: Reconocer la palabra Divina

EL CONTEXTO DEL SACRIFICIO DE ISAAC

Una de las razones principales por las cuales escuchamos el Shofar en Rosh haShaná es para recordar el sacrificio de Isaac, esto es, la última de las “10 pruebas” a las cuales fue sometido nuestro patriarca Abraham. Sin duda, este simulacro de sacrificio, despierta muchos interrogantes, que pienso que para ser evacuados debemos ver a las 10 pruebas de Abraham como un todo. Porque si analizamos aisladamente el sacrificio de Isaac, estaremos perdiendo el contexto que le da significado a este evento. Confieso que nunca antes pensé en esto, y que ahora que se me ocurrió me sorprendo de que no se me haya ocurrido antes… Tampoco recuerdo haber leído mucho respecto al detalle de las 10 pruebas, como se relacionan entre sí y de qué manera nos llevan progresivamente al sacrificio de Isaac.

¿QUÉ SON LOS NISIYONOT?

Comencemos entonces por el principio. Los Sabios indican en Pirqué Abot que nuestro patriarca Abraham tuvo que pasar por 10 nisiyonot . Se suele traducir nisaiyón como «prueba», examen o test para determinar si el individuo examinado aprueba o no aprueba el test. Maimónides, sin embargo, cuestiona esta definición. La rechaza. En primer lugar porque el Creador es omnisciente, y no necesita poner a prueba a sus fieles para saber cómo van a responder. En su libro Moré Nebujim, la Guía de los perplejos (3:24), Maimónides explica que más que una prueba, un nisaiyón es una experiencia (en hebreo moderno la palabra nisaiyón se utliiza más como «experiencia» que como «prueba») , una decision que uno debe tomar en circunstancias adversas, y aquel que la pasa exitosamente, aprende una lección de vida que no sabía anteriormente. Y que luego puede legarla para la posteridad. El nisaiyón educa y hace crecer al que lo vive. Y sin duda los 10 nisiyonot de Abraham, las “diez pruebas” que superó, forjaron su fe y la fe del pueblo judío.

Voy a comenzar a describir estas experiencias, una por una, con la intención de demostrar que hay una progresión en el proceso de aprendizaje de Abraham, que va desde la primera hasta la última prueba: el sacrifico de Isaac. Y de esta manera comprenderemos en mayor profundidad qué debemos pensar y sentir cuando escuchamos el Shofar en Rosh HaShaná.

Para describir estas 10 pruebas voy a basarme en la opinión de Maimónides, que menciona las pruebas que fueron explícitamente mencionadas en el texto bíblico.

IDENTIFICAR A DIOS

De acuerdo a nuestros Sabios, Abraham comenzó a rechazar la idea de la idolatría desde una temprana edad. Quizás porque su padre se ocupaba de fabricar ídolos y lucraba con la inocencia de la gente, fue más fácil para Abraham comprender la manipulación detrás del paganismo y cómo la idolatría servía a los intereses de los estafadores y los charlatanes. Abraham estuvo dispuetso a sacrificar su beneficio eocnómico para buscar la verdad.  Solo una vez que pudo desconectarse del pensamiento pagano, Abraham estuvo psicologicamente preparado para el próximo paso. Poco a poco, llegó a la conclusión de que existe un único Dios, el Creador inteligente de los cielos y la tierra. Y también llegó a la revolucionaria conclusión de que el Creador es invisible.   La primera prueba comienza cuando Abraham ya es un hombre mayor, a sus 75 años.  Dios se revela a Abraham. Se dirige a él a través de “Su Voz”. La Voz Divina no llega desde el interior de uno mismo. Es imposible confundirla con un pensamiento, un sueño o una alucinación. Es una Voz (quizás telepática) que en hebreo llamamos “profecía” y que se reveló a nuestros antepasados Abraham, Isaac y Jacob y luego a Moshé y a nuestros profetas. El primer desafío de Abraham fue identificar esa Voz como la palabra de Dios. Y a pesar de que esa Voz debe ser inconfundible, no debe haber sido fácil. Especialmente porque la Voz Divina le da una orden a Abraham, que implica un gran sacrificio.  

PEQUEÑOS GRANDES SACRIFICIOS

El Creador se revela a Abraham y le ordena “abandonar la tierra de Jarán” –donde él tenía a su familia — . La Voz Divina le ordena a Abraham emigrar hacia el sur, a Cannán. Increiblemente y sin tener nada para ganar, Abraham obedeció esta orden porque la identifico como la Voz del Creador. Y estuvo dispuesto a sacrificar su buen pasar en Jarán,  desarraigarse de su familia y comenzar una nueva vida en una tierra donde no conoce a nadie y nadie lo conoce a él. Este sacrificio puede parecer mínimo comparado con el sacrifico de Isaac, pero recordemos que es la iniciación de Abraham en cuanto a reconocer que la Voz que escuchó no es una ilusión. De hecho, cuando pensamos en la última prueba, el sacrificio de Isaac, la primera pregunta que debió haber cruzado la mente de Abraham tiene que haber sido si la orden que está escuchando es la Voz divina o es una alucinación.   Junto con la orden,  Dios también le hace una promesa: le asegura que allí se convertirá en una gran nación,  que Dios lo bendecirá –con prosperidad–y que lo protegerá de sus enemigos.  Abraham obedece, deja todo atrás y se encamina hacia donde la Voz Divina se lo indica. Seguramente con miedos, pero sin cuestionamientos. Abraham pasa la primera prueba: reconoce y obedece la Voz Divina.

¿QUÉ APRENDEMOS DE ABRAHAM?

Antes de pasar a la próxima prueba, me quedo pensando en que nosotros enfrentamos nuestras propias pruebas a diario. Un judío observante tiene que estar dispuesto a hacer permanentes sacrificios para observar la Torá: dormir menos y levantarnos temprano para  rezar, tener más limitaciones en lo que comemos, dejar de trabajar en Shabbat, etc. Y aunque todos estos desafíos son mucho menores de los que vivió Abraham, dependen del mismo principio: los hago porque tal como aprendí de mi padre Abraham, estos mandamientos son Divinos. El principio de todos los principios en el judaismo es que los judíos identiifcamoa a la Torá con la Voz del Creador, que escuchamos en el monte Sinai.    Tal como Abraham, también nosotros elegimos obedecer (o no) la Torá, incluso cuando esto implique ciertos sacrificios.

Junto con la orden, Dios también le hace una promesa a Abraham: le asegura que en Canaan se convertirá en una gran nación, que Dios lo bendecirá –con prosperidad–y que lo protegerá de sus enemigos. ¿Pero qué ocurre cuando uno se encuentra con dificultades y las bendiciones de prosperidad que el Creador promete a los que siguen Sus mandamientos no llega? 
 
Esa será la segunda «prueba» por la que tendrá que pasar Abraham.
 




NOAJ: Estudiar y observar la Torá sin ser judío

Escrito el 1ero de Noviembre de 2022

¿QUIÉN QUIERE SER JUDÍO?

Creo que una de las mayores contribuciones del Rab Benamozegh al judaísmo moderno fue su actitud hacia la conversión al judaísmo. En ese entonces, de mediados a fines del siglo XIX, no había muchos no-judíos interesados en convertirse al judaísmo. Todo lo contrario, muchos judíos Europeos se bautizaban para ser aceptados en la sociedad cristiana. Ser judío no acarreaba ningún privilegio. No existía un Estado de Israel que acogiera y protegiera a los judíos, como existe hoy. En Europa ser judío era también muy peligroso. Recordemos que entre 1881 y 1905 hubo más de 200 pogroms en Kiev, Varsovia, Odessa y decenas de miles de judíos fueron masacrados. Sin embargo siempre existieron casos individuales de gentiles –este era, y sigue siendo, el caso de personas estudiosas de la Biblia –que entendían que el judaísmo es la “religión original”: el primero, único y último pacto de un pueblo con Dios. Y estos individuos estuvieron dispuestos a tomar la impopular y peligrosa decisión de convertirse a la religión de Moshé.

LA BÚSQUEDA DE AVERROES

Uno de los casos más célebres de este deseo de convertirse al judaísmo fue Aime Palliere. Nacido en Lyon, Francia en 1868, Palliere se crió en el seno de una familia católica muy devota, y desde una temprana edad demostró una gran inclinación por la religión. Primero se interesó por el catolicismo y luego por el protestantismo. Pero sus inquisitivos estudios, sus dudas acerca de la doctrina de la trinidad (1 Dios=3 dioses?) y una visita a la Sinagoga de Lyon en Yom Kippur lo inspiraron a querer convertirse al judaísmo. Y así fue como decidió comunicarse, primero por correo, con el Rabino Eliyahu Benamozegh. Palliere eventualmente viajó a Livorno, Italia, y se encontró con el ya anciano Rab Benamozegh en persona y le manifiesto su voluntad de convertirse. Pero el Rabino Benamozegh, fiel a la tradición no-misionera del Judaísmo, lo disuadió de la idea de la conversión. Y le explicó que si un individuo no-judío cree en la verdad de la Torá y su deseo es hacer la voluntad de Dios, basta con que cumpla las siete Mitsvot de Bené Noaj, esto es, “Siete Preceptos Universales”.  El Rab Benamozegh que conocía muy bien otras religiones, le explicó al joven Palliere que observando estas Siete Leyes un no-judío obtiene lo que se llama en otras confesiones «su salvación” (lo que en hebreo es jayé haolam habbá, la vida en el mundo por venir).

LA MISION DE BENE NOAJ

Para el joven Palliere las palabras del Rab Benamozegh tuvieron mucho sentido. Palliere, por un lado, descreía de las religiones que pretendían “reemplazar al judaísmo” (cristianismo e islam), como si el judaísmo original, el de los 5 libros de Moshé, ya hubiera desaparecido. Por el otro lado, estaba profundamente apegado a su madre, a sus parientes y a sus amigos ¿Cómo podría él separarse de todos ellos convirtiéndose al judaísmo? Los argumentos del Rab Benamozegh, que de acuerdo a la ley de Moisés, cuando una persona no-judía desea hacer la voluntad del Dios de Israel no tiene la necesidad de convertirse sino de adoptar la “alianza”, el “pacto” de Dios con Noaj y sus siete leyes, tenía absoluto sentido, en términos prácticos y filosóficos. Es decir: él podía seguir siendo no judío, pero estaría cumpliendo con la voluntad del Dios de la Biblia, el Dios de israel.

EL FUTURO DE LA HUMANIDAD

Palliere nunca había oído hablar de una religión que ofreciera “la salvación” a aquellos que no formaban parte de ella. En otras religiones NO se concibe este tipo de alternativas. En el cristianismo, por ejemplo, para alcanzar “la salvación” uno necesariamente tiene que convertirse por completo a esa religión. Palliere se dio cuenta de que solo la fe judía poseía la amplitud de criterio y la convicción como para ofrecer esa alternativa. El rabino Benamozegh le dijo también que el futuro de la raza humana está en esta fórmula: la observancia de los preceptos Noájicos. «Si te convences de esto [y lo promueves], serás mucho más valioso para Israel que si te conviertes a la religión de Israel. Ya que te transformarás en un instrumento de la Divina Providencia para toda la humanidad.” La simple solución que aportó el rab Benamozegh es extremadamente importante. Especialmente en nuestros tiempos donde tantos individuos no-judíos descubren la verdad del judaísmo. Y que la Biblia no tiene sentido sin un «protagonismo judío» por decirlo de alguna manera. Muchos estudiosos ven hoy que a pesar de los enormes esfuerzos que han hecho otras religiones durante siglos para eliminar al judaísmo y a los judíos con el FIN DE JUSTIFICAR ASI SU TEOLOGIA DE REEMPLAZO, el pacto bíblico original ¡nunca ha sido reemplazado! Y que los judíos hemos pagado con nuestras vidas (persecuciones, pogroms y holocaustos) para mantener esta verdad. Aime Palliere se convirtió así en un «Ben Noaj», un observante no judío de la Torá.

Dedicado al diputado argentino Javier Milei.

Amigo de Israel y estudioso de la Torá.

Yosef Bitton




Siete Preceptos de Bené Nóaj: (#2) ¿Qué es la blasfemia?

בן נח שבירך את השם, בין שברך בשם המיוחד, בין שברך. בכינוי בכל לשון . -. חייב
הלכות מלכים , פ“ט , ה“ג
La vez pasada explicamos que hay 7 preceptos que corresponden a los hijos de Nóaj. Los Siete Preceptos de los Hijos de Nóaj, es el código de leyes que, de acuerdo al judaísmo, rige para la sociedad no-judía.
Estamos aprendiendo el origen y la extension de cada uno de estos mandamientos siguiendo el libro del Rab Benamozegh “Israel y la humanidad” (el libro fue escrito originalmente en Frances. También se tradujo al hebreo, al inglés y al español).  El primero de estos siete mandamientos es la prohibición de practicar la idolatría.
El segundo, que exploraremos hoy, lo llamaremos “Blasfemia” (el Rab Benamozegh en su libro lo llamó «sacrilegio») que significa, la prohibición de “profanar” el Nombre divino a través de una maldición. En hebreo, como en algunas otras circunstancias, se utiliza para describir este caso un eufemismo. Y a esta prohibición se la llama curiosamente “bendecir el nombre divino”, refiriéndose exactamente a lo contrario. Vale la pena notar que el hecho de que los judíos no podamos, por una cuestión de conciencia, ni siquiera mencionar explícitamente este acto y par describirlo tengamos que recurrir a un eufemismo, indica el nivel de gravedad (e inconcebilidad) que esta ofensa significa en nuestra tradición e idiosincrasia.
¿De dónde aprende la tradición judía que para una persona no-judía también rige la prohibición de la blasfemia?
La Guemará cita lo ocurrido con el hijo de un hombre egipcio y una mujer israelita. En Vayqrá (Levítico) capítulo 24 leemos:
24:10 En aquel tiempo el hijo de una mujer israelita, hijo de un egipcio, riño en el campamento con un hombre de Israel…
24:11 Y el hijo de la mujer israelita blasfemó el Nombre Divino, y maldijo…
24:12 Y lo pusieron en la cárcel, hasta que les fuese aclarado por HaShem [que deberían hacer con él]
24:13: Y HaShem le dijo a Moisés…:
24:15 ….cualquier hombre que maldijese a su Dios, será castigado por su iniquidad.
El texto Bíblico dice allí (24:15): ish, ish , lo cual la tradición judía interpreta como “cualquier hombre” es decir, independientemente de su origen judío o gentil.
Y también dice: “… a su Dios” y no dice “a Dios”.
Este es un segundo elemento que se aprende de este pasuq. Y voy a tratar de explicar con mis propias palabras lo que dice el rab Benamozegh en su libro. La prohibición de maldecir el nombre divino es más extensa —y más estricta—para un gentil que para un judío. En la ley judía la prohibición se condena severamente únicamente cuando se ofende al nombre divino en hebreo, pero no en los “nombres secundarios” kinuyim de Dios. Para el gentil, sin embargo, rige la misma prohibición, y la misma severidad, si blasfema el nombre de Dios en hebreo o en otro lenguaje (“su” Dios = Dios, en su idioma).
El rab Benamozegh explica que originalmente, todas las religiones monoteístas bíblicas creían en el mismo Dios. Con el tiempo, y para diferenciarse del judaísmo, comenzaron a usar otros “nombres” y el uso de esos nombres dio comienzo a una diferenciación mayor, incorporando la creencia en otros dioses, o manifestaciones divinas, y alejándose así del monoteísmo puro y original. Este sería el caso, según el Rab Benamozegh, de la doctrina eclesiástica de la trinidad. Donde la creencia en tres dioses, que comenzó por tres nombres, afectó los principios del monoteísmo.
El caso del Islam es distinto. Ya que, como dice explícitamente Maimónides , la doctrina musulmana monoteísta no se ha alejado del monoteísmo bíblico, a pesar de que el nombre de HaShem ha sido reemplazado por “Allah”. De esta manera, el Rab Benamozegh no diría que “Allah es el dios de los musulmanes”, sino que “Allah es la forma que los musulmanes llaman a Dios”.
La prohibición de blasfemia, que rige para “cualquier” nombre Divino (HaShem, Allah, Dios) refleja ese estado original de las religiones monoteístas, donde la diferencia teológica consistía en “el nombre” de Dios, y no en Su unicidad o en la forma de servirlo.
En resumen, el Rab Benamozegh dice que la inclusión de otros nombres divinos dentro de la prohibición del sacrilegio nos recuerda que, más allá de los idiomas y las culturas, existe un solo Dios para toda la humanidad.
Y yo agregaría, basado en este mismo concepto que este es también el mensaje del profeta Zejariyá 14:9, donde se expresa el anhelo del pueblo judío que en los tiempos del Meshiaj, HaShem sea reconocido como único Dios y que también Su nombre sea “uno” ביום ההוא יהיה ה’ אחד ושמו אחד . De esta manera se corregiría lo que comenzó con un cambio de nombre y terminó, en algunos casos, con un desvío del monoteísmo bíblico.



El Rab Eliyahu Benamozegh (1822-1900), defensor del judaísmo ortodoxo

El Rab Eliyahu Benamozegh nació en la ciudad italiana de Livorno. La comunidad judía de Livorno es una de las más jóvenes de Italia. Los primeros registros de la llegada de judíos a esa ciudad son de fines del siglo 16, cuando Fernando I de Médici, (1549 -1609), Duque de Toscana le concedió a los judíos de Livorno el derecho de ejercer libremente su religión, algo que era muy poco común en esa época. La población judía original de Livorno era de Sefaradim que habían sido expulsados de España , muchos de ellos habían sido convertidos al cristianismo por la fuerza (anusim) y ahora se trasladaban a esta ciudad para practicar su religión abiertamente.
En 1822, cuando nace el Rab Benamozegh, la ciudad contaba con una población judía de entre 7.000 y 10.000 miembros. Había sinagogas, escuelas judías, instituciones de caridad, etc. y una imprenta hebrea muy importante fundada en 1650.
Los padres del rab Benamozegh venían de Fez, Marruecos. Su padre Abraham, se casó con Clara Coriat a los 70 años (sic.) y falleció cuando Eliyahu tenia solo 4 años.  El rab Eliyahu fue educado en Torá por su tío, y recibió su semijá, ordenación rabínica, a los 18 años. Hablaba y escribía: italiano, francés, español, inglés y por supuesto, hebreo.
El Rab Benamozegh dedicó su vida a enseñar y defender la Torá en dos frentes.
CONTRA EL REFORMISMO
Alrededor de 1840 las ideas de los primeros reformistas judíos se extendían desde Alemania hacia toda Europa. El mensaje era que el judaísmo tradicional había pasado de moda y era un impedimento para la integración (asimilación) de los judíos europeos a la sociedad cristiana moderna. La orden del día era modernizar el judaísmo. ¿Cómo?  Eliminando todos los preceptos rituales, como la circuncisión, el Shabbat, el Kashrut, el Tefilín, etc. y dejando solo su mensaje universal y humanista. Como sabemos, esta dilución del judaísmo terminó dando origen a otras religiones como el cristianismo o secularizando a los judíos por completo. En el caso de la reforma , la mayoría de los líderes reformistas, o sus hijos, terminaron abandonando completamente el judaísmo y muchos se convirtieron al cristianismo.
Gran parte de la obra de Ribbí Eliyahu Benamozegh se concentra en demostrar la constante relevancia del judaísmo y que la Torá no es moderna sino eterna. Uno de los libros más importantes del Rab Benamozegh se llama «Morale Juive et Morale Chrétienne…» (“La moral judía y la moral cristiana, un examen comparativo seguido de algunas reflexiones sobre los principios del islam”). Este libro fue publicado en Paris, 1867. En este libro el Rab Benamozegh explica que aunque el cristianismo y el islam se basaron en la ética judía, terminaron desviándose de ella. El Rab Benamozegh denuncia que estas religiones, que pretenden reemplazar al judaísmo, decidieron ignorar que muy a pesar de sus esfuerzos por borrarnos de la faz del planeta, el judaísmo y sus portadores originales, los judíos, seguimos existiendo. Para justificar su religión y convalidar su carácter de «reemplazantes»  estas religiones se han dedicado a deslegitimar la religión judía, demonizar a sus verdaderos representantes y han hecho todo lo posible para tratar de convertirlos a sus religiones.
Una breve cita del Rab Benamozegh. “El cristianismo siempre ha sido un hebraísmo fragmentado, desprovisto de los elementos que lo vinculan a la vida práctica de este mundo… Mahoma, por su lado, formuló y concibió un mundo por venir [el infierno y el paraíso en el islam YB] que es un reflejo de las vivencias [intensas] que existen en este mundo. Mahoma proyectó: los dolores, la lujuria, las adicciones… el materialismo y los placeres de la carne de este mundo, en el mundo después de la muerte. … el Islam adoptó del judaísmo principalmente su lado social y político, mientras que el cristianismo prefirió adoptar su aspecto espiritual y metafísico [y dejó de lado su aspecto práctico y político YB]
En otras palabras: mientras los judíos reformistas de Alemania se esforzaban para demostrar que el judaísmo había pasado de moda, y se desvivían por ser aceptados por la sociedad gentil, el Rab Benamozegh demostraba que el judaísmo no solo seguía siendo relevante, sino que es la verdadera religión. El primer, único y último “pacto” que Dios hizo con un pueblo, lo hizo con el pueblo de Israel.
Hay que entender que en el pasado era inconcebible que un judío se atreviera a “defender» sus ideas religiosas, y mucho menos que se atreviera a sugerir que las otras religiones “bíblicas” son meras imitaciones fragmentarias de la Torá. Era muy peligroso…
El rab eliyahu Benamozegh es un ejemplo más de esos gigantescos Jajamim Sefaradim que han contribuido enormemente al pensamiento judío moderno, pero que han sido lamentablemente olvidados.



La evolución del toro, de acuerdo a la Torá

 ותיטב להמשור פר

Tehilim 69:32

EL REY DAVID

Cuando  estoy necesitado y dolorido… solo Tú, [HaShem] puedes rescatarme . [Y cuando esto suceda, y me rescates] te alabaré con salmos y manifestaré mi agradecimiento con una ofrenda de gratitud. Y esta ofrenda será [para Ti] más placentera que el ternero adulto del toro [que fue ofrecido como sacrificio].     

En este hermoso salmo de Tehilim, 69, el Rey David pide la asistencia Divina para que lo rescate de las manos de sus enemigos y sus múltiples problemas. Y tal como era la costumbre de David, el rey promete que cuando Dios lo salve no se olvidará de agradecerle y asegura –o espera– que su ofrenda de gratitud ser considerada por el Eterno en un nivel superior a “la ofrenda del ternero adulto del toro o” (shor שור – par  פר). 

LA EVOLUCIÓN DE LA PALABRA TORO

El problema que se presenta en este versículo es entender a qué se refiere el autor cuando dice el ternero adulto del toro (o literalmente: «el ternero que es un toro adulto»).   Comenzaremos por analizar el significado de estas dos palabras en hebreo. La primera palabra “shor” define al macho bovino y es el término más general para referirse al toro (hay otras dos palabras hebreas: ‘eguel y baqar que se refieren a los toros y bovino, de la misma manera que en español también existe: ternero, becerro, novillo, etc. pero dejaremos esto para otro momento).  Volviendo a la palabra «shor», cuando aparece en oposición sintagmática a la palabra hebrea “par” — que define a un toro adulto de más de 3 años—  debe ser entendida como «toro chico», recién nacido: un ternero (los Sabios dijeron así:   שור בן יומו קרוי שור שנאמר שור או כשב וכו‘).  Ahora entendemos mejor el problema: Si el versículo quiere mencionar a la cría del  toro tiene que utilizar únicamente la palabra “shor”. Y si se refiere al toro adulto tendría que utilizar únicamente la palabra “par”.   ¿Cuál es la explicación de esta aparente redundancia? ¿Qué nos viene a enseñar la combinación de estas dos palabras “shor” ternero, y “par” toro adulto?     

RIBBI YOSE

En la Guemará , tratado de Rosh haSaná, este versículo se menciona en un contexto muy especial: cuando los sabios debaten acerca de qué tipo de cuerno animal se puede emplear para cumplir el precepto del Shofar (ver aquí).  En el contexto de esa discusión talmúdica un Rabino muy conocido , Ribbí Yosé HaGuelilí, (año 100-150 de la era común)  explicó esta redundancia de manera midráshica, alegórica. Dijo que la combinación de estas dos palabras “shor” y “par” (teniendo en cuenta que la P y la  F en hebreo son indicadas por la misma consonante)  podría aludir al cuerno del toro y a su uso como  “SHO -FAR” (שור + פר > שופר) .  Recordemos que cuando escuchamos la voz del Shofar en Rosh haShaná esperamos que Dios nos juzgue favorablemente en ese día: no como fiscal sino como nuestro abogado defensor. Según esta interpretación, el rey David afirma —o mejor dicho:desea— que su plegaria sea aceptada por el Creador en un nivel superior al Shofar.   

LOS SABIOS

Los Sabios rechazan esta interpretación y asimismo invalidan completamente la insinuación de que el cuerno de un bovino se pueda emplear para el Shofar y nos dan su propia explicación de las enigmáticas palabras  “shor” y “par”. Este es el breve texto hebreo   דאמר רב מתנה מאי שור פר ? שהוא גדול כפר. Y esta es la traducción: «¿Qué es el ternero -toro adulto? Es el ternero que parece adulto”. La explicación parece más misteriosa que la pregunta.  Para comprender esta respuesta de los Sabios necesitamos la ayuda del comentarista más famoso del Talmud:  Rashí, o Rabbenu Shelomó ben Yitzjaq.  Dice Rashí que de acuerdo a los Sabios el rey David hace referencia aquí a un “toro” específico. De acuerdo al Midrash, Adam, el primer hombre se sintió tan agradecido a Dios por haber recibido el regalo de la vida que decidió espontáneamente ofrecer un sacrifico a Dios, como un gesto de agradecimiento por su existencia. Este fue el primer sacrificio a Dios ofrecido por un ser humano— el único ser vivo con la capacidad de apreciar y agradecer—. Los Sabios dan por entendido que para el Creador este primer acto de agradecimiento es en extremo significativo. Volviendo a Tehilim, el rey de Israel dice poéticamente que su plegaria y su ofrenda de agradecimiento superará a la ofrenda ofrecida por Adam , el primer hombre    

EL PRIMER TORO

Ahora podemos analizar el juego de palabras “shor” y “par”.  Los Sabios judíos explicaron que  en el momento de su creación no fueron creados como crias —animales recién nacidos— sino como animales adultos. Dios no creó a la gallina como un huevo: la creo como gallina, en su estado de madurez (ver aquí https://www.halaja.org/2021/09/creacion-y-ciencia-el-huevo-o-la-gallina/) . El toro, como todos los otros animales, también fue creado con la madurez física de un toro adulto, digamos, 3 años. De acuerdo a esta explicación, entonces, el toro que sacrificó el primer hombre, Adam, era este toro que por una lado era recién nacido “shor”, y simultáneamente era un toro adulto o en hebreo “par”.  

EVOLUCION

La diferencia fundamental entre la visión científica y la visión religiosa acerca de la existencia del universo consiste en afirmar o negar que existió un acto de Creación.  La ciencia moderna niega —asume que no hubo— un acto de Creación.  Y por lo tanto para explicar y justificar la increíble complejidad del universo, de la aparición de tantas especies , de la complejidad de la vida, etc. tiene que atribuirle al mundo y los seres vivos miles de millones de años. Sin esta inflación de tiempo la ciencia no puede explicar, por ejemplo cómo apareció la vida a partir de l materia inorgánica. Y aunque la ciencia no tiene absolutamente ninguna forma de explicar “cómo” apareció la vida, no puede demostrar que parezca la vida ni siquiera en el más complejo laboratorio moderno, la mantra de los “miles de millones de años” sirve de alguna manera para acallar la poca curiosidad del hombre moderno conformista. El acto de Creación, sin embargo, nos proporciona la explicación más verosímil, por ejemplo,  en términos de la complejidad de la vida: hay un Creador que diseño la vida con una inteligencia infinita e incomparable.

VOLVIENDO AL TORO

 La breve e incidental descripción de este animal  “el ternero-toro adulto” nos revela el gran secreto de la Creación bíblica.  Dios no creó al árbol como semilla o al toro como ternero: los creó en su estado adulto. Y es por eso que las primeras creaciones divinas, como el toro que ofreció Adam, presentan un elemento único: tienen dos edades diferentes simultáneas. La edad cronológica y la edad física.  Según la edad cronológica este toro era un ternero, un toro recién nacido (recién creado). Pero fue con una edad física madura: como un toro adulto de 3 años. Estos “3 años” son una edad virtual, producto del singular acto de Creación.  Cuando un científico evolucionista analiza la creación: el mundo, una montaña, la distancia entre las galaxias, etc. está analizando la edad virtual de estos elementos.  Cuando nuestro punto de partida es la Creación, y la explicación que surge de este maravilloso versículo de Tehilim,  no existe contradicción alguna en cuanto al tema “edad” del mundo o de sus creaciones. La diferencia entre la edad cronológica que indica la tora y la edad virtual que calcula el científico es absolutamente esperable.  

 ואמרו בראש השנה (דף כו.) «ותיטב להמשור פר..» אם שור למה פר? אמר רמתנה שור שהוא גדול כפרכי פר שהקריב אדם הראשון היה ביום הולדו שאז נקרא «שור» כמו שאמרו שור בן יומו קרוי «שור» והיה גדול כפר בן גשנים

שור שהוא פרביום שנקרא שור היה גדול כפר זהו שור של מעשה בראשית שביום שנברא נברא בקומתו ושור בן יומו קרוי שור שנאמר (ויקרא כב ) שור או כשב או עז ופר אינו נקרא עד בן שלש: 




La fragilidad de la ‘arabá

Como explicamos anteriormente,  hay dos Mitsvot especiales (de la categoria: halajá leMoshé MiSinai) que se celebraban en Sucot en el Bet haMiqdash. Una de ellas era nisuj hamayim (verter agua sobre el altar, simjat bet hashoeba).

La otra Mitsvá especial era mitsvat ‘araba, «El mandamiento de las ramas de sauce». Esta Mitsvá era independiente de la Mitsvá de las dos ramitas de sauce en las cuatro especies (ארבעת המינים), que están atadas junto al lulab y al mirto.

¿En qué consistía la Mitsvá de la ‘arabá en el Bet haMiqdash? La Mishná dice que había un lugar en las afueras de Jerusalem llamado Motza (que existe hasta nuestros días. Motza se encuentra a las orillas del río «Soreq»). Cada día de Sucot, la gente descendía a Motza y cortaban grandes ramas de sauce (de aproximadamente 6 metros de altura). Estas ramas  se colocaban a los pies del altar (mizbeaj), con la parte superior inclinada sobre el altar. Siendo que el altar media 5 metros de alto, las ramas sobresalen un metro sobre la parte superior del altar, en sus cuatro costados .

¡Cada día de Sucot, los Cohanim (y según otras opiniones, también los ancianos de la ciudad) daban la vuelta al altar una vez, marchando con sus lulabim en la mano, y rogando al Todopoderoso «Te suplicamos, Señor, por favor, sálvanos! Te suplicamos, oh Eterno, por favor concédenos el triunfo! «(Ana haShem hoshi’a na; Ana haShem hatzlicha na). En el séptimo y último día de Sucot, Hosha’na Rabba, se daban siete vueltas alrededor del altar.

En nuestros días tenemos la costumbre de dar la vuelta (haqafa) a la ‘bimá’ (la plataforma alta sobre la cual se coloca el Sefer Torá)  todos los días de Sucot, con nuestros lulabim y etrogim, en recuerdo a la Mitsvat ‘araba  que se celebraba en el Bet haMiqdash. En Hosha’na Rabbá, el domingo por la mañana, rodearemos la bimá siete veces.

Hay un ritual adicional que pertenece a la Mitsva de ‘arabá.  Una tradición establecida por los ultimos profetas de Israel, Jagai, Malají y Zejariá, después de la destrucción de nuestro primer Templo. Al final de la Tefilá de Hoshaná Rabbá, mañana por la mañana, tomamos unas cuantas ramitas de ‘araba (la tradición es tomar cinco ramitas, que no pueden ser las que utilizamos con el Lulab) y, sin recitar ninguna bendición, golpeamos estas ramas contra la tierra. Esta antiquísima tradición se llama jabatat (o jibut) ‘arabá.

¿Por qué tanto énfasis en la ‘araba?

Si usted observa las cuatro plantas que tomamos en Sucot, verá que una de las diferencias entre ellas es el tiempo que duran, hasta que se secan o se descomponen.

El Etrog es lo que dura más tiempo; se encoge, pero prácticamente puede durar años sin descomponerse. Le sigue el Lulab, la rama de palmera, que tarda unos meses en secarse (por eso, cuando se horneaban las Matsot en la propia casa se acostumbraba a usar las ramas secas del lulab, agregándolas al horno donde se hacían las Matsot). Y luego están las ramas de mirto o hadasim, que pueden durar unas semanas sin descomponerse. De las cuatro especies, la más frágil  y la que más rápido se descompone es la ‘arabá. Las hojas de sauce duran sólo por unos días fuera de sus árboles, con suerte, una semana …

Nuestros rabinos explican que al final de Sucot, el Tribunal Celestial emite el veredicto sobre la lluvia que caerá durante este próximo año (bajag niddonim ‘al hamayim, esta es la razón principal por la cual, siguiendo una costumbre cabalística,  se acostumbra a permanecer despierto durante toda la noche en Hoshaná Rabá estudiando Torá).

«La lluvia» es el elemento más crítico para nuestro sustento. E inmediatamente después de la finalización de Sucot, comienza la época de lluvias.

Es posible entonces que la ‘araba viene también a recordarnos nuestra propia vulnerabilidad y nuestra dependencia en la lluvia que HaShem nos envía. Más aún, al golpear las ramas de ‘araba contra el suelo y ver como la ‘arabá se va deshojando con cada golpe, internalizamos nuestra fragilidad. Así, nos damos cuenta de que dependemos totalmente de HaShem para nuestro sustento y prosperidad.




Alegrarse por 9 días

ושמחת בחגך אתה ובנך ובתך ועבדך ואמתך והגר והיתום והאלמנה אשר בשעריך
דב’ 16:13-15
“Y te alegrarás en tu celebración, tú, tus hijos, tus siervos, el extranjero, el huérfano y la viuda que habitan en tu pueblo”
Este proximo domingo 9 de Octubre de 2022 por la noche, comenzaremos la celebración de la fiesta de Sucot.Además de habitar en el Sucá por siete días y tomar las cuatro especies de plantas, en Sucot tenemos otra Mitsvá llamada: “simjá”, alegría. La Torá nos indica manifestar nuestra alegría durante Sucot.
¿EN QUE CONSISTE LA FELICIDAD?
La felicidad no es algo que nos ocurre o nos deja de ocurrir.  Estamos acostumbrados a la idea de que la felicidad es el resultado del éxito, y que el éxito consiste en tener más, ganar más, ostentar más, etc. la visión judía de la felicidad es un poco diferente. La moderna sociedad de consumo considera que el hombre feliz es el que tiene lo que quiere. En la mentalidad judía sin embargo se considera feliz al que quiere lo que tiene. Y muy especialmente al que disfruta de compartir lo que tiene con los demás.
La felicidad de Sucot es un sentimiento que debemos procurar, buscar. Por ejemplo,  sintiendonos felices y orgullosos de pertenecer a Am Israel, recordando que así como HaShem nos protegió en el desierto, nos sigue cuidando permanente. Esto es la felicidad del «ser», no del tener.
COMER, BEBER Y HACER REGALOS
La alegría material también es parte de la celebración de Sucot. En Yom Tob compartimos las comidas festivas con nuestros seres queridos. Las comidas se preparan con esmero y en abundancia. El vino y la carne son mandatorios en el menú de Yom Tob!. Comemos, bebemos, honramos el día de Yom Tob, y lo hacemos tan placentero como el Shabbat (Shulján ‘Aruj OH 529:1).
Los Jajamim también explicaron que cada individuo goza de la felicidad material de una manera diferente. Dijeron que antes de que comience Yom Tob los padres le regalen a sus hijos “… frutos secos [para comer] y nueces [para jugar]». El equivalente hoy en día sería regalarles a los más pequeños golosinas y algún juguete [no electrónico!]. El marido debe obsequiarle a su esposa ropa y/o joyas, siempre de acuerdo a su posibilidad económica. Mientras que la esposa debe preparar para su marido su comida y bebida preferida.
En honor de Yom Tob también tenemos que vestir bien, como cuando vamos a un casamiento, etc. De acuerdo al Shuljan ‘Aruj debemos vestir en Yom Tob “mejor” que en Shabbat. (Idem).
COMPARTIR CON LOS QUE NO TIENEN 
También debemos compartir nuestra felicidad con aquellos que no tienen lo suficiente. Ofreciendo a otros compartir nuestra comida o proveyendo alimentos a aquellos que no tienen lo que comer, y muy especialmente a los huérfanos y a las viudas . (SH ‘A 529:. 2).
Maimónides dijo lo siguiente sobre este último punto: “El que cierra las puertas de su casa [a los necesitados] y come y bebe junto con su esposa e hijos, y no invita a comer y beber a los pobres, no está practicando la alegría de esta Mitsva, sino la alegría de su propio estómago …»  (MT Yom Tob 6:18)
MODERACION EN LA BEBIDA
La alegría también requiere moderación:
“Durante Yom Tob [y esto incluye Simjat Torá!] una persona no debe beber demasiado [alcohol]… porque la embriaguez y la frivolidad no son parte de la Mitsvá de estar alegres: son parte de la  vulgaridad y de la ignorancia … y [la Torá nos ordenó] alcanzar un nivel de felicidad que sea compatible con nuestro servicio a HaShem … y una persona no puede servir a HaShem desde la frivolidad, la ligereza mental o la embriaguez “(Idem., 6:19). ”La manera más elevada de servir a HaShem es sintiéndose feliz de poder cumplir [Su voluntad observando] Sus mandamientos…”  (MT H. Sukka veLulab, 8:15).
חג שמח 



¿Cómo desaprovechar Yom Kippur?

Yom Kippur es el día más importante del año judío. El día que confesamos nuestros errores y malas acciones a Dios, y resolvemos mejorar nuestra conducta durante el año entrante, esperando que HaShem acepte nuestras disculpas, y nos inscriba y nos selle en el libro de la vida. Ahora bien, a pesar de lo importante que es Yom Kippur, si no hacemos nuestros deberes antes de Yom Kippur, el día más importante del año podría convertirse en la oportunidad desperdiciada más importante del año.

ANTES de que comience Yom Kipur, debemos pedir perdón a aquellos a quienes pudimos haber ofendido o causado algún daño, emocional o material. Durante Yom Kippur, las transgresiones entre nosotros y Dios (Shabbat, Kashrut, Tefilin, etc.) son inmediatamente perdonadas al confesarlas y decidir mejorar. Pero Dios no nos perdona aquellas ofensas hechas hacia otro ser humano:  engañar, mentir, robar, avergonzar, hablar mal de alguien (lashon hara’), etc. Todas estas transgresiones NO son perdonadas en Yom Kipur a menos que primero nos acerquemos a los que lastimamos y les pedimos perdón.

Si tomamos esto con seriedad, debemos sentarnos durante unos minutos con lápiz, papel y un corazón humilde. Para repasar en nuestra memoria si pudimos haber causado dolor y daño a otras personas: amigos, compañeros o familiares, padres, pareja, etc.

Una vez que sabemos a quien ofendimos, deberíamos pensar en cuál es la forma más efectiva para disculparnos con cada individuo en particular. ¿Por teléfono o en persona? ¿Por un correo electrónico largo o por un corto mensaje de texto? ¿Deberíamos describir en detalle lo que hemos hecho mal, o deberíamos pedir perdón de una manera más general? Dado que cada persona es diferente y cada caso es único, no existe una fórmula absoluta para pedir perdón a cada individuo. Debemos usar nuestro sentido común y encontrar la manera de que nuestra disculpa sea sincera, creíble y efectiva.

Pedir perdón es probablemente una de las tareas más desafiantes que tenemos que hacer. Porque hay que admitir y decir: “ME EQUIVOQUE”. Se necesita mucha humildad y fuerza emocional para enfrentar a la víctima. Creo que ayuda si uno considera la humillación como una suerte de Kappara (expiación) dentro del proceso de nuestra propia Teshubá.

Una segunda lista que debemos escribir lo antes posible es la de nuestras deudas: dinero que debemos en nuestro negocio o a proveedores, a amigos o familiares, donaciones comunitarias no pagadas, Tzedaqa que prometimos dar, etc. Debemos priorizar aquellas deudas que han caducado o están a punto de caducar. Este es el momento adecuado para hacerlo: hoy o (literalmente) durante los dos próximos días.