SHOFETIM: El rey de Israel y su poder limitado
Nuestra Perasha describe 3 características del rey de Israel:
PERASHAT SHOFETIM: La ley y el órden. Y la Teshubá
Las palabras: «Jueces… deberás asignar para ti mismo«, nos enseñan que la Teshubá no es posible a menos que abandonemos la zona de confort de la auto-defensa y tengamos el coraje de observarnos a nosotros mismos «desde el balcón» (=como otras personas nos ven).
Juzgarnos a nosotros mismos con la objetividad de un juez, y no con la indulgencia de un abogado, es un prerrequisito fundamental para que nuestra Teshubá sea efectiva.
REE: ¿Cómo ayudar al pobre sin avergonzarlo?
REE: ¿Cómo hace Dios para ocuparse de los pobres?
HAFTARA de PARASHAT REE
(Del año 2014)
כל-כלי יוצר עליך לא יצלח וכל-לשון תקום-אתך למשפט תרשיעי
El profeta Isaías (Yesha’ayahu) dice en la Haftará de esta semana ‘Ningún arma forjada contra ti prosperará, tú triunfarás sobre toda lengua que te acuse ‘ (Isaiah 54).
Nuestros rabinos explicaron que los gentiles a menudo asaltan al pueblo judío. Algunos nos atacan con armas y otros con palabras.
En diferentes momentos de nuestra historia, este versículo fue interpretado de diversas maneras. En los tiempos de la inquisición, los judíos que no aceptaron la conversión fueron expulsados de la España cristiana. Muchos de ellos huyeron a tierras árabes, donde fueron amenazados a convertirse al Islam o morir. Reflexionando sobre esta situación atroz y sin salida Don Isaac Abarbanel (1437-1508) escribió lo siguiente: «El profeta [Isaías] escribió que ‘Ningún arma forjada contra ti prosperará, y triunfarás sobre toda lengua que te acuse ‘. Por un lado hoy vemos religiones cuyos seguidores no se contentan con afirmar la supremacía de su fe por la vía del debate y la discusión, sino que amenazan de muerte a todos los que rechazan su fe. Los Ismaelitas (alusión al Islam) pertenecen a esta categoría. Hay otros, en cambio, que la imposición de su fe la practican con debates y argumentación, como hacen los Edomitas (alusión a la Iglesia católica)».
Aunque hoy los judíos no somos víctimas de ese tipo intenso de proselitismo, las palabras de Don Isaac Abarabanel resuenan en nuestros oídos como propias. Grupos terroristas como Hamas, que están luchando su Jihad o guerra religiosa (ver aquí artículo 13) contra el pueblo de Israel, atacan a Israel con armas mortales, cohetes y bombas que tienen como objetivo matar a la mayor cantidad de judíos posible. Ese ataque militar está complementado con los ataques verbales de los medios de comunicación del mundo. Que están siempre listos para agredir a Israel con palabras de crítica injusta, ignorando deliberadamente que Israel actúa en defensa propia. Israel es víctima no sólo de los cohetes del enemigo sino también de acusaciones cínicas de crímenes de guerra, que nunca van a ser dichas contra ningún otro país que se defiende contra la organización terrorista que busca su destrucción.
Como lo anticipó Isaías, la agresión contra el pueblo judío persiste. Sólo que hoy el antisemitismo se disfraza de la censura obsesiva contra Israel. Pero Isaías también previó que no estamos solos en este conflicto. Que a pesar de la desesperación que sentimos cuando vemos que a nadie le interesa defender ni entender nuestra causa, HaShem está con nosotros, protegiendo a Israel de las armas, de la espada y de la palabra de aquellos que buscan nuestra destrucción.
TU BEAB: ¿Qué celebraremos el 15 de Ab?
Hemos dejado atrás un periodo de luto por el Bet haMiqdash que se extendió desde el 17 de Tamuz hasta este pasado jueves por la noche, cuando finalizamos el ayuno del 9 de Ab. Durante todo este tiempo no hemos tenido casamientos ni otras celebraciones. Sin embargo, una vez finalizado Tishá BeAb, retomamos las festividades y alegrías.
Hoy celebramos una fecha que, aunque no conocida, es muy significativa: el 15 del mes de Ab. Según el tratado de Ta’anit, Rabbán Shimón ben Gamliel dijo: «No hubo días más alegres para el pueblo de Israel que el 15 de Ab… porque en esos días las jóvenes solteras de Jerusalem salían vestidas de blanco a bailar en los viñedos… y decían a los jóvenes solteros: ‘Considera a quién elegirás (para ser tu esposa)’ y luego destacaban sus propias cualidades: sus buenas familias, sus virtudes, su belleza». En este día, muchas parejas se conocían por primera vez y así comenzaban los nuevos matrimonios.
Para explicar por qué este día fue seleccionado para un evento tan alegre y significativo, «el día de los SHIDUJIM (o formación de parejas)», los Sabios mencionan lo que sucedió el 15 de Ab a lo largo de la historia judía.
1. Poco después de salir de Egipto, cuando el pueblo de Israel se negó a entrar a la tierra de Israel, todos los mayores de 20 años fueron condenados a morir en el desierto. Cuarenta años después, el 15 de Ab, este decreto fue cancelado.
2. Cuando el pueblo judío comenzó a establecerse en Israel en los tiempos de Yehoshúa y aseguraron la división ordenada de la Tierra de Israel entre las doce tribus, que se establecieron en doce «provincias» o «estados» אחוזות או נחלות, los Sabios solo permitieron matrimonios entre miembros de la misma tribu o provincia (Bamidbar, Capítulo 36). Una mujer que había heredado la tierra de su padre en el territorio de Yehudá, por ejemplo, no podía casarse con una persona de la tribu de Binyamín, por ejemplo, porque esto causaría la transferencia de tierras de una tribu a otra. Estas restricciones se levantaron en 15 Ab, cuando se permitieron los matrimonios entre las diferentes tribus.
3. El 15 de Ab también nos recuerda que la tribu de Binyamín fue readmitida al pueblo de Israel. Sus miembros habían sido excomulgados por su comportamiento en el terrible episodio de la violación de una mujer en la Gib’ah (Jueces 19-21), un evento que no era común en la sociedad judía y sacudió al pueblo de Israel durante años.
4. Hay un último evento que ocurrió en el 15 de Ab. Los Sabios dicen que ese día se permitió al pueblo de Israel enterrar a los muertos de Betar (Biter) אמר רב חונה משניתנו הרוגי ביתר לקבורה נקבעה הטוב והמטיב. הטוב שלא נסרחו והמטיב שניתנו לקבורה ¿Qué significa esto y qué tiene que ver con la celebración de matrimonios?
Para entenderlo un poco mejor, voy a presentar una breve reseña histórica:
Desde que se destruyó el Templo de Jerusalem en el año 68 de la era común, la tierra de Israel ya no pertenecía al pueblo judío: «Judea» fue convertida en una provincia del imperio romano. Algunos emperadores fueron flexibles con los judíos y otros no. Pero hubo un emperador que fue el peor enemigo de los judíos: Adriano, י”ש. Este malvado gobernante se obsesionó con exterminar a nuestro en un nivel similar al de Hitler י”ש. Su «sueño» era la solución final: destruir al pueblo judío y borrar para siempre su memoria. Comenzó por Yerushalayim. Destruyó lo que quedaba de las ruinas (sic.) del Templo, para que los judíos dejásemos de llorar por Jerusalem (como lo hacemos hoy cuando visitamos el Kotel) y se olvidaran para siempre de reconstruirla. Para asegurarse el éxito de su misión, mandó a construir una ciudad sobre las ruinas de Jerusalem y le cambió el nombre a Aelia Capitolina. Como si esto fuera poco, también le cambió el nombre a la tierra de Israel, y le puso el nombre «Palestina» (ver aquí).
Los judíos, liderados por Bar Kojbá, decidieron sublevarse, pero luego de unos 3 años de heroicas batallas, en el año 135, Adriano derrotó a los rebeldes. Se estima que alrededor de 400,000 judíos que habitaban en Betar, el último bastión de resistencia judío, fueron masacrados por los romanos «hasta que su sangre llegó al mar Mediterráneo”. Y como castigo adicional, Adriano emitió un decreto especial: no permitió enterrar los cuerpos de estos judíos asesinados, e instruyó a sus tropas a no dejar sobrevivientes. Todos los judíos debían ser asesinados. Incluso aquellos hombres y mujeres que podían servir o ser vendidos como esclavos. En ese desesperante momento, algunos sabios expresaron que debían cancelarse las bodas y los matrimonios. ¿Para qué casarse y traer hijos al mundo, si esos niños están condenados a muerte desde el momento de su nacimiento?
Finalmente, el 15 de Ab (10 de julio) del año 138, el emperador Adriano murió. En aquellos tiempos, cuando un rey o emperador fallecía, sus decretos se cancelaban automáticamente. La primera acción que realizaron los judíos fue dar sepultura a sus muertos. Según la tradición Talmúdica, los cuerpos, milagrosamente, no se descompusieron durante un período de tres años.
La muerte de este monstruoso emperador se asemejó a la culminación del Holocausto para los judíos de ese tiempo, como el final del aSegunda guerra mundial en 1945 o el día que murió Hitler. Para conmemorar el final de este trágico periodo que los Sabios llamaron SHEMAD, “genocidio» -la palabra hebrea más cercana a SHOAH, holocausto—los Sabios tomaron una decisión de gran alcance y relevancia: formularon una nueva bendición (Berajá) de agradecimiento a Dios por el final del genocidio sistemático de los judíos e incorporan esta bendición llamada HATOB VEHAMETIB para la posteridad en el Bircat haMazón, la oración que recitamos diariamente después de comer una comida con pan.
Y en ese momento los Sabios también alentaron a los sobrevivientes —nuestros ancestros— a traer nuevamente hijos al mundo.
Y así fue que el 15 de Ab del año 138, el pueblo judío renació de sus cenizas. Y en las ciudades de Judea y en las calles de Jerusalem, se volvieron a escuchar las voces de alegría de los novios y las novias que celebraban sus bodas y formaban sus nuevas familias.
EQEB: Berit Mila del Corazon
«ומלתם את ערלת לבבכם וערפכם לא תקשו עוד» (דברים י’ טז’).
¿Cómo sabemos que Dios existe?
La Parashá de esta semana, Vaetjanán, contiene dos textos cardinales de la fe judía: Los Diez Mandamientos y la primera parte del Shemá Israel. Hoy analizaremos brevemente el primer versículo del Shemá. Para aprender un poco más acerca de Los Diez Mandamientos, consulta el enlace a continuación.
Para empezar, recordemos que el Shemá Israel no es formalmente una oración. No es un texto en el que alabamos a Dios o pedimos Su ayuda. El Shemá completo, que recitamos todos los días, contiene nuestra declaración de fe en la existencia y unidad de Dios, nos educa para amar a Dios, nos insta a cumplir sus mandamientos y nos exhorta a comportarnos con santidad.
שמע ישראל ה אלוקינו ה אחד
«Escucha, Israel, HaShem es nuestro Dios, HaShem es uno»
Este primer versículo del Shemá Israel contiene tres mensajes muy importantes que constituyen los principios de nuestra fe.
Que Dios existe.
Que somos los únicos testigos de Su revelación.
Que Dios es uno.
¿CÓMO SE DICE «DIOS EXISTE» EN HEBREO?
La palabra más significativa en este tema, irónicamente, no está EXPLÍCITAMENTE escrita en el pasuq (versículo bíblico). Nuestro versículo dice literalmente: «Escucha Israel, HaShem nuestro Dios, HaShem uno». Pero la traducción correcta es: «Escucha Israel, HaShem ES nuestro Dios, HaShem ES uno». ¿Por qué estos dos verbos no están explícitamente incluidos en este versículo? En hebreo bíblico no se conjugan en el presente de la manera que ocurre en otros idiomas. Para indicar el presente, en hebreo solo se usa el pronombre y el sustantivo. Cuando digo, por ejemplo, ANI QORE, que generalmente se traduce como «yo leo», en realidad estoy diciendo «en este momento, soy un lector». Es por eso que cuando se quiere decir el verbo «ser» en presente, «es» o «soy», ¡no se dice nada! Si quiero decir «esta silla ES blanca» diré «hakise laban»= «Esta silla … blanca». Y cuando quiero decir «HaShem ES nuestro Dios» diré «HaShem… nuestro Dios». La idea de «SER» transmite el mensaje MÁS importante de todo el Shemá Israel. La afirmación de que Dios «ES» implica que Dios «EXISTE», lo cual constituye el principio número uno de la fe judía.
¿CÓMO SABEMOS QUE DIOS EXISTE?
La respuesta a esta pregunta se presenta en la segunda parte de este versículo: «HaShem es ‘nuestro Dios’». Aquí el énfasis no está en la palabra «es» sino en la palabra «nuestro».
En el judaísmo, la creencia en Dios se basa primero, en el hecho de que los judíos somos los únicos testigos de la Revelación Divina (אתם עדי). En el Monte Sinaí, cuando Dios nos eligió entre todas las naciones, hizo un pacto con nosotros y nos dio su Tora, se reveló a nuestros antepasados. Todo el pueblo oyó la Voz Divina, transmitiendo al pueblo los primeros dos mandamientos. Esta experiencia se describe como «y todo el pueblo veía las voces [Divinas]». La Tora no utiliza un lenguaje normal, «escuchaba» las voces, sino una expresión anormal «veía las voces», para indicar un evento extrasensorial, sobrenatural, una especie de telepatía profética. Este evento “impactante” (incluso “traumático”) quedó grabado en nuestra memoria genética, y nos convertimos así en el único grupo humano que ha experimentado directa y colectivamente la Revelación Divina. El rabino Yehuda haLeví mencionó hace unos 1.000 años, que otras religiones ni siquiera han pretendido haber experimentado una revelación colectiva, algo que cuando es falso es imposible de sostener. Se basan, en cambio en supuestas «revelaciones privadas» a individuos como Yeshu, Mahoma o Joseph Smith. Ahora podemos entender mejor el segundo mensaje del Shemá Israel: “HaShem es NUESTRO Dios”, nos recuerda que Dios se reveló a nosotros. Y esta experiencia de la revelación divina nos transformó en testigos de Su existencia.
¿QUÉ SIGNIFICA QUE DIOS ES UNO?
El monoteísmo judío, la creencia de que solo hay un Dios y que no existe ningún otro poder independiente de Él, es probablemente la más revolucionaria a nivel intelectual y cultural de la Torá. Para el hombre antiguo, era imposible pensar que solo existe un Dios. Los seres humanos naturalmente percibimos la realidad en términos de eventos conflictivos y contradictorios: vida y muerte; luz y oscuridad; guerra y paz; alegría y dolor, etc. Era imposible para la mente pagana concebir que el complejo espectro de esta realidad ¡proviene de un solo Dios! La conclusión más normal, intuitiva y lógica es que el mundo está gobernada por multiples dioses , cada uno a cargo de un determinado poder, y que están en un conflicto permanente entre sí. Desde el aspecto psicológico, el politeísmo también es la forma más natural de proyectar ese mismo aspecto de la realidad humana: los dioses poseen los mismos conflictos, intereses y apetitos que los seres humanos. Concebir UN SOLO DIOS, que es el Creador, y que tiene control sobre TODOS los aspectos contradictorios de nuestra compleja realidad humana, es absolutamente revolucionario (casi «insano»).
Puede ser difícil para nosotros percibir hoy la escala y el increible impacto de esta revolución , simplemente porque la mayoría del mundo civilizado ha rechazado el politeísmo y adoptado el monoteísmo judío.
Para resumir: El primer versículo del Shemá Israel no es una oración que recitamos a Dios. Es un texto bíblico dirigido hacia nosotros. Nos recuerda los principios más importantes del judaísmo y nos exhorta a repetirlos todos los días, como un Juramento de Lealtad a HaShem, nuestro Dios.
Rab Yosef Bittón