VIDEO: ¿Qué aprendemos de Sará, Rajel y Janá? ¿Por qué los textos Bíblicos que leemos en Rosh haShana se relacionan con estas tres matriarcas?¿Rezar para pedir o para agradecer?




ROSH HASHANA: ¿Cuál fue el pecado original de Adán y Eva?

Maimónides dice que la Teshubá consiste en tres pasos:
1 HAKARAT HAJET, la admisión de la responsabilidad personal por algo que hicimos mal.
2 VIDUY, nuestra confesión sincera por las cosas malas que hemos hecho.
3 AZIBAT HAJET, la decisión de dejar nuestros malos hábitos atrás y corregir nuestras acciones.
El Rosh HaShaná comenzamos el proceso de arrepentimiento cuando escuchamos el Shofar.  Hakarat hajet, admitir nuestros errores, es el primer paso y es probablemente el desafío más difícil que tenemos que superar para hacer Teshubá. Porque naturalmente tendemos a justificar y racionalizar todas las cosas malas que hemos hecho. O tal vez porque caemos en la trampa psicológica más antigua en la historia humana: «la transferencia de la culpa», también conocido como «culpar a los demás».
Todos sabemos que HaShem castigó a Adán y Eva expulsándolos del paraíso. Pero ¿qué pecado cometieron? ¿Fue porque comieron del fruto prohibido, como dice la opinión convencional?
Prueben lo siguiente. Pongan sobre una mesa todo tipo de golosinas, dulces y pasteles. En el centro de la mesa también, en un plato especial y bien visible, pongan una fruta o un vegetal (No hace falta que sea un manzana: la Torá nunca mencionó la manzana). Podria ser un tomate. O algo que por lo general no tiente a los niños.  Ahora, llamemos a un niño de 5 o 6 años y le decimos: «Puedes comer todo lo que tu quieras, excepto ese tomate que está en el centro de la mesa». Les aseguro que es sólo una cuestión de tiempo hasta que el niño desobedezca, dejé todos los dulces y golosinas y agarre el tomate. El fruto prohibido, solo por ser prohibido,  despierta una curiosidad y un deseo irresistible. Según el rabino Yosef Albo (España, 1480-44), el pecado original de Adam y Eva no fue que comieron del fruto prohibido. En su opinión, HaShem sabía que tarde o temprano iban a sucumbir a la tentación. Según el rabino Yosef Albo en su sefer haIqarim, HaShem –como hace un padre con sus hijos– quería enseñarle a los primeros seres humanos el camino de la Teshubá, es decir, qué hacer cuando uno comete un error, en este caso, desobedecer la única orden Divina. El Creador obviamente sabe que el ser humano tiene tentaciones, deseos, y se equivoca. Y por eso, estaba creando el escenario para que cometa un error, y así entrenarlo para que reconozca sus errores, se corrija y de esa manera ¡crezca en experiencia y madure! Dios sabe que cometer errores es parte de la naturaleza humana, de otra manera no existiría la «Mitsva» (el precepto) de hacer Teshubá, arrepentirse, corregirse.  HaShem les dio la oportunidad al primer hombre para que aprendiese a reparar su relación con Él, a través de Teshubá.
Para el rabino Albo, por lo tanto, el pecado original no fue el desobedecimiento sino la negación de asumir responsabilidad por nuestros errores. Y que en lugar de admitir la responsabilidad personal y pedir disculpas por desobedecer a Dios, Adam transfirió la responsabilidad a Eva, diciéndole a Dios: «La mujer que me diste (refiriéndose a HaShem. Es decir, Adam no sólo culpó a Eva, también culpó al mismo Creador!), ella me tentó a comer del fruto, y comí».
HaShem entonces cuestionó a Eva, pero Eva también eludió la responsabilidad personal reaccionó mediante la transferencia de la culpa: «Yo no fui», dijo Eva «fue la serpiente» .
La transferencia  de la culpa, es decir, cuando culpamos a otros por aquello que es nuestra responsabilidad reparar, es uno de los principales obstáculos para la Teshubá –el arrepentimiento– y es la excusa más antigua de la historia.

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Ser o no ser una inversión rentable

Imagina que eres un científico y tienes una oportunidad excepcional: un inversor adinerado confía en tus habilidades y ha decidido invertir un millón de dólares al año en ti, confiando en que encontrarás una cura para una enfermedad mortal. Pero el contrato que te ofrece no es ilimitado: es un contrato que se renueva anualmente. Cada nuevo año, tendrás que ir a su despacho y presentarle un reporte de lo que hiciste. Y él decidirá si extiende tu contrato por un año más o lo cancela. En esa reunion anual, tienes que sobresalir. Tu trabajo — tu futuro— está en juego. El inversor está de tu lado. No te va a exigir que hayas logrado el resultado final. Él sabe que este tipo de trabajo requiere tiempo y dedicación. Pero para seguir financiándote va a querer estar seguro de que no has malgastado su dinero ni su tiempo y que estás haciendo todo lo posible para progresar y alcanzar tu objetivo. Es muy importante que cuando tengas tu reunion anual con el inversor seas completamente honesto con él. Especialmente respecto a lo que no te salió bien este pasado año. Aunque pueda resultarte muy incómodo admitir tus fracasos, el inversor quiere escucharte hablar de ellos. Él tiene mucha experiencia y sabe que para que no repitas esos errores en el futuro no hay mejor formula que verbalizar tus errores y admitirlos frente a él. Y si no eres capaz de admitir tus errores o no puedes verbalizar tus fracasos, es probable que repitas esos errores y desperdicies otro valioso año. Y en ese caso te convertirías en “una inversión de alto riesgo”. Si eso sucede, el inversor podría considerar retirar su financiamiento. Por lo tanto, es esencial ser honesto acerca de tus errores y así contar con su apoyo y renovar tu contrato por un año más.

Estamos a pocas horas de Rosh HaShana, el día que conmemora la creación de la humanidad. Nuestros Sabios explicaron que en este día, el aniversario de la creación del hombre, el Creador examina a cada ser humano. Uno por uno. Y decide si merecemos o no merecemos ser “inscriptos en el libro de la vida”, es decir, si nos va a dar la oportunidad de concedernos un año más de vida. Esta es la idea fundamental de Rosh HaShaná. Cuando escuchamos el Shofar comienza el juicio. Nuestra primera misión es reconocer al Juez (o Rey, que en el antiguo Israel era la misma entidad) y aceptar Su autoridad sobre nosotros. Reconociendo que nuestra vida depende completamente de Él. Es un momento de estremecimiento. De muchísima solemnidad. Cuado escuchamos el Shofar no debemos pedir por nuestras vidas o necesidades. Como explica Maimonides, el Shofar debe “despertarnos” de nuestro letargo y recordar que en este momento es Dios quien nos está pidiendo algo: que seamos responsables por lo que hicimos y por lo que vamos a hacer. Cuando suena el Shofar debemos escuchar la voz de nuestro Creador que nos está preguntado: «¿Qué has hecho con la vida que te regalé y con los generosos recursos que te he concedido este último año? ¿Cómo has utilizado tu tiempo, tu prosperidad, tu inteligencia y tus talentos? ¿Has aprendido de los errores que cometiste el año anterior? ¿Te has dado cuanta de cuantas oportunidades de hacer las cosas bien perdiste? Cuando escuchamos el Shofar no es el momento de pedir perdón. El tiempo para pedir perdón es durante los 7 días posteriores a Rosh HaShana, y especialmente en Yom Kippur, que por eso es conocido como “el día del perdón”. Ese día presentaremos nuestros argumentos más sólidos para apelar un posible veredicto negativo que haya sido emitido en Rosh HaShana y convencer al Inversor / Creador que somos una inversión rentable. Y que si no lo fuimos el años pasado, lo seremos este próximo año.




VIDEO ¿Qué es Rosh haShana? ¿Qué relación hay entre Septiembre y el mes de Tishrí? ¿Cómo aprender a tocar el Shofar sin un Shofar?




ET SHAARE RATSON: Para pensar mientras escuchamos el Shofar

עת שערי רצון להפתח
“Cuando las puertas de la compasión se están abriendo, en el día que alzaré mis manos en rezo a Dios, por favor, Todopoderoso, ten en cuenta en este día del Juicio, el mérito del sacrificador (Abraham), del sacrificado (Isaac) y del altar (que juntos construyeron)” .
Uno de los piyutim más conocidos de la Tefilá (liturgia) de Rosh HaShaná es “ET SHAARE RATZON”, “Cuando las puertas de la compasión…”. Este poema se recita inmediatamente antes de escuchar el Shofar, que anuncia oficialmente el comienzo del juicio Divino. En ese momento, rogamos a Dios que no nos juzgue de acuerdo a la estricta letra de Su ley, sino con compasión. Y también le pedimos que tenga en cuenta el mérito de Abraham nuestro patriarca, cuando estuvo dispuesto a sacrificar a su hijo Isaac (Aquedat Ytzjaq). Recordamos este evento en este preciso momento, en primer lugar porque el Shofar, un cuerno de carnero, nos recuerda la última “prueba” a la que fue sometido nuestro patriarca Abraham.
“La prueba final, la última de las diez: toma a tu hijo, el que ha nacido de su esposa Sará, al que tanto amas, y ofrécelo como un sacrifico puro hacia Dios, en el monte sobre el cual la gloria de Dios se manifiesta” .
La prueba más difícil por la que tuvo que pasar Abraham Abinu fue el «sacrificio» de Isaac.
El texto bíblico comienza con una aclaración excepcional: Génesis 22: “Y Dios puso a Abraham a prueba y le dijo… sacrifica a tu amado hijo Isaac”. Dios no le pide a Abraham un sacrificio humano. Dios está “probando” los límites del amor y la lealtad de Abraham hacia Él. Es un “test” —y un ejercicio que entrenará al pueblo judío por generaciones. Para entenderlo mejor, pesemos en el simulacro que se hace en una escuela o una oficina cuando suena la alarma, pretendiendo que hay un incendio, y todos deben salir ordenadamente. Ese test no solo demuestra si la escuela, los alumnos y los maestros están preparados para enfrentar esa eventualidad en la vida real, sino que también sirve como entrenamiento para el futuro: si todos responden bien en esta simulación, quiere decir que están preparados para responder bien, si algún día, Dios no lo quiera, hay un incendio de verdad.
Con este ejemplo en mente, pasemos ahora a la prueba de Abraham. Lo que nuestro patriarca aprende en esta prueba— y enseña a la posteridad— es que un judío debe estar “dispuesto” a dar la vida por su religión. Y así lo supimos hacer los judíos por generaciones: Jananyá, Mishael y Azariá, renunciaron a traicionar a la Torá sabiendo que iban a ser condenados a muerte por negarse. Lo mismo ocurrió con Janá y sus siete hijos, o con los “Jasidim Rishonim” en los tiempos de Antiojus Epifanes (siglo 2, a.e.c). Y con Ribbí Aquibá y con millones de mártires judíos desde la Inquisición hasta la Shoá. Todos los que estuvieron dispuestos a perder su vida —o la de sus hijos— y no abandonar a Dios en estas circunstancias extremas, fueron inspirados por la prueba por la que pasó Abraham Abinu, cuando demostró que su amor por Dios era absolutamente incondicional.
Hoy, gracias Dios, no tenemos que enfrentar ninguna de esas terribles pruebas. Los desafíos que debemos superar para observar la Torá son ridículamente pequeños comparados con el pasado: debo sacrificar un poco de mi sueño para rezar con Minyan por la mañana (más ahora en selijot) o para estudiar Torá por la noche; o debo sacrificar parte de mi dinero para ayudar a los demás, o mi actividad comercial para cuidar el Shabbat, etc., etc. Todo es insignificante frente a los desafíos de nuestros antepasados, cuando cumplir la Torá podía implicar la pérdida de la vida…
Creo que la lección contemporánea que nos enseña este poema ET SHAARE RATZON, y que es tan importante tenerla en mente, es que al escuchar el Shofar me juzgo a mí mismo y debo reconocer lo que estoy haciendo mal y principalmente lo que no estoy haciendo bien, o suficiente, en términos de observar la voluntad de Dios. Y siempre necesitamos una referencia, un ejemplo con el cual compararnos. ¡Qué mejor referencia que Abraham Abinu! Si nuestro patriarca Abraham estuvo dispuesto a sacrificar lo que más quería en el mundo para obedecer la voluntad de Dios, ¿no tendría que estar yo dispuesto a realizar mis pequeños sacrificios?



SIMANIM DE ROSH HASHANÁ

De acuerdo a la tradición de los judíos de Alepo, Siria.

Por Morris Arkin

Uno de los más notables costumbres de Rosh Hashaná son las frutas y verduras especiales que comemos en la primera noche y, en algunos hogares, en ambas noches de Rosh Hashaná. El Hakham Yisshaq Shehebar A”H fue citado en el libro «Derekh Eress» especificando que la costumbre en Halab era servir estas frutas y verduras solo en la primera noche de la festividad. Esta opinión también se encuentra en el Kaf HaHayyim (Sofer) 583:7. Además, era costumbre en la mayoría de los hogares comer estos alimentos después de HaMossi, pero algunos tenían la costumbre de servirlos justo después de Qiddush antes de realizar la Netilat Yadayim (Derekh Eress pgs. 114, 187).

El origen de esta costumbre se encuentra en la Gemara. Está registrado en Masekhet Horayot (12a) y en Masekhet K’retot (6a). Masekhet Horayot dice que uno debe ver estas verduras/frutas, pero en Masekhet K’retot dice que uno debe comerlas. En el Shuljan Aruj, Maran escribió que uno debe comerlas (OH 583:1). La Gemara solo enumera cinco alimentos: calabaza, frijoles negros, puerro, acelga suiza y dátiles. En el Shuljan Aruj, Maran añadió la cabeza de cordero basado en los escritos del Mordekhi en Masekhet Yoma, citando a los Geonim (ver el Bet Yosef OH 583 en el último párrafo que comienza con Katub). Sin embargo, Maran omitió la manzana dulce en miel que está registrada en el Tur (OH 583) y la granada que Maran mencionó en el Bet Yosef en nombre del Abudarham (siglo XIV en España). Aun así, muchos rabinos posteriores de Oriente Medio incluyeron tanto la manzana como la granada en su lista de frutas y verduras para la(s) noche(s) de Rosh Hashaná. Tanto la manzana como la granada se encuentran en las listas de H. Abraham Hamway en su Mahzor Bet Din (Halab del siglo XIX), el Ben Ish Hai (Nissabim 1:4), el Kaf HaHayyim (Sofer-OH 583:25), H. Yisshaq Shehebar (Halab/Argentina del siglo XX – ver Derekh Eress pg. 187) y H. Obadyah Yosef (Hazon ‘Obadyah-Yamim Noraim pg. 97 citando al Ben Ish Hai). Y esto es lo que se encuentra en nuestro Mahzor comunitario, Shelom Yerushalayim, que se basa en un Mahzor anterior conocido como Zekhor L’Abraham.

Al revisar todas estas fuentes, noté que cada una presenta la lista de frutas y verduras en un orden diferente. Uno de los problemas es si comenzar con los dátiles o las manzanas. Según la Halajá, deberíamos tener los dátiles antes que las otras frutas, ya que cuando uno tiene varias frutas frente a él, debe recitar la bendición «Bore’ P’ri Ha’Ess» sobre una fruta de las siete especies asociadas con la tierra de Israel. En nuestro caso, los dátiles tienen prioridad sobre las manzanas, e incluso sobre la granada debido a su posición en el versículo en la Torá que enumera las siete especies. Sin embargo, H. Abraham Hamway, el Keter Shem Tob, el Mahzor Zekhor L’Abraham y posteriormente el Mahzor Shelom Yerushalayim todos comienzan con la manzana. La costumbre de tener una manzana con estas frutas y verduras se originó con los ashkenazíes, como especifica el Tur (OH 583), y su costumbre era empezar con una manzana sumergida en miel para comenzar el año con algo dulce.

¿Cómo pudieron darle prioridad a la manzana sobre los dátiles? El Kaf HaHayyim (Sofer) aborda esta pregunta (OH 583:13) y escribe que sacaban la manzana primero antes que los dátiles. Dado que los dátiles no estaban en la mesa cuando comían la manzana, recitaban «Bore’ P’ri Ha’Ess» sobre la manzana. Otros comían la manzana con miel en un pedazo de pan para evitar recitar «Ha’Ess» sobre la manzana. Luego podían recitar «Ha’Ess» en los dátiles cuando los comían después. Esta costumbre ashkenazí fue adoptada por los judíos de Oriente Medio debido a su significado cabalístico. La manzana representa el «Haqal Tapuhin Qaddishin» (un Campo de Manzanas Sagradas), que es una expresión cabalística que se refiere a la Presencia Divina (Bet Din 29b:19, Keter Shem Tob 6 pg. 97). Dado que la manzana representa la Presencia Divina, es apropiado comenzar con la manzana. Algunas familias halabíes comienzan con los dátiles (como se registra en H. Yisshaq Shehebar – Derekh Eress pg. 187), pero otros comienzan con la manzana (registrado por H. Abraham Hamway – Bet Din pg. 29b). H. Abraham Hamway citó varias opiniones con respecto a la bendición sobre la manzana, incluyendo recitar «Ha’Ess» sobre la granada después de Qiddush (antes de Netilat Yadayim), cubrir la manzana y los dátiles que se servirían después de HaMossi. Aun así, los dátiles deberían preceder a la granada, por lo que tal vez recitar «Ha’Ess» sobre una aceituna antes de HaMossi sea una opción más preferible. Y luego no tendrías que recitar «Ha’Ess» nuevamente después de HaMossi.

Aunque la costumbre original ashkenazí era sumergir la manzana en miel, muchos judíos de Oriente Medio usan azúcar blanco en su lugar. Cabalísticamente, el azúcar representa Hesed (bondad) en contraposición a la miel que representa Geburah (valentía). Dado que Hesed es más apropiado para el día del juicio, se prefiere el azúcar (Kaf HaHayyim (Sofer) citando a Y’feh L’Leb 3:1). Además, también es costumbre mojar el pan en azúcar en lugar de sal en Rosh Hashaná (Bet Din 27b). Algunas personas tenían la costumbre de mojar el pan en sal antes de mojarlo en azúcar (o miel), sin embargo, la costumbre de la mayoría es mojar el pan solo en azúcar (Costumbres de Aram Soba-Halab-H. Yosef ‘Abadi Sha’yo pg. 74:4). H. Abraham Hamway respaldó esta costumbre cuando escribió que el azúcar es comparable a la sal, y algunos dicen que se puede usar en lugar de sal al ofrecer un sacrificio. Y así concluyó: «Y si es así, Yafeh Minhagam Shel Yisrael (la costumbre judía es apropiada) mojarlo en azúcar en Rosh Hashaná en lugar de sal» (Bet Din 27b).

También es costumbre recitar una breve oración (Yehi Rasson) al comer cada fruta/verdura. (Shuljan Aruj 583:1, basado en Rab Hai Gaon) Muchos tienen la costumbre de recitar el Yehi Rasson antes de comer cada elemento (y antes de Bore’ P’ri Ha’Ess al comer la primera fruta), como se encuentra en nuestro Mahzor Shelom Yerushalayim (pg. 107). Sin embargo, según H. Yisshaq Shehebar, en Halab era costumbre recitar el Yehi Rasson después de probar cada alimento (Derekh Eress pg. 187). ¡Que todos merezcamos un año de salud, felicidad y prosperidad, y la reconstrucción del Bet HaMiqdash con la venida del Mashíaj!




EL DIA DEL JUICIO

«המֶלֶךְ יושֵׁב עַל כִּסֵּא דִין

¿QUÉ ES ROSH HASHANÁ?

Rosh haShaná marca el comienzo del nuevo año judío. En unos pocos días, el próximo viernes 15 de septiembre por la noche, comenzaremos el nuevo año judío: 5784. Comenzar un nuevo año es, por supuesto, motivo de celebración y alegría. Es por eso que durante la primera y la segunda noche de Rosh haShaná, el 15 y 16 de septiembre respectivamente, llevamos a cabo una ceremonia especial o «Seder» donde deseamos unos a otros tener un año de paz, prosperidad y alegría. Sin embargo, para el pueblo judío, un nuevo año también (o principalmente) representa un evento serio. Al punto de que los Sabios hablaron más, mucho más, sobre los aspectos «serios» de Rosh haShaná que sobre los aspectos festivos de Rosh haShaná. Los rabinos de la Mishná explicaron que Rosh haShaná es nada menos que el día del juicio (יום הדין). ¿A qué juicio se refieren los Sabios? Al más significativo: evaluar si estoy haciendo con mi vida lo que se supone que debo hacer.

¿Y adivinen quién me estará juzgando? ¡Dios! Y yo mismo. O dicho de otra manera: me juzgaré a mí mismo frente a Dios.

UBICANDO AL JUEZ

En Rosh haShaná, cuando ingresamos a la sinagoga, debemos imaginarnos que estamos entrando en la corte y que estamos a punto de ser juzgados. Nuestro primer desafío, probablemente el más difícil, es identificar al Juez. Él está allí, pero no puede ser visto de manera normal. Para «ver» al Juez, para sentir Su presencia, debemos usar la ayuda de nuestras Tefilot, plegarias y oraciones. Cuando rezamos en Rosh Hashaná, notamos una y otra vez la enfatización de una palabra clave: “MELEJ”, que en hebreo significa “Rey” (o MALKENU, nuestro Rey). «Rey» en el contexto de Rosh haShaná significa «Juez». En Rosh HaShana pensamos en Dios como el Rey / Juez. Juzgar a sus súbditos era uno de los roles principales de los reyes de Israel (pensemos, por ejemplo, en el juicio del rey Salomón). El Rey era la figura judicial más elevada. Y la instancia final del juicio. Por lo tanto, desde Rosh haShana y hasta el final de Yom Kipur, cuando la sentencia definitiva será emitida, nos referiremos a Dios como «malkenu», nuestro Juez.

SHOFAR

El evento más especial de Rosh haShaná también tiene como objetivo ayudarnos a identificar al Juez y hacernos sentir que estamos frente a Él. Me refiero a la voz del Shofar, el sonido del cuerno de carnero. En el antiguo Israel, el Shofar se hacía escuchar frente a todo el pueblo cuando un nuevo Rey era coronado. Al escuchar el Shofar, debemos sentir que estamos parados frente a Dios, y que Él ahora nos está juzgando. Esta es la manera en que individualmente «coronamos» a Dios y lo proclamamos nuestro Juez. Si NO nos tomamos esta idea a la ligera, al escuchar el Shofar podríamos sentirnos abrumados, paralizados y conmocionados. Porque nos damos cuenta de que no podemos fingir ni ocultarle nada a Dios. Porque Él nos conoce mejor que nosotros mismos. Si esto sucede, si lloramos, nos emocionamos y sentimos escalofríos al escuchar el Shofar, significa que el Shofar está funcionando y que estamos reaccionando correctamente a su penetrante sonido. Lo peor que podría pasar es escuchar el Shofar con indiferencia.

SENTIR SIN VISUALIZAR

Cuando se escucha el Shofar no tenemos que pedir perdón, confesar o arrepentirnos (y ni hace falta mencionar que en ese momento ¡no debemos pedirle nada a Dios!). Maimónides explica claramente que la misión del Shofar es ”despertarnos”: su sonido nos tiene que ayudar a tomar conciencia de que estamos siendo juzgados, y especialmente de que Dios preside la corte. El Shofar declara que HaShem es nuestro Rey y Juez (‘להמליך את ה) y es nuestro deber hacer el mayor esfuerzo posible por visualizar (¡sin visualizar a Dios!) que estamos frente a Él, frente a Su Trono, y sentir que Él nos está llamando a comparecer en Su corte. Una vez que nos despertemos, eventualmente, reconoceremos nuestras faltas, las confesaremos, las repararemos y nos transformaremos en mejores personas.

Este es el objetivo a alcanzar en Rosh haShaná.

En las palabras de Maimonides (Teshubá 3:4), el Shofar nos dice lo siguiente:

«Despiértense, ustedes que están dormidos, despierten de su letargo y examinen sus acciones. Arrepiéntanse. Pidan perdón por lo que hicieron mal y recuerden a su Creador.»




NITSABIM: El Sionismo moderno y la Torá

Si bien el término «Sionismo» fue acuñado por Nathan Birnbaum en 1890, quien debería ser acreditado por la idea del Sionismo moderno es el Rabino Yehudá Bibás (1776-1852). El Rab Bibás nació en Gibraltar (colonia inglesa, como Las Malvinas). Por el lado de su madre, fue nieto del famoso rabino marroquí Rabbenu Hayim ben Attar, el Or-haJayim-haQadosh (1696-1743). Su padre pertenecía a la prestigiosa familia Bibás, una familia de Rabbanim, Dayanim y Shojatim de Tetuán, Marruecos español. El Rab Bibás fue por muchos años el rabino de la prominente y afluente comunidad judía de Corfu, una hermosa isla que hoy pertenece a Grecia.
El Rab Bibás vio la oportunidad para el pueblo judío de tener su propio estado en el hecho de que muchos países en esos días se sublevaban contra los imperios gobernantes y lograban así su independencia. Vivir en Corfu le permitió al Rab Bibás la perspectiva privilegiada de ser testigo directo de la revolución del los griegos contra el Imperio Otomano y la victoria que condujo a la creación del estado griego independiente. Israel, llamada en ese entonces “Palestina” , también estaba bajo el gobierno del Imperio Otomano. Rabí Bibás estimó en 1835 que los judíos eran capaces de obtener su propia independencia, ya que el Imperio Otomano era cada vez más débil política y militarmente. El Rab Yehuda Bibas opinaba que: «Los judíos deben conquistar militarmente la tierra de Israel de los turcos, de la misma manera que los griegos conquistaron su propia tierra de los turcos».
El rabino Bibás viajó por Europa y África del Norte visitando Turquía, los Balcanes, Viena, Londres, Alemania, Hungría y Praga y muchas más comunidades judías. El principal mensaje que predicaba a todos los judíos del mundo era “TESHUBA”, un llamado para retornar como nación a Israel.
El Rab Bibás le dio un significado más amplio al término Teshubá. Literalmente “Teshubá” significa “retorno”. Pero más allá del significado convencional, el retorno del individuo judío a Dios, en la Torá encontramos la idea de “Teshubá/retorno” principalmente como el retorno del pueblo judío a la tierra de Israel.
En la Parashá de esta semana, Nitsabim, en el libro de Debarim, capítulo 30, 1-11 el concepto de Teshubá está mencionado ocho veces. En primer lugar como “arrepentimiento” , seguido por la “reconciliación” nacional con HaShem . Luego Teshubá define a la forma que HaShem hará “retornar” al pueblo judío a su tierra. Al igual que el exilio en el capitulo anterior fue el resultado del abandono de HaShem, el retorno a la tierra de Israel se presenta como el resultado de la reconciliación entre Am Israel y HaShem, nuestro Dios.
El rabino Bibás explicaba que al morar en la Diáspora: «Estamos dando la espalda a HaShem, como lo explicaron nuestros rabinos: Un judío que vive fuera de Israel es como un judío sin Dios. Y ¿por qué estamos viviendo en el exilio? ¿Para buscar nuestro sustento? ¿No dijo la Torá que la tierra de Israel es una tierra que HaShem supervisa constantemente, una tierra en la que no se comerá el pan con pobreza? ¿No es una tierra que no le faltará nada? recordemos que cada día, después de comer pan, agradecemos a HaShem por la tierra de abundancia que Él nos concedió … »
Quien formuló por escrito las ideas del rabino Yehuda Bibás fue el Rab Yehudá Alqalay (1798-1878). A diferencia del Rab Bibás, que no llego a publicar sus ideas (o sus libros no nos llegaron o no fueron difundidos…) el Rab Alqalay fue un escritor prolífico. Al igual que el Rab Bibás, el Rab Alqalay no concebía el regreso del pueblo de Israel a Sión como una solución para el eterno problema del antisemitismo, sino esencialmente como una forma de cumplir la aspiración judía de una normalización política: es decir, el pueblo judío, viviendo en su tierra, Israel, y gobernado por su ley, la Torá. Ambos rabinos, el rab Bibás y el Rab Alqalay, entendieron que el pueblo de Israel no necesitaba esperar pasivamente el arribo del Mashiaj para concretar esta aspiración. Más bien, debemos buscar activamente el restablecimiento de un estado judío independiente en la tierra de nuestros antepasados ​​como una manera de avanzar y facilitar la llegada del Mashiaj.
El rabino Alqalay, inspirado por el Rab Bibás formuló su plan e ideas para la restauración de los judíos en Israel en su libro “Goral laHaShem”, publicado en Viena en 1857. En este libro el rabino Alqalay diseñó un plan comprensivo con las fundaciones religiosas y las medidas prácticas a tomar para la “TESHUBA” nacional, el retorno de la nación judía a Israel. El libro fue publicado en tres ediciones diferentes y traducido a muchos idiomas, incluyendo el inglés.
Presento a los lectores el libro de Rabi Yehuda Alqalay donde podrán observar que la palabra que define al Sionismo es «TESHUBA».
Haga click aquí para obtener el libro del rab Alqalay.
Es muy interesante leer las haskamot (cartas de recomendación) que tuvo este libro de muchos rabinos prominentes. En mi opinión la carta más interesante es la de Sir Moses Montefiore (1784-1885) escrita originalmente en hebreo por este famoso filántropo y líder del pueblo judío



Rosh HaShaná y la Cenicienta

En una semana más celebraremos Rosh HaShaná, el año nuevo 5784. Hace falta cierta sofisticación para comprender la naturaleza de Rosh HaShana: un día alegre y serio a la vez. Para capturar la compleja ambigüedad de este día, lo mejor que podemos hacer es analizar con detenimiento la Tefilá, el servicio de rezos de Rosh HaShaná. El contenido de las oraciones que recitamos fue diseñado cuidadosamente por nuestros Sabios que compartamentalizaron los dos aspectos de Rosh HaShaná: la oración de la noche y el Seder de Rosh haSana que hacemos en casa se dedica al aspecto de “Año Nuevo”. Y la Tefilá de la mañana, que incluye el Shofar, se relaciona más que nada con la idea del “Día del Juicio”.

LO QUE EL TIEMPO SE LLEVÓ

Hay un “piyut” un poema litúrgico, que da inicio oficial a la oración de la noche de Rosh haShana: este poema, que no alude ni al día del Juicio ni al Shofar, se llama: Ajot Quetaná y se enfoca en nuestro deseo que tener un año mejor que el anterior. Al final de cada estrofa, hay un verso especial: “tijlé shaná veqileloteha” , “que termine el año y todas sus maldiciones”. Es en ese momento, los últimos minutos antes de terminar el año anterior y comenzar el rezo de Arbit, que rezamos para que el próximo año sea mucho mejor. Antes de comenzar con la explicación de Ajot Quetaná quiero dejar en claro que muy afortunadamente para nosotros, judíos privilegiados del siglo 21, nos va a resultar muy difícil relacionarnos con el contenido de este poema que describe los terribles conflictos —literalmente las “maldiciones”— que el pueblo judío experimentaba en esos tiempos.

El autor de Ajot Quetaná fue el Rabino Abraham Hazán de la ciudad de Gerona, España. No se sabe casi nada de él, excepto que fue contemporáneo de Najmánides (Ramban, 1194-1270) . Y como veremos a continuación, saber cuándo y dónde vivió este poeta es esencial para comprender su obra. La mayoría del texto se enfoca en la dolorosa historia de los judíos de Europa del siglo 13. En sus 9 estrofas este poema describe , en forma poética, y un poco elusiva, las persecuciones y los abusos que Israel sufre en las manos de las naciones en las que trató de hallar refugio y protección. La poesía narra la pesadilla que vivieron generaciones y generaciones de judíos, la mayor parte de nuestra historia, cuando nuestros antepasados eran refugiados indefensos, no-gratos, demonizados y abusados.

Veamos.

MAS REAL QUE UN CUENTO DE HADAS

אָחוֹת קְטַנָּה תְּפִלּוֹתֶיהָ

“La hermana más pequeña dirige hacia Ti sus súplicas y canta [hoy] Tus alabanzas Oh Dios, por favor, cúrala de todas sus dolencias, ¡Que concluya este año llevándose consigo todas sus maldiciones!”
“Ajot Quetana” significa literalmente “La hermanita menor” , “la más pequeña de la familia”. Las naciones del mundo están todas hermanadas por ser “hijas” del mismo Padre: el Creador del mundo. Y el pueblo de Israel, que siempre fue considerado como la nación más pequeña de la familia (Debarim 7:7), vive en el exilio, fuera de su tierra, y dependiendo de la merced de sus hermanas mayores. Pero lejos de defenderla y protegerla, las hermanas le tienen envidia —por ser la elegida y la más amada de su “Padre”— y se abusan de ella. Como las hermanastras en el cuento de “Cenicienta”, pero de una forma más real, sádica y sanguinaria.

SOBRE OVEJAS Y UVAS
רְעֵה אֶת צֹאנְךָ אֲרָיוֹת זָרוּ

[Por favor, Todopoderoso,] Vuelve a pastorear a tu rebaño, que ha sido dispersado por los leones salvajes, [y no dirijas Tu ira hacia nosotros], sino hacia los enemigos de Israel, los que gritan “¡Destruidla!”, los que han arrancado la delicada rama del viñedo que Tú plantaste, los que la han destruido y arrancado de raíz, y no han tenido compasión ni siquiera por sus pequeñas uvas.
Israel es el rebaño y Dios su protector. Pero el rebaño se ha desviado y se ha alejado del Pastor. Y ahora las ovejas dispersas, más vulnerables que nunca, tienen que escapar de las garras de los crueles leones que las quieren destruir, y terminan exiliadas en los confines de la tierra.
Israel también es comparada con una delicada viña, plantada por Dios. El enemigo ha llegado al viñedo, no solo con la intención de robar las uvas, sino de quitar la viña de raíz, para que nunca más pueda volver a crecer. Los enemigos han destrozado la tierna planta y no han dejado sobrevivir ni siquiera, a las olelot, esto es, a las pequeñas uvas que aún no han madurado, una alusión a los niños judíos, que eran arrancados de manos de sus padres para matarlos, esclavizarlos o convertirlos por la fuerza (en hebreo olelot / oleleim significa simultáneamente: uvas prematuras y pequeños niños) .

PEOR QUE LA PRISION….

חֵילָהּ קָבְעוּ הַגּוֹי כֻּלּוֹ
La despojan… la degradan…y desde el abismo del exilio su alma se consume…y se ha convertido en la más pobre entre los pobres… ¿Cuándo te apiadarás de ella y cuándo rescatarás a Tu pequeña hija de su calabozo?
En el exilio de Europa, donde la pequeña niña fue a buscar refugio, sufre el despojo y la expulsión. Europa se ha transformado en una prisión de la cual no puede salir… pero esa horrible prisión, ironicamente, la protege de los múltiples enemigos que quieren despojarla. ¿Qué puede ser peor que estar en esa prisión? Ser expulsado de la prisión quedar absolutamente expuesto a los crueles enemigos que solo buscan su destrucción. Los judíos no tienen su estado. No tienen donde escapar. No tiene policia ni ejército. Ni derechos humanos que los protejan.  No tiene ni poder ni influencia política. Israel e constantemente demonizada. No hay quien la defienda de sus siniestras hermanas.

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NO OLVIDAR QUE ASI VIVIÓ EL JUDIO EN EUROPA POR SIGLOS

NOTA: Leer y cantar AJOT QUETANA en nuestros días me deja un sabor agridulce. Por un lado, me cuesta no sufrir por todo lo que vivieron mis antepasados, por el otro lado, me ayuda mucho a tener una mejor perspectiva de mis problemas personales –que me parecen irrisorios comparado a lo que describe este poema. Y me llena de una enorme satisfacción y una alegría interminable ver que luego de tanto sufrir, por fin, las hermosas profecías que por siglos anunciaban una redención que parecía imposible, por fin, se están cumpliendo en nuestros privilegiados tiempos!
שנזכה לגאולה שלמה , אמן

Veamos algunas de la tribulaciones que sufrimos en un lapso de 500 años

EDAD MEDIA:  Los judíos son acusados de haber asesinado a Yeshú, por lo que tendrán que pagar con exilios interminables, algo que la propia Iglesia se encargará de ejecutar.
1288: Los judíos son expulsados de Nápoles, sur de Italia.
1290: El rey Eduardo I emite el Edicto de Expulsión para todos los judíos de Inglaterra.
1294: Los judíos son expulsados de Berna, Suiza
1306: El rey Felipe de Francia ordena a todos los judíos a abandonar su reino. No tienen donde ir…
1348: La peste negra azota Europa. Muere casi la mitad de de la población. Sin embargo, la proporción de judíos que muere es mucho más baja, debido a su elevado nivel de higiene. Los judos son entonces acusados de haber envenenado los pozos de agua y haber causado la peste. Cientos de miles de judíos son masacrados, quemados en vida y despojados.
1360: Los judíos son expulsados de Hungría por Luis I.
1400: Los judíos son absurdamente acusados de matar niños cristianos para hacer con su sangre la Matzá de Pésaj. Miles son asesinados y sus bienes confiscados.
1420: El duque Alberto V ordena el encarcelamiento y la conversión forzosa al cristianismo de todos los judíos de Austria. Algunos se convierten y otros abandonan el país.
1492: Fernando e Isabel emiten Edicto general sobre la expulsión de los judíos de España, que afecta a mas de 400.000 judíos (Rab Emanuel Abohab)
1493: Los judíos son expulsados de Sicilia
1496: Los judíos son expulsados de Portugal




NITSABIM: El nuevo Sionismo Religioso

EL TEATRO DE LOS PROFETAS

Pero a pesar de todo, y literalmente «gracias a Dios» el sionismo ha triunfado en todos sus frentes.  Y también se ha transformado. Israel ya no “necesita” de la Aliyá como antes.  Ahora es el judío de la diáspora quien necesita a Israel, y tiene que elegir si se “sube” (en hebreo “aliyá”) al escenario profético como protagonista o si quiere ver este milagroso espectáculo desde la tribuna diaspórica.  

Y tambié hay un nuevo tipo de sionismo que uno puede ver claramente en Israel. Un sionismo interno, que sucede a partir de dos factores clave: la alta tasa de natalidad y la creación de nuevas ciudades, especialmente en la periferia de Israel.   Para comprender lo increíble que está pasando aquí, compararemos a Israel con Europa. Y para referirime a Europa y su decadencia voy a dejar de lado conscientemente el gravísimo tema de los refugiados africanos y musulmanes que siguen llegando a Europa, a razón de 1 millón por año, y me enfocaré en un tema socio-cultural. 

ISRAEL vs. EL RESTO DEL MUNDO 

De acuerdo al periodista israelí Gay Bejor, muchos de los países europeos están en via de extinción. ¿Por qué? Porque Europa está pasando por una profunda transformación cultural. Cada vez hay menos religión. El cristianismo pierde popularidad y está siendo reemplazado por el «progresismo cultural”  (woke culture). Lo que caracteriza a esta nueva ideología es su oposición -o en el  mejor de los casos: su indiferencia— al ideal de la FAMILIA. Los nuevos ideales se concentran más en el derecho al aborto, la política de género y el cambio climático. Tener hijos y disfrutar de nietos, ya no va más.  Muchos no se casan. O se casan tarde, después de los 40. Y los que se casan tienen generalmente uno o dos hijos, que es menos de lo necesario para que la población se mantenga por lo menos en un número estable. Este problema se entiende mejor cuando se ven las estadísticas, por ejemplo, de países europeos como Italia, España, Portugal.  

En Italia la tasa de natalidad es de 1.2 hijos por mujer. La población está envejeciendo. La edad promedio es de 46 años.  Se proyecta que en los próximos 50 años la población disminuirá de 60 millones a menos de 40. 

En España, la población pasará en los próximos 50 años de 47 a 33 millones. La tasa de natalidad es de 1.3 hijos por mujer. La edad promedio es de 44 años.

En Portugal, la población es de 10 millones de habitantes, y se proyecta que para el año 2100 se reducirá a 6.7 millones. La tasa de natalidad en Portugal también es de 1.3 hijos por mujer. ¿Edad promedio? 46 años. 

Y hay otros problema muy grave: los europeos abandonan las ciudades periféricas y emigran hacia las metrópolis.  En Italia por ejemplo, hay alrededor de  6,000 ciudades fantasmas vacías. Ver este video que ilustra un poco mejor este tema muy poco conocido enlace al video.

AHORA: ISRAEL!

En Israel, la tasa de natalidad nacional es de 3.1 hijos por mujer, casi tres veces más alta que la de los países europeos. Y se proyecta que la población judía en los próximos 50 años, que ahora se estima en 9 millones,  supere los 18 millones de personas, B”H.  La edad promedio en Israel es de 29 años. Y cada vez se construyen más ciudades «en la periferia».    

Esta explosión demográfica se debe en gran parte a “los nuevos sionistas”: la población Jaridí, que se suele llamar en castellano ultra-ortodoxa (personalmente me disgustan estas etiquetas, pero aquí las uso con un sentido de prácticidad).  Los judíos Jaridim son los nuevos “sionistas realizadores”, los nuevos colonos.   La tasa de natalidad en la sociedad Jaridí en Israel es del 6.5 por madre: la más alta del mundo.  El judío Jaridí se casa como promedio a los 23 años de edad. El crecimiento es de la población Jaridí en Israel, que ahora se acerca al 15%,  es de aproximadamente 4% anual (para estos y mas datos ver aquí) 

Frente a este crecimiento en estos últimos meses el gobierno de Israel ha aprobado la construcción  de 3 nuevas ciudades, dos de ellas en el Negueb. 

La primera de estas ciudades es KESIF, cerca de la ciudad de Arad. Este es una zona desértica que será convertida B”H en un vergel. Kesif está planeada para ser ocupada en unos pocos años por unos 100,000 Yehudim Jaridim. Se comunicará con el resto del pais a  traves de la planificada expansión del tren de Israel. Cerca de la ciudad habrá una zona industrial, un centro de comercio y atracciones turística de paisajes que son alucinantes por su belleza.  

La segunda ciudad que fue ya autorizada es TILA, también en el sur de Israel, muy cerca de la población beduina de Rahat y con todas las condiciones de transporte, industria, comercio y turismo que mencionamos anteriormente. La ciudad será poblada por 80.000 judíos . 

La tercera ciudad que fue aprobada estos días es DOROT ILIT,  financiada por el sector privado Jaridí.  Es prácticamente un asentamiento en el Shomrón (samaria) y albergará a unos 100.000 habitantes. 

Todo esto aparte de otras ciudades ya establecidas en los últimos 10 o 15 años:    como Modiin Elit (100.000) , Betar Ilit (100.000)  Ramat Bet Shemesh (160.000) y muchas otras ciudades muy buenas y modernas 

MITOS Y PREJUICIOS

Hay muchas cosas que se puede criticar a la sociedad Jaridí, como a cualquier otro segmento de la complejísima comunidad judía. Tradicionalmente se habla de baja participación en el ejército o en el mercado laboral, pero cada vez que visito Israel, noto una mayor integración, veo más soldados jaridim, y escucho acerca de un renovado interés en combinar estudios de Torá con carreras academcias o tecnicas con salida laboral, un tema que antes era tabú y hoy se discute abiertamente. 

Por supuesto que hay quienes no quieren ver este progreso de la sociedad ortodoxa y prefieren quedarse con los prejuicios.

La sociedad Jaridí —conscientemente o no— está cumpliendo con los sueños de colonización (התיישבות) sionistas y con el anhelo de David Ben Gurión, que urgía a los ciudadanos de Israel a poblar el Negueb, el sur de Israel. 

NUEVA VERSION

תן בלבנו שנראה כל אחד מעלות חברינו ולא חסרונם

ושנדבר כל אחד את חברו בדרך הישר והרצוי לפניך,

ואל יעלה בליבנו שום שנאה מאחד על חברו חלילה…

HaShem, inspira a nuestros corazones a ver las virtudes de nuestros semejantes, y no sus faltas.  Y que cada judío hable del otro de una manera que sea aprobada y deseable ante Ti.


EL TEATRO DE LOS PROFETAS 

La sociedad israelí está dividida. Esto no es ningún secreto. Algunas divisiones parecen políticas, pero tienen raíces históricas que no es difícil identificar. Hay un segmento de la población que no es religioso, ni lo quiere ser. Muchos son hijos, nietos o bisnietos de judíos europeos a los que Stalin les robó su identidad judía y se las cambió por ideas socialistas. Hay también un importante sector que lo llaman aquí tradicionalistas. Son mayormente sefaradim que llegaron de Marruecos, Siria, Iraq, Irán, o que vivieron por siglos en Israel. En su gran mayoría observan lo básico de la Torá y tienen mucho respeto por la religión. Luego, están los judíos que son plenamente observantes. Hay dos sectores: los que se consideran «religiosos sionistas” (דתי לאומי, es decir, que sirven colectivmnte en el ejército, van a la universidad, y en muchos casos, tratan de vivir en asentamientos en la periferia de Israel. Luego está la sociedad Jaredí, más conocida en español como ultra-ortodoxo. Históricamente, la comunidad jaredí también nació en Europa. Su primer líder, el rabino Jatam Sofer, sostenía que aparte de observar los preceptos estrictamente, los judíos debían cuidarse socialmente para evitar la asimilación cultural, que estaba haciendo estragos entre los judíos que habían fomentado la reforma en 1840. Cuando comenzó el movimiento sionista, a fines del siglo XIX, la primera idea fue establecer un refugio para que los judíos no fueran perseguidos: un ”estado sin religión». La reacción de muchos líderes Jaredim fue promover la «religión sin estado», es decir, se opusieron al sionismo secular. Y desde entonces se identifica al judío Jaredí como «no sionista».

TODOS LOS COLORES DEL SIONISMO 

Hoy quisiera hablar de la sociedad Jaredí y explicar un tema del cual me parece que no se habla mucho: cuánto y cómo contribuye la sociedad jaredí al proyecto sionista contemporáneo. El sionismo nació originalmente como el movimiento que impulsa el regreso del pueblo judío a su tierra ancestral. Y Baruj haShem, lo logró. Pero el sionismo no termina con la Aliyá. Poco a poco, la idea del sionismo se va transformando. Israel ya no «necesita» de la Aliyá como antes. Ahora es el judío de la diáspora quien necesita a Israel. El judío de la diáspora es quien tiene que elegir si “se sube» (en hebreo «aliyá») al escenario profético como protagonista o si quiere ver este milagroso espectáculo desde la tribuna. El sionismo también consiste en promover el crecimiento y la expansión de la población judía en Israel, lo cual es un precepto bíblico o Mitzvá de Yishub Erets Israel. Este es el «sionismo interno», que consiste en dos factores clave: un índice de natalidad alto y la creación de nuevas ciudades judías, especialmente en la periferia de Israel. Para comprender lo increíble de lo que sucede en Israel, hablemos un poco de Europa.

ISRAEL vs. EL RESTO DEL MUNDO 

De acuerdo al periodista israelí Guy Bejor, muchos de los países europeos están en vía de extinción (dejemos de lado por un momento el tam de los refugiaods afcianso y muslmanes) . ¿Por qué? Porque Europa está pasando por una profunda transformación cultural. Cada vez hay menos religión. El cristianismo pierde popularidad y está siendo reemplazado por el «progresismo cultural» (woke culture). Lo que caracteriza al joven europeo es su oposición -o en el mejor de los casos: su apatía- al ideal de la FAMILIA. Los nuevos valores se relacionan más con el derecho al aborto, la política de género y el cambio climático, que con formar una familia. Tener hijos y nietos pasó de moda. Muchos jóvenes europeos no se casan. O se casan tarde, después de los 40. Y los que se casan generalmente tienen uno (o máximo dos hijos), lo cual es menos de lo necesario para que la población se mantenga por lo menos estable. Este problema se entiende mejor cuando se ven las estadísticas de países europeos como Italia, España, Portugal.

En Italia, la tasa de natalidad es de 1.2 hijos por mujer. La población está envejeciendo. La edad promedio es de 46 años. Se proyecta que en los próximos 50 años la población disminuirá de 60 millones a menos de 40 millones.

En España, la población pasará en los próximos 50 años de 47 millones a 33 millones. La tasa de natalidad es de 1.3 hijos por mujer. La edad promedio es de 44 años.

En Portugal, la población es de 10 millones de habitantes, y se proyecta que para el año 2100 se reducirá a 6.7 millones. La tasa de natalidad en Portugal también es de 1.3 hijos por mujer. ¿Edad promedio? 46 años.

LOS NUEVOS COLONOS 

Pasemos ahora a Israel. En Israel, la tasa de natalidad nacional es de 3.1 hijos por mujer, casi tres veces más alta que la de los países europeos. Y se proyecta que la población en los próximos 50 años, que ahora se estima en 9 millones, supere los 18 millones de personas, Be’ezrató Itbaraj. La edad promedio en Israel es de 29 años. Y cada vez se construyen más ciudades en la periferia.

Esta explosión demográfica se debe en gran parte a «los nuevos sionistas»: la población Jaredí — conscientemente o no— son «sionistas realizadores». La tasa de natalidad en la sociedad Jaredí en Israel es de 6.5, ¡una de las más altas del mundo! El judío jaredí se casa, en promedio, a los 23 años de edad (¡a los 45, ya son abuelos!). El crecimiento de la población jaredí en Israel, que ahora se acerca al 15% de la población total, es de aproximadamente 4% anual.

Y la última novedad, y lo que me llevó a escribir sobre este tema, es que en las últimas semanas el gobierno de Israel ha aprobado la construcción de tres nuevas ciudades para la comunidad jaredí, dos de ellas en el territorio menos poblado, el Négueb, en el sur de Israel.

La primera de estas ciudades es KESIF, cerca de la ciudad de Arad. Está en una zona desértica que pronto será convertida, B»H, en un vergel. Kesif está planeada para ser ocupada en unos pocos años por unos 100,000 judíos jaredim. Se comunicará con el resto del país a través de la planificada expansión del tren de Israel y cerca de la ciudad habrá una zona industrial, un centro de comercio y atracciones turísticas de paisajes que son alucinantes por su belleza.

La segunda ciudad, que también fue autorizada este mes, es TILA (o TILO תילה), también en el sur de Israel, muy cerca de la población beduina de Rahat y con todas las condiciones de transporte, industria, comercio y turismo que mencionamos anteriormente. La ciudad será poblada por 80,000 judíos jaredim.

La tercera ciudad que fue aprobada en estos días es DOROT ILIT, financiada por el sector privado jaredí. Es prácticamente un asentamiento en el Shomrán (Samaria) y albergará a unos 100,000 habitantes.

Todo esto aparte de otras ciudades Jarediyot establecidas en los últimos 10 o 15 años, como Modiin Ilit (100,000), Betar Ilit (100,000), Ramat Bet Shemesh (160,000) y muchas otras ciudades muy buenas y modernas.

En cuanto a la expansión de la población judía en Israel, la sociedad jaredí está cumpliendo con los sueños de colonización sionistas (התיישבות) de David Ben Gurión, quien urgía a los ciudadanos a poblar el sur de Israel.