JAYE SARA: Buscando una esposa para Isaac

Esta Parashá nos cuenta sobre los últimos días de Abraham Abinu.  Luego de ocuparse del entierro de su esposa Sará, Abraham sabe que le queda una importante misión por cumplir: casar a su hijo Isaac (Ytsjaq).  Es mucho lo que está en juego.  Encontrar una mujer digna de Isaac es lo que va a permitir que el legado de Abraham, su pacto con HaShem, continúe para la posteridad.  Pero si la esposa no acompaña a Isaac, posiblemente todo se pierda.  En ese entonces, como hoy en día, la educación de los hijos y la continuidad dependían especialmente de la esposa. En este Shidduj, había demasiado en juego…
Para esta difícil misión Abraham envía a su sirviente más leal, Eliezer.  Eliezer llega a Jarán, la tierra de la cual proviene Abraham y en la cual tiene todavía algunos familiares. Eliezer le ruega a HaShem que ilumine sus pasos. Y se propone a sí mismo hacer una «prueba» para elegir a la futura esposa de Isaac.
Eliezer se dirige hacia el pozo de agua. Y se dice a sí mismo que al llegar allí –donde usualmente las jóvenes mujeres buscan agua para sus casas —  le pedirá  a una de estas jóvenes un poco de agua para beber, si la joven accediera y le ofreciera también agua para sus camellos, esta sería la futura esposa de Isaac.
Los rabinos se dividen en su opinión: Algunos, como Maimónides, dicen que Eliezer no obró correctamente. Que no se puede «poner a prueba a Dios» (לא תנסו).  Uno no puedo decir, por ejemplo: «No estoy seguro si debo o no debo comprar esta casa. Por lo tanto, HaShem voy a tirar una moneda para que me reveles Tu voluntad: si es tu voluntad que yo compre esta casa, haz que la moneda caiga de ‘cara’. Y si no es Tu voluntad, que sea ‘seca’. Al fin y al cabo, HaShem, Tú eres Todopoderoso, y está en tu poder determinar de qué lado caerá la moneda.» Maimónides indica que este razonamiento, aparentemente impecable, era parte de lo retórica que usaban los idólatras, para de esa manera «forzar a sus dioses a revelar su voluntad», la cual ellos manipulaban a gusto.
Otras opiniones, si bien aceptan en principio el dictamen de Maimónides, dicen que en este caso Eliezer no trató de poner a prueba a Dios, sino de poner a prueba el carácter y la personalidad de la futura esposa de Isaac. Al fin y al cabo Eliezer no pidió un signo identificatorio arbitrario. No dijo, por ejemplo, «si encuentro una muchacha vestida con un vestido con flores, esa será la mujer que HaShem quiere para Isaac», o algo así. Eliezer se propuso identificar «cualidades» que probaran el buen carácter de la muchacha.
¿Pero cuáles eran las virtudes que Eliezer esperaba ver, y que finalmente vio, en la futura esposa de Isaac?
Eliezer buscaba en la futura esposa de Isaac, las virtudes de Abraham Abinu.
Veamos: cuando Abraham recibe a sus invitados, les terminó dando más de lo que en principio les ofreció. Abraham le dijo a sus invitados que les iba a dar «un pedazo de pan y un poco de agua». Pero al final, los agasajó con un banquete de carne tierna, pan recién horneado, y deliciosos postres. Parte de la virtud de un Tsadiq (un hombre justo) «es hacer más de lo que promete», (¡al revés de los políticos!).
Algo más:  Abraham atendió a sus huéspedes con «entusiasmo» (זריזות).  Una de las maneras de medir nuestro entusiasmo es ver cuánto nos apresuramos en hacer lo que estamos haciendo. Si un niño de 10 años tiene que levantarse a la madrugada para hacer una tarea que no quiere hacer, seguramente se levantará muy lentamente, se vestirá en cámara lenta, con total desgano, etc.  Pero si tiene que levantarse a la madrugada para viajar en avión a Disneylandia, seguramente se levantará sin demoras, se vestirá rápidamente, y con mucho entusiasmo. Cuando Abraham recibió a sus invitados la Torá nos cuenta que Abraham se «apresuró» y le dijo a su esposa, prepara «pronto» tortas, y luego «corrió» hacia su ganado y se «apresuró» a preparar la carne…
Cuando Eliezer vio a Ribqá y le pidió agua, la Torá menciona que Ribqá se «apresuró» hacia la fuente y le dijo: «Bebe Señor mío». Y le dijo, por iniciativa propia: «Le voy a dar de beber también a tus camellos. Y se «apresuró» y tomó su vasija y «corrió» hacia la fuente de agua y dio de beber a los camellos hasta saciar su sed».
Este comportamiento excepcional es propio de las personas que practican el Jesed, las obras de bien, en el más alto nivel. Hacen el bien, sin que se les pida. Y hacen más de lo que se les pide o de lo que se espera que hagan. Y cuando llevan a cabo sus obras de bien, lo hacen con entusiasmo, con pasión, sin desgano y desinteresadamente.
Ribqá pasó la prueba de Jesed. Y se graduó con el puntaje más alto.



I 🩷 ISRAEL: Los nuevos soldados del ejército judío 

 Escribo estas líneas desde Yerushalayim. No puedo decir que aquí, en la capital de Israel se nota la guerra, solo en la cantidad limitada de turismo . Pero sí se siente en todo Israel el dolor de las familias que pierden a sus seres queridos, o amigos, conocidos. Israel es una gran familia, y el dolor de uno es el dolor de todos.

El ejército está ahora luchando en dos frentes: en primer lugar, Gaza. El plan es que Israel despeje completamente la parte norte de Gaza y desplace a los palestinos hacia un campamento humanitario en el sur.  La zona norte, que incluye la ciudad de Gaza, J’abalia, Bet Lahia, Bet Janun, quedaría bajo estricto control de Israel. De esta forma, se evitará, entre otras cosas, que los terroristas puedan atacar a Israel o invadir su territorio como lo hicieron el 7 de octubre de 2023. Para que esto suceda, todavía falta terminar de conquistar algunos pueblos y ciudades. Hasta ahora Israel B”H ha tenido mucho éxito. En la zona norte todavía quedan solo unos 200,000 gazatíes, y el plan es que la ayuda humanitaria que cada día entra a Gaza, unos 350 camiones, se comience a distribuir exclusivamente en el sur, y así todos los que la necesiten lleguen hacia allí.

En el Líbano está el segundo frente militar abierto, que hoy concentra la atención de la mayoría del ejército de Israel. Las armas que tiene Hezbollah son mucho más avanzadas que las armas de Hamas.  Hezbollah tiene túneles enormes en el sur del Líbano, algunos de una profundidad de 80 metros, que llevaban hacia Israel y pensaban utilizarlos para llevar a cabo matanzas de miles de israelíes. La guerra en el Líbano recién comienza, y tenemos que seguir rezando para que Dios proteja a nuestros jóvenes valientes y heroicos soldados.

Uno de los problemas más serios que tiene Israel es la falta de recursos humanos en el ejército. Hacen falta más soldados, y uno de los factores que podría solucionar este problema es el reclutamiento de los soldados jaredíes, es decir, aquellos que estudian Torá permanentemente y, por ley, estaban exentos del servicio militar. Similar, por ejemplo, a la ley en Argentina, que cuando el servicio militar era obligatorio, un seminarista quedaba exento del ejército. Pero la situación ahora ha cambiado. En primer lugar, porque la ley original que hizo Ben Gurión cuando se estableció Medinat Israel se redactó cuando la población jaredí era muy baja, mientras que hoy en día esta población jaredí representa alrededor del 15 % del total de Israel y B”H sigue creciendo.    La segunda razón es que Israel necesita con urgencia más soldados para luchar y proteger sus fronteras.

Hasta ahora había una sola unidad de combate Jaredí,   Netzaj Yehudá, que existe desde hace tiempo.

La buena noticia es que el ejército está organizando otras brigadas para acomodar a los soldados Jaredim: y está funcionado muy bien.  La mas reciente es la brigada “Jashmonayim”, que se ajusta al estilo de vida Jaredí.  Hay cientos o miles de soldados Jaredíes que se están enrolando voluntariamente, y es una tendencia que solo va a ir creciendo. La incorporación de los soldados jaredíes le va a dar al ejército de Israel una identidad judía mucho más fuerte . Recordemos el ejemplo de los judíos religiosos sionistas, Dati Lumi, que desde siempre han servido en el ejército, y se destacan por tener un espíritu de combate altísimo y un sentido de responsabilidad de protección por Am Israel, que refleja todas las mitzvot de la Torá de asistir, salvar y estar dispuesto a sacrificarse por otro Yehudí. Todas las Mitzvot que se ponen en práctica cuando el pueblo de Israel está en guerra.

Los soldados Jaredíes van a contribuir no solo como recursos humanos, sino también desde la perspectiva espiritual, teniendo a Bore Olam, el Creador, como el comandante en jefe del ejército de Israel.

Este es un video muy importante. El protagonista es un hombre Jaredí de 33 años, Mendel Roth, descendiente directo del Baal Shem Tov, que acaba de enrolarse al ejército.

Realmente lo dice todo: que el prejuicio de los Jaredim de servir en el ejército parece algo de la generación pasada. Que ahora en esta nueva unidad a la que él se sumará, Jashmonayim, es posible combinar estos dos mundos: su compromiso con la Torá y su responsabilidad hacia Am Israel. Roth espera ser un ejemplo y una inspiración para otros, demostrando que no hay contradicción entre la devoción religiosa y el servicio a la nación.

Mendel explica que esta decisión no solo lo acerca personalmente a Dios y a la redención de Am Israel, sino que también representa un acto de unidad para el pueblo de Israel. En sus palabras, este acto tiene el potencial de cambiar la percepción de aquellos que piensan que hay judíos que no están contribuyendo lo suficiente al país, lo cual será un enorme Kiddush HaShem.

Mendel no se va a limitar a un rol administrativo o de escritorio; ha decidido unirse al servicio KRAVI, es decir, combatiendo y arriesgando la vida por su pueblo. Mendel habla de cómo su decisión marca un cambio histórico en el país.

Y afirma que el factor más determinantes para él fue esta nueva brigada, Jashmonayim, está totalmente adaptada al estilo de vida Jaredí, manteniendo un entorno religioso que asegura que, al finalizar su servicio, los soldados no vean afectado su compromiso con el judaísmo, algo que anteriormente no era fácil de garantizar en el contexto militar.

Mendel está abriendo un camino que está destinado a crecer. Su valentía y su decisión son un ejemplo inspirador para todos los jóvenes jaredíes que, como él, desean servir a Israel sin renunciar a su identidad religiosa.

Es crucial escuchar palabra por palabra lo que Mendel dice en este video, porque su mensaje tiene el poder de inspirar y transformar.

También presento este artículo publicado hoy en el periódico israelí con mas datos sobre la brigada Jashmonayim.

 https://www.israelhayom.co.il/military-life/article/16804561

  • המהפכה החרדית של צה«ל: כך תיראה חטיבת חשמונאים

בתי מדרש בכל פלוגה, לימוד גמרא כתנאי להכשרת לוחם, וחליפה ומגבעת בשבתהגיוס הראשון יתקיים בנר ראשון של חנוכהעשרות מיליוני שקלים הושקעו בבא«ח מכבים, שם יעברו החיילים את כל ההכשרותמטירונות ועד קורס מ«כיםבצה«ל מבהירים: «אין כוונה להפוך אותם לציוניםרק להגן על המדינה«

La revolución Jaredí del ejercito de Defensa de Israel : Así será la brigada de los Hasmoneos

Un Bet Midrash en cada compañía. Estudio de Guemará como requisito para la formación de combatientes. Traje y sombrero en Shabbat. El primer reclutamiento en esta unidad tendrá lugar en la primera noche de Janucá. Decenas de millones de shekalim se han invertido en la base de entrenamiento Makabim, donde los soldados Jaredim recibirán toda su formación, desde el entrenamiento básico hasta el curso de comandantes.




LEJ LEJA: Abraham y los gerentes de la pobreza

Un famoso Midrash describe a Téraj, el padre de nuestro patriarca Abraham, como fabricante y vendedor de ídolos. En una ocasión, Téraj le pidió a su hijo que lo reemplazara en el negocio. Una clienta trajo un poco de harina como ofrenda para los ídolos, y Abraham aprovechó la ocasión para hacer algo dramático: destruir los ídolos de su padre. Pero eso no fue todo; Abraham también buscaba desenmascarar la falsedad de su progenitor. Cuando su padre regresó y vio la destrucción de su preciada mercadería, Abraham le explicó que los ídolos se habían peleado entre sí, compitiendo por la ofrenda de harina. El Midrash relata la reacción de Téraj ante esta respuesta: “¿Te estás burlando de mí? ¿Acaso pueden los ídolos saber algo o actuar por sí mismos?” A lo que Abraham respondió: “¿Eres consciente de lo que tus propias palabras admiten? [es decir, que los ídolos no tienen vida ni poder alguno]”. Enfurecido, Téraj entregó a su hijo Abraham a las autoridades gubernamentales: el rey Nimrod.

Analicemos brevemente este profundo Midrash.

El negocio de la superstición

Basado en esta historia, y usando un poco de licencia literaria, podría afirmarse que Téraj no vendía ídolos a los ricos o a los reyes, sino a personas humildes y pobres, como esa mujer que quizás no contaba con dinero para comprar un ídolo y solo podía ofrecerles un humilde tributo (que luego iría a los bolsillos de Téraj). Los ídolos de Téraj eran el equivalente de lo que hoy llamamos “amuletos o talismanes de la suerte”. Para triunfar en esta industria y vender “pirámides mágicas” a clientes ingenuos, se requiere ser un embaucador profesional y carecer de escrúpulos morales. Según el Midrash, Téraj sabía muy bien que esos ídolos eran inútiles, pero aun así los vendía, abusando de la gente humilde que venía desesperada en busca de soluciones mágicas en momentos de enfermedad o extrema pobreza. El oficio de Téraj exigía una falta absoluta de honestidad intelectual, falta de sentimiento de culpa o falta de empatía hacia el sufrimiento ajeno. Téraj explotaba a los pobres, sabiendo que cuanto mayor era la vulnerabilidad de su cliente, más fácil era sacarle dinero, harina o servicios para su beneficio.

Sacrificar el futuro económico

Desde niño, Abraham conocía la trastienda de la idolatría y percibió el doble discurso de su padre: alabar los poderes mágicos de los ídolos frente a sus clientes y, en privado, reconocer que todo era un negocio. Gracias a su conocimiento del trasfondo lucrativo de la idolatría, Abraham le perdió el miedo a los ídolos y a las supersticiones populares. Y en un dramático acto de liberación espiritual, Abraham fue capaz de desafiar a su propio padre, consciente de que tendría que pagar un alto precio. Al destruir los ídolos sacrificó la fuente de ingresos estable y próspera que en el futuro heredaría de su familia. Esta honestidad «costosa» no es algo común: la mayoría de las personas en una situación similar, creo, probablemente optarían por cerrar los ojos, autoengañarse y continuar con la lucrativa industria familiar. Pero Abraham era diferente. Su compasión hacia los pobres le generó una intolerancia visceral hacia los embaucadores con fines de lucro o, como los llama el presidente argentino Javier Milei: los “gerentes de la pobreza”.

Cuando el rey Nimrod…

La compasión lo llevó a la honestidad, y la honestidad lo transformó en alguien que literalmente estuvo dispuesto a pensar con libertad. Distinto al resto del mundo, a pesar de las costosas consecuencias. Y las consecuencias no tardaron en llegar. En un acto no menos dramático, su propio padre, Téraj, lo denunció y lo entregó a las autoridades, el tirano rey Nimrod, quien no solo apoyaba a los explotadores de la idolatría sino que era su principal socio y beneficiario. Nimrod sentenció a Abraham, quien solo pudo salvarse gracias a la intervención de “las fuerzas del cielo”.

Causas y efectos

La compasión de Abraham, su reacción alérgica hacia la corrupción y su intolerancia ante el abuso, lo liberaron de la idolatría, pero también lo alejaron de la sociedad pagana. Abraham, se mantenía del lado de la verdad, pero estaba solo. Hasta que un día se encontró con Él –o fue encontrado por Él–y escuchó que le decía, «Abraham: LEJ LEJA, deja la casa de tu padre y ve a la tierra que te mostraré. No te preocupes por tu futuro; Yo estaré contigo. Y haré que te transformes en el patriarca de una gran nación”. Y lo demás es historia. La historia de un pueblo digno de Abraham. Nuestra historia.

Shabbat Shalom

Rab Yosef Bittón

Dedicado al presidente argentino, Javier Milei, y a todos aquellos que luchan contra la corrupción y la deshonestidad.




VAYERA: Los juegos de Ishmael

ESCRITO EN 2020
Abraham y Sará no tienen hijos. HaShem les promete una gran descendencia, que heredará la tierra de Canaan.  Sará  le propone a Abraham tomar a Hagar como concubina y adoptar a su hijo como propio. Así es como nace Ishmael, el primer hijo de Abraham.
En nuestra Parashá, finalmente, y milagrosamente, nace Itsjaq,  hijo de Abraham y Sará. HaShem le dice a Abraham כי ביצחק יקרא לך זרע, Gen. 21:12 «tu descendencia vendrá de itsjaq», no de Ishmael. Aunque a Ishmael, por ser tu hijo,  לגוי אשימנו, «lo convertiré en una nación».
La Torá continúa relatado lo que sucedía ahora entre los hermanos, Ishmael e Itsjaq.  El pasuq 21:9 dice así: «Y Sará vio que el hijo de Hagar la Egipcia [Ishma’el] …se estaba divirtiendo/jugando. Y le dijo a Abraham, despide a esta mujer y a su hijo…».
¿Qué pasó aquí? ¿Sará ve a Ishmael «jugando» y decide que lo tiene que expulsar? ¿Por qué esa reacción aparentemente tan exagerada? Todo tiene que ver con el significado de la palabra מצחק «divirtiéndose, jugando». ¿A que juegos se refiere aquí la Torá?
Hay varias opiniones. Veamos dos.
Según una primera opinión Ishmael estaba jugando con Itsjaq al «arco y flecha», al estilo William Tell, practicando su puntería con el pequeño itsjaq, como si quisiera «matarlo  accidentalmente» . Al ver esto, obviamente, Sará expulsa a ishmael.
Hay una segunda interpretación según la cual los juegos de Ishmael no amenazaban la integridad física de Itsjaq sino su integridad moral.  El Midrash no dice que Ishmael jugaba con Legos o autitos de carrera. La diversión de Ishmael era: «Idolatría, promiscuidad y asesinato». Comencemos por el final. ¿Es posible que un niño juegue juegos de asesinato?   Bueno, hoy sabemos mejor que nunca que esto es muy posible. Pensemos en algunos videojuegos modernos donde se ganan puntos por matar gente mientras uno conduce un auto; o disparar a matar inmigrantes (¡y hay extra puntos por matar mujeres embarazadas!).  Sará entendía que los juegos que se juegan de niños, se hacen parte de la personalidad del adulto.  Sará no podía permitir que su hijo Itsjaq, quien estaba destinado a seguir el camino de Abraham, fuera educado con «los juegos de Ishmael». Sará sabia el poder de la influencia que los amigos, la calle y los juegos tienen sobre nuestros hijos.
Y Sará también entendió que Ishmael no iba a cambiar. ¿Por qué? Porque Hagar, la madre biológica de Ishmael, no compartía la preocupación de Sará. Una vez más los Jajamim iluminan las palabras de la Torá.    Dicen que Sará cuestionó a Hagar por la conducta de Ishmael y sus juegos. Y le dijo: «¿No te das cuenta de lo que tu hijo está haciendo? ¿No ves cómo esos juegos van a influir en su personalidad?»  A lo que Hagar contestó: «metsajeq», «Ishmael está jugando», en otras palabras: «¡Son solo juegos de niños! No hay que tomarlos en serio».  Hagar es una madre permisiva, que por ingenuidad (o por comodidad) elige no entrometerse con los juegos de sus hijos, sus amistades e influencias. Y se dice a sí misma:  «Ishmael sólo se está divirtiendo. Son cosas de niños.»
Creo que ahora, gracias a este Midrash, nuestra perspectiva de la drástica decisión de Sará es un poco más amplia.  Sará no sólo ve en el futuro la mala (y posiblemente «irreversible») influencia de Ishmael sobre Itsjaq, Sará también comprende que Hagar no comparte ni entiende su preocupación.   A Hagar tampoco le molestan los juegos promiscuos de Ishmael («que se haga hombre» diría Hagar), ni tampoco parece importarle que «juegue» con lo opuesto de lo que su padre predica, la Abodá Zará  («que Ishmael, cuando sea grande, decida si quiere seguir el camino de Abraham o ser una persona normal, como el resto del mundo» diría quizás Hagar).  La filosofía educativa de Hagar no era diferente, sino totalmente opuesta a la de Sará. Sará no tenía con quién hablar…
Y al final vemos que Sará tuvo mucha razón…. En el pasuq 21:20 vemos cual fue el destino de Ishmael ויהי רובה קשת «un arquero» (de arco y flecha).   El hijo de Abraham no se convirtió en un hombre de Dios, como su padre. Ni tampoco en un comerciante o un profesional. Ishmael terminó siendo lo que jugó de chico: un violento cazador.
Tenemos mucho que aprender de Sará. Entre otras cosas.
1. Saber que los juegos violentos o promiscuos, las malas compañías y las malas amistades, pueden ejercer sobre nuestros hijos una influencia que supere la de nuestras palabras.
2. Recordar que lo juegos que juegan nuestros hijos en su niñez, lo que maman a una edad temprana, será parte de su personalidad (para bien o para mal, como dijeron los Jajamim: גרסא דינקותא לא זזה ממקומה)
3. Y finalmente, que a veces hay que tomar medidas drásticas para proteger a nuestros hijos y educarlos como verdaderos descendientes de Abraham Abinu (y Sará!)



RESUMEN DE LA PARASHA VAYERA

Dios se revela a Abraham en una visión, cuando él estaba sentado a la entrada de su tienda. Abraham nota que tres viajeros pasan cerca de él y como era su costumbre, corre a invitarlos a su casa. Los hombres aceptan la invitación y Abraham les prepara un banquete suntuoso. Estos hombres, enviados por Dios, le revelan a Abraham que  Sará dará a luz a un niño en el término de un año. Sara que ya tenía casi 90 años, escuchó esto y se puso a reír.  Dios se enoja con Sará y le hace saber a Abraham que para Él nada es imposible.
Los hombres / ángeles parten y se dirigen a Sodoma para destruir las cinco ciudades de esa región por su tremenda corrupción.  Dios le informa a Abraham de Su intención de destruir Sodoma y en otra muestra de su bondad sin límites, Abraham trata de disuadir a Dios y le pide que no destruya la ciudad si viven allí cincuenta personas justas. Dios acepta pero como parece que no habían muchos hombres justos, Abraham «negocia» con Dios y finalmente le pide que perdonase a Sodoma aunque hubiesen allí solo diez personas justas.
Los hombres llegaron a Sodom. Lot, siguiendo el ejemplo que aprendió de Abraham,  los invita a su casa para descansar y comer. Pero la noticia de que hay extranjeros en la casa de Lot se extiende por toda la ciudad, y la gente reacciona mal. Acostumbrados a abusar de los extranjeros, los indignados residentes de Sodoma rodearon la casa de Lot con la intención de asaltar a sus huéspedes. Lot trata de protegerlos pero los sodomitas intentan derribar la puerta. Los ángeles ciegan a todos los que rodeaban la casa y apresuran a Lot para huir de Sodoma con su esposa y sus hijas.
 
Dios hizo caer del cielo fuego y azufre sobre Sodoma, que destruyó toda la región . La mujer de Lot miró hacia atrás y se quedó petrificada, como una escultura de sal. Lot y sus hijas se refugian en una cueva y piensan que el mundo entero fue destruido y que ellos y son los últimos sobrevivientes. Las hijas embriagan a su padre con vino y lo seducen para repoblar el mundo. Las dos dieron a luz y cada una tuvo un niño que con el tiempo fueron los patriarcas de los amonitas y los moabitas.
Abraham se muda a la ciudad filistea de Gerar por la hambruna. Abimelej, el rey de los filisteos, captura a Sará, que fue presentada como hermana de Abraham. Pero Dios castigó a Abimelej y los miembros de su palacio. Dios se le aparece a Abimelej en un sueño advirtiéndole que Sara es la esposa de Abraham. Abimelej obedece a Dios, libera a Sará y colma de regalos a Abraham como indemnización por los daños causados.
Tal como lo habían anticipado los ángeles que visitaron a Abraham, Sara concibe y da a luz un hijo a la edad de noventa años. El niño se llama Isaac, «el que reirá» (o el que hará reír de felicidad a sus padres). Abraham circuncidó a Isaac a los ocho días.
Isaac crece y Sará se da cuenta que Ishmael, el medio hermano mayor de Isaac, ejerce una influencia negativa en su pequeño hijo y le exige a Abraham que expulse de su casa a Ismael, junto con su madre Hagar.  Dios le indica a Abraham que debe escuchar a Sará . Hagar e Ishmael se quedan sin agua en el desierto y estuvieron a punto de morir de sed. Pero un ángel «abre los ojos de Hagar» y le ayuda a ver un pozo de agua. Ishmael se cría en el desierto y se convirtió en un hábil cazador.
Abimelej viendo que Abraham es el elegido de Dios le pide hacer un pacto de no agresión con él: ninguno de los dos trataría de conquistar al otro por tres generaciones. Abraham estuvo de acuerdo, pero le indicó a Abimelej que sus hombre le habían robado a Abraham un pozo de agua que sus hombres habían cavado. Abraham tomó siete ovejas y se las dio a Abimelej que las tomara como testimonio de que él, Abraham, había cavado el pozo. Abraham se establece en la ciudad de Beer Sheba y proclama el nombre de Dios a todos los que encuentra
En la última Aliyá Dios le ordena a Abraham que tome a su hijo único Isaac y lo ofrezca como sacrificio en una montaña. Abraham parte hacia la montaña con Isaac y dos de sus sirvientes. Cuando llega a la montaña, Abraham sube con Isaac y construye allí un altar. Ata a Isaac de pies y manos y se dispone a cumplir la inexplicable orden Divina. En ese momento oye a un ángel de Dios que le ordena detenerse. Abraham ve un carnero atrapado en un matorral por sus cuernos. Lo toma y lo ofrece como sacrificio a Dios. Dios bendice a Abraham y a sus descendientes por su lealtad y obediencia. 
Abraham escucha que su cuñada Milka había dado a luz. Uno de sus hijos, Betuel, fue el padre de Rivká, la futura esposa de su hijo Isaac.



CUARTA PRUEBA: Perder a Lot

Abraham regresa a Canaan desde Egipto junto con Sara, su esposa, y Lot, su sobrino que había quedado huérfano y fue adoptado por Abraham cuando murió su padre. Lot se perfila como el heredero natural de Abraham, aquel que supuestamente continuará el camino de rectitud, integridad y obediencia a Dios que Abraham había comenzado a transitar. En Egipto, y por ser el socio de Abraham, Lot también ha acumulado una gran fortuna, que él administraba por su cuenta.

LOS PROBLEMAS QUE TRAE EL DINERO
La fortuna de ambos, Lot y Abraham, debe ser considerada tomando en cuenta que en Canaan recién termina una gran hambruna, en la cual familias enteras habrán perdido todo lo que tenían para sobrevivir. En esos momentos de crisis, los pobres se hacen más pobres, y los ricos se hacen más ricos. Abraham utiliza su riqueza para aliviar a los pobres y hacer el bien a los demás en nombre del Creador. Su tienda está abierta de par en par para atender a los necesitados y a los extranjeros. Abraham les da de comer y beber cuando le quieren agradecer o pagar Abraham no acepta: solo les pide que agradezcan a Dios, que es «Aquel que nos ha dado lo que hemos comido»(zimún). Pero ese uso tan altruista de su dinero —que le valió a Abraham su fama y su nombre de Nesí Eloqim, representante de Dios, en la tierra de Canaan— no era imitado o apreciado por Lot.

EL CAMINO DE ABRAHAM Y EL CAMINO DE LOT
Para la gran decepción de Abraham, Lot no sigue su camino. Lot solo quiere seguir acumulando más bienes y tener más. Y no se preocupa de compartir su fortuna con los que tienen menos, como hace Abraham. Los ojos de Lot están puestos en incrementar  su riqueza, no en la beneficencia. Las cosas se ponen un poco peor, irónicamente, cuando las promesas Divinas de berajá, prosperidad, abundancia, por fin se ven cumplidas. El territorio de Canaan de pronto ya no alcanza para los “dos socios”: tío y sobrino. De acuerdo a los Sabios, los trabajadores de Lot traen a sus animales a pastar en los pastizales de Abraham, porque su patrón Lot consideraba que al ser el heredero natural de Abraham, esos terrenos de alguna manera, ya le pertenecían…

LA DECISION DE LOT
Abraham se da cuenta de que Lot, su único familiar sanguíneo, no va a seguir el camino de Dios. Y ahora se enfrenta a un gran dilema o nisaiyón. ¿Seguir consintiendo a su sobrino, que ha demostrado un total desinterés por la obediencia a Dios y la beneficencia, o separase de Lot?  Abraham no puede abandonar la misión que comenzó. Abraham fue elegido por Dios y tuvo el privilegio de escuchar Su Voz y recibir Sus mandamientos y Sus promesas. ¡Abraham debe asegurarse que sus descendientes seguirán su camino! Pero Lot ha elegido un destino diferente.  ¿Qué hacer en estas circunstancias? Esta es la cuarta y difícil prueba a la que se somete Abraham Abinu: si deja las cosas así como están, su misión Divina se perderá para siempre…     Abraham deja la decisión final en las manos de Lot. Le ofrece separarse. Y quizás para la sorpresa de Abraham, Lot acepta separarse de su tío —sabiendo que al desconectarse de Abraham también se estaba desconectando de Dios.

LA ANTÍTESIS DE ABRAHAM
Para peor —y para ratificar las sospechas de Abraham acerca del carácter de su sobrino— Lot se deja llevar por la codicia y decide establecerse en Sodom (o en hebreo Sedom), una ciudad, que antes de ser azotada, era muy próspera y segura, donde residían ricos y nobles de muy mala reputación. Los hombres de Sedom actuaban de una manera completamente opuesta a la de su tío: mientras que Abraham se dedicaba a ayudar desinteresadamente a los extranjeros, en Sedom, se solía abusar de ellos y sacarles todo lo que lo se pueda. Lot elige una ciudad sin Dios, rechazando una vida dedicada a Él. A al mejor estilo de un personaje de Nitzche, en Sedom la caridad era vista como un error: mantener a los pobres perjudica a la supervivencia de los más fuertes. Lot se siente atraído por esta civilización que práctica la ley de la selva y se deleita en los placeres materiales.   Cuando Lot elige Sedom, Abraham se da cuenta que no se había equivocado al juzgar el carácter de su sobrino y haberse separado de él. (Como se verá más adelante, Abraham irá a la guerra –algo que solo hizo una vez– y arriesgará su vida para salvar a su sobrino fue tomado como prisionero. Para Maimónides, está es la esencia del cuarto desafío).

LO QUE APRENDEMOS DE ABRAHAM

Abraham no tenía hijos propios y hasta este momento, lo que Abraham más quería era a su sobrino, su “hijo adoptivo”, Lot.  Al separarse de Lot, Abraham demuestra que para él seguir el camino del Creador es la razón más importante de su vida y está dispuesto a sacrificarlo todo por Dios y ser merecedor de Su elección.

En ningún momento podemos dejar de pensar en la manera que cada uno de estos nisiyonot o pruebas van preparando a Abraham para el desafío más difícil: el sacrificio de Isaac.




VAYERA. El sacrificio de Isaac; la última prueba.

Adaptado del libro «Encounters» del Rab Aryeh Kaplan z»l

Abraham escucha una Voz.  La Voz es familiar. Es la misma Voz que le ordenó que abandonara la tierra de sus padres y emigrara hacia la tierra de Canaan. La misma Voz que le prometió que él iba a ser bendecido y que su descendencia iba a ser tan numerosa como las estrellas del cielo.  Esa voz, la Voz de Dios le prometió muchas cosas y nunca lo defraudó. A veces tuvo dudas, como cuando al llegar a la tierra prometida se encontró con una terrible sequía. O cuando su esposa Sará fue secuestrada. Pero Abraham aprendió que no todas las promesas Divinas se materializan en el momento. A veces hay que esperar. Y así, la paciencia, se transformó en parte de su fe. Abraham aprendió a obedecer y confiar en su interlocutor: El Creador de los cielos y la tierra.  Esa Voz, es la misma que le prometió a él y a Sará que finalmente iban a tener un hijo, a la edad 100 años. Y ese hijo llegó y se llamó Yitzjaq, que significa : el [niño] que hará reír [de felicidad a sus padres desde su nacimiento, y por todos los días de su existencia].  

Pero ahora, cuando Abraham se levanta a rezar y agradecer al Creador por Sus bendiciones  esa Voz se dirige a él con el familiar llamado “Abraham, Abraham” .  La Voz se escucha físicamente, como si alguien le estuviera hablando muy cerca de él. Abraham una vez más mira a su alrededor para estar seguro que ninguna hombre lo está llamando y cuando esta seguro responde: “Hineni”. «Aquí estoy, listo para cumplir Tus órdenes».   Y entonces escucha nuevamente la Voz, que esta vez le dice algo terrible: “Toma a tu hijo, a tu único hijo, al que tú tanto amas: Yitzjaq. Y ve con él a la tierra de Moriá (Jerusalem) y ofrécelo allí como un sacrificio para Mí”.   La Voz desaparece. Abraham se queda solo. Confundido. Siente vértigo. Va a colapsar. Es  como que su mundo se está derrumbando a su alrededor. Está por desfallecer.  Se apoya en un árbol para no caerse.  Su corazón palpita muy rápido. “Oh, Creador del mundo, esto no es posible –puede haber pensado Abraham–  Tú no puedes haberme ordenado que sacrifique a mi hijo Yitzjaq. El hijo que tuve en mi vejez, el que trajo infinita alegría a mí y  a mi esposa Sará. Esto es un error. Es una alucinación. Una pesadilla ”. 

Abraham se da cuenta que no puede engañarse a sí mismo. La Voz que siempre lo ha guiado y bendecido le ha dado una orden al más leal de todos sus siervos. Al hombre que le enseñó al mundo que existe un Creador, que no se ve, que es invisible, que se comunica con sus criaturas, y al que hay que obedecer hasta el final. Y ahora llegó el momento de la prueba más difícil para testear la lealtad de Abraham Abinu a Dios. Abraham, ¿solo obedece a Dios cuando le conviene? ¿Cuándo Dios le promete bendiciones y gloria? ¿Será Abraham capaz de obedecer a Dios, de no abandonarlo, de seguir con Él si va a perder lo que más quiere en su vida?  

Abraham sigue sin moverse de su lugar. Espera escuchar nuevamente la Voz con alguna clarificación. O una contraorden.  Pero con el pasar de las horas, las dudas acerca de la identidad de la Voz se disipan y el horror crece en el corazón de Abraham.  La orden no fue una alucinación. La Voz fue tan clara como cuando le prometió un hijo, al que ahora ama más que ninguna cosa en este mundo. Mucho más que a sí mismo.   ¡Que fácil sería obedecer esta orden —pensaba Abraham— si la Voz le hubiera ordenado ofrecerse a sí mismo como sacrificio! A Abraham se le pide hacer más de lo que a ningún otro hombre se le ha pedido hasta ese entonces.    

Después de una noche de terror y cuando a Abraham ya no le quedan más dudas acerca del origen de la Voz, se da cuenta que no puede negarle nada a Dios. El Creador lo dio a su hijo y ahora, por alguna razón que a Abraham le resulta incomprensible , se lo está pidiendo de regreso. Por la mañana Abraham se levanta muy temprano de su cama y se dispone a cumplir la inexplicable orden Divina. Sin pronunciar palabra ni explicar a dónde van o para qué, Abraham le pide a su amado hijo Isaac y a sus dos sirvientes que lo ayuden a cargar una pila de madera en el burro de carga. Y entonces los 4 hombres parten en silencio. Ninguno se anima a cuestionar a Abraham, que siempre hace lo correcto. Caminan durante 3 días por los bosques y los campos. 

Su anciano rostro está tieso como una piedra. Su mirada, elusiva, fija en el frente del camino.   Sus ojos reflejan la luz pero ocultan algún secreto. Nadie le pregunta a Abraham dónde están yendo. Abraham permanece en silencio no pronuncia una palabra, ni siquiera a su hijo. Por fin, ven el monte Moriah. Abraham le ordena a sus sirvientes que descargan la madera y la carguen en la fuerte espalda del joven Isaac. Abraham toma las piedras para encender un fuego y debajo de su túnica, esconde un largo cuchillo. 

Ahora padre e hijo caminan juntos montaña arriba. Sin palabras.  Isaac, por fin rompe el silencio. Se arma de valor y le pregunta a Abraham: “ Padre, parece como que vamos a ofrecer un sacrificio. Veo que llevamos la madera y que tu tienes las piedras para encender el fuego. Pero, ¿dónde está el animal que vamos a sacrificar?”   Abraham cierra sus ojos y llora por dentro. ¿Le puede contestar a su amado hijo que él ha sido elegido por Dios para ser sacrificado?.  “Dios proveerá el animal para el sacrificio” ,  dice Abraham con la voz entrecortada.  Isaac sigue caminando junto a su amado padre y ya no dice nada más. No se puede imaginar la inconcebible verdad.  Isaac confía totalmente que su padre estará cumpliendo alguna orden divina. y así, padre e hijo, juntos en mente y corazón, siguen escalando el monte hasta que llegan cerca de la cima. Allí Isaac observa como su padre trae unas pesadas rocas para construir un altar y cuando termina, lo ayuda a colocar la madera sobre el altar recién construido.   

Abraham, pálido y temblando, le pide a su hijo que estreche sus manos y ata sus muñecas con unas tiras de cuero. Una vez que las manos están restringidas, Abraham ata sus pies. Isaac no entiende qué está pasando.   ¿Se trata  de algún juego que mi padre está jugando? Mira a su padre, pero su padre no lo está mirando. Solo hay lágrimas en sus ojos y un llanto ahogado. Algo terrible está pasando.  «¿Dónde está el cordero para el sacrificio?» Pregunta  Isaac. Y de pronto se da cuenta que ¡el cordero es él!   Isaac palidece y comienza a temblar, pero el respeto hacia su padre es tan grande como el de Abraham hacia Dios, y no ofrece resistencia.  El anciano patriarca toma al joven con sus fuertes brazos, lo levanta y lo acuesta suavemente sobre el altar. Issac lo mira incrédulo. Su padre sigue eludiendo su mirada. Isaac ve como su padre saca el cuchillo que llevaba escondido debajo de sus ropas y siente el frío metal sobre su garganta.  

Abraham sujeta el cuchillo y toma valor para terminar la misión más difícil que ningún hombre de fe haya tenido que cumplir. Pero de pronto, justo antes del acto final, escucha nuevamente la Voz que lo llama con urgencia y le dice:  “Abraham, Abraham”. Abraham baja el cuchillo y responde: “Aquí estoy”.  La Voz, ahora más fuerte y clara que nunca le ordena: “No dirijas tu mano contra tu hijo. No le hagas ningún daño. Ahora has demostrado tu completa lealtad a Dios y que no le has negado nada a Él,  ni siquiera a tu único hijo”.    Y la Voz ya no dice más. Los ojos de Abraham se llenan nuevamente de lágrimas pero esta vez son de alegría. Abraham desata a su hijo y ve que allí en la montaña, muy cerca de donde están, hay un carnero con su cuerno atrapado en un arbusto.  Abraham toma al animal, lo lleva al altar que construyó para Isaac y lo ofrece como sacrificio a Dios. La prueba ha terminado.




VAYERA: Lot y el síndrome del sapo a la cacerola

הכריזו בסדום ואמרו: כל מי שהוא מחזיק ידו בפת לחם לעני לגר ולאביון יישרף באש

LA PEOR DECISIÓN DE TU VIDA

Lot y Abraham vivían en la misma zona geográfica. Pero cuando los pastores de Abraham y de Lot se pelean por territorio, Abraham le sugiere a Lot que cada uno tome caminos separados. «Mira la tierra que está frente a ti», le dijo Abraham a su sobrino, «y elige dónde quieres ir … Si eliges ir para el norte, yo iré para el sur. Y si eliges ir hacia el sur, yo iré hacia el norte». Lot no lo dudó y eligió establecerse en Sedom (Sodoma). ¿Por qué? Porque Sedom era una ciudad de riqueza y estabilidad económica. En ese entonces, esa área poseía abundantes ríos que surgían del Jordán, como el paradisiaco delta del Nilo egipcio, dice explícitamente la Torá. Los habitantes de esa próspera ciudad no dependían de la lluvia, y las sequías no los afectaban. Seguramente Lot imaginaba que allí, en Sedom, iba a construirse una hermosa casa, iba a tener el mejor carro, y casarse él y sus descendientes con familias de mucho dinero. ¡Qué vida tan exitosa le esperaba a Lot en Sedom!

SODOMA Y EL TERCER REICH

Pero la Torá también advierte que las personas de Sedom eran realmente malas y egoístas. No dejaban que nadie compartiera sus riquezas. Y en lugar de asistir, oprimían y explotaban a los extranjeros oa cualquiera que no perteneciera al exclusivo club. Los Jajamim dijeron que en Sedom se estableció una ley que decía que «aquel que ayudase a un pobre, a un huérfano o a un extranjero sería ejecutado». La filosofía de Sedom siempre me hizo acordar al pensamiento de Nietzsche, que luego adoptó el Tercer Reich: al débil o al enfermo no se le tenía que tener compasión y asistir, ya que esto representaba un desperdicio de los recursos del estado. La sociedad Aria debía deshacerse de los más débiles –y así lo hicieron– y dedicar todos sus recursos al progreso de los hombres y mujeres sanos, aplicando una ley natural elemental aprendida de Darwin: la supervivencia del más fuerte.

LA IMPORTANCIA DEL MEDIO AMBIENTE

Lot venía de un ambiente que no podía ser más diferente a Sedom. Lot había sido criado en el hogar de Abraham Abinu. En una casa abierta para todos los necesitados. Lot tuvo que haber absorbido estas lecciones de Abraham. Y me imagino que cuando Lot se dio cuenta de la naturaleza de los habitantes de esa ciudad, se habrá preguntado a sí mismo: ¿Y ahora qué hago? ¿Me quedo en esta ciudad o me voy de aquí? Lot decidió quedarse. Quizás pensó que él tendría la fortaleza emocional suficiente como para no dejarse influenciar por los demás…. Pero se equivocó. Y si bien es cierto que conservó algunas de las características de Abraham, por ejemplo, recibió a extranjeros (malajim) arriesgando su vida, vemos que todo lo hizo solo. A diferencia de Abraham, que junto con su esposa Sará prepararon el banquete para sus visitantes, la esposa de Lot no aparece… él mismo, y solo, tuvo que preparar la comida para sus huéspedes. Es decir: Lot ni siquiera pudo influir en su propia familia. Su esposa y sus hijos, porque la cultura de Sedom ya se había hecho parte de los valores de ellos. Cuando Abraham le pidió a Dios que no destruyera la ciudad de Sedom si se encontraban en la ciudad 10 personas justas, Abraham estaba pensando en Lot y su familia: él, su esposa, sus dos hijas casadas, sus maridos, y sus dos hijas solteras y sus prometidos. Eran en total 10 personas. Pero Dios al final destruye la ciudad porque estas 10 personas no eran individuos justos y rectos. Lot, por más que lo intentó, no pudo aislar a su familia de la corrupción de Sedom. Y lo que es más:Lot ofrece a sus propias hijas solteras para que los habitantes de la ciudad las violen, lo que deja en claro que, en realidad, Lot mismo terminó influenciado por la inmoralidad de Sedom. Se transformó, sin darse cuenta, en una víctima más de la cultura Sodomita.

SAPO A LA CASSEROLE

Una de las lecciones más importantes que escuché en mi vida es la del sapo hervido. ¿Cómo se cocina un sapo?(No sé si esto es verdad o es una leyenda urbana, pero en cualquier caso, por favor, no lo intenten en sus casas, ya que aparte de ser tremendamente cruel, no es Casher :). Para los franceses y los chinos, el sapo a la cacerola es un manjar exquisito. El tema es que al sapo hay que cocinarlo, ¡mientras el sapo está vivo! ¿Cómo se cocina al sapo? Si se lo pone directamente en agua hirviendo, el sapo inmediatamente saltará afuera de la olla. Pero si se coloca al sapo vivo en una olla con agua a temperatura ambiente y a fuego lento, ¡el sapo no se escapa de la olla! ¿Cómo puede ser?

NOSOTROS Y EL SAPO

El cuerpo del sapo puede detectar cambios de temperatura drásticos. Por eso, si de una temperatura de 20 grados lo exponemos a los 100 grados de agua hirviendo, saltará para afuera. Sin embargo, el cuerpo del sapo tolera «pequeños» cambios de calor, se adapta a la nueva temperatura y es incapaz de «sumar» esos pequeños cambios en su cerebro y detectar un gran cambio. Me explico: una vez que el sapo está en el agua y el fuego lento lleva la temperatura del agua de 20 a 25 grados, su cerebro de sapo le dice: «5 grados no es nada. No hay peligro.» Y se adapta a los 25 grados. Cuando el agua llega a los 30 grado, su cerebro, ya adaptado a los 25, le dice al sapo: «son solo 5 grados más, no es nada». Y cuando llega a 35, dice lo mismo: «5 grados, no me afectan». ¡El sapo va tolerando y adaptándose a esos pequeños cambios y es incapaz de sumar esos cambios y decirse a sí mismo: «De 20 a 45… son 25 grados! Esto no me está gustando nada, y puede terminar mal»,Finalmente, cuando llega a los 100 grados, ya es demasiado tarde para el sapo….

CAMBIAR SIN QUE SE NOTE

Con los seres humanos pasa algo muy parecido en el campo de las«influencias». Si nos rodeamos de personas malas, por ejemplo,comenzamos a absorber esos valores de forma muy gradual. Tan gradual que es casi imperceptible percibir los cambios. Con el tiempo, nos pasa como al sapo: No percibimos que los pequeños cambios se van sumando. Y cuando nos queremos dar cuenta, ya es demasiado tarde. Lo bueno es que este mismo principio sucede cuando nos rodeamos de gente buena: los pequeños cambios son imperceptibles en el día a día, como cuando un adolescente crece en estatura o como cuando nos ponemos viejos. La lección que aprendemos de Lot es que tenemos que elegir con mucho cuidado el ambiente donde vivimos,y dónde nos educamos y criamos a nuestros hijos. ¡Que no nos pase como a Lot, o al sapo!




VAYERA: Sodoma y Gomorra ¡La Biblia tiene razón!

EL DESCUBRIMIENTO DEL SIGLO
Recuerdo que de adolescente leí un apasionante libro llamado: “Y la Biblia tenía razón”, que me introdujo por primera vez al tema de arqueología bíblica. El libro, escrito por un alemán que lucho contra los nazis, Werner Keller (1908 -1980) fue publicado en 1955. Y su autor, con la limitada información que tenía a su disposición, hizo un gran servicio a los estudios bíblicos, ya que demostró en primer lugar que ningún descubrimiento arqueológico contradice la narración de la Torá. Y en segundo lugar, que a pesar de los miles de años ya pasados, siguen apareciendo sólidas evidencias de las historias y relatos bíblicos. Pero Keller hizo una predicción en la que, afortunadamente, se equivocó. Lo cito: “Hoy día podemos afirmar, con completa seguridad, que toda búsqueda de Sodoma y Gomorra que se pretenda realizar en el futuro será completamente inútil, pues el enigma de la ruina y desaparición de ambas ciudades no ha podido ser aclarado”. Página 47. Muy recientemente, en 2018, un grupo de arqueológicos modernos han descubierto los restos de la ciudad de Sedom, cerca del Mar Muerto, increíblemente, también han podido verificar, de una manera extraordinaria, cuál fue la naturaleza del catastrófico evento que de acuerdo a la Torá llevó a su total destrucción. La historia es apasionante, pero necesitaré de la paciencia del lector para explicarla con un mínimo detalle.

LA RIQUEZA DE SEDOM, ANTES DE SU DESTRUCCIÓN
La Torá menciona a Sedom (en castellano: Sodoma) en las Perashiyot que leímos estas últimas semanas Lej-Lejá y Vayerá. Abraham y Lot tenían mucho ganado; tanto, que los pastores de ambos terminaron peleándose por el territorio. Y para evitar escalar el conflicto, Abraham le propuso a Lot que se separen: Abraham le dejó a Lot si él quiere ir al norte, Abraham irá al sur, y viceversa. Entonces la Torá describe lo que llevó a Lot a decidir dónde mudarse: “Génesis capítulo 13: 10: “Entonces, Lot levantó la vista y vio todo el valle del Jordán, hasta Tzohar, que era tierra fértil, como un jardín [bendecido por] Dios, como la tierra de Egipto. Así era [esta zona] antes de que Dios destruyera a Sodoma y a Gomorra… Lot habitó en las llanuras y fue extendiendo sus tiendas hasta Sedom” Lo primero que aprendemos de este texto es que esa zona era muy fértil, algo que contrasta en absoluto con la extrema aridez de los alrededores del Mar Muerto. La segunda referencia dice que Sedom era como Egipto. ¿A qué se refiere?

SEDOM Y EL DELTA DEL NILO
Hay dos puntos especiales que caracterizaban a Egipto. 1. En primer lugar, que a diferencia de todos los demás países del medio oriente, Egipto no depende de la lluvia: depende del Nilo. Y las sequías, por lo tanto, no le afectan. Por esta razón, Egipto era el destino favorito de los que escapaba se la seguía en otras regiones. La Torá hace alusión a las migraciones de nuestros patriarcas a Egipto innumerables veces. 2. Hay un área en el Norte de Egipto que se la conoce como el delta del Nilo. Allí, el caudaloso río se divide en canales y transforma a toda esa zona en un extraordinario vergel natural, extremadamente fértil y próspero. Esta es la zona de Goshen (los arqueólogos llaman a esta zona Avaris), donde vivieron los judíos. Antes de la destrucción de Sedom y sus alrededores, el río Jordan tenía canales o desembocaduras que creaban un delta alrededor de la ciudad y fertilizaban la región. Esta zona, de los dos lados del río Jordan, debe haber sido muy próspera, ya que tampoco dependía de las lluvias, y es lógico entonces que acudieran a ella los caminantes o los pobres, como cuenta la Torá que sucedió con Lot y los extranjeros que buscaban albergue.

SOLO PARA RICOS
La Torá luego relata acerca de los terribles hábitos de los habitantes de la ciudad de Sedom: 13:13: “Los hombres de Sodoma eran malvados y cometían muy graves pecados contra Dios.” Estos “pecados contra Dios”, como vemos en la historia de Lot, eran más bien “crímenes contra la humanidad”, el abuso a los extranjeros— asesinato, robo, violencia sexual, etc. — que estaba “normalizado” y del cual todos participaban “desde los jóvenes hasta los ancianos”. Por un lado, la población era muy próspera, pero por el otro lado eran extremadamente crueles, egoístas y capaces de cometer cualquier acto de inmoralidad (de aquí la famosa palabra “sodomía”). Dios castigó a Sedom y a sus alrededores con la extinción y la desaparición. La pregunta que nunca hasta ahora se había podido resolver es ¿cómo fue exactamente que Dios destruyó esta ciudad?

ARQUEOLOGÍA
Durante muchos años se creía que las ciudades de Sedom y Amorá se encontraban en el sur del Mar Muerto. Y suponían que la razón por la que no se encontraron las ruinas de esta gran metrópoli, era porque la ciudad había sido cubierta desde ese entonces por el mar Muerto. Esta fue la razón por la que Keller dio por cerrada la búsqueda. Porque supuso que la ciudad fue tragada por este mar. También su asumió, incorrectamente, que la ciudad había sido destruida por un terremoto. Sin embargo, esto nunca pudo ser comprobado. Aparte, al describir la destrucción de Sedom, la Torá menciona que “caía fuego desde el cielo”, algo que no sucede en terremotos. Otro dato interesante que vale la pena mencionar es que Abraham observó desde su ciudad, Hebron, las secuelas del cataclismo de Sedom. Abraham vio una “humo como de un horno” que se elevaba desde esa zona. Algo parecido a la nube de hongo (mushroom cloud) que se produce luego de una bomba atómica.

¿Cómo se descubrió la ciudad de Sedom en nuestros días? ¿Y cómo se explica científicamente el cataclismo que describe la Torá?

Continuará…




SEGUNDA PRUEBA: Hambre, en lugar de riqueza

ויהי רעב בארץ
PRUEBAS DE LEALTAD A DIOS
Nuestros Sabios indicaron que Abraham, nuestro primer patriarca, pasó por 10 nisiyonot, pruebas o experiencias de vida. Cada una de estas experiencias tiene que ser vista como una lección o un aprendizaje, que le enseña a Abraham cómo relacionarse con Dios . El aprendizaje es acumulativo y progresivo: Lo aprendido en la prueba anterior es necesario para pasar al próximo nivel y superar la prueba siguiente.  Recordemos cómo llegamos hasta aquí.  En su infancia, Abraham descubre por sus propios medios que existe un Creador. Luego de muchos años, el Creador se revela a Abraham. Abraham identifica la voz de Dios, la valida,y obedece la dificil orden: abandonar todo, ir a una tierra lejana y comenzar de nuevo. Abraham pasa la primera prueba de lealtad a Dios y comienza su largo. Abraham aprende que Dios no solo creó el mundo, sino que también se interesa por los seres humanos y los guía.
CUANDO LA PROMESA DIVINA NO SE CUMPLE

La vida de un hombre de fe, que cree en Dios y lo escucha, no es necesariamente más fácil que la de un hombre sin fe: ¡está llena de desafíos y dificultades ! Recordemos que cuando HaShem le ordena a Abraham partir hacia la tierra de Canaan, le promete que lo colmará de prosperidad y bendiciones. Es posible que Abraham haya imaginado que esa promesa se cumplirá de inmediato. Quizás haya pensado que al llegar a Canaan lo estarían esperando decenas de camellos cargados de riquezas y tesoros, como en un cuento de las mil y una noches. Pero para su sorpresa Abraham no encontró riquezas en Canaán. Por el contrario: al poco tiempo de arribar, cuando llegó el otoño, la lluvia no apareció y se declaró una sequía nacional.

NI LÓGICA NI EXPLICACIONES
Entendamos mejor la tremenda «prueba» a la cual es sometido Abraham: Dios le ordenó a Abraham dejar su próspera tierra y le prometió que en la nueva tierra encontrará bendición y riquezas…  Pero cuando Abraham llega a Canaán, se declara la sequía y se tiene que ir…  ¿Qué habrá pasado por la cabeza de Abraham en ese momento? ¿Habrá pensado que quizás Dios no es tan poderoso como él imaginó, o que no tiene control sobre la lluvia o el clima de Canaán?
Y algo más complicado: ¿qué habrá pasado por la cabeza de Sará, su esposa? Quizás hayan discutido y Sará le haya recriminado a Abraham haberla sacado de su prosperidad con promesas de grandeza para llevarla a la pobreza… o puede ser que haya sido al revés: quizás fue Sará la que alentó a Abraham a seguir adelante y no darse por vencido… El texto no nos revela estos detalles.   Pero los vemos siempre juntos. 
Para hacer esta situación  más difícil todavía, cuando Abraham más lo necesita,  la Voz Divina no se revela nuevamente para explicarle lo está sucediendo o lo que tiene que hacer.  En estas circunstancias, cualquier otro individuo, me imagino yo, hubiera dado por finalizada su aventura y hubiera regresado a su casa, Ur Casdim o Jarán, donde está su familia. 
Pero en lugar de rendirse, Abraham se aferra a su convicción de que Dios sabe lo que hace.  Este es un nivel muy alto de Emuná, la relación de confianza entre Abraham y el Creador. Abraham pone en práctica uno de los elementos más importantes de la fe judía: la paciencia, y decide seguir confiando en la Promesa Divina a pesar de la adversidad.  Con esto en mente, Abraham decide descender a Egipto para tener lo que comer hasta que acabe la sequía, y luego regresar a la tierra prometida y cumplir el mandato Divino. Es como que Abraham decide cumplir su parte a pesar de que, por ahora, Dios ח»ו no está cumpliendo la Suya… (esta idea, la lealtad incondicional y unilateral del pueblo judío a Dios, se desarrolla con toda su profundidad y belleza  en el hermoso Salmo 44 de Tehilim). 
 
LA REVOLUCIÓN DE ABRAHAM
A todo esto, y desde la perspectiva Divina, «Abraham está en observación».  Tengamos en cuenta que es la primera vez que un evento de esta naturaleza se registra en la Torá. Es decir, que un hombre sigue fielmente el mandamiento Divino –en este caso, instalarse en la tierra de Israel–y persiste en su lealtad a Dios a pesar de que, por hacer lo que Dios le pide, sufre, y todo parece indicar que está lejos de alcanzar el bienestar prometido. Nosotros los lectores de la Torá sabemos que la historia tendrá un final feliz, y que la promesa que Dios le hizo a Abraham eventualmente se cumplirá. ¡Pero Abraham no lo sabe! Y nadie lo había instruido respecto a cómo reaccionar cuando las cosas malas le suceden a la gente buena En el mundo idólatra cuando un «dios» no le concede al individuo que lo sirve los resultados esperados, simplemente se lo reemplaza por otro dios que sea más poderoso y efectivo. En ese contexto cultural, es impresionante  y absolutamente revolucionario que Abraham decide no abandonar a Dios, confiar en su palabra y esperar.
אַבְרָהָם אֹהֲבִי
La situación de Abraham desafía la lógica y el sentido común: Dios es Todopoderoso. ¿Por qué no recompensa inmediatamente a aquellos que lo obedecen?  Abraham, en cierta manera, renuncia a la recompensa Divina. Y  sigue a Dios incondicionalmente.   Maimónides explicará 3000 años después que de Abraham aprendemos a servir a Dios incondicionalmente: ni por temor al castigo, ni por conveniencia, sino por amor a Dios. La conducta de Abraham nos enseña a sus descendientes que las recompensas que Dios le concede a un hombre de bien no son ni seguras ni inmediatas.    Abraham está aprendiendo que la relación con Dios debe ser diferente. Si solo obedezco A Dios para ser recompensado, entonces debo abandonar a Dios cuando no obtengo lo que espero. La clave de la supervivencia del pueblo judío es su lealtad incondicional a Dios, colectiva e individualmente. Aprendimos de Abraham a no abandonar a Dios incluso cuando sufrimos por ser judíos: es decir, por ser leales a Él y a Sus mandamientos. La lealtad (o «amor») de Abraham hacia Dios es incondicional. Su relación con Dios no depende de la recompensa material. Para Abraham la mayor recompensa es su relación con Dios, en las buenas y en las malas.