De la prosperidad a la asimilación en Egipto

ובני ישראל פרו וישרצו וירבו ויעצמו במאוד מאוד ותמלא הארץ אותם

“Y los hijos de Israel se reprodujeron, se multiplicaron profusamente, crecieron, y se hicieron muy, muy poderosos. Y la tierra se llenó de ellos”.

Confieso que siempre leí este versículo de la Torá de una manera diferente a la que estoy leyendo este año. Yo entendí este texto así: los judíos en Egipto habían crecido hasta el punto de convertirse en una amenaza demográfica para los egipcios. “Y la tierra se llenó de ellos”, significa que los egipcios notaban la presencia judía por todos lados. El texto en sí no halaga a los judíos por sus impresionantes logros económicos pero tampoco parece criticarlos. Solo menciona los hechos y nos explica la razón por la cual el Faraón decide poner un punto final al crecimiento de los judíos.

Permítanme presentarles ahora una lectura alternativa de este mismo texto y arribar a una conclusión un poco diferente.

VIVIR SIN COMUNIDAD
El texto comienza por describir la explosión demográfica y el éxito de los judíos (=crecieron) para luego explicar qué hicieron los judíos una vez que triunfaron. Cuando llegaron a Egipto los judíos vivían voluntariamente recluidos en la tierra de Goshen. Eran una sociedad de extranjeros privilegiados. Pero ahora (posiblemente 60 o 70 años, 2 o 3 generaciones después) ya no se sentían más como extranjeros, sino como parte integral del pueblo egipcio. Y su gueto ahora ¡les quedaba chico! Lo que la Torá nos dice aquí es que los judíos abandonaron su territorio, su comunidad, su barrio judío y comenzaron a expandirse por todo el país (“Y la tierra —de Egipto—se llenó de ellos), en busca de más riqueza, más poder y más influencia. Las barreras étnicas o sociales que les brindaba vivir en comunidad, y los protegía de la asimilación, eran ahora un estorbo para la continuidad de su desarrollo económico.Fue la primera vez —pero no la última —que la asimilación comenzó a gestarse como consecuencia de la prosperidad y el éxito por parte de judíos que se sentían integrados a la sociedad gentil.

OLVIDARSE DE DIOS
Si bien mi lectura (negativa) de este texto es un poco especulativa, hay razones para pensar que puede no estar muy equivocada. Aunque en otros contextos, la Torá advierte varias veces al pueblo judío acerca de los “riesgos” de la abundancia material. En el libro de Debarim (Capítulo 8) cuando la Torá describe la abundancia que habrán de disfrutar los judíos en la Tierra Prometida dice así: “Ten cuidado de no olvidarte de HaShem tu Dios y de abandonar Sus mandamientos… cuando hayas comido hasta hartarte y te hayas construido hermosas casas para vivir, y tus vacas y tus rebaños se multipliquen y tu plata y tu oro hayan aumentado, y cuando hayas prosperado en todo lo que posees… ten cuidado de que tu corazón no se haga arrogante y te olvides de HaShem tu Dios, que te liberó de la tierra de Egipto….”. ¿Y cómo comienza la asimilación? Olvidándose de Dios.

OLVIDARSE DE ISRAEL
Hay un elemento adicional que puede probar la sensatez de esta lectura. El notable el silencio de la Torá respecto al regreso del pueblo de Israel a su tierra. Todos recordamos que los hijos de Jacob vinieron a vivir temporariamente (“lagur”) en Egipto: se supone que iban a estar allí hasta que la situación mejorase, y luego regresar a la tierra de Abraham Isaac y Jacob. En Egipto Dios los bendijo con fertilidad. Recordemos que vencer la infertilidad fue el mayor drama del libro de Génesis. Ni a Sará ni a Ribqá ni a Rajel les fue sencillo traer hijos al mundo. Ahora, HaShem les concedió una descendencia inmensa que les hubiera permitido regresar a Israel “por las buenas” y restablecerse allí como un pueblo consolidado. Pero este versículo parece decir que los judíos, que disfrutaba de un altísimo nivel de vida muy elevado, estaban muy cómodos en “la nueva tierra”, donde cada vez había más judíos ¿quién quiere abandonar este paraíso económico? .
Entendido de esta manera este versículo parece expresar que el pueblo judío está en un callejón sin salida respecto a su identidad, a su espiritualidad y a su voluntad de regresar a Israel.

Irónicamente, pero de una manera que no debería sorprendernos en el 2023, parece que lo único que salvó a los judíos de la asimilación, fue el antisemtisimo de los egipcios.

 

ESTE ES EL TEXO HEBREO QUE ME INSPIRO A ESTAS REFLEXIONES

העמק דבר

por Naftali Zvi Yehuda Berlin ( 1816-1893) Varsovia, POLONIA

ותמלא הארץ אתם. מהם מיבעי וכן ת״א מנהון. אבל לשון המקרא אותם. בא ללמד דלא ארץ גושן לבד שהי׳ מיוחד לישראל ומלאה מישראל לבד. אלא אפילו כל א״מ שהי׳ עיקר ישיבת עם מצרים מ״מ מלאה הארץ את ישראל. ומשמעות אותם עמם. כמש״כ בספר ויקרא י״ז ה׳ עה״פ וזבחו זבחי שלמים לה׳ אותם. והיה כל מקום פנוי שמצאו ישראל לקנות ולדור נתישבו שמה. והיינו דכתיב במכת בכורות ופסח ה׳ על הפתח הרי שהיו הרבה בתי ישראל בקרב בתי מצרים. ואע״ג שיבואר להלן ב׳ כ״ה וג׳ ז׳ שפרעה נגש לישראל ולחצם לדור במיצר כדי להשפיל דעתם. מ״מ הי׳ באופן שנשארו בקרב ערי מצרים בין בתיהם. ובא הכתוב להקדים בזה סיבת שנאת מצרים וגזרת המלכות. ומחשבת חשד מה שלא עלה ע״ד ישראל. כ״ז בא משום שבקשו לצאת מרצון יעקב אביהם שישבו דוקא בארץ גושן כדי שיהיו בדד ונבדל ממצרים כמש״כ בפ׳ ויגש. אבל הם לא רצו כן. ובש״ר איתא עוד שפסקו למול מזה הטעם שאמרו נהיה כמצרים. דאחר שקבעו דירתם בקרבם מצאו טוב להם להשתוות למצרים ולא יהיו ניכרים שהמה יהודים. ומשום זה ביאר המדרש שהפך ה׳ לבם לשנוא עמו. וכבר ביארנו בס׳ בראשית עה״פ כי גר יהיה זרעך וגו׳ אשר היא הסבה שבכל דור ודור עומדים עלינו לכלותנו בשביל שאין אנו רוצים להיות כגרים ונבדלים מן האומות

“Y la tierra se llenó de ellos”. ¿Qué significa? … viene a enseñarnos que no solo el área de Gosén, que originalmente fue designada para Israel, estaba llena de ellos, sino que incluso todas las demás ciudades egipcias también estaban llenas de ellos. Esto significa que dondequiera que los judíos encontraban un espacio vacío en Egipto, lo compraban y se establecían allí. Esto es lo que está escrito en la plaga de los Primogénitos, que Dios tuvo que diferenciar entre las casas de los israelitas y las de los egipcios porque los israelitas tenían sus casas entre los egipcios. Y aunque… el Faraón había obligado a los judíos a vivir en sus propias areas para degradar sus espíritus, sin embargo… se instalaron dentro de las ciudades de Egipto, entre sus hogares. Este texto, por lo tanto, viene a anticipar la razón del odio y el decreto de de la esclavitud de los egipcios contra Israel: la sospecha de que Israel albergaba pensamientos de traición y querían apoderarse de Egipto. Esta fue la razón por la que Jacob quería que ellos habitaran específicamente en la tierra de Gosén, separados de Egipto, como dice en la Parasha Vayigash. ¡Pero los judíos no querían eso! Y [para asimilarse] incluso dejaron de circuncidarse por esta razón, diciendo que quieren llegar a ser como los egipcios… y no ser reconocidos como judíos… como ya hemos explicado en el libro de Génesis: “tu descendencia serán extranjeros en la tierra…” (Génesis 15:13), y cuando los judíos no se comportan como extranjeros, las naciones se levantan contra nosotros para destruirnos, porque no queremos estar separados de ellos.




La extraordinaria triste historia del 10 de Tebet

El ayuno del 10 de Tebet nos recuerda el sitio a la ciudad de Yerushalayim (Jerusalem). Este fue el primer paso que llevó a la destrucción de nuestro primer Templo, Bet haMiqdash, en el año 586 a.E.C.

LA ADVERTENCIA DE JEREMÍAS

Por muchos años, el profeta Yirmiyahu (Jeremías) había advertido al pueblo acerca de su corrupción; sus actos de idolatría; la profanación del Shabbat y el abandono de la Torá. Yirmiyahu advirtió que si el pueblo no cambiaba y mejoraba su conducta, «el Bet haMiqdash sería destruido» por el rey de Babilonia, Nebujadnetsar. Cuando Yirmiyahu anunció esta profecía en el Bet haMiqdash, lejos de escucharlo, los corruptos sacerdotes y líderes políticos quisieron ejecutarlo, porque Yirmiyahu indirectamente estaba desafiando su liderazgo. Así que muy cínicamente lo acusaron de blasfemia: «¿Qué clase de profeta se atreve a insinuar que HaShem, Dios Todopoderoso, permitirá que Su Casa fuera destruida?».

Yirmiyahu se salvó. Pero sus palabras ya no fueron escuchadas.

Todos sabían que el ejército de Nebujadnetsar se estaba acercando y estaba destruyendo las ciudades alrededor de Yerushalayim, como Lajish. Pero en vez de regresar al camino de la Torá y hacer Teshuvá (arrepentirse), depositaban su confianza en la alianza militar que tenían con Egipto, la segunda superpotencia en esos tiempos, que eran enemigos de Babilonia.

El 10 de Tevet del año 589 antes de la era común, Nebujadnetsar comenzó el sitio a Yerushalayim. La situación era terrible porque la falta de comida, primera consecuencia natural del sitio a una ciudad, se vio agravada por una tremenda sequía. La gente, desesperada de hambre, comía pasto seco, infestado con gusanos, lo cual comenzó a traer epidemias, plagas y enfermedades.

EL PUEBLO SE DESPIERTA

Fue en ese momento de desesperación que el pueblo despertó de su letargo y el rey Tsidquiyahu y los líderes judíos decidieron hacer algo al respecto. Recordando las palabras de Jeremías, los líderes se reunieron en el Bet haMiqdash y propusieron un «trato con Dios». Dijeron: «Vamos a liberar a nuestros esclavos. Y Tú, a cambio, líbranos del ejército de Babilonia». Estos esclavos eran judíos pobres que se habían endeudado con los ricos de Yerushalayim porque no podían pagar sus deudas, ya sea por la sequía o por las guerras, y ahora ellos y sus hijos estaban pagando sus deudas a través de la esclavitud. De acuerdo con la Torá, sin importar si la deuda fue o no fue saldada, los esclavos deben quedar libres el séptimo año. Pero a esos aristócratas no les importaba cumplir con esta Mitzvá y, para no perder su dinero, esclavizaban a los pobres de forma permanente, como hacían los demás pueblos con sus esclavos. Pero ahora, finalmente, habían recapacitado, se habían arrepentido de su accionar incorrecto y, haciendo lo que indica la Torá, ¡finalmente liberaron a sus esclavos! Esta vez depositaron su esperanza en HaShem y rezaron para que Él a su vez los liberara del exilio o la muerte a manos del ejército de Nebujadnetsar.

¡Y EL MILAGRO OCURRIÓ!

Y los Babilonios abandonaron el sitio a Jerusalem. Así cuenta Yirmiyahu este gran evento (37:5): «El ejército del Faraón partió desde Egipto [hacia Jerusalem], y cuando los babilonios, que tenían sitiada Jerusalem, oyeron la noticia, levantaron el sitio de Jerusalem [y fueron a luchar contra los egipcios].»

¡El gran milagro había ocurrido! El ejército enemigo, de la noche a la mañana, había desaparecido, y las profecías «pesimistas» de Yirmiyahu no se habían cumplido. ¡Yerushalayim se había salvado! Dios los había escuchado. Todos celebraban.

Lo que ocurrió a continuación es difícil de creer, y creo que deberíamos considerar este trágico episodio como la principal razón por la cual ayunamos en Asara beTebet…

Increíblemente, cuando vieron que el ejército de Nebujadnetsar había abandonado Jerusalem, los aristócratas de Jerusalem tomaron nuevamente por la fuerza a los esclavos que recién habían liberado, traicionando el pacto que habían hecho con HaShem solo unos días atrás.

LO CONTRARIO DE TESHUVÁ

Este terrible error de nuestros ancestros también está narrado por Yirmiyahu, quien lo presenta como la gota que colmó el vaso y lo que precipitó la destrucción de Jerusalem.

El profeta dice en nombre de Dios:

34:15 «[hace muy poco tiempo atrás], ustedes se arrepintieron y comenzaron a hacer lo correcto ante Mi vista: cada uno de ustedes proclamó la libertad a sus hermanos esclavizados. Incluso hicieron un pacto conmigo, en la casa que lleva Mi nombre [el Bet haMiqdash].

34:16 «Pero ahora, ¡se arrepintieron [del pacto que hicieron conmigo] y han profanado Mi Nombre: cada uno de ustedes ha capturado nuevamente a los hombres y mujeres que habían liberado y los han forzado a convertirse nuevamente en sus esclavos.

34:17 «Por lo tanto, dice HaShem: Me habéis traicionado; no habéis concedido la libertad a sus propios hermanos [tal como lo prometieron]. Y ahora la espada, las plagas y el hambre tendrán la libertad [para perseguirlos a Ustedes y alcanzarlos]…

Mientras todo esto ocurría en Jerusalem, la dura batalla entre los egipcios y los babilonios se llevaba a cabo en el Negev. Providencialmente, los egipcios fueron derrotados. Y Nebujadnetsar volvió a sitiar Yerushalayim con su ejército. El hambre, las plagas y la muerte se apoderaron nuevamente de la ciudad. Y luego de varios meses de asedio, el 9 de Av de 586 a.E.C., la ciudad fue conquistada, los judíos fueron asesinados, esclavizados o exiliados y nuestro Templo fue destruido.

Nuestros ancestros, en la desesperación, se arrepintieron de su mal proceder. Pero ni bien terminó el sitio a la ciudad, «se arrepintieron de su arrepentimiento» y traicionaron no solamente la Torá, sino también «el pacto» que habían sellado con Dios.

Esta es la razón principal por la cual ayunamos hoy, el 10 de Tebet.




RESUMEN DE PARASHAT VAYIGASH

1. Luego de haberlo acusado (falsamente) de robo Yosef demanda que Binyamín sea esclavizando. Yehudá, el hermano que le garantizó a su padre Jacob que le traería a su hijo Binyamín sano y salvo, interviene y trata de convencer a Yosef que libere a Binyamín por el gran amor que su padre tiene por él, luego de haber perdido a su hermano mayor (Yosef). Yehudá le explica a Yosef que su padre no podrá sobrevivir otra pérdida, y en caso que Yosef no acceda liberar a Binyamín ofrece que él sea esclavizado en su lugar. Al ver este gesto Yosef se quiebra emocionalmente, pide a los egipcios presentes que abandonen el lugar, llora y revela su identidad a sus hermanos.

2. Viendo la sorpresa, la vergüenza y el pesar de los hermanos por lo que habían hecho con él 20 años antes, los consuela y les dice que todo fue parte de un plan Divino para salvar sus vidas, ya que aún quedan otros cinco años de hambre. Yosef le pide a sus hermanos que regresen a Canaán y traigan a Jacob y a sus familias a Egipto, donde él les proporcionará su sustento y todo lo que necesitan hasta que termine la hambruna. Yosef abraza a sus hermanos y llora con ellos.

3. El Faraón es informado de que la familia de Yosef había llegado y se suma a la invitación para que vengan a Egipto donde les promete darles lo mejor. Los hermanos llegan a Israel y le informan a Jacob que Yosef está vivo y gobierna en Egipto. Al escuchar esto, el espíritu de Jacob revive, luego de haber sufrido un larguísimo duelo por su hijo desaparecido y dado por muerto. Jacob y su familia se dirigen a Egipto. En el camino se detienen en Beer-Sheba y Dios le dice a Jacob que no tenga miedo de ir a Egipto, porque allí se convertirá en una gran nación y que Él los traerá de regreso a Israel. La Torá menciona a los setenta miembros de la familia de Jacob que descendieron a Egipto.

4. Jacob y su familia llegan a Egipto y se dirigen a Goshen. Yosef se traslada allí para recibir a su padre, y lleno de emoción se encuentra con él. Yosef prepara a su familia para reunirse con el Faraón e instruye a sus hermanos para que digan al Faraón que son pastores. El faraón recibe atentamente a los hermanos de Yosef. Luego llevan a Jacob a encontrarse con el Faraón. El monarca egipcio se sorprende de la avanzada edad de Jacob y el patriarca de Israel lo bendice. Yosef se ocupa que nada le falte a su familia.

5. Los  ciudadanos egipcios se encuentran en una situación desesperada. Primero pagan con dinero la comida que Yosef les vende. Luego, cuando ya no tienen más dinero y el hambre no cede, pagan con su ganado. Y finalmente, cuando no les queda nada más, venden sus tierras y se ofrecen como esclavos del Faraón a cambio de comida. Mientras tanto, en la tierra de Goshen, la familia de Jacob prospera y se multiplica. .




RESUMEN DE PARASHAT MIQUETZ

1. En la cárcel, donde está encerrado por un crimen que no cometió, Yosef interpreta correctamente los sueños de los oficiales del Faraón encarcelados. Dos años después, el faraón tiene un sueño. Está parado junto al Nilo cuando ve siete vacas gordas saliendo del río, y luego siete vacas flacas que se comen a las gordas. El Faraón tiene un segundo sueño: siete espigas de trigo sanas salen de un tallo seguidas de siete espigas delgadas. Y las espigas delgadas se tragan a las siete sanas. El ánimo del Faraón estaba turbado y llamó a todos los sabios de la tierra, pero ninguno pudo entender el significado del sueño. El oficial le dice al Faraón sobre Yosef y Yosef fue inmediatamente sacado de la cárcel e introducido al Faraón.
2. Yosef interpreta el sueño de Faraón de una manera satisfactoria. Dice que ambos sueños contienen un solo mensaje: habrá siete años de abundancia en Egipto que serán seguidos por siete años de severa hambruna. Yosef propuso un plan para almacenar grano durante los años de abundancia y que sirva de reserva para los años de hambruna. El Faraón queda muy impresionado por la sabiduría de Yosef y lo nombra supervisor de la economía de Egipto, y segundo al mando. El Faraón ordena que los egipcios se inclinen ante Yosef, le cambia el nombre a Tzafenat Pa’aneaj y le da a la hija de un sacerdote por esposa. Yosef tenía entonces solo 30 años.
3. Yosef almacena grano extra en las ciudades. Dos hijos le nacen durante este tiempo: Menashé y Efraim. Los siete años de abundancia llega a su fin y el hambre llega a Egipto. Cuando la gente comenzó a quejarse con el Faraón sobre el hambre, Yosef abre los silos y comienza a vender el grano. La gente hambrienta llega desde todo Egipto para comprar comida. El hambre llega a todo medio oriente. Jacob envía a todos sus hijos, menos a Binyamín, a comprar comida en Egipto. Cuando Yosef ve a sus hermanos pretende que no los conoce. Ellos no lo reconocieron. Yosef deliberadamente los acusa de ser espías y los encarcela durante tres días.
4. Al tercer día, Yosef los libera a todos, excepto a Shimón, a quien deja como rehén y permite que los hermanos regrese a Canaán. También les advierte que solo podrán regresar a Egipto si llegan con Binyamin, para establecer su inocencia. En un diálogo entre ellos mismos, los hermanos admiten que lo que les estaba ocurriendo era un castigo por la venta de Yosef y expresaron su arrepentimiento. Yosef instruye a sus sirvientes que depositen el dinero que los hermanos habían pagado por la comida en los sacos de grano que les dieron. Los hermanos regresan a Canaán y le cuentan todo lo ocurrido a Jacob. Jacob queda muy perturbado por los acontecimientos, e inicialmente se niega a enviar a Benjamín, porque no estaba dispuesto a la posibilidad de perder al único hijo que le quedaba a Raquel. Sin embargo, al final, después de que las provisiones de alimentos se agotan y Yehudá garantiza personalmente su regreso, Jacob accede a enviar a Binyamín. Y envía a sus hijos a Egipto con generosos obsequios para el gobernante egipcio.
5. Los hermanos llegan a Egipto. Yosef le ordena a su asistente que invite a los hermanos a unirse a él para la comida de la tarde. Los hermanos llegan a la casa de Yosef, se encuentran con Shimón y al llegar Yosef le entregan los regalos que envió Jacob. Al ver a su hermano menor Benjamín, Yosef se emociona. Los hermanos se sientan a comer y disfrutan de una buena cena y Yosef les entrega regalos a todos. Por la mañana los hermanos parten de regreso, pero no antes de que Yosef hiciera plantar su copa real en el saco de comida de Benjamín. Yosef luego envía a un oficial para confrontar a los hermanos y descubrir la copa de plata “robada”. Todos los hermanos son llevados de regreso a Yosef, quien exige que Binyamín, el presunto ladrón, sea castigado permaneciendo allí como esclavo.



MIQUETZ: Sequías, inundaciones y la exquisita precisión de la Torá

La crecida del Nilo en un fresco romano del siglo I

כי זה שנתים הרעב בקרב הארץ ועוד חמש שנים אשר אין חריש וקציר  

Bereshit 45:6

La arqueología moderna nos ayuda a corroborar algunos aspectos históricos de las narraciones de la Torá y a veces nos proporciona herramientas culturales o históricas para comprender pequeños detalles que la Torá nos dice y que podrían pasar desapercibidos. Hoy vamos a ver un par de ejemplos.

LA CAUSA DEL HAMBRE

Todos conocemos la historia de Yosef y cómo se convirtió en el visir de Egipto. Yosef interpretó el sueño de Faraón, que vio siete vacas “gordas” (=saludables) subiendo del Nilo, y luego siete vacas delgadas (poco saludables) que subían del Nilo. Yosef interpretó el sueño prediciendo que Egipto se beneficiaría de siete años de abundancia seguidos de siete años de hambre. El hambre llegó y también afectó a otras regiones de la zona, como la tierra de Israel (Canaán). Fue entonces cuando los hermanos de Yosef llegaron a Egipto en busca de alimento. Yosef los reconoció y después de una dramática reconciliación, su padre y sus sus hermanos se establecieron en Egipto.   

Personalmente, y aunque confieso que nunca pensé mucho en el tema, siempre asumí que los años de hambruna en Egipto se debieron al mismo factor que determinó el hambre en la tierra de Israel: la sequía. El problema con este supuesto es que en Egipto, ¡nunca llueve! (para ser más preciso, hay un máximo de 10 de lluvia al año). La abundante agua de Egipto proviene exclusivamente del Nilo. Pero si la falta de lluvia no es un fenómeno que podría afectar a Egipto, ¿qué fue lo que causó el hambre en Egipto?

LOS ARCHIVOS DE AMENEMHAT

El arqueólogo y egiptólogo moderno David Rohl menciona ciertos archivos antiguos que registran las mediciones de las crecidas del río Nilo. Los registros muestran que el nivel promedio del Nilo era de aproximadamente 30 pies de altura. Cuando el nivel del río descendía a 25 pies, se esperaban menos cultivos, ya que las aguas que anualmente desbordaban el río cubrían menos terreno. Cuando esto sucedía, los faraones bajaban los impuestos para aliviar a los campesinos. Por otro lado, cuando el nivel del río se elevaba a 40 o 45 pies, el agua cubría más territorio, produciendo más cultivos, y los impuestos obviamente aumentaban.Lo más interesante para nuestro tema son los registros de una inundación «excepcional» del Nilo en la época de Amenemhat III, que nos permite ensayar una explicación quizás diferente de algunos de los detalles de la historia de Yosef.

CUANDO MUCHA AGUA NO AYUDA

Los archivos registran que en los tiempos de Amenemhat el nivel del agua del Nilo se elevó a 50 pies, produciendo una abundancia sin precedentes en Egipto. Pero unos años más tarde, de acuerdo con estos mismos registros, las aguas subieron más y más, alcanzando ¡ 70 pies de altura!  Y de repente, la crecida del Nilo se convirtió en un grave problema, una emergencia nacional. ¿Por qué? Porque las aguas del Nilo inundaron Egipto, destruyendo los diques, ahogando al ganado y arrasando las casas de adobe. El agua no retrocedió y dejo la tierra inunada durante las temporadas de arado y siembra. Y como resultado, obviamente, no hubo cosecha. El hambre causada por estas inundaciones amenazó a Egipto en una escala sin precedentes.

Es muy probable entonces que la hambruna en la época de Yosef fuera producto de un inusual desbordamiento del Nilo ¡que continuó por 7 años! Este dato nos permitiría comprender mejor una misteriosa (o aparentemente superflua) palabrita que la Tora menciona incidentalmente, así como al pasar….Cuando Yosef intenta consolar a sus hermanos, que se sentían culpables de haberlo vendido como esclavo a Egipto, les dice que en todos estos eventos intervino la “Divina Providencia”.

Yosef, según sus propias palabras, fue enviado por Dios a Egipto, para salvar a su gente del hambre. Y luego Yosef dice (Génesis 45: 6): «… ya pasaron dos años de hambre, y aún quedan cinco años más en los que [la tierra] no será arada ni cosechada». Está muy claro que no habrá cosecha. Pero ¿por qué Yosef menciona también que la tierra no será arada? Normalmente, cada año, el agricultor trata de arar y sembrar en la temporada correcta, inclusive después de un año de sequía, esperando que llegue la lluvia.  Si la lluvia no llega, entonces, el grano no crecerá y no se podrá cosechar. En otras palabras, la variable es siempre la cosecha del grano, no el arado de la tierra. 

Al mencionar que no se va a poder arar la tierra, la Torá nos da una pista de que el problema no fue la sequía sino la inundación, que impidió el arado de la tierra, y consecuentemente la siembra y la cosecha. Gracias al descubrimiento de estos archivos podemos apreciar mejor la exquisita precisión del relato bíblico, incluso en lo que parece ser un detalle superfluo y que pasa desapercibido: «que la tierra no será arada”.

CUANDO SUEÑAS CON VACAS…

Los registros del Nilo pueden también ayudar a entender el sueño de Faraón y la confusión del monarca respecto a su interpretación.   Imaginemos que «las vacas que suben a la superficie desde el Nilo» (עולותמן היאור”) representan inequívocamente la crecida del Nilo. 

Normalmente, «estas vacas son “gordas”y “saludables”, es decir, la inundación anual del Nilo trae alimento y prosperidad. El elemento misterioso y confuso del segundo sueño del Faraón es que vio siete vacas «delgadas»,» hambrientas” que también subían del Nilo. Estas vacas flacas eran un oximorón para el Faraón, porque la inundación del Nilo se suponía que era una fuente de abundancia, ¡no de hambre!   Si la inundación extrema del Nilo, como sugiere David Rohl, fue un fenómeno excepcional en la historia de Egipto, no es sorprendente que ni el Faraón ni ninguno de sus asesores pudieran descifrar el significado de ese sueño misterioso y anticipar las inundaciones en Egipto…

Hasta que Yosef llegó al Palacio.

 

 

 



MIQUETZ: Tener presente a Dios, también cuando nos va bien

“Emuná” se traduce generalmente como “fe”, y se entiende como “creer en la existencia de Dios”.  Pero la Emuná/fe de Yosef fue mucho mas allá de un tipo de fe/creencia pasiva. La Emuná de Yosef consistía en tener presente a Dios en las buenas y en las malas. La Guiaba sus pasos, lo detenía antes de hacer algo malo y lo motivaba para hacer lo que es bueno.
Hay una diferencia fundamental entre Yosef y sus antepasados. HaShem habló y se comunicó de una manera directa con Abraham, Itsjaq y Ya’aqob. Pero HaShem nunca habló directamente con Yosef. En ese sentido Yosef se parece más a nosotros, que no tenemos el privilegio de una revelación directa de HaShem. Al igual que Yosef, nosotros también tenemos que buscar a HaShem activamente, pensar en Él, tenerlo en cuenta y principalmente, dejar que guíe nuestros pasos. Veamos.
VIVIR BAJO SU MIRADA
Cuando fue provocado por la esposa de Potifar (Gen. 39:9) Yosef tuvo presente a HaShem. En ese momento Yosef vio la imagen de su padre, que le recordaba que lo que estaba por ocurrir con la esposa de Potifar, no seria correcto a los ojos de HaShem. La manifestación más importante de la Emuná tiene lugar en el plano moral. Emuná es sentirse observado por HaShem y aprender a evitar hacer lo que está mal en sus ojos. Más adelante, vemos que su Emuná también le hizo a Yosef perdonar a su hermanos. Yosef les dijo (Bereshit 50:19): “Es posible que ustedes pensaron hacerme mal, pero HaShem transformó ese mal en un gran bien para lograr lo que hoy estamos viendo: salvar la vida de mucha gente.  La Emuná de Yosef le hizo ver que, muchas veces, lo que hoy nos parece un gran problema, mañana resulta ser una gran solución.
LA FE SE MIDE EN LAS MALAS
Cuando la esposa de Potifar lo acusó falsamente, Yosef fue llevado al calabozo. Estuvo preso por un largo tiempo por un crimen que no cometió. Aparte de ser esclavo, Yosef era ahora un criminal. Nada más bajo que esa posición en el antiguo Egipto. Yosef no tenía ninguna esperanza de salir de allí. No tenía familia que lo buscara y nadie que lo conociera o le importara de él. En esta situación injusta y desesperante Yosef no abandonó a HaShem. Muchas personas en esas circunstancias no hubieran persistido en su fe. Uno podría decir: “Si HaShem no me ayuda, ¿para qué voy a seguir creyendo en Él y guiándome por sus leyes?” o “Si esto que es tan injusto me esta sucediendo a mí, quizás Dios no exista: Él no lo permitiría.” Cuando uno es víctima de una gran injusticia es muy posible que piense que HaShem lo abandonó, o que ח”ו no existe. Pero Yosef perseveró. Tuvo a HaShem presente y nunca dejó de creer en Él (40:8).
FE Y HUMILDAD
Leemos en la Perashá de esta semana, que el Faraón necesita los servicios de Yosef. Lo manda a traer de la cárcel y le cuenta su sueño. Yosef escucha el sueño del Faraón y se da cuenta de lo que significa. La Torá no dice que HaShem le reveló a Yosef el significado del sueño del Faraón, como ocurrió con Daniel y el emperador Nebujadnetsar mil años más tarde. Yosef interpreta el sueño real, aparentemente, por su cuenta. Y cuando una oportunidad de este tipo se presenta, cuando por ejemplo las autoridades sacan a un preso de la cárcel para pedirle algún tipo de información o usar alguno de sus talentos, el preso se da cuanta que tiene la posibilidad de salir de la cárcel y trata de hacer un “deal” con las autoridades para que lo dejen salir. Lo increíble es que Yosef no pide nada a cambio de interpretar el sueño del Faraón. Y lo que es más: Cualquier otro individuo se hubiera jactado de poseer una gran sabiduría o superpoderes para interpretar sueños. Yosef ni siquiera se atribuyó a sí mismo la interpretación del sueño. “Dios [¡y no yo!] es el que revelará el [significado del] sueño del Faraón”, dijo Yosef (Bereshit 41:16).
LA FE SE MIDE EN LAS BUENAS
El logro más importante en la Emuná de una persona es tener presente a HaShem cuando uno está bien de salud y bien económicamente. La fe de mucha gente falla en el desafío de la riqueza y del bienestar. “Uno se olvida de HaShem porque siente que no lo necesita ח”ו”. Nuestros Jajamim nos advirtieron sobre este fenómeno cuando nos dijeron גדול נסיון העושר מנסיון העוני que “el desafío de la riqueza (tener presente a HaShem cuando es rico) es más difícil que el desafío de la pobreza.



Januca y el comienzo del mes de Tebet

Además de encender la sexta vela de Janucá, esta noche celebraremos el comienzo del mes de Tebet. En el Tanaj (Biblia hebrea) el nombre de este mes es jodesh ha’asiri, es decir, el décimo mes. En la Torá, los meses se nombran numéricamente (primero, segundo, etc.) contando desde Nisán. El nombre Tebet fue formulado en Babilonia, al igual que los otros nombres comúnmente usados ​​para los meses hebreos (Nisan, Iyar, Jeshvan, etc. Ver aquí por qué se usan los nombres de los meses hebreos en idioma babilonio). Algunos años, como este año, Rosh Jodesh Tebet se observa un solo día y otros años, dos días. ¿Por qué? Porque Kislev, el mes anterior, a veces consta de 30 días (malé) y algunos años de sólo 29 días (jaser). El día 30 del mes anterior es siempre el primer día de Rosh Jodesh del mes siguiente, y el segundo día de Rosh Jodesh es el primer día del nuevo mes. Este año, Kislev solo tiene 29 días, por lo que hoy celebraremos Rosh Jodesh Tebet solo por un día.

Esta noche y mañana diremos en la Amidá y en Birkat haMazon «Ya’ale veYabo» y ‘al haNisim. El miércoles por la mañana leeremos el Halel completo y luego sacaremos dos Sifré Torá. En el primero leemos la porción de Rosh Jodesh, pero en lugar de dividirla en cuatro Aliot, como hacemos cada Rosh Jodesh, la dividimos en tres Aliot. En el segundo Sefer Torá leemos el texto correspondiente al sexto día de Janucá.

También decimos Musaf de Rosh Jodesh, incluyendo ‘al haNisim.




Las diferencias entre Sefaradim y Ashkenazim en Janucá

No existen diferencias significativas entre la tradición de los judíos Sefaradim y Ashkenazim respecto a las costumbres de Janucá, como suele ocurrir en otras festividades como Pésaj, etc. Existen solo algunas variaciones menores.
Veamos unos ejemplos:
¿CUÁNTAS JANUKIOT ENCENDEMOS?
En muchas comunidades Ashkenazim la costumbre es que cada miembro de la familia enciende su propia Janukiá, incluso los niños pequeños una vez que son mayores de 6 años encienden su propia Janukiá.
En las comunidades Sefaradíes, sin embargo, se acostumbra a encender una sola Janukiá por familia ( מצוות איש וביתו).
Algo similar ocurre con respecto a las velas de Shabbat: mientras que según la tradición Sefaradí solamente la madre enciende las velas de Shabbat, de acuerdo a la tradición Ashkenazí, cada una de las hijas enciende sus propias velas de Shabbat.
¿LEHADLIQ NER JANUCÁ o NER SHEL JANUCÁ?
De acuerdo a la tradición Ashkenazi se dice en la Berajá: “lehadliq ner SHEL Janucá”, (….encender la vela de Janucá). Mientras que los Sefaradim dicen, siguiendo lo que indica el Shulján ‘aruj: “lehadliq ner Janucá”, omitiendo la palabra “SHEL”. Es interesante destacar que no existe una diferencia gramatical ni semántica entre estas dos versiones: no se puede decir que una versión es correcta y la otra no. En realidad la versión original de esta berajá (según Maimónides, MT Janucá 3:4) es “lehadliq ner SHEL Janucá” , similar a “leahdliq ner SHEL Shabbat”. La tradición Sefaradí y el Shulján ‘aruj, que generalmente sigue a Maimónides, se basa en este caso excepcional en la opinión de los Mequbalim (rabinos estudiosos de la Kabbalá, como el Ari haQadosh z”l, y creo que esta es la razón por la cual los Jasidim de Jabad también dicen “ner Janucá” y omiten la palabra SHEL). Algunos Sefaradim, por ejemplo los de la comunidad Hispano-Portuguesa de Inglaterra (que interrumpieron la práctica de costumbres relacionadas con la Kabbalá luego de lo sucedido con Shabbetai Zeví) y algunos antiguos Siddurim Sefaradim como Tefilat haJódesh o Bené Tsion, conservan la versión de Maimonides que incluye la palabra “shel”.
TRADICIONES
Jugar al sebibón (dreidel o perinola) es una costumbre Ashkenazí que los Sefaradim no practicaron. Al igual que Janucá Gelt (monedas o regalos para los niños).
LA FUNCIÓN DEL SHAMASH
De acuerdo a la costumbre Ashkenazí la vela auxiliar o shamash se enciende en primer lugar. Así, luego de decir la berajá uno enciende el resto de las velas con el Shamash, y al finalizar el encendido uno deposita el Shamash en su lugar.
La tradición Sefaradí es encender todas las velas con un fósforo o una velita adicional, y al final se enciende el shamash. En la tradición Ashkenazí, entonces, el shamash se usa también para encender las velas mientras que en la tradición Sefaradí, no; ya que la razón principal por la cual se enciende el shamash no es para encender otras velas, sino para evitar tener un beneficio de la luz de las velas de Janucá (lo cual está prohibido), en caso de que involuntariamente usemos la luz de la Janukiá. Otro aspecto práctico por el cual los Sefaradim no usamos el shamash para encender las velas es que generalmente usamos aceite para las velas de Janucá mientras que la mayoría de Ashkenazim usan velas de parafina. Y obviamente, con una vela de aceite, no se puede encender las otras velas



La reprogramación mental de los niños judíos

כתבו על קרן השור אין לנו חלק באלוקי ישראל

«Los judíos deberan escribir en sus cuernos de toros: no tenemos parte en el Dios de Israel».

Talmud de Jerusalem, Hagiga 2: 2.

CUERNOS Y BIBERONES

Este terrible decreto ilustra claramente la obsesión de Antiojus (Antíoco), el emperador griego (215-164 aec) de oprimir a los judíos que seguían practicando la Torá. Según menciona este texto Antiojus ordenó que los judíos que “escribieran en los cuernos de sus bueyes: No tenemos parte en el (es decir, “ya no le debemos lealtad al”) Dios de Israel».

Confieso que por muchos años no entendí cuál era la lógica de que los judíos escribieran esa declaración específicamente en los cuernos de sus animales…

Hasta que hace un par de años encontré una maravillosa explicación, atribuida al rabino Yejezkel Abramski (z”l), que aclara la naturaleza de este cruel y malvado decreto. ¡En la antigüedad los cuernos se usaban como biberones! El cuerno hueco se llenaba de leche y se usaba para alimentar a los bebés que bebían por el pequeño orificio en el extremo inferior del cuerno,  forrado con cuero para que al bebé le resultara más cómodo beber. De hecho, los cuernos se utilizaron con este fin por lo menos hasta el final de la Edad Media. Ahora podemos apreciar mejor la naturaleza de este terrible decreto: los griegos exigían a los judíos «decorar» los biberones de sus bebés con la declaración explícita que rechazaban al Dios de Israel ח“ו y afirmaban así su lealtad “exclusiva” a Antiojus.

REPROGRAMACIÓN MENTAL

De esta manera absolutamente brutal, los griegos esperaban que los judíos fueran reeducados desde la cuna para no ejercer su libertad para observar la Torá y forzarlos a adoptar la cultura y la religión helénica. Pero ¿por qué Antiojus estaba tan obsesionado con la fe judía? Porque el monoteísmo era un impedimento para que los judíos lo reconocieran a él, Antiojus, no solo como la autoridad sino también como un dios. Antiojus se llamaba a sí mismo «Epífanes», que significa «deidad», un hombre en quien se manifiesta la Divinidad. Esta información nos permite entender por qué Antiojus insistió obsesivamente en que los judíos renunciaran a su Dios desde la infancia y bajo la amenaza de muerte. Durante mucho tiempo, los judíos resistieron pasivamente a Antiojus. Intentaron observar la Torá en secreto, discretamente. Muchos escaparon al desierto o a áreas despobladas donde podían servir a Dios sin molestar a nadie y sin ser perturbados. Miles eligieron la muerte en lugar de adorar ídolos. Como lo ejemplifica la famosa historia de Janná, una mujer viuda que fue torturada y ejecutada junto a sus siete hijos por negarse a desobedecer a la Torá. Los judíos creían que rebelarse contra los poderosos griegos era inútil y que solo les quedaba orar y esperar la muerte de Antiojus, porque como era la costumbre en aquellos tiempos, cuando el monarca fallecía, todos sus decretos quedaban cancelados.

EL FIN DE LA RESISTENCIA PASIVA

Pero eso no sucedió. Y la historia del pueblo judío pudo haber llegado a su fin, allí a mediados del siglo II antes de la era común. Y entonces,  B”H, sucedió lo impensable: los judíos se rebelaron contra los griegos. En el año 167 a.e.c una delegación de oficiales griegos y judíos helenistas llegó a la ciudad de Modi’in y ordenó a Matitiyahu, el líder de la ciudad ofrecer un sacrificio a un ídolo pagano y renegar así públicamente de su fe judía. Estos oficiales griegos sabían que una vez que el líder judío obedeciera estas órdenes todos los demás habitantes de la ciudad seguirían su ejemplo. Y también sabían que si el líder judío rechazaba las órdenes, lo matarían y nombrarían en su lugar a otro líder que fuese más complaciente con sus demandas. Los oficiales seléucidas ya lo habían hecho, ciudad por ciudad y aldea tras aldea, y los judíos elegían la muerte (‘al quiddush Hashem) antes de adorar ídolos. Pero en Modi’in sucedió algo diferente. En lugar de renunciar a su vida pasivamente, Matitiyahu decidió luchar hasta la muerte para proteger su libertad. Tomó las armas y, junto con sus cinco hijos, ejecutó a la delegación de Antiojus. Este acto heroico, liderado espontáneamente por Matitiyahu y sus hijos, inspiró la rebelión armada de los judíos contra el poderoso imperio griego.

MISIÓN IMPOSIBLE

Matitiyahu y sus hijos llamaron a sus hermanos judíos a luchar. Pero los judíos no eran guerreros como otros pueblos. Eran campesinos, agricultores o estudiosos, sin experiencia en la batalla. Y en ese momento el ejército de Antiojus y sus aliados era el más numeroso y el más poderoso del mundo. Desde un punto de vista racional, la resistencia armada judía contra los griegos era una locura total. Un esfuerzo desesperado, suicida. Nadie pensaba que este pequeño grupo de rebeldes judíos, sin armas, ni experiencia en la batalla, tenía alguna posibilidad de sobrevivir si se enfrentaba al ejército griego.

La valentía de Matitiyahu para luchar, su fe en Dios, y su firme voluntad de enfrentarse a enemigos mucho más numerosos y poderosos que él, eventualmente culminó con la milagrosa victoria judía que recordamos y celebramos en Janucá

Rab Yosef Bitton




VAYESHEB: La paciencia como parte de la fé

וכל אשר הוא עושה ה’ מצליח בידו

YOSEF, EL CAPATAZ

Yosef fue vendido por sus hermanos y fue llevado al mercado de esclavos en Egipto, donde Potifar, un ministro de la corte de Faraón, lo adquirió. En la casa de Potifar, Yosef se destacó por su gran trabajo. Su amo se dio cuenta de que el esclavo que había adquirido era un genio en la administración y también inspiraba confianza. Potifar dejó todos sus bienes y su hacienda, probablemente cientos de personas, en manos de Yosef. Aparentemente, Yosef había encontrado su destino final; aunque estaba lejos de su familia, al menos estaba en una posición privilegiada. Ser ascendido a «manager» era el último sueño, la utopía, de cualquier esclavo. Sin embargo, todo comenzó a empeorar para Yosef. La esposa de Potifar lo provocó, pero Yosef no sucumbió y rechazó sus avances con sutileza pero con firmeza. Trató de razonar con la mujer y le explicó que lo que ella quería hacer era un gran pecado contra su esposo y, sobre todo, contra Dios. «¿Cómo podría yo hacer algo tan malo y pecar contra Dios?» (Gén. 39:9). Pero la esposa de Potifar no tomó bien el rechazo de Yosef: ¡se sintió ofendida de que un hombre, un esclavo bajo su mando, la haya rechazado! Y acusó falsamente a Yosef de abuso sexual. Potifar, creo, no le creyó a su esposa. Si le hubiera creído hubiese matado a Yosef en el acto. Por el otro lado, no podía ignorarla ya que afectaría el honor de su familia. Por lo tanto, decidió enviar a Yosef a un calabozo.

YOSEF, DENTRO Y FUERA DE LA PRISIÓN

La situación de Yosef era ahora desesperada. La sentencia era por vida. Yosef pasó de ser un gerente exitoso y con privilegios, al nivel más bajo que podía llegar un ser humano en Egipto: «un esclavo condenado a prisión». En Egipto, el valor de la vida de un esclavo era probablemente menor que el de un caballo o un perro. ¿Qué se puede decir entonces del insignificante valor de un esclavo en prisión? Sin embargo, gracias a su personalidad y carácter, Yosef también se ganó la confianza del jefe de la prisión, quien, al igual que Potifar, dejó la administración de la cárcel en manos de Yosef.

Yosef cuidó a dos prisioneros VIP, ministros del faraón. Ambos tuvieron sueños muy extraños. Y Yosef, que sabía mucho de sueños, le aseguró a uno de los dos ministros, el encargado de lo que bebía del Faraón –la persona de confianza que se aseguraba de que las bebidas que le llegaban al monarca egipcio no estuvieran envenenadas– que sería liberado y restituido a la corte. Yosef aprovechó esta circunstancia fortuita y le pidió al ministro que se acordara de él, y como pago por haber interpretado positivamente su sueño, le rogó que le dijera al Faraón que lo liberara de la prisión, ¡ya que era inocente!

UN FINAL FELIZ

Pero a medida que pasaban los días o las semanas, Yosef se dio cuenta de que su esperanza era una fantasía. El ministro del Faraón se olvidó de Yosef y conscientemente lo borró de su memoria. Porque, naturalmente, lo último que hubiera querido el ministro era recordarle a su jefe, que le había dado una segunda oportunidad, sus días en la cárcel. Un día, sin embargo, el Faraón tuvo un sueño inquietante y nadie pudo interpretarlo. En ese momento, el ministro, sabiendo que ahora no estaba «pidiendo» sino «haciendo» un favor al Faraón, le informó que había un joven hebreo en la cárcel que sabía interpretar los sueños. Yosef fue llevado al palacio y luego, como todos sabemos, se convirtió en la mano derecha del Faraón, lo que le permitió encontrar a sus hermanos y eventualmente reconciliarse con ellos.

¿QUÉ HUBIERA PASADO SI…?

Una de las grandes lecciones de vida que nos enseña la historia de Yosef es que a menudo queremos que algo suceda AHORA. Oramos y suplicamos desesperadamente a HaShem para lograrlo… y al final, puede ser que NO suceda. Pero después de un tiempo, miramos nuestras vidas hacia atrás y quizás nos demos cuenta de que GRACIAS A DIOS,  ¡LO QUE QUERÍAMOS QUE SUCEDIERA NO SUCEDIÓ! Y que ahora tenemos una mejor oportunidad, estamos en una mejor posición, etc.

Yosef deseaba desesperadamente que el ministro del Faraón ejerciera toda su influencia para sacarlo de prisión. Supongo que Yosef debió haber esperado con impaciencia día y noche a que alguien viniera a sacarlo de la cárcel en nombre del ministro de Faraón. Pero imagínese por un segundo si eso hubiera sucedido: Yosef estaría ahora fuera de la cárcel, sin dinero, sin familia y con el historial de un ex-convicto. No hubiese podido llegar muy lejos… Hubiera terminado como esclavo por segunda vez. Y en el mejor de los casos, habría culminado su carrera siendo un buen capataz en la hacienda de algún poderoso funcionario egipcio …

LA PACIENCIA COMO FORMA DE FE

Yosef aprende ¡y nos enseña! que la paciencia es parte integral de nuestra Emuná o fe. Porque muchas veces, las cosas que nos pasan o no nos pasan son al final para nuestro propio bien. Todas las experiencias negativas que vivió Yosef al principio lo hicieron bajar cada vez más, hasta el punto de la desesperación. Pero cuando Yosef toca fondo, inesperadamente, y sin que Yosef haya soñado con tal escenario, la vida de Yosef mejora meteoricamente.

No todos tenemos el mismo privilegio que Yosef. No siempre es posible ver una excelente resolución final para todos nuestros problemas en la vida. Sin embargo, esta lección es muy importante. Prácticamente todos los días escucho de alguien que no consiguió el trabajo que tanto deseaba o que fracasó en una cita potencial (Shidduj) o en un negocio. Uno puede sentir en ese momento que Dios lo ha abandonado. Pero luego, escucho a mucha gente decir: «¡Gracias a Dios que no sucedió lo que yo tanto deseaba que sucediera! Hubiera sido un gran problema, o al final pude conseguir algo mejor… Ahora me doy cuenta de que, al no acceder a mis plegarias, Dios me protegió de un terrible error  negocio/trabajo/shidduj, etc.

Esta es una actitud importantísima que una persona de fe debe cultivar en su vida. Saber que (y «actuar estratégicamente como si…» ) cuando lo que le pido a Dios en mis rezos no sucede, en última instancia, es porque algo mejor podría estar esperándome a la vuelta de la esquina.