VAERA: El milagroso rechazo del cese al fuego

(Escrito en julio de 2014)
Me gustaría referirme a la Parashat Vaera, la segunda Parasha del libro de Shemot, y a su personaje principal, el Faraón.

Moshé primero le ofrece al Faraón una solución pacífica y civilizada: «Deja libre a mi pueblo. No queremos venganza por 210 años de esclavitud, ni queremos  que usted o su gente sufra. Solo queremos ser libres y servir a nuestro Dios». Pero el Faraón se negó a liberar a los esclavos hebreos.  Moshé aclaró que él hablaba en nombre del Dios de los hebreos, que considera al pueblo de Israel como Su hijo, y que si el Faraón no dejaba que Sus hijos  fueran liberados, Egipto sufriría las consecuencias. El Faraón se negó otra vez. Entonces HaShem envió la primera plaga: sangre. Pero el vanidoso Faraón no se dejó intimidar «Un gran truco de magia», razonó, y continuó con su negativa. Las ranas invadieron Egipto y entonces el Faraón pensó «Bueno, esto podría no ser un truco de magia, pero tal vez se trate de una coincidencia cósmica». Entonces Egipto se llenó de piojos (kinim) y luego de insectos (‘arob). El Faraón pidió un «alto al fuego humanitario». Le pidió a Moshé que removiera esa plaga y le prometió que les permitiría salir en libertad.   Sin embargo, después que la plaga desapareció el Faraón se negó nuevamente a dejarlos salir. Incluso después de la quinta plaga (deber, enfermedades del ganado) el Faraón continuó con su negativa.

Ahora, el Faraón estaba viendo el colapso de la economía egipcia y también las primeras víctimas de la batalla. Sin duda muchos civiles egipcios habían muerto a causa de la obstinada  actitud del Faraón y su negativa a detener las hostilidades. Pero el Faraón nunca dirigió el dedo a sí mismo. Nunca se hizo cargo de las consecuencias de sus decisiones.

El Faraón se empezó a dar cuenta de algo más. Ahora entendió que quizás él  había calculado mal el poder de Aquel que estaba luchando por los Hebreos . Bajó sus «demandas» un poco, pero básicamente no se movió de su posición original y persistió en su rechazo .

En la octava plaga (arbe, langostas), vemos las primeras fracturas en el cabinete del Faraón. Los oficiales del Faraón le rogaban que dejase ir a los israelitas y que detuviera el lanzamiento de cohetes.   Pero el Faraón  no estaba dispuesto a ceder.

La gran pregunta es, cómo es posible que una vez que el Faraón entendió que Las Fuerzas de Am Israel eran tan poderosas ,y especialmente, una vez que vio la destrucción de Egipto y la muerte de civiles, cómo puede ser que se negó a aceptar la propuesta de Moshe? No tiene lógica.

La Torá dice que HaShem «endureció  su corazón», es decir, Dios intervino en los pensamientos del Faraón, lo cual afectó su juicio objetivo. Maimónides explica que normalmente haShem no interviene en nuestro proceso de toma de decisiones. Él concedió a los seres humanos el libre albedrío y nos hace responsables de las decisiones que tomamos. Pero el caso del Faraón fue una excepción. El Faraón tuvo cinco oportunidades de dar marcha atrás, detener las hostilidades y dejar que los judíos se fueran. Pero como algunos dicen, el Faraón nunca perdió la oportunidad de perder una oportunidad. Y desde su total libre albedrío,  se negó. Después de la quinta negativa, Maimónides explica, HaShem le quitó al Faraón su libertad de elección.

Otros comentaristas ofrecen una interpretación diferente de por qué HaShem intervino e impidió que el Faraón se rindiera. Algunos dicen que HaShem quería que todo el mundo, y especialmente  los judíos supieran que HaShem siempre tiene una forma de salvar a su pueblo de las manos del enemigo. Incluso, interviniendo en sus pensamientos.

Esta mañana he leído en los periódicos israelíes que los prisioneros de Hamas, que Israel capturó en la batalla, confesaron el plan macabro de la organización terrorista. Hamas planeaba atacar a Israel en este próximo Rosh Hashaná, enviando cientos de terroristas a través de la red de  túneles del terror que tenían armada. Los terroristas hubieran entrado así en el territorio de Israel en Rosh Hashaná 5775 y Jas VeShalom hubieran asesinado a miles de judíos.  Los titulares del diario Israelí decían: «El descubrimiento de estos túneles evitó una tragedia de las proporciones de la Guerra de Yom Kipur» (en la que  2.800 soldados israelíes murieron y 9.000 fueron heridos)

Me pregunté a mí mismo ¿Qué hubiera pasado si hace dos semanas, cuando Israel ofreció a Hamas «silencio y paz» para Gaza si Hamas simplemente suspendía el lanzamiento de cohetes contra Israel, Hamas hubiera dicho que sí»? Respuesta:  todos esos túneles todavía estarían allí!  ¿Qué pasó? ¿Por qué Hamas rechazó un cese al fuego? ¿Calcularon mal la posible respuesta del Ejercito de Israel o su determinación de entrar a Gaza?

¿Qué hubiera pasado si los líderes de Hamas hubieran aceptado el alto el fuego ofrecido por Egipto,o la Unión Europea,o Kerry o la ONU? Si Hamas hubiera aceptado las repetidas ofertas de cesar las hostilidades, los túneles, por lo menos la mayoría de ellos, no habrían sido descubiertos por Israel. E Israel estaría expuesta a una amenaza existencial.

Pero increíblemente, y contra toda lógica militar o social, Hamas se negó. Una y otra vez fue Hamas quien dijo NO al cese al fuego.

Tal vez, porque la historia de la negativa del Faraón se repitió en la negativa de Hamas, y HaShem intervino en los pensamientos de nuestros enemigos, de nuevo, para frustrar los planes de aquellos que buscan destruirnos.

Shabbat Shalom

שיר המעלות לדוד לולי ה’שהיה לנו יאמר נא ישראל
לולי ה’שהיה לנו בקום עלינו אדם
אזי חיים בלעונו בחרות אפם בנו
אזי המים שטפונו נחלה עבר על נפשנו
אזי עבר על נפשנו המים הזידונים
ברוך ה’שלא נתננו טרף לשניהם
נפשנו כצפור נמלטה מפח יוקשים הפח נשבר ואנחנו נמלטנ
עזרנו בשם ה’עשה שמים וארץ
1. Canción de ascenso, [compuesta] por David, «¿Qué hubiera pasado si HaShem no hubiera estado de nuestra parte?» Que todo Israel proclame.
2. «¿Qué podría haber pasado si HaShem no hubiera estado de nuestra parte cuando esos hombres [= los enemigos de Israel] nos vienen a atacar?
3. ¡Nos hubieran tragado vivos, en su ardiente odio contra nosotros!
4. Como [torrentes de] agua nos hubieran cubierto; aguas que nos hubieran ahogado.
5. Esas aguas mortales de violencia, se habrían desbordado contra nuestras propias vidas.
6. Bendito es HaShem, que no dejó que nos destrozaran con sus dientes.
7. Escapamos, como un pájaro que escapa de la trampa del cazador. La trampa se rompió, y pudimos liberarnos.

8. Nuestra ayuda viene de HaShem, el Creador del cielo y la tierra.




RESUMEN de VAERA

EL PUEBLO ELEGIDO
La Parashá de esta semana comienza con la respuesta de Dios a Moshé luego que Moshé se quejara ante Dios porque el Faraón rechazó su pedido de liberar a los hebreos y encima dificultó más su trabajo. Dios le dice a Moshé que Él se reveló a los patriarcas y estableció con ellos un pacto para darles la tierra de Canaán. Y ahora ha escuchado los clamores de sus descendientes, los liberará de Egipto, los elegirá como Su pueblo y los traerá a la Tierra Prometida. Moshé transmite el mensaje a los judíos, pero la esclavitud era tan dura que les impidió aceptar las palabras de Moshé. Dios le dice a Moshé que instruya a Faraón para que deje salir a los israelitas de su tierra. Moshé le pregunta a Dios: «Si los mismos hijos de Israel no me escucharon, ¿cómo me va a escuchar el Faraón?”. La Torá hace una breve pausa y describe el linaje de Moshé y Aharón, enumerando sus árboles genealógicos.

LA INTRANSIGENCIA DEL FARAON
Dios le ordena a Moshé que hable con el Faraón, y le anuncia que Aharón será su portavoz. Dios le reitera a Moshé que Él endurecerá el corazón del Faraón y el monarca egipcio se negará a liberar a los judíos. Pero Dios «multiplicará Sus milagros» en Egipto hasta que reconozcan que Él es el verdadero Dios. Moshé y Aarón se presentan ante el Faraón. Aharón arroja su bastón al suelo y se convierte en una serpiente. Cuando los magos del Faraón hacen lo mismo con sus varas, la vara de Aharón se traga sus varas. El Faraón, que pensó que era un truco de magia, no se impresiona.
Y ahora entonces comienzan las plagas.

PRIMERA PLAGA
Aharon golpea el rio Nilo con su bastón y las aguas se convierten en sangre.

SEGUNDA PLAGA
Aharon estira su bastón sobre el Nilo y hace surgir una invasión de ranas que cubren todo el territorio, las casas de los egipcios y hasta el palacio del Faraón. El monarca egipcio llama a Moshé y le suplica que elimine la plaga, prometiendo que después liberará a los israelitas. Moshé ora a Dios, y las ranas mueren. Pero el Faraón no cumple su promesa.

TERCERA PLAGA
Aharón golpea la tierra con su vara y se produce una plaga de piojos que atacan a los egipcios y a sus animales. Los magos de Faraón reconocen que esto no es magia, sino intervención Divina.

CUARTA PLAGA:
Dios envía a Moshé a advertir al Faraón que su tierra se infestará de todo tipo de insectos y que solo la tierra de Goshen, donde vivían los hebreos, se salvará de esta plaga. Los insectos descienden sobre Egipto y destruyen todo lo que encuentran, pero no afectan la tierra de Goshen. El Faraón llama a Moshé y le ofrece permitir a los israelitas la libertad de servir a Dios, pero sin salir de los límites territoriales de Egipto. Moshé rechaza esta oferta. El Faraón ofrece entonces liberar a los esclavos judíos si la plaga llega a su fin. Moshé ora a Dios, la plaga termina, pero el Faraón vuelve sobre sus pasos y no cumple su promesa.

QUINTA PLAGA
El ganado de los egipcios muere por una epidemia. Pero los animales de los judíos no se ven afectados.

SEXTA PLAGA
Moshé y Aharón toman un puñado de cenizas y la arrojan al cielo. Estas cenizas descienden sobre todo Egipto e infectan a todos sus habitantes con dolorosas afecciones en la piel (sarpullidos, o llagas o una insoportable reacción alérgica). Moshé le transmite al Faraón un mensaje: así como Dios acabó con todo el ganado egipcio, también pudo haber acabado con el Faraón y con todo su pueblo, pero lo ha dejado sobrevivir para mostrarle Su poder y para que se reconozca Su nombre en toda la tierra.




PERASHAT VAERA: La verdadera misión de Am Israel

וְהוֹצֵאתִי אֶתְכֶם מִתַּחַת סִבְלֹת מִצְרַיִם, וְהִצַּלְתִּי אֶתְכֶם מֵעֲבֹדָתָם, וְגָאַלְתִּי אֶתְכֶם בִּזְרוֹעַ נְטוּיָה וּבִשְׁפָטִים גְּדֹלִים.  וְלָקַחְתִּי אֶתְכֶם לִי לְעָם

LA FRUSTRACIÓN DE MOSHE
La Parashá de la semana pasada terminó contándonos acerca de la frustración de Moshé Rabbenu por los pobres resultados de su misión ante el Faraón. Moshé le habla al Faraón, en nombre de Dios, y le pide que libere al pueblo judío de la esclavitud. La misión de Moshé fracasó totalmente y fue contraproducente.  No solo que el Faraón no liberó a los esclavos hebreos, sino que los hizo trabajar más y en condiciones inhumanas. Los campos de esclavos se transformaron así en campos de concentración, donde el trabajo era un medio para exterminar a los judíos. Para peor, el pueblo culpa a Moshé por su desesperada situación. HaShem le dice a Moshé que tenga paciencia y que no se desespere. Que el proceso de la redención del pueblo judío va a ocurrir pero poco a poco y que a veces, entre un paso y otro paso adelante, hay que dar un pasito para atrás.

LA MISION REFORMULADA
Nuestra Parashá comienza con la reasignación de Moshé como líder del pueblo hebreo. Si observamos detenidamente los pesuqim veremos que ahora el objetivo final de la intervención Divina se redefine de una forma mucho más elaborada. Hasta ahora parecía que la meta era liberar a los judíos de su terrible esclavitud. Pero ahora vemos que este es solo el primer paso del «plan Divino». HaShem le presenta a Moshé la totalidad de Su plan. HaShem dice 1. los liberaré, 2. los salvaré, 3. los redimiré y 4. los tomaré como Mi pueblo (elegido) y así “Yo seré su Dios” .   Esta es la primera vez que HaShem revela Su intención final: elegir un pueblo. Y le manifiesta a Moshé que ese privilegio recaerá sobre los descendientes de Abraham, Yitzjaq y Ya’aqob: el pueblo de Israel. Ahora Moshé entiende mejor el plan que él debe llevar a cabo. No se trata únicamente de “salvar” a los judíos de un inminente exterminio. Los esclavos hebreos, una vez redimidos, tendrán una misión importantísima, fundamental en el mundo: aprender y observar la voluntad Divina y transformarse así en el pueblo que representa al Creador del mundo y Sus preceptos de vida.

HIJOS Y ADEMAS:  PRIMOGENITOS

Ser el pueblo elegido no se trata de tener más derechos. Todo lo contrario. Ser el pueblo elegido es como ser “los hijos de Dios”. Un padre es más exigente con su propio hijo que con otras personas. Un padre es menos tolerante de los errores de su hijo que de los errores de un extraño.  Al aceptar la Torá, los judíos nos hemos convertido en hijos de Dios.  Pero HaShem no nos asigno solo como uno de sus hijos. Así le dijo Dios a Moshé (Shemot 4:22): “Así le dirías al Faraón: Israel es mi hijo primogénito”. En la antigüedad los hijos primogénitos tenían más exigencias que los demás hijos, pero gracias a esa responsbalidad el hijo primogentio era tambien el apreniz princpla del padre y quien acargaria con su legado.  Al haber sido asignados como el hijo primogénito de Dios hemos contraído una larga serie de obligaciones y exigencias que regulan nuestra conducta. En el proceso de la liberación de Egipto, fuimos pasivos. HaShem es Quien nos rescató y nosotros fuimos salvados. Él luchó en nuestro lugar, y nosotros solo tuvimos que empacar nuestras pertenencias y partir. Pero en el proceso de transformarnos en el Pueblo elegido de HaShem no somos pasivos. HaShem nos ofreció la Torá y nosotros la aceptamos (qabbalat haTorá) y nos comprometimos a estudiarla y observarla y comportarnos como los representantes de Dios sobre la tierra.

TODO PARECIDO….. NO ES PURA CASUALIDAD

En el presente,  tenemos  nuestro Estado de Israel. HaShem con sus múltiples milagros en 1948, 1967 y hasta nuestros días nos ayudó a recuperar nuestra tierra y nos ayuda con permanentes milagros a defender la tierra de Abraham, Isaac y Ya’aqob . HaShem rescató a los sobrevivientes de la Shoá literalmente desde las cenizas, y luego sucedió algo muy parecido a lo que ocurrió cuando nos salvó de un inminente exterminio en Egipto: nos concedio una tierra de prosperidad en la cual podemos vivir independcities .

Pero siguiendo el modelo de la salida de Egipto debemos comprender que llegar a Israel es solo la primera parte de la ecuación. Es la salvación física. Nuestra misión como pueblo judío dentro y fuera de Israel es comportarnos como el Pueblo de HaShem. Yo creo que hoy Baruj haShem somos testigos de ese milagro: vemos como nuestros jóvenes vuelven a sus raíces. Están sedientos de saber y de aprender más sobre el judaísmo. Hoy se estudia Torá mucho más que en cualquier otra época de la historia de nuestro pueblo. Claro que también hay frustraciones, tropiezos y hasta retrocesos. Pero no olvidemos que los jajamim afirmaron que nuestra redención no va a ser súbita, sino que va a tomar tiempo: dos pasitos para adelante, y solo uno para atrás

VER ESTE TAMBIEN: https://conta.cc/3aEywJV




SHEMOT: ¿Cómo homenajeamos los judíos a los no judíos?

אֲשֶׁ֨ר שֵׁ֤ם הָֽאַחַת֙ שִׁפְרָ֔ה וְשֵׁ֥ם הַשֵּׁנִ֖ית פּוּעָֽה

Como explicamos anteriormente, el Faraón prepara la solución final al problema judío. El plan comienza reclutando colaboradores. No es fácil convencer a los egipcios de que deberán denunciar y enviar a los judíos a los campos de trabajo (concentración), y que luego deben matar a los bebes hebreos. Después de todo, los judíos habían sido vecinos de los egipcios durante varias generaciones. Para lograr la colaboración de su pueblo, el Faraón pronunció el famoso discurso inflamatorio antisemita en el que acusa a los denuncia a los judíos de traidores. Y su plan funcionó.

DESOBEDIENCIA CIVIL

La primera fase del plan de Faraón se hace en secreto. Para evitar el crecimiento demográfico del pueblo judío, el Faraón ordena a las parteras que maten «discretamente» a los bebés. Probablemente golpeando sus cabecitas en la piedra sobre la cual las mujeres judías dan a luz. Lo principal era que parezca un accidente. Pero, sorpresivamente, ¡las parteras deciden desobedecer al Faraón! Los sabios tienen diferentes opiniones acerca de la etnicidad de estas parteras. ¿Eran hebreas o egipcias? El texto bíblico es ambiguo. hamyaledot haibriot podría entenderse como parteras «judías», o parteras egipcias «que asistían a las mujeres judías a dar a luz».

Hoy exploraremos esta segunda opinión, que me parece la más compatible con la narrativa textual peshat y representa entre otros la opinión del Rab Don Isaac Abarbanel ( ולא היו עבריות, כי איך יבטח לבו בנשים העבריות שימיתו ולדיהן, אבל היו מצריות מילדות את העבריות, ר»ל עוזרות אותן ללדת, כמו שנאמר ‘בילדכן את העבריות’.»). Estas parteras egipcias que se negaron a cumplir las órdenes del Faraón y dejaron que los niños vivieran son presentadas con sus nombres «Shifrá» y «Puá».

Este extraordinario acto de coraje no puede ser tomado a la ligera.

Vamos a analizarlo un poco más en profundidad.

¿QUÉ HICIERON LAS PARTERAS?

Las parteras desobedecieron una orden directa del hombre con suprema autoridad en Egipto, considerado «un dios», el gobernante del país más poderoso del mundo, en el momento del apogeo más alto de Egipto, el comienzo de la 18va dinastía. Este no fue un acto común de renunciar a las tareas asignadas: fue un acto de rebeldía, de desobediencia civil, quizás el primero que se registró en la historia de la humanidad.

¿POR QUÉ LO HICIERON?

¿Por qué las parteras dejaron vivir a los niños judíos? La Torá lo explica con palabras simples pero muy profundas. «vatirena hamyaledot et haEloqim», estas mujeres no-judías «temieron a Dios».

Aunque el tema del temor a Dios es muy profundo, mencionaré 3 breves ideas al respecto.

Primero: en la Torá el temor a Dios (=Eloqim) aparece también en el contexto de la conducta de los no judíos. Cuando se trata de un contexto judío, se menciona principalmente el temor a «HaShem», es decir, se menciona el nombre Divino en hebreo (A- do- nay). El hecho que las parteras mencionan «Dios» y no HaShem, le da más peso a la é de que estas parteras no eran judías.

En segundo lugar, el «temor a Dios» es lo que impide que una persona haga algo incorrecto, negándose a hacer algo que está mal «a los ojos de Dios». Para entenderlo mejor, comparémoslo con el «amor de Dios», que lleva a alguien a actuar con generosidad, entrega, bondad. El amor de Dios es activo, el temor de Dios es pasivo, ¡Pero no menos importante!

En tercer lugar, y quizás lo más crítico, es que el temor de Dios se presenta en oposición al temor al hombre, en este caso, el temor a un tirano. Las parteras abrazan el el temor a Dios y minimizan el temor al Faraón. Y en cierta manera, están dispuestas a aceptar el castigo del Faraón –la tortura y la ejecución– inspiradas por su temor a Dios

¿QUÉ PRECIO PAGARON POR SU DESOBEDIENCIA?

El Faraón recibe la denuncia de que lo han desobedecido y las cita a su corte para demandar una explicación. Las parteras presentan sus argumentos, y le explican que las mujeres judías dan a luz de manera natural (חיות הנה), por su cuenta, y cuando ellas llegan para «matar a los bebes judíos varones por accidente» ya es demasiado tarde para que no se note. Creo que también es posible, aunque no recuerdo que ningún comentarista lo haya explicado de esta manera, que este acto de valentía haya inspirado a la hija del Faraón, quien, desafiando la voluntad de su padre, salvó a un niño hebreo de una muerte segura. Ese niño era Moisés.

Luego llegan las enigmáticas palabras hebreas vaya’as lahem batim —“les hizo casas”.

Primera interpretación: el Faraón no las perdonó, sino que las envió a prisión (batim, «casas, celdas»). Siguiendo esta interpretación, estas mujeres pagaron con la cárcel «casas de confinamiento perpetuo» por su valiente accionar por salvar a los niños hebreos.

¿CÓMO FUE RECOMPENSADO SU ACTO DE VALENTÍA?

Pero hay una segunda posible interpretación de la palabra hebrea «batim». Dinastía memorable, nobleza y fama. Como cuando uno dice que proviene “de la Casa David”. Siempre siguiendo la opinión de que estas parteras no eran judías, es posible que la muestra de gratitud por haber salvado tantas vidas del pueblo de Israel, haya sido que la Torá mencionó a estas mujeres “explícitamente” por sus nombres: Shifrá y Puá.

Si prestamos mucha atención al texto bíblico, peshat, nos daremos cuenta de que en toda la historia de la esclavitud y el nacimiento de Moshé (dos primeros capitulos de Shemot) la Torá NO menciona los nombres de ninguno de sus protagonistas, ni siquiera Yojebed, Miriam o Bitiá —la hija del Faraón. La única excepción es la de SHIFRA Y PUA. Así, el acto de valentía de estas simples parteras quedó inmortalizado en la memoria del pueblo judío, que repetimos sus nombrescada vez que llemos la Torá. Vale la pena mencionar –y darnos cuenta de este contraste– que la Torá ni siquiera menciona por su nombre al Faraón, ¡el hombre más poderoso de la tierra, termina siendo un tirano anónimo, que no merece ser recordado, y que hasta hoy se discute su identidad.

YAD VASHEM: HOMENAJEAR CON NOMBRES

La Torá le rinde homenaje a la memoria de estas valientes mujeres, «mencionando su acto de valor y sus nombres”. Esta es la manera que el pueblo judío —y el Estado de Israel— rinde homenaje a la memoria de los gentiles que se arriesgaron o sacrificaron sus vidas para salvar vidas judías. . Este agradecimiento bíblico se repite por ejemplo, en la sección del museo del Holocausto YAD VASHEM dedicado a «los justos entre las naciones» חֲסִידֵי אֻמּוֹת הָעוֹלָם perpetuando su memoria, la mencionar su “yad” , acciones, y su “Shem”, su nombre, tal cual como lo hizo la Torá con Shifrá y Puá.

Hoy en día Israel tiene muchos –demasiados enemigos que celebran sin vergüenza la masacre de Hamás, acusan a Israel por defenderse y evitar una nueva masacre y practican la hipocresía del doble estándar, como el secretario general de las Naciones Unidas y muchos más (yemaj shemam = que sean olvidados sus nombres ) , que jamás se pondrán del lado de la verdad, la justicia y la objetividad.

Por el otro lado, hay muchos, muchísimos no judíos que nos apoyan, en silencio o a viva voz, como el autor y periodista Douglas Murray y muchos otros, que merecen nuestro mas sentido agradecimiento y homenaje.




El primer discurso antisemita

Un tiempo después de la muerte de Yosef, hubo un cambio de gobierno en Egipto, aparentemente se trataba de una nueva dinastía de faraones, que tomó o recuperó el gobierno por la fuerza. Como siempre pasa en la política, el nuevo gobierno se comportó con hostilidad con los aliados del gobierno anterior. Entre ellos, los judíos que durante el gobierno anterior gozaron de una época de prosperidad, fertilidad y prominencia extraordinaria.

Desde este punto de vista, la animosidad del Faraón hacia los judíos no fue un tema personal sino político. Los tiranos y dictadores siempre precisan de un enemigo externo, una amenaza imaginaria, para crear pánico y odio en su pueblo, y así manipularlos mejor y mantenerse en el poder.

Pero la invención de un enemigo, tan necesaria para el tirano, necesita de una intensa propaganda. En el caso del Faraón, tuvo que reescribir la historia (revisionismo) y lograr la demonización de los judíos. La misión era difícil, porque en el pasado reciente Yosef, un miembro del pueblo hebreo, había salvado a Egipto de una tremenda hambruna. Por otro lado, los judíos habían cometido un pecado capital que los dejaba expuestos: habían triunfado económicamente. Así que aquí el faraón utilizó otro sentimiento que galvaniza a las masas y genera el odio: la envidia.

Veamos:

וַיֹּ֖אמֶר אֶל־עַמּ֑וֹ הִנֵּ֗ה עַ֚ם בְּנֵ֣י יִשְׂרָאֵ֔ל רַ֥ב וְעָצ֖וּם מִמֶּֽנּוּ׃

Éxodo 1: (9) “y [el Faraón] le dijo a su pueblo: vean ahora, el pueblo de los hijos de Israel es más numeroso y más rico que nosotros.

DEMAGOGIA

El Faraón le dijo a ‘su’ pueblo. Nótese que el Faraón NO se dirige a su corte, a su congreso o a su gabinete, como lo hace en otras ocasiones. El Faraón está en modo propaganda, y por eso, excepcionalmente, le habla directamente al pueblo, por cadena nacional, diarios hoy, ya que necesita cambiar la opinión de su gente sobre los judíos y transformarlos en los enemigos del pueblo. Ahora llegan las venenosas acusaciones.

LOS JUDÍOS SON XENOFOBOS

El Faraón le dijo a ‘su’ pueblo. He aquí ‘un pueblo», los hijos de Israel. Los judíos vivíamos en Goshen porque seguimos nuestras propias tradiciones y costumbres, no por elitistas ni desleales a Egipto. El Faraón, sin embargo, toma esta característica de los judíos (probablemente enfatizando la endogamia: que los judíos se casan entre sí) y afirma que los judíos NO son parte de nuestro pueblo egipcio. Los difama y los trata de xenófobos y cerrados. El primer paso para transformarlos en el enemigo.

DEMASIADOS JUDÍOS

Luego el Faraón dice que los judíos son muy numerosos: “Son más que nosotros”, miente el faraón. Al igual que los antisemitas modernos, el Faraón exagera deliberadamente el número de judíos para infundir más recelo y desconfianza. Los judíos son una amenaza demográfica.

!EL DINERO JUDIO ES NUESTRO!

Luego el Faraón remata su caracterización de los judíos como demasiado poderosos. Y para hacerlo más tóxico, y rematar la idea, repite la mantra antisemita: los judíos se hicieron ricos por nosotros, es decir, los judíos se hicieron ricos quitándonos nuestro dinero.

Una vez que terminó de hablar del dinero y el poder de los judíos, todavía tiene que mencionar dos prejuicios más, acerca del carácter y la no lealtad de los judíos.

י הָ֥בָה נִֽתְחַכְּמָ֖ה ל֑וֹ פֶּן־יִרְבֶּ֗ה וְהָיָ֞הכִּֽי־תִקְרֶ֤אנָה מִלְחָמָה֙ וְנוֹסַ֤ף גַּם־הוּא֙ עַל־שֹׂ֣נְאֵ֔ינוּ וְנִלְחַם־בָּ֖נוּ וְעָלָ֥ה מִן־הָאָֽרֶץ

(10) «Seamos, pues, más astutos que ellos, no sea que se multipliquen y en caso de guerra, se unan con nuestros enemigos, peleen contra nosotros y se apoderen del país (ve’ala min ha-aretz).”

LOS JUDIOS SON ASTUTOS

El Faraón dice indirectamente que los judíos son maliciosamente inteligentes, «vivos». Y con astucia explotaron a los egipcios y tomaron su dinero. «Ahora es el momento de hacerles pagar y recuperar lo nuestro. Y la única manera de lidiar con los judíos es ser más astutos que ellos.» Todo esto, por supuesto, crea en el pueblo egipcio un tremendo odio hacia los judíos, especialmente de las clases más pobres, que debe haber sido la mayoría.

LOS JUDÍOS SON DESLEALES Y AMBICIOSOS

Y ahora llega la estocada final del Faraón, la más conocida acusación antisemita. «Los judíos, en la eventualidad de una guerra, nos traicionarán. Se unirán a nuestros enemigos y pelearán contra nosotros. Y cuando alcancen la victoria se «alzarán de la tierra», es decir, tomarán el poder.

La Torá resume toda la venenosa propaganda antisemitas del Faraón, digna de «Los protocolos de los sabios de Zion” en solo 2 versículos.

Y tres versículos más adelante (Éxodo 1:12) vemos el resultado de la propaganda antisemita. “vayaqutsu «…y los egipcios sintieron odio (desprecio) por los hijos de Israel». El terreno mental de los egipcios está ahora sembrado con propaganda antisemita. El Faraón está listo para cosechar la solución final, el genocidio de los judíos, empezando por sus recien nacidos. Y ningún egipcio se va a oponer. Son todos colaboradores.

¡Misión cumplida!

La Torá describe todo esto brevemente pero con una escalofriante precisión, que nos deja atónitos. Porque de alguna increíble manera, el discurso del Faraón y sus argumentos siguen siendo el repertorio habitual de los antisemitas modernos, 3500 años después.

Rab Yosef Bittón




SHEMOT: Resumen de la Parashá

Esta semana comenzamos un nuevo libro: Shemot, “Nombres” o Éxodo.

EL NACIMIENTO DE MOSHE
La Torá comienza mencionando los nombres de los hijos de Jacob y contándonos que sus descendientes fueron muy prósperos, fructíferos y poderosos en Egipto. Pero cuando surgió una nueva dinastía, el Faraón se propuso debilitar a los judíos y empobrecerlos. Primero imponiéndoles impuestos y encargándoles duros trabajos. Pero por más que los oprimía, los judíos seguían multiplicándose y no perdían su poder. El faraón entonces ordena a las parteras matar a todos los niños hebreos recién nacidos. Estas mujeres, sin embargo, desafiaron la orden del Faraón y dejaron vivir a los niños. El Faraón llamó a las parteras para castigarlas por no seguir sus órdenes. Las parteras respondieron que las mujeres hebreas se valían por sí mismas para dar a luz a sus bebés. Dios recompensa a las parteras por su valentía y su temor al Cielo. El faraón ordena entonces a todo su pueblo a tomar parte en la eliminación de los niños judíos, arrojando al Nilo a todos los varones recién nacidos. Cuando nace Moshé (Moisés) su madre, que temía por su vida, lo pone en una canasta impermeable y deja la canasta flotando en el Nilo. La hija del Faraón, Batyá, se está por bañar en el Nilo cuando ve al niño. Lo toma y lo adopta como suyo. Míriam, la hermana de Moshe, que observa lo que está pasando, ofrece traer una mujer hebrea para amamantar al niño. La hija del Faraón acepta la sugerencia, y así Yojebed, la madre de Moshé se encarga de criar a su propio hijo hasta que éste crece.

MOSHE SALE AL ENCUENTRO DE SUS HERMANOS
Moshé vive en el palacio del Faraón. Ya adulto, un día sale del palacio y percibe el sufrimiento de sus hermanos judíos. Ve a un egipcio golpeando a un hebreo. Moisés mata al egipcio y de alguna manera el Faraón se entera. Moshé se ve obligado a huir. Escapa a Midián y se queda allí por un tiempo. Allí se casa con Tsiporá, la hija de Yitró y tiene a sus dos hijos, Guereshom y Eli’ezer.

DIOS RECUERDA SU PROMESA
En Egipto la situación de los esclavos judíos es cada vez peor. El pueblo clama a Dios y Dios toma en cuenta el pacto que había hecho con sus antepasados. Moshé está pastoreando los rebaños de Yitró en el desierto cuando llega a un monte. Allí ve un arbusto ardiendo, pero que no lo consumía el fuego. Cuando se acercó para entender lo qué pasaba, Dios le habla. Le dice que Él ha visto el sufrimiento de los israelitas y ha decidido liberarlos de los egipcios a través de él, de Moshé. Dios le da a Moshé instrucciones a Moshé. Debe reunir a los ancianos judíos e informarles que Dios los rescataría de Egipto y los llevaría de regreso a Israel. Luego Moshé debe hablarle al Faraón y pedirle que los deje salir para servir a Dios. Sin embargo, Dios le advierte a Moshé que el faraón no accederá a esta solicitud. Pero la redención habrá de llegar después de que Dios castigue a Egipto. Dios le presenta a Moshé tres milagrosas pruebas para que las realice ante los israelitas y le crean que Dios lo ha enviado. Moshé dice que él no es apto para esta difícil misión, debido a su impedimento para hablar con elocuencia. Dios entonces asigna a su hermano Aharón para que sea su portavoz.

MOSHE SE DIRIGE A EGIPTO
Moshé toma a su esposa y a sus dos hijos y se dirige a Egipto. Dios especifica a Moshé que le debe decir al Faraón: “Israel es mi hijo primogénito. Deja libre a mi hijo para que me sirva. Y si te niegas a enviarlo, mataré a tu hijo primogénito”. Moshé se encuentra con Aarón, que había venido desde Egipto para recibirlo, y juntos llegan a Egipto. Reúnen a los ancianos y les presentan las pruebas de que Dios los había enviado.

MISIÓN NO CUMPLIDA
Moshé y Aharón van al palacio del Faraón y le piden que deje salir a los judíos. El faraón se burla de ellos e instruye a sus capataces para que aumenten la carga del trabajo de los esclavos judíos. Los judíos no podían satisfacer las nuevas demandas del Faraón y como resultado son brutalmente golpeados. Moshé afligido y confundido, se dirige a Dios: «¿Por qué has causado más sufrimiento a este pueblo? ¿Y para qué me has enviado? Por haberle hablado al Faraón en Tu nombre, el pueblo está sufriendo más….». Dios tranquiliza a Moshé y le responde que pronto verá lo que Él hará con el Faraón y que el monarca egipcio liberará a los judíos.




El Maror y el antisemitismo

Anteriormente mencionamos que la idea de Pésaj, protección Divina, representa lo que HaShem hizo por nosotros. También dijimos que la Matsá simboliza lo que hicimos nosotros, los Yehudim, para merecer nuestra libertad. Y hoy hablaremos del Maror, que representa lo que hicieron los egipcios con nosotros durante nuestra estadía en su país.

En un pasaje fundamental que leemos en la Hagadá de Pésaj, Debarim capitulo 26, la Torá describe el método del Faraón para su solución final: exterminar a los judíos. Antes de dar la orden de matar a los niños judíos, el Faraón diseñó un plan de tres pasos:  ( וירעו אותנו המצרים ויענונו)

1.Demonización y difamación de los judíos.

2. Tomar el dinero de los judíos, aplicando impuestos a los extranjeros.

3. Esclavizando a los judíos.

Hoy nos referiremos solo a la primera parte de este plan:  la difamación antisemita.

CAMBIO DE GOBIERNO

Un tiempo después de la muerte de Yosef,  hubo un cambio de gobierno en Egipto, una nueva dinastía de faraones, que tomó o recuperó el gobierno por la fuerza. El nuevo Faraón, como siempre pasa en la política, se enemistó con los amigos del gobierno anterior, en este caso, nosotros: el pueblo de Israel. Para justificar esta enemistad, el Faraón tuvo que reescribir la historia (revisionismo) y hacer una gran propaganda de demonización anti-judía. El nuevo Faraón tuvo que invertir mucho esfuerzo en su campaña de difamación.  Ya que en el pasado reciente fue Yosef, un miembro del pueblo hebreo, quien había salvado a Egipto de una tremenda hambruna. Y al final en Faraón lo logró: los judíos fuimos caracterizados como abusadores, xenófobos y traidores.

La Torá, muy brevemente pero con una escalofriante precisión describe el discurso del Faraón. Lo escalofriante es que, de alguna increíble manera, este discurso y sus argumentos siguen siendo el repertorio habitual de los antisemitas modernos.

Veamos:

Exodo 1: (9)  “y [el Faraón] le dijo a su pueblo: “Miren, el pueblo de los hijos de Israel es más numeroso y más fuerte que nosotros.

DEMAGOGIA

El Faraón le dijo a ‘su’ pueblo. Nótese que el Faraón NO se dirige a su corte, a su congreso o a su gabinete, como lo hace en otras ocasiones. En este discurso el Faraón le habla directamente al pueblo (por cadena nacional:), ya que necesita cambiar la opinión de su gente sobre los judíos. El efecto de un discurso directo es altamente beneficioso para su propaganda.

XENOFOBOS

El Faraón le dijo a ‘su’ pueblo. He aquí ‘un’ pueblo, los hijos de Israel. Si bien los judíos vivíamos en Goshen y seguíamos nuestras propias tradiciones, eso no nos hacia elitistas ni desleales a Egipto. El Faraón, sin embargo, toma cínicamente esta característica de los judíos (probablemente enfatizando la endogamia) para afirmar que los judíos NO son parte del pueblo egipcio, difamándolos y caracterizándolos como xenófobos y cerrados.

DEMASIADOS JUDIOS

Luego el Faraón dice que éramos muchos. “Son más que nosotros”, miente el faraón.  Los antisemitas modernos también exageran deliberadamente el número de judíos para prevenir al mundo sobre nosotros. La única vez que se minimiza el número de judíos es cuando los judíos somos las víctimas. “En la Shoá sólo murieron 1 million de judíos, lo demás es propaganda judía”, dicen por ejemplo los antisemitas contemporáneos.

MUY PODEROSOS, RICOS, INFLUYENTES

Luego el Faraón caracteriza a los judíos como poderosos y ricos. Y repite la mantra antisemita:   los judíos son más ricos que nosotros.  Pero hay que ver esta expresión con un poco más de profundidad y entender, sin alejarnos de la semántica hebrea, que el Faraón no está diciendo únicamente que los judíos son ricos. El Faraón dice:  “son ricos  por nosotros”, es decir: los judíos se hicieron ricos ¡quitándonos nuestro dinero! (ממנו). Este discurso del Faraón tiene que haber sido la inspiración  de “Los protocolos de los sabios de Zion” y de todas las teorías de conspiración anti-judías hasta nuestros días…

Veamos ahora el próximo versículo

El Faraón continúa: (10) Seamos, pues, mas astutos que ellos, no sea que se multiplique y en caso de guerra, se una con nuestros enemigos, pelee contra nosotros y se vaya del país.”

LOS JUDIOS SON MUY ASTUTOS

El Faraón dice indirectamente que los judíos son malévolamente inteligentes, “astutos”. Insinuando que fue así, con astucia, que explotaron a los egipcios y tomaron su dinero. “Ahora es el momento de hacerles pagar, y recuperar lo nuestro. Y la única manera de lidiar con los judíos es ser más astutos que ellos.”  Todo esto, por supuesto, crea en el pueblo egipcio un gran resentimiento hacia los judíos, a quienes se los culpa con mentiras de haber usado su inteligencia para abusarse de los egipcios.

LOS JUDIOS SON DESLEALES

Y ahora llega la estocada final del Faraón, la más conocida acusación antisemita. “Los judíos, en la eventualidad de una guerra, nos traicionarán. Se unirán a nuestros enemigos y pelearán contra nosotros. Y cuando alcancen la victoria se “escaparán de Egipto” hacia su propia tierra (sic.?!).

Todo esta propaganda del Faraón, que la Torá resume en sólo 2 versículos, logró su objetivo, ya que solo 3 versículos más adelante (Exodo 1:12) vemos el resultado de la propaganda antisemita. vayaqutsu…y los egipcios sintieron odio (o “desprecio”) por los hijos de Israel”. El terreno, sembrado con propaganda antisemita, está ahora listo para proceder a la solución final.  El Faraón ordena un genocidio selectivo muy cínico. Exodo  1:16 “Maten a los varones recién nacidos, pero dejen a las niñas”, así eliminamos a los judíos, y a la vez nos quedamos con sus mujeres.

Todo este odio y esta difamación infundada que sufrimos y seguimos sufriendo los judíos, comenzó por primera vez en Egipto. Y está representada por el Maror, la hierba amarga que en el Seder nos recuerda la amargura de la persecución y lo que uno siente cuando es acusado con falsedad y odiado gratuitamente.

HaShem nos ayudó y nos rescató de Mitsrayim de manos del Faraón y de su diabólica propaganda. Y así, en nuestros días, HaShem nos sigue protegiendo de todos aquellos que se levantan para difamar y destruir a nuestro pueblo, o a nuestro Estado de Israel.  




LOS JUDIOS: Independientes y poderosos

Previamente, comenzamos a analizar los orígenes del antisemitismo en comienzo del libro de Shemot (ver aquí).  Mencionamos que el pueblo de Israel era prolifero y gozaba de bienestar económico, y que los judíos no habían cometido ningún acto de traición ni habían faltado al respecto a los egipcios para merecer el odio del faraón y del pueblo egipcio.   De acuerdo a lo que nos dice el texto de la Torá (peshat) el antagonismo del Faraón hacia los judíos tuvo que ver con que un nuevo gobierno,  opuesto al gobierno anterior que era aliado de los judíos,  tomo el poder .
Analizaremos ahora la manera en la cual este tipo de antisemitismo verbal, es decir, las falsas acusaciones hacia los judíos, se fue desarrollando.
El faraón primero ignoró deliberadamente la contribución de Yosef al bienestar de Egipto.
Y luego comienza su ataque (Shemot 1:9):
הנה עם בני ישראל רב ועצום ממנו : «El Faraón le dijo a su pueblo: Tenemos aquí a un pueblo, los hijos de Israel, que son muchos y mas poderosos que nosotros»
PRIMERA ACUSACION.  «Los judíos son un pueblo dentro de otro pueblo».
Habían pasado ya cerca de 4 largas generaciones desde que los hijos de Israel llegaron a Egipto (Levi, Qehat, ‘amram), pero la familia de Ya’aqob todavía no se había asimilado a la cultura y a la sociedad egipcia. Se mantienen como un pueblo unido, separado culturalmente de los egipcios ¿Cuál fue la estrategia para evitar la asimilación a la poderosa y atractiva sociedad egipcia, sin haber recibido todavía la Torá en el monte Sinai?
Hay varios elementos mencionados por la misma Torá y algunos por nuestros Sabios. Por el momento nos limitaremos a 4 ilustraciones.
1. אנשי מקנה En la Parashá Vaygash Yosef insiste que los hermanos se presenten como lo que son, pastores de ganado. Esta era una profesión tabú para los egipcios.  Los hijos, nietos y bisnietos de Ya’aqob residieron, con la aprobación del previo Faraón, en una tierra separada, Goshen, donde el pastorear su ganado no ofendería las sensibilidades de los egipcios.  Y así evitarían la asimilación social y religiosa.
2. איש וביתו באו: Lo primero que nos dice la Parashá de esta semana es que los hijos y los nietos de Ya’aqob no llegaron a Egipto solteros. La Torá especifica que vinieron con sus esposas. Así evitaron casarse con mujeres egipcias, lo cual hubiera sido el primer síntoma de asimilación.
3. להורות לפניו גושנה. Nuestros Sabios dicen que Ya’aqob envió a Yehudá, antes de que su familia llegará a Egipto, para establecer bate midrashot, instituciones educativas judías. La educación judía fue siempre vista por nuestros Jajamim como la clave numero 1 para evitar la asimilación.
4. …לא שינו את שמותם Los hijos de Israel mantuvieron sus vestimentas judías, su lenguaje y sus nombres hebreos. Estos 3 elementos fueron la clave para mantenerse unidos y evitar la asimilación a la sociedad egipcia.
Todo esto fue «denunciado» por el Faraón malintencionadamente.   El Faraón fue el primero, pero no fue por cierto el último, en utilizar el argumento de que los judíos «son un pueblo aparte» con el fin de generar antagonismo por parte del pueblo egipcio hacia los judíos, diciendo que no forman parte de la sociedad egipcia. El próximo paso es generar miedo: los judíos son una amenaza porque al no ser parte de nuestra sociedad, en un caso de guerra se unirán a nuestros enemigos.
También se expone desde el punto de vista de Israel, por primera vez, el doble desafío de ser y mantenerse como judíos en una sociedad gentil.  Por un lado, hacer lo máximo por no asimilarse, y por otro lado, estar expuestos a que el tirano de turno use nuestra condición judía como una excusa para acusarnos y perseguirnos.
 
SEGUNDA ACUSACION: Nos robaron.
רב ועצום ממנו  «Son muchos y poderosos, por nosotros» .
La segunda acusación, también falsa e injuriosa , es que los judíos se hicieron ricos y poderosos «por nosotros», es decir, porque se han apropiado de nuestro dinero. El faraón denunciaba a los judíos de haberles quitado su dinero, cuando en realidad Yosef salvó a Egipto de la ruina y el hambre. En ningún momento el faraón dice: Los judíos le dan prioridad al estudio. Son trabajadores. No son perezosos. Practican el ahorro. Tienen visión de futuro. Son muy capaces para la economía… etc, etc. Todo lo que el Faraón dijo fue: «Se enriquecieron tomando lo nuestro». ¿Suena familiar?
Esta acusación se repitió miles de veces en la historia del pueblo judío en la diáspora, en todos los niveles. Un sólo ejemplo: Martin Luther (1483-1546):  » Los judíos …se enriquecen de nuestro sudor y nuestra sangre, y nos ponemos más pobres por esta explotación».
Claro que todos estos argumentos antisemitas colapsan cuando uno nota que el 41% de los premios Nobel de economía son judíos (y los judíos constituimos sólo el 0.02 % de la población mundial). O cuando uno ve el éxito comercial de Israel, «el judío entre las naciones», que no se enriquece del sudor y la sangre de ningún gentil sino de su capacidad de emprendimiento (ver aquí).
Como vemos, en nuestra Parashá encontramos los primeros síntomas de la propaganda antisemita, que lamentablemente se repetirán una y otra vez a través de nuestro exilio entre las naciones.
Continuará



El antisemitismo comenzó en Egipto

(Escrito en 2016)
Acabamos de terminar el libro de Bereshit, Génesis. Bereshit no es un libro de leyes. Es un libro que nos cuenta cómo comenzó la humanidad y particularmente cómo se formó la «familia» de Israel (bené Israel).  En el libro de Bereshit, es interesante notar, no se menciona al «pueblo» de Israel. Recién en Shemot, en el primer capítulo, vemos que la familia se trasformó en un pueblo. En nuestra Perashá encontramos por primera vez la palabra, עם  ‘am: pueblo, nación, para definir a «Israel».
DE FAMILIA A PUEBLO
הנה עם בני ישראל «Tenemos aquí un pueblo, los hijos de Israel…». La palabra «pueblo» para definir a la ahora numerosa familia de Israel es mencionada por primera por el Faraón, y en un contexto negativo, hostil; hoy diríamos «antisemita». El Faraón le habla a su pueblo argumentando que los judíos son una gran amenaza para Egipto, y presenta un plan para su eliminación. ¿No es irónico, e increíble, que en la primera escena en la que se menciona al «pueblo judío» también aparezca el mensaje antisemita de la «solución final»?
CAMBIO DE GUARDIA
¿Cómo comenzó el antisemitismo en Egipto? ¿Hicimos algo mal los judíos para merecer ese trato de parte del Faraón? Hay varias opiniones. Creo que desde un punto de vista estrictamente histórico se trata de un fenómeno político bastante común.
En el pasuq 1:8 de Shemot la Torá dice que: «Un nuevo Faraón surgió en Egipto, que no reconocía a Yosef» . ¿Quién era este nuevo Faraón y por qué eligió ignorar a Yosef y la enorme contribución de su pueblo para salvar a Egipto?  Cuando un nuevo gobierno, digamos «la oposición»,  asume la presidencia, es natural que todos los «amigos» del gobierno anterior pasen a ser automáticamente los «enemigos» del nuevo gobierno. Ejemplo: en EEUU desde que asumió Donald Trump en 2016, EEUU ha sido el mejor aliado que el Estado de Israel haya tenido desde su fundación en 1948. Pero el partido opositor a Trump, ha tomado una posición más antagonista hacia Israel, y mas amistosa hacia los enemigos de Israel (como Irán) solo porque Trump es favorable a Israel.
ANTISEMITISMO POR OPOSICION
En Egipto surgió una nueva dinastía faraónica, lo equivalente a un partido político opuesto al anterior. Sería lógico que si el pueblo judío era amado por el gobierno anterior, sea ahora mal visto por la nueva dinastía. Esta hipótesis nos permite aprender una enorme lección respecto al antisemitismo. El odio hacia los judíos no sucede necesariamente por culpa de algo malo que los judíos hayamos hecho. Las causas del antisemitismo no siempre son las mismas. Hitler י»ש nos odiaba por ser comunistas y Stalin por que éramos capitalistas, etc. El antisemitismo  muchas veces surge por razones que están mucho más allá de lo que los judíos hacemos o dejamos de hacer.  Y cuando estamos en el exilio, somos absolutamente vulnerables. Que un gobierno nos trate bien, no quiere decir que el próximo gobierno automáticamente nos va a tratar bien. En realidad, cuanto mejor nos trate un gobierno, peor nos tratará la oposición.  Aunque no hagamos nada malo para merecer ser maltratados.  Esto ocurrió cientos de veces en la historia del pueblo judío en el exilio.
ANTISEMITISMO Y REVISIONISMO
También es interesante ver (y comparar con el presente) cómo se desarrolla la propaganda antisemita, es decir, cómo justifica el tirano de turno su voluntad de eliminar al pueblo judío.
La Torá nos cuenta que el nuevo Faraón לא ידע את יוסף «no conocía [=eligió ignorar] a Yosef» : Lo primero que hace el tirano de turno para justificar su animosidad es ignorar las contribuciones del pueblo judío. Y cuanto más importantes estas contribuciones hayan sido,  más esfuerzo pondrá el soberano para ignorarlas. El gobierno nazi ignoró la participación y la lealtad de los judíos que lucharon por la «madre patria» Alemania durante la primera guerra mundial. Ignoraron la contribución de científicos y médicos judíos, y otros hombres de ciencia y negocios que contribuyeron enormemente para que la Alemania pre-nazi fuera uno de los países más avanzados de Europa.  Los reyes españoles ignoraron la contribución de los judíos en los campos de medicina (piensen en Lorenzo Badoz, el médico judío que salvó la vida de la reina Isabel) , astronomía y navegación (los estudios e inventos del Rab Abraham Zacuto, que le permitieron a Colón llegar a América) y especialmente en el área del comercio.
ANTISEMITISMO Y ANTI-ZIONISMO
Hoy en día, el mundo ignora sistemáticamente las enormes contribuciones del estado de Israel al mundo moderno. Israel se destaca en los campos de medicina, tecnología, agricultura, computación, óptica, irrigación, etc. Pero en lugar de que Israel sea el país más admirado del mundo por sus increíbles contribuciones a la humanidad a pesar de ser un país fundado por sobrevivientes y refugiados; que está en constante estado de alerta por sus infinitos enemigos y es el único país del mundo en la actualidad cuya existencia está amenazada,  Israel – el judío entre las naciones- fue considerado por la BBC en 2016 como el país que «más amenaza la paz mundial».
El problema del antisemitismo no cambió. En todo caso, se hizo más sofisticado.



Un Faraón y dos parteras

LA SOLUCIÓN FINAL

Como explicamos anteriormente, el Faraón prepara su plan para la solución final al problema judío. El plan comienza reclutando adeptos, colaboradores. No es fácil convencer a los egipcios de que deberán denunciar y enviar a los judíos a los campos de trabajo (concentración), y que luego deben matar a los bebes hebreos. Después de todo, los judíos habían sido vecinos de los egipcios durante varias generaciones. Para lograr la colaboración de su pueblo, el Faraón pronunció el famoso discurso inflamatorio antisemita en el que acusa a los denuncia a los judíos como poderosos y traidores: demoniza a los judíos para reclutar colaboradores de su pueblo. ¡Y tuvo éxito!

DESOBEDIENCIA CIVIL

La primera fase del plan de Faraón se hace en secreto. Para evitar el crecimiento demográfico del pueblo judío, el Faraón ordena a las parteras que maten «discretamente» a los bebés. Probablemente golpeando sus cabecitas en la piedra sobre la cual las mujeres judías dan a luz. Lo principal era que parezca un accidente. Pero, sorpresivamente, ¡las parteras deciden desobedecer al Faraón! Los sabios tienen diferentes opiniones acerca de la etnicidad de estas parteras. ¿Eran hebreas o egipcias? El texto bíblico es ambiguo. hamyaledot hairbriot podría entenderse como parteras «judías», o parteras egipcias «que asistían a las madres judías a dar a luz».

Hoy exploraremos esta segunda opinión, que en mi opinión, es compatible con la narrativa textual peshat y representa entre otros la opinion del Rab Don Isaac Abarbanel ( ולא היו עבריות, כי איך יבטח לבו בנשים העבריות שימיתו ולדיהן, אבל היו מצריות מילדות את העבריות, ר»ל עוזרות אותן ללדת, כמו שנאמר ‘בילדכן את העבריות’.»). Estas parteras que se negaron a cumplir las órdenes del Faraón y dejaron que los niños vivieran son presentadas con sus nombres «Shifrá» y «Puá».

Este extraordinario acto de coraje no puede ser tomado a la ligera.
Vamos a analizarlo un poco más en profundidad.

¿QUÉ HICIERON LAS PARTERAS? 

Las parteras desobedecieron una orden directa del hombre con suprema autoridad en Egipto, considerado «un dios», el gobernante del país más poderoso del mundo, en el momento del apogeo más alto de Egipto, el comienzo de la 18va dinastía. Este no fue un acto común de renunciar a las tareas asignadas: fue un acto de rebeldía , de desobediencia civil, quizás el primero que se registró en la historia de la humanidad.

¿POR QUÉ LO HICIERON?

¿Por qué las parteras dejaron vivir a los niños judíos? La Torá lo explica con palabras simples pero muy profundas. «vatirena hamyaledot et haEloqim», estas mujeres no judías «temieron a Dios». Aunque el tema del temor a Dios es muy profundo, mencionaré 3 breves ideas.

Primero, en la Torá, el temor a Dios (=Eloqim) aparece muchas veces también en el contexto de la conducta de los no judíos. Cuando se trata de un contexto judío, se menciona el temor a HaShem, mencionando el «nombre propio» de Dios (A- do- nay). Esto le da más peso a la interpretación de que estas parteras no eran judías.

En segundo lugar, el «temor a Dios» es lo que impide que una persona haga algo incorrecto, negándose a hacer algo que está mal «a los ojos de Dios». El «amor de Dios», por el otro lado, es lo que lleva a alguien a actuar con generosidad, entrega, bondad. El amor de Dios es activo, el temor de Dios es pasivo, ¡pero no menos importante!.

En tercer lugar, y quizás lo más importante, es que el temor de Dios se presenta en oposición al temor al hombre, en este caso, el temor a un tirano. Las parteras abrazan el el temor a Dios y minimizan el temor al Faraón. Y en cierta manera, están dispuestas a aceptar el castigo –la tortura y la ejecución– que merecerían por desobedecer al Faraón.

¿QUÉ PRECIO PAGARON POR SU DESOBEDIENCIA?

El Faraón recibe la denuncia de que lo han desobedecido y las cita a su corte para demandar una explicación. Las parteras presentan sus argumentos, y argumentan que las mujeres judías dan a luz solas, de manera natural (חיות הנה), por su cuenta, y cuando ellas llegan para matar a los bebes varones ‘por accidente’ ya es demasiado tarde para que no se note. Según una interpretación no muy conocida (de vaya’as lahem batim), el Faraón no las perdonó, sino que las envió a prisión (batim, que en español significa «casas»). Siguiendo esta interpretación, estas mujeres pagaron con la cárcel «casas de confinamiento perpetuo» por su valiente accionar para salvar a los niños hebreos.

¿CÓMO FUE RECOMPENSADO SU ACTO DE VALENTÍA?

Pero hay otra interpretación de la palabra «batim»: que no significa confinamiento sino «dinastia»

Finalmente, es maravilloso –pero no fuera de lo común– que la Torá mencione a estas parteras e indique que gracias al coraje de estas mujeres no-judías, el pueblo de Israel se salvó. Creo que también es posible, aunque no recuerdo que ningún comentarista lo haya explicado de esta manera, que este acto de valentía haya inspirado a la hija del Faraón, quien, desafiando la voluntad de su padre, salvó a un niño hebreo de una muerte segura.Ese niño era Moisés.

YAD VASHEM (Recordando Nombres)

Para concluir, y siempre siguiendo la opinión de que estas parteras no eran judías, vale la pena señalar que probablemente como muestra de gratitud la Torá mencionó a estas parteras con sus nombres , Shifrá y Puá y así, el acto de valentía de estas simples parteras quedó grabado en la memoria del pueblo judío, en honor a su coraje. Vale la pena notar que, al mismo tiempo, el nombre de Faraón, el hombre más poderoso de la tierra, no está mencionado, como si este monarca cruel no mereciera ser recordado…

Finalmente, siento que es imposible no conectar la manera en que la Torá rinde homenaje a la memoria de estas valientes mujeres y la forma en que el el pueblo judío y/o el Estado de Israel rinde homenaje a la memoria de los individuos gentiles, חֲסִידֵי אֻמּוֹת הָעוֹלָם, como Schindler, que arriesgaron o sacrificaron sus vidas para salvar vidas judía. Este es el caso, entre otros, de Irena Sendler, una enfermera católica polaca que salvó a 2.500 niños judíos en el Holocausto. Aquí se puede apreciar que los judíos no nos olvidamos de rendir homenaje a la memoria de quienes nos ayudan, y que recordamos sus nombres. En el pasado y en el presente.