Como ya lo hemos explicado, durante las tres semanas entre el 17 de Tamuz y el 9 de Ab mantenemos ciertas costumbres de duelo. No celebramos bodas, no recitamos Shehejeyanu, algunos no se afeitan durante las tres semanas, etc.
¿Qué pasa con tocar música o escuchar música durante estas tres semanas? La respuesta no es un simple «sí» o «no», y en última instancia, dependerá de la tradición de cada comunidad.
En las siguientes líneas vamos a explicar los diferentes puntos de vista sobre la música y el duelo en estas tres semanas y más allá.
En las fuentes judías, la música es una de las más altas expresiones de felicidad. Cuando el pueblo de Israel cruzó el Mar Rojo y se dieron cuenta que finalmente estaban libres de sus amos egipcios, el pueblo, liderado por Miriam, la hermana de Moshe Rabbenu, comenzó a cantar y tocar instrumentos musicales expresando así la alegría y la felicidad de ser libres. También se tocaba música en los casamientos y en muchas otras ocasiones festivas y alegres, desde tiempos talmúdicos o anteriormente.
La tradición judía también se refiere a la música en tiempos de duelo. Una persona que está de luto por su padre o por su madre no puede tocar o escuchar música, o asistir a una celebración donde se escuche música, por todo un año. Una persona de duelo podría asistir, por ejemplo, a la celebración religiosa de un Bar Mtsvá, pero no se le permite participar en la fiesta del Bar Mitsva si se tocará música allí.
Con todos estos elementos en mano debemos preguntarnos: ya que la música es una, o la mayor, expresión de felicidad, y la música se evita en tiempos de luto, ¿Se nos permite tocar o escuchar música durante estas tres semanas?
Hay varias opiniones sobre el tema, y como hemos dicho, depende en última instancia de las tradición de cada comunidad. De todas formas, vamos a explorar los puntos de vista de dos rabinos contemporáneos. Hoy vamos a ver la opinión del Rab Eliezer Melamed y mañana, BH la opinon del rabino Obadia Yosef z «l.
El rabino Eliezer Melamed (Peniné Halajá, Zemanim, 141-146) explica que no toda la música debe ser prohibida durante estos días.
En la opinión del rabino Melamed, la restricción original de los Jajamim (que en teoría debería aplicarse más allá de estas tres semanas, como lo veremos BH mañana) de no escuchar música, como parte de nuestro duelo por el Bet haMiqdash, se refiere a música festiva, música en un ambiente de celebración, música que invita a bailar (bodas, Bar Mitzva, etc.), o un concierto en vivo.
También explica que no toda la música es música «celebratoria». La música clásica o la música inspiracional o música de fondo en un centro comercial, no está relacionada con «celebración» o «felicidad». Lo mismo podría decirse de tomar clases de música, escuchare el himno nacional, etc.
El rab Melamed explica que además de la música no celebratoria también hay música melancólica. El Talmud relata que en el antiguo Israel la música triste o melancólica se tocaba en los funerales con una flauta que inspiraba los corazones de los dolientes a entrar en un ánimo de tristeza (Shabbat 151a).
En base a la distinción de estos tipos de música, el rab Melamed dice que: 1. Uno debe evitar escuchar música festiva o celebratoria durante las tres semanas. 2. Hasta principios del mes de Ab, uno podría escuchar música inspiracional o no celebratoria 3. Una vez que comienza el mes de Ab y hasta el 9 de Ab, sólo se permitiría escuchar música judía melancólica.