sábado, diciembre 21, 2024
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TEHILIM 3: Nuestra Tefila, en momentos de guerra

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En este salmo David HaMelej le reza a Dios para que lo salve de la mano de sus enemigos.
ה ‘מָה – רַבּוּ צָרָי רַבִּים, קָמִים עָלָי.
David reconoce que «Sus enemigos son muchos; demasiados» para que él pueda liberarse de ellos por su cuenta. Y sus enemigos son completamente conscientes de que superan en número a David y a su ejército.
Y es por eso que ellos proclaman:
רַבִּים, אֹמְרִים לְנַפְשִׁי אֵין יְשׁוּעָתָה לּוֹ בֵאלֹ- הִים סֶלָה
«La vida de David, no tiene más esperanza»  Los enemigos creen que: «Ahora, ni siquiera Dios puede salvar al rey David».
וְאַתָּה ה ‘מָגֵן בַּעֲדִי כְּבוֹדִי וּמֵרִים רֹאשִׁי
David, sin embargo, sabe y declara:  «Tú HaShem, Tú eres mi escudo». Tú me proteges contra mis enemigos incluso antes de que yo pida Tu protección. Algunas veces, no soy consciente de que fuiste Tú quien me salvó. Y mientras proteges mi vida, «No dejas que mis enemigos me humillen». Mientras salvas mi vida «Sostienes en alto mi cabeza», protegiendo también mi dignidad.
  אֲנִי שָׁכַבְתִּי, וָאִישָׁנָה הֱקִיצוֹתִי כִּי ה ‘יִסְמְכֵנִי
Y sabiendo que Tú estás de mi lado «me acuesto en mi cama y soy capaz de dormir». Porque sé que durante la noche Tú estás despierto, cuidándome. Y «cuando me despierto» por la mañana, me siento seguro y confiado para empezar mi día, porque sé que «Tú me sostienes» durante el día.
לֹא – אִירָא מֵרִבְבוֹת עָם אֲשֶׁר סָבִיב, שָׁתוּ עָלָי
Sabiendo que Tú estás a mi lado, «¿Por qué habría de tener miedo de mis enemigos?» Tú me cuidas, «¿Por qué habría de tener miedo, incluso cuando millones de enemigos brutales me rodean por todos lados.?»
לה ‘הַיְשׁוּעָה
«La salvación», la decisión de quién va a ser victorioso y quién caerá derrotado en la batalla, «es Tu decisión».  Tenemos nuestro ejército, nuestros maravillosos y valientes hijos / soldados que están dispuestos a luchar y, si es necesario, sacrificar sus vidas para proteger a nuestro pueblo. Pero sabemos que al final la «victoria» viene de Tus manos.
עַל – עַמְּךָ בִרְכָתֶךָ סֶּלָה
Nuestros enemigos son muchos. Demasiados para que podamos salvarnos nosotros mismos. Ellos nos superan en gran número. Literalmente, son 125 contra 1. Para ellos es obvio que el final de Israel es inevitable. Incluso cuando están ocupados peleando entre ellos y matándose unos a otros, seguimos siendo su más anhelado objetivo.

Tú eres nuestra esperanza. Nuestra única esperanza. HaShem, «danos Tu berajá (bendición)» de victoria y paz. Para «Tu pueblo». Para Tus hijos.

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