La Torá dice: “En las Sucot habitaréis por siete días … para que vuestras generaciones sepan que Yo hice habitar [y así protegí] a los hijos de Israel en Sucot, cuando los saqué de la tierra de Egipto …” (Levítico 23).
Durante siete días dejamos nuestras casas y nos instalamos en la Sucá. Comemos, estudiamos y, si el clima y la salud lo permiten, dormimos allí. Este acto conmemora la travesía de cuarenta años desde Egipto hasta la Tierra Prometida, cuando Dios cubrió todas nuestras necesidades y nos protegió de los peligros del desierto.
Al residir en la Sucá, recreamos esa experiencia de confianza en la Protección Divina, que es lo que realmente nos debe importar.
Los rabinos explicaron que para cumplir con esta Mitsvá debemos transformar la Sucá en nuestra residencia principal durante los siete días de Sucot, y nuestra casa en una residencia temporal. Esto implica realizar en la Sucá las actividades cotidianas que normalmente hacemos en casa.
Algunos ejemplos:
COMIDAS: Excepto cuando llueve, debemos comer en la Sucá, especialmente las comidas formales que incluyen pan (hamotzi y birkat hamazon), para lo cual recitamos la bendición: “…asher quiddeshanu bemitzvotav vetzivanu liysheb basukká.”
MEZONOT: Alimentos como pasteles y galletas (mezonot) también deben consumirse dentro de la Sucá. Sin embargo, si se comen como un snack entre comidas, no se dice la bendición de la Sucá.
SNACKS: Alimentos ligeros como fruta o café pueden consumirse fuera de la Sucá, aunque es elogiable no comer ni beber nada fuera de ella durante Sucot.
DORMIR: Dormir en la Sucá es parte de la Mitsvá, pero depende del clima, la salud y otros factores como la seguridad o la presencia de animales .