Entendiendo la cuenta del Ómer (Sefirat haÓmer)
LA OFRENDA DEL OMER
En los tiempos del Bet haMiqdash (Templo de Jerusalem), la noche del 16 de Nisán —al terminar el primer día de Pésaj— los representantes de la Corte judía (shelujé Bet Din) seleccionaban tallos frescos de cebada, los cortaban, tostaban los granos y los molían en harina fina. Esa harina, preparada de una manera especial, se ofrecía en el altar del Templo por la mañana siguiente. El Cohen presentaba para esta ofrenda la cantidad de un ‘omer de harina de cebada. «Omer» es una unidad de medida bíblica de volumen: aproximadamente un galón, o cuatro litros. Después de la presentación de esta ofrenda —que representa el agradecimiento colectivo a Dios por concedernos el grano para nuestro alimento— estaba permitido consumir los granos de la nueva cosecha (tebuá Jadashá o Jadash). «Omer», por extensión, se convirtió en el nombre de esa ofrenda (מנחת העומר). Esta ofrenda se realizaba solamente en la tierra de Israel, y mientras existía el Bet haMiqdash o Gran Templo de Jerusalem .
CONECTANDO PESAJ Y SHABUOT
Al terminar el primer día de Pésaj, comenzamos a contar un período de siete semanas o cuarenta y nueve días hasta Shabuot (Lev. 23: 15-16). A este computo se lo conoce como “Sefirat Ha’omer , ya que a pesar de tratarse de dos temas distintos, el inicio de esta cuenta de días y semanas coincide con la ofrenda del Omer. La mitsvá de contar estos 49 días conecta Pésaj, que celebra nuestra libertad física y política, con Shabu’ot, cuando alcanzamos nuestra libertad mental y espiritual al recibir la Torá. El libro Shibole haLequet explica la relación entre Pésaj, Shabu’ot y Sefirat Ha’omer de la siguiente manera: Una vez que el pueblo judío salió de Egipto, Moshé les reveló que en cincuenta días recibirán la Tora. Los Yehudim estaban tan ansiosos por recibir la Tora que «contaron los días que faltaban», deseosos de que llegue el gran evento.
EL SENTIDO ORIGINAL
El Rabino Yedidia Ezrajian explica que en cierto sentido, este período de 49 días es una especie de un largo Jol-HaMoed entre Pésaj y Shabu’ot, en el cual nos fuimos preparando para recibir la Torá. Nuestros Rabinos comentaron que a diferencia de la libertad física, la libertad mental no sucede instantáneamente. Se trata más bien, de un largo proceso de de-programación: olvidar los hábitos de la mentalidad de esclavos, asumir responsabilidades y aprender a hacerse cargo de sus propias vidas. Nuestros antepasados también tuvieron que dejar atrás las prácticas paganas e inmorales de la sociedad idólatra egipcia, que obviamente eran incompatibles con los valores de nuestra Torá. En Pésaj salimos de Egipto, pero ahora teníamos que «sacar a Egipto de nuestras mentes» en preparación para recibir la Tora y establecer una alianza (berit) con Dios en el Monte Sinaí.
REGLAS BASICAS DE LA CUENTA DEL OMER
Contar los días del Omer es obligatorio para los varones adultos. Las mujeres también pueden contar los días de Omer, pero no deben recitar la bendición. En algunas comunidades Ashkenazim es costumbre que las mujeres digan la berajá para contar el Omer. Los niños pueden contar el Omer y recitar la bendición, como práctica para el futuro (Jinuj).
¿CÓMO?
La cuenta del Omer tiene lugar por la noche y es precedida por la bendición: ... asher qiddeshanu bemitsvotav vetsivanu ‘al sefirat Ha’omer. Luego se procede a contar los días y las semanas. Hoy, por ejemplo, es el noveno día del Omer, es decir, una semana y dos días desde [que se ofreció la ofrenda del] ‘omer.
¿QUÉ PASA SI….?
Si nos olvidamos de contar el Omer por la noche, podemos contarlo durante el día siguiente hasta la puesta del sol. Pero sólo cuando contamos el Omer por la noche recitamos la bendición. Si no contamos el Omer durante la noche correspondiente o el día siguiente, debemos seguir contando, pero en adelante no debemos recitar más la bendición. Es costumbre en la mayoría de las comunidades anunciar el día del Omer en los Minyanim de la mañana para que nadie pierda la cuenta del Omer por un día entero.
EL OMER y LA PUESTA DEL SOL
Los días del Omer se cuentan por la noche, porque en el calendario hebreo el nuevo día comienza por la noche. Ahora bien, en qué momento exacto comienza el nuevo día y en qué momento termina el día anterior es una cuestión Halájica técnica y compleja.
Muy brevemente: hay dos indicadores astronómicos para la transición entre el día # 1 y el día # 2. «La puesta del sol» (shequiá), cuando el sol desaparece de la vista, y la «caída de la noche» (tset hakojabim), que se caracteriza por la visibilidad de tres estrellas de tamaño mediano. Todos los rabinos están de acuerdo en que antes de la puesta del sol todavía se considera día # 1, y la mayoría de los rabinos están de acuerdo que una vez que se ven tres estrellas en el cielo nocturno comienza el día # 2. El tiempo entre la puesta del sol y la aparición de las tres estrellas, se conoce en español como «crepúsculo» o en hebreo, «ben hashemashot». Este período de tiempo puede oscilar entre 13 minutos y medio (por ejemplo, en Israel) y 3 horas o más en lugares extremos en el sur o en el norte del planeta. En el área de Nueva York, por ejemplo, la duración del crepúsculo se estima en aproximadamente 30 minutos (también varía según las diferentes estaciones del año). De acuerdo con una muy famosa Guemará, el día # 1 termina y el día # 2 comienza en un brevísimo e inidentificable instante dentro de este «crepúsculo». Ahora bien, ¿Qué hacemos en la práctica cuando tenemos que realizar una mitsvá para la cual hay que determinar con precisión el principio de un nuevo día? Para Shabbat, por ejemplo, tomamos el standard más estricto y recibimos Shabbat unos minutos antes de la puesta del sol, y concluimos el Shabbat solamente después de que tres estrellas medianas son visibles.
Para el Omer, idealmente se deben contar los días sólo después del anochecer (en cada lugar del mundo esto ocurre a una hora diferente). En muchas comunidades Sefardíes de Nueva York los rabinos autorizan a contar el Omer 15 minutos después de la puesta del sol (así dice por ejemplo el rab Eliyahu ben Jaim, Shelita). En circunstancias excepcionales, se autoriza también a contar con berajá antes de ese tiempo, pero nunca antes de la puesta del sol.
Cada individuo debe seguir las costumbres de su propia comunidad.