¿Qué significa la palabra Purim?

על כן קראו לימים האלה פורים על שם הפור

Cuando Hamán decide eliminar al pueblo judío,“echa las suertes”  para determinar qué día sería designado para llevar a cabo su malvado plan. 

El texto de la Meguilá lo describe así: 

“En el primer mes, esto es, el mes de Nisán, del año doce del rey Ajashverosh,  [se] echó “el Pur”, es decir la suerte, delante de Hamán, día por día y mes por mes hasta [que salió] el mes doce, que es el mes de Adar.” 

Los Persas celebraban el comienzo de la primavera, Nouruz, que iniciaba el nuevo año.  El primer mes del año era entonces el mes de Nisán, hacia finales de Marzo.  Los historiadores relatan que en el sexto día de ese mes se renovaba formalmente la coronación del rey (o Emperador) y este renovaba su juramento de lealtad hacia su pueblo. En el noveno día de Nisán, los persas continuaban sus festejos exhibiendo estatuas e ídolos de deidades paganas y celebrando con bebidas, danzas, etc.

Luego, a partir del día diez de Nisán los ciudadanos consultaban con los magos y astrólogos sus resoluciones para el nuevo año. La clave era determinar qué días eran negativos o auspiciosos en el año entrante para celebrar bodas, hacer negocios, iniciar nuevos emprendimientos , etc. Los magos tiraban unas pequeñas piedras “purim” al azar y revelaban así la suerte de los días del año entrante. Una vez que los tiempos eran determinados, ni los dioses podían modificarlo…

Con esta interesante información histórica en mente entenderemos mejor los detalles de lo que ocurrió con Hamán.  

הוא חודש ניסן

El malvado ministro quizo asegurarse que su proyecto genocida se llevaría a cabo con éxito y para eso nada mejor que contar con la recomendación de los astrólogos, חכמים יודעי העתים los hombres más capacitados del imperio, para determinar cuál era el mejor día para que sus planes salieran bien.   

En el mes de Nisán, en el doceavo año del rey Ajashverosh , año 474 aec, los magos “echaron las suertes frente a (=para) Hamán” y así se fijó la fecha del genocidio judío en un plazo de  11 meses:  el 13 de Adar de ese mismo año. 

הפיל פור

Purim es el plural de “pur”. Hay quienes dicen que pur es una palabra persa, que indica como un recipiente donde se echaban las suertes. “Pur” también puede significar en hebreo una pequeña piedra. Cuando una roca se rompe en piedrecitas, o cuando un pan se deshace en migajas, se utiliza en hebreo el verbo “p/r/r” ( לפורר, פרורים etc. ).  Estas pequeñas piedras se tiraban (o “echaban”  להפיל) y de alguna manera indicaban al azar —cayendo sobre uno de sus lados, como los dados, o sobre un lugar especial, como en una ruleta— lo que los adivinos querían revelar a sus clientes. 

Esta y otras costumbres similares como los famosos oráculos, eran muy comunes entre los pueblos paganos. Y estaban asociadas con prácticas de idolatría (astrología, adivinación, cleromancia ,etc.) que nuestra Torá obviamente prohibe. 

הוא הגורל

En la Torá se menciona, y se aprueba, el uso del sorteo como una manera objetiva de resolver, y especialmente evitar, conflictos. La asignación de las tierras que en Israel le corresponderían a las tribus fue establecida por este tipo de sorteos, llamado “goral”. Ver aquí. En un sorteo no existe el elemento de superstición: las partes convienen obligarse a respetar el resultado, como una forma de resolver, decidir o asignar algo. Como se hace, por ejemplo, en un evento deportivo cuando se tira una moneda para decidir cuál de los dos equipos comenzará el juego.

PURIM y YONÁ

La mención del “goral” en la Meguilá nos recuerda lo sucedido con el profeta Yoná. Cuando Yoná intentó escapar de su misión Divina huyendo de Israel en un barco, y HaShem hizo que se desatara una inusual tormenta que amenazaba con destruir la embarcación, los marineros decidieron “echar suertes” para que las piedras revelen quién era el culpable. Cuando estudiamos ese texto expliqué que si bien está prohibido asumir la intervención divina y leer Su mensaje en una cuestión librada al azar, en esa ocasión especifica, Dios intervino para que “la suerte cayera sobre Yoná” y así el profeta reasumiera su importante misión. 

Es muy posible entonces que al conectar “purim” con el “goral” la Meguilá aluda sutilmente al evento de Yoná, indicando la clara intervención divina en ese evento.  

El Rab Eben Ezra explica que la intervención Divina determinó que saliera el mes más alejado de Nisán, el último mes del año, para que los judíos se arrepintieran de sus malas acciones, ya que había mucha asimilación, y merecieran ser salvados.

Aparte, como sabemos, el plan genocida de Haman fue desbaratado, y ese mismo día, el 13 de Adar, designado «por las suertes” como un mal día para los judíos, se convirtió en un día de salvación en el cual los Yehudim logramos deshacernos y terminar con los enemigos que buscaban nuestra muerte. 

De esta manera, el nombre de la festividad, “Purim”, nos recuerda que no son las piedrecitas, ni la suerte, ni el azar los que determinan el destino del pueblo de Israel, sino nuestra conducta y la Providencia Divina.