Leyes de Duelo en Tish’a BeAb
Durante Tish’á beAb nos comportamos como si estuviéramos de duelo por un ser querido que acaba de fallecer. Para expresar y llegar a este estado emocional de dolor durante Tish’á beAb, evitamos participar de actividades asociadas con el placer físico o la alegría. Y también dejamos de lado todo aquello que nos distraiga del estado de ánimo de pesadumbre, que es el más apropiado para un doliente.
Algunos ejemplos
REJITSA (Lavado): Al igual que en Yom Kippur, tomar una ducha, o bañarnos o lavarnos está prohibido en Tish’á beAb. Sin embargo, si una parte de nuestro cuerpo se ensució, podemos lavarla. Se permite el uso de toallitas húmedas de bebe (wipes) para limpiar el rostro, los ojos, las manos, etc., porque este tipo de limpieza no se considera «lavado». Técnicamente podríamos lavarnos las manos normalmente por la mañana para Netilat Yadayim, porque lo hacemos para cumplir una Mitzvá y no por placer. De todas maneras, la costumbre Sefaradí es lavarnos sólo los dedos de la mano cuando hacemos Netilat Yadayim.
SIJA (Uso de lociones) Utilizar lociones o aceites por placer no está permitido durante Tish’á beAb. Se permite usar cremas o ungüentos de prescripción médica. Usar desodorante está permitido.
NE’ILAT HASANDAL Los zapatos de cuero se consideran un artículo de lujo, un calzado de vestir. Y como estamos de duelo, durante Tish’á beAb no vestimos zapatos de cuero. Podemos usar zapatillas de tela u otro tipo de calzado de plástico, etc. Otros artículos de cuero como un cinturón o una Kipa de cuero están permitidos.
TASHMISH HAMITA (Intimidad) La relaciones íntimas se suspenden en Tish’á beAb. Si la noche del Mikvé cae en la noche de Tish’á beAb, es decir, el miércoles 29 de julio por la noche, el Mikvé tiene que ser postergado para la noche siguiente.
LIMUD TORA: En Tish’á beAb nos abstenemos de estudiar Torá, porque estudiar Torá es una actividad placentera. Podemos leer y estudiar libros o textos conectados con tribulaciones o pesar, como el libro de Iyob (Job) o Ejá, o algunos pasajes del libro de Yirmiyahu o algún Salmos de Tehiim (por ejemplo, 44, 79, 137), o masejet mo’ed qatán, etc.
TRABAJO: En Tish’á beAb no se recomienda trabajar porque el trabajo distrae nuestra atención del duelo. Abstenerse de trabajar en Tish’á beAb, sin embargo, no es una prohibición formal, sino más bien una tradición que algunas comunidades han adoptado y otras no (minhag hamaqom). La decisión de trabajar o no trabajar durante Tish’a BeAb también dependerá de la situación financiera o profesional de cada individuo. En cualquier caso, si por no trabajar en Tish’á beAb uno incurriera en pérdidas económicas significativas o arriesgaría su puesto de trabajo, se le permite seguir trabajando en Tish’á beAb.
TEFILIN: En Yerushalayim los Sefaradim acostumbran a usar Talit y Tefilin normalmente durante la mañana de Tish’á beAb. Sin embargo, en la mayoría de las comunidades de la diáspora, tanto Sefaradim como Ashkenazim, se acostumbra a no vestir el Tefilin por la mañana, ya que el Tefilín es una señal de honor y distinción: como «una corona» (pe-er) en nuestra cabeza que declara que somos el pueblo elegido por Dios. En la mayoría de las comunidades se viste el Talit y el Tefilín a la tarde para Minjá. En algunas comunidades Sefardíes la tradición es que antes de ir a la Sinagoga por la mañana uno se pone el Talit y Tefilin en casa, dice Qaddesh Li y Shema Israel y luego va a rezar a la Sinagoga.
SHE-ELAT SHALOM: En Tish’a beAb no saludamos a amigos y compañeros como lo hacemos habitualmente, ya que nuestro estado de ánimo es (o debemos llevarlo hacia…) el estado de ánimo de un doliente. Si alguien sin querer o sin saber nos saluda, podemos apreciar el saludo con un respetuoso gesto discreto.
SENTARSE EN EL SUELO: La costumbre general es que durante la lectura de la Meguilat Ejá la gente no se sienta en los bancos de la sinagoga, sino en el suelo, al igual que lo hacen los dolientes durante el shib’a (los primeros siete días de duelo por un ser querido). La costumbre Sefaradí es que en la noche de Tish’a beAb, se apagan las luces de la sinagoga, se enciende solo una vela, todos se sientan en el suelo y literalmente lloran contado los años han pasado desde la destrucción de nuestro segundo Bet haMiqdash. Este año 2020 contaremos 1952 desde la destrucción del Bet haMiqdash, años, ya que según nuestra tradición el Templo fue destruido e incendiado en el año 68 de la era común (en hebreo חיים)