BEBER CON MODERACIÓN
Una mitsvá importante que celebramos el día de Purim es la mishté, la comida de celebración de Purim. Hoy, martes 7 de marzo, a media tarde participaremos en una comida festiva o se’udat Purim. En este banquete, cantamos, nos regocijamos y transmitimos nuestra gratitud a Dios por habernos salvado del decreto de Hamán. Es tradicional servir vino en este banquete (MT Meguilá 2:15) y así “brindar” por nuestra salvación. Consumir un poco más de alcohol de lo habitual está bien, pero aún así debemos beber con moderación. Así, el Rosh (1250-1320) escribió en su libro “Orjot Hayim”, “[Aunque se sirve alcohol durante el banquete de Purim], no debemos emborracharnos porque emborracharse es una grave prohibición. En realidad, ¡no existe una transgresión mayor! Ya que la embriaguez lleva a una persona a actuar de manera promiscua e incluso podría causar que una persona [involuntariamente] mate a otra persona (como accidentes automovilísticos fatales que a veces son producto de la embriaguez. Y.B) o cometa otras transgresiones similares [graves]”.
EL DR. MAIMÓNIDES EXPLICA LA BORRACHERA
Maimónides (1135-1204) aclara que la medida del consumo de alcohol en Purim es וירדם בשכרות “hasta que uno se sienta somnoliento por los efectos del alcohol”. El alcohol con moderación hace que uno se sienta adormecido, ya que es un relajante muscular con efectos sedantes. Maimónides aclara en otro contexto que beber alcohol en exceso, como forma de estimular la embriaguez, es una conducta inapropiada, y sus efectos pueden causar el pecado más grave en el judaísmo: “Jilul Hashem” (profanación del nombre de Dios). En Mishne Tora De’ot 5: 2, escribe: “Kol hamishtaker… emborracharse es un pecado deplorable y hace que una persona pierda su sabiduría. Y si [un erudito de la Torá] se emborracha frente a otras personas (‘am ha’arets), ha profanado el nombre de Dios (חלל את השם)”.
LA FELICIDAD COMO RESULTADO DEL JESED
Nosotros, el pueblo judío, debemos sentirnos los seres humanos más privilegiados del mundo por haber sido elegidos por Hashem y por tener la oportunidad de estar más cerca de Él estudiando Su Torá y haciendo Su voluntad. En Purim también celebramos que Hashem, cumpliendo Su promesa de que nunca permtirá que el pueblo judío desaparezca nos libró de un gran peligro. Nuestra felicidad debe provenir de esta conciencia, no del alcohol. Pero, ¿qué pasa si aún no estamos en ese nivel espiritual/intelectual y necesitamos algún estímulo externo para ser más felices? ¿Qué podemos hacer para estimular nuestra alegría en Purim? Maimónides explica que la felicidad de uno aumenta cuando hacemos algo por los demás y cuando compartimos lo que tenemos con los que tienen menos. En MT Megila 2:17, aclara cómo podemos ser más felices en Purim: “No hay felicidad más grande y más sincera que hacer felices a los necesitados, los huérfanos, las viudas y los extranjeros. [Porque] la persona que ayuda a otras personas siente la felicidad de imitar las acciones de Hashem [middame bashejina] como está escrito, “porque Hashem… revive el espíritu de los pobres y el corazón de los oprimidos” (Yesha’ayahu 57: 15).
ADVERTENCIA
Purim no debe usarse como excusa para beber en exceso, declara el rabino Weinreb, un líder de la comunidad judía ortodoxa en los Estados Unidos. “En estos días, en los que muchos de nuestros jóvenes son propensos a experimentar con drogas o alcohol, debemos advertir sobre los peligros del abuso del alcohol, especialmente en Purim… No se nos ordena emborracharnos y perder la cabeza; más bien, se nos pide que seamos felices de una manera que aumente nuestra gratitud y amor a HaShem, en agradecimiento por los milagros que Él realizó por todos nosotros”.