El Rab Yehudá Benattar (1655-1733) y la ostentación en las fiestas comunitarias
LA COMUNIDAD JUDIA DE FEZ
Los primeros datos que tenemos acerca de la comunidad judía de la ciudad de Fez son del siglo VIII. En ese entonces se dice que ya vivían allí unos 15.000 judíos.
Fez fue famosa por ser la ciudad donde una de las más grandes luminaria rabínicas de todos los tiempos, el Rab Isaac Alfasi (1013–1103, el apellido “Alfasi” significa: oriundo de Fez) instaló y operó su famosa Yeshibá, academia de estudios rabínicos.
Por Fez también pasó nada menos que Maimónides, quien vivió allí por unos años antes de instalarse en Egipto.
Fez fue también el primer destino de muchos de los refugiados judíos que fueron expulsados de España y Portugal en 1492 y 1497.
La comunidad judía de Fez también sufrió hambre, sequías, incendios, persecuciones y matanzas. La primera matanza ocurrió en el año 1033 cuando un numeroso grupo de extremistas musulmanes invadió el barrio judío y asesinó a los más de 6.000 judíos que residían en ese entonces en Fez. Solo sobrevivieron 4 hombres y 5 mujeres. Alo similar ocurrió a mediados del siglo XV.
En el año 1947 vivían en Fez más de 22.000 judíos, de un total de 250.000 judíos residían en Marruecos. A partir de 1948 la mayoría de los judíos de Marruecos emigró a Israel, Francia, Canadá, Venezuela, etc. Hoy todavía viven en Fez alrededor de 100 judíos.
ESTUDIAR Y TRABAJAR
El rabino sobre el cual escribiremos hoy se llamaba Yehudá Benattar (o Ben Attar). Nació en Fez en el año 1655. Sus maestros pertenecían las grandes dinastías rabínicas de esta ciudad. El Rab Vidal Sarfatti y el rab Menajem Seriro (o Serilio). Desde una temprana edad el rab Benattar se destacó como una gran luminaria rabínica. A los 23 años perdió a su padre, que hasta ese entonces lo mantenía para que pudiera estudiar. A partir de ese momento se dedicó a la orfebrería de oro. Trabajaba para judíos y musulmanes . Y como era un gran artesano y muy honesto se hizo famoso en su oficio. Cuentan que hasta el día de hoy algunos residentes musulmanes de Fez dicen que poseen anillos hechos por el Rab Benattar, y lo consideran de un valor incalculable, y lo usan como un talismán.
Su trabajo no lo prevenía del estudio de la Torá. Cada día, luego del rezo de la mañana (shajarit) el rab Benattar se dirigía a su taller y una vez que había ganado el dinero necesario para mantenerse en esa jornada cerraba su negocio y se dirigía a su Yeshibá a estudiar, enseñar y escribir.
RABINO Y MAESTRO
Los grandes conocimientos y la formación del rab Benattar fueron reconocidos por todas las personalidades rabínicas de Fez. Y en 1698 el Rab benattar fue elegido por todos los rabinos locales como el Ab Bet Din, Jefe de la Corte Rabínica de la comunidad, el cargo más alto que un rabino podia tener allí.
El famoso rab Jidá (Jayim Yosef David Azulay, que escribió una breve historia de los rabinos sefardíes, cuenta que a pesar de su alto cargo y su completa dedicación a la comunidad, el rab Benattar decidió no recibir compensación por su trabajo comunitario y continuó durante toda su vida en su trabajo de orfebre.
El Rab Benattar tuvo muchísimos alumnos. Prácticamente todos los estudiantes rabínicos de Fez se consideraban sus discípulos. Implementó un sistema de enseñanza que no era muy común en esa época. Para que sus alumnos aprendieran oratoria y estuvieran preparados para dar sermones en público, los hacía hablar en público cada Shabbat a la hora de Minjá. El Rab supervisaba la preparación de los sermones y los editaba y luego, muchos de estos sermones junto sus propios discursos, fueron puestos por escrito en uno de sus famosos libros: Minjat Yehudá, una colección de discursos (derashot) sobre la Perashá de la semana. Este libro permaneció en manuscrito por siglos. Fue impreso por primera vez en la ciudad de Maknez (en español Mequinez), en el año 1940, ver aquí. El rab escribió otros libros, algunos de los cuales todavía permanecen en manuscrito. Otros se han perdido o sabemos de ellos porque han sido citados por otros autores. Uno de sus libros mas famosos se llama Shir Mijtam, un libro muy original ya que contiene las leyes de Kashrut (específicamente, shejitá y terefot) en forma de poesía, con los comentarios de su hijo, el rab Obed Benattar (Ver aquí, edición de Varsovia 1880).
RABINO y LIDER COMUNITARIO
El Rab Benattar no solo fue un erudito en materia de Torá sino que también fue un gran líder comunitario. Entre otras cosas estableció ciertas taqanot, esto es, decretos o regulaciones que los rabinos establecen para corregir algunos hábitos perjudiciales para la vida comunitaria.
Una de estas taqanot se implementó para limitar el exceso en la celebración de fiestas religiosas. Resulta que las familias más acaudaladas de la ciudad gastaban excesivamente en la celebración de las bodas, y la clase media no se quería quedar atrás. Esto hacia que muchos judíos tomaran prestamos y se endeudaran para no pasar vergüenza frente a los que tenían más. El Rab Benattar estableció limites para el número de celebraciones a realizar (compromisos, apalabramientos, boda, sheba berajot, etc.) , para la cantidad de invitados, y hasta para el menú y la calidad de la comida que se debía servir. Las bodas debían celebrarse con moderación, sin ostentar y de una manera accesible para la mayoría parte de la comunidad.
Para la sorpresa de muchos, este decreto fue bien recibido y finalmente adoptado por la comunidad.
¿Por qué?
El secreto del éxito del Rab Benattar como líder rabínico es que no era solamente respetado por su comunidad, el Rab Benattar era amado por su comunidad. De manera que cuando él emitía un juicio crítico hacia la comunidad lo hacia desde un lugar positivo, paternal, para corregir y no para criticar, y así eran sus palabras recibidas también por su comunidad.
El Rab Benattar falleció en 1733 a la edad de 77 años.
Fue uno de los rabinos más influyentes en la historia de la comunidad judía marroquí. Al punto tal que sus veredictos rabínicos, sus taqanot y sus opiniones halájicas son hasta el día de hoy la base de la práctica de los judíos marroquíes, que hoy en día BH suman más de medio millón de almas.