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¿Honrar o Respetar a los padres?

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כבד את אביך ואת אמך
איש אמו ואביו תיראו

En la Torá, hay dos mandamientos que regulan las relaciones entre padres e hijos. El primero es «kabbed et abikha ve-et imekha», que se traduce como «Honra a tu padre y a tu madre». Este es el quinto de los Diez Mandamientos.

Una segunda Mitsvá se encuentra en Parashat Quedoshim (Vayiqra) 19:3, una de las dos secciones de la Torá que estamos a punto de leer este Shabat que dice “ish immo veabiv tira’u”, que significa “Una persona debe respetar a su madre y padre.» Estas dos mitzvot son diferentes y, de hecho, se complementan, como veremos ahora.

RESPETO A LOS PADRES

El lenguaje que usa la Torá es “tira’u”, que literalmente significa “temer”. Sin embargo, este mandamiento no se trata de tener miedo o temor a nuestros padres sino de respetarlos.

¿Cuál es la diferencia entre el miedo y el respeto?

El “miedo” está asociado a un sentimiento fuera de nuestro control que suele paralizarnos. “Respeto”, por otro lado, es una actitud proactiva: considerar la autoridad de nuestros padres en nuestro comportamiento.

Respetar a los padres por lo general pertenece a lo que NO debemos hacer.

Algunos ejemplos:

No puedo llamar a mis padres por sus nombres: por respeto, debo dirigirme a ellos como «mamá» o «papá».

No puedo desobedecer o faltar el respeto a mis padres.

Un hijo o hija no debe sentarse en el lugar designado para su padre o madre. Por ejemplo, en la cabecera de la mesa, en una silla especial, o en el asiento del padre en la sinagoga, etc.

El respeto a los padres es una forma de establecer líneas claras: “Yo soy el padre o la madre, y tú eres mi hijo o mi hija: te amo, pero no somos iguales”. Esta distancia es absolutamente necesaria, no por el ego de los padres sino por el bienestar emocional de los niños. ¿Por qué? Porque estos principios establecen límites y definen la autoridad, sin la cual un niño no puede ser bien educado. En un sentido práctico, la mitzvá de “respetar” a nuestros padres se aplica cuando somos niños o adolescentes y dependemos de nuestros padres. Un niño judío es educado para actuar con disciplina y aceptar la autoridad de sus padres, lo que eventualmente lo entrenará para respetar la autoridad de Dios. En otras palabras, solo cuando uno haya aprendido a respetar a sus padres, estará listo para respetar a Dios.

HONRAR A LOS PADRES

La Mitsvá de “Honrar” a nuestros padres es un poco diferente. No se trata de lo que NO podemos hacer con nuestros padres, sino de lo que debemos hacer por ellos. Esencialmente, honrar a nuestros padres significa cuidarlos y cuidarlos. Este es el significado del Quinto Mandamiento.

Nuestros sabios explicaron que honrar a los padres incluye, por ejemplo, ayudar a nuestros padres, visitarlos, acompañarlos, sacarlos y traerlos, y si es necesario, alimentarlos y vestirlos. Esta Mitsva enfatiza el deber de gratitud y reconocimiento a quienes nos alimentaron, vistieron y cuidaron cuando éramos niños.

El respeto por los padres se manifiesta cuando los niños dependen de sus padres, mientras que honrar a los padres se aplica principalmente cuando los padres son mayores y dependen de sus hijos.

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