El Rab Refael Ben Shimón (1847-1928) y la comunidad Ashkenazí de El Cairo
El Rabino Refael Aharón ben Shimón nació en Rabat, Marruecosת en 1847. Su padre y su principal maestro fue el rabino David ben Shimón. En 1854 su familia decidió emigrar a Israel y establecerse en Yerushalayim. Allí, además de sus estudios rabínicos, especialmente en el campo de la ley judía, el rabino ben Shimón aprendió idiomas europeos. Además de hebreo y árabe, el Rab hablaba fluidamente italiano, francés y español. En 1890 fue invitado a servir como rabino principal de la importante comunidad judía de El Cairo, puesto que ocuparía hasta 1921.
El rabino Ben Shimón fue un pionero en la determinación de los nuevos desafíos halájicos del mundo moderno. Tanto en el area de innovaciones tecnológicas como de las nuevas tendencias sociales.
En su libro más famoso, umitsur debash (ver aquí ) el Rab examinó la legalidad de temas muy delicados. Por ejemplo: el uso de la electricidad y el encendido de fósforos en Yom Tob; el uso de carruajes fúnebres conducido por gentiles con el fin de enterrar a un muerto durante Yom Tob; la evaluación de la ingeniería del sistema de suministro de agua del rio Nilo en el Cairo, para considerar si las aguas podían ser usadas en un Mikvé, (מים שאובים) etc. También se pronunció sobre temas sociales como la prevención del suicidio; el status de los hijos de matrimonios mixtos y la legalidad o nulidad de casamientos realizados privadamente. En este último caso, por ejemplo, las ceremonias terminaban siendo fraudulentas, ya que los maridos sorpresivamente y sin aviso, desaparecían del país, y se regresaban a Europa, dejando a esas jóvenes mujeres abandonadas e imposibilitadas de volver a casarse (עגונות).
La forma que el rab Ben Shimón resolvió este caso es un gran ejemplo de su admirable actitud halájica y su enorme humildad.
El Rab decidió prohibir y anular la legalidad de estos casamientos (הפקעת קידושין) , pero a pesar de que en 1893 el Pashá (Sultán Turco) lo había sido designado como la exclusiva autoridad rabínica de Egipto, entendió que esta decisión halájica radical no podia ser tomada sin consenso. El Rab consultó entonces can el rabino Eliyahu Hazán de Alejandría y también con el rabino Mendel HaCohen, que era (aunque suene increíble) el rabino de la comunidad Ashkenazi de El Cairo. Todos coincidieron en invalidar esas ceremonias privadas y liberar a estas mujeres de su estado de ‘aguna.
Veamos ahora un poco más en detalle la comunidad Ashkenazí en El Cairo. Esta comunidad se creó a raíz de los progroms que afectaban a Europa, desde finales del siglo XIX. La comunidad tenía su propia sinagoga y cuidaba sus costumbres y tradiciones. El rabino Aharon Mendel HaCohen llegó al Cairo desde Tiberia, Israel. Él y el rab Ben Shimón fueron muy buenos amigos y trabajaron juntos para el beneficio de la comunidad judía. Antes de tomar cualquier decisión halájica importante el Rab ben Shimón solía consultar con el rabino Mendel y buscar su aprobación. La relación y la camaradería entre los dos rabinos se conocía en el mundo entero como un ejemplo del trabajo en equipo y respeto mutuo entre un rabino Sefaradí y un rabino Ashkenazí, algo que no era muy común en esos tiempos.
En 1903, el rabino Mendel junto con el rabino Zvi Makowsky (vaashiba shofetaij) quiso restablecer el Sanhedrín (jiddush hasemijá) en Israel. Es decir, un Tribunal Rabínico supremo y universal que, entre otras cosas, (i) resolvería todos los desacuerdos entre rabinos, Sefaradim, Ashkenazim etc., y llegaría a una decisión halájica uniforme, final y mandatoria para todos. También (ii) asignaría oficialmente a los rabinos de las comunidades de la diáspora que actuarían en nombre de este Sanhedrín.
El Rabino Ben Shimón, si bien le entusiasmaba la idea, era un poco escéptico, y en una hermosa carta dirigida a su colega el rabino Mendel (que se puede encontrar en nehar mitsrayim bet, págs. 583-587), intentó disuadirlo. La oposición del Rabino ben Shimón se basó únicamente en consideraciones prácticas: en los tiempos actuales, dijo con resignación, hay tantas divisiones entre los judíos, que será imposible convencer a los líderes rabínicos que renuncien a su autoridad local y asignen a un tribunal por encima de ellos. Desafortunadamente, el Rab Ben Shimón tuvo razón y el proyecto nunca llegó a buen término.
En 1921 el Rab Ben Shimón emigró con su familia a Israel y se estableció en Tel-Aviv. Su casa fue también su sinagoga y los rabinos de Tel-Aviv consultaban con él permanentemente sobre los más delicados temas de ley judía.
El Rab Ben Shimón falleció en 1928 y fue enterrado en el Monte de los Olivos en Jerusalem.