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LA IMPORTANCIA DEL NYT
De acuerdo al libro «Buried by The Times» de Laurel Leff, el rol que tuvo el prestigioso periódico «The New York Times» en la falta de información acerca del Holocausto en la población norteamericana fue una horrorosa tragedia. Cabe destacar que el New York Times, especialmente en la década de 1940, no era solo el periódico más importante del mundo, sino también el periódico «fuente». Es decir, miles de diarios y noticieros en EEUU y del mundo entero se abastecían de las noticias que escribía el Times y seguían su liderazgo (esto, obviamente, está cambiando en el nuevo mundo mediático).
A continuación veremos algunos ejemplos que ilustran la actitud inexplicablemente pasiva del New York Times al reportar las atrocidades que estaban ocurriendo en Europa.
Un artículo del 2 de julio de 1942 reporta nada menos que el asesinato de 700,000 judíos, agregando que esto era «una quinta parte de toda la población judía de Polonia». El artículo menciona «campos de concentración» y «cámaras de gas». El artículo también dice: «Niños de orfanatos, ancianos de hospicios, enfermos de hospitales … fueron asesinados en las calles. En muchos lugares los judíos fueron detenidos y deportados a destinos no revelados o masacrados en bosques cercanos «. El artículo continúa enumerando cuántos judíos habían sido asesinados en cada provincia, y luego dice que «la masacre aún continúa en Lvov «.
Este relato es estremecedor. La información es objetiva y detallada. Sin embargo, el público estadounidense desconocía en gran medida la magnitud de lo que estaba pasando. Entonces eso genera dos preguntas. La primera pregunta es ¿cómo sucedió esto? ¿Cómo pudo ser que estas noticias registradas por el NYT no causaron el estupor que deberían haber causado?
El argumento que presenta Leff es que estos artículos fueron «enterrados» en el medio del periódico (de aquí el título «Buried by the Times» que significa, «Enterrados por el Times», que acusa a este periódico de haber enterrado deliberadamente esta información para que no se notara). Este estremecedor artículo que informa acerca del asesinato de 700.000 judíos, por ejemplo, en lugar de aparecer en la tapa del periódico apareció en la página 6, con un pequeño subtítulo, como si se tratara de un texto sin importancia. Otro artículo del 27 de junio de 1942 que describe la misma masacre como «probablemente la mayor matanza masiva en la historia», estaba en la página 5 y no tenía ningún título.
¿Por qué? Esta tendenciosa minimización no ocurrió porque la portada del periódico estaba llena de noticias trascendentales. El día en que apareció esta terrible historia en el New York Times la primera página presentaba artículos sobre zapatillas de tenis y fruta enlatada.
Entonces nos preguntamos nuevamente ¿por qué?
La respuesta es: Arthur Hays Sulzberger. Sulzberger era el dueño y editor del New York Times. Y lo que lo hace que lo que hizo fuese tan sorprendente es que Sulzberger era judío.
Sulzberger no sentía ninguna conexión ni religiosa ni emocional con la amenazada masa de judíos europeos. Parecía que, por lo contrario, hacia lo imposible para ignorarlos.
Sulzberger escribió lo siguiente:
«No hay un denominador común entre el pobre y desafortunado judío conducido [a la muerte] en Polonia y ….yo. Ciertamente, en Polonia, este judío es parte de una minoría perseguida. … afortunadamente, yo no estoy en esa categoría «.
Según Leslie Leff, el autor de “Buried by the Times ” (“Enterrados por el NY Times”) que denuncia el silencio de Sulzberger, la falta de empatía y la tendenciocidad de Sulzberger hacia los judíos europeos se debió a su ideología reformista. El abuelo político de Sulzberger, Isaac Wise, fue el fundador del movimiento reformista judío en EEUU. En esos tiempos el judaísmo reformista promovía la idea de que los judíos no son una nación sino simplemente seguidores de un credo.
Sulzberger era un judío asimilacionista: para él los los judíos no son un pueblo, de la misma manera que los católicos o los protestantes no son un pueblo. En diciembre de 1942, en una nota al personal del New York Times escribió: «He estado tratando de instruir a la gente de mi periódico sobre el tema de la palabra ‘judíos’; que no son una raza ni un pueblo, etc.» El ex periodista del New York Times Ari Goldman, en su reseña del libro de Leff, escribe: «No cabe duda de que los puntos de vista de Sulzberger sobre el judaísmo influyeron en lo que hizo desde su periódico.»
Una y otra vez estos puntos de vista de Sulzberger se reflejan en los editoriales del New York Times, en los que la difícil situación de los judíos no se menciona sino que se ignora deliberadamente.
Sobre los niños refugiados alemanes, casi todos ellos judíos, el New York Times generalizó: “[esos niños] son de cualquier raza y credo».
Sobre el régimen de Hitler, el New York Times escribió: «Es la decencia y la justicia las que están siendo perseguidas [por Hitler], no una raza, ni una nacionalidad, ni una fe».
Sobre los millones de refugiados judíos, el New York Times dijo: «No tienen nada que ver con una raza o credo específico. No es un problema judío o gentil «.
Y notablemente en una editorial sobre el levantamiento del Gueto de Varsovia en 1943 el New york Times ¡no menciona a los judíos en absoluto!.
Leff también examinó las posturas y las actuaciones del personal editorial y de redacción del Times. En Nueva York la actitud tendenciosa hacia los judíos de Sulzberger fue compartida por otros empleados del periódico. Entre ellos algunos e influyentes editores nocturnos quienes decidieron minimizar, enterrar y disimular las noticias sobre las matanzas de judíos.
«Los judíos de Europa», concluye Leff, «no tuvieron ningún abogado defensor en la sala de redacción del New York Times”