PRIMER MANDAMIENTO: ¿Mandamiento o preámbulo?
Comenzaremos a analizar el primero de los Diez Mandamientos. Como veremos inmediatamente, comprender lo que este mandamiento dice no es sencillo. ¿Por qué? Principalmente porque el primer mandamiento no está formulado en el modo imperativo. Así dice la Torá: «Yo soy HaShem, tu Dios, que te rescató de la tierra de Egipto, de la casa de esclavos». Aquí no hay, aparentemente, una orden específica como en el caso por ejemplo de «NO ROBARÁS». Este Mandamiento NO nos dice que tenemos que hacer o dejar de hacer algo…
Esta es la primera pregunta que tenemos que abordar: si este Mandamiento es un precepto, una orden a cumplir, o es un preámbulo a los demás mandamientos. Es decir, la forma que el Creador se presenta ante el pueblo antes de pronunciar sus mandamientos.
A través de la historia los rabinos debatieron largamente la naturaleza del primer mandamiento. Para Maimónides, por ejemplo, el primer mandamiento, a pesar de no estar formulado en el modo imperativo, expresa una orden a seguir. Como lo veremos en más detalle BH mañana este mandamiento nos ordena «creer en Dios».
Para otros rabinos, como Najmánides o el Rab Jasdai Crescas, el primer mandamiento NO expresa un precepto específico. El Rab Crescas escribe en su libro «Or HaShem» que no puede haber un mandamiento que nos obligue a creer en la existencia de Dios. Reconocer la existencia de Dios no puede ser una «ley», sino un prerrequisito «filosófico’ (por llamarlo de alguna manera) para todos los demás mandamientos. Por lo tanto, explica, el primer mandamiento, que enfatiza la existencia de Dios, es como un preámbulo para todos los demás mandamientos que se presentan a continuación, no es un mandamiento en sí.
Ahora trataremos de entender a haRambam, Maimónides. Maimónides por lo general no se mueve un ápice de lo que dice la Guemará. Y la Guemará en Masejet Makot explica que de los 613 preceptos de la Torá, 611 fueron dados por intermedio de Moshé Rabenu, y los dos restantes fueron transmitidos «directamente» por HaShem. Y esos dos preceptos transmitidos por haShem son el primero y el segundo mandamiento ( אנכי ולא יהיה לך). Esto queda claro también porque solamente los dos primeros Mandamientos están expresados en la primera persona del singular («Yo soy HaShem tu Dios» … «No tendrás otros dioses delante de Mí») mientras que a partir del tercer mandamiento es Moshé quien se Dirige al pueblo de Israel, y se refiere a HaShem en la tercera persona ( el texto bíblico dice: «No pronunciarás el Nombre de Dios en vano» y no dice «no pronunciarás Mi nombre en vano»). De acuerdo a este texto Talmúdico, el primer mandamiento es una Mitsvá, un precepto Bíblico, no un preámbulo. Y así, en su famoso libro Sefer haMitsvot, un libro que presenta los 613 preceptos de la Torá, Maimónides menciona el Primer Mandamiento como la primera Mitsvá de la Torá.
Siguiendo esta última opinión, nuestra próxima pregunta es: ¿Cuál es específicamente la orden, el precepto, que se nos ordena seguir y cumplir en este mandamiento que dice «Yo soy haShem tu Dios»? Sobre esto hablaremos, BH mañana.