Ayer explicamos que una de las Mitsvot más características de Pésaj es la de comer Matsá. También dijimos que si bien todas las Matsot son iguales en cuanto a su composición (harina, agua, menos de 18 minutos) hay varios tipos de Matsot. Mencionamos ayer la Matsá Shemurá y la Matsá regular. Hoy hablaremos de otras Matsot.
Las Matsot que se consumen durante las dos primeras noches de Pésaj, llamadas Matsot Mitsvá, también deben debe ser elaboradas con el propósito explícito de cumplir la Mitsvá de comer Matsá durante las primeras noches de Pésaj.
Por siglos, las Matsot fueron elaboradas a mano. Esto cambió en 1838 cuando Isaac Singer inventó la primera máquina para elaborar Matsot. Promediando el siglo 19 se produjo un gran debate entre los rabinos de Europa. Algunos se opusieron a las Matsot hechas a máquina argumentando que era imposible limpiar esas máquinas al punto que no quedara ni el más mínimo resto de masa entre una producción y otra, lo cual implicaría que las Matsot hechas a máquina serían jamets (Rab Shelomó Kluger y otros). Por el otro lado, otros rabinos argumentaban que las Matsot hechas a máquina tenían un standard de kashrut más alto que las Matsot hechas a mano, ya que en las maquinarias se evitaba los posibles errores humanos (Ketab Sofer y otros) que podrían llevar a la fermentación accidental de algunas Matsot .
Si bien esta controversia duró por varios años, los rabinos en su mayoría concluyeron que, estableciendo ciertas pautas para garantizar la estricta supervisión de la limpieza de las maquinarias, la Kashrut de las Matsot hechas a máquinas era indiscutible.
Luego surgió otro punto de debate, que sigue vigente hasta el día de hoy. Me refiero el tema de la «intencionalidad» o kavaná. Para que se entienda bien, voy a tener que explicar este punto un poco más extensamente.
En general, cuando se elabora un artículo religioso judío (o incluso uno de sus accesorios) para ser utilizados en la realización de un Mitsvá, este artículo debe ser realizado con la intención específica de ser utilizado para el cumplimiento de esa Mitsvá. Ejemplo: no podemos utilizar trozos de cuero, que se manufacturaron originalmente para hacer zapatos, cinturones, etc., para los Tefilin o sus correas. ¿Por qué? Porque la ley judía establece que el cuero que se utiliza para hacer los Tefilin tuvo que ser procesado «explícitamente» con el propósito de ser usado para la Mitsvá de Tefilin. Por esta razón, antes de procesar el cuero que será usado para el Tefilín la persona a cargo tiene que decir: «leshem mitsvat Tefilin» [ «Estoy procesando este cuero para que sea utilizado …] en la Mitsvá del Tefilin». La intencionalidad en el proceso de producción es un requisito halájico. El mismo principio se aplica, por ejemplo, con los hilos utilizados para los Tsitsit (los flecos o fimias del Talit), también éstos deben ser fabricados desde el principio para este propósito específico. Si se han hecho para otro propósito, o incluso sin un propósito específico, estos hilos NO son aptos para el cumplimiento de la Mitsvá de Tsitsit. Lo mismo ocurre con muchas otras Mitsvot .
Volviendo a nuestro tema: Las Matsot que se consumen durante las dos primeras noches de Pésaj, llamadas Matsot Mitsvá, también deben debe ser elaboradas con el propósito explícito de cumplir la Mitsvá de comer Matsá durante las primeras noches de Pésaj. Y la pregunta que surgió cuando se inventaron las maquinarias para hacer matsot es ¿Podemos considerer que la «intencionalidad humana» que se requiere para la elaboración de cualquier elemento usado para una Mitsvá, «se transfiere» desde el hombre que activa la maquinaria diciendo «leshem matsot mitsva», a la propia máquina? O , debemos suponer que la «intencionalidad» se interrumpe tan pronto como un factor no-humano interviene. Esta fascinante discusión todavía continúa inconclusa, y se aplica en muchas otras áreas, por ejemplo, hay Yehudim que sólo utilizan Tsitsit hechos con hilos que fueron trenzados a mano, etc.
En el caso de las Matsot, hay que aclarar que este debate aplica para las Matsot que se utilizarán durante el Seder, que es cuando decimos la Berajá ‘al ajilat Matsá y donde hace falta Matsot Mitsva. Algunos rabinos dicen que las Matsot hechas a máquina pueden ser utilizadas para las dos primeras noches, y muchos otros rabinos (creo que la mayoría) entre ellos el rabino Obadiá Yosef, z’l, recomiendan utilizar para las dos primeras noches de Pésaj, Matsot elaboradas a mano. Para el resto de Pésaj se podrían utilizar las Matsot comunes.
Los Jasidim (Jabad y otros grupos Jasídicos) son muy estrictos en este tema y consumen exclusivamente Matsot hechas a mano durante todo Pésaj.
También puede haber un tema económico de por medio. Obviamente las Matsot elaboradas a mano son más caras que las hechas a máquina, por lo tanto, en el caso de una familia que no puede afrontar el costo de las Matsot hechas a manos, muchos rabinos aprobaran el uso de las Matsot de máquina incluso para el Seder, apoyándose en las opiniones menos rigurosas. Para este tema, y para un veredicto definitivo sobre qué costumbres seguir, consulte con el rabino de su comunidad.
¿Cómo diferenciar entre las Matsot hechas a mano y las Matsot hechas a máquina?
Generalmente, las Matsot hechas a máquina son cuadradas y de un tamaño standard.
Las matsot hechas a mano, son por lo general redondas, y suelen ser un poco mas oscuras que las hechas a máquina.