Este Mizmor (Salmo) de Tehilim es una «Tefila» (plegaria) en la cual el Rey David le suplica a HaShem que lo libere y lo proteja de sus enemigos. No sabemos bien si esos enemigos son sus enemigos externos, los Pelishtim (Filisteos) y otros pueblos contra quienes David peleaba una vez que fue Rey, o sus enemigos internos, los nobles y otros hombres en la corte que conspiraban contra David. Quizás se trataba de los soldados del rey Shaul, que buscaban eliminar a David, antes de que este fuera Rey. Si este fuera el caso, sabemos que al final los soldados dejan de perseguir a David, ya que el Rey Shaul tuvo que movilizar sus tropas para enfrentar a los Pelishtim. De ser así, sabríamos cómo y cuándo la «plegaria de David» fue escuchada por HaShem.
Este Salmo es relativamente largo y abunda en metáforas y motivos literales. Explicaremos sólo algunas de estas metáforas.
David describe con dos profundos ejemplos cómo espera que haShem lo cuide de los que lo persiguen.
Pasuq 8: «Cuídame como la pupila del ojo, protégeme a la sombra de Tus alas».
La pupila es la parte mas sensible del ojo. Y está protegida por los párpados de una manera maravillosa. Si un objeto extraño se acerca amenazantemente hacia el ojo, no es necesario que la persona haga un movimiento voluntario par defenderse. Ya que los párpados se cerrarán automáticamente, instantáneamente. David le pide a HaShem que lo proteja de sus enemigos como los párpados protegen a la pupila. Es decir, que aún cuando David no sospeche que lo están amenazando, HaShem opere Sus defensas para protegerlo.
«A la sombra de tus alas». En este caso, David ha Mélej le pide a HaShem que lo proteja como el águila protege a sus pichones. Las águilas cubren a sus pichones «completamente» con sus alas. Los proteges con su cuerpo, de una manera que quizás ningún otro animal puede hacer (con excepción, quizás de los canguros). Oculta a sus crías de los ojos de sus depredadores. David le pide a HaShem (y esta interpretación es quizás una evidencia más de que los enemigos son los soldados del Rey Shaul) que lo proteja de sus enemigos, «haciéndolo invisible», en otras palabras, haciendo que sus enemigos no lo vean, no lo descubran cuando él se oculta.
También es interesante ver cómo el Rey David describe a sus enemigos.
En el Pasuq 10, dice el rey de Israel: «Su sebo rodea [su corazón], y sus bocas hablan con vanidad».
La segunda parte de este pasuq (versículo bíblico) es muy clara: los enemigos del Rey no son hombres humildes, que buscan la verdad o el bien de su pueblo. Todo lo que buscan es su propio bien. Acrecentar su poder para ostentar y disfrutar de la reverencia del pueblo. En última instancia, lo que estos individuos quieren es satisfacer su sed de honor y su insaciable vanidad.
La primera parte del pasuq, «sebo en el corazón», requiere una explicación menos corta.
De acuerdo a Rashí, el rey David acusa a sus enemigos de tener los corazones rodeados de sebo. ¿Que significa eso?
En primer lugar, en hebreo como en inglés o en castellano, el corazón es el órgano que se relaciona con los sentimientos, y especialmente con la sensibilidad. Cuando se dice de una persona que tiene «un buen corazón», no nos referimos a lo que diría un cardiólogo cuando describe a un paciente sano, nos referimos una buena persona.
Ahora bien, hay una curiosa diferencia entre el idioma hebreo y otros idiomas en cuanto a las metáforas o motivos literarios que se utilizan con respecto al corazón. Por alguna razón (que por cierto desconozco), en inglés o español se habla de un «corazón de oro» para describir una persona con muy buenos sentimientos. En hebreo bíblico, sin embargo, un corazón de oro seria una expresión ofensiva. El profeta Yejezquel, por ejemplo en el pasuq 36:26, habla de dos corazones: un corazón duro, «de piedra» y un corazón blando «de carne». Me imagino que en el universo de las metáforas Bíblicas, y aunque Yejezquel no lo mencionó explícitamente, el «corazón de oro», por ser duro, seria más parecido al de «piedra» que al de «carne».
En otras palabras, el corazón ideal no es de piedra ni de oro, sino blando. Pero hay una metáfora adicional que indica que aunque sea de carne, el corazón, a veces, necesita reparación.
La Torá dice en Debarim 10:16 ומלתם את ערלת לבבכם «Y circuncidareis el prepucio de vuestro corazón …».
¿Qué significa la circuncisión del corazón? Nuestros corazones son susceptibles de crear un tejido adiposo («sebo», en la metáfora de Tehilim) que se considera como un prepucio del corazón. Esta capa adicional se va formando cuando perdemos sensibilidad y dejamos de sentirnos incómodos frente a las cosas malas que suceden a nuestro alrededor. Un corazón rodeado de sebo, es un corazón insensible. Que de acuerdo a la Torá debe ser circuncidado.
El Rey David describe a sus enemigos con esta metáfora Bíblica. Son gente con un corazón que no siente («sin corazón» diríamos en castellano), con sentimientos que están enterrados bajo una gruesa capa adiposa que ha crecido a su alrededor, y que no han sabido remover.