TEHILIM # 6: Peor que el miedo a la muerte

El Rab David Qimji (Radaq, 6:1) que David haMelej compuso este Salmo de Tehilim en un tiempo que estuvo muy enfermo. Desde el principio del Mizmor vemos que David atribuye su enfermedad a HaShem.Los rabinos explicaron que no todos los trastornos de salud se deben atribuir al cielo. Ellos dijeron explícitamente: «Todo viene del cielo, excepto los resfriados y la insolación «. Lo que significa que es la responsabilidad del hombre protegerse, por ejemplo, de las inclemencias climáticas o de cualquier otro elemento que lo pueda afectar físicamente. Muchas enfermedades son el resultado de la negligencia del hombre. De no tomar los recaudos apropiados para cuidar de  nuestra salud.

Pero muchas otras veces la enfermedad no es causada por nuestra negligencia. Y así es como David interpretó su situación en este Salmo. Según muchos comentaristas, David HaMelej percibió que su estado era un castigo de HaShem. La consecuencia del lamentable episodio con Bat Sheba.
Por eso David comienza su salmo admitiendo que él se siente responsable por su condición y pidiendo a HaShem Su clemencia:
6:2: HaShem, no me reprendas en Tu ira, no me disciplines en Tu enojo.

 

Entonces, después de su confesión, le pide perdón a HaShem. Le ruega a HaShem que lo absuelva y lo cure.
6:3 Ten piedad de mí, HaShem, pues desfallezco; saname, HaShem, porque mis huesos tiemblan.
El cuerpo del rey, sus huesos, están temblando. No sabemos la naturaleza exacta de la enfermedad de David. Por lo que sabemos, podría haber estado temblando de una simple fiebre,  para la  cual no existía cura en esos días.
El próximo pasuq nos revela una dimensión más profunda de la condición de David.
6:4 Mi alma también está temblando … y Tú, HaShem por cuánto tiempo más ….?

 

Ahora vemos que David está enfermo en cuerpo y espíritu. No sólo su cuerpo, sino también su alma está temblando. Su alma tiembla de miedo. El rey más grande de Israel no se avergüenza de admitir su vulnerabilidad y sus emociones. Pero todavía no está claro, ¿A qué le teme David HaMelej ? ¿A la muerte, como todos nosotros?
Este pasuq termina con una pregunta misteriosa: «… y Tú, Hashem, por cuánto tiempo más ….?
Y el misterio se resuelve en el siguiente versículo.
6:5: Vuelve, HaShem, y sálvame; sálvame por Tu amor incondicional.
A lo largo del libro de Tehilim David HaMelej proclama una y otra vez lo que es la máxima aspiración de su vida. No es el dinero ni la fama ni la vida eterna: «En cuanto a mí, todo lo bueno [que necesito / quiero] es la cercanía con Dios» (Tehilim 73:28). Nada hace que el gran Rey de Israel se sienta mejor que el saber que HaShem está con él. David HaMelej no tiene miedo, aunque este un una situación de peligro mortal, si siente que HaShem está cerca de él. Y viceversa. Nada asusta más el mayor rey de Israel que la sensación de que HaShem, aunque sea temporariamente, le ha abandonado. Para David el miedo que le causa su distanciamiento de Dios, es peor que el miedo a morir. Es la forma más dura del castigo divino.
En el campo de batalla, cuando lucha contra un enemigo superior; o en tiempos de persecución o de peligro de vida; o incluso cuando él tiene que atravesar el valle de las sombras de la muerte, David no tiene miedo, si siente que HaShem está con él. No es el  miedo a morir. Para David, nada se compara con la angustia de sentirse lejos o abandonado por Dios.
Al final de este versículo David expresa uno de los argumentos más sólidos para que sus peticiones sean escuchadas. Sabiendo que él ha pecado le dice a Dios: HaShem, es posible que yo no sea merecedor de Tu cercanía, de Tu presencia. Yo sé que cuando cometí mi pecado, erigí una barrera entre Tu presencia y yo. Pero aún así, por favor, vuelve, porque sé que Tú me quieres …
6: 5 …. sálvame, [si no por mis propios méritos, sálvame] por tu amor incondicional [a mí]
En este hermoso Mizmor David HaMelej nos enseña cómo orar a haShem en momentos de angustia. Y también cuál debe ser la máxima aspiración en la vida de un Yehudí.
ואני קרבת אלוקים לי טוב

 

«En cuanto a mí, todo el bien que necesito es sentir que estoy cerca de HaShem»
(Tehilim 73:28)