והוי דן את כל האדם לכף זכות
Juzgar a los demás con el beneficio de la duda es una Mitsvá de la Torá. ¿Dónde aparece esta Mitsvá? En el libro de Vayiqrá 19:15 dice: betsedeq tishpot ‘amiteja, «con justicia juzgarás a tu prójimo». Los Jajamim explicaron así esta Mitsvá:
Hay 3 categorías de personas: el hombre justo, el hombre malvado y el hombre medio. El justo o tsadiq es aquel que tiene un record impecable de buenas acciones. Esas personas que son más angeles que humanos. No son muchos. Digamos, el 5% del total. En el otro extremo tenemos a los verdaderos malvados, resha’im, aquellos individuos egoistas, con malas intenciones y con un prontuario y un record que los condena. También serán un 5% de la población total (el libro «The sociopath next door», afirma que los sociópatas son el 4% de la población). Y luego tenemos a las personas promedio: nosotros, aquellos individuos que por lo general tenemos intenciones nobles. Hacemos cosas buenas, pero tambien nos equivocamos. A veces somos egoístas y a veces somos altruistas. Este es el 90% de la población.
La Torá dice 3 cosas:
1. Al hombre justo, al tsadiq, tienes que juzgarlo con indulgencia. Incluso cuando percibas una situación sospechosa, mientras no tengas todas las evidencias frente a ti, juzgalo con el beneficio de la duda.
2. Al malvado, al que ya tiene un record de actuar con maldad, no le puedes dar el beneficio de la duda mientras no se arrepienta explicitamente y se corrija. Debes ser desconfiado, aun cuando parezca que quiere hacer algo noble (sobre este punto hablaremos más adelante).
3. ¿Y al hombre promedio? A la persona media debes juzgarla como si se tratará del «tsadiq», le darás el beneficio de la duda, a menos que se demuestre lo contrario. En otras palabras, esta Mitsvá, «con justicia juzgaras a tu prójimo», se debería leer más o menos así : » Juzgarás a tu prójimo (al hombre promedio) al igual que juzgas al justo (al Tsadiq)» . Así, de acuerdo a la Torá, debemos juzgar con indulgencia ¡a casi todas las personas!
Dar el beneficio de la duda tiene sus grandes beneficios.
Veamos por qué.
LESHON HARA: Cuando hablamos mal de otras personas (Leshón haRa), muchas veces lo hacemos repitiendo algo que escuchamos sobre esa persona, de lo cual es posible que ni siquiera tengamos evidencia. Si juzgamos a los demás con el beneficio de la duda, nos cuidaremos mucho más de no repetir «sospechas» o no darles crédito. Si nos mantenemos en este principio evitaremos hablar Leshón haRa.
BAMIDDA SHEADAM MODED… «Con la misma vara que juzgamos a los demás, seremos juzgado en el cielo». ¿Cómo queremos ser juzgados por HaShem, luego de 120 años? ¿Esperamos que nos juzgue con severidad, o con indulgencia? ¿Seguramente pretendemos que el Juez Supremo siempre encuentre un atenuante, una justificación para nuestros errores? Los Jajamim explican que HaShem nos juzgará con la misma vara que usamos para juzgar a los demás. Si aprendimos a juzgar a los demás con el beneficio de la duda, así seremos juzgados por HaShem.
Habria que agregar que no sólo HaShem nos juzga como juzgamos a los demás: por lo general nuestros gestos y actitudes se reflejan, son imitados por la gente que nos rodea: si quieres que las demás personas te juzguen con indulgencia, que no se apresuren a sospechar de ti, que no te condenen antes de tener toda la información en mano, entonces aprende a juzgar a los demás con el beneficio de la duda.
(Continuará…)