TESHUBA y los doce pasos
א כל המצוות שבתורה, בין עשה בין לא תעשה–אם עבר אדם על אחת מהן, בין בזדון בין
בשגגה–כשיעשה תשובה וישוב מחטאו, חייב להתוודות לפני האל ברוך הוא
Hilkhot Teshuba 1: 1
«Para todos los mandamientos de la Tora, cuando una persona transgrede una prohibición o cuando no ha cumplido un mandamiento positivo, voluntaria o involuntariamente, al arrepentirse y lamentarse de haber pecado, uno tiene que confesar delante de Dios ….».
En el comienzo de Hiljot Teshubá Maimónides aclara que la Mitsvá de Teshubá (=arrepentimiento) consiste en el Vidui, o «confesión» de nuestros pecados.
Los sentimientos naturales de culpa y remordimiento, en hebreo «jaratá», son en realidad un requisito previo para la Teshubá, pero no son la esencia de la Teshubá. Para Maimónides la Teshubá sólo tiene lugar cuando hacemos la confesión verbal de nuestras malas acciones.
Del mismo modo los psicólogos explican que un paciente comienza su curación cuando es capaz de verbalizar su trauma o problema (catarsis). En el proceso de Teshubá llegamos a la admisión definitiva de nuestros pecados sólo cuando somos capaces de articular nuestras transgresiones con palabras, no con ideas.
Cualquiera que esté familiarizado con el proceso de Teshubá delineado por Maimónides, apreciará que la institución Alcohólicos Anónimos (A.A.), al igual que otras agencias que ayudan a las personas a recuperarse de todo tipo de adicciones, ha desarrollado un programa de recuperación llamado «Los 12 pasos». El primer paso de este programa consiste en admitir que uno tiene un problema. Esta admisión rompe el círculo vicioso de excusas. Normalmente, cuando alguien es criticado por tener un problema con el alcohol, probablemente se excuse diciendo:. «Yo no soy alcohólico! Apenas tomo un par de tragos por día. Estoy totalmente en control de lo que hago y si quiero, puedo parar».
El mayor desafío que un alcohólico necesita superar cuando quiere curarse es acabar con todas sus excusas y admitir su problema. Por eso, cuando alguien asiste a las reuniones de A.A. el primer paso hacia una cura es que esa persona diga en voz alta y clara su «Vidui»: «Mi nombre es José y soy alcohólico.»
Tengamos en cuenta que el adicto debe articular y verbalizar su problema, no sólo pensar en él. Lo mismo ocurre con el Vidui en relación al proceso de Teshubá, la articulación de nuestros errores es un requisito indispensable para superar la negación y terminar con las excusas, conscientes o subconscientes.
En el proceso de Teshubá, como hemos explicado, el paso más crítico es el Vidui. Porque nos permite vencer nuestra propia negación y admitir nuestras malas acciones y defectos.