HILJOT TESHUBÁ 3:4. ¿Qué nos quiere decir el Shofar?
היתקע שופר בעיר והעם לא יחרדו
La Mitzvá más importante de Rosh Hashaná es escuchar el Shofar. La Torá no menciona la razón por la cual debemos escuchar el Shofar. Pero nuestros Rabinos lo hicieron.
Ellos explicaron entre otras cosas que:
2. El Shofar nos recuerda también aqedat Itsjaq. Abraham Abinu estuvo dispuesto a sacrificar a su único hijo, para seguir el mandamiento de HaShem. Una vez que Abraham demostró su amor incondicional, HaShem le ordenó suspender el sacrifico de su hijo. Abraham vio un carnero (=el macho de la oveja ) cuyos cuernos estaban atascados en un matorral, y lo ofreció como sacrificio a Dios en lugar de Itsjaq. El Shofar es un cuerno de carnero y cuando escuchamos el Shofar, recordamos la aqedat Itsjaq.
3. En los tiempos antiguos, el Shofar también era utilizado como una especie de sirena o alarma. Cuando el enemigo se acercaba a la ciudad y estaba a punto de atacar, las autoridades alertaban sobre el inminente ataque a través del Shofar. El sonido del Shofar anunciaba que las vidas de cada individuo estaban en peligro. En Rosh Hashaná el Shofar sirve como una alarma o sirena espiritual. El Shofar anuncia y nos recuerda nuestra inescapable mortalidad, invitándonos a la reflexión y al arrepentimiento. El Shofar nos alerta que HaShem nos está juzgando y que nuestras vidas están siendo evaluadas.
En Hiljot Teshubá 3:4 Maimónides explica que al escuchar el Shofar debemos oír el siguiente mensaje:
«Despierten, aquellos que están [espiritualmente] dormidos. Despierten y examinen sus acciones. Recuerden a su Creador, aquellos que olvidan la realidad [de nuestra mortalidad] la cual constantemente relegamos, transformándonos así en víctimas de permanentes distracciones temporales, y dedicando todo nuestro tiempo y esfuerzo a perseguir la vanidad y el materialismo vacío, que [a la larga] no nos beneficiará, ni prevalecerá. Examinen sus caminos y sus obras. Abandonen los senderos del mal. Y aléjense de los hábitos destructivos y de los pensamientos [materialistas] vacíos. «