AMIDA: El arte de arrepentirse (Berajá Nro 5, HASHIBENU ABINU)
כי לא תחפוץ במות המת כי אם בשובו מדרכו וחיה
«Porque Tú no deseas la muerte del que merece la muerte, sino que [deseas que] regrese de su [mal] camino y viva»
En esta berajá le pedimos a Dios que nos ayude en el proceso de nuestra teshubá (= arrepentimiento). Teshuba literalmente significa «volver», regresar a la senda correcta.
Decimos en esta berajá:
«Haznos regresar, nuestro Padre, a Tu Tora …»
Los rabinos del Talmud dicen que el pecado es la consecuencia de un estado de insania temporal. en adam ba lide jet… ‘una persona no pecaría, a menos que estuviese poseído por un espíritu [temporal] de locura (shetut)’. A veces nuestra imaginación toma el control de nuestra mente y estamos virtualmente «poseídos» por pensamientos relacionados con vicios, adicciones, materialismo, ambición, lujuria, etc. En ese momento nuestra mente racional se nubla y nuestro capacidad autocrítica desaparece. En ese momento estamos expuestos a desviarnos del camino correcto…. Una vez que recuperamos nuestro juicio, lo primero que nos damos cuenta es que abandonar el camino de la virtud no fue una buena idea. Y hasta nos preguntamos:¿Cómo es posible que nuestra mente no nos haya advertido de las consecuencias de nuestras malas acciones? Pero nuestra mente no estaba allí… Por eso nuestros Jajamim comparan la transgresión con un estado temporal de insania.
Cuando nos desviamos, el camino de regreso no siempre es sencillo. Por lo tanto, en esta berajá le pedimos ayuda a HaShem para volver a la senda de Su Torá.
Cuando nos desviamos, el camino de regreso no siempre es sencillo. Por lo tanto, en esta berajá le pedimos ayuda a HaShem para volver a la senda de Su Torá.
«Y acércanos, nuestro Rey, a Tu servicio»
Servir a HaShem consiste en la práctica y la aplicación de todo lo que aprendemos en la Torá. Por eso decimos primero que debemos volver a estudiar Torá, lo cual nos llevará a servir correctamente a Dios.
«Y haz que regresemos completamente hacia Ti …»
Cuando decimos: «Haz que regresemos», «acércanos», etc. no queremos decir que esperamos que Dios haga estas acciones por nosotros mientras permanecemos pasivos. Los seres humanos fuimos bendecidos con la libertad de elección. Lo que implica que somos completamente responsables por nuestras acciones morales. Lo que estamos pidiendo con humildad es que HaShem nos ayude, nos inspire y nos asista para volver a Él y a Su Tora.
«Baruj Atá HaShem haRotsé bitshuba».
Bendito eres Tú, HaShem, que quieres (nuestro) arrepentimiento.
Bendito eres Tú, HaShem, que quieres (nuestro) arrepentimiento.
Afirmamos ahora que Dios quiere que volvamos hacia Él. Un principio judío muy importante es que HaShem nos quiere como un padre o una madre ama a sus hijos. Al igual que un padre que no siente placer al castigar a uno de sus hijos, HaShem no desea castigar al que se equivocó. Él quiere que Sus hijos vuelvan al camino correcto. Por eso nos atrevemos a pedirle a Dios que nos ayude en nuestro regreso hacia Él. Sabemos que HaShem «quiere» nuestro arrepentimiento, porque nos ama como un padre y como tal desea nuestro bien.