viernes, abril 19, 2024
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La mejor edad para casarse

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La primera Mitsvá mencionada en la Torá es: Piryia veRibyia, es decir,  casarse y con la ayuda de Dios traer hijos a este mundo. Esta también fue la primera bendición con la cual el Creador bendijo a la primera pareja.

CUANTO ANTES MEJOR

Hace mucho tiempo atrás los Sabios escribieron las diferentes etapas de la vida de un joven judío, en este caso se refirieron a un hombre. Y luego de describir en detalle las etapas de su educación, dijeron que a los 18 años un joven judío debería casarse. Agregaron que El Todopoderoso «observa a este joven y le da tiempo desde los 18 hasta los 20 para verlo casarse».  Esta recomendación fue expresada por los Jajamim unos 2.000 años atrás, cuando casarse a esa edad no era la excepción, sino la regla. Y a pesar de eso, los mismos Sabios aclararon que si el joven quiere seguir dedicándose a sus estudios de Torá, y sabe que una vez que se casa tendrá que abandonar sus estudios (itbabtel min haTorá) para dedicarse a mantener su hogar, podría posponer su voluntad de casarse por unos años (Shulján Aruj, Eben Haezer 1:3). Aunque algunos rabinos sugieren que no debería postergar el establecer una familia más allá de los 24 años de edad, incluso en esas circunstancias.  Estas edades de referencia fueron expresadas hace mucho tiempo atrás en una sociedad y cultura diferente,  pero aun así es evidente que de acuerdo a nuestra Torá un joven o una muchacha no deberían postergar innecesariamente la decisión de comenzar una familia. 

Los mismos Sabios reconocen que hay otros elementos, más allá de la edad, que deben tenerse en cuenta antes de decidir casarse. Por ejemplo, la madurez intelectual y emocional de un individuo, lo cual es esencial para crear una familia y mantenerla (=Shalom Bait). También se refirieron a las posibilidades económicas y la realidad de lo que hace falta para mantener una familia, sin lujos, pero sin pasar pobreza. Maimónides escribe al respecto: «Las personas emocionalmente equilibradas (derej ba’ale hade’a) primero procuran un medio de vida que les permita proveer su sustento; después encuentran un lugar para vivir y luego se casan. Pero aquellos individuos emocionalmente inmaduros (tipeshim), primero se casan y luego buscan un lugar para vivir y luego procuran un medio de vida … «(De’ot 5:11).

Vemos que de acuerdo a los rabinos, si bien existen numerosos factores que deben ser considerados antes de tomar la decisión, cuando un joven o una mujer están emocionalmente maduros y cuentan con los medios para vivir una vida digna, no deben posponer su decisión de casarse innecesariamente.

 

¿Puede un hermano menor casarse antes que el mayor?

 

Normalmente, cada familia espera que la hija mayor o el hijo mayor se case primero. Hay dos fuentes judías que sustentan esta expectativa. Una de ellas es la alusión a esta antigua costumbre de las palabras de Labán a Ya’aqob, cuando Labán negó dar su hija menor, Rajel, en matrimonio antes que Lea. Laban le dijo a Ya’aqob: «En nuestro lugar, esto no se puede hacer, dar la hija más joven (en matrimonio) antes que la mayor» (Bereshit 29:26). La segunda y  más sólida fuente bíblica que sustenta esta costumbre es el caso de las cinco hijas de Tzelofjad, que de acuerdo a nuestros rabinos, se casaron según el orden de su edad.

 

Sin embargo, los rabinos ven en estas fuentes no una ley rígida sino más bien una cuestión de preferencia: es mejor que el hermano o la hermana mayor se casen primero, pero no mencionan la prohibición de que el hermano o la hermana menor se casen primero, si ya están en la edad de hacerlo.

 

El Rab Moshe Feinstein tiene una interpretación muy interesante de este Minhag. En su dictamen (IGM, EH’E 2: 1), dice que se debe dar la prioridad de casarse al hermano o la hermana mayor cuando ambos hermanos o hermanas están comprometidos. En esas circunstancias, la boda de la hermana o el hermano mayor debe tener lugar primero, necesariamente. Pero fuera de este caso, si el hermano más joven encuentra a su futura pareja en primer lugar, no debe postergar su casamiento.

 

En muchas comunidades existe la hermosa costumbre que en el caso que el hermano o la hermana menor se comprometen primero, pidan formalmente el permiso y la bendición de su hermano o hermana mayor antes de casarse (no olvidemos que respetar a los hermanos mayores es parte de la Mitsvá de Kibbud Ab va-Em). En este caso, se espera que los hermanos mayores den su consentimiento y su bendición de todo el corazón.

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